RÍOS VOLADORES para Enviar
RÍOS VOLADORES para Enviar
RÍOS VOLADORES para Enviar
1. INTRODUCCIÓN
Los ríos voladores fueron descritos por primera vez a finales del siglo
pasado por unos investigadores del Instituto Tecnológico de
Massachusetts, quienes detectaron un movimiento inusual en los
patrones del viento en la región amazónica y descubrieron unas bandas
estrechas de miles de kilómetros de longitud compuestas por vapor que
aparecieron en unas imágenes satelitales.
“Las masas de aire del Atlántico, fluyen hacia la cuenca del Amazonas y
luego chocan con los Andes donde se desvían y aceleran, en ese punto
parecen un río”, de ahí el nombre de Río Atmosférico, Corriente en
Chorro de Bajo Nivel o, el más popular, Ríos Voladores”, explica el
científico y climatólogo peruano José Marengo.
Carlos Rodríguez, director de la fundación Tropenbos Colombia, y
conferencista del Simposio Universidades y Amazonía que organizó en
septiembre de 2022 la Pontificia Universidad Javeriana en asocio con la
Universidad de la Amazonía en Florencia, Caquetá, explicó para Hoy en
la Javeriana que “la región amazónica, llamada comúnmente el pulmón
del planeta, debería compararse más con las funciones de la vejiga y el
riñón ya que, más que regular el oxígeno, se encarga sobre todo de
regular la lluvia. Además del trabajo tan importante que hace esta parte
del planeta con el agua del Océano Atlántico, que al entrar al amazonas
genera unos cambios de presión que son físicamente imposibles y
fundamentales para la transpiración del planeta y la circulación del
agua”.
Con el fin de hacer evidente los diversos riesgos que tiene la región
amazónica y ampliar el conocimiento mutuo entre investigadores,
académicos y actores locales que adelantan proyectos en la Amazonía,
así como el papel de las universidades, es que se realizará el Simposio
Amazónico: universidades y Amazonia, el 25, 26 y 27 de octubre 2023
en el campus de la Universidad Javeriana. Para esta ocasión el tema del
simposio será: Debates y perspectivas sobre el cambio climático, la
deforestación y el buen vivir en la amazonía.
Así el bosque sirve como un acueducto hasta los Andes y mucho más
allá.
El bosque natural de la Amazonía tiene alrededor de 600 mil millones de
árboles, y cada uno actúa como una gran máquina de evaporación
alimentada con energía solar. Estos árboles gigantescos bombean agua
subterránea desde sus raíces profundas hasta sus hojas donde lanzan
hasta 1.000 litros de vapor de agua a la atmósfera cada día. Un metro
cuadrado de bosque nativo puede contener entre 8 a 10 metros
cuadrados de hojas y por tanto producen flujos de vapor de agua que,
por unidad de superficie, son típicamente más de diez veces superior a
pastos o tierras de cultivo, e incluso superan de manera significativa lo
de aguas abiertas. A fuerza de interceptar y reciclar la escorrentía, los
árboles mantienen el agua en el aire, donde se sopla por los vientos
dominantes por miles de kilómetros en lo que se conoce como "ríos
voladores" de vapor de agua invisible.
Las bayas de Acai son uno de los muchos recursos del Amazonas
producidos para el consumo humano.
“Asimismo, pese a las inundaciones que la región sufrió en 2014 –de las
peores en siglos- y que afectaron a todos los sectores productivos y a la
población rural y urbana, los SAF en gran medida han logrado sobrevivir,
lo que muestra también su importancia y capacidad de resiliencia ante
esa y otras manifestaciones del cambio climático”, comenta Lorenzo
Soliz Tito, director general del CIPCA en el prefacio al libro.
Los SAF son una alternativa muy promisoria para la reforestación ya que
los beneficios económicos a corto y mediano plazo a partir de los
cultivos anuales y especies frutales, garantizan una presencia continua
en las plantaciones y por ende una mayor probabilidad de éxito que en
el caso de plantaciones forestales típicas. Además ya existen varias
experiencias en la región, donde los productores de las comunidades
campesinas e indígenas aplican los conocimientos y habilidades
desarrollados en la agroforestería para iniciativas de restauración
ambiental con enfoque más integral y una visión de paisaje. Por ejemplo
se han logrado resultados muy positivos con la apertura de fajas de
seguridad reforestadas con especies relativamente resistentes al fuego
para poder combatir los enormes incendios forestales que año tras año
afectan la región.
“En este sentido, los SAF tienen potencial para formar parte de
mecanismos de conservación y mitigación del cambio climático, además
de una elevada viabilidad económica, mucho mayor que la de
propuestas tradicionalmente aplicadas por políticas públicas para la
conservación y la mitigación ambiental”, se constata en el resumen
ejecutivo.
15
13.1. Objetivos