Copia Sociología
Copia Sociología
Copia Sociología
Grado: Pedagogía
Grupo: 1
Curso: 1º
Trabajo de Práctica
Introducción 1
Justificación 2
Objetivos 3
Objetivo general 3
Objetivos específicos 3
Marco teórico 4
1. ¿Qué es la violencia contra la infancia y cómo repercute en los niños y niñas? 4
1.1. Conceptualización. 4
1.2. Tipos de violencia en la infancia. 6
1.3. Consecuencias físicas, psicológicas y sociales. 7
2. Intervención dentro de las escuelas. 8
2.1. Herramientas de intervención contra la violencia en el ámbito familiar dentro de
las escuelas. 8
2.2. Herramientas de intervención contra la violencia escolar (bullying) dentro de las
escuelas. 8
Introducción
Nuestra investigación se ha fundado alrededor de la temática de la “violencia”, específicamente
la violencia contra la infancia. Dándole, mayor relevancia aquella que se produce de 0 a 18
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años, en la cual los tutores o progenitores son los responsables del cuidado y del bienestar del
menor, por lo tanto deben suplir sus necesidades para potenciar el máximo desarrollo como lo
recoge la La Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor y la La
Constitución española, en su artículo 39, donde se recoge que “los poderes públicos aseguran
la protección social, económica y jurídica de la familia, resaltando en el apartado 4 que los
niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus
derechos” (BOE, 2021, p.3).
En relación a esto, es que hemos fundamentado nuestra investigación y hemos querido dar
visualización de la violencia contra la infancia, sus tipologías y dentro del marco educativo,
poder ver las posibles intervenciones que tenemos a nuestros alcance como futuros
profesionales.
Al ser la violencia contra la infancia una problemática a nivel mundial y al afectar a más de
1000 millones de niños y niñas en todo el mundo, como lo recoge la OMS. Decidimos centrar
nuestra investigación alrededor del contexto español, dentro de la legislación autonómica y
estatal. Pudiendo, dar así mayor respuesta a su conceptualización, ya que aunque la OMS, ha
establecido una definición de violencia contra la infancia, cada país, establece marcos jurídicos
y penales distintos respecto a esta temática.
Por otro lado, y siendos conocedores de la diversas de facetas y tipologías que existen dentro
de la violencia contra la infancia, decidimos centrar nuestra investigación en base a la violencia
intrafamiliar y a la violencia escolar, encontrando en cada una de ellas diferentes subtipos, que
se abordarán de forma panorámica para poder una respuesta general en los procesos de
intervención dentro de las escuelas.
Justificación
Cuando hablamos sobre el maltrato infantil, seguramente nos vendrán a la mente historias
conocidas de amigos, familiares y, en algunos casos, experiencias sobre este tema.
De un modo u otro, nos terminamos replanteando si alguna vez hemos vivido situaciones que
verdaderamente la podamos replantear como maltrato infantil, y nos generamos duda de que
podríamos hacer hoy en día para poder evitarlas en un futuro.
Una de las dificultades cuando se habla de abuso infantil, según UNICEF, es documentar los
datos, no saber realmente cuántas personas están realmente afectadas por el problema. Ya que
se desconoce si existen raíces culturales e históricas involucradas, si existen diferentes ideas
sobre lo que significa definir el abuso, si existe una naturalización dentro de la familia por
castigo, etc. violencia.
Sabemos que el cerebro humano continúa desarrollándose a lo largo de la vida, desde que
nacemos hasta la edad adulta, es por ello que situaciones violentas durante el desarrollo de un
niño o niña pueden tener consecuencias a nivel estructural y cognitivo. El resultado del estrés
crónico por abuso puede ser crítico para el desarrollo del cerebro humano.
Los efectos de la violencia contra la infancia a largo plazo termina haciendo sentir a las víctimas
aisladas, desconfiadas y temerosas. Todas estos efectos pueden pasar a convertirse en
consecuencias psicológicas para toda la vida, y terminar declarándose como dificultades
educativas, baja autoestima, problemas para formar y mantener relaciones y hasta depresión,
tal y como lo recoge la OMS.
A raíz de que esta realidad alarmante se nos puede presentar dentro del sistema escolar, es
importante dar énfasis a nuestro papel como profesionales y ser conocedores de las posibles
herramientas que tenemos a nuestro alcance para poder dar respuesta a esos niños y niñas,
siendo responsabilidad de todos velar por su bienestar y el desarrollo de su máximo potencial,
tal y como lo recoge la Ley 4/2021, de 27 de julio, de Infancia y Adolescencia de Andalucía
(BOE, 2021, pp. 3-4).
Por esto mismo, en este trabajo queríamos dar visualización y conocimiento sobre la realidad
que miles de niños y niñas sufren cada día y poder ofrecer posibles herramientas para afrontar,
como profesionales de la educación, esta cruel realidad.
Objetivos
Objetivo general
Objetivos específicos
3
- Conocer y trabajar las posibles herramientas de intervención de la violencia contra la
infancia en las aulas.
Marco teórico
1.1. Conceptualización.
Para hablar de la violencia contra la infancia debemos empezar por su definición. La
RAE (2021) define como violencia:
● Cualidad de violento.
● Acción y efecto de violentar o violentarse.
● Acción violenta o contra el natural modo de proceder.
● Acción de violar a una persona.
“Todo acto mediante el cual se inflija intencionalmente a una persona, cosa o animal,
un daño físico, psicológico, sexual o patrimonial”.
Estas múltiples fuentes nos permiten observar que en cada lengua y/o país existen
diversas formas de entender la violencia, lo cual dificulta la posibilidad de establecer
leyes y programas contra la violencia en la infancia a nivel mundial.
Pero si de estas múltiples definiciones que nos proporcionan estas fuentes, nos
quedamos con la definición de “acción violenta o contra el natural modo de
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proceder”(RAE, 2021), podemos extraer la cuestión de: ¿cuál es el modo natural de
proceder en la infancia?. La necesidad de dar respuesta a esta pregunta provocó que la
ONU estableciera en 1959 una declaración de los derechos del niño, la cual permitiría
establecer unos principios básicos que se deben cumplir para proporcionar el bienestar
natural a los niños y niñas. Dichos derechos, según UNICEF (2022) son:
● Derecho a la vida.
● Derecho a la salud.
● Derecho a la protección.
● Derecho a la educación.
● Derecho a una identidad.
● Derecho a una información de calidad.
● Derecho al juego.
● Derecho a expresar su opinión y ser escuchado.
● Derecho a la intimidad.
● Derecho a asociarse.
“Toda acción, omisión o descuido que priva a las personas menores de edad de sus
derechos y bienestar, que amenaza o interfiere su ordenado desarrollo físico, psíquico
o social, con independencia de su forma y medio para cometerla, incluyendo la
violencia digital” (UNICEF, 2021, p. 8).
“En las primeras etapas de la vida se pueden acumular desigualdades sociales que
repercuten en la morbilidad, mortalidad y el bienestar en la edad madura y la vejez. Y
más aún, los efectos acumulativos en el desarrollo y el bienestar se transmiten a las
generaciones sucesivas. De modo que en las primeras etapas de la infancia existen
oportunidades de desarrollo y aprendizaje que no se repiten en momentos posteriores
del ciclo vital, y un adecuado desenvolvimiento permite a las niñas, niños y
adolescentes organizar por sí mismos las experiencias necesarias y adquirir una
autonomía progresiva, filosofía que esta ley recoge a partir de los principios de
participación, equidad, intergeneracionalidad, protección contra cualquier forma de
violencia, la promoción, prevención, protección y apoyo a la familia, y la prioridad
presupuestaria” (p. 5)
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Por lo cual es deber y responsabilidad de toda la sociedad, y no solo de las
administraciones públicas o del Estado, asumir un papel activo dentro del desarrollo,
crecimiento, bienestar de los niños, niñas y adolescentes (BOE, 2021, p.5). Para ello,
en el BOE (2021) se establece que los menores deberían ser los protagonistas de sus
propios derechos teniendo voz respecto a ellos, otorgándoles autonomía y participación
dentro de la sociedad, es por esto que de acuerdo con el mandato del artículo 54 de la
Ley 7/2017, de 27 de diciembre, de Participación Ciudadana de Andalucía, se crea un
órgano de participación de la infancia y adolescencia, el Consejo Andaluz de Niñas,
Niños y Adolescentes, donde estos puedan expresar sus opiniones, intercambiar ideas,
reflexionar sobre los problemas que les atañen, adoptar acuerdos y efectuar propuestas
(p. 5).
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● Violencia escolar (Bullying).
Según Díaz Sotero et al. (2017) el bullying es:
“Violencia mantenida, física o mental, guiada por un individuo en edad escolar
o por un grupo y dirigida contra otro individuo también en edad escolar que no
es capaz de defenderse a sí mismo en esta situación, y que se desarrolla en el
ámbito escolar” (p. 268).
Por otro lado, las consecuencias de la violencia escolar, mejor conocida como
bullying, se producen tanto en las víctimas, como en los agresores como en los
observadores de este suceso. Según Díaz Sotero et al. (2017) las consecuencias son:
● Para la víctima.
- Deterioro de la autoestima, ansiedad, depresión, fobia escolar con
repercusiones negativas en el desarrollo de la personalidad, la
socialización y la salud mental en general, llegando a extremos de
intentos de suicidio.
● Para el agresor.
- Las conductas de acoso pueden hacerse crónicas y se convierten en una
manera ilegítima de alcanzar objetivos. Pueden incluso convertirse en
conductas delictivas.
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● Para los testigos.
- Insensibilidad. Falta de empatía. (p. 270).
2. Intervención dentro de las escuelas.
Por otro lado, es importante intervenir en la conducta del agresor, ya que su conducta
suele ser causa de problemas intrafamiliares arraigados en su infancia, por eso es clave
según Sánchez Venteo (2017): “proponer algunas pautas para educar a los niños que
muestran conductas agresivas. Así, sugiere que en vez de señalar todo lo que hace mal,
se le ayude y propongan alternativas de actuación: razonamiento, diálogo… Las
conductas adecuadas tendrán su recompensa. Además, ante una actitud agresiva,
sugiere a los padres o maestros/as que no “sigan su juego” sino que lo eliminen
apartándose, para evitar que adquiera refuerzo con la situación. Si bien la conducta
violenta repercute de forma nociva en el agresor, las reminiscencias son especialmente
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negativas en la víctima” (Rodríguez, 2004; como se citó en Sánchez Venteo, 2017, p.
99).
Conclusiones
Al finalizar esta investigación, hemos podido conocer la amplitud de conceptualizaciones y
definiciones que existen en diversos países en torno a la violencia contra la infancia, aun
existiendo una definición amplia de este término en la OMS, UNICEF, la ONU, etc.
Además, hemos podido recopilar amplia información sobre las distintas tipologías que suceden
dentro de este concepto de violencia, y poder dar visualización a sus consecuencias cognitivas,
socioafectivas o neuromotoras que se pueden producir a raíz de estas experiencias. Pudiendo
facilitar su reconocimiento, dentro del sistema escolar, como profesionales y posibilitando
aplicar herramientas de intervención para frenar dichas situaciones o para prevenirlas.
Por otro lado, hemos podido ver los aspectos jurídicos y penales que amparan este término y
el alcance jurídico que tenemos respecto a este, pudiendo así mejorar nuestras herramientas de
intervención y/o prevención, y poder, inclusive, desarrollar nuevas medidas como comunidad
educativa, para poder dar visibilidad a esta realidad y poder ofrecer herramientas conjuntas
como sociedad para frenar la violencia contra la infancia.
Por último, pero no menos importante, hemos podido analizar la realidad que está dentro de
nuestra propia comunidad educativa. Pudiendo observar, que en los último años, la violencia
con la infancia que se produce en las escuelas, mejor conocido como bullying, a incrementado
notablemente, aumentando así el número de menores con problemas de salud mental y en
consecuencia, el número de víctimas que han recurrido al suicidio.
Es por lo tanto, deber de la comunidad educativa, como responsables de los menores dentro de
estas instituciones, hacer frente a estas realidad y ponerles fin, en la mayor medida que entren
dentro de nuestras posibilidades, pudiendo dar respuesta a una formación inclusiva, equitativa
y compensatoria de los menores que están dentro del sistema educativo.
Díaz Sotero, V., Martínez Buendía, O. y Pérez Martínez, F. B. (2017). Consecuencias para la
salud del bullying o violencia escolar en R. Zapata Boluda (Ed.), Educación, salud y TIC en
contextos multiculturales: nuevos espacios de intervención, 268-275.
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Nieva Serrano, P. y Climent Clemente, M. T. (2022). Trauma relacional en la infancia. El
impacto de la violencia en las niñas y en los niños. Aperturas Psicoanalíticas: Revista de
psicoanálisis, 69(2), 1-23.
UNICEF (2022). Derechos de los niños y niñas. UNICEF España. Los derechos de los niños -
UNICEF.
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