La Poesía Posterior A La Guerra Civil (Teoría)
La Poesía Posterior A La Guerra Civil (Teoría)
La Poesía Posterior A La Guerra Civil (Teoría)
Curso 2023/2024
Al igual que sucedió con otros géneros, la Guerra Civil (1936-1939) y la consiguiente
instauración de la dictadura de Franco (1939-1975) supuso un corte radical en el discurso de la poesía
española. Miguel Hernández, en una de sus cartas, llegó incluso a decir “El poeta es el más herido en esta
guerra de España”. En el presente tema nos ocuparemos primero de la figura singular de Miguel
Hernández, activo hasta 1942, y después, de Blas de Otero, Gil de Biedma y Gloria Fuertes, tres de las
voces más destacadas de la década de los 50 y de los 60, respectivamente.
El poeta de Orihuela se sitúa a medio camino entre la Generación del 27 (tuvo relación con varios
de sus miembros) y la Generación del 36 (a la que pertenecía por su edad). Se trata de un poeta
excepcionalmente dotado, que conjuga la técnica más rigurosa con la inspiración popular, que parece salir
directamente del corazón (“la lengua en corazón tengo bañada”). Su breve trayectoria (vivió 32 años)
comienza con Perito en lunas (1934), escrito en octavas reales, bajo la influencia de la poesía de Luis de
Góngora, poeta barroco, que estudiaron y difundieron los miembros de la Generación del 27.
Su plenitud poética la alcanza con El rayo que no cesa (1936), compuesto en su mayoría de
sonetos de gran perfección sobre tres temas esenciales: la vida, el amor y la muerte. Es en esta obra en la
que logra una densidad expresiva que pule los excesos retóricos de su obra anterior. Aparte de los
sonetos, la gran composición del libro es la “Elegía a Ramón Sijé”, en tercetos encadenados, que no solo
es una de las más impresionantes elegías españolas, sino también uno de los grandes poemas de la
amistad. En El rayo que no cesa (1936) es crucial el descubrimiento del amor, un amor visto como fuerza
primitiva con acentos de orgullo varonil y campesino. La expresión de un erotismo desinhibido se
conjuga con la presencia de elementos religiosos (léxico de origen bíblico como “barro”, “polvo”,
“vientre”…) que se transforma para expresar un amor vital y desgarrado.
Durante la Guerra Civil, Miguel Hernández inicia su etapa de poesía comprometida con Viento
del pueblo (1937), con un lenguaje poético más claro y directo y una nítida preocupación social,
como vemos en “Aceituneros” (“Andaluces de Jaén…”), una de las más célebres composiciones. En El
hombre acecha el poeta se expresa de modo más personal, teniendo en cuenta como temática los
dolores de la guerra y la derrota final. Finalmente, en la cárcel compone la mayor parte de Cancionero y
romancero de ausencias (2938-1941), en el que, con una métrica y un lenguaje neopopularistas, canta el
amor a la esposa y al hijo, su situación de prisionero y las consecuencias de la guerra. De esta época son
las célebres “Nanas de la cebolla”, estremecedor poema dedicado a su hijo.
Cabe señalar a otros representantes en este período, que suelen adscribirse a uno de los siguientes grupos:
los arraigados y los desarraigados. Esta clasificación, si bien no tajante, sirve para diferenciar a los
autores de la España vencedora (Leopoldo Panero o Luis Rosales) —cuyos versos hablan de religión,
familia y naturaleza— de los demás (Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre). Estos últimos se preocuparon
más por el fondo que por la forma y pintaron un mundo desordenado y caótico. Sus poemas están cargados
de angustia y humanidad.
1
2º Bachillerato
Curso 2023/2024
La poesía social (1950-1965) arranca de la poesía desarraigada de la década anterior, pero supera su
pesimismo y angustia con el tema de la solidaridad. Los poetas sociales toman ejemplo y opinan que la
poesía es un arma cargada de futuro, pues contribuye a despertar las conciencias dormidas de los lectores.
El poeta ha de tomar partido y no dar la espalda a la sociedad contemporánea. Surge entonces una poesía
comprometida, urgente e inmediata. Son temas habituales, además de la solidaridad, la represión, la
injusticia, la lucha por la libertad y la preocupación por España. Su temática es, por lo tanto, realista. Es,
además, una poesía testimonial, pues pretendía dar testimonio crítico del momento. Se centra en el aquí y
en el ahora de la realidad española. Destacan los siguientes autores:
BLAS DE OTERO
La obra de Blas de Otero resume varias décadas de poesía en lengua castellana. Nacido en 1916
en Bilbao, escribió en su juventud poemas de inspiración religiosa y forma clásica. Su obra acepta una
división en tres etapas:
- Poesía existencial: se inicia en la poesía religiosa con Cántico espiritual, pero introduce un
cambio con Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, poemarios que marcaron su
adhesión a la poesía desarraigada. Otero los fundió bajo el título Ancia, un ciclo poético
dominado por un angustioso sentimiento de desarraigo. Se trata de una poesía metafísica que se
interroga acerca del sentido de la existencia, del ser humano y de su destino. A menudo adquiere
tintes religiosos, pero su Dios es terrible y parece complacerse con el dolor y la muerte de sus
criaturas. El “yo poético” se siente solo, abandonado, y dirige a Dios preguntas sin respuesta.
- Poesía social: se inicia con Pido la paz y la palabra, poemario en el que se consolida el paso del
“yo” al “nosotros”, de Dios al ser humano concreto. y continúa con En castellano, Esto no es un
libro y Que trata de España. El poema “A la inmensa mayoría” hace explícito su cambio de
actitud: en su búsqueda solitaria, el poeta se encuentra con «los otros»: «Definitivamente, cantaré
para el hombre». Y en su canto, dos vocablos se convierten en claves: la palabra, que permite a
todo hombre gritar su protesta, y la paz, para que España pueda vivir sin la muerte y la injusticia.
- Última poesía: en los años setenta, vuelve a una poesía de carácter reflexivo, pero más centrada
en aspectos autobiográficos, observada en Hojas de Madrid e Historias fingidas y verdaderas.
GLORIA FUERTES
Esta autora nace en Madrid en el seno de una familia humilde, vinculada desde muy joven a una
máquina de escribir, lo que le permitió, por un lado, sustentarse económicamente y, por otro, entrar en
contacto con la literatura.
El conjunto de la obra de Gloria Fuertes se caracteriza por la ironía con la que trata temas tan
universales como el amor, la soledad, el dolor o la muerte. Despuntan las metáforas vanguardistas, los
juegos lingüísticos y el carácter fresco y sencillo de sus poemas, dotados de una gran musicalidad y
cadencia cercana al lenguaje oral.
2
2º Bachillerato
Curso 2023/2024
Ante el agotamiento de la poesía social hizo su aparición la Generación del medio siglo, es decir,
la de los poetas que vivieron la guerra siendo niños. Sus primeros libros están enmarcados en la línea de
la poesía social, pero más tarde apostaron por la renovación temática y formal: muestran una
preocupación por el ser humano, pero huyen de todo tratamiento patético. Además, dan muestras de
inconformismo, pero cierto escepticismo les aleja de la poesía social. Frente al realismo social se
consolida entonces una poesía de la experiencia. De acuerdo con esto, su temática se caracteriza por un
retorno a lo íntimo (el tiempo, la nostalgia de la infancia, el amor, la amistad) y la atención a lo cotidiano.
En relación a su estilo, es claro el alejamiento de la poesía social. (Algunos autores incluyen la figura de
Gloria Fuertes dentro de esta década).
Su poesía es una de las que mayor influencia ha ejercido en las generaciones más recientes. Gil de
Biedma pertenece a la llamada Escuela de Barcelona, grupo de poetas integrado en la promoción de los
60, que renueva la lírica en esta década. Para ellos la poesía es una forma de conocimiento: el poema es
una exploración mediante las palabras, una “revelación de los encubierto”. Estos poetas ponen mayor
énfasis en lo personal que en lo colectivo. De este modo, en la polémica entre poesía como comunicación
y poesía como conocimiento adopta la postura intermedia: poesía como experiencia. Así, sus temas son la
evocación de la infancia y de la adolescencia como paraíso perdido, a causa de la Guerra; el paso del
tiempo y la nostalgia por la brevedad de la vida; el amor y la amistad; la crítica de la situación
española; la reflexión sobre la poesía… Tienden al verso libre y cultivan un lenguaje antirretórico
(elaboración artística del discurso conversacional). La poesía de Gil de Biedma ofrece también una
exaltación del amor y del erotismo vivido libremente, frente a la hipocresía y a los convencionalismos.
Destacamos sus obras Moralidades (1966), Poemas póstumos (1968-1970) y Las personas del verbo
(1975, 1982).
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2º Bachillerato
Curso 2023/2024
- DÉCADA DE LOS 50
-DÉCADA DE LOS 60