Articulo Malva Villalon
Articulo Malva Villalon
Articulo Malva Villalon
ESE
REVISTA SEMESTRAL DEL
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
.
ESE ESTUDIOS
SOBRE EDUCACIÓN
REVISTA SEMESTRAL DEL DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
PAMPLONA. ESPAÑA / FUNDADA EN 2001 / ISSN: 1578-7001 / 2011 / VOLUMEN 21
. .
López, V. M. (2009)
Evaluación formativa y compartida en educación superior 221
Castillo, G. (2011)
21 Matrimonios que hicieron historia 237
Resumen: Introducción: La evidencia científica reciente Abstract: Introduction. There is substantial research lit-
destaca la importancia de la alfabetización temprana como erature emphasizing the positive impact of early literacy
fundamento del aprendizaje lector posterior, especial- learning on school achievement, mainly in the case of
mente en niños en riesgo social, pero no existen las con- children at-risk, but there aren’t adequate conditions at
diciones adecuadas para alcanzar su desarrollo. El obje- school to develop them. Here we examine the effects of
tivo del estudio fue evaluar los resultados de una inter- teaching reading and writing strategies on at-risk chil-
vención focalizada en el aprendizaje temprano de la lec- dren’s literacy learning (mean 5 years 3 months). Mate-
tura y la escritura de niños con riesgo social (5 años 3 me- rial and method: 339 at-risk Chilean children (132 in the in-
ses promedio). Material y Métodos: Se evaluaron 339 ni- tervention group and 207 in the comparison group) were
ños(as) (132 grupo intervención/207 grupo comparación), assessed, at the beginning and the end of the school
al inicio y al fin del año escolar. Los profesores del grupo year. Teachers participated in a 1-year professional de-
de intervención participaron en un programa de desarrollo velopment intervention that included training and expert
profesional de un año que incluyó capacitación y acom- coaching. Results: Positive intervention effects were ob-
pañamiento para la aplicación de estrategias de enseñanza served on children’s knowledge of the alphabet, emer-
de la alfabetización temprana. Resultados: Se observó un gent writing and word identification. There was no effect
resultado positivo en el conocimiento del alfabeto, la es- on children’s oral language outcomes. Discussion: The re-
critura emergente y el reconocimiento visual de palabras, sults were contrasted with other programs, showing the
no en comprensión oral. Discusión: Se contrastan los re- importance of training and coaching educators.
sultados con otros programas de intervención en niños
con riesgo social, resaltando la importancia de la capa- Keywords: Early literacy; Professional development;
citación y el acompañamiento a los educadores. Children at-risk; Reading and writing.
* La presente investigación fue financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico
del Gobierno de Chile (FONDECYT N°1095170)
INTRODUCCIÓN
L
a población de los países industrializados presenta niveles promedio más avan-
zados de dominio de la lectura y la escritura que los países no industrializados,
y los sectores con mayor riesgo social, especialmente en los países del tercer
mundo, son los que presentan los niveles más bajos de comprensión lectora y ex-
presión escrita (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,
2010). Estas diferencias se hacen presentes tempranamente en el desarrollo y tien-
den a mantenerse estables en los años posteriores. En este contexto, el desarrollo
temprano de habilidades de lenguaje se ve como la puerta de entrada para generar
mejoramientos significativos y perdurables, y disminuir la brecha socioeconómica
que afecta a los niños con riesgo social (Abadzi, 2007). El objetivo de este estudio
es evaluar los resultados de una intervención focalizada en el aprendizaje tempra-
no de lectura y escritura de niños con riesgo social. Específicamente en el progra-
ma se examinarán los resultados de un programa de desarrollo profesional que in-
cluye capacitación y acompañamiento experto a los profesores en las áreas de co-
nocimiento del alfabeto, reconocimiento visual de palabras, escritura emergente y
comprensión oral en los niños.
Alfabetización temprana
Aunque el dominio de la lengua escrita es muy complejo y continúa desarrollán-
dose durante toda la vida, se ha comprobado que sus fundamentos se adquieren du-
rante los años previos al inicio de la enseñanza formal de la lectura y la escritura, y
que su desarrollo es uno de los mejores predictores del rendimiento lector poste-
rior y del aprendizaje en otras áreas del conocimiento (Scarborough, 2001; White-
hurst y Lonigan, 1998;). Un meta-análisis realizado por el National Early Reading
Panel (2008) identificó el conocimiento del alfabeto, la conciencia fonológica y la
escritura emergente o la escritura del nombre, como los predictores de mayor pe-
so del aprendizaje formal posterior de la lectura y la escritura. En un segundo or-
den de predicción, se ubicó el conocimiento acerca de lo impreso y las destrezas del
lenguaje oral. Aunque estos antecedentes provienen mayoritariamente de estudios
realizados en niños de habla inglesa (Dickinson y Neuman, 2006), también han si-
do confirmados en otras lenguas alfabéticas, entre ellas en niños de habla hispana
(Defior, Jiménez-Fernández y Serrano, 2009; Foulin, 2005; Solé y Teberosky,
2001). El conocimiento del nombre y el sonido de las letras han sido identificados
como la base para la comprensión del principio alfabético, es decir, de la represen-
tación del habla a través de un conjunto limitado de signos gráficos. Un análisis
factorial realizado por Guardia (2003), en una muestra de niños con riesgo social,
mostró que el conocimiento de las letras configura un mismo factor con el domi-
nio de la conciencia fonológica, aportando evidencia de la relación entre este co-
nocimiento y la comprensión de la estructura fonémica del habla. En el estudio
predictivo de Vellutino y Scanlon (2002), en el que se evaluó un conjunto amplio
de variables pre-lectoras al inicio de la Educación Infantil, el mayor porcentaje de
la varianza en la lectura de 1º Básico fue aportado por la identificación de las letras
del alfabeto. La revisión de estudios del valor predictivo del conocimiento del alfa-
beto al inicio de la Educación Infantil realizada por Foulin (2005), lo sitúa como el
predictor más potente, y en algunos casos, como el único predictor del aprendiza-
je formal de la lectura. Del mismo modo, en un estudio longitudinal realizado por
Bravo, Villalón y Orellana (2006) en niños con riesgo social de 1º a 4º Básico, se
encontró que el conocimiento del alfabeto fue el predictor de mayor peso al tér-
mino de los cuatro cursos del primer ciclo de la Educación Básica estudiados, aun-
que su importancia fue disminuyendo entre 1º y 4º Básico.
El reconocimiento visual de palabras o lectura emergente (Whitehurst y Lo-
nigan, 1998), también ha sido identificado como una variable predictora del apren-
dizaje lector formal. En un estudio longitudinal de 4 años de duración con una po-
blación semi-rural de nivel socioeconómico medio-bajo, Compton (2000) conclu-
yó que las diferencias en la identificación de palabras escritas al inicio de 1º Básico
permitían predecir las diferencias en el dominio lector en los cursos siguientes. Es-
ta variable también fue examinada en el estudio de Vellutino y Scanlon (2002) y dio
cuenta de una varianza pequeña, pero significativa, en el aprendizaje lector en 1º
Básico. En el estudio de Bravo y colaboradores (2006), el reconocimiento de pala-
bras de uso común, como el propio nombre y el de los amigos en la lista de nom-
bres del curso, presentó una correlación positiva significativa con la lectura al tér-
mino de 1º y 4º Básico, aportando a la explicación de la varianza en el dominio lec-
tor en 4º Básico.
Los niños que crecen en un entorno alfabetizado no esperan hasta el inicio de
la enseñanza escolar formal para explorar las características de la escritura (Tol-
chinsky, 2006). Esta producción infantil ha sido incluida entre los componentes de
la alfabetización emergente propuestos por Whitehurst y Lonigan (1998), quienes
destacan la continuidad existente entre las marcas que los niños realizan, aún antes
de los 3 años para representar el habla, con la ortografía inventada y la escritura
convencional. Es necesario resaltar que los autores en su revisión incluyeron estu-
dios realizados en distintos niveles socioeconómicos. La evidencia empírica prove-
niente de estudios realizados con niños con riesgo social que han participado en el
programa Head Start, muestra que las oportunidades para desarrollar la escritura
emergente antes del inicio de la enseñanza formal, son una característica de una
educación temprana de calidad, que podría reducir las desventajas de los niños que
provienen de estos sectores (Zill y Resnick, 2006).
El estudio de las variables predictoras del aprendizaje lector ha incluido tam-
bién el vocabulario y la comprensión oral, aspectos más relacionados con la com-
prensión del contenido de la lectura que con la decodificación de los signos escri-
tos (Whitehurst y Lonigan, 1998). Diversos estudios han comprobado su impor-
tancia como predictores del aprendizaje lector formal, aportando evidencia de la
relación positiva entre el desarrollo del lenguaje oral desde los primeros meses de
vida y el aprendizaje lector (Scarborough, 2001). El estudio longitudinal de Bravo
y colaboradores (2006), identificó al inicio de 1º Básico una amplia variabilidad en
los niveles de dominio del conocimiento de las letras del alfabeto, la conciencia fo-
nológica, la lectura y la escritura emergente y el conocimiento de lo impreso. A
partir de los resultados obtenidos, los niños fueron asignados a tres grupos según
su desempeño inicial. El grupo superior, que al inicio de 1º Básico identificó más
de 12 letras del alfabeto, al menos dos fonemas iniciales y reconoció dos o más
nombres propios escritos, tuvo un desempeño lector significativamente más alto
que los otros grupos, al término de los cursos evaluados. El grupo de estudiantes
que no logró resolver con éxito este conjunto de tareas, un 33,6% del total evalua-
do, presentó un nivel de logro lector significativamente más bajo que sus pares más
aventajados en las evaluaciones del dominio lector realizadas. Estos antecedentes
confirman el impacto del grado de dominio de la alfabetización temprana que los
niños han alcanzado al inicio de la Educación Básica, en el aprendizaje formal de la
lengua escrita. Estos resultados son especialmente significativos como un mecanis-
mo para romper el círculo de la pobreza, en el caso de la población con riesgo so-
cial (Justice, Mashburn, Hamre y Pianta, 2008).
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se basó en un diseño cuasiexperimental con mediciones de los compo-
nentes de la alfabetización temprana al inicio y final del año escolar 2009 en dos
grupos, uno que recibió intervención para la implementación de las estrategias de
enseñanza de la alfabetización temprana (GI), que correspondió a escuelas que par-
ticipan del programa AILEM, y un grupo de comparación (GC) de escuelas de ca-
racterísticas similares, sin intervención externa. Todos los establecimientos tienen
dependencia municipal y están ubicados en la comuna de Talcahuano, en Región
del Bio-Bío, Chile.
Participantes
El total de niños evaluados en el estudio fue 339, 195 mujeres y 144 hombres, dis-
tribuidos en 16 cursos de 10 establecimientos en total (5 escuelas en cada grupo). El
número de estudiantes en el grupo con intervención (GI) fue 132 y en el grupo de
comparación (GC) fue de 207. El tamaño promedio de alumnos por curso fue 25,06
(DS=6,638) y no se observaron diferencias significativas en el tamaño de la clase en-
tre ambos grupos (F(14,1)=1,449; MCe= 81,147; p=0,249). Las características de los
alumnos de cada grupo se presentan en la Tabla 1. La edad promedio fue de 5,29
años (D.S= 0,30) en marzo de 2009. La escolaridad promedio de la madre fue 11,05
años (D.S.=2,50), equivalente a enseñanza media incompleta. Un 67% de los parti-
cipantes cursó NT1 el año anterior y un 42% fue identificado como alumno en
condición de vulnerabilidad por carencias socioeconómicas durante 2009. Análisis
realizados preliminarmente indican que no existen diferencias significativas entre
los niños de ambos grupos en función de la edad (F(1,337)=1,861; MCe= 0,178;
p=0.173), composición por sexo (X2(1)=0,189; p=0,664); años de escolaridad de la
madre (F(1,321)=0,498; MCe= 3,126; p=0,481), proporción de alumnos con NT1 (Z=
0,915; p>0,01), y proporción de alumnos con riesgo social (Z= 0,624; p>0,01).
Diseño de la implementación
Las estrategias de enseñanza de lectura utilizadas fueron: 1) lectura en voz alta; en
la que el profesor lee a los niños actuando como un modelo que aprecia la lectura y
la disfruta, y mostrando explícitamente el uso de estrategias orales y de comprensión
lectora durante el proceso; 2) lectura compartida, en la que el profesor lee junto con
los niños, incorporándolos activamente en el proceso y proporcionando apoyos y
puntos de enseñanza específicos en torno al texto trabajado, y permitiendo que los
niños con menor nivel de avance en lectura se apoyen en la lectura de sus compa-
ñeros y tengan la experiencia de leer; 3) lectura guiada, en la que el profesor traba-
ja con 4 a 6 niños, de nivel de lectura homogéneo, proporcionando apoyo directo a
las dificultades de cada uno y evaluando el logro de los aprendizajes esperados; el
resto del curso se divide en grupos y realiza actividades en centros de aprendizaje di-
señados por el profesor en la práctica de habilidades de lectura y escritura ya adqui-
Fidelidad de la implementación
La fidelidad en la implementación de las estrategias por parte de las educadoras, se
estableció a través de la valoración de la calidad de la aplicación de cada una de las
estrategias realizadas por los dos miembros del equipo de expertos, responsables de
la capacitación y la retroalimentación de la aplicación a través del acompañamien-
to. Se les solicitó a ambos, que realizaran una valoración independiente de la cali-
dad de la implementación de cada estrategia y del desempeño global de cada edu-
cadora, asignando puntajes de 1 a 7, donde 1 indica que no hay evidencia del uso
de la estrategia, 3 representa una implementación mínima, 5 indica una imple-
mentación buena y 7 corresponde a un nivel excelente, de acuerdo a los criterios
establecidos en la capacitación realizada (Swartz, 2010). El desempeñó global pro-
medio del grupo fue 4,4 (D.S.=1,272). La estrategia mejor implementada es la Lec-
tura en Voz Alta, con un promedio de 5,4 (D.S.=0,756), correspondiente al nivel
“bueno”. Las estrategias de Lectura Compartida y Escritura Interactiva fueron ca-
lificadas con un puntaje promedio de 4,7 y 4,1, respectivamente (D.S.=0,951;
D.S.=0,900), que corresponde a un nivel intermedio entre mínimo y bueno. En las
tres estrategias restantes la evidencia indica una implementación deficiente: Lectu-
ra Guiada y Centros de Aprendizaje (M=1,9; D.S.=1,574), Lectura Independiente
(M=1,1; D.S.=0,378) y Escritura Independiente (M=1,9; D.S.=1,464).
Instrumentos
Para evaluar el impacto de las estrategias se aplicaron cuatro pruebas que miden
distintos componentes de la alfabetización temprana: conocimiento del alfabeto,
reconocimiento visual de palabras, comprensión oral y escritura emergente.
Las pruebas fueron aplicadas individualmente, en el orden presentado previa-
mente, durante la jornada escolar regular, en una sala independiente, sin tránsito
de personas que pudieran generar distracciones que afectaran las respuestas. El
tiempo total de administración fue de 15 minutos aproximadamente. Las pruebas
fueron aplicadas en cada curso por 4 docentes, capacitadas en la administración y
puntuación de la batería de pruebas por el equipo de investigación.
1. Conocimiento del alfabeto: el procedimiento de evaluación consistió en soli-
citar a los evaluados que identificaran 27 letras del abecedario, en versión minúscu-
la, presentadas en una tarjeta individual ordenadas al azar. Se aceptó como respuesta
correcta el nombre y el sonido otorgando 1 punto por cada letra identificada correc-
tamente, con un máximo de 27 puntos (Confiabilidad alfa de Cronbach 0.95).
2. Reconocimiento visual de palabras: La evaluación de este componente im-
plica solicitar la colaboración del evaluado en la lectura de un relato que es presen-
tado en un formato de libro con el título ¿Quieres jugar conmigo? El procedi-
miento consistió en que el evaluador muestra la portada del libro, presenta al niño
o niña el tema del relato y explica que la tarea consiste en que el examinador leerá
una parte del libro y que el evaluado debe ayudar en la lectura respondiendo las
preguntas que se formulan en el relato. El examinador muestra la imagen de las
primeras dos páginas del relato y lee el texto: “Sofía quiere jugar. Está buscando a
alguien que quiera jugar con ella”. Mostrando las imágenes y el texto al niño, el
examinador lee las páginas siguientes en las que la protagonista pide a su mamá que
juegue con ella y ésta le responde ¡No! A partir de las siguientes páginas, el exami-
nador muestra la imagen y el texto al niño, lee la pregunta que formula la protago-
nista y pide al evaluado que identifique mirando la página del texto en la que está
escrita la respuesta recibida por parte de distintos personajes (No; No; No-No;
No; No-No-No; Sí-Sí-Sí), Cada palabra identificada correctamente se calificó con
1 punto con un máximo de 10 puntos en total. Esta prueba es una adaptación de
una prueba del Programa de Evaluación de Lectura y Escritura en español de Dia-
ne DeFord (2004).
3. Comprensión oral: En esta prueba, el evaluado debe responder una serie de
preguntas sobre el relato leído anteriormente. Las preguntas que se formulan son
¿Quiénes aparecen en la historia? (Mamá, Papá, Manuel, perro, gato, Tomás) ¿Qué
quería hacer Sofía? (jugar) ¿por qué le decían que no? (porque estaban ocupados,
haciendo algo) ¿Quién es Tomás? (un amigo, un vecino, un niño) ¿Qué van a ha-
cer juntos? (jugar).
Cada respuesta correcta se califica con 1 punto. Puntaje máximo: 15 puntos.
Esta prueba es una adaptación de una prueba del Programa de Evaluación de Lec-
tura y Escritura de Diane DeFord (2004).
4. Escritura Emergente: El procedimiento de evaluación consiste en dos eta-
pas. En la primera se le pide al cada niño que diga su nombre y luego lo escriba, lo
que se repite respecto al primer apellido. En la segunda etapa se le invita a escribir
libremente las palabras que él quiera con la siguiente fórmula: “Escribe ahora las
palabras que quieras escribir. Puedes escribir palabras del cuento que leímos”. La
prueba se da por concluida cuando el sujeto indica que no sabe más palabras o
cuando se completan 8 palabras. Cada palabra escrita correctamente se califica con
2 puntos; cada palabra que incluya hasta dos errores como omisiones, inversiones
o signos semejantes a letras, se califica con 1 punto, un mayor número de errores,
las series de grafismos semejantes a letras y los dibujos se califican con 0 puntos.
Puntaje máximo: 20 puntos. Esta prueba es una adaptación de la técnica de evalua-
ción propuesta por Marie Clay (1975).
Análisis de Datos
Con el fin de establecer el grado de asociación entre las pruebas y también su aso-
ciación entre el pre-test y el post-test en cada grupo, se realizaron análisis de co-
rrelaciones de Pearson entre las pruebas. Para determinar si los alumnos del GI
mostraron un nivel de desempeño más alto en las pruebas de alfabetización que los
alumnos del GC, como evidencia de efecto del programa, los resultaron se anali-
zaron empleando el Análisis de Covarianza (ANCOVA) analizando el desempeño
del alumno en el post-test, en función del factor grupo (intervención o compara-
ción) y controlando por las diferencias iniciales con los resultados del pre-test.
RESULTADOS
En primer lugar, se analiza la relación entre los distintos componentes de la alfa-
betización temprana. La correlación de Pearson en los alumnos del GI indica que
tanto en el pre-test como en el post-test hay asociación positiva entre todos los
componentes evaluados (p<0,05). El análisis de correlación entre pre-test y post-
test muestra que las evaluaciones de cada componente al inicio del año se conectan
positivamente con la medición al final del año escolar (Tabla 2).
En el GC se observa que en el pre-test hay correlación entre los puntajes en to-
das las pruebas (p<0,05) con excepción de Conocimiento del Alfabeto y Comprensión
Oral (r=0,082; p=0,220), mientras que en post-test todas las pruebas se correlacionan
entre sí (p<0,05). El análisis entre pre-test y post-test muestra que la Comprensión Oral
inicial no tiene relación con el Conocimiento del Alfabeto ni con el Reconocimien-
to visual de palabras final y que la Comprensión Oral final no se relaciona con nin-
guna de las pruebas iniciales, excepto con la Comprensión Oral inicial (Tabla 3).
Tabla 2: Correlaciones entre los puntajes de las pruebas del pre-test y el post-test en GI
T1 T2
CONOCIMIENTO RECONO- COMPREN- ESCRITURA CONOCIMIENTO RECONO- COMPREN-
DEL ALFABETO CIMIENTO SIÓN ORAL EMERGENTE DEL ALFABETO CIMIENTO SIÓN ORAL
VISUAL DE VISUAL DE
PALABRAS PALABRAS
Tabla 3: Correlaciones entre los puntajes de las pruebas del pre-test y el post-test en GC
T1 T2
CONOCIMIENTO RECONO- COMPREN- ESCRITURA CONOCIMIENTO RECONO- COMPREN-
DEL ALFABETO CIMIENTO SIÓN ORAL EMERGENTE DEL ALFABETO CIMIENTO SIÓN ORAL
VISUAL DE VISUAL DE
PALABRAS PALABRAS
Los principales resultados de este estudio se presentan en la Tabla 4. Sobre los re-
sultados del pre-test, tanto los niños del GI como del GC obtienen puntajes en la
prueba de Escritura Emergente muy bajos y similares (t(365)=-0,997; p=0,320). Las
diferencias entre ambos grupos son significativas y a favor del GI en el conoci-
miento del alfabeto (t(365)=-2,757; p=0,006), en que los niños de GC conocen en
promedio 5,27 letras (DS=5,9) mientras que los del GI conocen 7,44 (DS=6.5). Por
el contrario, los puntajes iniciales muestran diferencias a favor del GC en Recono-
cimiento Visual de Palabras (t(365)=2,644; p=0,09) con medias de 4,72 (DS=2,00) y
4,2 (DS=1,80), respectivamente. En Comprensión Oral la situación es similar
(t(365)=2,073; p=0,039), el GC obtiene una media de 7,96 puntos (DS=2,20) y GI
7,39 puntos (DS=2,60) (ver Gráfico 1). Estos análisis confirmaron la necesidad de
controlar el resultado del post-test utilizando el resultado del pretest como cova-
riable, en un modelo ANCOVA.
También fueron analizados los tamaños del efecto encontrándose Etas parciales al
cuadrado de 0,036 en el caso del Escritura Emergente, de 0,024 en Comprensión
oral, de 0,046 en Reconocimiento visual de palabras, y 0,037 en Conocimiento del
Alfabeto.
DISCUSIÓN
Uno de los desafíos fundamentales de la educación actual es mejorar los niveles de
alfabetización temprana de los niños con riesgo social, para favorecer una mayor
equidad en su preparación para el aprendizaje escolar posterior. El amplio conoci-
miento aportado por la investigación acerca de los precursores del aprendizaje de
la lectura y la escritura y de las estrategias más efectivas para su enseñanza, no ha
modificado sustancialmente las prácticas en el aula, a pesar de la diversidad de pro-
gramas de formación continua implementados en las escuelas. Un enfoque recien-
te, que ha mostrado una mayor efectividad en este proceso, es el desarrollo profe-
sional que incluye no solo una capacitación al docente, sino también el acompaña-
miento de un experto en el proceso de implementación de las prácticas fundamen-
tadas en la investigación (Powell et al., 2010). En este sentido, el presente estudio
evaluó el resultado de una intervención focalizada en el aprendizaje inicial de la
lectura y la escritura de niños, apoyada por una capacitación y acompañamiento ex-
perto. La intervención se implementó en los cursos (NT2) de escuelas que atien-
den una población infantil con riesgo social, con un grupo de comparación de ca-
racterísticas similares, en una región costera del sur de Chile con los índices más
bajos de desarrollo social y económico a nivel nacional. Los niños de ambos gru-
pos fueron evaluados al inicio y al término del año escolar en cuatro componentes
de la alfabetización temprana, identificados como precursores del aprendizaje for-
mal de la lengua escrita: conocimiento del alfabeto, reconocimiento visual de pala-
bras, comprensión oral y escritura emergente.
Los resultados obtenidos mostraron diferencias significativas entre los niños
del grupo con intervención y los niños del grupo de comparación, en tres de los as-
pectos evaluados. En el conocimiento del alfabeto, identificado como el predictor
de mayor peso del aprendizaje lector posterior (Foulin, 2005), se observó un au-
mento significativamente mayor en el número de letras identificadas por los niños
del grupo de intervención. La escritura emergente, también identificada como un
precursor consistente y fuertemente correlacionada con el aprendizaje formal de la
lengua escrita, mostró un avance significativamente mayor en el grupo con inter-
vención, al igual que el reconocimiento visual de palabras. No se observaron dife-
rencias entre ambos grupos en los avances en comprensión oral, un componente de
la alfabetización inicial moderadamente correlacionado con al menos una destreza
del aprendizaje formal de la lectura y la escritura. Estos resultados son coinciden-
tes con los obtenidos en el estudio de Powell y colaboradores (2010), en relación al
conocimiento del alfabeto, la escritura y las destrezas orales, en una intervención
para el desarrollo profesional focalizada en la alfabetización temprana implemen-
tada con profesores del programa Head Start.
La observación de las prácticas pedagógicas comunes en las escuelas que
atienden niños con riesgo social en Chile (Eyzaguirre y Fontaine, 2008), muestra
que no existe un trabajo sistemático para el desarrollo del vocabulario y de otros as-
pectos del lenguaje, y que no se promueve el diálogo ni el intercambio de expe-
riencias de una manera organizada en la enseñanza. El efecto positivo observado en
el conocimiento del alfabeto, el reconocimiento visual de palabras y la escritura
emergente puede indicar que los educadores modificaron sus prácticas en relación
a la lectura y la escritura, promoviendo un mayor contacto de los niños con la lec-
tura y una iniciación a la escritura que no tiene como foco la ejercitación de la mo-
tricidad fina y la orientación espacial, sino la producción de textos. El no observar
efectos en las destrezas orales puede indicar que la intervención no logró aumen-
tar el escaso tiempo que los educadores chilenos dedican a la enseñanza explícita
del código en este curso, como ocurrió entre los profesores del programa Head
Start (Powell et al., 2010). Los resultados permiten predecir, desde la evidencia
aportada por estudios previos (por ejemplo, Bravo et al., 2006), que estos niños en-
frentarán en mejores condiciones el inicio de la enseñanza formal de la lectura y la
escritura, que en Chile tiene lugar a partir de Primero Básico. Esta mejor prepara-
ción para el aprendizaje formal de la lengua escrita implica compensar las diferen-
cias de origen de estos niños, que viven en condiciones de pobreza y sus pares más
aventajados, que cuentan con mayores recursos a nivel familiar para enfrentar las
exigencias del sistema escolar.
Los resultados en el tamaño del efecto muestran, sin embargo, que la magni-
tud del efecto de la intervención es pequeña, tanto utilizando la regla de Cohen
(1988) como las referencias hechas por Hill, Bloom, Black y Lipsey (2008) para in-
vestigaciones empíricas de intervenciones educacionales en NT2 (rango entre 0.2 y
0.3). Powell y colaboradores (2010) obtienen medidas en un rango de 0,17 a 0,29
para las variables asociadas al lenguaje escrito. Estos resultados son coincidentes con
los encontrados en el estudio de Zill y Resnick (2006), en la evaluación del impacto
del programa Head Start en niños con riesgo social, que estos autores atribuyen a la
menor intensidad y control que existe en la aplicación de estos programas, en com-
paración con programas modelo. El bajo tamaño del efecto puede estar asociado, en
este caso, a una menor intensidad y control en la aplicación, que se manifiesta en la
implementación parcial de las estrategias del programa, determinada por la aplica-
ción de sólo tres de las seis estrategias propuestas en el diseño, e incluidas en la ca-
pacitación, y por el nivel en el que éstas fueron implementadas. La implementación
de la Lectura en Voz Alta fue la única estrategia del programa evaluada en un nivel
“bueno”. Otras dos estrategias, Lectura Compartida y Escritura Interactiva fueron
evaluadas en un nivel intermedio entre “mínimo y bueno” en su implementación, el
mismo nivel en el que fue evaluado el desempeño global promedio de las educado-
ras. Estas tres estrategias se implementan con el curso completo lo que, de acuerdo
al estudio de Connor, Morrison y Slominski (2006), tiene un efecto menor que el
trabajo con grupos pequeños. Las prácticas pedagógicas comunes en las escuelas
chilenas se orientan al trabajo con el grupo completo (Eyzaguirre y Fontaine, 2008),
una realidad que hace particularmente difícil modificar este formato único de ges-
tión del proceso de enseñanza a través de programas de desarrollo profesional, co-
mo ocurrió en este caso. La evaluación de siete educadoras es una base insuficiente
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