El Estres

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Estrés

El estrés comienza cuando tu cuerpo produce adrenalina, pero no sabe qué hacer
precisamente con todos sus beneficios. Esto altera totalmente tu cuerpo, y, de no
controlarse, desencadena un ataque de ansiedad.

Está comprobado que la respiración es una técnica efectiva para, primero, mantener
tu ritmo cardiaco, y posteriormente, liberar la tensión que se acumula en tu cuerpo.
Para lograrlo eficientemente puedes elegir:

Respiración profunda: toma aire vía nasal, mantenlo en los pulmones


por algunos segundos y suéltalo por la boca de forma controlada. La
clave es repetirlo bajo tus términos mientras te concentras en tu
cuerpo.
Respiración abdominal: repite los mismos pasos del ejercicio anterior
pero esta vez envía el aire a tu abdomen mientras te mantienes
sentada o acostada boca arriba.
Respiración completa: comienza expulsando todo el aire de tu interior
y luego, lentamente, aspira aire fresco. Usa este aire para llenar
primero tu área abdominal y, posteriormente, a tus pulmones y pecho.
De manera inversa, exhala todo el aire lentamente, pero esta vez
empieza con el aire en tu pecho y luego el de tu vientre.
Respiración de fosas nasales: esta técnica de respiración proviene del
mundo del yoga, debe realizarse lentamente. Consiste en tapar una
fosa nasal e inhalar profundamente con la otra, para luego exhalar por
la fosa contraria mientras tapas la fosa inicial.

● Respirar. Cuando estamos ansiosas tendemos a hacer respiraciones cortas,


superficiales y muy rápidas. Practicar una respiración lenta, cíclica y profunda
nos puede ayudar a rebajar la ansiedad.

● Identifica tus pensamientos, si te generan ansiedad, analízalos, pregúntate si


son reales, o son fruto de tus miedos. Busca evidencia a favor y en contra, e
intenta generar pensamientos alternativos más realistas.

Uses tu imaginación con Visualización Asistida

El recurso de la visualización asistida, aunque tiene variantes muy complejas y

sumamente efectivas, suele enfocarse en una sola cosa: usar tu concentración para

visualizarte en un estado pleno. En términos burdos, es “ir a tu lugar feliz”, no

obstante, la complejidad y detalle de estos ejercicios radica en encauzar tu

concentración a algo relajante. Para iniciar, colócate en un lugar aislado y tranquilo.


Estrés

Identifica la situación o lugar ideal en la que te gustaría estar y, cerrando los ojos,

sumérgete en ella.

Para lograr mejores resultados, los especialistas recomiendan enfocarte en todos

los detalles posibles. Es decir: visualiza (o imagina) los aromas, los objetos, las

texturas, los sonidos, la luz, el aire, etc. Hacerlo real en tu mente, le permitirá a esta

ingresar a un estado de relajación que te hará mitigar cualquier ansiedad que estés

sufriendo. Es esencial que este ejercicio lo realices en un lugar aislado, en el que te

sientas en total control, para máxima eficacia. Utiliza una fotografía o imagen para

darle más poder a tu visualización, si consideras que así necesitas.

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