Manual Del Rito
Manual Del Rito
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El Rito del Útero
El 13vo Rito de Munay-Ki es un linaje espiritual. Es una bendición para nuestro útero, que
es un lugar de creatividad. Este rito nos trae una transformación enorme de la energía y
nos ayuda a tener equilibrio de nuestro centro de la creatividad. Muchas mujeres todavía
sienten el dolor y pena de sus madres, abuelas y antepasados, algunas tuvieron
experiencias traumáticas en esta vida las cuales no las dejan estar felices y con alegría.
La energía de cura de esta bendición va a activar el poder femenino.
El espíritu femenino de la selva nos recuerda esta vital y simple verdad: “El útero no es
un lugar para guardar miedo o dolor; el útero es para crear y dar luz a la vida”.
Muchas veces hemos visto perdido nuestro poder personal por errores y fracasos. Nos
conectamos más con el mundo racional que con nuestro mundo emocional. Todo esto lo
cargamos en nuestro útero y vamos perdiendo nuestro ser femenino.
El útero es el símbolo del poder, creatividad y a la vez es el símbolo del receptáculo donde
nace una nueva vida. Y esto no sólo tiene que ver con la vida humana, si no dar vida a
cualquier situación o proyecto que queramos en nuestras vidas.
Hemos recibido el rito del útero de un linaje de mujeres medicina. Este rito es una manera
de comenzar el proceso de limpieza de nuestro ser femenino y nos ayuda a fortalecer
nuestro poder y nuestra creatividad tan trascendente en nuestras vidas.
“Cada mujer que se sana a sí misma contribuye a sanar a todas las Mujeres que la
precedieron y a todas aquellas que vendrán después de ella”.
Christiane Northrup
Origen
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Casi dos centenares de mujeres se reunieron en ceremonia en el Instituto Omega el
Sábado, 11 de octubre de 2014 para ser las primeras en recibir una transmisión energética
del rito- de un linaje de mujeres de la selva amazónica.
Con un semicírculo de hombres golpeando y cantando en el perímetro de la habitación,
cada mujer caminó un camino metafórico a través de las trompas de Falopio y el útero;
donde fueron recibidos por una mujer chamán que administró el “13° Rito del Munay-Ki”
-El Rito de la Matriz- con la intención de sanar en las mujeres los sufrimientos que llevan
en su vientre.
Habiendo recibido las semillas de la curación, cada mujer transitó el canal de parto
ceremonial en la nueva vida - saludado y apoyado en el amor por los hombres.
Marcela Lobos fue la primera en recibir el Rito 13° en marzo del año 2014, un viaje de
doce años que nunca podría haber previsto en el año 2002, cuando tuvo un sueño que dio
comienzo a todo.
En este sueño, soñó que estaba embarazada de un bebé muerto. Habiendo crecido en
Chile, un país de la dictadura y el terrorismo, el miedo estuvo siempre en las puertas de
Marcela y en sus sueños, el terror casi la paralizó, vio como cuatro parteras de blanco
ayudaron a parir a su bebé muerto, mientras que hombres armados hacían la guerra
puertas afuera. Ella despertó, sobresaltada y agitada, sintiendo que el sueño era
significativo, pero sin entender su significado.
Dos años más tarde, mientras organizaba su habitación, uno de sus diarios íntimos cayó
al suelo abierto en la página de la descripción de su sueño. Después de una lectura
superficial, lo dispuso de nuevo en el estante para centrarse en sus tareas cuando un
golpe brutal llegó a su puerta. Como sucede con las personas con síndrome de estrés-
postraumático, Marcela fue transportada al instante a su pasado de guerra, el terror y la
opresión y ella en espiral cayó en un pánico incontrolable. Ella había estado estudiando la
Rueda de la Medicina en la Sociedad Los Cuatro Vientos y oyó una voz decir, “Marcela, se
aplica lo que se sabe”. En ese momento, un espíritu jaguar hembra apareció: “Yo te
enseñaré el camino del guerrero luminoso. Concéntrate en tu luz”.
Todo le parecía negro a Marcela, pero a medida que aplicó los principios que había
aprendido, una luz tangible llenó la habitación y la rodeaba. Los golpes continuaron, pero
su terror rápidamente comenzó a retroceder. Fue entonces que las cuatro parteras de su
sueño aparecieron de la chimenea y le dijeron: “Ahora es el momento de entregar ese
bebé muerto”. En ese momento Marcela comprendió que su “bebé muerto” era el miedo
que había llevado en lo profundo de su vientre durante casi tres décadas”.
Marcela se acercó al fuego como ese linaje de mujeres que se adelantan. Puso las manos
sobre su vientre y tiró ese miedo al fuego. Cuando Marcela pregunto al recibirlo ¿Por qué
a mí? Le respondieron: “Porque tú eres esposa del Dr. Alberto Villoldo quien compartió el
Munay-Ki con el mundo occidental, y debe ser una mujer quien lo entregue”, respondió el
linaje. Más tarde, en el baile de la celebración, las mujeres le dijeron: “Ahora usted tiene
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el conocimiento, y la plataforma adecuada para transmitir este mensaje al mundo.
Estaremos cerca suyo y seguiremos enseñándole”.
Durante diez años, este linaje de la mujer refuerza y apoya a Marcela en su formación
chamánica y se puso a su lado mientras conducía los viajes a la selva amazónica y a los
Andes.
Pero, no fue hasta marzo del año 2014 que a Marcela se le dijo que era hora de compartir
el rito de la matriz. Ella estaba liderando un grupo de mujeres para trabajar con los
chamanes femeninos de la Nación Shipibo en la selva. Durante un viaje chamánico con
ellos, Marcela se reunió de nuevo con las cuatro parteras que le dijeron: “Marcela, su útero
está listo para ofrecer el 13 Rito del Munay-Ki para las mujeres. Vamos a darle una
transmisión”.
Y las mujeres procedieron a transferir jugo verde brillante de una selección de plantas en
cada vena del cuerpo de Marcela. Cuando este jugo verde de la vida rodeó su vientre se
hizo como una esfera de neón de la energía.
Esta fue una purificación de mi cuerpo y la psique -dijo Marcela. “Y al darme la
medicina de la selva, me dieron el rito”.
El linaje tocó el vientre de Marcela impregnándolo de las siguientes palabras: “El vientre
no es un lugar para almacenar el miedo y el dolor. El vientre es para crear y dar a luz a
la vida”.
A Marcela se le dijo que a la primera persona que tenía que ofrecer el rito era su madre.
Y así visualizó a su madre y sintió como sus vientres se volvieron uno. Ella susurró el rito
a su madre y vio el vibrante verde de su propio vientre transferido a los herederos.
Marcela continuó “recibiendo instrucciones” y le dijeron cómo llevar esto a un
público más amplio… “Ahora debes entregarle este rito a todas las mujeres que puedas
para que ellas lo entreguen a todas las mujeres que ellas puedan… y así sanar el útero de
las mujeres desde dónde nace la humanidad… que curaría los hombres y que así sanaría
el útero de la Madre Tierra de dónde nace toda la vida que vive en ella”. Concluyó el linaje.
Y el 11 de octubre se puso en marcha el Rito de la Matriz con las mujeres en Omega. Una
semana más tarde se dio el rito a otras doscientas mujeres en California, y para otras
doscientas mujeres en Miami a finales de mes. Todas las cuales ahora son capaces de
ofrecer el rito.
El 30 de octubre, Marcela escribió esta carta a las mujeres que han recibido el rito:
Estimadas señoras,
Estoy muy agradecida a cada una de ustedes que recibió el Rito de la matriz, y
también estoy agradecida que deseen compartirlo con otras mujeres. Me siento completa
con la tarea de dar a luz este rito al mundo.
Ahora pertenece a todas las mujeres que estén abiertas a recibirlo, y también a los
hombres a quienes les resulta esencial para su sanación.
Ahora les toca el linaje de seguir creciendo esta sanación a las cuatro direcciones del
mundo, y de esta manera, traer sanidad a nuestra Tierra.
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Y ahora usted es el linaje tanto como yo soy el linaje. Nos estamos convirtiendo en
mujeres, que se liberaron del sufrimiento.
Nutran el rito hasta que no haya más miedo o dolor en sus vientres. Mucho amor siempre,
Marcela Lobos
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¿Por qué el 13° y no el 10° Rito?
Antes del Rito del Útero había nueve ritos Munay-Ki.
Aunque el rito del útero es el décimo rito que se nos ha entregado, es un rito femenino
por lo cual no tiene que seguir la linealidad.
El linaje que entregó este rito quiere que honremos a las trece lunas de un año, que están
conectados a los ciclos de la matriz.
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Este rito es para sanar el útero y, ocasionalmente, hay un hombre que siente la necesidad
de sanar su vientre psíquico. A veces, estos hombres tuvieron experiencias
muy traumáticas en los vientres de sus madres, o tuvieron una relación muy disfuncional
con el aspecto femenino de la vida.
Si un hombre pide recibir este rito con un corazón sincero, entonces es apropiado
compartirlo con él.
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La naturaleza de la mujer le permite con facilidad estar conectada con la energía de la
Gran Madre, con la Madre Tierra y con el poder de lo sagrado femenino, y a través de esto
con la energía sexual que es un flujo poderosísimo que nos ancla a la materia; si la
sabemos dominar y usar a nuestro favor nos dará un gran poder, pues es esta misma
energía la creadora de la ilusión, de lo que conocemos como real, como mundo material.
El chakra encargado de esta conexión con la energía sexual o de la Madre Tierra es el
Chakra Raíz que permite una conexión total y al usar faldas se permite el flujo de energía
activa constantemente.
La práctica, el dominio y el trabajo con este centro energético nos permiten reactivar el
poder dentro de nosotros, para poder manejar la materia. La mujer es la poseedora en
gran parte de esto, pero justamente ha bloqueado por ignorancia este centro hasta el
grado de casi desaparecerlo, y con ello muchas cosas se ponen en riesgo y en caos. Al
estar bloqueado este puente de donde se extrae la energía necesaria para mantener el
sistema, la ilusión o materia en un orden perfecto como creadores, teniendo el control de
nuestra creación, se cancela toda posibilidad de dominio de lo antes mencionado, y el
cuerpo físico también empieza a descomponerse, a alterarse, a estar desequilibrado, y
por ende todo el mundo externo también.
Los antiguos sacerdotes Atlantes, Egipcios, así como Jesús, Buda entre otros, usaban
faldas, permitiendo la comunicación constante y el flujo de energía entre la tierra y el área
sexual, la misma que les daba poder; aún en nuestros días los sacerdotes y gente que
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maneja el poder usan faldas, para tener este puente energético activo. La mujer moderna
no tiene idea de lo que ha hecho con el uso del pantalón: está bloqueando por completo
el paso de la energía de la Diosa (de la Tierra) hacia el útero, que es en donde se puede
crear todo con el uso o enfoque mental y así tener más poder sobre lo externo y lo interno.
Es necesario que la mujer regrese al uso de las faldas, para que vaya sanando día a día
este puente, y haciendo que su chakra raíz esté firme, pleno y poderoso, brillante, para un
mayor poder, y de esta forma levantar la energía kundalini, para bien de ella y del planeta.
Una mujer que usa pantalón tendrá dificultad para reactivar esta energía de la kundalini,
la energía sagrada sexual en ella, para su propia curación y despertar; la meditación sólo
le ayudará a la reconexión de los chakras superiores, trabajando sólo la energía masculina
del Padre o Dios.
Cuando una mujer usa una falda facilita la importante conexión entre la energía de la
Madre o Diosa y su área sexual, que es el centro de creación, formación y poder femenino.
Entonces esta energía se concentra, dándole a ella la oportunidad de usarla de forma
ilimitada para cualquier cosa, entre ellas curar a personas, predecir el futuro, curarse a sí
misma, canalizar, armonizar, dominar, guiar, materializar. Esto sucede con el flujo de
energía que se logra al usar falda.
La mujer actual no tiene idea de lo que activa, de la cantidad de energía que está moviendo
al usar falda. Dependiendo del tipo de falda, la energía será sexual, jovial y de vitalidad, o
sagrada y de guía de luz. Con una falda larga la conexión con la tierra es como una especie
de túnel cerrado que permite más capacidad y sabiduría. Además, cuando una mujer vista
una falda tendrá más admiración, respeto, atracción y magia sobre los que la rodean,
aunque no sean conscientes de lo que está pasando.
Espacio Sagrado
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Es muy importante crear un ambiente acogedor que invite al linaje a venir cuando
compartes el rito. Si el espacio se siente atractivo para ti y para las mujeres que van a
recibir el rito, entonces también será atractivo para el linaje.
Interior
Si la ceremonia va a suceder en un espacio interior, entonces debes construir un altar. No
necesita ser grande o complicado, pero si debe evocar belleza y sacralidad. Sobre una
superficie plana, como una mesa o un banco, coloca una manta bonita y en el medio de
ella un recipiente con agua. Este es el elemento más importante del altar ya que el agua
absorberá las oraciones de la ceremonia y luego se la ofrecerás a la Tierra para su
sanación.
A continuación, puedes añadir trece velas alrededor del agua para honrar las trece lunas
del año y también para activar el altar con el fuego. Por último, puedes mejorar el espacio
y la ceremonia agregando flores o pétalos de flores en el altar (especialmente lavanda y
rosas).
Después de seguir estos pasos conéctate con tu intuición y con el linaje para saber si
debes agregar alguna otra cosa. Haz una pregunta y sintonízate para recibir la respuesta,
recordando que tú también eres el linaje.
Exterior
Si tienes acceso a algún lugar en la naturaleza que sea atractivo y acogedor puedes
realizar la ceremonia allí. Una laguna o lago es especialmente ideal porque representa el
útero de la Tierra y queremos compartir esta sanación con Ella. Pero, también puede ser
debajo de un árbol, en un bosque, juntó a una gran roca, junto a un río, en una montaña,
o en cualquier lugar que te ayude a comulgar con el carácter sagrado de la vida.
Ofrenda
Ya sea en interiores o al aire libre, es importante compartir la sanación con la Madre Tierra.
Cada mujer que recibe el rito puede ofrecer una oración de sanación para ella.
Si estás en un lugar interior, puedes utilizar los pétalos de las flores para soplar en ellos
tus oraciones y luego ponerlos en el recipiente con agua. Al final de la ceremonia vacías
esa agua directamente sobre la tierra, o se la das a un río o a un lago.
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Si estás al aire libre, también puedes soplar tus oraciones en los pétalos y dárselos
directamente a la Madre Tierra. Si sientes que hay algo más apropiado en que soplar tus
oraciones, confía en tu intuición.
Tierra: Como su nombre lo indica lo que necesitamos es Tierra, puede ser un puñado de
tierra en un recipiente. Puede ser una maceta con una planta viva. Puede también ser una
piedra, cualquier piedra, ya que esta representa al elemento tierra. Lo que no representa
tierra son flores cortadas, ramas, semillas, pétalos, hojas de la naturaleza. Estas se
consideran ofrendas, pero no son tierra.
El elemento tierra significa lo que nos sostiene, nos cobija, los que nutre, alimenta,
provee, lo que nos aterriza.
Agua: Pues lo mejor en este caso es lo más simple, o sea, colocar un vaso, una copa o
un recipiente con agua y mejor si está medio lleno o lleno. Después puedes agregar
adornos con agua como fuentes u otros implementos. Pero para empezar es bueno
distinguir cada elemento, por lo tanto un vaso con agua es genial!
El elemento agua significa: Las emociones y sentimientos, elemento de regeneración
espiritual. Es el origen de la vida, de todo.
Fuego: Una o varias velas (13 lunas).
El elemento fuego significa: Fuerza interior, la fuerza de voluntad, la pasión e inspiración.
Aire: Inciensos… cuantos quieras, juntos o separados, cerca de las velas, sobre frutos u
otras ofrendas… pero inciensos… el humo representa el elemento aire. Como agregado se
pueden poner plumas, móviles que se mueven con el viento.
El elemento aire significa: Nos da vida con cada inhalación, es creatividad, palabra,
inspiración.
Acomodamos todos los elementos sobre una mesa, en el lugar donde sentimos que es
necesario colocarlo o donde vayamos a realizar nuestro ritual. Prendemos las velas,
prendemos los inciensos y pedimos a nuestros guías o seres de luz, ángeles guardianes
o deidades en las que creamos. Les pedimos que nos acompañen y que activen con
nosotros el altar, colocarnos un chal o pashmina, símbolo de la divinidad que habita en
nosotras, las flores representan la sexualidad, los cuencos representan nuestro útero.
En este momento, para mayor conexión y para compartir nuestra energía con el altar,
podemos cerrar los ojos, respirar profundamente, colocar las palmas de las manos en
dirección al altar y sentir la conexión.
Poco a poco nos iremos familiarizando más con el altar y le podemos agregar todo lo que
nos parezca necesario, adornos, ofrendas -flores, frutas, semillas-, más imágenes, más
velas, más piedras.
Yo soy tu, tu eres yo .Sanando Juntas!!
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A LOS VIENTOS DEL SUR: Hatun Serpiente, Sachamama, Gran Serpiente, ven y
envuélvenos en tus círculos de luz y amor. Abre este espacio sagrado para mí, mis
hermanas, hermanos y haz de este espacio un lugar de amor y cambio; ven y enséñanos
a despojarnos del pasado del mismo modo que te despojas de tu piel; ven y enséñanos las
maneras del cambio y a caminar con impecabilidad y suavidad sobre la Tierra. Enséñanos
el Camino de la belleza.
A LOS VIENTOS DEL OESTE: Hatun Puma, Otorongo, Gran Jaguar, Madre Jaguar, ven y
abre este espacio de medicina para mí y mis hermanas, hermanos, rodéanos con tu fuerza,
haz de este espacio un lugar sagrado de amor y cambio. Ven y enséñanos el camino de
la paz, a vivir impecablemente, sin adversarios, a ser guerreros luminosos. Ven y
enséñanos a caminar sin dejar huellas sobre la tierra y la nieve. Muéstranos el camino
más allá de la muerte.
A LOS VIENTOS DEL NORTE: Gran Colibrí, Siwer qenti, tú que atraviesas continentes y
huracanes sin perder un ápice de tu belleza, abre este espacio de medicina para mí y mis
hermanos, haz de este espacio un lugar de amor y cambio, enséñanos a absorber el néctar
de la vida. A los Pampa Mesayok, Alto Mesayok, Kurak Akuyak, abuelos, abuelas,
ancianos de los días que pasaron y pasarán, a nuestros antepasados, vengan, calienten
sus manos en este fuego, y hagan de este espacio un lugar sagrado; vengan y susurren
nos con el viento lo que necesitamos oír. Los honramos!
A LOS VIENTOS DEL ESTE: Hatun Kuntur, Gran Cóndor de los Andes, Gran Águila,
vengan a nosotros desde el lugar del sol naciente, ustedes que son los primeros en ver
el sol naciente y portan los mensajes de Dios, vengan y abran este espacio medicinal para
mí, mis hermanos y hermanos. Hagan de este espacio un lugar de amor y de cambio, y
dennos su visión más alta de la vida y los problemas. Enseñennos a volar, ala con ala con
el Gran Espíritu.
PACHAMAMA. Madre Tierra, Madre Hermosa, nos reunimos en tu nombre para pedir
sanación para tus hijos, abre este espacio de medicina para mí, mis hermanas y
hermanos, tú que nos tienes pegados a ti por la fuerza de tu amor, te damos las gracias
por todas nuestras relaciones, por el pueblo de las piedras, por el pueblo de las plantas,
los de cuatro patas, los de dos patas, los que se arrastran por el suelo. Los que tienen
aletas, los que tienen pelaje y los que tienen alas. Todos nuestros semejantes. Ven y
transforma en abono beneficioso la energía que te enviaremos.
INTITAYTA, Padre Sol, Mamaquilla, Abuela Luna, a las Naciones de las Estrellas, Gran
Espíritu, tú que eres conocido por mil nombres y que eres Innombrable. Abran este
espacio de amor y cambio para mí y mis hermanos, haciéndonos uno con el Universo.
Gracias por permitir que estemos juntos y permitirnos cantar la canción de la Vida."
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cambiar de piel cada vez de nuevo. Quien me enseña a seguir mi sendero de Amor y me
guía en el sendero de la belleza interior.
Damos las Gracias a los Vientos del Oeste, invocamos a la Madre Jaguar quien protege
nuestro espacio medicinal y nos muestra el camino de la suavidad y la paz. Quien nos
enseña a vivir llena de desaposesiones, sin angustia y quien nos muestra el camino más
allá del Miedo, más allá de la muerte.
Damos Gracias a los Vientos del Norte, al hermano Colibrí. Saludos a los Abuelos,
Abuelas y Antepasados quienes vienen a mí y calientas sus manos en el Fuego.
Respetamos a todos los Seres con los que hemos vivido y a toda nuestra descendencia
que vivirá en el Futuro.
Damos Gracias a los Vientos del Este, a la gran Águila, al Cóndor quien vienen a nosotros
desde su lugar tranquilo, cerca del sol naciente, nos muestran las alturas en donde solo
nos atrevemos a soñar. Quienes nos enseñaron a volar, aleteo por aleteo conectados con
la gran fuerza del Espíritu.
Damos las Gracias a la Madre Tierra, Invocada en Amor, quien ve que nos hemos reunido
para sanar a sus Hijos. Por los minerales, vegetales, los de cuatro patas, dos piernas, los
que nadan, los que vuelan y los que se arrastran. Todos nuestros familiares.
Damos las Gracias al Padre Cielo, Abuela Luna, hasta el reino estelar Gran Espíritu, Usted
que se hace llamar con más de Cien Nombres diferentes y al cual no se puede poner
nombre. Le agradecemos por reunirnos y por enseñarnos a entonar la canción de la vida
para poder llevar una vida iluminada cada día.
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* Nos vamos a sentar cómodamente, asumiendo una posición cómoda, la espalda recta
y las manos sobre el regazo sosteniendo la piedra.
* Cerramos los ojos suavemente, respiramos lenta y profundamente inhalando por
la nariz y exhalando por la boca.
* Al exhalar liberamos cualquier tensión o preocupación que pudiéramos tener mientras
continuamos respirando suave y profundo, nos vamos soltando y empiezan a
concentrarse solamente en mis palabras.
* Nos vamos relajando tranquilamente percibiendo como nuestro cuerpo se va relajando
poco a poco y va ingresando en una completa relajación.
* Dejamos ir todas las tensiones acumuladas.
* Nuestra mente se va vaciando, soltamos todos los pensamientos que nos distraigan,
no le ponemos atención ahora. Simplemente exhalamos y dejamos ir.
* Estamos relajados. Respiramos suavemente, casi imperceptiblemente.
* Nuestro cuerpo está relajado, nuestra mente esta relajada, las tensiones y
preocupaciones del día ya no están, ya nada nos molesta.
* Todo nuestro ser esta relajado, tranquilo y en paz.
* Observamos como nuestro cuerpo y mente han entrado suavemente en un estado físico
y mental que nos hace sentir muy bien, disfrutamos ese estado.
* Sentimos gratitud por nuestro cuerpo, nos encontramos en un estado de gran
tranquilidad y armonía.
* Advertimos como crecen raíces de nuestros pies que se van hundiendo a través de
la oscuridad de la tierra mientras nos conectan y anclan permitiéndonos recibir la energía
dorada que ella emana, ahora nos sentimos enraizados y equilibrados mientras
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la energía va subiendo por nuestras piernas, recorre nuestro cuerpo hasta llegar a nuestro
corazón, donde sentimos la conexión amorosa con la tierra.
* En este momento miramos hacia arriba y vemos la Luna Llena hermosa y radiante por
encima de nuestra cabeza su belleza nos baña en una luz plateada, nos abrimos a su
luz y permitimos que ingrese a través de nuestro chakra corona, desciende por nuestro
cuerpo y recibimos esta luz en nuestro corazón donde se mezcla con la luz dorada.
* Apreciamos una cálida sensación y nos sentimos completamente centrados en nuestro
interior.
* Ahora en este estado que nos encontramos, nos metemos dentro de nuestro útero, allí
hay un portal, lo cruzamos e ingresamos a un lindo valle.
* Caminamos por el valle hacia una montaña, la escalamos y bajamos hacia el otro lado,
vemos un río y lo cruzamos nadando.
* Llegamos hacia un bosque. En el Bosque hay un gran “Árbol Portal” con enorme
y ancho tronco, ramas extensas, hermosas hojas y frutos rojos brillantes como joyas, nos
metemos por el portal en su tronco y viajamos hacia el útero de la Madre Tierra.
* Desde el útero de la tierra, se abre un portal y viajamos al útero de nuestra mamá, allí
sanamos, perdonamos, bendecimos, llenamos de luz y amor todo lo que haya que sanar….
y nos abrazamos llenándonos de alegría (1era. Generación).
* Se abre un portal y viajamos al útero de nuestra abuela materna, allí sanamos…. (2da.
Generación).
* Se abre un portal y viajamos al útero de nuestra bisabuela materna, allí sanamos…
(3era. Generación)
* Se abre un portal y viajamos al útero de nuestra tatarabuela materna, allí sanamos…
(4ta. Generación)
* Se abre un portal y viajamos al útero de la mamá de nuestra tatarabuela, allí
sanamos… (5ta. Generación)
* Se abre un portal y viajamos al útero de la abuela de nuestra tatarabuela, allí
sanamos… (6ta. Generación)
* Se abre un portal y viajamos al útero de la bisabuela de nuestra tatarabuela, allí
sanamos… (7ma. Generación)
* Pedimos limpie el ADN familiar de toda programación negativa de enfermedad, carencia,
desamor y sufrimiento que haya sido programado, que se disipe toda oscuridad y sea
transformada en luz dentro de mi árbol familiar.
* Ya estamos listas para iniciar el camino de regreso por los 7 úteros, saliendo del tronco
del árbol portal, cruzando de regreso el bosque, el río, la montaña y el valle. En el valle
hay una puerta que nos lleva de vuelta a nuestro útero.
* Allí en nuestro útero vamos a pedir que tanto yo como las siete generaciones posteriores
a mi puedan vivir siguiendo el dictado de su esencia, libres de toda carga y en perfecta
unión de corazón, mente y esencia recorriendo el camino de la vida como una experiencia
de integridad y gozo.
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* Ahora somos bañados en una poderosa y brillante luz dorada y plateada en nuestro útero.
Atrás quedan borradas todas las memorias de dolor y abierto ahora está el camino del
poder sagrado femenino. Podemos mirar hacia adelante viendo mujeres que caminan por
el mundo sanándolo con su sola presencia.
* Lentamente vamos a ir dejando este espacio, vamos a ir regresando muy lentamente,
siempre respetando nuestros tiempos internos, vamos a comenzar a volver.
* Regresamos y vamos lentamente volviendo a nuestro cuerpo, regresamos y hacemos
una respiración profunda, sintiendo el aire que entra en nuestros pulmones, sintiendo
ahora nuestro cuerpo físico, liberamos el aire mientras regresamos al interior de nuestro
cuerpo.
* Nos movemos y nos estiramos lentamente a medida que vamos liberando el aire, cuando
se encuentren listos, lentamente van abriendo los ojos, volviendo al lugar de donde
salimos, regresando nuestra atención al aquí y al ahora.
* Nuestra meditación ha terminado, al abrir los ojos nos vamos fijando en los cambios
que sentimos en nuestro interior, en nuestra manera de sentir y de percibir las cosas.
¿Cómo se hace?
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✿Primero la facilitadora levanta los brazos hacia el cielo y se conecta con su Linaje, con
sus madres, abuelas, bisabuelas y con cualquier mujer que haya sido importante para ella.
✿Segundo, la facilitadora coloca las manos en su útero y recita la frase:
"El útero no es un lugar para guardar miedo o dolor,
el útero es un lugar para crear y dar luz a la vida".
✿Tercero, la facilitadora coloca las manos en el vientre de la persona que va a recibir el
rito y le dice la misma frase.
(Otra opción es que la persona que recibe el rito ya tenga las manos en su vientre, y que
la facilitadora coloque las manos sobre las manos de la persona que recibe)
"El útero no es un lugar para guardar miedo o dolor,
el útero es un lugar para crear y dar luz a la vida".
✿Cuarto, la persona que lo recibe sella el rito en su interior, colocando ambas manos en
el vientre y repitiendo:
"El útero no es un lugar para guardar miedo o dolor,
el útero es un lugar para crear y dar luz a la vida".
A partir de ese momento, la persona que lo recibió ya posee el rito. Si lo desea puede
invocar al linaje y pasárselo a otra persona del círculo.
Tradicionalmente tiene que haber agua cerca del lugar donde se realiza el rito, así sea
agua en un río o lago, o en un cuenco o vaso. Las mujeres toman flores, pétalos u hojas,
piedras o cristales, las cargan con amor y deseos, y colocan los las flores, pétalos u hojas
en el agua.
Luego ofrendan juntas el agua a la tierra.
Activas el rito dentro de ti misma poniendo ambas manos sobre tu vientre y repitiendo:
“El útero no es un lugar para guardar miedo o dolor; el útero es para crear
y dar luz a la vida”.
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Luego colocas la mano izquierda en tu corazón y la derecha en tu útero y repites: “El útero
no es un lugar para guardar miedo o dolor; el útero es para crear y dar luz a la vida”.
Transmites esta sabiduría desde tú útero al útero de ella colocando tu mano derecha y
repites:
“El útero no es un lugar para guardar miedo o dolor; el útero es para crear
y dar luz a la vida”.
Por último colocas sus manos sobre su útero y las tuyas sobre las de ella diciendo: “El
útero no es un lugar para guardar miedo o dolor; el útero es para crear y dar luz a la vida”.
Ella confirma que ha recibido esta sabiduría en su útero repitiendo junto contigo.
Sanemos nuestro útero; sanemos los úteros de nuestras madres, hermanas, e hijas. Y de
esta manera brindémosle sanación a nuestra Madre Tierra.
Abrazo el Amor, Abrazo la libertad sin miedo. Abrazo la alegría sin dolor.
Abrazo la compasión sin Rabia.
Abrazo la paz sin pena.
Abrazo el Amor.
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¿Por qué es importante sanar las memorias uterinas? Sigue leyendo y vas a comprobar
los años de sanación que te va a proporcionar esta oración.
Nosotros somos la suma de nuestras generaciones pasadas y todos los errores de
nuestros ancestros se ven reflejados en nosotros. Por eso es muy importante elevar y
honrar a nuestros antepasados.
Según se desprende de la filosofía Taoísta y Budista, “nosotros”, estamos ligados
espiritualmente a siete (7) generaciones de antepasados.
Esto quiere decir, que si hoy nosotros somos seres con luz, debido al camino que hemos
elegido, nuestros antepasados, buscan y necesitan de “esa LUZ”…
Cada noche antes de irte a dormir hónrate a ti misma y honra a tus ancestros, sintiendo
infinito respeto hacia ellas por venir antes que tú a esta vida…
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Una que empieza a despertar después de un largo sueño y se encuentra queriendo
reconectar con la esencia de la vida. Este Rito es un regalo de la sabiduría ancestral, del
linaje medicina femenino que busca sembrar una semilla de luz en tierra fértil, para
restablecer el equilibrio de la energía femenina y masculina, perdida y sofocada durante
tanto tiempo.
El objetivo es, que a través de esta iniciación podamos sanar nuestras heridas, el pasado
doloroso, las tristezas, frustraciones; esas huellas que drenan nuestro cuerpo de luz.
Conectar con lo divino y seguir compartiendo con la mayor cantidad de mujeres esta
sanación, promover la alegría y la compasión hacia la Madre Tierra y sanar todas nuestras
relaciones.
El rito puede ser recibido por mujeres de cualquier edad, aunque hayan sido intervenidas
quirúrgicamente y no tengan el útero, ya que todavía permanece en este espacio su
energía. Al ser recibido, la mujer también se convierte en una guardiana del útero y se
fortalece al entregarlo. El hombre, al apoyar el rito y sostener el espacio energético de la
iniciación, se convierte en un guardián de la vida.
Todos tenemos la capacidad de tejer nuestros sueños; de restaurar el amor, la fuerza, la
belleza y la libertad. Deja que tu cuerpo, mente y corazón, se abran para crear una nueva
realidad. Que no haya límites para amar a la Madre Tierra. Recupera la confianza en ti,
desconéctate del sueño colectivo, vive con propósito y felicidad. Todos somos uno, todos
somos Gran Espíritu.
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¿Sabías que tu útero y tu corazón están conectados por un meridiano? Según la Medicina
Tradicional China hay un meridiano específico que une el 2º chakra con el 4º chakra.
Siempre se ha sabido que la sexualidad de las mujeres está íntimamente ligada al
corazón, pero lo asombroso es que haya un meridiano ya determinado para ello.
Cuando logres encender el fuego de tu centro creativo y lo subas hasta el corazón estarás
en contacto con tu INFINITA FUERZA VITAL y serás capaz de hacer todo lo que te
propongas.
Entonces conectarás con el gozo de estar viva, con una fuerza increíble que estará
siempre disponible para ti, para tus proyectos, para tus hijos, para tu propio proceso, para
tu arte, para tu hogar… para lo que quieras!. De poco te serviría esto si no lo pudieras
plasmar en tu cotidiano.
“El fuego del hogar” es el fuego que necesita estar vivo en tu segundo centro, en tu útero,
que es tu hogar. Cuando este fuego se apaga nos sentimos apáticas, sin fuerzas… y secas,
muy secas.
Tu caldero necesita fuego para alquimizar, para transformar.
“Para que la mujer pueda acceder a la energía de su corazón, debe primero sanar su
vientre”.
Esa Energía Ancestral Femenina que sentimos dañada… ha sido “herida” desde la Energía
Masculina… la Energía Masculina del varón y TAMBIÉN la Energía Masculina presente en
nosotras mismas. Hemos permitido y consentido ese “daño” cada vez que somos
autoritarias, mandonas, o reaccionamos violentamente, cada vez que somos agresivas,
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cada vez que somos competitivas, o que nos enfocamos en lo material, cada vez que
somos demasiado analíticas o mentales… olvidando el preciado tesoro de la intuición.
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En nuestra menstruación hay un secreto – el poder creativo para crear nuestros sueños.
De todos modos, sólo podemos acceder a esta increíble habilidad si nos tomamos tiempo
para descansar y soñar durante nuestro sangrado.
Este mes, prométete a ti misma que te darás tiempo para descansar, para soñar despierta
sobre tu futuro y para honrar esta increíble habilidad creativa que habita en ti.
La Bruja del Invierno se hallaba sentada en una gran piedra fumando su pipa. ‘¿Qué estás
haciendo?’ le preguntó la Primera Mujer. Tenía curiosidad porque la Bruja del Invierno no
se había movido de su piedra en toda la mañana.
‘Estoy creando’ dijo la Bruja del Invierno.
‘Oh’ dijo la Primera Mujer, mirando a su alrededor expectante. ‘¿Qué estás creando?’
‘Humo’ dijo la Bruja del Invierno, mirando cómo el humo subía lentamente desde su pipa.
‘Valeeee’ dijo la Primera Mujer dubitativa, y empezó a retroceder.
Una vez la Primera Mujer se hubo marchado, la Bruja del Invierno dijo suavemente ‘En el
humo, yo veo y creo el futuro’.
Más tarde, la Primera Mujer compartió este extraño encuentro con la Madre Luna. ‘En la
oscuridad de tu Sangrado Lunar’ explicó la Madre Luna, ‘tienes el poder de crear tus
sueños como la Bruja del Invierno’.
La Madre Luna tocó el corazón de la Primera Mujer.
‘Imagina que tus sueños están aquí’ le dijo, 'siente como tu corazón se abre, y la vibración
fluirá a lo largo de los hilos que mantienen unido el Universo para crear tus sueños y tu
futuro. Es por esto por lo que tus días de Sangrado Lunar son tan importantes. Es entonces
cuando la Bruja del Invierno camina contigo y te lleva a su cueva para descansar y soñar’.
Entonces la Madre Luna tocó el vientre de la Primera Mujer.
‘Aquí dentro’ le dijo, ‘tú fluyes con la energía creativa. Desde la oscuridad llevas tus ideas
a la luz, y como una madre las nutres a medida que crecen. Antes de que vuelvas a la
oscuridad para descansar, libéralas al mundo para que puedas volver a soñar’.
La Primera Mujer se sentó por el resto de la tarde con las manos en su bajo vientre,
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mirando el humo que salía de su corazón, imaginando su futuro y tejiendo sus sueños.
Cuando respetamos nuestros ciclos y sus energías sexuales y creativas descubrimos los
maravillosos regalos que nos ofrecen.
Miranda Gray
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El mundo lleva sufriendo durante los últimos miles de años un gran desequilibrio. Lo que
debería ser una danza, la danza de Shiva y Sakti, donde el papel de lo masculino sería
venerar y sustentar a lo femenino, a la Tierra, se ha convertido en la dolorosa tiranización
de uno de sus aspectos, el aspecto yang, lo masculino. En la historia de la evolución de la
conciencia humana, lo masculino, unido al hemisferio izquierdo, a los valores activos,
racionales, analíticos, a la voluntad, a la fuerza y a la acción en la materia, cayó en la
ilusión de su superioridad, frente a ese otro lado, el yin, caracterizado por los valores
receptivos, intuitivos, de sensibilidad, de sentimiento, de unión con las cosas, de
conocimiento directo que no pasa por el proceso racional. Valores ligados al hemisferio
cerebral derecho y a la energía del corazón. Valores no comprendidos, denostados y
percibidos con temor por el mundo masculino y que han sido considerados
tradicionalmente como síntoma de debilidad, además de haber llevado a la hoguera a
multitud de mujeres en la historia.
Seguimos viviendo en una civilización esencialmente masculina y la jugada de la
oscuridad es perfecta. Durante miles de años lo masculino ha machacado a lo femenino
y ahora le vende su propia liberación: "hazte como yo"; libérate abrazando los patrones
masculinos de competitividad, hazte agresiva, hazte soldado, practica una sexualidad
activa y separada del corazón, métete en la rueda de la competitividad y el "éxito", aunque
eso lo pagues con un gran estrés interno (no es casualidad ver hoy en día a tantas mujeres
fumando compulsivamente, como medio de aplacar el dolor producido por la desconexión
con ellas mismas), sepárate de tu feminidad, considera tu regla como algo molesto, un
impedimento (para seguir en la rueda del mundo masculino), toma la píldora (u otros
inventos masculinos), aún a costa de destruir tu ciclo y separarte de la energía de tu vientre
y un largo etcétera... Lo que se ha llamado la "igualdad de la mujer" no es más que sólo
eso: en un mundo dominado por la energía masculina, "no te preocupes, por fin puedes
ser como nosotros". Con eso se cierra el círculo y se asegura que el mundo no cambie,
que el ser humano siga esclavizado, sin poder acceder a la totalidad de su conciencia.
Aun así, las cosas ya han comenzado lentamente a cambiar. El final de esa era yang está
llegando a su fin y lo femenino, la Diosa, tiene que tomar su poder, equilibrando el mundo.
La sanación de la Tierra depende de eso. En eso la humanidad se juega ni más ni menos
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que su supervivencia. Y cuando decimos que lo femenino debe tomar su poder, como
anotábamos en el artículo anterior, no nos referimos exactamente a que la mujer deba
tomar el poder. No estamos hablando de "feminismo". Nos referimos a algo más amplio,
más profundo, más interno. A un cambio de conciencia en el ser humano, tanto en el
hombre como en la mujer. A un cambio de conciencia que refleje precisamente esa
"danza" que el Tantra entendió tan bien. Una danza de equilibrio y de amor, donde lo
femenino, bajo la protección y el apoyo de lo masculino sanado, sea la energía que
conduzca al mundo a una nueva dimensión, a una nueva percepción, en conexión con lo
divino que está en todo lo que nos rodea.
Para que este proceso pueda plasmarse en la realidad, el hombre como ya explicamos
tiene que sanar y abrir su corazón. Pero la mujer, canal principal en la Tierra de esa
energía femenina tiene un papel principal. La mujer debe comprender cuál es su
verdadera esencia, donde está su auténtica liberación y sanar todo aquello que la impide
encarnar el poder de la Diosa. La misma sanación de la mujer y esa toma de su verdadero
poder, ayudarán al hombre también a curarse, al deshacer todo el rencor y toda la energía
atrapada a través de historias de cientos y cientos de reencarnaciones.
Para que la mujer pueda acceder a la energía de su corazón, su verdadera esencia, debe
primero sanar su vientre, curar la herida ancestral de lo femenino. En prácticamente toda
mujer encarnada hoy en la Tierra existe esa herida. Es la herida formada por todo el dolor
acumulado en el inconsciente colectivo de la humanidad por los miles de años de
represión y utilización de lo femenino. Es también la energía inconsciente del rencor contra
lo masculino que se manifiesta especialmente en las relaciones de pareja, pero que está
ya ahí desde el momento del nacimiento, reflejada desde el principio en la relación con el
padre progenitor, arquetipo de lo masculino.
Aunque la mujer de forma generalizada está despertando, muy pocas mujeres han
realizado todavía el trabajo de abrazar, hacer consciente y liberar esa herida del dolor y
del rencor. En tanto esa herida no se sane, la mujer no podrá liberarse, siguiendo atada
a lo masculino, y por ende, siguiendo también nuestro mundo atado a lo masculino.
Sanar la herida es perdonar, que es realmente liberar a los demás y liberarnos a nosotros
mismos. Es desatar lo ilusorio. El pasado que solo está en la mente. Mientras no
perdonamos quedamos atados a aquello contra lo que reaccionamos y es lo que una y
otra vez llamaremos y crearemos en nuestra propia vida. Todo esto se mueve
normalmente a niveles inconscientes y es ahí precisamente donde debemos actuar,
observándonos, haciéndonos conscientes de todo eso que estaba antes oculto y que no
podíamos ver. Es un trabajo de elevación de la conciencia. Cuantos más hagamos el
trabajo, más fácil será para el resto.
Para perdonar es muy importante ver las cosas con más amplitud. Comprender que todo
esto no es un tema personal, que es la historia de la humanidad, la historia de cientos y
cientos de reencarnaciones, donde todos hemos pasado por todo. Unas veces como
hombres, otras como mujeres. Lo que realmente estamos haciendo es liberar el karma
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de la humanidad, desde la mujer o el hombre que hemos elegido ser en la encarnación
actual.
El verdadero poder de la mujer no está en "igualarse" al hombre en su "fuerza", en su
"racionalidad", no está en afrontar la vida desde su mente conceptual, analítica y
discursiva. Ahí la mujer se pierde a sí misma y realiza una vana labor de liberación de lo
femenino. La mujer también tiene que desarrollar su lado masculino, su mente racional y
analítica, su hemisferio izquierdo, para equilibrarse. Sin un desarrollo de su lado
masculino, la mujer no puede estar completa en la Tierra y todas esas características yin
la arrastrarán a un mar de confusión, de emocionalidad, de inestabilidad, de falta de
sobriedad. Podrá percibir muchas cosas, pero no podrá procesarlas, no podrá colocarlas,
quedándose en un mundo vago y difuso, difícil de expresar. Es a través de las
características yang (masculinas) como se puede dar forma a ese mundo, si no,
demasiado etéreo. Pero este desarrollo de su parte yang, siempre debe estar dirigido
desde su parte femenina, es como el sustentador que da equilibrio en el mundo. Pero no
está ahí su verdadero poder.
Esa necesidad de muchas mujeres de "demostrar" su valía en el mundo masculino, es una
necesidad ligada a la relación con el padre no aclarada. La figura del padre debe ser
recapitulada profundamente en cada mujer. Es un trabajo de liberación. Mientras una
mujer no ha bajado a los entresijos de su relación con el arquetipo masculino, para ver
todo el dolor emocional, toda la ira y toda la culpabilidad allí existentes, no podrá ser ella
misma, se encontrará atada a esa energía que la desestabilizará, que reproducirá una y
otra vez en los patrones de su vida, en sus relaciones, en su sexualidad. No podrá
expresar su feminidad, su verdadero poder. En el otro lado, la mujer debe volverse hacia
el arquetipo femenino, hacia la madre. También ahí es necesario un trabajo de perdón y
liberación. Un trabajo de comprensión que lleve a retomar el contacto con la esencia
femenina, más allá de los desequilibrios normalmente existentes en toda relación madre-
hija. Es normal que para la mayoría de las mujeres de hoy en día, la madre no haya
aportado suficiente "presencia" femenina en su desarrollo. Más allá de esta realidad de
la relación con la propia madre, debemos comprender que lo femenino arquetípico
transciende la madre física. Que es posible conectar con "la energía de la madre" a través
de la Tierra y también a través de la comunión con otras mujeres.
El vientre de la mujer debe ser sanado, para que la Diosa se pueda manifestar. Y hoy en
día el vientre de la práctica totalidad de las mujeres se encuentra impregnado a nivel
celular de la herida de siglos de dominio y deshonra de la Diosa. Las relaciones sexuales
no han hecho, ni hacen, más que agravar dicha herida. Todo pene no purificado de la
mente y emocionalidad masculina, que entra dentro de una mujer, no hace sino potenciar
el dolor allí existente, el dolor del desamor, de la no veneración a la Diosa. El contacto con
un pene que ha conectado con el corazón, facilita, es más, activa, el proceso de curación
en el vientre de la mujer. Por eso es sumamente importante relacionarse con parejas que
estén en el camino de poner consciencia en la sexualidad. No se trata de renunciar a la
libertad sexual, pero ya no podemos dejar que entre cualquier energía
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dentro de nosotras. Tenemos que empezar a pensar, que cualquiera que no nos trate con
reverencia y respeto, no tiene derecho a entrar en nosotras.
Cuando la mujer comienza a integrar en la vida cotidiana la espiritualidad natural, lo que
aparece es maravilloso porque su corazón se abre y la magia aparece, entonces la mujer
se vuelve una con la Gran Naturaleza, con la Pachamama. Hablamos cariñosamente del
retorno de la Diosa para explicar a un ser con poder constructivo y sensible con una
enorme capacidad de renovación.
La propia mujer se daña cuando actúa desde un patrón masculino, con una sexualidad
superficial desligada del corazón, al permitir que el hombre la use para descargar y aliviar
su tensión sexual, en un acto sexual que es una forma de masturbación. Ahora bien,
aquello que no es bueno para ella tampoco puede serlo para él, tengamos en cuenta que
ese mismo trato poco considerado él lo tiene consigo mismo, aunque no sea consciente
también está agrediendo a su ánima, su parte femenina.
La pelvis es un contenedor de energías físicas, emocionales y espirituales. Es la zona de
la creatividad, expresividad, sensualidad. La matriz es depositaria de la historia sexual,
tanto de las buenas experiencias eróticas como las traumáticas. La pelvis refleja la
sexualidad, la capacidad para enraizarnos y encontrar nuestro lugar en el mundo. Disfrutar
de una pelvis sana posibilita a la mujer gozar de una buena sexualidad y vivir de forma
natural sus ciclos femeninos. Cuando la mujer se libera de la coraza de su pelvis la
energía fluye y la creatividad se libera, recupera la fuerza y el poder de su Hara y empieza
a integrar el arquetipo de la mujer salvaje.
La mujer también agrede a su útero cuando rechaza los ciclos sagrados femeninos y cree
que la regla es algo molesto que la limita y dificulta su ritmo para actuar en un plano de
igualdad con el hombre. Una mujer ha de respetarse a sí misma, confiar en ella, discernir
entre lo que le hace bien y lo que le hace mal y actuar en base a ello. Es necesario
reconocer el valor y sentido de los ciclos femeninos y sanar el dolor, el miedo y los
resentimientos del útero mediante la toma de conciencia y contacto con las heridas
sexuales internas.
La energía femenina es una energía ligada al corazón y a la unión con el Espíritu y con
todo lo que nos rodea y es desde el corazón desde donde nuestro mundo será sanado.
Nutrir el Rito
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Una vez que hemos recibido el Rito del Útero nutrimos su poder con las siguientes
prácticas:
1.- Si eres una mujer que menstrúa en tu próximo ciclo encuentra un espacio y tiempo
íntimo para darle un poco de tu sangre menstrual a la Tierra (Si coincide en la Luna
Nueva). Haz un huequito y sangra directamente sobre la Tierra o recolecta un poco de tu
sangre en un pequeño recipiente y luego derramarlo en el huequito mientras repites las
siguientes palabras:
Suelto mi miedo para abrazar la libertad Suelto mi dolor para abrazar la alegría Suelto mi
rabia para abrazar la compasión Suelto mi pena para abrazar la paz
2.- Si eres una mujer que está en sus años de plenitud, pasada la menopausia, entonces
harás un ritual en la próxima Luna Oscura. Crea un espacio íntimo para ofrecer vino tinto
a la Madre Tierra, mientras repites las siguientes palabras:
Suelto mi miedo para abrazar la libertad Suelto mi dolor para abrazar la alegría Suelto mi
rabia para abrazar la compasión Suelto mi pena para abrazar la paz
Hacemos este rito al menos una vez y hasta trece lunas para empoderar completamente
a nuestro útero.
3.- Si una niña que aún no menstrúa recibe el rito y ella quiere hacer un ritual para honrar
su útero, entonces ella debe ofrecerle flores a la Luna Llena. Esto es porque su útero aún
está floreciendo y no ha soltado su primera flor. Ella también puede repetir las palabras:
Suelto mi miedo para abrazar la libertad Suelto mi dolor para abrazar la alegría
Ella debe ser guiada a decir solo las dos primeras líneas para que no se sienta agobiada
por tanta información y luego puede agregar lo que necesite para su bienestar.
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4.- Comparte este rito con las mujeres de tu comunidad. Cada vez que lo trasmites
refuerzas el poder en tu útero.
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Cada noche antes de irte a dormir hónrate a ti misma y honra a tus ancestras, sintiendo
infinito respeto hacia ellas por venir antes que tú a esta vida...
(Colocamos mano derecha en el corazón y mano izquierda en el útero) Yo reconozco a
la niña que hay en mí
Yo reconozco a la mujer que hay en mí
Yo reconozco a la mujer que es mi madre Yo reconozco a la mujer que es mi abuela
Yo reconozco a todas las mujeres que habitan en mí Yo pido perdón a la niña que hay en
mí
Yo pido perdón a la mujer que hay en mí Yo pido perdón a la mujer que es mi madre Yo
pido perdón a la mujer que es mi abuela
Yo pido perdón a todas las mujeres que habitan en mí Yo perdono a la niña que hay en
mí
Yo perdono a la mujer que hay en mí Yo perdono a la mujer que es mi madre Yo perdono
a la mujer que es mi abuela
Yo perdono a todas las mujeres que habitan en mí Yo agradezco a la niña que hay en mí
Yo agradezco a la mujer que hay en mí Yo agradezco a la mujer que es mi madre Yo
agradezco a la mujer que es mi abuela
Yo agradezco a todas las mujeres que habitan en mí Yo amo a la niña que hay en mí
Yo amo a la mujer que hay en mí Yo amo a la mujer que es mi madre Yo amo a la mujer
que es mi abuela
Yo amo a todas las mujeres que habitan en mí Yo honro a la niña que hay en mí
Yo honro a la mujer que hay en mí Yo honro a la mujer que es mi madre Yo honro a la
mujer que es mi abuela
Yo honro a todas las mujeres que habitan en mí.
(Hacemos una reverencia, nos inclinamos hacia delante con ambas palmas hacia arriba)
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Un cuento medicina que toda Mujer debe leer para recuperar SU esencia, SUS raíces y
el sentido de SU existencia.
Cuenta una historia muy pero muy de antaño, de la que ya no muchos recuerdan, ni de
la que ya no muchos hablan, que antes de que aparecieran los humanos de dos patas en
la tierra, todas las mujeres, antes de ser mujeres fueron árboles, y tal como estos, tenían
raíces que las hacían una con la madre tierra, manos largas y resecas hechas de troncos
y cortezas, y largos cabellos que se cubrían de hojas, flores, frutos y aves que cantaban
en primavera.
Estas vivían en los rincones más hermosos, se nutrían del sol, el agua y el viento y jamás
estaban solas, pues las rodeaban todas las criaturas del bosque tanto las terrenas, como
las más mágicas que puedas imaginar. Así también las custodiaba y nutría el árbol más
sabio de todos, al que llamaban “la abuela árbol”, un árbol tan pero tan viejo, que conocía
todos los secretos sobre la vida y sobre la muerte, y siempre que una mujer árbol de
cualquier lugar del mundo enfermaba se comunicaba con la abuela a través de sus raíces
para sanar.
Las mujeres árbol tenían poderes mágicos, se comunicaban sin usar las palabras, movían
los elementos sin tener manos y podían sentir a todos los seres de la naturaleza a través
de la red profunda que formaban con sus raíces bajo la tierra.
Un día mucho tiempo después de que llegaran a la tierra los humanos de dos patas, algo
pasó y comenzaron los tiempos de guerras, muertes y destrucción, algunos dicen que, a
causa de la ambición por los reinos, el poder y las riquezas. Fue una época terrible, donde
muchas mujeres árbol fueron convertidas en madera y quemadas como forma de generar
calor. De esta manera para poder mantener viva a sus hijas, la abuela árbol les permitió
desenraizarse y tener pies para que pudiesen correr y esconderse lejos del peligro. Así
las mujeres árbol debieron aprender a caminar y sobrevivir por sí mismas, a cambio
perderían sus raíces y su conexión a la madre tierra y todos los seres que en ella
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habitaban, esto les causaba tremendo dolor y tristeza, pero esta era la única forma de
sobrevivir y conservar la tradición de las mujeres árbol.
Quien me contó esta historia dice que pasaron muchos siglos hasta que la guerra por los
reinos terminó, en ello muchas mujeres árbol murieron de tristeza ya que no soportaron la
soledad y el desenraizamiento, otras se olvidaron de quienes eran, por lo que aprendieron
a vivir con los de dos patas perdiendo sus poderes y capacidades mágicas. Sin embargo,
hubo otro grupo de mujeres árbol que se distribuyeron por el mundo y a pesar de
separarse se prometieron jamás dejar de ser ellas mismas y conservar en su más
profunda memoria de ADN, todo aquello que ellas aprendieron de la abuela árbol. Así este
grupo de mujeres se prometieron encontrarse y reencontrarse en todas las vidas
posteriores, manteniendo muy bien guardado el secreto de sus orígenes y poderes.
Así también la abuela deseando nunca más separarse de este bosque de doncellas y en
un acto de amor profundo por sus hijas, bendijo a todas las mujeres con un árbol en su
vientre, y éste árbol es lo que hoy conocemos como el útero. Así todas las mujeres pueden
recuperar su enraizamiento a la madre tierra nutriéndose de todo su amor, pues el útero
es su anclaje a su verdadera esencia. Desde él está la forma de recuperar la razón más
primigenia del ser mujer.
De esta forma, si abrazas al árbol más viejo del bosque y apoyas tu oído en su tronco,
éste te contará los secretos de las mujeres árbol, te llenará de todo su amor y te otorgará
toda su medicina. Y ya nunca más estarás desconectado de la abuela árbol. Tu útero
recuperará sus raíces y caminarás anclada a la tierra.
Fin
Toda Mujer que hoy pueda sentir una herida ancestral y un vacío emocional profundo
sin explicación, es símbolo de que ha hecho consciente la pérdida de su raíz ancestral a
la madre tierra y la abuela Árbol. La forma de recuperar la alegría, el sentido de la
existencia y el amor por ser Mujer es volviendo a enraizar el útero a la tierra, esto
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es tomar consciencia de que somos Mujeres Árbol y en cada momento hay una red invisible
bajo nuestros pies que nos conecta a un sinfín de memorias ancestrales. Cuandouna Mujer
está sangrando desde su vientre, hace totalmente consciente esta pérdida ancestral, es
por esto que hay tristeza, vacío y la sensación de que algo falta. Cuando un hombre hace
el amor con una Mujer puede volver a sentir por un instante el éxtasis de estar en conexión
y unidad con el todo.
Debes saber que desde nuestros pies crecen raíces invisibles que nos conectan con una
gran red, un gran cuerpo energético, que son todos los seres vivos de la tierra, sin embargo,
debes activar estas raíces que te conectarán a las demás Mujeres, los hombres, animales,
los insectos, los vegetales, los minerales y los elementos. Pues nuestro útero está
conectado a un útero aún más grande, el útero primigenio, que es aquel que ha dado vida
desde el inicio de los tiempos a todo lo conocido y desconocido. Enraizar nuestro útero
también tiene MUCHA relación con recuperar la consciencia y la sabiduría de la tierra,
menstruar de forma consciente y respetar la vida en todos los sentidos.
Todo aquel útero que permanezca sin esta conexión a la madre tierra, estará suspendido
en el vacío y llevará a que la Mujer que lo porta se sienta seca y sin vida. Recuperar la
consciencia raíz del útero es volver al sentido primigenio de la vida.
Con amor para todas aquellas que aún no encuentran el sentido de SU existencia, Pues
como Mujer llegué a experimentar este vacío Durante largo tiempo de mi vida. Cuando por
primera vez enraicé mi útero a la tierra, volví a sentirme viva y recordé muchas memorias
de dolor que mis Ancestras me habían traspasado y que yo debía transmutar. Comprendí
que hay UNA herida ancestral que todas portamos, que para sanarla es importante que las
Mujeres nos unamos y recordemos todas nuestras historias y en ello la magia que nos
habita. Sólo de esta forma la madre tierra también podrá sanar SU herida, y los hombres
podrán acompañarnos y ser guardianes de esta evolución.
Este cuento nació de lo más profundo de mis memorias uterinas, y fue escrito en mis días
de luna por lo que si vas a tomarlo y copiarlo en tu blog te pido firmes la página desde
donde lo obtuviste.
http://www.cantarosagrado.cl
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Después del Rito del
Útero aquí les dejo las Instrucciones a seguir:
Para saber más del Rito del Útero y ver el video, ingresa a esta link:
http://theriteofthewomb.com/es/
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