1° Concurso Sanmartiniano - Marco Teórico

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MARCO TEÓRICO

Introducción

En la Gaceta de Buenos Aires del día viernes 13 de marzo de 1812, el redactor


—posiblemente Bernardo Monteagudo— escribe estas palabras que, sin saberlo,
llegarían a ser proféticas: "Me hé preguntado muchas veces poseido de diferentes
afectos ¿qual será la suerte de mi patria? ¿Quien será el que enarbole el pabellon
de su LIBERTAD?" (las palabras de los párrafos textuales están escritas con la
ortografía y la acentuación del original).

El mismo ejemplar, en la última hoja, dice: "El 9 del


corriente ha llegado á este puerto la fragata inglesa
Jorge Caning procedente de Londres en 50 días de
navegacion." Más adelante continúa: "Á este puerto
han llegado entre otros particulares que conducía la
fragata inglesa, el teniente coronel de caballería D.
José San Martín primer ayudante de campo del
general en xefe del exercito de la Isla Marques de
Compigny : el Alerez de navio D. Jose Zapiola : el
capitan de milicias D. Francisco Chilaver : el alferez
de carabineros reales D. Carlos Alvear y Balbaltro
:el subteniente de infantería D. antonio Arellano y el
primer teniente de guardias valonas Baron de
Olembert. Estos individuos han venido á ofrecer sus
servicios al gobierno, y han sido recibidos con la
consideración que merecen por los sentimientos que
protestan en obsequio de los interéses de la patria."

Es en éste momento que San Martín, que había cumplido 34 años durante la
travesía, inicia su obra libertadora de tres países de América del Sur: Argentina,
Chile y Perú.

Orígenes de San Martín

Nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Yapeyú, situado a orillas del


caudaloso río Uruguay, que dependía del Virreinato del Río de la Plata.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 1


Su padre, don
Juan de San
Martín, era el
gobernador del
departamento; su
madre, doña
Gregoria
Matorras, era
sobrina de un
conquistador del
Chaco.

Se trasladó a España junto con sus padres en el año 1784 donde ingresó al
Seminario de Nobles de Madrid. En 1789 comienza su carrera militar en el
regimiento de Murcia. Luchó en la campaña de África combatiendo en Melilla y
Orán. En 1797 es ascendido a subteniente por sus acciones frente a los franceses en
los Pirineos.
En 1797 su regimiento, que había participado en las batallas navales contra la flota
inglesa en el Mediterráneo, se rindió en agosto de 1798.
Durante el período que sigue, lucha en diferentes acciones en el sur de España, en
Gibraltar y Cádiz, con el grado de capitán 2° de infantería ligera.
En 1808 las tropas de Napoleón invaden la Península y el rey Fernando VII es
hecho prisionero. Estalla la rebelión contra el Emperador y su Hermano José
Bonaparte, que había sido proclamado Rey de España. Se establece una Junta de
Gobierno que actúa primero en Sevilla y luego en Cádiz. San Martín es ascendido
por la Junta al cargo de ayudante 1° del regimiento de Voluntarios de Campo
Mayor. Distinguido por sus acciones contra los franceses, llega luego a ser capitán
del regimiento de Borbón. El ejercito ataca a los franceses y los vence en la batalla
de Baylén, el 19 de julio de 1808; allí se destaca San Martín. Esta victoria permite
al ejército de Andalucía recuperar Madrid y es la primera derrota importante de
las tropas de Napoleón.

San Martín recibe el grado de teniente coronel y es condecorado con una medalla
de oro. Continua luchando contra los franceses en el ejército de los aliados:
España, Portugal e Inglaterra. Combate a las órdenes del general Beresford en la
batalla de Albuera. Conoce a Lord Macduff, noble escocés, que lo introduce a las
logias secretas que complotaban por la independencia de América del Sur. Por su
intermedio obtuvo un pasaporte para viajar a Inglaterra, donde se encontró en
1811 con compatriotas de América española: Alvear, Zapiola, Andrés Bello, Tomás
Guido, entre otros. Todos formaban parte de una logia que había fundado el
"Precursor", Miranda, quien, junto con Bolivar, ya luchaba en América por la
independencia de Venezuela.
En enero de 1812, San Martín se embarca hacia Buenos Aires en la fragata
inglesa George Canning.

Situación en América del Sur

En la ciudad de Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810 se había constituido la

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 2


llamada Junta Grande, en forma similar a las juntas de España, que se oponían a
la ocupación francesa de la Península, y gobernaban en nombre del rey Fernando
VII mientras se encontrara prisionero. Se habían mandado emisarios a los cabildos
de las distintas ciudades del Virreinato del Río de la Plata para que constituyan
juntas de gobierno y reconozcan a la de Buenos Aires. Las poblaciones se dividen
en las que adoptan juntas independientes de España y las que pretenden conservar
el poder de los virreyes. La Junta de Buenos Aires nombra un cuerpo ejecutivo que
se llamó el Primer Triunvirato. Sus miembros eran: Juan José Paso, Feliciano
Chiclana y Manuel de Sarratea. La ciudad de Montevideo no reconoce a la junta
de Buenos Aires y emprende hostilidades contra la Capital. En Chile el cabildo se
pronuncia contra la autoridad del Virrey. Desde el Alto Perú —hoy Bolivia— los
realistas ocupan la provincia de Salta y avanzan sobre Tucumán, defendida por el
Ejército del Norte comandado por Manuel Belgrano. El Paraguay se había
independizado, adoptando una postura neutral a cargo de José Gaspar Rodríguez
de Francia. Vemos que el panorama del río de la Plata no era muy halagüeño a
principios de 1812 cuando llega San Martín.

Primeros Actos

A los pocos días de su arribo, le fue reconocido el grado de teniente coronel y


el Triunvirato le encomendó la creación de un escuadrón, que luego fue el célebre
regimiento de Granaderos a Caballo. Durante el año 1812 se ocupó de instruir a la
tropa en las modernas técnicas de combate que conocía por su extensa actuación
europea contra los ejércitos de Napoleón.
Además, se ocupó de organizar una sociedad secreta que se denominó la Logia
de Lautaro —este era el nombre de un caudillo araucano que defendió la libertad
de su pueblo a los comienzos de la conquista española—. La sociedad estaba
formada como las logias masónicas de Cádiz y de Londres, similar a la que en
Venezuela tenía como miembros a Miranda, Bolívar y Andrés Bello. Su objetivo
era: "trabajar con sistema y plan en la independencia de la América y su
felicidad". Sus miembros principales, además de San Martín eran: Alvear,
Zapiola, Bernardo Monteagudo, Juan Martín de Pueyrredón.

El 12 de setiembre de 1812 se casa con María de los


Remedios de Escalada, mujer joven y bella, que
pertenecía a una de las distinguidas familias del
país.iembre de 1812 se casa con María de los
Remedios de Escalada, mujer joven y bella, que
pertenecía a una de las distinguidas familias del país.

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En octubre de 1812, cuando llega la noticia de la victoria del ejército de Belgrano
en Tucumán, se produce en Buenos Aires un movimiento preparado por la Logia
con el objeto de imponer a sus candidatos en el Triunvirato. Con la presión de los
cuerpos armados y del pueblo, se nombra el Segundo Triunvirato constituido por:
Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte. Se exige además
llamar a una Asamblea suprema con delegados de todas las provincias con el fin de
dictar una constitución.
Los primeros actos del Triunvirato consisten en reforzar el ejército y mandar
una expedición para que ponga sitio a Montevideo, ocupada por los realistas.
En enero de 1813 se consolidan las posiciones militares: el general José
Rondeau estrecha el sitio de Montevideo mientras en Buenos Aires, el domingo 31
de enero se reúne la Asamblea General Constituyente, conocida en la historia con
el nombre de Asamblea del año 13, aunque se reunió durante varios años más.
Casi todos los miembros de la Asamblea eran de la Logia de Lautaro. Se aprueban
importantes reformas legales: El nombre del rey de España desaparece de los
documentos públicos; la Asamblea se declara soberana; se eliminan los escudos de
armas y los títulos de nobleza; Se aprueban los colores de la bandera de Belgrano,
el escudo nacional, el himno; se elimina la Inquisición y se queman los
instrumentos de tortura; se defiende la libertad de imprenta; se pone límite a la
esclavitud decretando la "libertad de vientres".

Combate de San Lorenzo

Los realistas de Montevideo dominaban los ríos interiores con su flota,


asolaban las poblaciones costeras y hacían frecuentes desembarcos para obtener
ganados y otros alimentos. En enero llegó a Buenos Aires la noticia de que se
preparaba una escuadra realista mandada por el corsario Rafael Ruiz y las tropas
de desembarco por el capitán Juan Antonio Zabala.
El 28 de enero, el Triunvirato ordena al coronel San Martín que protegiese las
costas del Paraná del desembarco realista. Los granaderos siguieron el avance de
la flota enemiga que constaba de 11 naves y unos trescientos soldados. Las naves
pasaron el pueblo de Rosario y fondearon frente al Monasterio de San Carlos, en
San Lorenzo, aguas arriba. Los españoles bajaron a tierra, subieron las altas
barrancas y se encontraron con los pacíficos frailes. Luego llegaron algunos
paisanos al mando de Caledonio Escalada, comandante militar del Rosario, y,
cuando los realistas volvían a embarcarse, intercambiaron algunos disparos de
cañón. El dos de febrero por la noche llegan los granaderos de San Martín al
convento y se ocultan en el patio, en silencio, sin encender fuegos. Desde la torre
del convento, el Coronel vigilaba las señales de luces de las naves enemigas.
Cuando despuntaba el sol del día 3 de febrero, las lanchas de la expedición realista
tocaban tierra y subían el barranco en dos columnas dispuestos al combate. San
Martín dividió a los granaderos también en dos columnas que, cuando sonó el
clarín, cargaron desde cada lado del convento.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 4


En la primera carga, el
caballo de San Martín fue
derribado trabando una
pierna del Coronel. El
granadero Baigorria traspasa
con una lanza a un soldado
español que intentaba herir a
San Martín. El soldado Juan
Bautista Cabral echó pie a
tierra y levantó el caballo
permitiendo a su jefe
incorporarse, entonces fue
herido de muerte. A las pocas
horas del combate, ya
conociendo el resultado,
pronunció las famosas
palabras:

"¡Muero contento! ¡Hemos batido al enemigo!" La victoria había sido obtenida en


pocos minutos. Los realistas escaparon por la barranca abandonando sus armas,
cañones y estandartes. La flota enemiga retornó derrotada a Montevideo y nunca
más volvió a incursionar por el Paraná. San Martín escribió el parte del combate
bajo la sombra de un añoso pino y regresó en triunfo a Buenos Aires.
Poco tiempo después se conocía el triunfo del General Belgrano frente a los
realistas en la batalla de Salta, donde se rindió el ejército al mando de Pio Tristán.
El año trece comenzaba favorable a los patriotas.

El Ejército del Norte.

Manuel Belgrano, luego de la batalla de Salta, se internó en las tierras del Alto
Perú en persecución de los realistas pero debió retroceder hasta sus posiciones
anteriores, en el valle de Lerma, luego de las derrotas de Vilcapugio ( 1° de
octubre) y Ayohuma ( 14 de noviembre). Entonces el Triunvirato envía al norte a
San Martín con un pequeño ejército de infantería y el cuerpo de Granaderos a
Caballo. El ejército derrotado se reúne con las tropas de refuerzo en la posta de
Yatasto, en el camino entre Salta y Tucumán, donde ambos patriotas se conocen y
sellan una amistad que duraría toda sus vidas. Mientras tanto el 31 de enero de
1814, en Buenos Aires, la Asamblea nombra Director Supremo de las Provincias
Unidas del Río de la Plata a Don Gervasio Antonio Posadas por un período de dos
años, sustituyendo el Triunvirato anterior. También en enero, San Martín toma el
mando de un ejército derrotado, quedando Belgrano como su subordinado. El
ejército realista, a cuyo frente estaba el general Pezuela, amenazaba las provincias
de Salta y Jujuy. El ejercito patriota se concentra en la ciudad de Tucumán y el
General comienza a instruirlo formando una nueva escuela militar y hace
incorporar nuevos reclutas.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 5


La frontera norte queda defendida por partidas de
gauchos montados, al mando del valeroso teniente
coronel Martín Güemes, natural de Salta y gran
conocedor del terreno, que detienen, causan estragos
en el avance realista, levantando a la población en
contra del enemigo.

Mientras tanto en el Río de la Plata, la flota al mando del comandante Guillermo


Brown vencía a la armada realista frente a Montevideo y lograba establecer el
cerco marítimo que obligaría luego a rendir la plaza al ejército comandado por el
general Alvear (junio de 1814). Al conocer esta derrota, los realistas, que
intentaban conquistar las Provincias Unidas por la frontera norte, iniciaron la
retirada concentrando sus fuerzas en el Alto Perú.

Plan Continental

Al poco tiempo de encontrarse San Martín en Tucumán, se dio cuenta que era
imposible llegar a Lima, que en ese momento era el centro del poder realista, por el
camino del Alto Perú. Cada ves que un ejército realista descendía del altiplano
hacia los valles de Salta, era derrotado y , cada vez que un ejercito patriota
ingresaba en el Alto Perú, era también aniquilado. Fue entonces que el General
concibió la idea, que luego realizaría con éxito, de cruzar la cordillera y atacar la
ciudad de Lima por el mar. Para mantener segura la frontera del norte bastaban
las tropas salteñas al mando del general Güemes. El plan de conquistar el Perú por
el Pacífico era lo que él llamaba "su secreto", que era compartido por unos pocos
amigos de la Logia Lautaro.
En el mes de abril de ese año, una enfermedad le obliga a pedir licencia y pasa
a restablecerse a una estancia cerca de la ciudad de Córdoba dejando al general
Cruz al mando de las tropas del Ejército del Norte.
En agosto de ese año, por solicitud del general, el director Posadas lo nombra
Gobernador Intendente de Cuyo, pues su estado de salud era delicado. En realidad
San Martín se situaba en una posición muy conveniente para iniciar los planes que
luego liberarían medio continente. Tardaría siete años para entrar en Lima.
Cuando el futuro Libertador se instalaba en Cuyo, del otro lado de la
Cordillera de los Andes, la revolución del que se llamaba en aquel entonces "Reino
de Chile", estaba en peligro: había sido invadido por las fuerzas realistas del
Virreinato del Perú y luego de varias batallas, las fuerzas patriotas al mando de
O´Higgins y José Miguel Carreras son derrotadas en la batalla de Rancagua (1° de
octubre de 1814), donde los ejércitos chilenos son aniquilados dejando abierto el
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camino a la capital, Santiago. El general Carrera con el resto del ejército cruzó la
cordillera refugiándose en el territorio de Cuyo, gobernado por San Martín.
A Buenos Aires llegaban las noticias de que Napoleón había sido vencido y
confinado a la isla de Elba. El rey Frenado VII había entrado en Madrid luego de
seis años de cautiverio. El primer acto de gobierno fue abolir la constitución de
Cádiz y condenar a muerte a todo aquel que se opusiera a su soberanía. Al poco
tiempo restableció el Tribunal de la Inquisición.
Es en este momento que la Revolución Sud Americana parece derrotada en
todos sus frentes. Perdido Chile y el Alto Perú, con los realistas fuertemente
establecidos en Lima; la revolución venezolana era vencida y sus líderes, Bolívar y
Mariño, se refugian en Cartagena; los liberales españoles perseguidos. Sólo en el
Río de la Plata ondean los estandartes de la Libertad y la Independencia.

Gobernador de Cuyo

En Buenos Aires, a comienzos de 1815 se produce la renuncia del Director


Supremo, Posadas, y es nombrado en su remplazo el general Carlos María de
Alvear, que estaba enfrentado con San Martín, quien para evitar una destitución,
solicita su reemplazo. Alvear nombra entonces Gobernador de Cuyo al coronel
Gregorio Perdriel. Esto pone a la ciudad de Mendoza en conmoción y, reunido el
cabildo el 16 de febrero, solicitan al Director Supremo que conservase en el
gobierno al general San Martín, alegando que había un peligro cierto de una
invasión realista a través de la cordillera. El Director entonces accede a la petición
del Cabildo de Cuyo y confirma a San Martín en el cargo. Al poco tiempo, en
Buenos Aires, el Cabildo pide la renuncia de Alvear y es nombrado como Director
Supremo el general Rondeau, con la condición de disolver la Asamblea (que había
sido nombrada por los cabildos provinciales) y llamar a un nuevo congreso elegido
por el sufragio universal (18 de abril). Terminaba así la importancia de los
cabildos, que era una herencia de la tradición colonial.

Los ciudadanos de Mendoza


se constituyen en cabildo abierto.
Deciden que no obedecerán a
ningún gobierno que no sea
elegido por la voluntad de los
pueblos y que declara nulo el
nombramiento del Gobernador
Intendente hecho por el Director
Supremo. Se aclama a
continuación a San Martín como
Gobernador de cuyo por la
voluntad popular. Los cabildos
de San Juan y San Luis
confirmaron estas declaraciones.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 7


Entonces San Martín emprende la creación del Ejército de los Andes, en el que el
pueblo de Cuyo contribuyó con todo lo que podía. Se establecieron nuevos
impuestos, se rematan las tierras públicas, se crea una contribución extraordinaria
de guerra, se recibieron donaciones en joyas y en dinero, se gravó con un peso cada
barril de vino. Además se usaban los transportes de carretas en forma gratuita
para los materiales que necesitaba el ejército y a las personas, sin retribución para
trabajos públicos, los artesanos servían en los talleres militares sin sueldo, y las
mujeres contribuían con sus labores cosiendo gratuitamente los uniformes de los
soldados.
Se conoció en esos momentos que España preparaba una expedición de diez
mil hombres, al mando del general Murillo, que se dirigía hacia el Río de la Plata a
sojuzgar a los rebeldes y someterlos al dominio del rey. El entonces coronel San
Martín reunió al pueblo de Cuyo en cabildo abierto y el 6 de junio de 1815
distribuyó un bando que conviene transcribir en parte porque demuestra el temple
del Libertador: "Es llegada la hora de los verdaderos patriotas. Se acerca al Río de
la Plata una expedición de diez mil españoles. Ya no se trata de encarecer y exaltar
las virtudes republicanas, ni es tiempo de exhortar a la conservación de la fortunas
o de las comodidades familiares. El primer interés del día es el de la vida: este es el
único bien de los mortales. Sin ella, también perece con nosotros la patria. Basta de
ser egoístas para empeñar el último esfuerzo en este momento único que para
siempre fijará nuestra suerte. A la idea del bien común y a nuestra existencia, todo
debe sacrificarse. Desde este instante el lujo y las comodidades deben
avergonzarnos… Desde hoy quedan nuestros sueldos reducidos a la mitad. El
empleado que no quiera donar lo que deja de percibir recibirá un boleto par su
abono en mejores circunstancias. Yo graduaré el patriotismo de los habitantes de
esta provincia por la generosidad… Cada uno es centinela de su vida."
Las damas de Mendoza, encabezadas por María de los Remedios de Escalada
de San Martín, su esposa, fueron recibidas por el cabildo en audiencia y, en
presencia del pueblo, se despojaron de sus alhajas y donaron sus joyas a la patria.
Llegamos así al final del año 1815 con las desalentadoras noticias de la derrota
del Ejército del Norte, dirigido por Rondeau, en la batalla de Sipe-Sipe el 29 de
noviembre de dicho año y deben regresar a Salta. Las fuerzas del virrey del Perú,
comandadas por el general Osorio, dominan Chile. El ejército de Murillo, que
debía llegar a Buenos Aires había desembarcado en Venezuela y batía a las tropas
de Bolívar. Fue entonces cuando San Martín, al mando del pequeño ejército de
Cuyo era la única esperanza de las Provincias Unidas. Es en estas circunstancias
que reúne a sus oficiales y expone su plan del paso de los Andes y la reconquista de
Chile.

El año 1816.

A fines del año anterior había sido restituido Fernando VII, al que en la
Península llamaban "El Deseado". Sus primeras disposiciones en el trono
defraudaron a los americanos. Cono ya dijimos, derogó la Constitución de Cádiz,
que habían establecido las Cortes y se habían declarado Soberanas y, lo que es
peor, declaró "reo de lesa Majestad" a los independientes, imponiéndoles la pena

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de muerte. Esto tarjo como consecuencia que los generales realistas cometieran
enormes crueldades contra las poblaciones rebeldes, especialmente en Venezuela y
en el Alto Perú.
A principio de año comienzan a llegar a la ciudad de Tucumán los delegados
de las distintas provincias —electos por sufragio universal— y el 24 de marzo se
constituye allí el Soberano Congreso Nacional de las Provincias Unidas del Río de
la Plata. La Gobernación de Cuyo tenía cuatro delegados, amigos de San Martín y
miembros de la Logia Lautaro. Por la provincia de San Juan: fray Justo de Santa
María de Oro y Francisco Narciso Lapida; por Mendoza: Tomás Godoy Cruz y
don Agustín Maza; por San Luis, Juan Martín de Pueyrredón, que estaba
distanciado de San Martín por su actuación en el episodio de la disolución del
primer Triunvirato en 1812.
San Martín insiste ante los delegados de su gobernación en la pronta reunión del
congreso. En el mes de mayo el Congreso trata de la elección del nuevo Director
Supremo. El primer candidato considerado es Belgrano, luego se piensa en San
Martín, pero los delegados de Cuyo se oponen, finalmente es designado el día 3 de
ese mes Juan Martín de Pueyrredón como Director Supremo, con el
consentimiento de los delegados de San Martín. Godoy Cruz había limado las
asperezas entre los dos patriotas.
Mientras tanto, San Martín, como Gobernador de Cuyo, insistía ante el
Director Supremo la conveniencia de acometer la empresa del paso de los Andes.
Ya había comenzado con sus actividades de espionaje y tenía confidentes en
Santiago dentro de las esferas realistas que le comunicaban las actividades del
gobernador Osorio, y luego las de su reemplazante Marcó del Pont. Así mismo sus
espías fomentaban la insurrección en los patriotas de Chile preparando el terreno
para la futura invasión. Había sido San Martín propuesto para comandar el
ejército del Perú en reemplazo del general Rondeau, pero él no confiaba en el éxito
de esta empresa y recomienda al Director que nombre a Manuel Belgrano en su
lugar.
Durante este año se llevan a cabo varias batallas navales realizadas por
corsarios con el pabellón del Río de la Plata, que capturan presas entre los barcos
que realizan la travesía entre América y España, interceptando valiosos
cargamentos, entorpeciendo el tráfico de esclavos, lo que le vale a estas provincias
el reconocimiento de la opinión liberal de Europa. A su vez se intercepta
correspondencia confidencial que permite conocer el verdadero estado de las
tropas realistas en el Caribe y en Venezuela y por este medio se conoce en Buenos
Aires los progresos de Bolívar y de las tropas independientes de México. En este
contexto se prepara la expedición del Comandante Guillermo Brown, secundado
por Hipólito Buchardo, que partiendo desde el Río de la Plata, dobla el cabo de
Hornos y ataca las fortalezas Españolas de Chile y luego los puertos fortificados
del Callao y Guayaquil. Esto permite a los patriotas conocer las defensas de estos
puertos que luego serían de utilidad para la campaña al Perú y formarían el
comienzo de la flota libertadora.
Luego de la derrota de Sipe-Sipe en el Alto Perú, San Martín cree que ya ha
llegado el momento de promover su idea de la conquista de Lima por el Pacífico.
Envía entonces a su delegado, Manuel Ignacio Molina, a Buenos Aires para

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 9


convencer al Director de la conveniencia de la expedición a Chile. El Ministro de
Guerra era Tomás Guido, amigo de San Martín y miembro de la Logia, que ya
estaba al tanto de la idea del Libertador, pero el gobierno no estaba convencido
aún. La misión de Molina, si bien no pudo convencer al gobierno de autorizar la
expedición, al menos consiguió una ayuda de 5.000.- pesos mensuales para el
ejército.
Sirviéndose de la astucia, San Martín hace correr la noticia que su ejército se
preparaba para marchar hacia el Alto Perú. Hizo los preparativos del traslado
para intentar que los realistas cruzaran la cordillera pensando que Mendoza
quedaba desguarnecida, y así vencerlos en una batalla de este lado de la cordillera.
Pero Marcó del Pont no cayó en la celada y nada hizo.
San Martín envía entonces a Buenos Aires a su ayudante de campo, José
Antonio Álvarez Condarco, ingeniero militar, con un detalle de la campaña que
planeaba. Condarco se entrevista con Antonio González Balcarce, que actuaba en
forma interina hasta la llegada del nuevo Director Supremo. Pueyrredón era
partidario ya del plan de la invasión a Chile, entonces dio instrucciones de apoyar
a San Martín con los pertrechos de campaña (mes de junio). A partir de entonces
la Capital comenzó a enviar suministros que hicieron posible la expedición.
San Martín insiste además ante sus delegados al Congreso en la necesidad de
declarar la independencia. Le escribía a Godoy Cruz: "¿Hasta cuándo esperamos
para declarar nuestra independencia? ¿No es una cosa bien ridícula acuñar
moneda, tener pabellón y cocarda nacional, y por último, hacerle la guerra al
soberano de quien se dice dependemos… …Los enemigos (y con mucha razón) nos
tratan de insurgentes, puesto que nos reconocemos vasallos." "Si esto no se hace, el
Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo la soberanía, es una
usurpación que se hace al que se cree verdadero soberano, es decir, al rey de
España." El 9 de julio el Congreso declara la independencia de las Provincias
Unidas del Río de la Plata de la dominación de los reyes de España y su metrópoli.
Ya no había posibilidad de reconciliación con Fernando VII.
Pensando en los pasos para cruzar la cordillera, San Martín aprovecha el
hecho de la declaración de la independencia para notificar de ella a Marcó. Envía a
Álvarez Condarco por el paso de Los Patos (el más largo) para entregar el acta a
los jefes realistas. Antes de partir le dijo: "como es seguro que así entregue usted el
pliego que lleva lo despedirán con cajas destempladas por el camino más corto, que
es el de Uspallata (si no lo ahorcan) dará usted la vuelta redonda y podrá a su
regreso formarme un croquis sobre el papel."
El 15 de julio se reúnen en Córdoba el Director Pueyrredón con San Martín
donde combinan los aspectos de la expedición. A partir de allí sellan su amistad
que durará toda sus vidas. Queda así decidida la expedición a Chile.

El cruce de los Andes

Una vez obtenido el apoyo político a su proyecto, San Martín se dispone a


realizar los preparativos de la empresa. La maestranza estaba a cargo de fray Luis
Beltrán, natural de Mendoza, quien dejó los hábitos y, comandando trescientos
trabajadores, fundió cañones, balas, granadas y preparó todos los implementos

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 10


necesarios para la difícil marcha. La armería estaba a cargo del mayor De la Plaza
y la fábrica de pólvora la dirigía el mayor ingeniero José Antonio Álvarez
Condarco. Para los uniformes, Beltrán construyó una tejeduría y una tintorería
para proveer los paños que las damas de Mendoza luego cosían.
El Director Supremo, ya instalado en Buenos Aires, el día 1° de agosto
promueve al entonces coronel mayor San Martín al grado de general en jefe del
Ejército de los Andes, acuñando el nombre con que se conocería al ejército
libertador de la mitad de América del Sur. Luego aumentó la asignación para
dicho ejército a 8.000.- pesos mensuales.
En septiembre de ese año, traslada su ejército, que se componía de 4.000
hombres, al campamento del Plumerillo, al norte de la ciudad de Mendoza, donde
Los soldados y los jefes se entrenan para el combate. Desde allí se completaron los
últimos pertrechos necesarios.
El día 5 de enero de 1817, el ejército se dirige formado de gran parada hasta
Mendoza donde, en presencia de las autoridades y del pueblo, juran la bandera
celeste y blanca del ejército y como patrona, a la virgen del Carmen.
San Martín ocultaba el punto por donde cruzarían la cordillera y hacía llegar
a Marcó del Pont rumores de distintos posibles pasos, insinuaba que cruzaría por
el sur y luego hacía correr rumores de que atacaría por el norte con el objetivo de
dividir sus fuerzas y lograr una sorpresa.
Todo estaba listo en el Plumerillo para cruzar el ejército de 4000 hombres,
con sus caballos cañones municiones y víveres para un mes. Dos divisiones, al
mando del general Miguel Estanislao Soler y O´Higgins cruzarían por el Paso de
los Patos. Otra, al mando de Las Heras, debía marchar por el camino de Uspallata
con la artillería. Una división ligera al mando de Juan Manuel Cabot cruzaría
desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada y apoderarse de Coquimbo. Otro
destacamento ligero debía cruzar desde La Rioja y ocupar Copaipó cruzando la
cordillera por el paso de Vinchina. Por el sur, el capitán Freyre penetraría por el
Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas.

Durante la segunda mitad de enero


partieron las distintas divisiones
llevando instrucciones secretas. Las
órdenes eran que todos aparecieran
simultáneamente sobre el territorio
chileno entre el seis y el ocho de
febrero.

Quiero transcribir aquí el parte enviado por el Libertador al Director

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 11


Pueyrredón, ya desde el lado chileno de la cordillera: "El tránsito de la Sierra ha
sido un triunfo. Dígnese V. E. figurarse la mole de un exército moviéndose con el
embarazoso vagage de subsistencias para quasi un mes, armamento, municiones, y
demas adherentes por un camino de cien leguas, cruzado de eminencias
escarpadas, desfiladeros, travesías, profundas angosturas, cortado por cuatro
cordilleras; en fin donde lo fragoso del piso se disputa con la rigidez del
temperamento. Tal es el camino de los Patos que hemos traído…"
En efecto, a las dos de la tarde del 8 de febrero, las dos columnas principales
ocupaban los pueblos de San Antonio de Putaendo y Santa Rosa de los Andes
despejando el camino hacia el Pacífico.

Batalla de Chacabuco

El día 10 de febrero de 1817, todo el Ejército de los Andes se encontraba


concentrado en el valle de Aconcagua, listo para subir la cuesta de Chacabuco y
lograr una batalla decisiva. El ejército realista se concentraba en el valle acudiendo
rápidamente con tropas desde Santiago. San Martín reunió a sus oficiales para
explicar el plan de combate que realizarían al día siguiente, sin dar tiempo a que
los realistas se agruparan. Dividió al ejército en dos columnas, una al mando del
general Soler, y la otra al mando de O´Higgins. El ejército realista estaba al mando
del brigadier Maroto.
A la madrugada del día 12 las columnas comenzaron la ascensión de la cuesta
de Chacabuco, tomando la división de Soler por la derecha y la de O'Higgins la de
la izquierda.
El ala izquierda se puso en contacto con los realistas, luego de cargar bajando la
cuesta, a media mañana. La resistencia era sostenida y el combate resultaba
indefinido hasta que, cerca del mediodía, llegó el ala de Soler, al trote y a la carga,
lo que definió la batalla. Los realistas dejaron en el campo 500 muertos, 600
prisioneros y mucho armamento. Los patriotas perdieron 12 hombres y tuvieron
120 heridos. Los realistas huyeron en desorden a Santiago pero no atinaron
defensas, Marcó del Pont sólo pensaba en escapar, mandó al puerto de Valparaíso
sus pertenencias y alistó sus cosas para la huida.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 12


El 14 de febrero, San Martín entró triunfal a
Santiago de Chile. El cabildo se reunió el día 18
aclamando al Libertador como gobernador de Chile.
Renunció a ese honor y fue entonces electo
O´Higgins Director Supremo del Estado de Chile.

El general realista, Maroto, se embarcó en el puerto de Valparaíso con


algunas tropas que pudo salvar. Marcó del Pont se retrasó de la columna y cuando
llegó ya no quedaban naves en el puerto. Huyó hacia el sur pero fue tomado
prisionero por los patriotas.
Esta victoria, la conquista del "Reino de Chile" como se lo conocía en la
denominación española, trajo alivio en Buenos Aires. La situación para los
patriotas seguía siendo difícil: la ciudad de Montevideo había sido ocupada por un
ejército Portugués, el ejército del Norte retrocedía hacia Jujuy, como lo había
previsto San Martín, y el Gobernador de Salta, Martín Güemes resistía. La
victoria de Chacabuco cambió la suerte de la América del Sur y a partir de este
momento los realistas comenzaron su repliegue. Los que pudieron escapar, al
mando del general Ordóñez, perseguidos por el general Las Heras, se retiraron a
marcha forzada hasta la fortaleza de Talcahuano, al sur de Chile. Resistieron allí
un sitio de las tropas patriotas que duró todo el año 1817.
Se creó entonces el Ejército Unido, formado por el de Chile, y el Ejército de
los Andes. O´Higgins comandaba el ala Chilena y San Martín era el General en
Jefe de Todo el Ejército.
Siguiendo con su plan continental, San Martín sabía que sin el dominio de
mar, no era posible dominar Chile y Perú porque la costa tenía bastiones como el
Callao o Talcahuano que eran fácilmente abastecidos de víveres, soldados y
munición. Al mes de la batalla de Chacabuco, cruzó nuevamente la Cordillera,
llegó de incógnito a Buenos Aires para evitar los festejos y las demostraciones
populares a las que no era afecto, y negoció con el Director Supremo el envío de
una misión a Londres con el objeto de crear una escuadra para dominar las costas
del Pacífico y quebrar el dominio realista en esos mares. El Ingeniero Álvarez
Condarco viajó a Londres para supervisar la compra de las naves mientras
Álvarez Jonte buscaba marinos que comandaran dicha escuadra.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 13


Cancharrayada y Maipú

En los últimos días de 1817, San Martín, como generalísimo del Ejército
Unido, mandó una delegación a Lima, en nombre de los aliados, proponiendo al
Virrey del Perú la regularización de la guerra y el canje de prisioneros. Pero, como
siempre, el motivo oculto de la misión a cargo del mayor Domingo Torres, era
ponerse al tanto de los planes del enemigo. El enviado regresó a Valparaíso
trayendo la información de que un ejército realista, al mando del general Osorio,
se embarcaba en cuatro fragatas para recuperar Chile.
Los primeros días de enero de 1818 la expedición llegaba a la fortaleza de
Talcahuano donde desembarca. Las tropas de Osorio se unen con las del general
Ordóñez formando un ejército de más de 5000 hombres. Sin perder tiempo
comienzan la marcha hacia el norte, para llegar a Santiago. Los patriotas al mando
de O´Higgins levantan el sitio y emprenden la retirada hacia la capital para unirse
a el resto del ejército.
La noche del 19 de marzo el ejército realista avanzó por la planicie de
Cancharrayada sorprendiendo a las fuerzas de O´Higgins en la oscuridad. Los
patriotas se defendieron valientemente hasta que el Director fue herido en el brazo.
Entonces las fuerzas del Ejército Unido retrocedieron en desorden perdiendo todo
el parque y la artillería. El mando fue asumido entonces por el coronel Las Heras
que organizó una retirada a marchas forzadas hacia la capital. En Santiago, la
noticia del revés hizo entrar en pánico a la población, mientras que los generales
patriotas trataban de reagrupar sus fuerzas en derredor del campamento de
Maipo. Cuando O´Higgins supo de los acontecimientos de la capital, apuró su
regreso cabalgando día y noche para reasumir el gobierno de la nación. La
presencia del líder hizo retornar la calma en la ciudad y comenzaron los
preparativos para la defensa. A los diez días de la derrota, el Ejército Unido estaba
nuevamente en condición de combate con cerca de 4000 hombres de infantería, 22
piezas de artillería y 1000 jinetes, cinco batallones chilenos y cuatro argentinos.
El ejército patriota estaba desplegado en una altura llamada Loma Blanca, a
diez kilómetros de Santiago. El 5 de abril las avanzadas comunicaron que los
realistas marchaban en masa hacia el camino que une Santiago con Valparaíso.
San Martín relata así la disposición para el combate: "Baxo la conducta del
benemérito brigadier general Balcarce puse desde luego toda la infantería; la
derecha mandada por el coronel Las Heras; la izquierda por el teniente coronel
Alvarado; y la reserva por el coronel D. Hilarion de la Quintana; la caballería de
la derecha al coronel D. Matías Zapiola con sus escuadrones de granaderos; y
Freyre con los escuadrones de la escolta del Exmo. Director de Chile, y los
cazadores a caballo de los Andes."

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 14


Al mediodía los ejércitos se hallaban
frente a frente. Los patriotas
avanzaron hacia las posiciones
realistas y entraron en encarnizado
combate. Los realistas resistieron a
pie firme durante varias horas pero
luego comenzaron a replegarse,
terminado derrotados. A última
hora llegó O´Higgins convaleciente
de su herida, quien fue aclamado
por las tropas victoriosas. Las
pérdidas realistas fueron alrededor
de 1000 hombres, doce cañones,
2200 prisioneros y todo el parque y
municiones.

Osorio se retiró con solamente 1200 hombres hacia Talcahuano pero casi sin
armamento. Allí esperó órdenes del virrey Pezuela, quien dio por perdido el norte
de Chile y le ordenó embarcarse para el Perú, quedando en la fortaleza una fuerza
de defensa de 1000 hombres al mando del coronel Juan Francisco Sánchez.
Pocos días después de la victoria de Maipú, San Martín emprende el camino a
Buenos Aires llegando con sigilo para sustraerse a las manifestaciones de la
muchedumbre. No obstante ello, el Director Supremo, Pueyrredón, prepara una
recepción pública en el Congreso que se realiza el 17 de mayo, en honor al héroe de
Chacabuco y Maipú.
El objetivo del viaje era apurar la disposición de los fondos necesarios para
crear y mantener la flota del Pacífico, que era la única manera de evitar el
abastecimiento de los puertos realistas, desde donde podían enviara refuerzos y
reconquistar Chile. Una vez dominado el mar, el camino al Perú estaba despejado.
Las reuniones secretas tuvieron lugar en la quinta que Pueyrredón tenía en el
pueblo de San Isidro, y allí concurrieron los miembros de la logia. Una vez logrado
el apoyo, San Martín quiso volver nuevamente a Chile pero quedó detenido en
Mendoza debido a las grandes nevadas en la cordillera. Allí recibe notificación de
Pueyrredón diciendo que el empréstito de 500.000 pesos, necesario para equipar a
la flota era imposible de lograr.
Es entonces que desde Mendoza envía su renuncia como general del Ejército
Unido a los directores Pueyrredón y O´Higgins (4 de setiembre de 1818). Pocos
días después recibe una comunicación del Ministro de Guerra autorizándolo a
girar hasta la suma convenida para crear la flota.

La escuadra del Pacífico

La flota que dominaría el Pacífico con el pabellón chileno y llevaría al ejército


libertador al Perú se formó por astutas y valientes capturas de buques españoles y
la compra de naves inglesas y americanas. El primer buque de guerra fue el

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 15


bergantín español llamado Águila, de 16 cañones, que entró engañado a Valparaíso
luego de la batalla de Chacabuco porque los patriotas dejaron las banderas
realistas flameando en la fortaleza. Fue capturado y, bautizado con el nombre de
Pueyrredón. En su primera misión fue enviado a la isla Juan Fernández a rescatar
los patriotas prisioneros de los realistas. Entre ellos estaba Manuel Blanco
Encalada, quien sería luego comandante de la flota. Luego llegó el Windham de 44
cañones, comprado por Álvarez Condarco en Londres. Fue la gloriosa Lautaro.
Con estos dos buques, luego de la victoria de Maipú, persiguieron a la flota
española compuesta por la Esmeralda, la Venganza y el Pezuela que bloqueaba
Valparaíso y entorpecía la navegación y hostigaban a los buques neutrales que
llegaban al puerto.
En abril de 1818, la Lautaro y el Pueyrredón salieron del puerto y se trabaron
en combate con la Esmeralda consiguiendo abordarla. Luego de un fiero combate
la nave española pudo escapar por su mayor velocidad y dirigirse a Talcahuano.
Aunque no se pudo tomar la presa, desde ese momento, la marina chilena dominó
las costas de Valparaíso. En Julio se compró una corbeta americana que se bautizó
como Chacabuco, luego otro bergantín americano que se llamó Araucano, En
agosto llegó un navío poderoso, de 60 cañones, contratado por Condarco en
Londres, que se denominó San Martín y se pagó con los fondos que había dispuesto
Pueyrredón luego de la renuncia del general. El mando de la armada fue confiado
a Manuel Blanco Encalada. Los patriota tenían a fines de 1818 una escuadra que
podía combatir contra los realistas en el Pacífico.
Mientras tanto, en mayo de 1818, zarpaba de Cádiz con rumbo a Chile, una
expedición española de once transportes, que conducían 2000 soldados, escoltadas
por dos naves de guerra, una de ellas era la poderosa María Isabel, de 50 cañones.
La noticia se conoció en Buenos Aires, por los agentes del gobierno argentino en
Cádiz en el mes de julio. Pueyrredón envió a los bergantines Lucy y el Intrépido
para que se incorporen a la flota chilena. En agosto arribó a Buenos Aires el
Trinidad, uno de los transportes españoles con la tripulación sublevada. De esta
manera los patriotas conocieron el punto de reunión y el código de señales de la
escuadra realista.

En octubre zarpaba de
Valparaíso la escuadra chilena al
mando de Blanco Encalada, y
comandando la infantería de marina
el capitán Guillermo Miller. Debían
interceptar el convoy realista.
Encontraron a la María Isabel en el
puerto de Talcahuano, protegida por
los cañones de la fortaleza. En una
valiente acción de los marinos y los
infantes, capturaron la nave y la
llevaron a Valparaíso donde fue
bautizada como la O´Higgins.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 16


Cayeron en manos de los patriotas cinco transportes con todos sus bagajes. El
resto huyó al Callao. Así, Chile, en poco tiempo dominó el Pacífico. La última
expedición española que partió hacia América había sido aniquilada a fines de
1818.
Llegaba entonces a Valparaíso Thomas Alejandro Cochrane, lord escocés,
miembro del parlamento y héroe de muchas batallas en las flotas de Inglaterra.
Había aceptado los ofrecimientos de los agentes de San Martín y O´Higgins en
Londres. Fue nombrado jefe de la escuadra chilena con el grado de Vicealmirante
y Blanco Encalada, conociendo la capacidad del nuevo jefe, se puso a sus órdenes.
Los independientes, a fines de 1818 podían dominar el Pacífico.
Éste era el paso previo para poder llevar el ejército al Perú.

Sucesos del año 1819

En enero, las tropas patriotas al mando del general Balcarce, que sumaban
más de 3000 hombres, se dirigen al sur de Chile, para reforzar a las fuerzas de
Zapiola, que hostigaban a las del coronel realista Sánchez, acampados sobre las
márgenes del Bío-Bío y ocupando la ciudad de Concepción. Los realistas, que no se
habían sentido capaces de defender las posiciones que tenían, habían evacuado la
ciudad a fines del año anterior y se habían replegado a la los Ángeles. Ante el
avance de Balcarce, luego de algunas escaramuzas, Sánchez se retira nuevamente
hacia el sur, a las tierras de los indios araucanos, encerrándose en la plaza de
Valdivia. Balcarce da por terminada la campaña, pues por tierra era imposible
transportar allí grandes ejércitos, y regresa a Santiago.

Ese mismo mes de enero partía la flota chilena


al mando de Cochrane, con el navío San Martín, las
fragatas O´Higgins y Lautaro y la corbeta
Chacabuco. En febrero bloquean el Callao, puerto
de Lima, donde se hallaba la flota española del
Pacífico, compuesta por las fragatas Esmeralda y
Venganza y varias naves menores, protegidas por los
cañones de la fortaleza.

Luego de algunos combates navales, apresan a la goleta Motezuma y la flota


permanece bloqueando el puerto con algunos buques y con otros hostiga a los
puertos del norte. Vuelve a Valparaíso para abastecer la flota y construir una
batería de cohetes, nueva arma ensayada en Europa. Prepara sus naves y en
octubre de ese año intenta nuevamente destruir a la flota española en el Callao. No
tiene éxito por la falla de las nuevas armas pero la flota consigue varias presas en
el puerto de Guayaquil y Miller desembarca la infantería en Pisco y ocupa por
unos días la ciudad. Cochrane envía la flota a Valparaíso y sólo con la O´Higgins se
decide ocupar Valdivia, al sur de Chile y en los primeros meses de 1820 conquista

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 17


la fortaleza y expulsa a los realistas que se refugian en la isla de Chiloe.

Mientras el Ejército Unido y la escuadra chilena obtienen estas victorias, y en el


norte, Bolívar combate contra el ejército de Murillo por la libertad de Colombia y
Venezuela, obteniendo la victoria de Boyacá (7 de agosto), otros hechos
ensombrecen el panorama sudamericano.
La opinión de Chile no favorece la expedición al Perú y el mantenimiento del
Ejército de los Andes. Por otro lado, se reciben noticias desde Cádiz anunciando
que otra expedición se prepara contra Buenos Aires al mando de José O´Donnell,
conde del Abisbal, que transportaría 20.000 hombres. El Director Pueyrredón
solicita que las tropas de los Andes se preparen para marchar a la Capital.
San Martín cruza la cordillera con una parte de las fuerzas hacia Mendoza,
dejando otra parte en Chile, listas para marchar en cualquier momento. Por otro
lado se produce la sublevación de los caudillos provinciales López, de Santa Fe y
Ramírez, de Entre Ríos, apoyados por los Portugueses que ocupaban la Banda
Oriental, y levantando las banderas del federalismo, amenazaban el gobierno
unitario de Buenos Aires. El Director Supremo ordena a los ejércitos del Perú, al
mando de Belgrano, y al ejército de Los Andes para que marchen a defender
Buenos Aires. Belgrano marcha hacia Córdoba y, por correspondencia de San
Martín que apela al espíritu patriótico de López, consigue un armisticio con que
despeja momentáneamente la amenaza. La presencia del Libertador en cuyo
impide que la provincia se pliegue a los disidentes.
Mientras tanto, San Martín se comunicaba con los miembros de la logia
Lautaro para que empujen a los políticos a autorizar la expedición al Perú y se
oponía a usar el Ejército de los Andes para reprimir a las provincias disidentes.
En junio renuncia el director Pueyrredón y es reemplazado por Rondeau,
quien manda a llamar al general San Martín para combinar los planes de defensa
de la Capital en caso de producirse el arribo de la expedición realista que se
preparaba en Cádiz.
En el mes de octubre, llegan noticias a Buenos Aires desde Gibraltar, diciendo
que el ejército de Cádiz se había amotinado. Las tropas se negaban a embarcar
para el Río de la Plata. Decían que el motín había sido sofocado por Abisbal pero
se cría que el ejército español no estaba en condiciones de emprender, por el
momento, la expedición. El peligro se había disipado.
En ese mismo mes de Octubre, San Martín recibe en Mendoza dos noticias.
O´Higgins le comunicaba que tenía todo pronto para la expedición al Perú y que
debía cruzar los Andes para ponerse al frente de las tropas. Por otro lado, el
armisticio entre López y el gobierno de Buenos Aires se había roto y Rondeau le
pedía que marchara hacia la Capital. Contestó entonces a Chile que aceptaba la
dirección de la empresa y que cruzaría los Andes cuando los asuntos internos se lo
permitieran. Preparó entonces la caballería, unos 2000 hombres para marchar
desde San Luis hacia la Capital. Rondeau se pone al frente del ejército de Buenos
Aires y se dirige al límite con la provincia de Santa Fe para batir a los insurgentes,
contando que el ejército del Norte avanzaba sobre Córdoba y el de los Andes
acudía desde San Luis.
En noviembre el Libertador recibe otra carta del Director anunciándole que

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 18


debe concurrir a conversar con él por un asunto más importante que la
insurrección del litoral. Se trataba de los proyectos monárquicos que una misión
diplomática realizaba en Francia para coronar un príncipe Borbón.
San Martín presenta su renuncia al mando del ejército alegando motivos de
salud, los facultativos le prescriben baños termales en Cauquenes, en Chile. En
Buenos Aires rechazan su renuncia diciendo que tiene licencia para mejorar su
salud como General de la Provincias Unidas.
Mientras tanto se produce una sublevación en Tucumán contra el ejército del
Norte poniendo en prisión al general Belgrano. El general Cruz, que marchaba
hacia la Capital para defender al Director Rondeau, es destituido del mando por
un motín en la posta de Arequito (9 de enero) y el ejército marcha hacia Córdoba
para ponerse a las órdenes del gobernador Bustos. Un batallón del ejército de los
Andes, acantonado en San Juan, se subleva contra sus jefes y corta los lazos que
vinculaban a ésta ciudad con Mendoza. La anarquía había estallado en las
Provincias Unidas.

Acta de Rancagua

San Martín, que se reponía en Chile de sus dolencias, en conocimiento de éstas


revueltas, ordena al coronel Alvarado que cruce la Cordillera con los regimientos
de cazadores de los Andes, la artillería y toda la caballería. El gobernador de
Mendoza, Luzuriaga, renuncia y también cruza los Andes para unirse al ejército.
En Buenos Aires, el Director Rondeau era derrotado en la batalla de Cepeda,
el día 1° de febrero, y el victorioso Ramírez impone la disolución del congreso y la
renuncia del Director. No había más autoridad nacional y cada provincia tenia un
gobierno autónomo y sus propias tropas. El ejército de los Andes se encontraba en
Chile y la autoridad que lo había formado y a quién respondía estaba disuelta.

Ante este problema, San Martín, que, ya


restablecido de su enfermedad se encontraba en
Santiago, envía a Rancagua, donde el coronel Las
Heras tenía al ejército acantonado, un sobre lacrado
que debía abrir en presencia de todos los oficiales.

El 2 de abril, el pliego es abierto. San Martín había escrito su renuncia, y, alegando


que el Director Supremo, de quién su autoridad dependía, estaba depuesto, era el
deber de los oficiales elegir a su nuevo jefe. Si embargo los oficiales consideraron

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 19


que el mando de su jefe no había caducado pues: "la autoridad que recibió el
general de los Andes para hacer la guerra a los españoles y adelantar la felicidad
del país no ha caducado ni puede caducar, pues su origen, que es la salud del
pueblo, es inmudable."
Esta fórmula es votada por los oficiales unánimemente, y luego se redacta el
documento que se conoce como Acta de Rancagua, que fue firmada por todos, y
que por más de 50 años permaneció secreta.

Expedición al Perú

Cuando San Martín se dispone a embarcar el ejército para completar la


última fase de su plan continental, América era el único lugar donde la llama de la
libertad ardía. En Europa, luego de la caída de Napoleón, gobernaban los
monarcas absolutos que formaban la Santa Alianza y se oponían a el control de los
parlamentos. Sólo Holanda e Inglaterra tenían gobiernos parlamentarios. En
Francia reinaba Luis XVIII y en España Ferrando VII era un déspota absoluto.
Chile y el Río de la Plata estaban emancipados de hecho luego de Chacabuco y
Maipú. En el norte, Bolívar expulsaba a los realistas de Nueva Granada y los
acorralaba en Venezuela. La flota de Chile dominaba el Pacífico y los realistas sólo
ocupaba Quito y Perú. Los Gobiernos de Estados Unidos y el de Inglaterra
comenzaban a demostrar interés en reconocer la independencia de las repúblicas
de Sudamérica, y llegaban a Buenos Aires noticias de las opiniones progresistas
británicas al respecto. En España se produce la revolución de Rafael de Riego, que
obligó al rey a aceptar la constitución liberal de 1812.
El ejército combinado estaba constituido por alrededor de 4500 hombres,
pertenecientes al ejército de los Andes y al ejército chileno. El jefe del estado
mayor era el general Juan Gregorio Las Heras y formaban parte el general
Arenales, el anterior gobernador de Cuyo, Luzuriaga, Tomás Guido, Álvarez
Jonte, Bernardo Monteagudo y Juan García del Río. La flota se componía de ocho
buques de guerra y diez y seis transportes tripulados por 1600 marinos.

El 20 de Agosto de 1820 partía de Valparaíso la


expedición bajo el pabellón chileno, en medio de las
salvas de la artillería y las aclamaciones del pueblo y
las damas de Santiago. El almirante Cochrane
encabezaba la expedición en la O´Higgins mientras
que el Libertador y su estado mayor navegaba en el
San Martín.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 20


La expedición toca tierra en Pisco, al sur del Perú. Las fuerzas que defendían la
ciudad, ante la superioridad del enemigo se retiran a la sierra. San Martín repone
las montas de los granaderos requisando los caballos y libera a los esclavos que
quieran incorporarse al ejército.
El virrey Pezuela tenía sus tropas, unos veinte mil hombres, repartidos por
todo el territorio a lo largo de la costa, desde Guayaquil hasta Arica y en el alto
Perú, pero el grueso defendía la capital, Lima. Al tener noticias del desembarco
inicia tratativas diplomáticas.
San Martín envía como representantes a sus amigos, Guido y García del Río,
que, además de la misión diplomática, debían informar acerca de la preparación
de las fuerzas realistas y establecer contactos con los patriotas peruanos.
Fracasadas éstas tratativas, San Martín destaca una división al mando de
Arenales para que marche hacia Lima por el camino de la sierra y promueva la
insurrección en las poblaciones. Antes de partir de Pisco crea la bandera y el
escudo peruano y reembarca al resto del ejército a fines de octubre.
Cuando la flota llega a la altura del Callao, hacen una pasada frente a las
fortalezas pero lejos del alcance de los cañones para mostrar su fuerza: desfilan,
ante una muchedumbre que las contemplaba desde las torres de la fortaleza, ocho
naves de combate y diecisiete transportes.
A comienzo de noviembre desembarca el ejército en la localidad de Huacho, al
norte del Callao.
Mientras tanto, se había producido la revolución en Guayaquil el 9 de octubre
y se formó una junta presidida por José Joaquín Olmedo y se puso bajo la
protección de los libertadores San Martín y Bolívar.
Días más tarde, Cochrane, en una acción muy audaz, arrebata la nave insignia
española, Esmeralda, fondeada en el puerto del Callao y bloquea la bahía. Desde
ese momento los realistas no pueden ser abastecidos por mar.
San Martín fortifica su posición en Huacho y comienza su intento de sitiar
Lima. Sigue con sus trabajos de inteligencia: arma a los rebeldes que se organizan
en montoneras que asolan los alrededores de la Capital. El batallón realista
Numancia, formado por levas colombianas, deserta de sus filas y se pliega a los
patriotas con seiscientos hombres y todos sus bagajes. Las poblaciones al norte de
Lima se sublevan y, en la ciudad de Trujillo, el marqués de Torre-Tagle enarbola
la nueva bandera del Perú y jura la independencia. Luego de obtener estas
ventajas sin comprometerse a un combate formal, el Libertador pone sitio a Lima.
El 29 de enero se sublevan los oficiales realistas contra el virrey Pezuela, éste
es derrocado y en su lugar es nombrado virrey el general La Serna.
La Serna invita a San Martín a celebrar negociaciones de paz. Por los
patriotas concurrieron Guido y Alvarado. Los independientes sostuvieron que la
única base de un acuerdo era la independencia del Perú, a la cuál los realistas no
podían acceder y entonces las negociaciones fracasaron.
El sitio de Lima continuaba y la vida en la ciudad se hacía insoportable, el
descontento cundía. En esas circunstancias, marzo de 1821, arribó al Perú el
capitán Manuel Abreu, encargado del nuevo gobierno constitucional de España
para llegar a una solución pacífica con los independientes. El rey de España había
mandado emisarios a las colonias en son de paz, lo que dio lugar en México a la
proclama de Iturbide en el pueblo de Iguala donde proclamó la independencia, y

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 21


en Colombia Bolívar firma un armisticio con Morillo.
San Martín inicia dos campañas: una a cargo de Miller con sus tropas de
desembarco sobre las costas del sur y otra nueva campaña de Arenales a la sierra.
Al mismo tiempo embarca a su ejército en Huacho y lo desembarca en Ancón,
próximo a Lima, estrechando el cerco de la ciudad.
Simultáneamente inicia negociaciones de paz. Nombró como delegados a
Guido, García del Río y José Ignacio de la Rosa; el virrey La Serna al emisario
Abreu, Manuel de Llano y Mariano Galdiano. Se reunieron en la hacienda de
Punchauca, cerca de Lima, a fines de abril de 1821. Los españoles proponían la
aceptación de la constitución de Cádiz de 1812 por los americanos y el envío de
delegados a las Cortes de Madrid. Los americanos proponían la independencia de
Las Provincias Unidas, Chile y el Perú.
El 2 de junio se reúnen San Martín y La Serna. San Martín hizo la propuesta
de establecer una regencia en el Perú en nombre de un futuro príncipe europeo
que ejercería una monarquía constitucional. El Virrey propuso consultar a las
corporaciones del virreinato y dijo que en dos días habría una respuesta.
La Serna, en lugar de consultar a las corporaciones, como se había convenido,
consultó primero con los oficiales de su ejército. Éstos rechazaron la propuesta
pues no estaban autorizados a conceder la independencia a las colonias, aunque se
tratara de una monarquía. El Virrey respondió que no estaba autorizado a
reconocer la independencia del Perú pero que era posible firmar un armisticio
hasta que la corte aceptara las propuestas de San Martín. Los independientes no
aceptaron, pero prolongaron el armisticio por doce días más y permitieron el
abastecimiento de la plaza sitiada por motivos humanitarios.
Los Españoles comenzaron los preparativos para abandonar la ciudad y el 5
de julio y partieron hacia la sierra. El diez de julio por la tarde, entró San Martín a
Lima con traje de paisano, para no ser reconocido, mientras los realistas salvaban
el resto de su ejército internándose en los valles de la cordillera. Todavía una
guarnición de 2000 hombres resistía el sitio en la fortaleza del Callao.
Mientras esto sucedía en Lima, bolívar vencía a los realistas en la Batalla de
Carabobo, 24 de junio, y el 29 entraba triunfante en Caracas. El cerco estrechaba
a los realistas tanto por los ejércitos del norte como por los del sur.

Protector del Perú

Desde Lima, San Martín le escribe a O´Higgins sus pensamientos: "Al fin, con
paciencia y movimientos, hemos reducido á los enemigos á que abandonen la
capital de los Pizarros : —al fin nuestros desvelos han sido recompensados con los
santos fines de ver asegurada la independencia de la América del Sud. —El Perú es
libre. —En conclusión, ya yo preveo el término de mi vida pública, y voy á tratar
de entregar esta pesada carga a manos seguras, y retirarme á un rincón á vivir
como hombre." El libertador anticipa a su amigo las decisiones que tomará un año
después.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 22


El 28 de julio se proclama la
independencia del Perú. San Martín,
desde un tablado levantado en la plaza
mayor declaro: " El Perú es desde este
momento libre e independiente por la
voluntad de los pueblos y de la justicia
de su causa que Dios defiende."
Levantó la bandera roja y blanca y fue
aclamado por la multitud.

El 4 de agosto de 1821, a pedido de una diputación del Cabildo de Lima y por


sugerencias de los miembros de la logia Lautaro, San Martín acepta ser nombrado
Protector del Perú, y cabeza del gobierno. Designa ministro de hacienda al
peruano Unanue, García del Río es ministro de relaciones exteriores y
Monteagudo de guerra y marina. Las Heras comandaba el ejército al que se
agregan regimientos con la nueva bandera peruana. Al frente de la infantería
estaba Miller y la caballería al mando de Brandzen.
Las reformas políticas fueron muy importantes: se abolió el servicio personal
de los indígenas, las encomiendas, los repartimientos y las mitas, se declaró la
libertad de vientres y se emancipó a los esclavos que tomaran las armas por la
independencia, se abolieron los azotes en las escuelas y se eliminaron los
tormentos, se fundó la biblioteca nacional, se estableció la libertad de imprenta y se
abolió la censura previa.
Todavía los realistas, al mando del general La Mar, resistían sitiados en la
fortaleza del Callao. El 14 de agosto, Las Heras efectúa un intento de asalto pero es
rechazado.
Mientras en Lima los patriotas organizaban el nuevo gobierno, los realistas se
reagrupaban en la sierra, en la ciudad de Jauja. Los primeros días de setiembre se
creyeron listos para realizar una ofensiva. Un ejército de 3500 hombres al mando
del general Canterac avanzó hacia Lima. San Martín dispuso sus tropas en defensa
de la ciudad cortando la marcha de los realistas, pero el objetivo de Canterac era
reunirse con los defensores del Callao y aprovisionarse de armamento del que
carecían.
San Martín permaneció a la expectativa de los movimientos enemigos y
cuando en ejército español entró al Callao, supo que la batalla estaba ganada sin
arriesgar sus soldados. En la fortaleza no había víveres para más de tres días.
Canterac tuvo que abandonar el Callao el 16 de setiembre y, perseguido por las
tropas de Las Heras, regresó a Jauja con su ejército diezmado. El 21 de setiembre
se rendía el general La Mar y las banderas peruanas flamearon en las torres del
Callao.
Mientras se rendía la fortaleza, se producía desavenencias entre Cochrane y
San Martín, en una disputa acerca del pago y el mantenimiento del ejército.
Finalmente, una vez rendido el Callao, ya no era necesario el bloqueo y el
Libertador envía a Cochrane a Chile para que diera cuentas a ese gobierno de la
continuidad de la escuadra. El Almirante zarpa del Callao en octubre pero en vez

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 23


de regresar a chile, sale en búsqueda de la dos últimas fragatas de la marina
española en esas aguas: Prueba y Venganza.
Éstas naves bloquearon el puerto de Guayaquil en diciembre de 1821 sin
encontrarse con la escuadra de Cochrane. En ese puerto se encontraba el general
La Mar que luego de la rendición del Callao había pasado a las tropas del Perú. La
Mar convenció a los capitanes de que era mejor rendirse pues de lo contrario
caerían en mano de Cochrane que los buscaba en el Pacífico. Los capitanes se
rindieron a comienzos de 1822. Éstas fueron las últimas naves españolas del
pacífico sur. La fragata Prueba, rebautizada Protector, inició la marina peruana y
su primer comandante, el almirante Blanco Encalada.

Toma de Quito

A comienzos de 1822 quedaban dos ejércitos realistas de importancia en


América del sur. Los que dominaban Quito, al mando del general Aymerich y los
del sur del Perú comandados por el general Canterac. Bolívar había nombrado al
general Antonio José de Sucre al mando de las tropas del sur, quien se embarcó
para Guayaquil en mayo de 1821. Con este ejército inicia el avance hacia Quito
pero es detenido por los realistas en Bomboná.
En el mes de octubre de 1821, Sucre demanda el auxilio de tropas del Perú
para poder emprender una nueva campaña sobre Quito. San Martín destaca una
división auxiliar a cargo del general Andrés Santa Cruz con 1500 hombres
formados por granaderos de los Andes al mando de Félix Olazábal y un cuerpo de
caballería al mando de Juan Lavalle. El ejército de Colombia se une al combinado
argentino, chileno y peruano.
Mientras tanto, San Martín delega la autoridad política en Torre-Tagle y
convoca a un congreso (27 de diciembre de 1821).
Ordena una campaña comandada por Domingo Tristán en la localidad de Ica,
al sur de Lima. Las fuerzas patriotas son derrotadas por el general Canterac el 7
de abril de 1822.
El 21 de abril las tropas combinadas de Colombia y la división auxiliar, al
mando de Sucre, ganan la batalla de Río Bamba, que despeja la ruta a la ciudad de
Quito. Un mes más tarde, el 24 de mayo los patriotas derrotan a los realistas al
mando del general Aymerich en la batalla de Pichincha. Al día siguiente Sucre
entra vencedor en Quito. Con esta victoria, el norte de América del Sur quedaba
libre de realistas.
Las fuerzas del Río de la Plata y las de Chile, que luchaban desde el Sur, se
habían unido a las de Venezuela y Colombia que bajaban desde el Norte. Ambos
extremos de la revolución se tocaban después de doce años de lucha. El dominio de
los realistas quedaba reducido a la posesión del Alto Perú y los puertos
intermedios, en una zona de alturas, difícil, donde los ejércitos del Río de la Plata
siempre habían fracasado. Todavía podían reunir un ejército veterano de más de
15.000 hombres y contaban con buenos generales como Canterac y La Serna.
San Martín sabía que su ejército no bastaba para vencerlos, era necesario la unión
de las fuerzas patriotas del Norte y del Sur para expulsar a los realistas del Alto
Perú.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 24


Guayaquil

Bolívar entró en Guayaquil el 11 de julio de 1822 y al día siguiente la ciudad


incorporó la provincia a Colombia. San Martín se embarcó desde el Callao hacia
ese puerto en la goleta Macedonia llegando a la mañana del día 25 de julio. El
libertador del norte le ofrece al Protector del Perú su hospitalidad y lo aloja en una
espléndida residencia donde lo espera el día 26. Allí San Martín recibe la visita de
las corporaciones de la ciudad que le brindan un cálido recibimiento. Cuando los
libertadores quedaron solos conferenciaron durante algo más de una hora. Por la
tarde San Martín devolvió a Bolívar la visita protocolar.

El día 27 San Martín embarca su


equipaje anunciando que partirá esa misma
noche. A la una de la tarde se dirigió a la
residencia de Bolívar y conferenció sin
testigos durante cuatro horas.

Terminada la conversación se reunieron en la sala de banquete donde se


sentaron uno al lado del otro. Bolívar brindó "Por los dos hombres más grandes de
la América del Sud: el General San Martín y Yo". San Martín contestó: "Por la
pronta conclusión de la guerra; por la organización de las diferentes Repúblicas
del continente y por la salud del Libertador de Colombia". Luego comenzó el baile
y la diversión. San Martín dejó la fiesta (como ya había convenido con Bolívar) a la
una de la mañana y se embarcó rumbo al Callao.
Por muchos años ninguno de los protagonistas aclaró en forma directa los
temas tratados durante la entrevista. Sin embargo, los diferentes testigos y los
documentos escritos permiten establecer que ninguno de los libertadores estuvo
satisfecho con el otro. San Martín pretendía la unión de los ejércitos del sur y del
norte para concluir la guerra. Comprendía que era su persona la que molestaba a
Bolívar y que los ejércitos de Colombia no pasarían al Perú mientras él estuviera
allí. El 29 de agosto le escribe: "Los resultados de nuestra entrevista no son los que
me prometía para la pronta terminación de la guerra. Desgraciadamente, yo estoy
íntimamente convencido, ó que no ha creído sincero mi ofrecimiento de servir bajo
sus órdenes con las fuerzas de mi mando, ó que mi persona le es embarazosa."
Luego agregaba: "No se haga ilusión, general. Las noticias que tiene de las fuerzas
realistas son equivocadas. Ellas montan en el Alto y Bajo Perú más de 19.000
veteranos, que pueden reunirse en el espacio de dos meses." Más adelante en la
misma carta le dice: "En fin general, mi partido está irrevocablemente tomado. He
convocado el primer congreso del Perú, y al día siguiente de su instalación me
embarcaré para Chile, convencido de que mi presencia es el solo obstáculo que le
impide venir al Perú con el ejército de su mando."

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 25


Abdicación del Protector del Perú

Mientras San Martín conferenciaba en Guayaquil con Bolívar, en Perú se


produce un movimiento que solicitaba la remoción del ministro Monteagudo. El
ministro renuncia pero luego exigen su deportación.
El 20 de setiembre se inaugura el primer congreso constituyente del Perú. Ese
día San Martín entrega su título de Protector. Pronuncia un discurso de despedida
y se retira. Esa misma noche, el congreso, reunido en sesión extraordinaria le
otorga el título de "Fundador de la Libertad del Perú" y le asignan la misma
pensión vitalicia que a Washington.
Así terminó la vida pública del Libertador. Esa misma noche del 20 de
setiembre se embarcó en el bergantín Belgrano con rumbo a Chile.

En Europa

Mientras San Martín iniciaba su viaje al otro lado de la cordillera y luego


ponía el océano Atlántico entre él y su patria, los ejércitos de Bolívar, al mando del
general Sucre derrotaban definitivamente a los realistas en las batallas de Junín (6
de agosto de 1824) y Ayacucho (9 de diciembre de 1824), liberando a todo el
continente.
En Chile, San Martín se encontró con su amigo O´higgins, que tenía serios
problemas políticos en su cargo de Director Supremo. Se traslada a Mendoza, a su
chacra, donde tiene la noticia del derrocamiento de O´higgins. El 3 de agosto de
1823 muere su esposa, Remedios de Escalada. Parte entonces para Buenos Aires
donde se encarga de su hijita Mercedes. El 4 de diciembre llega a la ciudad y
permanece hasta el 10 de febrero de 1824 cuando se embarca hacia Francia. Allí se
ocupa de la educación de Mercedes donde escribe para ella las Máximas para su
hija que son un resumen de su filosofía de vida.

En 1829 regresa a Buenos Aires pero encuentra


un clima hostil y permanece en Montevideo. Poco
tiempo después regresa a Europa para no volver
nunca más.
Falleció el 17 de agosto de 1850 en la localidad
de Boulogne-sur-Mer a la edad de 72 años.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 26


Máximas redactadas por el General San Martín para su hija
Mercedes Tomasa en Bruselas, 1825.

1 Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los


insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca
abriendo la ventana para que saliese: Anda, pobre Animal, el
Mundo es demasiad grande para nosotros dos.

2 Inspirarla amor a la verdad y odio a 1a mentira.

3 Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el


respeto.

4 Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.

5 Respeto sobre la propiedad ajena.

6 Acostumbrarla a guardar un Secreto.

7 Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las


Religiones.

8 Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.

9 Que hable poco y lo preciso.

10 Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.

11 Amor al Aseo y desprecio al Lujo.

12 Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad.

1° Concurso Sanmartiniano intercolegial – Marco teórico 27

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