Temasselectosmicrobiologiamedica Silva
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ANA FLISSER
(coordinadora)
UNIVERSIDAD VERACRUZANA
XALAPA, VER., MÉXICO
2015
Maquetación de forros: Enriqueta del Rosario López Andrade
DGBUV 2015/13
ISBN: 978-607-502-383-0
Impreso en México
Printed in Mexico
CONTENIDO
Prólogo, 9
Ana Flisser
.1.
EL MUNDO MICROBIANO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN, 15
Antonio Lazcano-Araujo
.2.
LA GENÉTICA BACTERIANA: AMBIENTE,
EVOLUCIÓN Y PATOGÉNESIS, 29
Magdalena Wiesner, Claudia Silva y Edmundo Calva
.3.
MICROBIOTA RESIDENTE Y OPORTUNISTA, 63
Mussaret B. Zaidi
.4.
INMUNOMODULACIÓN POR PARÁSITOS
INTESTINALES, 81
Fela Mendlovic y Ana Flisser
.5.
DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
DE LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS, 93
Alejandro Escobar-Gutiérrez
.6.
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN, 121
José Luis Criales
.7.
NOSOLOGÍA INFECCIOSA, 143
Alberto Lifshitz
.8.
TERAPÉUTICA ANTIINFECCIOSA, 153
Rodolfo Rodríguez-Carranza y Jacinto Santiago-Mejía
.9.
INFECCIONES EMERGENTES, REEMERGENTES
Y BIOTERRORISMO, 173
Lourdes García-García y Renata Báez-Saldaña
.10.
ÉTICA MÉDICA Y BIOÉTICA, 211
Simón Kawa y Samuel Weingerz
.11.
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y LA CIENCIA, 227
Gina Martínez-Flisser
PRÓLOGO
9
A continuación se presentan muestras de la sabiduría de los autores
de cada capítulo.
Antonio Lazcano asevera que los microbios corresponden a una cate-
goría genérica sin valor taxonómico o evolutivo que agrupa de manera
promiscua, en un mismo conjunto, no sólo a bacterias y protistas sino
también a plantas, animales y hongos microscópicos. A lo largo de su
capítulo nos lleva desde el siglo xvii –cuando se hizo la primera des-
cripción de las bacterias– hasta el uso de marcadores moleculares que
ha permitido asomarnos a la extraordinaria complejidad del mundo
microbiano, la que, a lo largo de más de tres mil millones de años de
evolución, se ha diversificado y separado en grupos dotados de una
enorme versatilidad metabólica y que, al evolucionar, cambiaron a la
Tierra, lo que además modificó nuestra visión del mundo microbiano,
nuestra idea de la diversidad y la antigüedad de la vida, y abrió deba-
tes evolutivos y taxonómicos cuyo curso futuro no es fácil adivinar.
Desafortunadamente el estudio de los virus, cuya naturaleza biológica
sigue siendo objeto de discusiones intensas, está teñido de prejuicios
muy arraigados, pues en su inmensa mayoría no son patógenos y no
existe un grupo biológico del cual estén ausentes. Más aún, los micro-
bios cargan sobre sus espaldas con una reputación negativa que los
asocia de forma indiscriminada a las enfermedades cuando, más bien,
debemos considerar a la Tierra como un cuerpo donde la interacción
entre la biosfera y su ambiente es tan intensa que se ha convertido en
una suerte de diálogo en el que no es fácil separar a los interlocutores.
Las bacterias tienen una inmensa diversidad genética y funcional,
la cual ha moldeado a la biosfera; ellas han desarrollado mecanismos
eficientes de modificación del genoma que les permiten adaptarse a las
condiciones ambientales, siempre cambiantes. Sus genomas se modifican
por la pérdida y la ganancia de genes; ésta última a través de la duplica-
ción y la adquisición de nuevos debido la transferencia lateral de genes.
Los nuevos genes son introducidos por elementos genéticos móviles,
cómo plásmidos, transposones y virus, o por la incorporación de DNA
libre en el ambiente. Como describen Magdalena Wiesner, Claudia Silva
y Edmundo Calva, se han desarrollado cuatro generaciones de técnicas
moleculares que han permitido caracterizar con gran detalle tanto los
genes como los genomas bacterianos completos y señalan que, conforme
las metodologías moleculares sigan avanzando y se sigan descubriendo
elementos nuevos en las poblaciones bacterianas, la tipificación de pató-
genos será cada vez más rápida y acertada. La producción en masa de
estas nuevas tecnologías ofrecerá métodos estandarizados a los labora-
Prólogo 11
reguladoras hacia el incremento en la síntesis de IL-10, que es un pode-
roso inhibidor de la respuesta adaptativa, aparecen macrófagos alter-
nativamente activados en los tejidos afectados y, en general, metaplasia
celular del epitelio de la mucosa intestinal.
Los capítulos clínicos que se incluyen en este libro describen los méto-
dos de diagnóstico más utilizados, la nosología y la terapéutica médica.
Los diagnósticos de laboratorio oportunos y certeros no sólo inciden en
que el manejo de los pacientes se realice más temprano y sea más eficiente
y limita la selección de cepas resistentes, sino que además impacta econó-
micamente en la disminución del uso de antimicrobianos no adecuados,
abate costos de hospitalización, de manejo de complicaciones y dismi-
nuye riesgos de infección nosocomial agregada. También en salud pública
su trascendencia es enorme al demostrar de manera temprana la presen-
cia en la población de un agente que puede ser emergente o reemergente y
aun de uno endémico con características diferentes a las conocidas, lo cual
permite analizar, discutir e implementar medidas de contención, preven-
ción y control para impedir o limitar su diseminación entre los individuos
susceptibles. Alejandro Escobar-Gutiérrez describe los diversos tipos de
métodos de laboratorio para diagnóstico de enfermedades infecciosas
y concluye que la rapidez con que está desarrollándose la tecnología
aplicada al diagnóstico hace posible vislumbrar un futuro promisorio en
cuanto a la disponibilidad de mejores métodos e instrumentos de gran
versatilidad para determinar e identificar enfermedades infecciosas y sus
agentes etiológicos. De igual manera, los equipos automatizados para el
diagnóstico por métodos moleculares se están simplificando y con fre-
cuencia se anuncia la disponibilidad de nuevos instrumentos y adapta-
ciones metodológicas de alto rendimiento, por lo que es factible suponer
que en muy pocos años muchos de estos procedimientos nuevos pasen
a ser parte de la rutina diagnóstica y, tal vez, sustituyan los hasta ahora
convencionales en beneficio de la salud del individuo y de la población.
Los métodos de diagnóstico por imagen son en la actualidad muy
importantes y a menudo imprescindibles, en especial para confirmar un
determinado diagnóstico clínico o para conocer la magnitud de la pato-
logía. José Luis Criales explica de manera general los diferentes tipos de
metodologías de diagnóstico por imagen disponibles y, con gran detalle,
recorre el cuerpo humano y describe las patologías más frecuentes o
interesantes haciendo una división por aparatos y sistemas con énfasis
en la utilidad de los métodos de imagen para el diagnóstico de enferme-
dades infecciosas. Este capítulo está profusamente ilustrado con más de
30 figuras de resonancia magnética, tomografía computada y rayos X.
Prólogo 13
A lo largo de casi toda la historia y en casi todas partes del mundo, ser
un médico ha significado algo especial. La gente acude a los médicos para
ayudarse con sus necesidades más apremiantes –alivios del dolor y del
sufrimiento–, así como para restaurar su salud y bienestar. La ética médica
y posteriormente la bioética surgen del fantasma del mal manejo médico;
de manera contundente, Simón Kawa y Samuel Weingerz afirman que
todo el personal de salud debe estar actualizado tanto en los conocimien-
tos teóricos como en el desarrollo de sus habilidades técnicas, con el pro-
pósito de mantener una competencia clínica adecuada; que el respeto por
las decisiones de los pacientes en cuanto al cuidado de su salud es uno de
los pilares fundamentales de la ética médica, al igual que la salvaguarda
de las distintas necesidades de los pacientes, no solamente las biológicas
sino también las sociales, las económicas y otras y que el médico debe
conocer de forma integral a su paciente, esforzándose por sentir empatía
con él, sin importar qué tan difícil sea su personalidad ni qué tan impac-
tante sea su enfermedad; debe ser un maestro del enfermo, orientándolo y
ayudándole a tomar las decisiones por sí mismo, pero, sobre todo, deberá
sentir una profunda compasión por el ser que sufre, agobiado por una
enfermedad a veces sin remedio y ante la cual el médico siempre deberá
ofrecer algún tipo de apoyo, especialmente cuando no existe esperanza.
Finalmente el capítulo sobre responsabilidad social y ciencia presenta
una visión con base en la perspectiva de la organización, no así del indivi-
duo, al presentar la ideología empleada en el sector privado como herra-
mienta teórica para evaluar los impactos que las instituciones tienen y
favorecer un marco conceptual para la toma de decisiones y la evaluación
de las acciones de individuos y organizaciones en la sustentabilidad de la
ciencia, la que se explica como algo más que solamente el enfoque ambien-
tal. El primer concepto de sustentabilidad se refiere a que la organización
debe asegurar las necesidades de los grupos de interés, definidos como
todos los grupos o los individuos que tienen una relación con la organiza-
ción, de manera directa e indirecta, sin poner en riesgo los requerimientos
de los futuros grupos de interés. Sin embargo, este concepto se ha enri-
quecido al añadir los aspectos de la triple línea base (social, ambiental
y económica) al tiempo que se integran los aspectos de corto y mediano
alcance. Gina Martínez Flisser señala que la nueva era de corresponsabili-
dad exige que el científico integre a sus prácticas no sólo la búsqueda del
conocimiento sino la visión de los diversos grupos sociales, las prácticas
que limiten el daño que sus acciones pueden generar y el manejo ético de
la información que utilizan e innovan.
Ana Flisser
EL MUNDO
MICROBIANO: ORIGEN
Y EVOLUCIÓN
Antonio Lazcano-Araujo*
INTRODUCCIÓN
¿Qué son los microbios? La nomenclatura indica, desde luego, que
se trata de sistemas biológicos que no son visibles a simple vista. Por
desgracia, el nombre mismo, que está profundamente arraigado, lo
mismo en círculos científicos que en la cultura popular, corresponde a
una categoría genérica sin valor taxonómico o evolutivo que agrupa, de
manera promiscua, en un mismo conjunto no sólo a bacterias y protistas
sino también a plantas, animales y hongos minúsculos. La situación es
confusa, porque también entran en la misma categoría los virus, cuya
naturaleza biológica sigue siendo objeto de debates intensos.
Más aún, los microbios cargan sobre sus espaldas, y no sólo en el
imaginario popular sino también entre muchos miembros de la comu-
nidad académica, con una reputación negativa que los asocia de forma
indiscriminada a las enfermedades. Los trabajos de Pasteur, Lister y
Koch demostraron de manera fehaciente no sólo que los microorga-
nismos no se generan espontáneamente sino también que muchos de
ellos eran los agentes causales de diversas enfermedades infecciosas.
El arraigo de estas tradiciones intelectuales es fácil de entender porque,
después de todo, somos los beneficiarios y los herederos de la microbio-
logía médica y de las técnicas de profilaxis y prevención. Sin embargo,
durante muchas décadas, los microorganismos quedaron fuera de las
15
ideas evolucionistas. En 1874, Joseph Lister escribió a Pasteur y se refirió
por primera vez a su “teoría de los gérmenes”, pero el término microbio,
como sinónimo de germen, fue acuñado por Charles Emmanuel Sédillot
hasta 1878, es decir, veinte años después de la publicación de El origen
de las especies. Cuando Charles Darwin ingresó a la Escuela de Medicina
de Edimburgo (que abandonó abrumado por el dolor de los pacientes, el
asco a la sangre y el horror a las clases matutinas), ni la microbiología ni
la infectología formaban parte del programa de estudios y, al principio,
ni él ni nadie más veía a los microbios como los ancestros evolutivos de
plantas y animales.
Los científicos decimonónicos que continuaron con la tradición mile-
naria de dividir al mundo vivo en plantas y animales siguieron ubi-
cando en estas dos grandes categorías taxonómicas al número creciente
de microorganismos que se iban descubriendo. A finales del siglo xix
se contaba con microscopios cada vez más refinados que permitían
observar estructuras exquisitas en organismos eucariontes, como los
heliozoarios y las diatomeas, pero las formas relativamente simples de
las bacterias hacía creer a muchos que no eran más que simples gotas
de protoplasma amorfas, apenas distinguibles, del mundo inorgánico.
Los esfuerzos de los pocos científicos que, como Ernst Haeckel, se atre-
vían a clasificarlas eran vistos con sorna, conmiseración y escepticismo.
Aunque las bacterias habían sido descritas por primera vez entre 1623 y
1673 por Antonie van Leewenhoek, cien años más tarde el mismo Carl
von Linné no supo bien a bien cómo clasificarlas y sugirió reunirlas en
1774 bajo el nombre genérico de caos.
Poco a poco hemos ido superando el problema taxonómico que Linné
prefirió eludir y, desde hace medio siglo, la utilización de marcadores
moleculares nos ha permitido asomarnos a la extraordinaria complejidad
del mundo microbiano. Aunque es cierto que no sabemos cómo ubicar a
los virus en nuestros esquemas evolutivos y taxonómicos, respecto a los
procariontes, el análisis de genes asociados con la traducción nos ha per-
mitido describir sus diversos subgrupos con una precisión nunca antes
alcanzada. Pese a que los microorganismos no alcanzaron un sitio en la
propuesta original de Darwin, hoy sabemos que son las formas de vida
más antiguas y más diversas que hay en el planeta y que, a lo largo de más
de tres mil millones de años de evolución, se han diversificado y separado
en grupos dotados de una enorme versatilidad metabólica, y que al evolu-
cionar cambiaron a la Tierra misma en forma irreversible transformando,
por ejemplo, la atmósfera de nuestro planeta y modificando ciclos geoquí-
micos de manera casi inconcebible sin su participación.
FILOGENIAS MOLECULARES:
LOS DOS TIPOS DE PROCARIONTES
En 1904, George Nutall, un destacado fisiólogo británico de origen esta-
dounidense, publicó un libro donde resumía años de trabajo, durante
los cuales se había dedicado a comparar las reacciones inmunológicas
entre los sueros sanguíneos de distintas especies animales, con el propó-
sito de construir árboles evolutivos basados no en información paleon-
tológica o anatómica sino molecular. Sin embargo, no fue sino hasta 1965
cuando Emile Zuckerkandl y Linus Pauling publicaron un artículo en el
que describían con todo cuidado cómo la comparación de secuencias de
LA APARICIÓN DE LA VIDA
La publicación en 1859 del libro El origen de la especies de Charles Darwin
marcó un hito en la historia no sólo de la biología sino del pensamiento
occidental mismo. El impacto de la obra de Darwin fue tan poderoso
que su influencia muy pronto alcanzó muchas áreas de la cultura, impul-
sando el desarrollo de ideas e hipótesis que comenzaron a plantearse en
el seno de un marco de referencia evolutivo. Aunque no lo dijo en forma
explícita, Darwin, al igual que Lamarck, dejó abierta la posibilidad de
que los primeros organismos hubieran surgido como resultado de la
generación espontánea.
Aunque Darwin fue extraordinariamente reacio a discutir en público
la aparición de la biosfera, el 1 de febrero de 1871 le escribió a su buen
amigo el botánico Francis Dalton Hooker una carta donde afirmó que
¿Y LOS VIRUS?
Aunque el uso de diversos marcadores moleculares como el rRNA y otras
secuencias altamente conservadas han comprobado la existencia de lina-
jes procariontes definidos de modo perfecto, a decir verdad, las fronteras
que los separan son mucho más permeables de lo que solemos imaginar.
El mejor ejemplo de la promiscuidad con la que diversos clados de bacte-
rias y arqueas intercambian información genética es la rapidez con la que
se ha extendido la resistencia a antibióticos gracias a virus y a plásmidos,
pero las consecuencias taxonómicas y evolutivas del transporte horizontal
de genes apenas comienzan a ser comprendidas. Es probable que la mejor
perspectiva para entender el origen, la diversidad y la evolución de los
virus sea la que permita ver a gran escala el papel que han jugado al man-
tener interconectados a las diversas poblaciones microbianas.
La extraordinaria capacidad de los virus para adquirir genes de un
hospedero y llevarlos a otro organismo (que puede ser o no de la misma
especie) representa uno de los mecanismos de resistencia a los antibióticos
más notable que existe en el mundo microbiano, pero al mismo tiempo
demuestra la fragilidad de las fronteras taxonómicas con las que separa-
mos a los distintos organismos. De hecho, el descubrimiento de que la
rna polimerasa de muchas mitocondrias es homóloga a la del fago T7,
que infecta a bacterias, muestra la importancia que los virus tuvieron en
la integración genética de los consorcios microbianos que eventualmente
dieron origen a las células eucariontes. De manera equivalente, los ves-
tigios de retrovirus que infectaron a nuestros ancestros y cuyo dna aún
podemos identificar en el genoma humano y de otros primates muestra
CONCLUSIONES
Aunque no sabemos qué tan antiguos sean los virus, es probable que
algunos de ellos hayan aparecido en las etapas más antiguas de la
LECTURAS RECOMENDADAS
Decker, H. y K. E. van Holde. 2011. Oxygen and the evolution of life. Springer,
Heidelberg, 172 p.
Howland, J. L. 2000. The Surprising Archaea: discovering another domain of life.
Oxford University Press, Oxford, 204 p.
Knoll, A. H. 2003. Life on a young planet. Princeton University Press, Princeton,
277 p.
Margulis, L. 1993. Symbiosis in cell evolution: microbial communities in the
Archaean and Proterozoic Eons. Freeman Co., Nueva York, 452 p.
Sapp, J. 2009. The New Foundations of Evolution: On the tree of life. Oxford
Univeristy Press, Nueva York, 425 p.
LA GENÉTICA
BACTERIANA:
AMBIENTE, EVOLUCIÓN
Y PATOGÉNESIS
INTRODUCCIÓN
Las bacterias tienen una inmensa diversidad genética y funcional, la cual
ha moldeado a la biosfera durante los más de 3 800 millones de años que
tiene la vida en la Tierra. Ellas han desarrollado mecanismos eficientes de
modificación del genoma que les permiten adaptarse a las condiciones
ambientales siempre cambiantes [1].1 Sus genomas se modifican por la pér-
dida y la ganancia de genes; esta última a través de duplicación de genes y
adquisición de nuevos genes debido a la transferencia lateral de genes. Los
nuevos genes son introducidos por elementos genéticos móviles, como
plásmidos y virus, o por la incorporación de dna libre en el ambiente [2].
EL MUNDO BACTERIANO
29
protozoos, hongos y algas unicelulares). Nuestra supervivencia indiscu-
tiblemente está ligada a su supervivencia. Por fortuna, la gran mayoría
de los microorganismos son benéficos y esenciales en los ciclos de la
naturaleza y muchas de las formas vivientes actuales no se encontrarían
si los microbios no existieran. Sin embargo, dentro de cada grupo, hay
unos cuantos microbios que causan enfermedades, los cuales son cono-
cidos como patógenos.
Los antibióticos, introducidos en la década de 1950, aparecieron como
la súper arma que prometía darles a los humanos la victoria total sobre los
patógenos bacterianos, causantes de la muerte de millones de personas en
siglos anteriores, por peste negra, tuberculosis y cólera, entre otras pande-
mias. Por lo tanto, en las décadas posteriores, la investigación se enfocó
en resolver otros problemas de salud pública como el cáncer, las enferme-
dades del corazón y las infecciones virales. Las bacterias, mientras tanto,
fueron utilizadas en estudios de evolución, biología y, por supuesto, en
todo el desarrollo de la ingeniería genética que conocemos hoy en día.
El problema real, ignorado por mucho tiempo, fue que las bacterias
empezaron a volverse resistentes a los antibióticos utilizados contra
ellas. Para 1995, las enfermedades infecciosas causadas por bacterias se
convirtieron en una de las cinco principales causas de muerte en Estados
Unidos. Esto enfrentó a la comunidad médica y científica al hecho de
que las bacterias podían cambiar su acervo genético muy rápidamente,
a través de mutaciones o adquiriendo nuevos genes de virulencia o
resistencia, logrando adaptarse con facilidad a nuevos ambientes. Así,
hubo que aceptar que la victoria sobre las bacterias patógenas no era real
y que estábamos lejos de alcanzarla. Sin embargo, los esfuerzos por
ganar esta lucha no decaen y la mejor forma para combatirlas es cono-
ciendo su biología, incluyendo su evolución, sus factores de virulencia y
cómo se convierten en bacterias resistentes a antibióticos. Es importante
el desarrollo de métodos para identificarlas con rapidez, y para eso es
necesario conocer la genética de la patogénesis bacteriana.
32
Tipo de elemento móvil Patógeno Factor de virulencia
Bacillus anthracis Toxina del ántrax
Clostridium tetani Toxina del tétano
Escherichia coli enterotoxigénica Toxina termo-estable
Mycobacterium ulcerans Toxina de origen policétido
Plásmidos
Salmonella enterica serovar Typhimurium Proteínas SpvR, SpvA, SpvB, SpvC y SpvD
Shigella spp. Sistema de secreción tipo iii
Staphylococcus aureus Exfoliatina B
Yersinia spp. patogénica Sistema de secreción tipo iii
Corynebacterium diphtheriae Toxina de difteria
Escherichia coli enterohemorrágica Toxina Shiga y efectores del sistema de secreción tipo iii
Salmonella Typhimurium Profagos Gifsy-1 y SopEΦ
Profagos
Staphylococcus aureus Enterotoxina A de estafilococo, exfoliatina A y leucocidina de Panton-Valentin
Streptococcus pyogenes Exotoxina pirogénica de estreptococo, dnasas y fosfolipasa A2
Vibrio cholerae Toxina del cólera
Clostridium difficile Enterotoxina y citotoxina clostridial
Escherichia coli enterohemorrágica y enteropatogénica Sistema de secreción tipo iii, isla lee
38
Método Principios Datos generados Ventajas Desventajas Aplicaciones
Fenotípicos
Observación directa al micros- Forma de las células y sus Económico, interpretación Poca información, conver- Caracterización inicial; poco utili-
copio agrupaciones. Bacilos, cocos, sencilla, portable gencia morfológica zado en identificación de rutina
Morfología
filamentos, racimos, cadenas,
etcétera
Consumo de nutrientes, pro- Tablas de utilización, produc- Económico, interpretación Bajo poder de resolución Caracterización inicial; muy utili-
ducción de metabolitos, resis- ción y resistencia. Ej.: fuentes sencilla, portable zado en identificación de rutina
Bioquímicas tencia a sustancias. Cambio de carbono, producción de
en indicadores (color, pH, gases, resistencia a antibióticos
etcétera)
Tinción diferencial de la pared La mayor parte de las bacte- Económico, interpretación Resultados limitados Caracterización inicial; poco utili-
celular rias se pueden clasificar en sencilla, portable zado en tipificaciones de rutina
Tinción de Gram
Gram positivas (+) o Gram
negativas (-)
Medir niveles de resistencia o Antibiograma o perfil de sus- Medianamente económico, Difícil de implementar en Caracterización inicial; muy utili-
susceptibilidad a los antibióti- ceptibilidad, que indicará cuál interpretación estandarizada, laboratorios pequeños zado en identificación de rutina
Antibiograma cos, por el método de difusión es el tratamiento de elección portable
en disco o microdilución en para esa bacteria
caldo
Detección inmunológica de Se genera una clave o nombre Reproducible, interpretación Costoso, difícil de montar, Caracterización inicial; utilizado en
antígenos de superficie para el serotipo. Ej: E. coli sencilla laborioso, no portable identificación de rutina de algunos
Serotipificación
O157:H7, Salmonella 4,12:d:- , grupos
Dublin, Typhi, etcétera
Genotípicos
(continúa)
Método Principios Datos generados Ventajas Desventajas Aplicaciones
Se hibrida todo el contenido Se obtiene un porcentaje de Laborioso, difícil de estanda- Poco útil en el diagnóstico, se
Hibridación genómico de dos individuos hibridación de cada par. Ej. rizar, poco reproducible aplicó en la descripción de espe-
dna:dna y se estima el porcentaje de 70% cies, cada vez menos usada
homología
Cortes en secuencias especí- Se generan patrones de restric- Medianamente económico, Proporciona información Utilizados para establecer relacio-
ficas de dna reconocidas por ción. Se codifican los tamaños sencillo, reproducible, rápido que no se puede extrapolar a nes clonales basadas en los perfiles
enzimas de restricción (endo- de las bandas o como matrices variación nucleotídica de digestión
rflps nucleasas). Se comparan los de presencia (1) o ausencia (0).
polimorfismos en la longitud Ej. 3, 5, 8, 10 y 15 kb o
de los fragmentos mediante 101101
electroforesis
Restricción de dna total con Variante de rflps en que se Medianamente económico, Resultados a mediano plazo, Se prueba la presencia de un frag-
enzimas de corte frecuente. detecta la presencia de una reproducible, interpretación laborioso mento de dna. Utilizado en tipifi-
dna genómico y
Hibridación con sondas espe- región de dna específica. sencilla cación de grupos específicos.
sondas (rflps)
cíficas marcadas (radioactiva o Cuando se utiliza el gen 16S Ej. ribotipificación
químicamente) rdna se denominan ribotipos
Amplificación de una Información de la composi- Medianamente económico, Se detecta variación en Se utiliza para detectar variantes
región genética específica. ción nucleotídica del gen de reproducible, interpretación regiones de dna pequeñas, de genes específicos, puede ser con
Productos de pcr Posteriormente se pude usar interés o sencilla, resultados compa- que no reflejan la variación motivos de clasificación
(rflps) para rflps o para obtener la variante de rflps en que se rables entre laboratorios, se genética en el resto del
secuencia corta una región de dna espe- puede analizar gran número genoma
cífica de muestras simultáneamente
Restricción de dna total Variante de rflps en que se Medianamente reproducible. Costoso, laborioso, resul- Utilizado en programas de vigi-
con enzimas de corte poco analiza la mayor parte del Estandarizado para ser com- tados a mediano plazo. lancia epidemiológica. Eficiente en
dna genómico frecuente. Resueltos por elec- genoma. Produce huellas parable entre laboratorios Interpretación y análisis discriminar poblaciones clonales
(pfge) troforesis de campos pulsados digitales (fingerprints) que se subjetivos y brotes
en gel usan para comparar cepas
relacionadas
Amplificaciones de genes de Se obtiene un patrón de la Medianamente económico, Dependiente de la secuencia Tamizaje poblacional de la presen-
interés, como el gen 16S rdna presencia o de la ausencia de reproducible, interpretación de los iniciadores. Sólo rinde cia de genes específicos. Útil en
39
experimentos de las bacterias
(continúa)
40
Método Principios Datos generados Ventajas Desventajas Aplicaciones
Secuencias parciales de genes Las variantes de cada gen se Medianamente económico, Resultados a mediano plazo; Utilizado en estudios de biología
de mantenimiento celular. Hay designan como alelos. La com- reproducible, interpretación sólo se analiza una mínima poblacional, aplicado en el segui-
variantes que incluyen genes binación de alelos multilocus certera, resultados compara- parte del genoma total miento de genotipos
mlst involucrados en virulencia constituye el ST. Para muchos bles entre laboratorios
grupos de bacterias hay sitios
de internet donde se acumulan
y comparan las bases de datos
Determinación de la secuencia Se obtiene la secuencia de Máximo grado de resolución Costoso, resultados a largo No se utiliza en el diagnóstico de
completa del genoma nucleótidos para el cromosoma de la variación genética plazo, aplicable a un número rutina. Plataforma para la gene-
Secuencia genó-
y plásmidos limitado de individuos ración de estudios de genética
mica
evolutiva y para el diseño de otros
marcadores genéticos
Con base en la secuencia Se genera una matriz de Evaluación global de la Costoso. Útil sólo para No se aplica en el diagnóstico.
completa de un genoma se niveles de hibridación de expresión genética bajo dife- genomas secuenciados y Plataforma para la generación de
amplifican todos los genes y genes. Se generan gráficas que rentes condiciones. Rinde relacionados. No se detectan estudios de genética evolutiva y
se fijan de manera ordenada representan la intensidad de la información genómica sin los genes que no están en el para el diseño de otros marcadores
a una superficie. Se hibrida hibridación con un gradiente tener que secuenciar microarreglo. Medianamente genéticos. Utilizado en estudios de
Microarreglos
con el genoma problema para de colores reproducibles regulación genética
identificar la presencia o la
ausencia de genes, así como
su expresión diferencial bajo
condiciones distintas
Detectar sustituciones puntua- La variación en los genes ana- Alto grado de resolución. Requiere conocimiento Permite aplicar la información
les en el genoma. Se detectan lizados se codifica como los Muestra la variación genó- previo de la variación del genómica a estudios poblacionales
snps al comparar genomas comple- cambios puntales encontrados; mica en muestras grandes, genoma de seguimiento epidemiológico y
tos y se implementa para los no se registran los sitios inva- sin tener que secuenciar evolutivo
Modelos animales
Que las bacterias son causantes de enfermedad ha sido una de las
preguntas que los científicos y los médicos han tratado de responder
desde hace siglos. Pero, ¿cómo se demuestra que un patógeno es el
causante directo de una enfermedad? Hace alrededor de cuatro siglos
la idea de que las enfermedades eran producidas por criaturas tan
pequeñas que no podían ser vistas era nueva y poco aceptada por la
comunidad médica. En el siglo xix, el microbiólogo alemán Robert
Koch estableció cuatro criterios con el fin de dar rigor científico a la
nueva disciplina de enfermedades infecciosas. Desde entonces, estos
criterios se conocen como Postulados de Koch y todavía están vigen-
tes. Éstos han jugado un papel primordial en la demostración de que
los microbios causan muchas de las enfermedades infecciosas. Los
Postulados de Koch son:
44
Organismo Modelo Ventajas Desventajas Aplicación en algunos patógenos
In vitro
Utilizadas para evaluar Periodo de vida indefinido Mantenimiento medianamente • Staphylococcus aureus
modelo de invasión intracelu- costoso con condiciones estric- • Salmonella Typhimurium
lar y respuesta celular tas de crecimiento. Puede mos- • Escherichia coli
Cultivo de células
trar mutaciones no controladas
debido a la inmortalidad de
las células
Ex vivo
Utilizadas para evaluar Mantiene en parte la organiza- Se obtienen de biopsias huma-
Cultivo de órganos modelo de invasión intracelu- ción característica del órgano; nas, no es posible su propaga-
lar y respuesta celular se mantiene diferenciado ción; costos elevados
In vivo
Para el estudio del mecanismo Económico, genoma pequeño, Crecimiento en temperaturas • Legionella pneumophila
de la fagocitosis, similar al de mutantes fácilmente detec- restringidas; sistema inmune • Mycobacterium spp.
Protozoo. Amiba. Dictyostelium
los macrófagos tables, generaciones en corto primitivo; poca diferenciación • Pseudomona aeruginosa
discoide
tiempo, genoma secuenciado de tejidos • Cryptococcus neoformans
35Mb
Interacción de patógenos Económico, tamaño pequeño, Crecimiento en temperaturas • Gram-negativos
Gram negativos y positivos mutantes fácilmente detec- restringidas, sistema inmune Burkholderia, Pseudomonas,
con organismos multicelula- tables, generaciones en corto primitivo Salmonella, Serratia, Yersinia
Nematodo. Gusano. res, análisis de la respuesta tiempo, genoma secuenciado • Gram-positivos
Caenorhabditis elegans inmune innata, estudio de 100 Mb Enterococcus, Staphylococcus,
(continúa)
Organismo Modelo Ventajas Desventajas Aplicación en algunos patógenos
Modelo por excelencia para Económico, generaciones en Crecimiento en temperaturas Listeria monocytogene
evaluar mecanismos de corto tiempo, potencial para restringidas, sistema inmune Mycobacterium marinum
defensa (respuesta inmune el descubrimiento de nuevos primitivo Candida albicans
innata), vías de señalización insecticidas, genoma secuen- Vibrio cholerae
del intestino compartidas con ciado 136 Mb Serratia marcescens
Insectos. Mosca. las del humano Pseudomonas aeruginosa
Drosophila melanogaster Enterococcus faecalis
Usado en el estudio del desa- Económico, pequeño, se puede Crecimiento en temperaturas Aeromonas spp.
rrollo y de la maduración del trabajar con un gran número restringidas, sistema inmune Bacillus subtilis
sistema inmune, interacción de individuos, su color trans- primitivo Burkholderia cenocepacia
con microbios patógenos y lúcido permite una alta reso- Edwardsiella spp.
comensales lución en la observación de E. coli
Zebrafish. Pez cebra.
ensayos in vivo Mycobacterium spp.
Danio rerio
Listeria spp.
Pseudomonas
Salmonella
Staphylococcus
Streptococcus
Son utilizados en el ensayo de Manipulables genéticamente, Mantenimiento costoso, E. coli
potenciales vacunas, debido a genoma secuenciado 3000 kb tiempo de generación lento Pseudomonas aeruginosa
que su sistema inmune es muy Helicobacter pylori
similar al del humano con Mycobacterium tuberculosis
respuesta innata y respuesta Bacillus subtillis
Ratón. Mus musculus
adaptativa Campylobacter jejuni
45
Adaptado de Wiles et al. (2006) [30].
contender con la enfermedad, sin afectar en mayor medida al paciente
ni al medio ambiente.
Caracterización fenotípica
En sus inicios, el uso de las herramientas novedosas como el microsco-
pio impulsó el desarrollo de metodologías descriptivas y la clasificación
de las bacterias basadas en sus características morfológicas. Después, la
exitosa recuperación de aislamientos en medios de cultivo, que repro-
dujeran las condiciones de crecimiento óptimas, propició la descripción
y la clasificación de las bacterias por sus características fenotípicas y
bioquímicas [38]. Actualmente, estas pruebas se aplican con continui-
dad para la identificación de patógenos en casos clínicos y se conocen
como técnicas de caracterización fenotípica (cuadro 2). Una de las más
antiguas pero que todavía es piedra angular en la clasificación de las
bacterias es la tinción de Gram, que se basa en una tinción diferencial
que refleja la composición de la envoltura celular. Las bacterias Gram-
negativas son aquellas que tienen dos capas lipídicas y en medio una
de peptidoglicano. Esta conformación deja salir el colorante utilizado y
entonces adquieren un color rosa. Las bacterias Gram-positivas tienen
una sola capa lipídica y peptidoglicano más grueso que no permite la
salida del colorante, adquiriendo un color violeta. Otra de las técnicas
más utilizadas en los laboratorios clínicos es el antibiograma, el cual
Caracterización genotípica
Al conjunto de técnicas moleculares utilizadas para el análisis y la
comparación de la composición genética de las bacterias se le conoce
como genotipificación [39]. A partir del descubrimiento de la estructura
del dna en 1953 y del conocimiento generado sobre las propiedades del
mismo, junto con el desarrollo de técnicas de biología molecular, surgió
la genética microbiana como la conocemos hoy en día. Estos avances
mostraron que la fenotipificación es sólo un reflejo de la expresión del
genoma y sugirió que las bacterias podrían clasificarse al comparar sus
genomas. El descubrimiento de los procesos de replicación del dna,
transcripción a rna y traducción a proteínas, permitió la identifica-
ción de los genes involucrados en cada uno de estos procesos. El análisis
de estos genes en diferentes especies mostró variaciones a nivel de
nucleótidos y dio paso a una de las primeras herramientas de genoti-
pificación: la amplificación, la restricción y la secuenciación del gen 16S
rrna, el cual se ha utilizado con éxito en la clasificación de especies [40].
Posteriormente, los descubrimientos realizados sobre las propiedades
del genoma bacteriano dieron paso a la aplicación en análisis epide-
miológicos de las técnicas moleculares de segunda generación (enzimas
de restricción e hibridaciones), tercera (electroforesis en gel de campos
pulsados y reacción en cadena de la polimerasa) y cuarta (secuencias
genómicas completas y parciales) [39].
CONCLUSIONES GENERALES
El mosaisismo y la modularidad de los genomas bacterianos han permi-
tido que estos organismos evolucionen y se adapten a las condiciones
ambientales cambiantes (bióticas y abióticas). La tlg ha sido uno de los
procesos más importantes en la generación de variabilidad genética, lo
cual ha permitido a las bacterias colonizar nuevos nichos y contender
con los retos de un ambiente cambiante a lo largo de sus historias de
vida. Es evidente que la mejor comprensión de estos eventos moleculares
permitirá visualizar la constante aparición de nuevas cepas bacterianas
de interés clínico, con nuevas propiedades patogénicas o de resistencia
a antimicrobianos. Las bases conceptuales modernas para tipificar bac-
terias se fundamentan en las estructuras moleculares, especialmente el
dna. La evolución hacia técnicas más sofisticadas de tipificación, cada
vez más rápidas y precisas, es una constante en la microbiología clínica
actual. De esta manera, la medicina moderna requiere de médicos versa-
dos en una visión molecular, no sólo para comprender sino para diseñar
nuevos sistemas de diagnóstico. Más aún, al imaginarse cómo las bac-
terias y otros microorganismos perciben y se adaptan a su entorno da
más elementos para entender la enfermedad. Finalmente, las referencias
2, 5, 20, 53, 59 y 60 le darán al lector mayor información relevante sobre
genética bacteriana.
MICROBIOTA RESIDENTE
Y OPORTUNISTA
Mussaret B. Zaidi*
INTRODUCCIÓN
La piel y las mucosas contienen al menos 1014 microorganismos, una canti-
dad 10 a 100 veces mayor que el número de células presentes en el cuerpo
humano. Estos microorganismos que se encuentran en todo sujeto sano
y normal constituyen la microbiota residente, también denominada flora
normal o flora comensal. La microbiota residente está compuesta, en su
mayoría, por bacterias, aunque igualmente pueden encontrarse algunos
tipos de virus, hongos y protozoarios. Se hallan siempre en los sitios del
cuerpo que comunican con el ambiente exterior como piel, nariz, boca, ojo
y oído, así como las membranas mucosas del tracto intestinal y el tracto
urogenital. Los órganos y los tejidos internos sin comunicación al exte-
rior son normalmente estériles. Los principales microorganismos que se
encuentran en los diferentes lugares del cuerpo se muestran en la figura 1.
El tipo y el número de microorganismos varían según los diferentes
sitios anatómicos, las condiciones locales y las ambientales. Algunas de
las características determinantes incluyen la edad del hospedero, la dis-
ponibilidad de nutrientes necesarios para el crecimiento, las condiciones
de humedad, el pH, los potenciales de óxido-reducción y la resistencia a
sustancias antibacterianas locales como la bilis, la lisozima y los ácidos
grasos de cadena corta. Uno de los factores principales que determina
la presencia de los microorganismos es su capacidad de adherirse a las
células epiteliales. Los factores de adherencia le permiten a las bacterias
*
Laboratorio de Investigación en Microbiología, Hospital General O'Horán y Unidad de
Investigación en Enfermedades Infecciosas, Hospital Regional de Alta Especialidad de la
Península de Yucatán, Mérida. mbzaidi@prodigy.net.mx.
63
Figura 1. Ejemplos de microorganismos que forman parte de la flora residente humana de acuerdo con su localización.
unirse a receptores específicos en la superficie de las células mediante
pili o fimbrias y multiplicarse sin ser afectados por la peristalsis o la
presencia de secreciones.
Las comunidades microbianas de los humanos han evolucionado junto
con sus hospederos por miles o millones de años. La relación entre la
microbiota residente y el hospedero puede ser de mutualismo, comensa-
lismo o parasitismo. En el mutualismo, dos especies diferentes coexisten
en un mismo nicho ecológico; ambas se benefician una de la otra y son
imprescindibles para su supervivencia. El comensalismo es el nexo entre
dos especies en el cual una obtiene un beneficio sin causar beneficio o pre-
juicio alguno al otro. El parasitismo es la interacción biológica en la cual
un organismo vive a expensas de otro. Un ejemplo de mutualismo son
los organismos del colon que sintetizan vitamina K, la cual es absorbida y
utilizada por el hospedero. A su vez, el hospedero le brinda nutrientes, un
Piel
El ser humano se coloniza en las primeras 12 a 24 horas de vida, adqui-
riendo su flora mediante el contacto directo con su ambiente. Las áreas
expuestas y más secas de la piel (dorso de antebrazos, cara) tienen
menos organismos residentes que las zonas húmedas como axilas,
periné y zonas intertriginosas. De éstas, la axila es la zona de mayor
densidad bacteriana. En promedio, la densidad bacteriana de la piel
es de 103 a 104 organismos/cm2; en las zonas más húmedas de la
piel, la densidad bacteriana puede alcanzar hasta 106/cm2. El lavado
mecánico con jabón reduce esta población en un 90%, pero se restable-
cen los números normales al cabo de unas ocho horas.
Los géneros bacterianos más comunes son Staphylococcus, Streptococcus,
Corynebacterium y Propionibacterium, los cuales varían según el sitio anató-
mico. Entre los factores que influyen en su presencia y número están el pH,
la temperatura, la humedad y el contenido de sebo. El pH de la piel es de 5.6,
el cual es demasiado ácido para muchos microorganismos. Staphylococcus
epidermidis constituye un miembro importante de la microbiota residente
de la piel. Otras especies de estafilococo, como S. capitis y S. auricularis, son
más abundantes en el cuero cabelludo y en el conducto auditivo externo,
respectivamente, mientras que S. hominis y S. haemolyticus son más fre-
cuentes en sitios con glándulas apócrinas como las axilas y el área púbica.
S. aureus coloniza las narinas en 30% de los sujetos sanos y, con menor
Ojo
El número de microorganismos que colonizan el ojo se limita en gran
medida por la acción mecánica de las lágrimas y la presencia de liso-
zima, una enzima con efecto bactericida que está normalmente presente
en lágrimas y saliva. Las especies bacterianas predominantes en el ojo
son muy parecidas a las de la piel; entre ellas se encuentran estafiloco-
cos coagulasa-negativos, especies de Corynebacterium, estreptococos del
grupo viridans y especies comensales de Neisseria.
Oído
La flora comensal del conducto auditivo externo es similar a la de la
piel. Predominan los estafilococos coagulasa-negativos y las especies
de Corynebacterium. En menor proporción se pueden encontrar Bacillus,
Micrococcus, y especies comensales de Neisseria y Mycobacterium. Las
especies de hongos como Aspergillus y Candida también pueden formar
parte de la flora normal.
Tracto respiratorio
Nariz
En condiciones normales, los vellos dentro de la nariz actúan como un
filtro contra los microorganismos inspirados en el aire; el moco coadyuva
a esta función mediante el atrapamiento y la expulsión de los microor-
ganismos. Las narinas tienen membranas mucosas húmedas que pue-
den ser colonizadas con estreptococos, estafilococos, Corynebacterium y
cocos gram-negativos. Hasta 30% de los adultos normales pueden estar
colonizados en forma asintomática con Staphylococcus aureus. En ocasio-
Nasofaringe
La nasofaringe se coloniza en las primeras horas de vida con los microor-
ganismos de aquellos individuos que tienen contacto estrecho con el
recién nacido. Posteriormente en la infancia se puede colonizar con bacte-
rias potencialmente patógenas como Neisseria meningitidis, Streptococcus
pneumoniae y Haemophilus influenzae, un fenómeno frecuente en guarde-
rías. En condiciones normales, existen pocos microorganismos debajo
de la laringe por los movimientos protectores de la epiglotis y los cilios.
Los senos paranasales y las trompas de Eustaquio, que comunican con
la cavidad nasal, se mantienen estériles.
Tracto gastrointestinal
Boca
Más de 700 especies bacterianas se han detectado en la cavidad oral.
Aunque la microflora residente de la boca se establece desde las pri-
meras horas de nacido, ésta cambia a lo largo de la vida según varios
factores entre los cuales destacan la dieta, la erupción dentaria, los
cambios hormonales y los hábitos higiénicos. En los primeros meses
de vida, la microbiota de la mucosa oral incluye los estreptococos
y, en menor número, especies de Neisseria, Lactobacillus, Veillonella, y
Candida. Las especies de estreptococo más frecuentemente encon-
tradas son del grupo viridans como S. salivarius, S. mutans, S. san-
guis y S. mitis. Conforme avanza la edad, se incrementa la densidad
bacteriana, alcanzando hasta 1013 organismos/g de tejido. A partir
de la edad preescolar crece la proporción de especies anaeróbicas
como Actinomyces, Bacteroides, Capnocytophaga, Eikenella, Gemella y Granu-
licatella. La proporción de S. mutans, principal agente responsable de la
caries dental, también aumenta con la edad. Este microorganismo pro-
duce ácido a partir de la fermentación de carbohidratos, lo cual daña
el esmalte dental. Estudios recientes indican que la flora bacteriana de
una cavidad oral sana es distinta a la que existe en presencia de una
infección oral. Por ejemplo, las especies presentes en la caries dental
como S. mutans, Lactobacillus spp., Bifidobacterium spp. y Atopobium spp.
Estómago
El esófago y el estómago están en constante contacto con los microorga-
nismos, ya sean aquellos que están presentes en el bolo alimenticio o por
la deglución de los microorganismos que constituyen la flora normal
de boca y de nariz. El esófago funciona básicamente como un conducto
para transportar el alimento de la boca al estómago, en donde casi
todos los microorganismos se destruyen por el ácido gástrico que tiene
un pH entre 1.8 y 2.5. Los únicos organismos que pueden sobrevivir a
estas condiciones extremas son resistentes al ácido, como Lactobacillus,
Helicobacter, estreptococos y estafilococos, así como algunos hongos y
especies anaerobias como peptoestreptococcos, y Fusobacterium. A dife-
rencia de las partes más bajas del intestino, en el estómago predominan
bacterias gram-positivas y no hay enterobacterias o bacterias anaerobias
como Bacteroides y Clostridium.
Intestino
Conforme se desciende en el tracto gastrointestinal, no sólo incrementa
el número de enterobacterias y anaerobios, sino que aumenta en forma
significativa la densidad bacteriana. En el colon, el número de organis-
mos llega a 1012/g. Al igual que en la boca, la flora intestinal varía con
la edad y depende en gran medida de la dieta del hospedero. Varios
estudios han demostrado que los lactantes alimentados con fórmula
láctea (preparado a partir de la leche de vaca) tienen concentracio-
nes mucho mayores de flora anaeróbica como Bacteroides, comparado
con aquellos alimentados al seno materno que tienen un predomi-
nio de Bifidobacterium. Al suspenderse la leche materna incrementa el
número de bacterias como Escherichia coli, Streptococcus, Clostridium,
Peptoestreptococcus y Bacteroides. También pueden estar presentes pro-
tozoarios no patógenos como Entamoeba coli. Más de 95% de los orga-
nismos del colon son anaerobios estrictos, y crece la proporción de
anaerobios a aerobios de 1 000:1 a 10 000:1. Los principales mecanismos
Tracto genitourinario
Uretra
Los 2 cm distales de la uretra del hombre y la mujer están colonizados
con enterobacterias (con predominio de E. coli) estreptococos, estafiloco-
cos, Corynebacterium no-patógena y Bacteroides. En ocasiones, se pueden
aislar especies potencialmente patógenas como Mycoplasma, Ureaplasma
y Candida de sujetos sanos y asintomáticos. La orina tiene un efecto
mecánico de arrastre que ayuda a disminuir el número de microorga-
nismos.
Vagina
La flora de la vagina depende de cambios hormonales relacionados
con la edad, y principalmente, de las concentraciones de estrógeno
circulante. Antes de la pubertad, los organismos predominantes son
estafilococos, estreptococos, E. coli y Corynebacterium no-patógena. Al
iniciar la pubertad predominan las bacterias anaeróbicas alcanzando
hasta 109/ml de secreción vaginal, mientras disminuyen las bacterias
presentes en la etapa prepuberal. Los lactobacilos, que son los princi-
pales microorganismos de la microbiota normal de la vagina, juegan
un papel fundamental en las defensas locales al mantener un pH bajo
que inhibe la proliferación de microorganismos patógenos. En ocasio-
nes, están presentes patógenos potenciales como Enterococcus faecalis,
Mycoplasma, Ureaplasma y Candida. Durante el embarazo aumentan
las concentraciones de lactobacilos y disminuyen las bacterias anae-
róbicas. Por lo contrario, en la menopausia el descenso en los niveles
hormonales coincide con la disminución en la concentración de lacto-
bacilos, lo que conduce a un cambio en el pH que favorece el desarrollo
de infecciones.
Desnutrición
Por desgracia, la desnutrición proteica-calórica todavía existe en México,
y se concentra en las áreas rurales. La desnutrición puede ser primaria,
por ingesta insuficiente de alimentos, o secundaria a enfermedades cró-
nicas debilitantes que resultan de un aumento en los requerimientos
calóricos, una disminución en la absorción de nutrientes o un aumento
en la pérdida de nutrientes. En casi todos los casos, la desnutrición se
acompaña de una deficiencia de vitaminas y minerales, que, junto con la
deficiencia de proteínas, tiene como consecuencia una modificación de
las barreras anatómicas de defensa primaria como la piel y las mucosas,
parecido a lo que ocurre en las quemaduras. Además, los sujetos desnu-
tridos presentan alteraciones inmunológicas significativas, sobre todo
Inmunodeficiencias
Se mencionó con anterioridad que uno de los principales factores con
dicionantes para desarrollar infecciones oportunistas es la inmunodefi-
Neutropenia
La neutropenia es un defecto de la fagocitosis que se define como una
cuenta absoluta de neutrófilos debajo de 1 000 células/mm3. Esta con-
dición conlleva un riesgo muy aumentado para desarrollar infecciones,
en especial cuando la cuenta absoluta es menor a 500 células/mm3. Las
causas más comunes de neutropenia son secundarias a la supresión de
la médula ósea por infección viral o la administración de medicamen-
tos, aunque también existen variedades congénitas. Las infecciones más
frecuentes en los pacientes neutropénicos son causadas por bacterias
y hongos. Destacan las bacterias gram-positivas como Staphylococcus
coagulasa-negativo, S. aureus, Streptococcus viridans y Enterococcus y
microorganismos gram-negativos como Escherichia coli, Klebsiella y P.
aeruginosa. En años recientes, se ha observado un incremento significa-
tivo en las infecciones causadas por microorganismos gram-negativos
no fermentadores como Stenotrophomonas maltophilia, Alcaligenes xyloxo-
sidans y Burkholderia cepacia. Respecto a los hongos, predominan las
diferentes especies de Candida y Aspergillus. Las infecciones virales y
parasitarias son menos frecuentes, siendo más características de los
pacientes con inmunodeficiencias celulares. En este grupo de pacientes,
destacan las infecciones por herpesvirus (cuadro 2).
Bacterias aeróbicas
Burkholderia cepacia
Enterococcus faecalis
Enterococcus faecium
Escherichia coli
Klebsiella spp.
Mycobacterium spp.
Pseudomonas aeruginosa
Staphylococcus aureus
Staphylococcus coagulasa-negativo
Stenotrophomonas maltophilia
Streptococcus viridans
Bacterias anaeróbicas
Bacillus
Clostridium
Fusobacterium
Peptostreptococcus
Hongos
Aspergillus
Candida albicans
Otras especies de Candida
Cryptococcus neoformans
Virus
Cytomegalovirus
Herpes-simplex virus
Virus respiratorios y entéricos
Protozoarios
Cryptosporidium parvum
Pneumocystis carinii
Strongyloides stercolaris
Toxoplasma gondii
GLOSARIO
Adherencia: proceso mediante el cual las células bacterianas se adhie-
ren a la célula eucariota. Requiere siempre de un receptor en la
superficie de la célula eucariota y de una molécula de adhesión
(ligando) en la superficie de la bacteria. La adherencia puede ser
específica o inespecífica.
Asplenia: ausencia del bazo o de su función normal que se asocia a un
mayor riesgo de infecciones severas.
Bacteria: microorganismo unicelular, sin núcleo definido, cuenta con
algunos organelos internos. Generalmente, posee una pared celu-
lar compuesta de peptidoglicano.
Bacteria aeróbica: bacteria que puede vivir o desarrollarse en presencia
de oxígeno; si el oxígeno es esencial para su existencia se deno-
mina aerobio estricto.
Bacteria anaeróbica: bacteria que puede vivir o desarrollarse en ausen-
cia de oxígeno; si es incapaz de vivir en presencia del oxígeno se
denomina anaerobio estricto.
Bacteria gram-negativa: bacteria que no retiene el colorante de cristal
violeta-iodo en el método de coloración de Gram por la baja con-
BIBLIOGRAFÍA
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INMUNOMODULACIÓN
POR PARÁSITOS
INTESTINALES
81
se asocia a la hipótesis de la higiene, que explica por qué la prevalencia
de estas enfermedades, debidas a respuestas inmunes exageradas o dis-
funcionales, ha aumentado en poblaciones que han adoptado prácticas
higiénicas modernas y carecen de exposición a helmintos. La hipótesis
de la higiene propone que estos parásitos inducen vías de regulación
del sistema inmune a través de la estimulación de citocinas como inter-
leucina 10 (IL-10) y tgf-β (por sus siglas en inglés transforming growth
factor), así como de células que incluyen a las dendríticas (dcs por sus
siglas en inglés, dendritic cells), macrófagos alternativamente activados,
linfocitos T reguladores (Tregs) y linfocitos B. Estas células y citocinas
pueden regular las respuestas Th1 y Th17 que, en muchas ocasiones,
son responsables de las patologías inflamatorias, así como la misma res-
puesta Th2, que causa las enfermedades alérgicas como asma.
David Artis ha sido clave en dilucidar la participación de diferentes
componentes de la respuesta inmune a nivel intestinal en respuesta
contra helmintos. Recientemente demostró que los basófilos llevan a
cabo funciones esenciales en modelos de inmunidad y de inflamación
dependientes de citocinas de tipo Th2, generadas después de exposición
a helmintos. Los basófilos migran a los ganglios linfáticos y presentan
antígenos a linfocitos tcd4+, promoviendo su diferenciación hacia Th2;
esto sucede en cooperación con dcs. La presentación de antígenos por
parte de basófilos es una función de reciente identificación en estas célu-
las. Además, los basófilos producen IL-4 e IL-13, citocinas esenciales en
la protección contra helmintos.
Históricamente, los eosinófilos se han asociado a helmintiasis. Por
ejemplo, durante la uncinariasis se produce eosinofilia muy elevada.
Los eosinófilos son células terminales que participan en la protección
contra helmintos por su habilidad de mediar citotoxicidad in vitro
dependiente de anticuerpos o de complemento y por la observación
de que los eosinófilos se acumulan y degranulan en la vecindad de
los parásitos dañados. Durante las infecciones por helmintos, tanto
en seres humanos como en animales experimentales de laboratorio,
estas células presentan cambios morfológicos y funcionales asociados
a activación in vitro. Esta diferenciación incluye disminución en su
densidad, regulación de moléculas superficiales de activación (CD69,
CD25, CD44 y HLA-DR), citotoxicidad celular aumentada, liberación
de gránulos, proteínas, citocinas, leucotrienos y otros mediadores de
inflamación. A pesar de su gran capacidad de matar helmintos in
vitro, la función precisa de los eosinófilos durante estas parasitosis
no se conoce. En comparación con las bien descritas funciones de la
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DIAGNÓSTICO
DE LABORATORIO DE
LAS ENFERMEDADES
INFECCIOSAS
Alejandro Escobar-Gutiérrez*
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades infecciosas pueden ser causadas por agentes endé-
micos, emergentes o reemergentes y constituyen un problema de salud
en todo el planeta. La identificación de los agentes causales es un dato
indispensable que tiene impacto tanto en la medicina individual como
en la salud pública; en el primer caso, la instauración oportuna de un
tratamiento adecuado en el paciente permite la pronta resolución del
estado clínico, limita las complicaciones y las secuelas posibles e impide
la transmisión a contactos susceptibles. En salud pública, el hallazgo
en la comunidad de agentes infecciosos en casos aislados o asociados
a brotes permite establecer medidas inmediatas de control, prevención
específica y educación para la salud que evitan la diseminación del pro-
blema a los habitantes de la comunidad.
Durante siglos, el diagnóstico de enfermedades estuvo basado exclu-
sivamente en las manifestaciones evidentes de la patología, tanto físicas
como de los signos y los síntomas correspondientes. Los avances del
conocimiento y del desarrollo tecnológico, enfocados al análisis de las
características definitorias de los cuadros clínicos variados, hacen impe-
rante la necesidad de mayor información y de evidencias sólidas en busca
93
de diagnósticos oportunos y certeros. Un resultado oportuno no sólo
incide en que el manejo de los pacientes se realice más temprano y sea
más eficiente y limita la selección de cepas resistentes, sino que, además,
impacta de manera económica en la disminución del uso de antimicro-
bianos no adecuados, abate costos de hospitalización, de manejo de
complicaciones y disminuye riesgos de infección nosocomial agregada.
También en salud pública su trascendencia es enorme al demostrar
tempranamente la presencia en la población de un agente que puede
ser emergente o reemergente y aun de uno endémico con características
diferentes a las conocidas, lo cual permite analizar, discutir e implemen-
tar medidas de contención, prevención y control para impedir o limitar
su diseminación entre los individuos susceptibles.
Es importante señalar que cada método de laboratorio que se pro-
ponga o se haya modificado a partir de uno previo debe ser valorado
exhaustivamente con análisis estadísticos estandarizados. El objetivo es
que el procedimiento debe discriminar con la mayor certidumbre entre
la condición del sujeto de estar afectado y que no lo esté, de modo que
se tenga un resultado acertado en función de la verdadera situación del
paciente, con un mínimo de resultados falsos positivos o negativos o,
aun mejor, sin ellos. En principio, los procedimientos diagnósticos con
resultados absolutos de “todo o nada” (positivo o negativo) son muy
escasos y por ello se debe establecer su valor relativo mediante estudios
por el método más adecuado según el estado del conocimiento, llamado
“estándar de oro” en voluntarios en los que se haya determinado pre-
viamente si están afectados o no. La comparación entre ambos grupos
establece un valor de corte del método, referido al resultado mínimo
que debe considerarse como positivo. Después, se deben determinar
los valores de sensibilidad de la prueba, que es la proporción de casos
verdaderos que son identificados de forma correcta, y de especificidad,
referida a la proporción de sujetos no enfermos detectados. Por des-
gracia, no existen pruebas que simultáneamente sean 100% sensibles y
100% específicas y, según el caso, debe sacrificarse un parámetro a favor
del otro. El mejor ejemplo de esto es la selección de donadores de sangre
que no estén infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana o
los B o C de la hepatitis. Para esto se recurre a dos etapas de inspección,
una inicial de escrutinio o tamizaje con métodos de alta sensibilidad
que no dejen escapar ningún caso, aunque pueda haber resultados
positivos falsos, y una segunda confirmatoria de alta especificidad, que
sólo resulte positiva en los casos verdaderos de infección. Los valores
predictivos, positivo o negativo, son indicadores de la probabilidad de
Identificación macroscópica
La característica de los helmintos parásitos de ser visibles a simple vista
hizo que fueron los primeros agentes de enfermedad que fueron reco-
Observación de microorganismos
El microscopio compuesto con lentes de calidad exentos de aberraciones
ópticas fue perfeccionado durante el siglo xix y resultó ser el instru-
mento primario para la identificación de muchos microorganismos. Los
avances realmente significativos en su observación fueron logrados con
el desarrollo y el uso de colorantes y técnicas de tinción, con lo que se
pudo intentar la diferenciación de formas y la clasificación de géneros y
grupos más definidos. Tinciones simples con colorantes naturales como
la hematoxilina (obtenida de la planta mexicana conocida como palo de
Campeche, Haematoxylon campeachianim), el carmín (de la cochinilla, un
hemíptero del medio Oriente del género Kermes vermilo), los derivados
de anilina, fucsina, violeta de genciana, azul de metileno, entre otros, se
utilizan con éxito. Paul Ehrlich, uno de los investigadores más notables
en su época por sus trabajos en bacteriología e inmunología, desarrolló
la tinción para bacterias ácido-alcohol resistentes al teñirlas con fucsina
y observar que una vez teñidas eran resistentes a la decoloración. Esta
técnica fue mejorada y estandarizada por Ziehl y Neelsen en la forma
que se continúa realizando en la actualidad y por esto se le conoce con
los apellidos de ambos. Otro avance muy significativo en esta área fue el
hallazgo de que muchas bacterias, aunque no todas, luego de ser teñidas
de azul con cristal violeta seguido de una fijación con lugol (solución de
yodo y yoduro de potasio) no se decoloraban con una mezcla de alcohol
y éter, las que se denominaron bacterias Gram positivas. La técnica fue
mejorada con una contracoloración con safranina, que permitió obser-
var de color rojo a las bacterias no teñidas de azul, y se llaman Gram
negativas. Con esto, hasta ahora, las bacterias se separan en las teñidas
permanentemente o Gram positivas y las que pierden la coloración o
Gram negativas, cada grupo con propiedades fisiológicas definidas y
distintivas, útiles tanto para proseguir con la identificación como para
orientar la quimioterapia inicial. La microscopia de campo oscuro per-
mite identificar espiroquetas, como Treponema pallidum, agente causal de
la sífilis.
Susceptibilidad a antimicrobianos
La antibiosis causada por un producto secretado por Penicillium notatum
sobre Staphylococcus aureus, descubierta por Fleming, abrió la puerta para
la búsqueda y la producción de las moléculas antimicrobianas conoci-
das como antibióticos. La penicilina fue el primer antibiótico disponible
para uso en seres humanos. Aunque los antibióticos son una de las
herramientas más útiles en la medicina, su uso rutinario, especialmente
en condiciones no controladas, ha propiciado la selección de mutantes
resistentes y con esto la búsqueda de nuevas moléculas. Debido a esto se
generaron pruebas in vitro para determinar susceptibilidad o resistencia
microbiana para modificar tratamientos. El mismo Fleming estableció
un método in vitro para encontrar la susceptibilidad a antibióticos en
tubo, con diluciones del antimicrobiano y determinando el crecimiento
bacteriano por turbidimetría o por cambio de pH. La determinación de
la concentración mínima inhibitoria de los antimicrobianos consiste en
diluirlos en caldo contenido en tubos, sembrar la bacteria problema
en una concentración estandarizada, incubar y determinar el desarrollo
para definir la mínima concentración capaz de inhibir dicho desarrollo. En
vista de que este procedimiento consume tiempo, requiere personal
calificado y no es práctico tratándose de múltiples exámenes a realizar,
se han buscado opciones diferentes; un método muy práctico, basado
en la difusión en agar de los antimicrobianos, usa una placa con un
medio sólido enriquecido en el que se siembra la bacteria en toda la
superficie y, a distancias convenientes, se distribuyen discos de papel
filtro impregnados con concentraciones conocidas de los antibióticos
por probar. Al cabo de 24 horas de incubación, los antibióticos difunden
radialmente sobre la superficie sólida y cuando hay susceptibilidad del
agente, alrededor del disco se forman halos de inhibición de desarrollo
bacteriano, los diámetros de estos halos se miden y comparan con los
registrados en tablas predefinidas que informan si la bacteria en estudio
es o no susceptible.
Los métodos automatizados para la determinación de la sensibili-
dad/resistencia a antibióticos han resuelto muchos problemas de varia-
bilidad y de errores experimentales, se basan en el mismo principio de
Neutralización
La combinación entre anticuerpos y toxinas, venenos, virus o microor-
ganismos provocan inhibición o neutralización de los efectos biológicos
de dichos materiales. Este procedimiento para diagnóstico se utiliza ya
muy poco y consiste en inyectar una dosis pequeña de la toxina en la
piel y buscar su efecto inflamatorio, el cual aparece de inmediato si el
sujeto carece de anticuerpos contra esa toxina, pero que no sucede en
caso de que el individuo tenga anticuerpos neutralizantes. Las pruebas
de neutralización in vitro se continúan utilizando en investigación y en
epidemiología como las más precisas y sensibles para poner en eviden-
cia y cuantificar anticuerpos protectores contra virus. La técnica más
utilizada es la de reducción de placas que parte de una suspensión viral
estandarizada que se añade a una capa confluente de células suscepti-
bles en cultivo y se cubre con otra capa de agar para evitar que el virus
se esparza en el sistema; al cabo de varios días puede observarse un
número definido de áreas líticas (placas) que corresponden a los huecos
dejados por las células que fueron infectadas y lisadas por el virus. En
forma simultánea se hacen pruebas similares pero junto con la suspen-
sión viral se añade el suero problema en diluciones seriadas. En caso
de que estén presentes anticuerpos neutralizantes, el número de placas
se reduce respecto al testigo de acuerdo con la concentración de anti-
cuerpos y el punto final de la prueba, llamado título, corresponde a la
dilución del suero capaz de reducir a 50% el número esperado de placas.
Una variante de esta prueba es la inhibición de la hemaglutinación, en
la que anticuerpos neutralizantes de moléculas de la superficie de algu-
nos virus (influenza, dengue, fiebre amarilla, sarampión, rubéola, etc.),
por ser receptores de otras moléculas de la membrana de eritrocitos de
aves o mamíferos, resultan en su aglutinación (hemaglutinación viral).
La prueba de neutralización que se realiza para bacterias es la determi-
nación de antiestreptolisina O usada sobre todo para la evaluación del
éxito terapéutico de la penicilina o de la eritromicina sobre infecciones
estreptocócicas en pacientes con fiebre reumática. La estreptolisina O,
que es termolábil, la producen estreptococos beta hemolíticos y tiene
Aglutinación
La combinación entre anticuerpos con antígenos presentes en partículas
da lugar a que éstas se agreguen o aglutinen con una reacción visible a
simple vista. Se llama aglutinación activa o directa cuanto los antígenos
son constitutivos de la partícula, como los de la superficie bacteriana o
de eritrocitos, por lo que basta estandarizar bien el reactivo antigénico
y adicionar el suero problema para buscar una reacción positiva. Por
ejemplo se usa la prueba de aglutinación de rosa de Bengala para buscar
anticuerpos contra Brucella abortus en el suero de casos sospechosos; su
nombre deriva de que las bacterias se tiñen antes de la prueba con dicho
colorante por lo que el resultado positivo o negativo de la reacción es
fácilmente visible. Las reacciones de aglutinación usadas para identificar
y definir variantes de bacterias (serotipos), según la especificidad de sus
componentes estructurales ya sea somáticos o flagelares, se conocen como
serotipificación. No obstante, la aplicación más difundida son las reaccio-
nes febriles que, aunque son de muy poca utilidad, continúan en uso por
su bajo costo y facilidad de ejecución para identificar si un cuadro febril
es causado por fiebre tifoidea, salmonelosis, brucelosis o tifo. La agluti-
nación pasiva es cuando se usa un soporte particulado, como eritrocitos
o partículas de látex, al que se le unen químicamente antígenos definidos
para lograr una reacción rápida, de fácil lectura y bajo costo. Esta variante
metodológica ha favorecido el desarrollo de pruebas rápidas de amplia
disponibilidad comercial y gran utilidad como pruebas presuntivas que
pueden llevarse a cabo al pie de la cama del paciente.
Precipitación
Cuando un antígeno está disperso en una solución y se combina con
su anticuerpo, se forman redes de complejos antígeno-anticuerpo que
precipitan al modificarse las condiciones fisicoquímicas de los com-
Inmunofluorescencia
Los anticuerpos pueden purificarse y unirse químicamente (conju-
garse) a otras moléculas que sirven como marcadoras (fluorocromos,
isótopos, enzimas, etc.). Al adicionarlos a sus antígenos in vitro o in
situ, la reacción puede ponerse en evidencia de acuerdo con la marca
utilizada. El primer tipo de marcadores utilizados fueron los fluorocro-
mos, principalmente la fluoresceína que absorbe luz ultravioleta a 490
nm y la emite como luz visible de color verde a 520 nm; los conjugados
inmunofluorescentes se usan en pruebas directas con observación de los
resultados en un microscopio con fuente de luz ultravioleta (microsco-
pio de fluorescencia). Coombs implementó un avance de gran trascen-
dencia diagnóstica con anticuerpos preparados en conejo específicos
para anticuerpos humanos (suero de Coombs), que utilizó en pruebas in
vitro para amplificar reacciones antígeno-anticuerpo no visibles (p. ej.,
anticuerpos anti-Rh). Más tarde, los anticuerpos anti anticuerpo humano
fueron también conjugados a fluoresceína y utilizados en pruebas de
inmunofluorescencia indirecta. Estas técnicas directa e indirecta se usan
con gran frecuencia y mucho éxito en el diagnóstico, ya que se pueden
aplicar en la identificación rápida y eficiente de agentes infecciosos en
productos clínicos, preferentemente no contaminados con microbiota
residente, cortes de tejidos, suspensiones de colonias microbianas o para
agentes crecidos en cultivos celulares, así como para buscar anticuerpos
específicos.
Radioinmunoensayo
Este fue otro hito en la metodología diagnóstica que, al utilizar isóto-
pos radiactivos, fue durante muchos años el de elección por detectar y
cuantificar cantidades muy pequeñas de moléculas diversas (hormonas,
fármacos, etc.) pero con poca aplicación en el diagnóstico viral o micro-
biológico rutinario.
Hibridación
En el dna hay secuencias de nucleótidos específicas que distinguen a
una de otra especie y que pueden ser usadas como marcadoras de iden-
tidad. La unión complementaria entre cadenas híbridas de dna, una que
es desconocida y otra muy bien caracterizada, se utiliza para identificar
agentes infecciosos. Previamente hubo que encontrar secuencias con-
servadas (es decir, no sujetas a mutaciones frecuentes), exclusivas del
agente o de los agentes que se intentan buscar. Con esta información se
sintetizan químicamente sondas o iniciadores (primers en inglés) com-
plementarios que se conjugan con alguna molécula marcadora (isótopo,
enzima, fluorocromo, digoxigenina, etc.). En el momento de la prueba,
se extrae el dna de la muestra problema, se desnaturaliza con calor y se
hace reaccionar con los iniciadores para que se lleve a cabo la alineación
de las cadenas complementarias y, al enfriarse, se formen los híbridos
respectivos con el iniciador marcado. Se hace un lavado para eliminar
moléculas no reaccionantes y se somete el sistema a la evaluación de
la marca (autorradiografía, transformación del sustrato de la enzima,
microscopia de fluorescencia, elisa) y si esta es positiva se confirma la
presencia e identidad del agente. Estas técnicas se aplican a colonias
microbianas, cultivos virales o tejidos parasitarios y son mucho más
rápidas y eficientes que los métodos convencionales de identificación;
además requieren de un mínimo de moléculas en la muestra. En cortes
histológicos se puede llevar a cabo la hibridación in situ con sondas de
Modalidades de la pcr
La retrotranscripción-pcr (rt-pcr) es una de las variantes de la pcr que
han acrecentado su versatilidad, ya que permite amplificar cadenas de
rna, tanto de origen viral como de rna mensajero. El sistema es muy
similar al convencional sólo que al tubo de reacción se le añade trans-
criptasa inversa que inicialmente copia el rna en dna complementario
y este es el que continúa con la reacción como ya fue descrita. La pcr
anidada incrementa la sensibilidad y la especificidad del procedimiento
y evita la amplificación errónea de regiones no relevantes al llevarse
a cabo en dos fases sucesivas; en la primera se amplifica una región
extensa, que incluye a la específica, para generar un amplicón de gran
tamaño y en este producto se efectúan la alineación con iniciadores
internos y la amplificación de la región específica de interés.
La pcr multiplex es una variante en la cual, en el tubo de reacción,
se introducen varios pares de iniciadores diferentes con el objetivo
de identificar simultáneamente varios genomas que pudieran estar
contenidos en la muestra o para localizar uno de los posibles agentes
Microarreglos
Innovación tecnológica de impacto enorme en la biología molecular que
permite analizar al mismo tiempo cientos o miles de genes. Se parte de
un soporte sólido inerte, conocido como chip, dividido en cientos o miles
de puntos microscópicos, cada uno forrado con sondas para un gen en
particular. La tecnología actual permite que cada sonda sea sintetizada
de manera directa sobre cada uno de los puntos y tenga un tamaño
uniforme, lo cual se logra mediante un procedimiento automatizado
llevado a cabo por un robot que ofrece una precisión micrométrica. En
su aplicación para la identificación de agentes infecciosos, el proceso es
relativamente simple: a partir de la muestra problema se obtiene el rna
que se transcribe a dna complementario por rt-pcr, se desnaturaliza y se
añade al microarreglo para que en él se lleve a cabo la hibridación entre
las cadenas complementarias. Después de eliminar el exceso de reacti-
vos por lavado, se busca el punto o los puntos donde se llevaron a cabo
las hibridaciones que señalarán la identidad del o los agentes presentes
en la muestra. Para identificar esos híbridos se deben marcar primero las
cadenas de dna del problema con estrategias diferentes, ya sea al conju-
garlos directamente con un fluorocromo determinado y por el color de
la luz emitida se localizan los híbridos formados, o al unirlos a biotina y
usar avidina o estreptavidina conjugada a un fluorocromo. En todos los
casos, la lectura se hace con un rastreador (escáner) automatizado pro-
visto de un rayo láser que identifica, cuantifica y registra la luz emitida
que se analiza mediante un programa computacional que informa sobre
la identidad del agente o los agentes presentes en la muestra problema.
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DIAGNÓSTICO
POR IMAGEN
INTRODUCCIÓN
El uso de los métodos de diagnóstico por imagen es en la actualidad muy
importante y a menudo imprescindible, en especial para confirmar un
determinado diagnóstico clínico o para conocer la magnitud de la pato-
logía. En este capítulo inicialmente describiremos de manera general los
diferentes métodos de diagnóstico por imagen disponibles hoy en día
y posteriormente abordaremos la patología más frecuente o interesante
haciendo una división por aparatos y sistemas y enfatizando en la utilidad
de los métodos de imagen para el diagnóstico de enfermedades infecciosas.
121
Ultrasonido (us)
Es un método de fácil implementación; relativamente económico, muy
útil en diversas circunstancias; sin embargo, en mayor grado dependiente
de la habilidad y de la experiencia de la persona que realiza el examen;
una de sus principales ventajas es inferir la naturaleza quística o sólida de
las lesiones. El método puede usarse con la modalidad de Doppler a color,
lo que permite evaluar de manera más objetiva las estructuras vasculares
arteriales y venosas o la vascularidad de lesiones ocupativas.
pet/ct
En este método se combinan dos modalidades, utilizadas simultánea-
mente: por un lado, la tomografía por emisión de positrones (pet), que
proporciona información funcional de los tejidos a nivel molecular, y
por el otro, la tomografía computada (ct) que da información mor-
fológica detallada de las estructuras evaluadas. Para su aplicación se
utilizan diversos radioisótopos o radiotrazadores; el que se usa con
más frecuencia es la 18FDG, un análogo de la glucosa que sigue la vía
Figura 2.
Figura 3.
Figura 4.
Infecciones parasitarias
La más repetida en América Latina es la cisticercosis, causada por la
larva de la Taenia solium. Las lesiones pueden ser parenquimatosas (las
Figura 5.
Figura 7.
Infecciones virales
Las más comunes incluyen citomegalovirus, herpes simple, varicela
zoster y vih. La encefalitis por Herpes simplex ocurre con mayor fre-
cuencia en neonatos cuando el producto atraviesa el canal del parto
de una madre que tiene el virus herpes genital (tipo 2); éste produce
una severa encefalitis y, si el niño sobrevive, en los estudios de imagen
en etapa temprana se ve edema difuso y más tarde diversos grados de
encefalomalacia que pueden demostrarse con us transcraneal, ct o rm.
En los adultos la infección por Herpes simplex puede producir encefalitis
o neuritis. En ct, los signos no son evidentes hasta el 5° día después del
inicio de los síntomas; habitualmente son áreas hipodensas difusas en
los lóbulos temporales. En rm se ven áreas hiperintensas en T2 y flair
en los lóbulos temporales o frontales, respetando el putamen (fig. 8).
Figura 8.
CABEZA Y CUELLO
Figura 10.
Figura 12.
Figura 11.
Figura 13.
Cuello
Las infecciones de la cabeza y el cuello pueden extenderse en ocasiones
al espacio retrofaríngeo por vía linfática y de allí al mediastino; por lo
que se le llama espacio de peligro. Las infecciones del cuello que suelen
diseminarse son amigdalitis, infecciones dentales, postraumáticas,
endocarditis y sistémicas como la tuberculosis. Desde el advenimiento
de los antibióticos, esta diseminación es menos frecuente, sin embargo
actualmente es habitual en pacientes inmunocomprometidos. En ct las
imágenes tienen densidad mixta con un componente líquido central y
porción períférica densa que refuerza con contraste. En rm son hipoin-
tensos en T1, hiperintensos en T2 y muestran tambien reforzamiento
periférico después de la inyección de gadolinio. Una forma complicada
de infección faringoamigdalar es el llamado Síndrome de Lemierre,
en la cual una infección habitualmente producida por Fusobacterium
necrophorum produce tromboflebitis séptica de la vena yugular interna y
tromboembolismo pulmonar séptico hasta en 80% de los casos (fig. 14).
INFECCIONES PULMONARES
INFECCIONES ATÍPICAS
La más frecuente es la producida por Micoplasma pneumoniae. Al inicio
de la enfermedad la apariencia radiográfica es la de un patrón reticular
fino que con el tiempo cambia a opacidades “en parches” segmentarias
que a menudo coalescen para formar consolidaciones lobares; en ct
además se pueden ver imágenes como “árbol en yema” por compromiso
bronquiolar. Es usual la asociación con derrame pleural.
Figura 18.
Infecciones micóticas
Los hongos causan afección por diversos mecanismos, en general pro-
ducen procesos granulomatosos de tipo necrotizante. La infección por
Histoplasma capsulatum es endémica en algunas regiones de Norteamérica;
la mayoría de las infecciones son asintomáticas. En las radiografías del
Figura 22.
Figura 21.
APARATO GASTROINTESTINAL
Helicobacter pylori
Se ha identificado como la principal causa de gastritis crónica, duodeni-
tis, úlceras duodenales y gástricas benignas y de lesiones neoplásicas del
tipo del adenocarcinoma gástrico y el linfoma tipo malt. H. pylori es un
bacilo espiral Gram-negativo que coloniza el estómago y sobrevive a la
acción de los ácidos gástricos gracias a una poderosa enzima de ureasa
que crea un ambiente más alcalino propicio para su desarrollo.
La prevalencia de la infección es mayor a mayor edad, se calcula que
supera 50% en mayores de 60 años. H. pylori es responsable de alrededor
de 70% de las úlceras gástricas (fig. 24), 95% de las úlceras duodenales
(fig. 25) y se cree que es responsable de 50% de los carcinomas gástricos.
Apendicitis
Es causa muy frecuente de infección del tracto gastrointestinal; puede
deberse a obstrucción del lumen apendicular por hiperplasia linfoide,
fecalitos, cuerpo extraño y parásitos entre otros. El diagnóstico se basa
a menudo en la clínica y en los datos de laboratorio; sin embargo, en los
últimos años, la imagen diagnóstica ha alcanzado un rol muy importante,
especialmente en casos dudosos. Las radiografías simples muestran anor-
malidades, por ejemplo puede verse una calcificación intrapendicular
(apendicolito), otros hallazgos son aire líquido en el ciego y en el ilion
terminal, y pérdida de las líneas grasas, entre otros. El us tiene una sen-
sibilidad promedio de 90% y especificidad de 95%; el dato más confiable
es un diámetro transverso seccional del apéndice igual o mayor a 6 mm.
El método más preciso de diagnóstico es la ct que tiene una sensibili-
dad de 98% y especificidad de 97%; los hallazgos más presentados son
engrosamiento circunferencial de las paredes del apéndice, apendicolito,
incremento en la densidad, estriación de grasa periapendicular, flemón y,
en los casos más avanzados, formación de abscesos (fig. 26).
Figura 26.
Figura 27.
Amibiasis
La colitis por Entamoeba histolytica es frecuente en diversas áreas geográ-
ficas, especialmente en lugares de clima cálido y en sitios con servicios
sanitarios y de provisión de agua potable deficientes. Los trofozoítos
invaden la mucosa y la submucosa intestinal y producen pequeñas
úlceras. En el examen baritado del colon se observa pérdida del patrón
habitual de las haustras, el intestino tiene un patrón granular debido a
una combinación de úlceras y edema; las úlceras tienen una apariencia
característica en “forma de botón”, los segmentos más afectados son el
ciego y el colon ascendente por la relativa éstasis en estos sitios. Con
menor frecuencia se ven amebomas, los cuales son granulomas hiper-
plásicos con sobreinfección bacteriana del proceso amibiano; se trata de
lesiones ocupativas a menudo de aspecto concéntrico que reducen el
calibre de la luz intestinal; estos amebomas son más evidentes en estu-
dios de ct (fig. 28).
Peritonitis tuberculosa
Es una manifestación poco frecuente de la tuberculosis, su diagnós-
tico es difícil; es más constante en pacientes inmunosuprimidos o en
asociación con otras enfermedades como cirrosis o diabetes. La dise-
minación puede ser secundaria a un foco a distancia como el pulmón
o la diseminación de ganglios intraabdominales comprometidos, con
menos incidencia se ha descrito diseminación secundaria a tuberculosis
genitourinaria. Los hallazgos en tc son poco específicos, lo más común
es engrosamiento peritoneal, pequeños nódulos en la grasa mesentérica
y ascitis muchas veces loculada (fig. 29).
Figura 29.
Figura 30.
SISTEMA OSTEOARTICULAR
Osteomielitis
La osteomielitis es una inflamación de los huesos causada por un orga-
nismo infectante. La infección puede estar limitada a una única parte del
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NOSOLOGÍA
INFECCIOSA
Alberto Lifshitz*
143
tinguir el término sobreinfección (algunos lo traducen del inglés como
superinfección) que refiere a que en un individuo previamente infectado
ocurre una nueva infección, con frecuencia relacionada con el uso de
antimicrobianos. La coinfección es cuando varios microorganismos la
producen, puede ser incluso una combinación de virus, de bacterias y
de hongos. Cuando se trata de varias bacterias se le suele llamar infec-
ción polimicrobiana o polibacteriana. También se utiliza el término de
infección mixta cuando existe esta combinación de agentes microbianos.
Hay infecciones endógenas, producidas por microorganismos que se
encontraban ya dentro del individuo enfermo, e infecciones exógenas
por microbios que proceden de fuera del individuo que enferma, ya sea
mediante contagio de otro enfermo o por la exposición a un objeto con-
taminado. En relación con los parásitos como protozoarios, helmintos o
ectoparásitos se emplea el término infección.
Un paso previo a la infección es la colonización, que es la aparición
de nuevos microorganismos en un individuo. Se empieza a colonizar
un individuo en el canal del parto y horas después del nacimiento todas
las superficies están colonizadas por microorganismos llamados comen-
sales. La hospitalización propicia la colonización por cepas de hospital,
lo cual no implica infección pero puede ser el primer paso para ello. De
hecho, muchas medidas higiénicas en los hospitales tienen el propósito
de evitar la colonización. Si en la piel o en las vías respiratorias se iden-
tifica algún microbio que antes no existía se puede decir que el tejido
ha sido colonizado. El término también se aplica a la situación de la
microbiota que está colonizando el cuerpo. En la infección, a diferencia
de la colonización, se rebasan las barreras de la piel y de las mucosas y
los microbios penetran al espacio interno, lo que provoca una respuesta
inmune en el huésped. En la colonización, la carga bacteriana no causa
daño tisular y no se interrumpe el proceso de cicatrización.
Conviene distinguir la colonización de la contaminación, término
que suele referirse a superficies inertes y que alude a la presencia de
microorganismos en la superficie de los objetos. De hecho, para fines
prácticos, se considera que todos los objetos están contaminados, salvo
que hayan sido esterilizados de alguna manera.
La presencia de microorganismos en líquidos que normalmente son
estériles, como la orina y la sangre, se suele referir como bacteriruria
y bacteremia (también se le nombra bacteriemia). Por supuesto que
cuando son virus se llama viremia y cuando son hongos fungemia. Los
términos no necesariamente tienen la connotación de enfermedad infec-
ciosa pues la bacteremia muchas veces ocurre de manera inadvertida,
MANIFESTACIONES DE INFECCIÓN
Fiebre
Aunque no es su única causa, la fiebre suele ser una manifestación de
infección, por supuesto independiente del sitio y del o de los microorga-
nismos causales. Los microbios actúan como pirógenos, es decir, sustan-
cias que pueden activar los mecanismos termogénicos del cuerpo; con
exactitud, son los mismos que se activan, por ejemplo, en la adaptación
al frío, salvo que en las condiciones de infección, esta termogénesis
no es adaptativamente necesaria. La presencia de fiebre obliga al clí-
nico a buscar una infección que la haya originado y, tal vez represente
la activación de una serie de mecanismos, que preparan al cuerpo para la
lucha contra la infección. La hipertermia es sólo el signo mientras que
Leucocitosis
Es el aumento en el número de leucocitos en la sangre; generalmente
más de 10 000/ml se considera un indicio inespecífico de infección
aunque también puede deberse a causas no infecciosas. Según el pre-
dominio de algún tipo de leucocito se puede suponer algún grupo
de organismos que puede estar causando la infección. Desde luego,
hay infecciones que no se asocian con leucocitosis (tifoidea y algunas
virales), y los pacientes con leucopenia por alguna otra causa (aplasia
medular, leucemia) pueden ser más susceptibles a infecciones aunque
no desarrollan leucocitosis. Muchas infecciones sistémicas por virus se
acompañan de linfocitosis y las parasitarias conllevan eosinofilia.
Sedimentación apresurada
Esta es una manifestación inespecífica de inflamación, proceso que
por lo regular va de la mano con las infecciones. Se trata de una
prueba burda que consiste tan sólo en permitir que los glóbulos rojos
sedimenten por gravedad en un tubo de ensayo; la velocidad con que
sedimentan depende teóricamente del peso de los propios eritrocitos
y de la fluidez del plasma, más común lo último. La sedimentación
acelerada es la manifestación sumaria de la activación de un conjunto
de cambios que se conocen como respuesta de fase aguda, orquestados
por el hígado y que conforman también una forma de defensa contra
la agresión.
Inflamación
Aunque en el idioma cotidiano se relaciona con aumento de volumen,
lo cierto es que la inflamación se refiere a un conjunto de reacciones
biológicas en el que participan los vasos sanguíneos capilares y la
inmunidad celular. Esto ocurre como respuesta a un daño, como el que
puede producir la infección, y tiende a circunscribir la lesión y la infec-
ción. Clínicamente se manifiesta, en efecto, por aumento de volumen,
enrojecimiento, incremento de la temperatura local y dolor. Aunque la
inflamación es un acompañante de la infección, no se ha probado que su
manipulación (p. ej., con antiinflamatorios) tenga algún efecto benéfico
para la evolución de la enfermedad, salvo acaso el de disminuir el dolor.
En la actualidad se considera también que varias de las enfermedades
crónicas como la diabetes, la aterosclerosis o el asma tienen un compo-
nente inflamatorio.
Absceso (flemón)
El absceso es una infección localizada que se caracteriza por la acumula-
ción de pus, que es un líquido verde-amarillento producto de la necrosis
del exudado inflamatorio. El tratamiento de un absceso casi invaria-
blemente requiere que el pus se drene, que se elimine hacia el exterior
mediante algún procedimiento quirúrgico. Mucha gente considera que
el flemón es un sinónimo de absceso aunque otros utilizan este término
para referirse a la infección en los tejidos adyacentes, en general tejidos
blandos como tejido conjuntivo y tejido celular subcutáneo.
Celulitis
Este término tiene también una connotación popular y otra técnica
(médica). La popular se refiere a una distribución particular de la grasa
subcutánea que hace aparecer irregular a la piel que la cubre, con apa-
riencia de piel de naranja, y cuya importancia es cosmética; a muchas
Cistitis
Etimológicamente significa inflamación de la vejiga (como colecistitis es
inflamación de la vesícula biliar). No siempre corresponde a una infec-
ción pues también puede ser sólo una irritación. No es raro que aparezca
en mujeres después de una actividad sexual intensa o violenta. Se dice
que prácticamente todas las mujeres padecen cistitis por lo menos una
vez en su vida, no así los varones pues en éstos sólo ocurre cuando
hay una hiperplasia de próstata que limita el vaciamiento de la vejiga.
Muchas cistitis son autolimitadas o desaparecen sólo con aumentar la
ingestión de líquido, pero la verdadera importancia de la cistitis, ade-
más de las molestias que origina, es que puede ser el punto de partida
para una infección ascendente que alcance los riñones (pielonefritis).
Los síntomas más comunes son ganas frecuentes de orinar aunque se
expulsa muy poca orina cada vez (polaquiuria), ardor al orinar (disuria),
sensación de que no se terminó de orinar sino que aún permanece orina
en la vejiga (tenesmo vesical), en algunos casos turbidez urinaria y en
otros sangre en la orina (hematuria).
“Cicatriz” serológica
Algunos pacientes que tuvieron una infección en el pasado que generó
la producción de anticuerpos contra el microorganismo causante pue-
den mantener un nivel de estos anticuerpos detectables en su sangre
por un periodo más o menos prolongado, a veces de por vida. Estos
anticuerpos son de clase IgG y sólo revelan que alguna vez el sistema
inmune del paciente estuvo en contacto con el microorganismo en cues-
tión. Incorrectamente algunos pacientes han sido diagnosticados como
enfermos, aunque lo que tienen son sólo anticuerpos. En todo caso,
si estos son IgM sí puede considerarse la presencia de la enfermedad
activa o al menos reciente. Estas marcas serológicas ayudan en estudios
epidemiológicos para investigar la distribución de ciertas enfermedades
en lo que se denomina estudios de seroprevalencia.
Gripe (o gripa)
Es un término con el que se suele designar a una infección respiratoria
aguda, que puede ser producida por distintos microorganismos, gene-
ralmente virus, y que se manifiesta por rinorrea (escurrimiento nasal),
dolor faríngeo y con frecuencia tos que aparece un poco más tarde. Por
lo regular es un proceso autolimitado (se cura solo), pero se puede com-
plicar con bronquitis, otitis o neumonía.
Descontrol
A veces la manifestación clínica de infección es la incapacidad para alcan-
zar un control en pacientes diabéticos. De hecho, una regla clínica señala
que si un diabético está descontrolado y no se encuentra la causa (excesos
alimentarios, suspensión de medicamentos) conviene buscar infección, que
a veces está oculta. En los ancianos, cuando no desarrollan fiebre, se puede
sospechar infección porque tienen síntomas de confusión (delirium).
Exantema
Algunas infecciones virales se acompañan de manifestaciones en la piel que
se conocen como exantemas; cuando afectan a las mucosas se les denomina
enantemas. Estos signos pueden variar pero los más comunes son máculas
eritematosas (como en el sarampión) y vesículas (como en la varicela).
Diarrea y disentería
La diarrea consiste en un aumento en el número mayor de evacuaciones
intestinales a las habituales de cada individuo y en una disminución
de su consistencia, las que se tornan líquidas. No todas las diarreas son
infecciosas ni generadas por productos microbianos (toxinas), pero con
frecuencia lo son, aunque autolimitadas.
Endocarditis
Es una infección en el interior del corazón, generalmente localizada en
válvulas ya enfermas o en un material extraño como catéteres o prótesis.
Originalmente se llamaba endocarditis bacteriana pero como la infec-
ción también se puede deber a otros microorganismos (como hongos), se
decidió llamarla endocarditis infecciosa. Los síntomas incluyen fiebre,
soplos precordiales cambiantes y fenómenos embólicos en los lechos
ungueales, el cerebro y otros sitios. Suele haber, además, una enferme-
dad glomerular asociada.
Anemia
La disminución de los niveles de hemoglobina y de glóbulos rojos
puede acompañar a las infecciones por varias razones: algunas para-
sitosis interfieren con la nutrición, por ejemplo al afectar la absorción
de vitamina B12, con lo cual provocan una anemia macrocítica megalo-
blástica que, a veces, se acompaña de trastornos de la sensibilidad pro-
funda porque se afectan los cordones posteriores de la médula espinal.
Algunos geohelmintos intestinales pueden generar lesiones que san-
gran, casi siempre microscópicamente, pero de manera paulatina van
produciendo anemia. El paludismo, al tener una fase de su ciclo dentro
de los eritrocitos, acaba destruyéndolos (hemólisis) con lo que también
generan anemia. Las infecciones crónicas, por mecanismos complejos en
los que participan muchos factores, provocan un tipo de anemia que se
conoce como anemia de la enfermedad crónica y que también acompaña a
enfermedades crónicas no infecciosas.
Desnutrición
Muchos pacientes con infecciones, particularmente crónicas y para-
sitarias, están desnutridos. El nexo infección-desnutrición es bidirec-
cional porque, además, los individuos desnutridos se infectan con
facilidad.
LECTURAS RECOMENDADAS
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TERAPÉUTICA
ANTIINFECCIOSA
INTRODUCCIÓN
Los agentes antiinfecciosos son sustancias producidas por microorga-
nismos (bacterias, hongos, actinomicetos) o sintetizadas químicamente
(sulfas, quinolonas) que tienen la capacidad de eliminar, impedir o retar-
dar la multiplicación de otros organismos, tales como virus, bacterias,
hongos, protozoarios, helmintos y ectoparásitos. Estos fármacos son
tóxicos relativamente selectivos contra los agentes patógenos invasores
y su utilidad médica depende de las diferencias bioquímicas entre el
organismo infectante y el hospedero. La terapéutica antiinfecciosa está
dirigida al tratamiento de pacientes con síntomas y signos clínicos de
infección. El desarrollo de fármacos capaces de prevenir o erradicar pro-
cesos infecciosos ha sido uno de los logros más significativos del siglo
xx. En la actualidad se encuentran entre los fármacos más prescritos en
el mundo y su manejo apropiado permite salvar la vida de los enfer-
mos; no obstante, su uso indiscriminado da lugar a efectos adversos,
a interacciones farmacológicas y, lo que es más importante, favorece la
aparición de cepas resistentes a sus efectos.
Este ensayo refiere brevemente los aspectos fundamentales de la tera-
péutica antiinfecciosa. La información pertinente se describe en cuatro
secciones: antibacterianos, antivirales, antimicóticos y antiparasitarios.
Sólo se hace referencia a los fármacos de mayor utilidad clínica (cuadros
1-4), indicando los prototipos de cada grupo, los cuales fueron seleccio-
153
nados por su eficacia y seguridad bien establecidas, disponibilidad en
nuestro medio y menor costo; así como los fármacos alternativos. Al
igual que en otros campos de la terapéutica, los agentes antiinfecciosos
tienen un nombre genérico y uno o varios nombres de marca, lo que
depende de la compañía farmacéutica que lo fabrica, sin embargo, la
información válida siempre se refiere a los nombres genéricos.
ANTIBACTERIANOS
Los antibacterianos son sustancias útiles en el tratamiento de las infec-
ciones producidas por bacterias. A partir del descubrimiento de la
penicilina, se han descrito numerosos productos con actividad antimi-
crobiana clínicamente útil y, en la actualidad, se dispone de un poco
más de 100 antibacterianos que pertenecen a grupos específicos según
su uso clínico y mecanismo de acción. Aun cuando los antibióticos se
clasifican de diferentes maneras, una de las más importantes considera
el mecanismo de acción, por el cual actúan sobre las bacterias; estos son:
Terapéutica antiinfecciosa
Mycobacterium tuberculosis isoniazida + rifampicina + pirazina- estreptomicina, moxifloxacina, cla-
Tuberculosis
mida + etambutol ritromicina
Lepra Mycobacterium leprae dapsona + rifampicina dapsona + clofazimina
155
A los antibacterianos también se les identifica como bacteriostáticos y
bactericidas. Los primeros no son tóxicos directos; inhiben la replicación
bacteriana, la síntesis proteica y el metabolismo celular. De esta manera,
reducen de manera gradual la población bacteriana, ya que los organis-
mos mueren paulatinamente y no son reemplazados. En contraste, los
antibióticos bactericidas producen la muerte celular de manera directa
eliminando algunos elementos necesarios para su supervivencia, impi-
diendo la formación de la pared bacteriana, causando fenestraciones en
la pared celular, o evitando la absorción de nutrientes.
ANTIVIRALES
Los antivirales son fármacos útiles en el tratamiento de infecciones pro-
ducidas por virus. En contraste con la terapia antibacteriana, el número
de medicamentos antivíricos es mucho menor y, al igual que para el caso
Un caso especial son los interferones (interferón alfa 2b), los cuales inhi-
ben varios procesos y tienen utilidad contra varias infecciones virales,
incluyendo las provocadas por los virus B y C de la hepatitis.
Los antivirales disponibles en el mercado son útiles en el tratamiento
de infecciones virales frecuentes e importantes, destacando los que se
ANTIMICÓTICOS
Los antimicóticos o antifúngicos son sustancias químicas que tienen la
capacidad de evitar el crecimiento de algunos tipos de hongos (fungos-
táticos) o, incluso, provocar su muerte (fungicidas). El número disponi-
ble de estos agentes para uso clínico es inferior al de los antibacterianos.
Una razón es que los hongos son células eucariontes, como las de los
ANTIPARASITARIOS
Los antiparasitarios comprenden a un grupo heterogéneo de sustancias
químicas útiles en el tratamiento de las infecciones parasitarias pro-
vocadas por protozoarios, helmintos y ectoparásitos. La educación, el
saneamiento ambiental y el control vectorial son las mejores medidas
de prevención de estas infecciones y los fármacos antiparasitarios la
mejor herramienta para su tratamiento. Habitualmente los fármacos
antiparasitarios se subdividen en antiprotozoarios (fármacos útiles en
el tratamiento de infecciones producidas por protozoarios), antihelmín-
ticos (fármacos útiles en el tratamiento de las infestaciones por vermes,
helmintos o lombrices) y fármacos útiles en las ectoparasitosis (pedicu-
licidas, escabicidas). Cada parasitosis tiene fármacos de elección y en
algunas existen alternativas.
Los fármacos antiprotozoarios afectan los procesos de síntesis (cofacto-
res, ácidos nucleicos, proteínas, membranas o microtúbulos). Una manera
habitual de describir a los fármacos antiprotozoarios es en función de la
etiología de la enfermedad que provocan: a) antiamibianos, entre los que
se encuentra los de acción local (diyodohidroxiquinoleína, quinfamida) y
los de acción local y sistémica (metronidazol, nitazoxanida); b) antigiar-
diásicos, metronidazol y nitazoxanida también son eficaces; c) anticrip-
tosporidiásicos, destaca nitazoxanida; d) antipalúdicos o antimaláricos,
comprenden los fármacos que son útiles en la profilaxis de personas que
pretenden viajar a regiones endémicas (cloroquina, mefloquina, pirime-
BIBLIOGRAFÍA
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INFECCIONES
EMERGENTES,
REEMERGENTES
Y BIOTERRORISMO
INTRODUCCIÓN
La diversidad de las enfermedades infecciosas constituye una amenaza
que actualmente enfrenta la humanidad, hecho sin precedente que favo-
rece la emergencia y la reemergencia de patógenos en todo el mundo.
El potencial de diseminación rápida y la ubicuidad que caracteriza a las
enfermedades infecciosas provocan la pérdida de la salud. No hay país o
población inmune y las barreras políticas y geográficas ofrecen poca pro-
tección. Contrario a las expectativas sobre erradicación de enfermedades
infecciosas, en todo el mundo han emergido enfermedades que hasta este
momento no se conocían o bien otras que se habían considerado erradica-
das o bajo control por los servicios de vigilancia epidemiológica.
En el mundo actual, las enfermedades infecciosas se ubican dentro
de las diez primeras causas de muerte. Su incidencia y su diseminación
se ha incrementado en las últimas dos décadas, a pesar de que en los
años sesenta se pensó que podrían estar bajo control por el desarrollo
de medidas sanitarias, de tecnología médica y por los avances en la
industria farmacéutica. El fenómeno inesperado de la emergencia y
la reemergencia de enfermedades infecciosas y la resistencia a fármacos
indiscutiblemente están cambiando la epidemiología global.
173
Actualmente la población mundial vive en un mundo globalizado en
los siguientes aspectos: viajes internacionales, político, económico, cultural
e interacciones humano-humano y humano-animal. El concepto globa-
lización incluye también la exposición a agentes causantes de infecciones. Se
siguen identificando nuevas enfermedades infecciosas que han sobre-
pasado las barreras de especie (animales a humanos); los agentes infec-
ciosos cada vez desarrollan resistencia a los antimicrobianos con mayor
frecuencia, así mismo se han vuelto más virulentos. Adicionalmente, los
microorganismos patógenos de las llamadas enfermedades emergentes
constituyen un potencial para utilizarse como agentes de bioterrorismo.
Entre las condiciones demográficas y ecológicas modernas que generan
la diseminación de enfermedades infecciosas se incluye el crecimiento
rápido de la población, la pobreza, la migración urbana y, más reciente-
mente, el turismo internacional, las alteraciones en los hábitats de los ani-
males y de los artrópodos que transmiten enfermedades y el incremento
en el número de personas con afecciones del sistema inmune.
Las enfermedades emergentes y reemergentes se definen como aque-
llas cuyos agentes patógenos son desconocidos, inesperados o cuya inciden-
cia se ha incrementado en las últimas dos décadas. Las enfermedades
emergentes se pueden definir según diferentes criterios:
Fuente: http://openflights.org/demo/openflights-routedb-2048.png.
Fuente: P. Kareiva et al., “Domesticated Nature: Shaping Landscapes and Ecosystems for Human
Welfare”, Science, 2007, jun 29, 316(5833): 1866-1869.
Fuente: The World Health Report 2007 - A Safer Future: Global Public Health Security in the 21st
Century. http://www.who.int/whr/2007/en/index.html.
Antirretrovirales TB/VIH
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Global Tuberculosis Control: who report 2013.
Consultado en agosto de 2014, http://www.who.int/tb/publications/global_report/en/.
Cólera
El cólera es una enfermedad infecciosa aguda que fue descrita en el siglo v
a. C. por Hipócrates. En Asia ocurrieron varias epidemias en los siglos xv
y xviii, pero no fue sino hasta el siglo xix cuando se describieron las medi-
das preventivas para la enfermedad, durante una epidemia en Londres.
En 1883, Roberto Koch describió el agente causal, Vibrio cholerae, que es
un bacilo curvo con gran movilidad. En el transcurso de los siglos xix y
xx ocurrieron siete pandemias de cólera, de las cuales la segunda, la ter-
cera, la cuarta y la séptima se extendieron hasta el continente americano.
La séptima inició en 1991. El cólera es una de las causas más importantes
de morbilidad y de mortalidad en Asia y África y, a partir de 1991, es un
problema de salud pública en América Latina. Esta enfermedad se carac-
teriza por una infección intestinal ocasionada por un bacilo toxigénico,
el Vibrio cholerae 01. Las manifestaciones clínicas pueden ser graves y se
caracterizan por evacuaciones diarreicas, vómito y deshidratación, acido-
sis metabólica y choque hipovolémico. Sin tratamiento, 50% de los casos
es fatal, pero una adecuada hidratación disminuye a 1% la mortalidad.
En 1991, el cólera produjo en México una alerta inmediata y fue con-
siderado como un asunto de seguridad nacional que conllevó a la
implementación inmediata de medidas de prevención y de control que
ayudaron a aminorar el costo político y económico asociado a la epide-
mia. A continuación se describen algunas de las medidas efectuadas:
BIOTERRORISMO
Se puede definir como la utilización intencional de agentes biológicos
como armas. Es sabido que las armas biológicas pueden producir un
número de muertes comparable a las ocasionadas por las armas nuclea-
res. Los ataques bioterroristas no sólo tienen el objetivo de causar la
muerte sino también de maximizar el temor del oponente. El bioterro-
rismo constituye una de las principales amenazas del terrorismo y tiene
el potencial de desestabilizar a la sociedad por las pérdidas humanas,
alimentos, agricultura y economía; además, cualquier persona y cual-
Staphylococcus)
Chlamydia psittaci Psitacosis
virus) litis
Modificado de L. D. Rotz et al., “Public Health Assessment of Potential Biological Terrorism Agents”,
Emerg. Infect. Dis., 2002, 8: 225-230.
Ántrax
En el año 2001, Estados Unidos sufrió un ataque de bioterrorismo
mediante esporas de Bacillus anthracis que fueron depositados intencio-
nalmente en el servicio postal de dicho país. La investigación de este
ataque proporcionó información epidemiológica sobre las características
del ántrax. Esta enfermedad puede ocurrir como resultado del contacto
con ovejas o vacas infectadas y puede ser cutánea, respiratoria o gas-
trointestinal; la cutánea es la forma más común de la infección natural,
mientras que la forma respiratoria se presenta cuando el ántrax es libe-
rado en forma de aerosol y la gastrointestinal es poco frecuente. En los
primeros 14 días, el ántrax cutáneo produce pápulas pruríticas no dolo-
rosas en la piel expuesta, las que después se transforman en vesículas,
cuya ruptura produce dolor, le sigue la formación de úlceras de color
negro. El diagnóstico se puede establecer mediante hemocultivo, tinción
de Gram o cultivo del líquido de las vesículas. Las esporas inhaladas de
ántrax llegan a los alvéolos, ahí los macrófagos las fagocitan y las trans-
portan a los ganglios linfáticos mediastinales, en donde pueden per-
Peste
También llamada muerte negra, es causada por el bacilo Gram negativo
Yersinia pestis, que ha producido millones de muertes en el mundo. Se
estima que en el siglo xiv una tercera parte de la población europea
sucumbió a esta enfermedad. La peste se transmite mediante la pica-
dura de pulgas infectadas con el bacilo. La peste tiene tres formas de
presentación: la bubónica, la septicémica y la neumónica. La forma
bubónica se desarrolla de 2 a 8 días después de la exposición y el cuadro
clínico se caracteriza por fiebre de inicio súbito, diaforesis, debilidad y
linfadenopatía en cuello, axila e ingle. Los ganglios son extremadamente
dolorosos y rara vez fluctúan o supuran. Si no se presenta linfadenopa-
tía, se denomina peste septicémica. No hay transmisión de persona a
persona de la peste bubónica o septicémica, sin embargo, la neumónica
es altamente contagiosa y la más mortal, y se puede desarrollar a partir
de diseminación hematógena o linfática del cuadro clínico bubónico.
La peste neumónica causa 100% de mortalidad si no se trata tempra-
namente con antibióticos. Los pacientes afectados presentan fiebre,
diaforesis, malestar y tos con expectoración hemoptoica. El diagnóstico
Botulismo
El botulismo es causado por Clostridium botulinum que crece de forma
natural en la tierra, es anaerobio esporulado y produce una toxina que
tiene efectos neuropáticos. La mayoría de los casos de botulismo se
producen por ingestión de alimentos contaminados y no cocidos lo
suficiente; la toxina requiere de calentamiento a 85°C para inactivarse.
La neurotoxina se absorbe muy bien por vía intestinal y esta vía es más
común que la pulmonar o por heridas. La toxina una vez absorbida se
fija de forma irreversible a la sinapsis colinérgica de nervios periféri-
cos, produciendo liberación de acetilcolina. Al principio hay molestias
gastrointestinales y rápidamente progresa el daño a nervios craneales
produciendo diplopia, disfagia, disartria y en particular déficit bulbar.
El daño causa parálisis progresiva bilateral descendente a la que le sigue
insuficiencia respiratoria y muerte. El tratamiento se debe dar en una
unidad de cuidados intensivos para tener soporte mecánico ventilatorio,
prevenir infecciones secundarias y administrar antitoxina. El diagnós-
tico de botulismo es sobre todo clínico y es importante no retrasar el
tratamiento. Hay vacuna disponible para personas con riesgo elevado
de exposición aunque se requiere administrar varias dosis para el desa-
rrollo de inmunidad protectora. El escenario más probable de bioterro-
rismo es por diseminación y contaminación de alimentos y aerolización.
Viruela
El virus de la viruela es uno de los principales agentes de bioterrorismo
por la tasa elevada de mortalidad que produce. El virus de la viruela
es altamente contagioso y su introducción deliberada mediante la aero-
lización o por acarreadores humanos en la población puede provocar
una pandemia en pocas semanas. Esta enfermedad tiene un periodo de
Tularemia
Es causada por el bacilo zoonótico Francisella tularensis. La tularemia tam-
bién se le conoce como “peste leve” o “enfermedad del hombre del mer-
cado”. La bacteria es altamente infectante y tiene múltiples reservorios
naturales incluyendo conejos, ardillas y gatos, aunque los conejos domés-
ticos son la fuente principal de infección para el ser humano. No ocurre
transmisión de persona a persona. El periodo de incubación es de 1 a 14
días. Las formas clínicas de la tularemia dependen de la vía de entrada
y son: úlcero-glandular, glandular, óculo-glandular, faríngea, tifoidal y
neumónica, esta última es la más grave. Los síntomas incluyen fiebre de
inicio rápido, cefalea, mialgias, particularmente espalda baja, odinofagia,
náusea, vómito y diarrea. La tularemia tifoidal es sistémica con áreas
focales de necrosis en los principales órganos y coagulación intravascular
diseminada, sin afectar ganglios linfáticos. El diagnóstico se establece
mediante estudio histopatológico y cultivo de las muestras de las partes
afectadas. Las opciones de tratamiento incluyen aminoglucósidos, macró-
lidos, fluoroquinolonas y cloranfenicol. La dispersión aerolizada por el
bioterrorismo produce casos de forma pleuro-neumónica; sin antibióticos
muchos casos progresan a insuficiencia respiratoria y muerte.
Sí No
No Sí No
Sí
Sí No Sí No
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Reglamento Sanitario Internacional (2005). 2a. ed.,
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Adaptado de J.-P. Chretien et al., “Real-Time Public Health Surveillance for Emergency Preparedness”,
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ÉTICA MÉDICA
Y BIOÉTICA
ÉTICA MÉDICA
El conocimiento de la ética debería ser importante para el médico, sin
embargo, es recurrente en el estudiante de medicina, y en general en los
profesionales de la atención a la salud, preguntarse ¿por qué tengo que
estudiar una materia como ética?, cuyas ideas preconcebidas son: “mien-
tras el médico tenga conocimientos y experiencia, la ética no importa”,
“la ética se aprende en la familia, no en la escuela de medicina”, “la
ética médica se aprende observando cómo actúan los médicos mayores,
no de los libros o de las conferencias”, “la ética es trascendental, pero
nuestro plan de estudios ya está demasiado lleno y no hay lugar para la
enseñanza de la misma”.
A lo largo de casi toda la historia y en casi todas partes del mundo,
ser un médico ha significado algo especial. La gente acude a los médicos
para ayudarse con sus necesidades más apremiantes –alivio del dolor y
del sufrimiento–, así como para restaurar su salud y su bienestar. Esto
último se ha comentado y analizado ampliamente como parte de los
fines modernos de la medicina y no para evitar la muerte, situación
analizada y enunciada por el Hastings Center, institución de investiga-
ción dedicada a la bioética y al bienestar público, y por Daniel Callahan
desde 2004. Los pacientes permiten a los médicos ver, tocar y manipular
todas las partes de sus cuerpos, incluso las más íntimas. Lo hacen porque
confían en que sus médicos siempre van a actuar para cuidar el interés
211
superior del paciente. La ética es principalmente una cuestión de saber y
la moralidad es una cuestión de hacer. Su estrecha relación consiste en la
preocupación de la ética para proporcionar criterios racionales para que
la gente decida cómo se comporta en estos aspectos.
Hoy, la ética médica se estudia de otra manera. Los avances de la
segunda mitad del siglo xx, que podríamos llamar la era biológica debido
a los grandes descubrimientos en este campo, permiten estudiar a nivel
molecular el origen y el desenlace de muchas enfermedades, ya sean
causadas por microorganismos o por una enfermedad genética. Se han
tenido que agregar algunos principios éticos para lidiar con los dilemas
a que estamos expuestos con este nuevo conocimiento; así los principios
éticos como el respeto a las personas (autonomía), el consentimiento
informado y la confidencialidad son básicos en la relación médico-
paciente. Sin embargo, la aplicación de estos principios en circuns-
tancias específicas es a menudo problemática, ya que los médicos, los
pacientes, sus familiares y otros profesionales de la salud pueden estar
en desacuerdo sobre cuál es la manera correcta de actuar en una situa-
ción. Ejemplo de ello es cuidar los datos genéticos en relación con terce-
ros como aseguradoras, o utilizar muestras biológicas ya estudiadas con
otro propósito para nuevos estudios sin consentimiento informado ex
profeso, o la selección de pacientes para trasplantes; otro ejemplo es la
guía para ingresar a diálisis o para ingresar a una clínica de técnicas de
reproducción asistida. Estos sólo son algunos ejemplos con importante
grado de complejidad en la toma de decisión y en la aplicación de estos
principios para mejorar la relación médico-paciente. Es trascendental
que los médicos conozcan y ejemplifiquen los valores fundamentales de
la medicina, especialmente los que nos diferencian de otras profesiones
que, si bien también requieren un comportamiento ético, es en la profe-
sión médica que los siguientes valores nos deben distinguir: compasión,
competencia y autonomía.
Compasión
El hecho de recordar que, además de los derechos humanos, el primero
de los pilares que sostiene la ética médica es la compasión, entendida
como la comprensión y la preocupación por la angustia de otra persona,
es esencial para la práctica de la medicina, con el fin de hacer frente a
los problemas integrales del paciente, y habrá que esforzarse por verlo
como un todo, como una entidad bio-psico-social; el médico debe iden-
tificar los síntomas que el paciente está experimentando así como sus
Competencia
El segundo de los pilares que sustenta la ética médica es el conoci-
miento, ya que la falta de competencia puede ocasionar la muerte o la
enfermedad grave para los pacientes. Los médicos se someten a un largo
periodo de formación para asegurar la competencia, pero, teniendo en
cuenta el rápido avance del conocimiento médico, es un continuo desa-
fío para ellos mantener su competencia. Desde esta perspectiva, no sólo
deben mantener sus conocimientos científicos y habilidades técnicas,
sino también adquirir conocimientos, habilidades y actitudes éticas, ya
que las nuevas cuestiones éticas surgen con los cambios en la práctica
médica y en el entorno social y político, ejemplo de ello es adquirir habi-
lidades en la comunicación para obtener el consentimiento informado o
aprender cómo dar una mala noticia.
Autonomía
El tercer fundamento moderno de la ética médica lo tiene la autonomía
que es el valor primordial de la medicina que más ha cambiado en los
últimos años. Tradicionalmente los médicos han disfrutado como indi-
viduos un alto grado de autonomía clínica para decidir cómo tratar a
sus pacientes, llamado principio de libertad terapéutico. A pesar de esta
forma de ejercer su autonomía, los médicos se han moderado en muchos
países por la imposición de controles ejercida por los gobiernos y otras
autoridades. A pesar de estos desafíos, los médicos todavía valoran su
autonomía clínica y profesional y tratan de preservarla lo más posible.
Al mismo tiempo, ha habido una aceptación generalizada de los médi-
cos en todo el mundo por respetar la autonomía del paciente, es decir
que los pacientes deben ser los encargados de decidir, en última instan-
cia, los asuntos de su salud que los afectan.
Estos valores, junto con el respeto a los derechos humanos fundamen-
tales, sirven como base de la ética médica moderna y actual.
En los últimos tiempos, la ética médica se ha visto muy influida por
la evolución en materia de derechos humanos en un mundo pluralista
y multicultural, con muchas tradiciones morales distintas, para lo que
LA BIOÉTICA
Surge como una respuesta primordial a los conflictos suscitados por el
rápido avance de los conocimientos científicos y técnicos en las diferen-
tes áreas de la medicina y la biología, sumados a la identificación de los
efectos nocivos en el medio ambiente como consecuencia de la conta-
minación indiscriminada del planeta. Hoy en día, esta ciencia interdis-
ciplinaria se centra especialmente en el análisis de desafíos morales que
surgen en las investigaciones constantes y en los incesantes progresos en
el campo de las ciencias de la salud y de la vida.
La bioética como disciplina constituye un campo anticipatorio, ya que
su temática se dirige no sólo a mejorar la calidad de vida de la gente en
el presente sino, además, a mejorar las condiciones para las generacio-
nes que aún están por nacer. Una de las características más peculiares
de la bioética es que constituye un campo interdisciplinario, ya que no
sólo los médicos y los biólogos forman parte de la red de profesionales
interesados en la bioética, pues el análisis y las discusiones involucran a
abogados, trabajadores sociales, psicólogos, administradores, legislado-
res, antropólogos y, en general, a todos los profesionales que participan
en el estudio de alguna disciplina que tenga relación directa con la vida
del hombre. Por lo tanto, la bioética permite abarcar temas que van más
allá de los aspectos meramente médicos para ocuparse de conflictos éticos
muy amplios, ya que las discusiones bioéticas se renuevan con constancia.
El término bioética fue creado por Fritz Jahr, un pastor protestante,
teólogo, filósofo y educador alemán, quien presentó el término Bio-Ethik
en 1927 en el artículo “Bioética: una panorámica sobre la relación ética
Autonomía
Según este principio se admite la libertad que tienen las personas para
tomar decisiones que afectan a su cuerpo. Una persona actúa con autono-
mía cuando tiene independencia de controles externos y capacidad para
obrar de acuerdo con su propia elección. Normalmente lo que se juzga
al considerar la autonomía es el grado de intencionalidad de los actos,
la comprensión que de ellos tiene la gente y la ausencia de coerciones o
limitaciones. No es correcto confundir la autonomía con el individualismo.
Beauchamp y Childress formulan el principio en forma negativa: “las
acciones autónomas no deben estar sometidas a limitaciones controladas
por otros”. En un primer momento, definieron que estos principios son
prima facie, esto es, que vinculan siempre que no colisionen entre ellos, en
cuyo caso habrá que dar prioridad a uno u otro, dependiendo del caso.
Sin embargo, en 2003, Beauchamp considera que los principios deben ser
especificados para aplicarlos a los análisis de los casos concretos, o sea,
deben ser discutidos y determinados por el caso concreto a nivel casuístico.
Todas las teorías sobre autonomía están de acuerdo con que deben
existir dos condiciones esenciales para que ésta se presente: en pri-
mer lugar, libertad e independencia de influencias controladoras y, en
segundo, capacidad para llevar a cabo una acción intencionada. Así, la
persona autónoma es capaz de autogobernarse con base en las siguien-
tes habilidades: entendimiento, razonamiento, capacidad de libre acción
y de elegir de manera independiente. Sin embargo, existe la “decisión
autónoma”, enunciado sumamente importante para la bioética, ya
que muchas veces individuos autónomos capaces de autogobernarse,
cuando están en situaciones particulares como enfermedad, depre-
sión, falta de información, coerción, presión de género, mala situación
socioeconómica, etc., pierden la capacidad de tomar decisiones por sí
mismos, por lo que se debe considerar su situación de vulnerabilidad.
Es por esto que todos los pacientes tienen más o menos dependencia
La información
Se refiere a los datos que son dados por el médico acerca de la enferme-
dad, el diagnóstico, las posibilidades terapéuticas, los procedimientos, los
posibles riesgos y los posibles beneficios. Es responsabilidad del médico
proporcionar toda la información pertinente para que el paciente cuente
con los elementos que le permitan tomar una decisión autónoma. Un
punto muy importante es que la información que se presenta debe incluir
recomendaciones, alternativas y diferentes planes para que el sujeto pue-
da elegir el que más le convenga. Dado que la decisión autónoma se basa
en la elección de un plan de acuerdo con las características particulares
de la persona, si no hay alternativas ni planes, no hay decisión autónoma,
más bien se está consintiendo una única opción.
El consentimiento
Se refiere a una decisión voluntaria y a la autorización para llevar a
cabo la intervención. El concepto de consentimiento se encuentra aso-
ciado a la decisión basada en alguno de los planes de acción recomen-
dados, después de que el médico otorgara la información pertinente y
el paciente diera autorización para proceder con el plan seleccionado.
En cuanto a la forma en que se debe obtener el consentimiento infor-
mado, es conveniente que el médico se tome el tiempo necesario para
explicar de manera adecuada la información pertinente, utilizando un
lenguaje comprensible, con una actitud que no signifique alguna forma
de presión. Se debe garantizar que el paciente cuente con todo el tiempo
necesario para que se le explique y pueda leer y analizar el documento,
y que se resuelvan todas sus dudas. En caso de menores de edad o de
individuos incompetentes, el consentimiento informado se deberá soli-
citar a los tutores o a los representantes legales.
No maleficencia
Este principio impone al médico la obligación primaria y prioritaria de
no perjudicar al enfermo ni dañarlo intencionalmente. Es el principio
básico y fundamental de la ética médica. El concepto de daño o mal
cubre muchas esferas de la vida y alude a diversos cuerpos de creencia
Beneficencia
Establece la obligación del médico de procurar el máximo beneficio
al enfermo, ya que el principio de beneficencia impone la obligación
moral de actuar en beneficio de otros. Además, es necesario tener en
cuenta que el enfermo puede valorar su propio beneficio. Este principio
considera la utilidad de hacer un balance óptimo entre lo negativo y lo
positivo, tomados en conjunto; por ejemplo, una persona se beneficia si
al recibir algo da algo en retribución. La utilidad es la diferencia a favor
del que recibe. Este concepto alude a actos mas no a actitudes. Cuando
una actitud es positiva se le da el término de benevolencia. Entre las
reglas de conducta derivadas de un principio de beneficencia gene-
ral están: “proteger y defender los derechos de otros”, “ayudar a quienes
están discapacitados” y “colaborar para alejar peligros que amenazan
a otros”. La medicina busca el bien del que sufre, sea quien fuere y en
cualquier circunstancia.
Justicia
La justicia obliga a distribuir los recursos sanitarios, los beneficios y las
cargas en forma equitativa entre todos los miembros de la sociedad. Este
principio obliga a los administradores y a los responsables de las deci-
siones macroeconómicas, pero también obliga, en alguna medida, a los
médicos clínicos. Uno de los factores que son materia de preocupación
en la actualidad y que interfieren de modo directo con este principio
son los costos sanitarios constantemente crecientes. Se dice que un trato
es justo cuando es equitativo y merecido. Si esta reflexión la ampliamos
a toda la sociedad, se refiere al concepto de justicia distributiva que es
la distribución ponderada, equilibrada y apropiada de los bienes y las
cargas sociales, basada en normas que detallan el sentido y el fin de la
El principio de veracidad
Establece el derecho del paciente a conocer la verdad, por lo cual tiene
el derecho de obtener de su médico la información actualizada completa
sobre su diagnóstico, tratamiento y pronóstico, en términos razonables
para que el paciente comprenda. Este principio de veracidad está muy
relacionado con el de autonomía, pues para que el paciente pueda tomar
una decisión válida es necesario que el médico le proporcione toda la
información pertinente.
El principio de la confidencialidad
Se refiere a una norma moral que se debe cumplir pues, al hacerlo, se
respeta un principio moral jerárquicamente superior, que es el de auto-
nomía. La confidencialidad es parte integral de la buena conducta moral
de la especie humana y de su comportamiento ético positivo como per-
sona. El médico que viola el secreto profesional no lo quebranta por ser
mal médico sino porque es indiscreto e irresponsable; su conducta es
inmoral al margen de la medicina. Sin embargo, debemos reconocer que
la confianza es un elemento fundamental de la relación médico-paciente
y aquel médico que transgrede el secreto profesional rompe el vínculo
de confianza con su paciente.
BIBLIOGRAFÍA
Beauchamp, T. L. y J. F. Childress. 2001. Principles of Biomedical Ethics. Oxford
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Santiago de Chile.
LA RESPONSABILIDAD
SOCIAL Y LA CIENCIA
Gina Martínez-Flisser*
INTRODUCCIÓN
La ciencia impacta a la sociedad ya que el conocimiento es traducido
en avances tecnológicos, médicos, medioambientales, de comunicación,
calidad de vida, etc. En las últimas décadas, la aplicación de la ciencia en
el quehacer cotidiano ha sido más evidente. Es por esto que un aspecto
que ha sido analizado, discutido y criticado por diversas corrientes de
la filosofía de la ciencia es la responsabilidad social de los científicos
en cuanto a los efectos negativos que puede generar el conocimiento
científico en la sociedad. Un ejemplo claro de esto es la utilización del
conocimiento científico para la construcción de la bomba atómica y el
armamento biológico. Varios académicos han discutido el control que
debe existir en la ciencia y el grado de responsabilidad que los científi-
cos deben tener en cuanto a las aplicaciones del conocimiento generado.
Una corriente teórica argumenta que el financiamiento para la ciencia
proviene principalmente de fondos públicos que existen gracias a las
aportaciones que la sociedad proporciona; sin embargo, el beneficio
de los descubrimientos no siempre es claro para la población, lo que
conlleva a un cuestionamiento profundo sobre las rutas, los fines y las
consecuencias del conocimiento científico. Esta corriente asegura que los
científicos son mayormente responsables de las aplicaciones del cono-
cimiento y deben ser los líderes en la discusión y en el control de estas
aplicaciones. Por otro lado, la perspectiva contraria asegura que existe
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una división sustantiva entre ciencia y tecnología, siendo la segunda
la aplicación práctica de la primera y la que debe responsabilizarse de
los efectos que el conocimiento genera. Ambas tendencias contienen
fragmentos de verdad; lo importante de esta confrontación ideológica
es que la sociedad está despertando, en gran parte, debido al acceso a
la información científica y a las consecuencias que la ciencia tiene en el
quehacer cotidiano del individuo.
La finalidad de este capítulo es ofrecer una visión diferente a la
discusión de la responsabilidad social en la ciencia, con base en la pers-
pectiva de la organización, no así del individuo, al presentar la ideo-
logía empleada en el sector privado como una herramienta teórica para
evaluar los impactos que las instituciones podrían tener y favorecer
un marco conceptual para la toma de decisiones y la evaluación de las
acciones de individuos y de organizaciones en la sustentabilidad de
la ciencia, la que se explica como algo más que solamente el enfoque
ambiental. El primer concepto de sustentabilidad se refiere a que la
organización debe asegurar las necesidades de los grupos de interés
(definidos como todos los grupos o los individuos que tienen una rela-
ción con la organización) directos e indirectos sin poner en riesgo los
requerimientos de los futuros grupos de interés. Sin embargo, este con-
cepto se ha ampliado al integrar la triple línea base (social, ambiental y
económica) al tiempo que se integran los aspectos de corto y mediano
alcance.
Dimensión ambiental
Una herramienta que ha probado su utilidad en el sector privado es
la administración verde, vinculada al desarrollo sustentable, que se
entiende como el cumplimiento de las necesidades actuales de la socie-
dad sin poner en riesgo la obtención de satisfactores en generaciones
futuras. La gestión verde es una herramienta muy útil para la adminis-
tración ética de los recursos que se utilizan en ciencia, ya que replantea
la manera en que se operan en relación con el medio ambiente y consiste
en la gestión de tres componentes:
Dimensión social
Uno de los aspectos a analizar es el rol del poder en la relación entre
el científico y la sociedad, así como la manera en que el impacto de
este poder se ha modificado sustantivamente en las últimas décadas;
los científicos cada día tienen una mayor influencia en el desarrollo de
políticas públicas y de acuerdos internacionales. Este poder conlleva a
un incremento en la responsabilidad, ya que la responsabilidad social
del científico está directamente relacionada con el poder social que éste
ostente y el científico que no utilice su poder social de manera respon-
sable lo perderá en el mediano plazo, pues los grupos no confiarán en el
líder y sus teorías carecerán de legitimidad.
Es en el aspecto social donde se deben analizar los impactos sociales
generados por la aplicación tecnológica de los descubrimientos cientí-
ficos y el rol social que debe jugar la ciencia en la creación de política
pública de modo imparcial. Es primordial incluir en el protocolo de
Dimensión económica
Los recursos económicos derivados a la ciencia generalmente provienen
del erario público, lo cual implica que los científicos tienen la obligación
de generar conocimiento relevante y utilizar los recursos de manera
efectiva. La rse asegura que uno de los pilares de las organizaciones es
Dimensión ética
La integración de factores éticos y legales que permitan evaluar el deber
ser social desde una perspectiva pragmática permitirán diseñar esque-
mas de control, evaluación y mejora que faciliten la introducción de nue-
vas prácticas al sector académico e incentiven liderazgos responsables
y éticos. Se han observado fallas graves en los liderazgos empresariales,
sociales, académicos y público; la transparencia, en un esquema de res-
ponsabilidad social, puede impulsar liderazgos más éticos y sostenibles
que aseguren el futuro del planeta, transformando las organizaciones de
impacto global y local en promotoras de una cultura colaborativa que
asegure la viabilidad de generaciones futuras.
El liderazgo que considere la inclusión de la ciudadanía y de las
organizaciones de la sociedad civil en la toma de decisiones dentro de
un marco ético, vislumbrando la sostenibilidad ambiental, económica
y social del contexto en el que se mueve el cometido político, permitirá
asegurar un futuro pleno para las generaciones venideras. La carencia
de un modelo ético para enmarcar las acciones de los tomadores de
decisiones del país conlleva al crecimiento caótico, al desarrollo desen-
Grupos de interés
Uno de los antecedentes importantes de la responsabilidad social es la
teoría de grupos de interés (stakeholder model) propuesta por Fassin y
Freeman, quienes analizan la relación de las empresas con sus grupos
de interés y el porqué deben atender las necesidades de todos los grupos
que se relacionan con su negocio y no sólo los intereses de los accio-
nistas. Freeman (2010) examinó cómo las presiones del mercado han
puesto a los tomadores de decisiones en una situación crítica; durante
muchos años no se consideraron a los grupos que afectan la operación,
CONCLUSIONES
Es recomendable que el grupo de investigadores realice una junta de
evaluación para asegurar que el beneficio de la información obtenida
sea mayor a los costos sociales, ambientales y económicos que genera.
BIBLIOGRAFÍA
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