Justicia
Justicia
Justicia
Reciba un cordial y fraternal saludo, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo, pidiendo a Dios que
llene su vida de inmensa felicidad y de bendiciones.
Le agradecemos de corazón el tiempo que dedica para atender a este escrito, en el que le
compartimos algunos problemas muy delicados que nos afectan en nuestra Diócesis de Santa
Rosa de Lima y que cada día van en aumento y que creemos que tendrán trascendencia, en toda
nuestra Iglesia Católica.
¿Quiénes somos?
Somos laicos comprometidos en la Iglesia, miembros de las fuerzas vivas de la Diócesis, Santas
Misiones Populares, Consejos Pastorales, Pastorales y Movimientos de nuestra Diócesis. Somos
de diversas parroquias de la Diócesis. Expresamos nuestro sentir de manera voluntaria, en
libertad y preocupados por nuestra Diócesis. Somos representantes de muchos feligreses (cientos
o miles), que desean expresar las mismas preocupaciones.
Nos comunicamos con usted porque queremos ejercer nuestro derecho como laicos, nuestro
derecho de expresarnos ante la situación que nos preocupa tanto.
1. Abuso de autoridad.
Prácticamente desde que tomó posesión de la Diócesis, ha actuado de manera prepotente,
autoritaria y muchas veces, abusiva, tanto con grupos como por ejemplo el Parlamento Xinka,
Resistencia a la mina, como a nivel personal o individual. Su frase común es: “Aquí mando yo y
se hace lo que yo quiero”.
Se está presionando a las parroquias para que aumenten sus aportes con una cuota establecida, sin
haber hecho antes un análisis sobre la situación socio – económica de cada parroquia.
5. Cercanía y amistad
Hemos visto que su relación es con familias económicamente fuertes y familias señaladas de
tener vínculos con el narcotráfico. Es algo que nos preocupa ya que es un secreto a voces que su
preferencia es estar y visitar muy frecuentemente a este tipo de familias. Realmente como laicos
comprometidos nos da pena y vergüenza que se diga eso de nuestro pastor.
Deseamos que se detenga esta cambiadera de sacerdotes para tener una estabilidad pastoral,
social y espiritual en la Diócesis.
7. ¿Qué deseamos?
Por el bien de nuestra Diócesis y de la Iglesia; deseamos con todo respeto que Monseñor José
Cayetano Parra Novo sea removido de su cargo. Consideramos que no esta apto para tan gran
ministerio en la Iglesia.
Buscamos que esta problemática en nuestra Diócesis no sea cada vez más pública, ya que eso
afectaría grandemente a la Iglesia y su misión.
Deseamos que, a la mayor brevedad posible, podamos contar con un vicario episcopal o un
administrador diocesano, mientras la Sata Sede tiene a bien nombrarnos otro obispo para esta
querida Diócesis.
Otros puntos
1. Cercanía con la minería
Se ha tenido conocimiento que es cercan a la empresa minera, incluso según se supo, recibió de la
minera un regalo. También se tiene el conocimiento que llegó al extremo de llevar a una reunión
de Clero a trabajadores de la Mina para poder convencer a los sacerdotes para que sus parroquias
sean apoyo a la minera. Esto ha dado como resultado que tenga discriminación contra los
Defensores de la Naturaleza, queriendo cambiarles su identidad, haciéndoles creer que la minería
es un desarrollo, llegando al extremo de compararlos con el color de la zuela de los zapatos y
diciéndoles a los jóvenes que son feos con F de fundillo, (esto fue en el encuentro de jóvenes de
la Pascua Juvenil).
Antes se notaba un Clero muy unido. Era bonito ver a nuestros sacerdotes alegres, unidos,
participando en todos los eventos de la Diócesis, ahora es muy evidente la desunión. El obispo
tiene sus sacerdotes preferidos, aquellos llamados “sacerdotes de cuello alto”. También se deja
ver claramente la discriminación y desprecio hacia los sacerdotes nativos de la Diócesis.
Con el anterior obispo los sacerdotes tenían la oportunidad de ir a estudiar a Roma o España, para
tener una mejor preparación y poder servir de mejor manera a la Iglesia. Él ha dicho que no
mandará a ningún sacerdote a estudiar; desaprovechando de esa manera las oportunidades de
becas que se han ofrecido.
Además, vemos con preocupación los cambios de los sacerdotes. En el año 2022 hizo cambios
generales y en esos cambio él dijo que los sacerdotes llegaban para un tiempo de 5 a 6 años. Y
ahora resulta que ni dos años llevan los sacerdotes en las parroquia y empezó a cambiarlos.
Nos preocupa porque cuando se dan esos cambios los procesos que hay se quedan olvidados, y
recibiendo seminaristas a quienes ordena sacerdotes y a sacerdotes que fueron expulsados de sus
casas de formación sin hacer ninguna consulta exahustiva. Hasta se dio el lujo de separar del
sacerdocio a un sacerdote con un buen trabajo pastoral en nuestra Diócesis, el padre Nestor
Melgar.
Esa preocupación nos hace mencionar este punto porque los párrocos están trabajando muy bien
en el aspecto espiritual y social.
3. Salvedad
Con mucha pena y tristeza, como laicos hemos llegado a desconocerlo como nuestro obispo.
Cuando vino a la Diócesis se mostro muy cercano, amable y cariñoso. La verdad nosotros como
laicos cuando lo vimos por primera vez creímos que era un pastor, como dice el Papa Francisco,
con olor a oveja, pero vemos que no es así. Esos gestos de amabilidad solo fueron una pantalla de
lo que realmente es. Lamentablemente hay mucha distancia entre lo que dice y hace. Hacemos la
salvedad que nosotros también cometemos errores y los reconocemos, pero no estamos de
acuerdo que él nos trate de una manera despectiva y discriminatoria.
En este proceso de compartir nuestra preocupación pastoral en la Diócesis nos dirigimos por el
orden jerárquico, hasta que llegamos a usted, porque no se nos escucho y hasta se ha llegado a
pensar hay complicidad. Nos preocupa la división y el desgaste que puede sufrir nuestra Iglesia
Católica en nuestra Diócesis, por una mala administración y nos conduzca al abismo.