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Libro de La Oracion de Albani

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LA ORACIÓN DEL NABÍ

(p. b. e.) TAL CUAL LA


HIZO.

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º APÉNDICE 1
La inconsistencia de los hadices que aprueban el ijtilaf (desacuerdo,
diferencia)

De: Silsilat al-Ahadiz ad-Da’ífa ual-Maudú’a (58-62) por Sheik al-Albani.

“La diferencia entre mi umma es una misericordia.”

a) Lá Asla Láju (infundado/sin bases). Los mohadices han intentado


encontrar algún isnad para el hadiz pero no han encontrado ninguno, al
grado de que Suyúti dijo en su obra al-Yamí as-Saguír: “tal vez fue
recopilado en uno de los libros de los hafices, el cual no ha llegado hasta
nosotros.” Esto es insoportable, pues sugiere que uno de los dichos del
Profeta (P. B. E.) esta perdido para siempre, lo que para un musulmán no
le es permitido creer.

Manáui, citando a Subki dice: “El dicho no es conocido de los mohadices y


en lo personal no puedo encontrar un solo isnad en él, ora sajíj, ora da’íf
ora maudú”, y esto mismo es avalado por el Sheik Zacarías al-Ansarí en
sus notas de Tafsír al-Baidauí [92-2]

Más aún, el significado de este hadiz es también incorrecto como lo


demuestra la corroboración de los eruditos, ya que Ibn Hazm dice en su
al-Ijkam fi Usul al Ajkam [5/64] tras haber indicado que no es ningún
hadiz:

“Este es uno de los dichos más incorrectos existentes, puesto que si el


ijtilaf es una misericordia, entonces el acuerdo sería un castigo, algo que
ningún musulmán debe decir, porque sólo o se esta de acuerdo o no, y
solo puede haber misericordia o castigo.”

Ibn Hazm dice más al respecto:

b) Contradice el Corán, el cual condena el Ijtilaf en muchas suras.

“Mis Compañeros son como las estrellas; a cualquiera de ellos que


sigáis, seréis bien guiados.”

b) Maudú (fabricado). Contado por Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayán al-‘Ilm
[2/91] & Ibn Hazm en al-Ijkam [6/82] por medio de Salam ibn Sulaim,
quien dijo (de): al-Hariz ibn Guisén nos narró de al-A’mash quien a su
vez de Abu Sufián y a su vez de Yabir y por último del Profeta (P. B. E.)

Ibn Abdúl Barr dijo: “la prueba no puede fundamentarse con este isnad
porque al-Hariz ibn Guisén es mach-jul (desconocido)”; Ibn Hazm dijo:
“Esta es una narración derruida. Abu Sufian es débil; al-Hariz ibn Guisén
es Abu Uahb a-Zacafí; Salam ibn Sulaiman narró muchos hadices
fabricados, y sin duda este es uno de ellos.”

Criticar este hadiz de Salam ibn Sulaim –también conocido como Salam
ibn Sulaiman –es mejor, porque él esta de acuerdo de que es da’íf; de
hecho, Ibn Jirás dijo sobre él que es “un mentiroso” e Ibn Hibban dijo: “él
narró hadices fabricados.”

En cuanto a Abu Sufián, él no es débil como Ibn Hazm dijo, pero más bien
es confiable como dijo Ibn Hayar en a-Tacrib, y Muslim narra de él en su
Sajíj.

Al-Hariz ibn Guisén es desconocido ya que Ibn Hazm dijo lo mismo que
Abdúl Barr, a pesar de que Ibn Hibban lo menciona en a-Zicat (los
narradores confiables).

Con tales antecedentes, Ahmed dijo: “este hadiz no es auténtico”, como


lo acotó Ibn Cudáma en la obra al-Muntajab [10/199/2].

En cuanto a lo que dice de Sha’rani en al-Mizán [1/28]: “este hadiz,


aunque controversial a los ojos de los mujadices, sin embargo no es
auténtico a los ojos de la gente de Kashf” ¡es totalmente falso y
caprichoso y lo cual no tiene importancia! Esto es porque autentificar los
hadices por medio del kashf (“expuesto”, a un estado de trance) es una
innovación maligna de los sufistas, y dependiendo de esto llegan a lo
auténticamente falso, a los hadices infundados tales como éste. Esto es
porque, y en el mejor de los casos, el kashf es como una opinión, que a
veces es correcta y otras veces no –y eso si no es de un deseo personal
caer en ello-. Pedimos a Alá nos aleje de ello y de todo con lo que le
desagrada.

Narraciones similares a lo anterior continúan:

2.1) “El ejemplo de mis Compañeros es como las estrellas; a


cualquiera de ellos que sigáis, seréis bien guiados.”

Maudú (fabricado). Relatado por Cudá’i (109/2) a través de:

Yáfar ibn Abdúl Uahid, quien dijo: Uahb ibn Parir ibn Azim nos lo informó
de su padre y a su vez de al-A’mash, y a su vez de Abu Saleh y a su vez
de Abu Huraira y por último de el Profeta (P. B. E.).

Uno de los mohadices, Ibn al-Mohíb o Dájabi, escribieron al margen:


“este hadiz no es nada auténtico”, o sea, que es fabricado; el defecto aquí
es Yáfar, sobre quien Daracútni dijo: “él solía fabricar hadices”; Abu Zur’a
dijo: “él narró hadices infundados”; Dájabi dio unos hadices, los cuales
motivaron que él lo despreciara, entre ellos éste, diciendo luego: “¡Esto es
una calamidad suya!”
2.2) “Lo que sea que os ha sido dado del Libro de Alá acatadlo; no
hay ocasión para quien lo abandone. Si no se halla en el Libro de Alá;
(acatad) un precedente mío (sunna). Si no hay precedente mío
(sunna), entonces (acatad) lo que mis Compañero dicen: pues en
verdad mis Compañeros pertenecen a la constelación de estrellas;
así que cualquiera de ellos elijáis, seréis guiados y el desacuerdo de
mis Compañeros es una misericordia para vosotros.”

Maudú (fabricado). Compilado por Jatib en al-Kifaya fi ‘Ilm a-Riuaya


[p.48] y también por Abul-Abbas al-Asamm en su Hadiz (no. 142), & Ibn
‘Asakir [7/315/2] por medio de:

Sulaiman ibn Abi Karima, a su vez de Yuwaibir a su vez de ad-Dajak a su


vez de Ibn Abbás a su vez del Profeta (P. B. E.).

Es de un isnad Da’íf Yiddan (muy pero muy débil).

Sobre Sulaiman ibn Abi Karima, Ibn Abi Hatim [2/1/138] reportó de su
padre sobre éste : “Es él débil en hadiz.”

Yuwaibir es Ibn Saíd al-Azadí, y es matruc (desidioso) como han dicho


Daracútni, Nasái y otros; e Ibn al-Madiní lo declaró muy débil (casi falso).

Al-Iraquí acotó la última parte del hadiz en su Tajrich del libro de


Ihyaa’ ‘Ulum a-Din [1/25] y después dijo: “es un isnad da’íf.”

En realidad el isnad es muy débil debido a lo que se ha dicho de


Yuwaibir, como dijo Shajáwi en al-Macásid. A pesar del propósito que
tiene el hadiz, éste es fabricado, y es claro de lo que ha precedido y de lo
que le seguirá.

Suyúti acotó el hadiz completo en su tratado Yazil al-Muwajib fi Ijtilaf al-


Mad-jajib por una narración de Baijáqui en al-Madjal, y Dailami lo
transmitió por esta vía, como ocurre en al-Mauduát de Alí al-Qari [p. 19].
Una vez que se conoce esto, entonces lo dicho por Suyuti en el ya
mentado tratado es muy extraño: “…y este hadiz contiene muchos
puntos que destacar; entre ellos que él (P. B. E.) nos informa de los
desacuerdos entre los mad-jabs en asuntos insignificantes, y que es uno
de sus milagros, ya que es información sobre lo desconocido; también,
que está complacido con la aprobación del desacuerdo, ya que él lo
describe como una misericordia, y que una persona abrumada puede
escoger a cualquiera (de los Compañeros) de los que desee (en opinión)”.
Podría decírsele: primero pon el trono y te sientas sobre él. Lo que él ha
mencionado sobre la elección es falso: no es posible para el musulmán
aferrarse a esto acatar y luego a su generalidad, ya que lleva al quiebre
de las restricciones en la Scharía, lo cual no es difícil de observar. Véase
también la discusión que sigue como 2.4.

2.3) “Pedí a mi Señor sobre lo que mis Compañeros discrepaban tras


de mi, así que Alá me inspiró: ¡Oh Mohámed! Tus Compañeros son
para Mi de la constelación de estrellas- algunos más brillantes que
otras; así que cualquiera que tome de ellos algún asunto donde
aquéllos discrepan, para Mi, ese esta guiado.”

Maudú (fabricado). Reportó Ibn Batta esto en al-Ibána [4/11/2], Jatib,


Nizam al-Malik en al-Amáli[13/2], Diyá en al-Muntacá ‘an Masmu’atiji
bimaru [116/2] & Ibn Asakir [6/303/1] por medio de:

No’aim Ibn Hammad, quien dijo: Abdú Rahim ibn Zeid nos narró de su
padre y a su vez de Saíd ibn al-Musayyib a su vez de Omar ibn al-Jatab y
a su vez del Profeta (P. B. E.)

Este isnad es maudú.

No’aim Ibn Hammad es débil: Ibn Hayar dijo: “Comete muchos errores.”

Sobre Abdú Rahim Ibn Zeid al-‘Amí, Bujari dijo: “él es desidioso”; Abu
Hatim dijo: “Sus hadices son abandonados: él es inaceptable en el hadiz –
él solía subestimar a su padre al narrar las desgracias de aquél”; Ibn
Mahín ha calificado a Abdú Rahim como un mentiroso; dice en al-Mizan:
este hadiz es falso.”

2.4) “De verdad, mis Compañeros son como las estrellas: así que si
aceptáis cualquiera de su dichos, estaréis guiados.”

Maudú (fabricado). Ibn Abdú Barr lo registra en forma mu’alac


(interrumpido, o sea, una cadena incompleta de narradores al final del
compilador) e Ibn Hazm lo reporta de él; la cadena completa fue proveída
por Abd Ibn Humaid en al-Muntajab min al-Musnad (86/1):

“Ahmed ibn Yunus me informó: Abu Shihab al-Hannat nos narró de


Hamza al-Yazri, y a su vez de Náfi’, a su vez de Ibn Omar y a su vez del
Profeta (P. B. E.)”

Ibn Batta lo narró también en al-Ibana [4/11/2] por una cadena alterna
de Abu Shihab.

Ibn Abdú Barr dijo: “este isnad es falso; ninguno sirve de prueba de que
haya sido reportado por Náfi’.”

El tal Hamza es Ibn Abi Hamza; Daracútni dijo sobre él: “Matruc
(desidioso)”; Ibn ‘Adi dijo: “Sus narraciones son en su mayoría
fabricadas”; Ibn Hibbán dijo: “él nada más narra cosas que fabrica a partir
de narradores confiables, a tal grado que parece que lo hace
deliberadamente- no es permitido registrar nada de él.”; Dájabi acotó
algo de sus hadices inventados en al-Mizan, y éste es uno de ellos.

Ibn Hazm dijo en al-Ijkam (6/83), después de declarar que este hadiz
(no. 2, con todas sus versiones) es indudablemente una mentira que
contradice claramente a muchas aleyas del Corán, o sea, La estrella
(53:3-4), las Mujeres (4:82) y el Botín (8:46). Por lo cual:

“…es absurdo que el Mensajero de Alá (P. B. E.) nos hubiese ordenado el
seguir cada opinión expresada por los Compañeros, (A. S. E.), porque
hubo entre ellos quienes permitieron algo mientras que los otros lo
prohibían; si lo anterior es el caso, comerciar con tóxicos sería permitido
si uno siguiera a Samura ibn Yundub; sería permitido para alguien ayunar
para comer nieve si uno siguiera a Abu Talha, pero prohibido al seguir a
otros además de este; evitar el Gusl debido al interrumpir del coito sería
obligatorio si uno siguiese a Alí, Osmán, Talha, Abu Ayyub y Ubayy ibn
Ka’ab; pero prohibido si uno siguiese a Aixa e Ibn Omar; y toda esta clase
de ejemplos nos han sido contados con cadenas auténticas de
narradores.”

Luego él continúo explicando como algunas opiniones expresadas por los


Compañeros en las cuales ellos estaban errados en la Sunna, tanto en el
período de vida del Profeta y posteriormente a su muerte, afirma (6/86)
lo siguiente:

“Así que ¡¿cómo es permitido seguir ciegamente las opiniones de la


gente que comete errores al mismo tiempo que acierta?!”

Anterior a esta declaración, él había explicado en su capítulo la


Discrepancia Condenada (5/64), que los errores derivados de aquéllos
que dicen “el desacuerdo es una misericordia”, usan como evidencia el
hadiz “Mis Compañeros son como las estrellas: a cualquiera de ellos que
sigáis, seréis bien guiados”, nos aclara que el hadiz es una mentira por
muchas razones:
No es auténtico con respecto a su cadena de narradores.
El Profeta (P. B. E.) no nos pudo ordenar seguir algo que él mismo ha
declarado erróneo a la vez, o sea, v. gr. una vez señaló el error
de Abu Baker al interpretar un sueño, el error de Omar en otra
interpretación y en el veredicto equivocado dado por Abu-
Sanábil; de aquí se desprende que no es posible para él
ordenarnos seguir a alguien equivocado;
El Profeta (P. B. E.) nunca dijo mentiras; sus palabras fueron siempre
veraces: la comparación con las estrellas es claramente
defectuosa, ya que por ejemplo, si alguien intenta viajar por
cierta ruta directo a las estrellas en la constelación de
Capricornio, pero en su lugar sigue a la estrella en Cáncer, él no
será correctamente bien guiado, sino que se desviará de la ruta
trazada y se equivocará enormemente; por lo tanto, es obvia la
falsedad al decir que seguir a cualquier estrella uno será guiado
correctamente.

Ibn al-Mulaquin dio una versión resumida de Ibn Hazm en la obra al-
Julasa (2/175), que aprobó y terminó con la discusión del hadiz diciendo:
Ibn Hazm dijo “esto es una narración falsa, inventada, fabricada
incorrecta.”
APÉNDICE 2
Hadiz auténtico:
“Estás correcto en algo y mal en algo”

De: Sajíj al-Bujari; Book of Dreams, traducción en inglés de los


significados del Dr. Mohámed Muhsin Khan.

Narró Ibn Abbás (A. S. E.):

Un hombre vino al Mensajero de Alá (P. B. E.) y dijo: “Vi en un sueño que
se cernía la sombra de una nube. La mantequilla y la miel empezaron a
caer de ésta y vi a la gente agolparse a ella con sus manos, unos
agarrando mucho y otros un poco. De pronto, una cuerda se extendía del
cielo a la tierra y mire que tu la agarrabas y subías (por ella); después,
otro hombre la agarró y subió y después otro (tercer) hombre la sostenía
y subió, y después otro (cuarto)hombre la agarró, pero se rompió (la
cuerda) y luego se unió por sí misma otra vez.”

Abu Baker dijo: “¡Oh Mensajero de Alá! ¡Por la vida de mi padre! ¡Por Alá!
permíteme interpretar este sueño.” El Profeta (P. B. E.) le dijo:
interprétalo. Abu Baker dijo: “la nube con sombra simboliza el Islam; la
mantequilla y la miel cayendo de ella simboliza el Corán; su dulzura y la
gente es la que aprende mucho o aprende poco. La soga que se extiende
del cielo a la tierra es la Verdad que tú (Nabí) sigues. Tú la sigues y Alá te
elevará a ella, y un hombre la seguirá y se elevará a ella; y otro hombre
la seguirá y se elevará a ella; otro hombre la seguirá y se romperá y luego
se unirá para él y se elevará a ella. ¡Oh Mensajero de Alá! ¡Por la vida de
mi padre!¿Estoy correcto o no?”

El Profeta (P.B. E.) contestó: Estas correcto en algo y mal en algo.

Abu Baker dijo: ¡Oh Profeta de Alá! Por Alá, debes decirme en que estuve
mal.”

El Profeta (P. B. E.) dijo: No jures.

(Relatado por Bujari & Muslim, también por Abu Daud, Tirmídi, Darimi,
Ibn Maya, Ibn Abi Cheiba Y Ahmed.)

APÉNDICE 3
Hadiz auténtico:

“Quien rezaba deplorablemente” (A. S. E.)

En la literatura de Hadiz y Fiq, éste término se refiere a los Compañeros


mencionados en el siguiente hadiz de Sajij al-Buajri (Book of prayer,
traducción al inglés por Dr. Mohámed Muhsin Khan); muchas otras
narraciones de este incidente se encuentran en las distintas colecciones
de hadices, y provee una fuente importante de instrucciones del Profeta
(P. B. E.) concerniente a la forma correcta de rezar la Oración:

Narró Abu Huraira (A. S. E.):

El Mensajero de Alá (P. B. E.) entró a la mezquita y una persona lo siguió.


El hombre rezó y luego fue hacia el Profeta (P. B. E,) y lo saludó; él
regresó el saludo y le dijo: Regresa y reza, porque no has rezado.

El hombre regresó y rezó de la misma forma; entonces regresó y saludó


al Profeta (P. B. E.) quien dijo: regresa y reza, porque no has rezado, tres
veces.

El hombre le dijo: “Por quien te ha enviado con la verdad, no puedo hacer


nada mejor que ésto, así que por favor enséñame.”

Él le dijo: Cuando te paras para la oración, dí takbír y luego recitas lo que


es fácil para ti del Corán (de lo que sepas de memoria); después inclinate
hasta que sientas comodidad en rukú; luego te incorporas y te yergues,
luego te prosternas hasta que te sientas cómodo en la sáchda, luego te
sientas con calma hasta que te sientes cómodo, y haces así mismo en
todas tus oraciones.

[Narraciones posteriores del este hadiz se han hallado en otras obras de


hadiz como Sunan Abi Daud, etc. Conteniendo más detalles.]

APÉNDICE 4
La inconsistencia del hadiz sobre poner las manos abajo del ombligo.

De: Irwá al-Galíl (353) & Ajkam al-Yanáiz (p. 118), de Sheik al-Albani.

Abu Daud (756), Daracútni (107), Baijáqui (2/310); Ahmed lo reporta en


el Masaail de su hijo Abdulá (62/2) y también en Zawáid al-Musnad
(1/110), e Ibn Abi Cheiba (1/156/1)quienes lo transmitieron por medio
de:
Abdú Rahmán ibn Isaac por medio de Ziyaad ibn Zeid a-Siuáí por medio
de Abu Yuhaifa y por medio de Alí (A. S. E.), quien dijo: “es de la Sunna
durante la oración colocar una palma sobre la otra (mano), (por)
debajo del ombligo.”

Este isnad es da’íf (inconsistente/débil) debido a que Abdú Rahmán ibn


Isaac (al-Uasiti al-Cufi), es inconsistente (léase más adelante). Por lo
anterior, contiene idtiraab (alteración), ya que él lo narró con tres cadenas
diferentes cada vez que lo mencionaba:

Una vez con: Ziyad por medio de Abu Yuhaifa y por medio de Alí
(como se lee arriba);
Otra ocasión: No’man ibn Sa’d por medio de Alí (registrado por
Daracútni y Baijáqui);
Y en otra ocasión con: Siyaas Abul Hakam y por medio de Abu Uaail,
quien dijo: “Abu Huraira dijo: ‘es de la Sunna…” (registrado por
Abu Daud [758] y Daracútni).

La sentencia de la gente del Hadiz con respecto a la inconsistencia de


Abdú Rahmán Ibn Isaac al-Cufi.

Abu Daud dijo: “escuché a Ahmed ibn Hanbal declarar a Abdú Rahmán
ibn Isaac al-Cufi de da’íf (débil).” [esta es la razón del por qué
Ahmed no aceptó este hadiz de él; porque su hijo Abdulá dijo: “Vi
que cuando se rezaba, mi padre colocaba sus manos, una sobre la
otra por arriba del ombligo.”]
Nauaui afirmó en su Machmú (3/313), y en su Sharj Sají,j Muslim y
demás que: “ellos (los eruditos en hadiz) concuerdan que al
declarar este hadiz inconsistente es porque tiene una narración de
Abdú Rahmán ibn Isaac al-Uaasiti, quien es un narrador
inconsistente (da’íf), al igual que los Imams del Yarj y Ta’dil
(autentificación y desacreditación de narradores)”
Zayla’i confirmó en Nasb ar-Raya (1/314), “Baijáqui dijo en al-Ma’rifa:
‘Su isnad no es firme, porque es una narración única de Abdú
Rahmám Ibn Isaac al-Uasiti, quien es desidioso (matruc)’.”
Ibn Hayar dijo en Fath al-Baari (2/186): “es un hadiz débil.”

Lo que aún reafirma su inconsistencia es que, contrario a lo narrado y


achacado a Alí, hay otro del mismo pero con mejor isnad: el hadiz de Ibn
Yarir al-Dabbi, quien nos cuenta que su padre le dijo: “Vi a Alí (A. S. E.)
sostener su brazo izquierdo con el derecho sobre la muñeca, arriba del
ombligo” –este isnad es un digno candidato para el rango de jásan;
Baijáqui (1/301) lo señaló como jásan; Bujari (1/301) lo calificó de certero
mientras lo inscribía en una forma abreviada e interrumpida.

Lo que es auténtico del Profeta (P. B. E.) con respecto a la posición de las
manos es que estas deben estar sobre el pecho; hay muchos hadices
sobre esto, de los cuales existe el de Tawus, quien dijo: “el Mensajero de
Alá (P. B. E.) solía colocar su brazo derecho sobre su brazo izquierdo, los
que sujetaba firmemente sobre su pecho firmemente durante la oración”
transmitido por Abu Daud (759) con un isnad sajíj. Aunque este es
mursal, es prueba suficiente para los sabios, con todo y sus opiniones
diversas concerniente al hadiz mursal, es declarado sajíj con isnad mursal
y también considerados por otros mausúl en muchas narraciones; se
desprende de aquí que es válido como prueba para todos. Algunas de las
narraciones que lo apoyan son las siguientes:

De Ua’il ibn Huyer: “Que el vio al Profeta (P. B. E.) poner su mano
derecha sobre la izquierda y colocarlas sobre el pecho.”
Registrado por Ibn Juzaima en su Sajíj (Nasb a-Raya, 1/314)
y anotado por Baijáqui en su Sunan (2/30) con dos cadenas
de narración que se apoyan mutuamente.
De Cabisa ibn Julb, que su padre le dijo: “vi al Profeta (P. B. E.)
abandonar (después de acabar el azalá) su derecha y su
izquierda y lo vi colocar esto sobre su pecho – Yajia (Ibn Saíd)
describió la derecha (la mano) sobre la izquierda en la
muñeca.” Reportado por Ahmed (5/226) con una cadena de
narradores quienes pertenecen al modelo impuesto por
Muslim excepto por Casiba, pero es declarado confiable por
‘Ijli & Ibn Hibbán; pero, ninguno narra nada de él excepto
Simák Ibn Harb de quien Ibn al-Madiní y Nasái dicen:
“desconocido” e Ibn Hayar dice en su Tacrib: “él es Macbúl
[aceptable sólo con apoyo].” Los hadices de tal persona son
jásan al igual que las narraciones de apoyo y por lo tanto
Tirmídi dijo después de acotar la parte de este hadiz
concerniente al sujetar la izquierda con la derecha: “es hadiz
Jásan.”

Entonces, estos tres hadices demuestran que la Sunna es colocar las


manos sobre el pecho, y cualquiera que se encuentre con ellos no dudará
que todos ellos son suficiente prueba de ello.
APÉNDICE 5
La inconsistencia del hadiz que condena a la recitación detrás del
Imám.

De: Silsila al-Ahadit ad-Da’ífa ual-Maudúa (568-570) de Sheik Albani.

1.- “Quien recita detrás del imám, su boca se llena de fuego.”

Maudú (fabricado). Ibn Tahir lo acotó en Tadkira al-Mauduat (p. 93) y


dijo: “el isnad contiene a Mamún ibn Ahmed al-Harawi, un mentiroso que
solía narrar fabricaciones.” Muchas de sus descripciones están dadas en
el hadiz 2 de adelante. Ibn Hibban mencionó este hadiz a su nombre en
ad-Du’afa (narradores débiles) y Dájabi lo consideró como una calamidad
de aquél.

Algunos hanefitas han sido engañados por este hadiz, arguyendo en base
de que cualquier recitación detrás del imám es totalmente prohibida.
Abul Hasanat al-Lucnaui dijo en at-Ta’lic al-Mumachid ‘ala Muwatta
Muhammad (p. 99): “mencionó el autor de Nijáya y por otros que es
marfú en su expresión: ‘…habrá un carbón ardiendo en su boca’, lo que
es totalmente infundado.”

Dijo antes de eso. “no hay ningún hadiz marfú que tenga una prohibición
de recitar la Fatiha detrás del imám; todo lo que ellos consideran marfú
es tanto infundado como falso.” Entonces mencionaron este hadiz con
dos expresiones como ejemplo.

La gente de conocimiento, tanto del pasado como del presente ha


discrepado con respecto a la recitación detrás del imám, teniendo tres
puntos de vista:

1.- La recitación en oraciones sigilosas y fuertes es obligatorio.


2.- Que es obligatorio en silencio tanto en las oraciones sigilosas como
las fuertes.
3.-Que debe haber recitación en las sigilosas, más no en las oraciones
fuertes.

Este último punto de vista es el más equilibrado y más cercano a la


verdad, porque en él todas las evidencias pueden acomodarse de modo
que ninguna de ellas se rechaza. Es el punto de vista de Malik y Ahmed, y
tras algunos análisis hasta algunos hanefitas, incluyendo a Abul Hasanat
al-Lucnaui en el ya mencionado libro.

Otro ejemplo de las mentiras Mamún al-Haraui es el que sigue:

2.- “Quien eleva sus manos durante la oración, no hay oración para
éste.”

Maudú (fabricado/inventado). Ibn Taahir lo anotó en su obra Tadkira al-


Maudu’aat (p. 87), y dijo: “el isnad inserta a Mamún ibn Ahmed al-
Harawi, un mentiroso comprobado que solía fabricar hadices.”
Dájabi dijo acerca de él: “Trajo calamidades y desgracias con sus
reportes. Él inventó hadices, siendo éste uno de ellos; y los relató
aparentemente en base a narradores confiables.”

Esta claro para mi que los hadices inventados por Mamún al-Harawi, un
fanático adicto al mad-jab hanefita, con hadices adscritos a él (en los
libros de narradores) al respecto, defienden (vehementemente) al Imám
Abu Hanifa e insultan (tenazmente)al Imám Chafeí, de los cuales el de
arriba es uno de ellos; rechazando el que apoya el punto de vista de
Chafeí de levantar las manos tanto al bajar en rukú como al erguirse
después de él (lo cual es la verdad, indudablemente); pero apoyando el
punto de vista hanefita el cual lo condena a makrú. Más aún, no
conforme con esto, llegó al punto de inventar el hadiz que leemos, para
así diseminar la idea de que levantar las manos en la oración, la anula.

Tal vez intentó apoyar la narración de Majúl de que Abu Hanifa dijo:
“quien levante sus manos durante la oración, su oración esta arruinada”
narración que embaucó a Amer Katia al-It-cani, quien compiló un tratado
basado en el argumento de que la oración no vale al elevar las manos.
Asimismo, engañado vive quien traza y sigue este camino, ordenando
inclusive que no es permitido para los hanefitas rezar detrás de un
chafeíta porque éste último eleva sus manos. Por todo ello, esta narración
atribuida a Abu Hanifa es una atroz mentira, tal como lo verificó ‘Aláma
Abul Hasanat al-Lucnaui es su obra al-Faua’id al-Bajiya fi tarayum al-
Hanafía (pp. 116, 216-7).

Sheik Alí al-Qari apuntó este hadiz en su al-Mauduát y después dijo (p.
81): “este hadiz fue fabricado por Mohámed bin ‘Ucasha al-Kirmani, ¡que
Alá lo arruine!” y posteriormente (p. 129), apuntó lo que Ibn Cayyim dijo
al respecto: “Es fabricado”.

Lo del párrafo anterior, indica un nombre diferente al de al-Harawi; pero


de ser vedad, lo que tenemos es que tenemos dos personas narrando lo
mismo y que sólo uno de ellos se lo adjudicó a si mismo.

Podemos deducir de todo esto que no hay reparo en abandonar la sunna


(de levantar las manos) ¡por tan sólo no verificar y constatar las
narraciones de los Imames y del Profeta (P. B. E.)!

NOTA: Acerca de levantar la manos al posicionarse en rukú y volverlas a


levantar al dejarlo, existen muchos hadices narrados del Profeta (P. B. E.)
al respecto; todos ellos son mutawatir en opinión (concensuada) de los
ulemas; esta comprobado que levantar las manos en cada takbir esta
basado en la veracidad de muchos hadices; de modo que no levantar las
manos narrado por aquél no es genuino excepto por medio de Abdulá
ibn Masúd (A. S. E.), más sin embargo no es aconsejable ponerlo en
práctica porque es naaf (negación). Los hanefitas y otros creen
firmemente que lo muzbit (afirmativo) precede a lo naaf (negación); pero
incluso cuando lo afirmativo es lo adecuado, desechan esto cuando hay
una cantidad inmensa de hadices (que los contradice) como en este caso.
Basándonos en este principio sin seguir ambigüedades, esto les hace
obligatorio el levantar las manos y no a empecinarse al mad-jab después
de haber visto la prueba (contundente). Sin embargo, es una pena que
sólo un puñado (de tercos), tanto del pasado como del presente, lo hayan
aplicado (el hadiz del que hablamos), pues ¡han llegado al grado de no
alzar las manos que lo han vuelto una misión en la vida para ellos!

Yendo más lejos, otra de las invenciones de este miserable mentiroso, y


esta vez, insultando abyectamente al Imám Chafeí (Mohámed bin Idris),
es el siguiente:

3.-“Habrá entre mi umma un hombre conocido como Mohámed bin


Idris, que será más dañino a mi umma que Lucifer, y habrá un
hombre entre mi umma conocido como Abu Hanifa, que será la luz de
mi umma.”

Maudú (inventado/fabricado). Ibn al-Yauzi lo anotó en al-Maudu’at


(1/457) por medio de:

Mamún ibn Ahmed as-Salmi, quien dijo: Ahmed ibn Abdulá al-Yuwaibari
nos narró: Abdulá ibn Mi’dan al-Azadi nos informó de Anas como marfú;
y luego dijo que es “fabricado; inventado por Mamún o por Yuwaibiri.
Hakim lo mencionó en el Marjal que a Mamún le preguntaron: ‘¿acaso
acudís a Chafeí y sus seguidores?’ a lo que respondió, ‘Ahmed ibn Abdulá
al-Yuwaibari nos narró…etc.,’ de modo que es evidente de esto que él es
el inventor de esto.”

La adición que aparece en Lisan es la siguiente: “Hakim entonces dijo: ‘A


quien Alá haya concedido un mínimo de inteligencia sabrá que tal hadiz
es una invención atribuida al mensajero de Alá (P. B. E.)’.”

El hadiz tiene otras vías de narración, pero todas ellas se remiten a


mentirosos y narradores desconocidos. Por lo tanto, es demasiado
extraño que ‘Alama ‘Aini se inclinara por reforzar el hadiz con estas otras
vías, y que Sheik Kauzari las apoyara. Sin embargo, no es de
sorprenderse lo último, ya que él (Kauzari) era un notable y acérrimo
defensor de Imám Abu Hanifa (A. T. M. E.), aún si con ello tuviera que
insultar a otros imames; pero lo que si nos sorprende es que ‘Aini lo
hiciera, pues no era de los que juzgaba a la ligera y caer en
exageraciones. La opinión de los dos ha sido refutada bajo el escrutinio
de otras vías de narración que se refieren al mismo (hadiz), en la única
forma que el libro at-Tankil bi ma fi Ta’neb al-Kauzari min al-Abatil
(1/20,446-9) de ‘Alama Yamani lo hace.
APÉNDICE 6
Análisis de los hadices que narran el Amén del Imám con la
congregación.

De: Silsila al-Ahadit ad-Da’ífa ual-Maudúa (951-2) de Sheik al-Albani

1.-“Cuando decía amén, aquellos detrás de él decían amén; de modo


que había un montón de ruido en la mezquita.”

No hay bases para decir que el hadiz fue expresado de esta manera,
hasta donde sabemos. Ibn Hayar dijo en Taljis al-Habir (p.90): “No lo he
encontrado con estas palabras, pero su significado esta vinculado con Ibn
Maya en el hadiz de Bíchir ibn Rafi.”:

2.-“Cuando recitaba ‘No de los que han incurrido en Tu ira, ni de los


extraviados’ dijo ‘aamiin’ que quienes estaban cerca de él en las
primeras dos hileras lo pudieron oír [y la mezquita retumbó con
éste(amén)].”

Da’íf (inconsistente/débil). Relatado por Ibn Maya (1/281) y Abu Daud sin
la añadidura (entre corchetes) (1/148), por medio de:

Bíchir ibn Rafi a su vez de Abu Abdulá, primo de Abu Huraira; a su vez de
Abu Huraira quien lo contó del Profeta (P. B. E.).
Ibn Hayar en Taljis (p. 90) dijo: “Bíchir ibn Rafi es inconsistente; el primo
de Abu Huraira se dice es un desconocido, pero Ibn Hibban lo ha
declarado confiable.”

Busairi dijo en Zawa’id (56/1): “Este es un isnad inconsistente; la


condición de Abu Abdulá es desconocida; Bichir fue declarado
inconsistente por Ahmed; e Ibn Hibban dijo: ‘narró invenciones’.”

El hadiz No. 2 solo contiene una parte del significado del No. 1, o sea, el
decir amén por el Imám solamente. En cuanto al amén de aquellos detrás,
pueda ser la ocasión de decir “la mezquita retumbó con éste (el sonido)”;
pero el hadiz implica literalmente que es el amén del Profeta (P. B. E.) la
razón de esto.

3.- “Cuando terminaba de recitar la Madre del Corán, elevaba su voz y


decía ‘aamíin’.”

Da’íf (inconsistente/débil). Relatado por Daracútni, Hakim y Baijáqui.

Todas las demás fuentes contienen a Isaac ibn Ibrahim ibn al-Ála’ az-
Zubaidi, conocido como Ibn Zibric, quien es inconsistente; Abu Hatim
dijo: “un anciano no se le daña”; Ibn Ma’in lo describió en buenos
términos; Nasái dijo: “no confiable”; Mohámed ibn ‘Auf dijo: “No tengo
duda de que Isaac ibn Zibric solí mentir.” Sin embargo, estas palabras son
correctas en significado ya que se basan en un hadiz de Ua’il ibn Hayar
con isnades sajíj.

(Ya que el texto de este hadiz no involucra el amén de la congregación


para nada, es incorrecto considerarlo como una versión más del hadiz
No. 2, como hizo Shaukani).

El único hadiz que refuerza al hadiz No. 1 es el que Chafeí relató en su


Musnad (1/76) a través de Muslim ibn Jalid de Ibn Yuraich a su vez de
Átá, quien dijo:

4.- “Solía escuchar a los imames: Ibn az-Zubair y otros después de él


decían ‘aamíin’, y los que estaban atrás decían ‘aamíin’, hasta que la
mezquita hacía eco.”

Este (hadiz) tiene dos defectos:

La inconsistencia de Muslim ibn Jalid az-Zanyi; Ibn Hayar dijo: “él era
confiable, pero cometió muchos errores.”
El ‘an ‘anaj (que con respecto de él) de Ibn Yuraich, quien fue un
mudalis; tal vez lo tomó de Jalid ibn Abi Anuf, quien lo narró de
áta’ como viene:

4.1.- “Me encontré a doscientos compañeros del Mensajero de Alá (P. B.


E.) en esta mezquita (o sea, la de Meca): cuando el imám había dicho: ‘Ni
de los extraviados’, alzaron sus voces en amén (en otra narración:
escuche el rugir de su amén).”

Relatado por Baijáqui (2/59) e Ibn Hibban en Zicat (2/74); la narración


alterna es del primero.

Este Jalid fue descrito por Ibn Abi Hatim (1/2/2355-6), pero esto no
incluyó ninguna confirmación o negación. Ibn Hibban lo incluyó entre los
narradores confiables; pero Ibn Hibban es mejor conocido por no ser tan
riguroso en tales casos, por lo que no me satisface que dicha narración
sea auténtica. Esto es porque Ibn Yuraich lo tomó de él, lo que implica
que hay una vía debatible; si no es así, no sabemos de quien lo tomó Ibn
Yuraich. Parece que el imám Chafeí no estaba satisfecho con la
confirmación de esta narración, porque su posición es contraria a este;
dice en al-Umm (1/95): “así que cuando el imám completa la recitación
de la Madre del Libro y dice ‘aamíin’, alza su voz a modo de que los que
están detrás puedan seguirlo; cuando lo dice, ellos lo dicen a sí mismos,
pero a mi me disgusta que lo digan fuerte”; de ser que la anterior
narración de los Compañeros fuera auténtica desde el punto de vista de
Chafeí, él no se habría opuesto a su aplicación.

De aquí partimos que la opinión más correcta en este asunto parece ser
el mad-jab de Chafeí: que el imám sin que lo sigan, debe decir el amén
fuertemente. Y Alá sabe mejor.

Pero entonces, observé que Bujari mencionó el texto (llanamente) de la


narración de Ibn az-Zubair en su Sajíj (o sea, en forma mu’alac),
clasificándolo como atinado. Ibn Hayar dijo en Fath al-Bari (2/208): "el
isnad que lo relaciona nos lo ha proporcionado Abdu aRazac de Ibn
Yuraich de Áta’. Él (o sea, Ibn Yuraich) dijo: ‘le dije a él, “¿acaso Ibn a-
Zubair dice el amén al final de la Madre del Corán?”, a lo que contestó “sí,
y aquellos detrás de él también dijeron aamíin, hasta que la mezquita
resonó” a lo que dijo, “de verdad que el amén es una súplica”.’ ″ esto lo
encontramos en el Musnaf de Abdú Razac (2640/2), y con la misma
cadena de transmisión, en al-Mujalá (3/364) de Ibn Hazm.
En esta narración, Ibn Yuraich ha aclarado que (cara a cara) tomó la
narración de Áta’, por lo que estamos bien seguros de la ausencia de
tad-lis, y la narración de Ibn a-Zubair esta firmemente establecido. De
igual manera esta comprobado de Abu Huraira; Abu Rafi dijo:

5.- Abu Huraira solía llamar a la oración en lugar de Marwan ibn al-
Hakam, estipulando que el último no llegaba hasta ‘Ni de los
extravíados’ a menos que supiera que Abu Huraira había entrado a
las filas. Así que cuando Marwan dijo ‘Ni de los extravíados’, Abu
Huraira decía ‘aamíin’, prolongandoló. También dijo: ‘Cuando el amén
de aquellos en la tierra coincide con el amén de aquellos en el cielo,
ellos son perdonados’.

Relatado por Baijáqui (2/59); su isnad es sajíj.

Se deduce de aquí que, puesto que no hay nada establecido por los
Compañeros excepto lo de Abu Huraira e Ibn az-Zubair que contradigan
el amén fuertemente, esto debe ser aceptado. En realidad, no conozco
ninguna narración que se oponga a esto. Y Alá sabe mejor.

APENDICE 7
Las dos rakás después de uiter.

De: Silsila al-Ahadit as-Sajíja (1993) de Sheik al-Albani

El Mensajero de Alá (P. B. E.) dijo: haced impar (uiter) la última (parte)
de vuestra oración de la noche. Relatado por Bujari y Muslim.
Abu Salama preguntó a Aixa sobre la oración del Mensajero de Alá (P.
B. E.). ella dijo: “él realizaba trece rakás (en la oración de la noche),
cumplía con ocho rakás y cumplía con el uiter y hacía dos rakás
sentados, y cuando quería inclinarse, se paraba y luego se
inclinaba, y luego hacía dos rakás entre el Azán y la icáma en la
oración del crepúsculo.” Relatado por Muslim.
Zauban dijo: “estábamos de viaje con el Mensajero de Alá (P. B. E.),
cuando dijo: en verdad este viaje es una carga pesada, así que
cuando cada uno de vosotros ha rezado uiter, debe realizar dos
rakás; si se levanta (luego bien); si no, aquellas dos serán (la
oración de la noche) para él.

Relatado por Darimi (1/374), Ibn Juzaima en su Sajíj (2/159/1103) e Ibn


Hibban (683) a través de varias cadenas que se remontan hasta: Ibn
Uahb, quien dijo: Muawiya ibn Saleh me contó de Shirai ibn Obeid de
Abdú a-Rajmán ibn Yubair ibn Nufair de su padre de Zauban, quien
dijo…

Ibn Uahb ha sido respaldado por Abdulá ibn Saleh, quien dijo: Muawiya
ibn Saleh nos narró… etc., relatado por Daracútni (p. 177) y Tabaráni en
al-M’yam al-Kabir (1410). Abdulá ibn Saleh es un maestro de Bujari, así
que puede ser usado como evidencia para apoyar otras narraciones.

Este hadiz es utilizado como evidencia por el Imam Ibn Juzaima “que la
oración después del uiter se permite a quienes quieran rezar después de
él, y que las dos rakás que el Profeta (P. B. E.) solía rezar después del
uiter no fueron exclusivamente para él sobre su umma, ya que nos
ordenó rezar dos rakás después del uiter, una orden de recomendación y
preferencia, no una de obligación forzada.”

Se deduce claramente de este hadiz (por su orden general para su umma)


que las dos rakás después de uiter no eran exclusivamente para él;
parece que el propósito de su ordenanza de hacer la última oración de la
noche impar era evitar la negligencia de la raká impar, así que dicho
objetivo no se contradice con las dos rakás después de ésta, como esta
establecido en su practica y en su ordenanza. Y Alá sabe mejor.

APÉNDICE 8
La inconsistencia de los hadices mencionando el pasar las manos
sobre el rostro después las du’a (Súplica).
De: Irwá al-Galíl (2/178-182) por Sheik al-Albani

“El Profeta (P. B. E.), cuando elevaba sus manos en du’a, él nos las
bajaba hasta que restregaba su rostro con ellas.”

Da’íf (inconsistente/débil). Transmitido por Tirmídi (2/244) e Ibn Asákir


(7/12/2) por medio de: Jamád ibn Isa al-Yuhani de Hanzala ibn Abi
Sufian al-Yam-ji de Sálim ibn Abdulá de su padre desde Omaribn al-
Jatab, quien dijo: …

Tirmídi dijo después de esto: “este es un hadiz garib sajíj. Sólo se sabe
que es un hadiz de Jamád ibn Isa, ya que solamente él lo reporta, quien
tiene pocos hadices que sin embargo, la gente los ha reportado de él.”

Sin embargo, éste narrador es inconsistente, ya que en el Tacrib de Ibn


Hayar, quien habla con respecto a él en el Taj-dib:

Ibn Mahín dijo “un buen Sheik”; Abu Hatim dijo: “débil para el hadiz”; Abu
Daud dijo: “débil, él reporta hadices munkar”; Hakim y Naccach dijeron:
“él reporta hadices falsos de Ibn Yuraich y yapar reporta cosas, las cuales
son ‘equivocadas acerca de la autoría de Ibn Yuraich y Abdúl Aziz ibn mar
ibn Abdúl Aziz, que parece que aquellos que están en juego lo hacen
deliberadamente; no es permitido referirlo como prueba.” Ibn Makula
dijo: “ellos declaran sus hadices débiles.”

De aquí, el parecer de este narrador es muy inconsistente, de modo que


sus hadices no pueden ser llevados a la categoría de jásan ¡y mucho
menos sajíj!

Un hadiz similar reza:

“Cuando el profeta (P. B. E.) rezaba du’a y elevaba sus manos, él


frotaba su cara con sus manos.”

Da’íf (débil). Abu Daud (1492) de Ibn Laji’a de Hafs ibn Hisham ibn Utba
ibn Abi Uacca de Sa’ib ibn Yazíd de su padre.

Es un isnad débil debido a que Hafs ibn Hisham es desconocido y la


debilidad de ibn Laji’a (cf. Tacrib a-Tajdib).

Este hadiz no puede ser reforzado por ninguna de las dos vías de
narración debido a la gran inconsistencia presentada en el primero (de
los hadices), el cual ya hemos visto.

“Cuando invocáis a Alá, entonces suplicad con las palmas de vuestras


manos, y no suplicad con su dorso y cuando acabéis, frotad vustro
rsotro con ellas.”

Da’if (inconsistente). Relatado por Ibn Maya (1181, 3866), Ibn Naser en
Quiyam a-Lail (p. 137), Tabaráni en al-Múyam al-Kabir (3/98/1) y Hakim
(1536), de Saleh ib Hásan de Mohámed ibn Ka’b de Ibn ‘abbas (A. S. E.)
como marfú.

Es un isnad débil debido a que Ibn Hásan, quien es munkar en hadiz,


como afirmó Bujari; Nasái dijo: “el esta desamparado en hadiz”; Ibn
Hibban dijo: “él solía andar con solteras y escuchar música y solía narrar
reportes inventados con la autoría de narradores confiables”; Ibn Abi
Hatim dijo en Kitab al-‘Ilal (2/351): “pregunté a mi padre (o sea, Abu
Hatim a-Razi) sobre este hadiz, del cual dijo: ‘Munkar’.”

Ibn Hásan ha sido respaldado por Isa ibn Maimún, quien también lo
reportó de Mohámed ibn Ka’b, como lo contó Ibn Náser. Sin embargo, no
altera nada, ya que Ibn Maimún es igualmente inconsistente: Ibn Hibban
dijo: “él reporta hadices, los cuales son invenciones”; Nasái dijo: “Nada
confiable.”

Éste hadiz de Ibn Abbas también lo contó Abu Daud (1485), y a su vez de
él Baijáqui (2/212) por medio de: Abdúl Malik ibn Mohámed ibn Aiman de
Abdulá ibn Yacub ibn Isaac de alguien que lo narró de él de Mohámed ibn
Ka’b, quien dijo:

“No cubráis las paredes. Aquél que mire dentro de la carta de su


hermano sin su permiso, en verdad mira el Fuego (del infierno). Pedid
a Alá con las palmas de vuestras manos y no lo hagáis con sus
dorsos; y caundo acabéis, restregad vuestros rostros con ellas.”

Este isnad es débil: Abdúl Malik es declarado inconsistente por Abu Daud;
también conlleva al maestro de Abdulá ibn Yacub el cual no se nombra, y
por lo tanto desconocido – es posible que sea Ibn Hásan o Ibn Maimún,
ambos mencionados anteriormente.
El hadiz es también transmitido por Hkim (4/270) a través de : Mohámed
ibn Muawiya, quien dijo que Masadif ibn Ziyad al-Madini se lo narró a él y
que lo escuchó de Mohámed ibn Ka’b al-Curazi. Dájabi lo complementó
recalcando que Ibn Muawiya fue declarado mentiroso por Daracútni, de
modo que el hadiz es falso.
Abu daud dijo sobre este hadiz: “este hadiz ha sido narrado por más de
una vía de narración con la utoría de Mohámed ibn Ka’b; todos ellos son
débiles.”

Elevar las manos en cunút por una calamidad esta establecido por el
Mensajero de Alá (P. B. E.) en su súplica contra los politeistas quienes
mataron a setenta salmodeadores – transmitido por Imám Ahmed (3/137)
y Tabaráni en Al-Múyam as-Saguir (p. 111) como en el hadiz de Anas con
un isnad sajíj. Igualmente esta comprobado por Omar y otros en el cunút
de la oración uiter. Sin embargo, ya que frotar la cara después de du’a al-
cunút no es para nada registrada del Profeta (P. B. E.) y de ninguno de los
Compañeros, es una innovación sin lugar a dudas.

En cuanto a frotar la cara después de la du’a fuera de las oraciones


prescritas, se fortalece por el hecho de que hay hadices auténticos acerca
de elevar la manos de súplica y en ninguno de ellos se menciona el frotar
o restregar la cara; Alá queriendo, esto muestra que es inaceptable y que
no está ordenado.
BIOGRAFIA SUCINTA DEL SHEIK MUJADIZ ABU ABD
AL-RAHMÁN MOHÁMED NASSIR-EDDIN AL ALBANI

(Extracto de la misma redactada por Dr. ‘Asim Abdulá al-Cariuti)

Nació en la ciudad de Escútari, capital de Albania en ese entonces, el año


1332 H (1914 d. C.) en el seno de una familia pobre. Su padre Hach Nuj
Nayyaati al-Albani había completado sus estudios de Scharía en
Estambul, convirtiéndose en un erudito de Albania. Después que el poder
pasó a manos de los ateos, tuvieron que abandonar Albania y huir hacia
Damasco. Una vez instalados, el sheik Albani terminó sus estudios y
después aprendió sobre Corán, Tachyuid (materia del buen pronunciar,
leer y salmodiar el Corán), Idioma árabe, el Fiq hanefita y demás ramas de
la religión de distintos sheiks, de su padre y diferentes amigos.

Aprendió también de su padre el arte de la relojería –en la cual fue muy


hábil- y de la cual obtenía sus ingresos. A la edad de los veinte años
empezó a profundizar en el campo del hadiz y materias afines tras leer
los artículos escritos en la revista “al-Manaar”.

Inició su trabajo en este campo al transcribir del Hafiz Al-Iraquí la obra


“El Acaudalado, que aporta de los libros de interpretación la
revitalización del mensaje”(al-Mugni ‘an-hamlil-Asfaar fil-Asfaar fi
tajrích maafil-ihyaa minal-ajbaar) añadiéndole notas.

Ahondó más en el campo del hadiz y sus múltiples ciencias a pesar del
desánimo de su padre. Más aún, los libros que necesitaba no se
encontraban en la biblioteca personal de su padre, la cual estaba
compuesta principalmente de obras del Fiq hanefita, siendo para él
necesario pedir en préstamo los libros de la Biblioteca de Damasco –
Maktabatu Zaahiriyyah- u otras veces de los vendedores de libros
(libreros).
Tanto llegó a estar absorto en la Ciencia del Hadiz que él cerraba su local
para estudiar en la biblioteca un lapso de doce horas –por supuesto
interrumpiendo sus estudios para el zalá- sin comer excepto dos ligeros
bocadillos que llevaba consigo.

Posteriormente, las autoridades de la biblioteca le permitieron tener una


habitación de estudios exclusivamente para él con su llave de acceso a la
biblioteca y entrar así antes del horario habitual de biblioteca. A menudo
permanecía desde la madrugada hasta después del Ishá. Durante este
tiempo él produjo obras magníficas –muchas de las cuales todavía
esperan ser impresas.

Los distintos estudios de los sheiks sobre el hadiz del Mensajero (P. B. E)
tuvieron gran impacto en su persona, haciendo que él se apartara de la
ciega obediencia que solía tener de su formación hanefita, aceptando y
actuando conforme al Corán y la sunna –con el entendimiento de los
predecesores píos (A-Salafu-Saalij) Ello naturalmente lo condujo a tener
diferencias con algunos sheiks de su comunidad que seguían ciegamente
la escuela hanefita, y de igual modo con los imams sufíes y varios
innovadores, quienes comenzaron a oponérsele y alborotar a la gente del
pueblo en su contra etiquetándolo de “Uahabita extraviado”. Sin
embargo, fue apoyado por algunos nobles sheiks de Damasco que lo
alentaron a continuar, entre ellos el sheik Bahyatul Baichyaar, sheik Abdúl
Fattaah el Imám, y Taufiq al-Barza (T. A. M. E.)

Por lo tanto, el sheik enfrentó muchos problemas en su esfuerzo por


promover el taujid y la sunna, tarea que llevó con perseverancia y
paciencia.

Después de un tiempo, empezó a dar clases cada dos semanas, a las que
asistían estudiantes y maestros universitarios –en las cuales enseñó de
varios libros: Aquída, Fiq, ciencias del Usul y el Hadiz. También
organizaba cada mes viajes de da’ua a distintas ciudades de Siria y luego
Jordania.

Tras haber aparecido varios de sus trabajos impresos, el sheik fue


elegido para enseñar hadiz en la nueva Universidad de Medina, Arabia
Saudita, por un período de tres años, del 1381 al 1383 H – en la cual fue
también miembro del comité universitario -.

Después de dicho trabajo, regresó a sus estudios y labores habituales en


la Biblioteca de Damasco, dejando su taller en manos de uno de sus
hermanos.

Visitó varios países para dar da’ua y conferencias –entre ellos Qatar,
Egipto, Kuwait, los Emiratos, España e Inglaterra.

Siempre se vio forzado a emigrar varias veces de Siria a Jordania y


viceversa, después a Beirut, los Emiratos y nuevamente a Jordania, en
‘Ammaan –lugar donde solía residir hasta hace unos cinco años atrás que
murió, el 22 de Yumada al-Ajíra de 1420 H [2 de octubre de 1999].

Sus trabajos cubrieron principalmente el campo del hadiz y sus ciencias,


los cuales llegan a ser más de cien obras.

En el Nombre de Alá, el Más Clemente, el Más Misericordioso.

INTRODUCCIÓN

Alabado sea Alá, quien hizo la oración obligatoria a sus siervos


ordenándoles establecerla. Lo mismo quien asocia el éxito y felicidad con
la humildad en la oración; quien la realiza para poder discernir entre
imán y kufr; y a quien hace se contenga de actuar injusta y
vergonzosamente.

La honra y la paz sean sobre nuestro profeta Mohámed, a quien el


Exaltado se dirige así:

“Y os hemos hecho descender el mensaje, para así podáis explicar


claramente a la gente lo que les es enviado”

Y que llevó a cabo dicha tarea. La oración fue una de las cosas más
importantes que explicó a la gente, de palabra y obra. Inclusive una vez
sobre el púlpito en la oración realizando las posiciones de firmes,
inclinado y prosternado, al final les dijo: “He hecho esto de manera que
vosotros me sigáis y aprendáis de mi oración”. Él nos hizo obligatorio el
igualarlo en su oración, diciendo: “Orad como me habéis visto orar”.
También dio las buenas nuevas a quien fuera que orase como él, ya que
dicha persona tiene la promesa de Alá que entrará en los Jardines, como
dijo: “Hay cinco oraciones que Alá Todopoderoso ha hecho obligatorias.
Quien realiza bien la ablución para ellas, las reza en su tiempo pertinente
y completa sus postraciones en humildad, tiene la promesa de Alá que
será perdonado; pero quien no lo hace así, no la tendrá: Si Él quiere (Alá),
lo perdonará o si Él quiere, lo castigará”.

La paz y bendiciones sean también para su familia y para sus


Compañeros, los cuales nos legaron el modo de adorar, rezar, decir y
actuar del Profeta (P. B. E) y quienes hicieron de todo esto, y solamente
esto, su escuela (mad-jab) y la senda la cual seguir; y también para
aquellos que siguieron, a su vez, sus pasos y siguen sus huellas hasta el
Día del Juicio.

Cuando terminé de leer el libro sobre la oración en “El ímpetu y la


bienvenida” (A-Targuib ua Tarhib) por el hafiz al-Mundhiri (T. A. M. E)
para luego enseñarlo a nuestros hermanos hace cuatro años, nos quedó
claro el lugar preeminente que ocupa la oración en el Islam (la
recompensa, gracia y respeto para aquellos que la establecen y la
realizan), variando y dependiendo todo ello de lo que fielmente se
practica en la oración del Profeta (P. B. E). Al respecto, él nos señala en
su dicho: “En verdad el siervo reza una oración de la cual nada se ha
registrado para él, excepto (lo que es) un décimo, un octavo, un séptimo,
un sexto, un quinto, un cuarto, un tercio o un medio de ella”. Por lo
tanto, he recordado a los hermanos que no nos es posible hacer la
oración como un “aproximadamente” o “se debiera” realizar, sino que
debemos conocer la descripción detallada de la oración del Profeta (P. B.
E), que incluye la esencia, modos, formas, súplicas (du’as) y recordatorios
(dikers) para así poner en práctica ese conocimiento cuidadosamente con
verdadero esfuerzo, porque de ese modo tenemos la esperanza de que
nuestras oraciones nos refrenen de cometer actos injustos y vergonzosos
y que las recompensas y bendiciones mencionadas en los hadices sean
registradas para nosotros.

Sin embargo, los detalles conocidos que cubren los aspectos de la


oración es contrario a lo que la gente piensa debe realizar de ella
actualmente, incluyendo a los sabios del din, porque ellos se limitan
exclusivamente a sí mismos a una sola escuela de pensamiento (mad-
jab). Pero siendo concientes en la recopilación y estudio de la sunna pura
que se conoce, cada mad-jab tiene ‘sunnas’ que ninguna de las otras
tiene, incluso, cada mad-jab tiene dichos y hechos que no se pueden
encontrar y ni son auténticos del tiempo del Profeta (P. B. E); siendo que
cada uno de los susodichos pertenece a sabios tardíos, ¡que aseveran
fervientemente que pertenecen al Profeta (P. B. E.)! Esto es el por qué los
sabios de hadiz –Alá los recompense a todos- habían producido libros de
interpretación acerca de los libros famosos de los sabios tardíos,
explicando la categoría de cada hadiz dado en ellos, o sea, si era uno
auténtico, débil o fabricado. Ejemplos de estos libros de interpretación
están : Al-‘Inaaya fi Ma’rifa Ahadiz al-Hidaaya y At-Turuq ual-Uasaa’il fi
Tajrich Ahadiz Julaasa ad-Dalaa’il del sheik Abdulá Qaadir ibn Mohámed
al-Curashi al-Hanafi; Nasb ar-Raaya li Ahadiz al-Hidaaya del hafiz
Zayla’i, y su versión abreviada ad-Diraya del hafiz ibn Hayar al-
Ascalaani, quien también escribió Taljis al-Habir fi Tajrich Ahadiz ar-
Raafi’i al-Kabir; existen muchos otros que no nombraremos por su gran
extensión.

LAS RAZONES TRAS LA COMPILACIÓN DE ESTE LIBRO Y ALGUNAS DE SUS


CARACTERÍSTICAS

Puesto que no me he encontrado un libro que cubra adecuadamente éste


tema, me sentí obligado a producir uno que aglomerara en lo posible la
oración del Profeta (P. B. E), desde el takbír hasta el taslím, para bien de
los hermanos musulmanes que desean seguir la guía de su Profeta (P. B.
E) en la adoración, de modo que sea fácil el usar éste libro para
cualquiera que sinceramente ama al Nabí(P. B. E) y llevar a cabo su
ordenanza “Rezad como me habéis visto rezar.”

Así que me embarqué en una tarea difícil e investigué los hadices


relevantes de diversas fuentes. El libro que tiene en sus manos es el
resultado final de todo esto. Me propuse que solamente daría hadices
que tuvieran una cadena de narradores (isnad) auténtica de acuerdo a los
principios de regulación en la ciencia del hadiz. Descarté cualquier hadiz
que se basara en narradores desconocidos o vacilantes, ya sea que
hubiesen tratado con la forma externa, el recordatorio, la excelencia, etc.
de la oración. Porque sostengo que los hadices auténticos son
suficientes, sin dar lugar a lo endeble; porque a la postre no hacen más
(los hadices débiles) que llegar a conjeturas (daan) y equívocos, pues
como dice el Excelso:

“...Y en verdad la conjetura frente a la verdad no es nada”

Y el Profeta (P. B. E) dijo: “Cuidaos de la sospecha, porque en verdad la


sospecha es la más falsa de las palabras”. Por lo tanto, no podemos
adorar a Alá actuando conforme a hadices nada auténticos. De hecho, el
Mensajero de Alá (P. B. E) nos lo prohibió con éste dicho: “Alejaos de
decir cosas sobre mí excepto lo que conocéis”; puesto que nos ha
prohibido relatar narraciones débiles, puede decirse que está prohibido
actuar conforme a éstas.

He dividido el texto en dos partes: La primera que es la principal y la


segunda que es la accesoria.

La parte principal incluye el texto de los hadices o frases tomadas de los


mismos, dando un seguimiento apropiado para dar sentido y continuidad
al libro de principio a fin. He sido cauteloso en cada hadiz del texto tal
como han de hallarse en los libros de la sunna. En donde se hallan
hadices con diferente expresión, he escogido la versión que mejor se
ajusta a la continuidad, etc.; sin embargo, he traído otras expresiones
tales como: “[en una versión:...)” o “[en una narración...)”. Sólo raras veces
menciono el nombre de los Compañeros que narraron los hadices o de
los imams que recopilaron tales, para poder así tener una lectura sencilla.

En cuanto a la parte accesoria, solo se trata de un comentario de la


principal. En ésta he determinado el origen o fuentes de los hadices,
contemplando sus diferentes versiones y ubicando la narración o
narraciones del mismo, junto con el comentario de sus isnades que
apoyen dicha narración, dando validez o descartando las observaciones o
advertencias de los narradores, ya sea que fuese confiable o débil y
juzgando de acuerdo a las reglas de la ciencia del Hadiz. A menudo, una
cadena de narración conlleva palabras extras que no se encuentran en
otras de la misma cadena; así que he insertado éstas dentro del hadiz
original en la parte principal donde fuera posible hacerlo y no dar
discontinuidad, encerrándolas entre corchetes [...], a menudo sin
establecer cuales fuentes contenían dicha adición. Se ha hecho en el caso
de que si el hadiz es originalmente atribuido al mismo Compañero, o si
no, donde [los hadices) se dan por separado. Por ejemplo, en las súplicas
de apertura, etc. Esta inserción de palabras extras es bastante ventajosa,
pues muchos libros no las dan –Alabado sea Alá, por cuyo favor las
buenas acciones se completan-.

Menciono en el texto accesorio los mad-jabs de los sabios en lo


concerniente a los hadices analizados, al igual que la evidencia y las
refutas de cada punto de vista; junto con la solidez o menoscabo de los
argumentos. Por lo tanto, hemos seleccionado más allá de esto la visión
correcta que hemos dado del texto principal. También en la parte
accesoria, hemos dado algunos temas para los cuales no hay nada escrito
en la sunna, pero que han requerido ichtijad, y no vienen bajo el título de
este libro.
Desde la publicación de éste libro con ambas partes [la principal y la
accesoria en árabe) no es factible de momento [colocar ambos) por
muchas razones, por lo que hemos decidido publicar sólo la parte
principal del libro [junto con notas al pie de página como habrán ya
notado) por la voluntad de Alá, y lo hemos denominado Descripción de
la Oración del Profeta, desde el inicio al fin, tal como vieron que se
realizó (Sifa Salatu Nabí, min at-takbír ilá at-taslím ka’annaka taráhaa)

Sinceramente pido a Dios hacer éste trabajo de frente a Su rostro y


ayudar a mis hermanos de fe que obtengan beneficio de él, ya que Él es
el que Todo lo Oye, el Que Responde.

LA METODOLOGÍA DEL LIBRO

Puesto que el propósito del libro es llevar la buena guía del Profeta (P. B.
E) con respecto a la oración, era esencial que no me limitara a una
escuela (mad-jab) en particular, por las razones antes mencionadas. Por
lo tanto, daré lo que está realmente confirmado del Profeta [P. B. E) y libre
de dudas, ya que siempre ha sido hecho así por los sabios del Hadiz, sea
que fueran de antaño o de reciente corte, como reza el dicho:

La gente del Hadiz, del Mensajero su pueblo son


Aunque con él no estuvieron, con el actuar de él vivieron.

Así que este libro, Dios queriendo, reúne lo que es relevante en cada
tema de los diversos contenidos de los libros de hadiz y de los libros que
tratan las diferencias entre los mad-jabs, de modo que el juicio correcto
hallado en este libro será claro para cualquiera de los mad-jabs. A partir
de aquí, uno debe actuar conforme a esto, Dios queriendo, estaremos
entre aquellos que Alá ha guiado: “En honor a la verdad, en lo que
respecta a lo que ellos difieren, Alá guía a quien Él quiere al camino que
es correcto”

Cuando dichos principios, para mí, eran adherirme a la sunna auténtica e


implementarla en este libro al igual que otros, supe con seguridad que
esto no agradaría a ciertos grupos o sectas. De hecho, es muy posible
que me injurien o critiquen. Esto no me importa, porque yo también sé
que agradar a todos es una noción inasequible, ya que “Aquél que agrada
a la gente para la ira de Alá, Alá lo entrega a la gente” tal como lo dijo el
Mensajero de Alá (P. B. E). La recompensa es con Alá, pues un autor
apunta en las siguientes líneas:

Jamás del exceso rehuir pude


Aún cuando en la cueva de una montaña escarpada
Estuve]
Pues ¿quién escapar indemne puede
De la gente aún si tras las alas del águila esconder
pudiese?]

Para mí es suficiente que éste sea el más correcto de los caminos, el que
Alá ha ordenado a los creyentes tomar, en el cual el Profeta Mohámed (P.
B. E), líder de los mensajeros ha explicado. Ésta es la vía que fue trazada
por los predecesores piadosos: los Compañeros, sus Sucesores y los
sucesores de los Sucesores, que incluyen a los cuatro imams, cuyas
escuelas de jurisprudencia están adscritos muchos musulmanes hoy en
día. Todos ellos estuvieron de acuerdo en la obligación de adherirse a la
sunna y estar atentos a ella; ignorar cualquier cosa que sea contraria a
ésta, sin importar cuan grande o pequeña sea, no puede sobrepasar el
prestigio y talla del Mensajero de Alá (P. B. E). Por ello, he actuado
conforme a su guía, siguiendo su huella y llevando a cabo sus órdenes de
mantenerme con los hadices auténticos, aún si ello se opone a otros
puntos de vista. Las ordenanzas de aquellos que me han influenciado
enormemente, han hecho que sea cuidadoso en mi lectura por dicha vía y
rechazar el seguir las opiniones ciegamente (Taclíd). Pido a Alá el
Exaltado los recompense enormemente.

LOS DICHOS DE LOS IMAMES CONCERNIENTES AL SEGUIMIENTO DE LA


SUNNA E IGNORAR SUS PUNTOS DE VISTA QUE LA CONTRADICEN.

Sería bueno que diéramos algunos ejemplos de ellos aquí, porque así tal
vez amonestará o recordará a aquellos que siguen la opinión de los
imames ciegamente –o sea, de aquellos que están lejos de serlo o son
meros aficionados-, adhiriéndose a sus mad-jabs u opiniones ¡Como si
dichas hubiesen descendido del cielo! Pero Alá, Poderoso y Sublime, dice:

“Seguid la Revelación que se os ha manifestado de vuestro Señor y no


tengáis por protectores y amigos sino a Él. Poco es para recordaros la
admonición”

ABU HANIFA (T. A. M. E).

El primero de ellos es Abu Hanifa No’man ibn Zabit. Narran compañeros


de él varios dichos y advertencias con el objetivo de aceptar
obligatoriamente el hadiz, y rechazar las opiniones de los imams que lo
contradicen (bajo los siguientes criterios):
“Cuando un hadiz es sajíj, entonces tal es de mi mad-jab.”

“No es permitido a cualquiera aceptar nuestros puntos de vista si no se


sabe de donde los sacamos.”

En una narración se cuenta: “Es prohibido a cualquiera dar veredictos en


base a mis palabras (ya) que no sabe cual es mi evidencia”

Otra narración añade: “...porque somos (meros) mortales decimos una


cosa un día y nos retractamos (de ella) al siguiente.”

En otra más se dice: “¡Maldito seáis! ¡Oh Ya’cub! No escribas todo lo que
oigas de mí, porque puede pasar que yo tenga una opinión hoy y la
rechace mañana, o tenga una opinión mañana y la rechace pasado
mañana.”

“Cuando diga algo que contradiga el Libro de Alá el Excelso o de algo que
narró el Mensajero (P. B. E), entonces no hagáis caso a mis palabras.”

MALIK IBN ANAS (T. A. M. E)

Como el mismo Imám dice:

“En verdad que soy solo un mortal: Me equivoco [a veces) y acierto [a


veces). Por lo tanto, mirad en mis opiniones: Todo lo que está acorde al
Libro y la sunna, aceptadlo, y todo aquello que no está de acuerdo con el
Libro y la Sunna, ignoradlo.”

“Aquél después del Profeta (P. B. E) tendrá sus dichos [los dichos de
aquél) aceptados y rechazados – no así el Profeta [P. B. E)”.

Ibn Uahb dijo: “Escuché que Malik fue cuestionado sobre la limpieza entre
los dedos de los pies durante la ablución. Él respondió: ‘La gente no tiene
porque hacerlo’. No me acerqué a él sino hasta que la multitud se había
reducido, entonces le dije: ‘Sabemos una sunna sobre eso’. Él contestó:
‘¿Cuál es?’ Y le dije: ‘Laiz ibn Sa’d, Ibn Laje’a y ‘Amer ibn al-Harit nos
narraron de Yazid ibn ‘Amer al-Ma’afiri de Abu Abd al Rahmán al-Hubuli
de Mustaurid ibn Chaddad al-Curashi, quien dijo: ‘ Ví al Mensajero de Alá
[P. B. E) frotarse entre los dedos del pie con su dedo meñique’, (a lo que)
él dijo, ‘este hadiz es bueno; no había escuchado de él nada, hasta
ahora’. Posteriormente supe que él era cuestionado sobre el mismo
asunto, a lo cual él ordenaba que se limpiaran entre los dedos de los
pies.”
CHAFEÍ (T. A. M. E.)

En cuanto al Imám Chafeí, sus notas son muchas y hermosas; sus


seguidores fueron los mejores en su adscripción:

“Las sunnas del Mensajero de Alá (P. B. E) van y vienen a cada uno de
nosotros (constantemente). De modo que adonde sea que expreso mi
opinión, o formulo un principio, donde algo contradice mi punto de vista
(es que) existe la (opinión) del Mensajero de Alá (P: B. E), entonces el
punto de vista correcto es aquél que el Mensajero de Alá (P. B. E) ha
dicho, y esto es mi punto de vista (también)”.

“Los musulmanes están unánimemente de acuerdo que si una sunna del


Mensajero de Alá (P. B. E) ha esclarecido algo a alguien, no se permite a
éste dejarla por el dicho de cualquier otro.”

“Si vos encontráis en mis escritos algo diferente a la sunna del Mensajero
de Alá (P. B. E), entonces hablad en base a la sunna del Mensajero de Alá
(P. B. E) y abandonad lo que he dicho”.

En una narración se dice: “...entonces seguidla (a la sunna) y no miréis


quienes a los lados tienen dichos”.

“Cuando un hadiz es sajíj, entonces él es mi mad-jab.”

“Vosotros estáis más percatados del hadiz que yo, así que cuando un
hadiz es correcto, informadme de él, ya sea que es de Cufa, Basora o
Siria, de modo que pueda tomar el punto de vista del hadiz en cuenta, en
tanto éste sea correcto”.

“En cada tema donde la Gente de la Narración encuentra un reporte


correcto del Mensajero de Alá (P. B. E) y contradice lo que he dicho,
entonces desechad mi dicho, si es mientras vivo o posterior a mi
muerte”.
“Si vosotros me oís decir algo, y es algo que está en contra de lo
auténticamente reportado por el Profeta (P. B. E), entonces sabed que mi
cordura está lejos”.

“Por cada cosa que digo hay algo auténtico del Profeta (P. B. E) que
contradice mis palabras, entonces el hadiz del Profeta (P. B. E) está
primero, así que no sigáis mi opinión.”

“Cada declaración basada en palabras del Profeta (P. B. E) es también de


mi parecer, aún si no la escucháis de mí.”

AHMED IBN HAMBAL (T. A. M. E)

Imám Ahmed fue el más destacado de los imams al compilar la sunna y


adherirse a ella, tanto que inclusive “lo disgustaba un libro que consistía
de deducciones y opiniones escritas” por eso él dijo:

“No sigáis mi opinión ni sigáis la opinión de Malik, de Chafeí, de Auzaa’i


y ni de Sauri, sino tomad de dónde lo extrajeron”.

Narraron que: “No copiéis vuestra religión de cualquiera de ellos


pues lo que viene del Profeta (P. B. E) y sus Compañeros, tomadlo;
después (lo que viene) a sus sucesores, donde un hombre tiene elección.”

Una vez relatando: “El seguir significa que un hombre sigue lo


que viene del Profeta (P. B. E) y sus Compañeros; después sus sucesores y
(así) él tiene una elección.”

“La opinión de Auzaa’i, la de Malik, la de Abu Hanifa son eso, solo


opiniones: todas ellas iguales ante mis ojos. Sin embargo, la prueba se
encuentra en las Narraciones [del Profeta (P. B. E) y sus Compañeros].”
“Cualquiera que rechaza una declaración del Mensajero de Alá (P. B. E)
está al borde de la destrucción.”

Estos son dichos claros y lúcidos de los imams (T. A. M. E) acerca de


seguir el hadiz y prohibir la obediencia de sus opiniones sin una
evidencia visiblemente clara, tal como la mera opinión e interpretación,
que no son aceptables.

De aquí, cualquiera que se adhiriera a lo que la sunna ha probado ser


auténtico, aún si ello se opone a los dichos de los imams, ello no
contradice su mad-jab, ni lo desvía del camino, sino más bien, el
individuo estará siguiéndolos a todos ellos y estará asido a la más pura
verdad, que nunca se desvanece. Sin embargo, no es el caso de quien ha
abandonado cualquiera de las sunnas auténticas solo porque ellas
contradicen sus puntos de vista; al contrario, tal persona estaría
desobedeciéndolos y oponiéndose a los dichos antes mencionados,
siendo que Alá establece:

“Pero ¡no por tu Señor! No creerán hasta que te hayan hecho juez de
su disputa; entonces ya no encontrarán en sí mismos dificultad en
aceptar tu decisión y se adherirán plenamente.”

También dice:

“¡Que tengan cuidado los que se hurtan a su orden (la de Mohámed),


no sea que les aflija una prueba o que les aflija un castigo doloroso!”

El Hafiz Ibn Rayab al-Hambali (T. A. M. E) dice:

“Por lo tanto, es obligatorio sobre cualquiera que escucha una orden del
Mensajero de Alá (P. B. E) o la conoce, explicarla a la umma,
aconsejándola con sinceridad y ordenándoles seguir su orden, aún si ésta
contradice algún renombrado (ulema). Esto es porque la autoridad del
Mensajero de Alá (P. B. E) tiene todo el derecho de ser respetada y
seguida, por encima de la opinión de algún famosísimo (ulema) que ha
contradicho la orden del Mensajero en cualquier asunto por
desconocimiento. Esto es el por qué los Compañeros y aquellos que
refutan a cualquiera que contradice la sunna son algunas veces muy
estrictos en sus refutas, no sin granjearse el odio de las personas que lo
amaban y respetaban, ya que el Mensajero de Alá (P. B. E) es más amado
por ellos y sus ordenanzas son superiores a las ordenanzas de cualquier
criatura. De aquí se desprende que una orden del Mensajero debe ser
apropiadamente consolidada y cumplida. Nadie debe dejar de respetar a
la persona que refutaron porque saben bien que ella será perdonada (por
su error); de hecho, esto último no le debe perturbar ya que la orden del
Mensajero de Alá fue que claramente se deben de oponer.”

De hecho, cómo podría molestarles eso, cuando ellos mismos han


ordenado a sus seguidores hacerlo, como hemos visto, y se han unido a
ellos para abandonar cualquier punto de vista que contradice a la sunna.
De hecho Imám Chafeí (T. A. M. E) dijo a sus camaradas que le achacaran
la sunna auténtica también, aún si él no la había adoptado o hubiera
adoptado algo contrario a ella. De aquí, cuando el analista Ibn Daquic al-
‘Eid (T. A. M. E) los compiló a todos ellos en un fastuoso volumen en los
temas de los cuales uno o más de los cuatro mad-jabs de los imames
habían contradicho el auténtico hadiz, escribió al principio de éste: “Esta
prohibido imputar estas respuestas a los imames muchtajids, y es
obligatorio sobre los juristas que siguen sus opiniones conocer éstas de
modo que ellos no puedan citarlas con respecto a estos y de permanecer
en su contra.”

LOS SEGUIDORES DE LOS IMAMES QUE ABANDONAN SUS PUNTOS DE


VISTA SI ESTOS CONTRADICEN LA SUNNA

Debido a todo lo que hemos mencionado, los discípulos de los imams, un


número de personas que van desde los antiguos hasta unos cuantos de
épocas recientes, no hubieran aceptado todos los puntos de vista de sus
imams; por el contrario, ignoraban muchas cosas cuando hallaban que
claramente aquellos iban contra la sunna. Incluso los dos imams,
Mohámed Ibn al-Hassán y Abu Yusuf (T. A. M. E), tuvieron diferencias con
su sheik Abu Hanifa “en un tercer mad-jab”, como lo prueban los libros
de massaail. Igualmente se dice lo mismo sobre el Imám al-Muzani y
otros seguidores de Chafeí y otros imams. Si empezamos a dar ejemplos
y discusiones esto se volvería extenso, tardado y estaríamos divergiendo
de lo que intentamos dar en esta introducción, de modo que nos
limitaremos a dos instancias:

Imám Mohámed dice en su Muwatta (p. 158): “En cuanto a Abu Hanifa, él
no consideraba que hubiera una oración de súplica para la lluvia, empero
sostenemos que el imám reza dos rakás y después suplica y extiende su
ropa envuelta...”

Tenemos de ‘Isám Ibn Yusuf al-Balji, uno de los compañeros de Imám


Mohámed y sirviente de Imám Abu Yusuf, que éste “daba veredictos
contrarios a los de Imám Abu Hanifa, porque él no sabía las evidencias de
éste último, mientras que otra evidencia se presentaba por sí misma a él,
de modo que daba los veredictos usando aquella.” De aquí, “él alzaba sus
manos al inclinarse (en la oración) y continuar (con las manos alzadas) al
incorporarse de ésta (posición)”, como en la sunna mutawatir del Profeta
[P. B. E); el hecho es, lo que los tres imams [o sea, Abu Hanifa, Abu Yusuf
y Mohámed) dijeron, no hubiera podido de ningún modo impedirle
practicar esta sunna. Esta es la aproximación que cada musulmán está
obligado a tener, como hemos visto del testimonio de Los Cuatro imams
y demás.

Resumiendo: Espero sinceramente que ningún seguidor de algún imám


se apresure a condenar los principios de este libro y abandone el
beneficio de la sunna del Profeta que hay en él, con el argumento que
ellos están contradiciendo su mad-jab. Espero que tales personas en su
lugar considerasen que lo que hemos ofrecido en las exhortaciones a los
imams en cuanto a obedecer y actuar sobre la sunna implica omitir las
declaraciones que la contradicen (a la sunna). También tengo la
esperanza de que se dará cuenta que condenar el carácter de este libro
es condenar todo lo que el imám está siguiendo, porque hemos tomado
estos principios de los imams, como anteriormente habíamos señalado.
Por lo tanto, cualquiera que rehúsa ser guiado por ellos en este camino
está en gran peligro, porque tal rechazo necesariamente lo aleja de la
sunna a la cual se nos ha ordenado tomar de referencia en caso de
diferencias de opinión y de la cual también dependemos totalmente.

Pido a Dios que no me convierta en aquellos que Él menciona:

“Cuando se llama a los creyentes ante Alá y su Enviado para que


decida entre ellos, se contentan con decir: ‘¡oímos y obedecemos!’
Esos son los que prosperarán. Quienes obedecen a Alá y a Su
Enviado, tienen miedo de Alá y le temen, ésos son los que
triunfarán.”

ACLARACIÓN DE CONCEPTOS

La introducción anterior fue escrita hace diez años, tiempo durante el


cual se nos ha hecho necesario que nuestras palabras han tenido un
efecto positivo sobre la juventud musulmana al guiarla hacia sus
obligaciones en materia de religión y adoración, para volver a las fuentes
más puras del Islam: el Libro y la Sunna. Entre ellos existía un aumento
en los rangos de aquellos que practicaron la sunna y se entregaron
totalmente a ella. Sin embargo, sigo viendo a varios de ellos renuentes a
la práctica de la sunna, y no porque se deba a que duden en sus
obligaciones (de ejecutarla) tras la lectura de los versos coránicos y las
advertencias de los imames de regresar a la sunna, sino porque ellos han
escuchado de algunos sheiks mucalids algunas objeciones y malas
interpretaciones al respecto. Es así como he decidido mencionar estas
nociones erradas y refutarlas, a modo de motivación para más gente de
practicar la sunna y así estar de entre los salvos, Dios queriendo.

Concepto Erróneo 1: Algunos dicen: “No hay duda que es obligatorio


regresar a la guía de nuestro Profeta (P. B. E) en materia de religión,
especialmente en los actos recomendados de adoración tales como la
oración, donde no hay lugar para la opinión o el ichtijad, debido a su
naturaleza inmutable. Sin embargo, muy difícilmente escuchamos alguno
de los “mucalids” proponer esto. De hecho, los vemos que tienen
diferencias de opinión, que las consideran de gran flexibilidad para la
“umma”. Su prueba para esto es el hadiz que ellos mencionan
repetidamente en tales circunstancias, cuando quieren refutar a quienes
sostienen la sunna: “La diferencia de opinión (ijtilaf) entre mi umma es
una misericordia (rajma)”. A nosotros nos parece que este hadiz
contradice el principio por medio del cual usted nos invita (seguir) y en
base a lo que usted ha compilado este libro y otros. De modo que ¿Qué
tiene que decir respecto a dicho hadiz?”

Respuesta: La respuesta se puede ver desde dos ángulos:

El Primero: Que el hadiz no es auténtico, en realidad es falso y sin


fundamento. ‘Aláma Subki dijo: “No me he encontrado una cadena de
narración para éste que indique sea auténtico, débil o fabricado”, es
decir, ¡No existe ninguna cadena de narración para este “hadiz”!

También ha sido señalado al respecto: “... la diferencia de opinión entre


mis Compañeros es una misericordia para vosotros” y “mis Compañeros
son como las estrellas, así que cualquiera de ellos que sigáis, vosotros
seréis guiados.” Ambas declaraciones no son auténticas: la primera es
muy endeble; la segunda es (verdaderamente) fabricada. (ver apéndice 1)

El Segundo: Este hadiz contradice al glorioso Corán, porque las aleyas


que prohíben el divisionismo en la religión y gozar de la unificación son
bien consabidas como para mencionarlas. Sin embargo, no hay
inconveniente en dar algún ejemplo de ellas al respecto; Alá dice:

“...¡No discutáis! Si no, os desanimaréis y se enfriará vuestro ardor.”

“... ¡Y no seáis de entre los politeístas (mushrikín)! ¡De los que


escinden su religión en sectas, contento cada grupo con lo suyo!”

“Más no cesan en sus discrepancias, excepto aquellos que han sido


objeto de la misericordia de tú Señor”.
Por lo tanto, si en aquellos que el Señor ha tenido misericordia para que
no disputen y es la gente de la falsedad la que sí lo hace ¡¿Es posible que
la disputa (o discrepancia) sea una misericordia?!

Se deduce de aquí el hadiz entonces no es auténtico, ni en su cadena de


narración ni en su significado, por lo cual, es claro y obvio que no puede
ser usado para justificar la terquedad de no actuar conforme al Corán y la
sunna, que es lo que nuestros imams nos han ordenado seguir sobre
todas las cosas.

Concepto Erróneo 2: Algunos dicen: “Si diferir en el din está prohibido,


¿Qué me dice sobre las diferencias entre los Compañeros y de los imams
que los sucedieron?¿Existe alguna diferencia entre sus discrepancias (de
los compañeros y sucesores) y las de las generaciones posteriores?”

Respuesta: Sí, hay una gran diferencia entre estos dos ejemplos de
discrepancias, que se manifiestan a sí mismas en dos formas: primero la
de causa y la segunda es la de efecto.

En cuanto a las discrepancias (o diferencias) de entre los Compañeros-


inevitables- eran las del entendimiento: Ellos no discutían por gusto.
Otros factores de su época contribuyeron para tal, necesitando de la
diferencia de opinión y que posteriormente se desvanecieron después de
su época. Este tipo de diferencia es imposible de evitar en su totalidad y
por ello la gente no puede ser culpada por las razones antes
mencionadas en las aleyas, por la ausencia de las condiciones
apropiadas, es decir, diferir a propósito e insistiendo en ello.

Pero en cuanto a las diferencias halladas entre los mucalids de hoy, estas
son inadmisibles e inexcusables. Prueba de ello está en el Corán y en la
sunna, que pasa a apoyar a un mad-jab distinto que el que le es habitual,
de modo que hace a un lado la prueba solo porque ella contradice a su
mad-jab. ¡Y sucede aunque su mad-jab es el original, o del din que
Mohámed (P. B. E) trajo, mientras que otros mad-jabs conformen en sí
dines diferentes que han sido abrogados! Muchos otros toman posturas
extremistas con lo que respecta a los mad-jabs –por todas sus
diferencias- como códigos paralelos a la Ley (de Dios), como algunos de
sus adeptos posteriores lo explican: No hay perjuicio en que un
musulmán tome lo que le plazca de ellos y deje lo que le disguste,
¡porque todos ellos son códigos de ley válidos!

Ambas categorías de gente justifican su permanencia dividida por este


hadiz falso: “La diferencia entre mi umma es una misericordia” -¡Así es
como muchos de nosotros los oímos usar ésta evidencia!- ellos justifican
el hadiz diciendo que el hadiz permite flexibilidad para la umma; además
del hecho que estos “razonamientos” son contrarios a los versos
explícitos del Corán y al significado de las palabras de los imams antes
mencionados, de los cuales hay textos que refutan a aquellos.

Ibn al-Casim dijo:

“Escuché a Malik y a Lait decir algo diferente de los Compañeros del


mensajero de Alá (P. B. E): ‘No es como la gente dice: “hay flexibilidad en
ello”. No, no es como dicen; sino que es un asunto en el que alguien se
ha equivocado y que alguien debe corregir’ ’’.

Ashjab dijo:

“Malik fue cuestionado sobre una persona que aceptó un hadiz narrado
por gente confiable basada en los Compañeros del Mensajero de Alá (P.
B. E): ‘¿Ves alguna flexibilidad ahí?’ a lo que contestó: ‘Por Alá que no, de
modo que él tal vez esta en la verdad y la verdad puede ser una sola. Dos
puntos de vista contradictorio ¡¿pueden ser ambos correctos?! La verdad y
lo correcto son una sola.’ ’’.

Imám Muzani, un compañero de Imám Chafeí dijo:

“Los Compañeros del Mensajero de Dios (P. B. E) ciertamente diferían, y


algunos de ellos corregían a los otros, algunos otros escudriñaban el
punto de vista de los otros y detectaban falla de ellos. Si todo sus puntos
de vista hubiesen sido correctos, jamás hubieran hecho tales cosas
(corregir, analizar, etc. a los otros).

Omar ibn al-Jatáb se enojó una ocasión por la disputa entre Ubayy ibn
Ka’b e Ibn Masud sobre la oración de una sola pieza de ropa. Ubayy dijo:
‘La oración en una pieza es buena y óptima’; Ibn Masud replicó: ‘Eso es
solo si uno no tiene muchas ropas’. Así que Omar se enfureció y dijo:
‘¿Dos hombres de entre los Compañeros del Mensajero de Alá (P. B. E)
estudiados y respetados son quienes disputan? Ubayy ha dicho la verdad
sin importar lo que diga Ibn Masud. Si (vuelvo) a alguien disputar sobre
esto yo le haré tal y tal’ ’’.

Imám Muzani también dijo:


“Hay quienes permiten diferir y piensan que si dos sabios hacen ichtijad
en algún asunto y uno dice “Jalal”, mientras que el otro dice ‘Jaram’,
¡Entonces los dos han llegado a la verdad con su ichtijad! Siendo la
cuestión ‘¿Es acaso este punto de vista que tienen, en base a las fuentes
del quiyás (analogía)?’ si ellos responden ‘sobre las fuentes’, puede
cuestionárseles ‘¿Cómo pueden estar basados en las fuentes siendo que
el Corán niega las diferencias?’ Y si contestan ‘por la analogía’, puede
decirse que ‘¡¿Cómo pueden las fuentes negar la diferencia y a su vez que
se os permita por la razón de la analogía tener diferencias?! Esto es
inadmisible para cualquier mente inteligente, dejándolo así a un hombre
de ciencia (islámica).”

Pero si aún continúan diciendo: “Lo que ha citado del Imám Malik que la
verdad una sola es, no plural, se contradice por lo que hay en Al-Madjal
al-Fiqui del sheik Zarcaa’ (1/89): ‘Los califas Abu Yafar al-Mansur y
después a-Rashid, propusieron elegir el mad-jab de Imám Malik y su
libro al-Muwata como el código de ley oficial para el Imperio abbasí, pero
Malik se los prohibió diciendo:[En verdad, los Compañeros del Mensajero
de Alá (P. B. E) diferían en asuntos nada fundamentales y que se
esparcieron en muchos pueblos, pero cada uno de ellos estaba
correcto]’ ’’.

Yo les respondo: Este incidente con el Imám Malik (T. A. M. E) es bien


conocido, pero su dicho al final de ‘pero cada uno de ellos estaba en lo
correcto’ es sin fundamentos en cualquier otra narración o fuentes con
las que me he topado, por Dios; excepto por una narración compilada
por Abu Nu’aim en su Hilya al-Aulía (6/332), pero con una cadena de
narradores que incluye al-Micdam ibn Daud, quien es tachado de entre
los narradores como débil por Dahabi en a-Du’afa; no sólo eso, sino que
las palabras son: ‘... pero cada uno de ellos estaba correcto a sus
propios ojos’. De la frase ‘a sus propios ojos’ muestra que la narración
en el Mad-jal es fabricado. Si no, ¿de qué otro modo sería, cuando
contradice lo que ha sido reportado por la autoridad de Imám Malik que
la verdad es sólo una y no es plural, como hemos mencionado, estando
de conforme con todos los imams, los Compañeros y sus sucesores, al
igual que los imams de los cuatro imames muchtajids y otros? Ibn Abdúl
Barr dice: “Si los puntos de vista conflictivos pudieran estar en lo cierto,
los salafis (los primeros en el Islam) no se hubieran corregido unos a
otros en el ichtijad, en sus juicios y en sus veredictos. La simple razón
prohíbe que un algo y su opuesto puedan estar en lo cierto; como el viejo
refrán dice:

“El hacer dos cosas contrarias iguales, es lo más absurdo que hay”
Dicen más aún: “Dado que dicha narración del Imám Malik es falsa, ¿por
qué prohibió a Mansur que la gente se acercara a la Muwatta en vez de
acceder al deseo del Califa?”

Respondo: La mejor respuesta que he hallado a tal está en lo dicho por


el hafiz Ibn Kazir en su libro Sharj Ijtisaar Ulum ul Jadiz (p. 31), que el
Imám Malik dijo: ‘Ciertamente la gente se acercó y conoció las cosas de
las cuales no estamos enterados.’ Esta fue parte de la excelencia de su
sabiduría e imparcialidad como las dijo Ibn Kazir (T. A. M. E).

Aquí se ha comprobado que toda diferencia es mala, ¡No una


misericordia! Sin embargo, un tipo de diferencia es reprobable, tal
como es la de los fieles seguidores de mad-jabs, mientras que la del otro
tipo no son blasfemas, tal como la diferencia que los Compañeros
tuvieron entre sí y de los imames que los sucedieron –Alá no levante con
su compañía y nos haga capaces de continuar su camino-.

Por lo tanto, las discrepancias de los Compañeros no eran del mismo


modo que las discrepancias de los mucalids. En breve, los Compañeros
solamente disputaban cuando les era inevitable, pero solían odiar las
disputas y las evitaban en lo posible; en cuanto a los mucalids, aún
cuando también les es posible en gran medida evitar las discrepancias,
no se ponen de acuerdo ni luchan por la unidad, más bien, sostienen las
diferencias. Así que hay un enorme mar entre los dos tipos de personas
en sus diferencias de opinión.

Todo esto fue desde el punto de vista de la causa

Ahora veamos las diferencias más obvias por razón del efecto.

Los Compañeros (T. A. M. E), a pesar de su bien conocidas disputas en


temas intrascendentales, ellos fueron sumamente cuidadosos por
preservar la unidad, manteniéndose alejados de cualquier cosa que
pudiera crear divisiones entre ellos y separarlos en jerarquías. Por
ejemplo, hubo entre ellos quienes aprobaron el decir la basmala en voz
alta (en la oración) y aquellos que no; hubo quienes afirmaban que el
levantar las manos (en oración) era recomendado y aquellos que no; hubo
aquellos que afirmaban que tocar una mujer nulificaba la ablución y otros
que no; pero, a pesar de todo ello, todos ellos rezaban juntos detrás de
un imám y ninguno de ellos se hubiera negado a rezar detrás de un imám
debido a la diferencia de opinión.

En cuanto a los mucalids, sus diferencias son totalmente adversas,


porque ha causado entre los musulmanes divisionismos en el más alto
grado que afectan al segundo pilar de la fe después de los dos
testimonios de la fe: nos referimos a la oración [zalá). Ellos rehúsan rezar
juntos detrás de un imám arguyendo que la oración del imám es inválida,
o de mínimo dicen que es detestable, por ser de diferente mad-jab. Esto
es lo que han oído y visto otros además de nosotros. Y cómo no ha de
ser, cuando actualmente algunos libros de los famosos mad-jabs rigen
tales cuestiones de invalidez o de desdén. El resultado ha sido que se han
encontrado hasta cuatro mihrabs en algunas de las grandes mezquitas,
en las cuales cuatro imams dirigían sucesivamente la oración y pueden
encontrar todavía a la gente esperado por su imám, ¡¡¡mientras uno ya
está dirigiendo la oración!!!

Para algunos mucalids las diferencias entre los mad-jabs han ido de mal
en peor, que la simple unión matrimonial entre hanefitas y chafeítas no
se efectúa. Un renombrado sabio hanefita, posteriormente apodado Muftí
a-Zacalain (El muftí de humanos y genios), expidió un veredicto
permitiendo a un hanefita casarse con una chafeíta, porque ¡¡“la posición
de ella es como aquella de la gente del libro”!! Esto implica –porque los
significados implícitos son aceptables a ellos- que en el caso contrario
(un chafeíta con una hanefita). Esto no es permitido, ¡¡como si se
tratara que se casa con un judío o cristiano, lo cual está
prohibido en estos casos!!

Estos dos ejemplos, extraídos sólo de un millar que existen, son


suficientes para ilustrar a alguien inteligente los efectos malignos de las
diferencias de las generaciones posteriores y su insistencia al respecto, a
diferencia de las discrepancias que tuvieron las primeras generaciones
(los salafis), las cuales no causaron efectos adversos en la umma. Es por
eso que ellos están exentos de los versos que prohíben división en la
religión, a diferencia de éstas últimas generaciones. Pido a Dios nos guíe
por el camino recto.

También quisiéramos que el daño causado por tales discrepancias se


limitaran solo a ellos y no se extendiera a otras gentes que dan da’ua,
porque ello sería bueno; pero tristemente es lo contrario, porque dejan
ver a los incrédulos que sí hay discrepancias, obstruyendo así que mucha
gente entre al Islam. El libro Zalaam min al-Garb de Mohámed al-Gazali
(p. 200) registra el incidente siguiente:
“Sucedió que durante una conferencia sostenida en la Universidad de
Princeton en EE. UU., en la cual uno de los conferencistas alzó la cuestión
acerca de un tema que a los orientalistas y enemigos del Islam fascina:
‘¿Cuáles son las enseñanzas que los musulmanes hacen llegar al mundo
para poder definir así el Islam hacia el cual ellos están invitando? ¿Son las
enseñanzas islámicas tal como las entienden los sunnitas? ¿o son como
las que son comprendidas por los imamí o los chiítas zeidi? Incluso,
todos ellos se dividen más aún entre sí; algunos de ellos creen en el
limitado progreso del pensamiento, mientras otros creen en ideas fijas
obstinadamente.’

El resultado fue que los invitadores al Islam dejaron a los que fueron
invitados en mucha confusión, ya que ellos mismos se confesaron
confusos también.”

En el prefacio del libro La Guía al Sultán(Dios) para los Musulmanes de


Japón (Hadiyya a-Sultan ilaa Muslimi Bilad Yaabaan) por ‘Alama Sultán
al-Ma’sumi (T. A. M. E), el autor revela:

“Una interrogante me fue expresada por los musulmanes de Japón, de las


ciudades de Tokio y Osaka, en el lejano oriente: “¿Cuál es el din actual del
Islam?, ¿Qué es un mad-jab? ¿Es indispensable para alguien que ha sido
honrado por el din del Islam, unirse a uno de los cuatro mad-jabs? O sea,
¿Debe ser malequita, hanefita, chafeíta o hambalita?, ¿O acaso no es
necesario?”

Esto surgió porque (al parecer) una gran disputa, una vil discrepancia
había pasado aquí cuando un numeroso grupo de intelectuales japoneses
querían entrar al dín del Islam, y pudieran ennoblecerse por el noble
imán [fe). Cuando ellos se disponían a hacerlo (convertirse) frente
algunos musulmanes presentes en Tokio, algunos de la India dijeron: “Es
mejor que ellos escojan el mad-jab de Abu Hanifa, porque él es luz para
la umma”; alguna gente de Indonesia [Java) dijo: “No, ¡ellos deben ser
chafeítas!” De modo que cuando los japoneses escucharon estas
palabras, quedaron sumamente perplejos y renunciaron a su propósito
original. ¡Es por ello que el tema de los mad-jabs se volvió un obstáculo
en el camino de su aceptación al Islam!”

Concepto Erróneo 3: Otros tienen la idea de que a lo que los invitamos,


el seguir la sunna y no aceptar las opiniones de los imams que la objetan,
implica el completo abandono a seguir sus puntos de vista y beneficiarse
de las opiniones e ichtijad de lo primero.
Respuesta: Esta idea está lejos de ser la verdad, pues es falso y
obviamente errado, como evidentemente aclaramos en nuestras previas
discusiones, que sugieren todo menos esto. Simplemente a lo que
llamamos es que dejen de venerar el mad-jab como si fuera el din,
colocándolo por encima del Corán y la sunna, tal como lo hacen para
arreglar una disputa o para extraer un nuevo juicio para circunstancias
inesperadas, como lo hacen los seudo juristas actuales cuando imponen
nuevas reglas en asuntos sociales, divorcio, de matrimonio, etc., en vez
de acudir al Corán y a la sunna para distinguir el mal del bien, la verdad
de la mentira –y todo en base a su “la diferencia es una misericordia” para
su cómoda y fácil conveniencia-. Cuán correcto es el dicho de Sulaiman
Taymi (T. A. M. E):

Si por aceptar las concesiones de cada ulema estás,


Por abrigar el mal harás.

En el libro Yaami’ Bayaan al-Ilm (2/90-1) de Ibn Abdúl Barr, quien al


respecto dijo: “Hay ichmá (consenso de opinión) al respecto: No conozco
otro punto de vista que lo contradiga.”

Estas tentadoras concesiones que se hacen por un ‘bien’, nosotros las


rechazamos y es conforme al ichmá como han visto.

En cuanto al punto de vista de los imams que se benefician de ellos, y


son ayudados por ellos a entender la verdad donde ellos han diferido y
no hay texto alguno en el Corán y la sunna que lo aclare, nosotros no lo
rechazamos. Al contrario, lo enfatizamos y nos da gusto, porque con ello
hay beneficio inesperado para quien busca el camino trazado por el
Corán y la Sunna.’Alama Ibn Abdúl Barr (T. A. M. E) dice al respecto
(2/182):

“Es por ello, mi hermano, que debes preservar los fundamentos y


ponerles atención. Debes saber que quien se hace cargo de cuidar las
sunnas y los mandamientos establecidos en el Corán, toma en cuenta los
puntos de vista de los juristas para asistirlo en su ichtijad, explorando
ángulos diferentes para explicar y aproximarse a la suna, la cual conlleva
diferentes significados posibles, sin seguir al mismo tiempo ciegamente
la opinión de alguno de ellos en una sunna que deba seguirse sin el
análisis correcto, ni tampoco ignorar lo que los ulemas mismos llevaron a
cabo para preservar y reflexionar sobre las sunnas, pero síguelos en la
discusión, entendiendo y analizando. Agradeciendo a su vez sus
esfuerzos del cual ellos se han beneficiado alertando sobre varios puntos,
halagándolos por sus conclusiones atinadas, como es en la mayoría de
los casos, pero que no les aclara los errores al igual que ellos mismos no
lo hicieron: Tal es la búsqueda del conocimiento que se une a la vertiente
de los predecesores piadoso; así es el que realmente es guiado, un
verdadero afortunado; y tal es así el adepto a la sunna de su Profeta (P. B.
E) con la buena guía de los Compañeros (T. A. M. E).

Pero aquél que se abstiene del análisis, abandona el método que le


hemos mencionado, disputa la suna con base a su opinión y deseo para
acomodarlos solamente donde los propios puntos de vista y deseos se
acomodan a los suyos: esta persona está desviándose y llevando a otras
por el mismo camino. Además, aquél que ignora todo lo que hemos
mencionado y comienza a dar inconscientemente veredictos sin
preparación, tal persona está aún más ciega y en un camino más
desviado.”

Concepto Erróneo 4: Existe otro error comúnmente difundido entre los


mucalids que les impide practicar la sunna que es aparentemente clara
para ellos y que su mad-jab no concuerda con ella: ellos piensan que
practicar la sunna implica admitir que el fundador del mad-jab está
completamente equivocado. Para ellos, encontrar errores en su mad-jab
significa insultar al imám fundador. Siendo que no está permitido insultar
a cualquier musulmán, ¿cómo puede ser que insulten a uno de nuestros
imams?

Respuesta: Este razonamiento es totalmente laso y está lleno de


incomprensión hacia la sunna, porque de otro modo ¿Cómo un
musulmán inteligente arguye tal cosa?

El Mensajero de Alá (P. B. E) dijo: Cuando uno llega a un juicio, da su


mayor esfuerzo y llegando al resultado correcto, tiene doble recompensa;
pero si él juzga, haciendo su mejor esfuerzo y hace un mal juicio, él tiene
una sola recompensa. Este hadiz refuta el argumento anterior y explica
lúcidamente y sin problema que si alguien ‘tal y así está mal’ su
significado en la Scharía es que ‘tal y así tiene una recompensa’. Así que
sí es recompensado a los ojos que los hallan equivocado, ¿Cómo pueden
acusar a éste último de insultarlo? No hay duda que este tipo de
acusaciones son sin fundamentos y cualquiera que lo hace debe
retractarse. De lo contrario él está insultando a un musulmán, y no solo a
uno ordinario, sino a los imams de entre los Compañeros, los Sucesores y
a los subsecuentes imams muchtajids, etc. Esto es porque sabemos con
seguridad que estos personajes tan ilustres solían fallar y refutarse unos
a otros. ¿Acaso es razonable decir: ‘Ellos se solían insultar unos a otros’?
Pues no, porque como se reporta con veracidad que el Mensajero de Alá
(P. B. E) amonestó a Abu Baker en su interpretación sobre el sueño de un
hombre diciéndole: Has estado bien en parte y has fallado en parte. De
modo que ¿Acaso él (P. B. E) insultó a Abu Baker con dichas palabras?

Uno de los efectos más sorprendentes de éste claro error es en el que


sus partidarios los previenen de no seguir la sunna cuando ésta no
concuerda con su mad-jab, ya que para ellos practicarla significa un
insulto para su imám, pues consideran que seguirlo es mejor a pesar de
estar contrariando la sunna pensando que así lo honran y respetan. Es
por ello que insisten en seguir sus opiniones para no faltarle al respeto,
según ellos.

Esta gente ha olvidado esto (y no estoy diciendo que lo hagan a


propósito) por dicho concepto, cayendo en un abismo peor del que
pretendían salir. A esta gente se le debe decir: “si seguir a alguien
significa que lo estás respetando y el oponérsele significa que lo estás
insultando, entonces ¿Cómo es posible que te permitas oponerte al
ejemplo del Profeta (P. B. E) y no seguirlo, prefiriendo seguir al imám del
mad-jab en un camino diferente de la sunna, cuando el imám no es
infalible e insultarlo no es Kufr? Si tu interpretas que oponerte al imám es
un insulto para él, entonces oponerte al Mensajero (P. B. E) es más que
obvio más insultante y esto sí es claro Kufr, del cual nos refugiamos de
ello en Alá.” Si esto se les dice así, por Alá que ellos no podrán
responderlo, a menos que alguien de los que replica de cuando en
cuando: “Nosotros hemos dejado esta sunna confiando en el imám del
mad-jab ya que él está más enterado de la sunna que nosotros.”

La respuesta a ello puede ser desde muchos ángulos, que ya han sido
discutidos a lo largo de la introducción. Esto es el por qué sólo doy en
breve una respuesta decisiva con el permiso de Dios y digo:

“El imám de sus mad-jabs no es el único que estaba más enterado de la


sunna que ustedes. Es un hecho que hay docenas, no, miles y cientos de
imams que también tenían más conocimiento sobre la sunna que
ustedes. Por lo tanto, si una sunna auténtica llega a discrepar de sus
mad-jabs y fue admitida por cualquier otro imám, es importante que
acepten dicha sunna en tales circunstancias. Esto es porque sus
argumentos antes mencionados no sirven de nada aquí, porque alguien
que se les ponga enfrente dirá: ‘Nosotros hemos aceptado ésta sunna
confiando en nuestro imám, quien la aceptó.’ Bajo dichas circunstancias,
seguir al susodicho imám es preferible que seguir al imám que ha
discrepado de la sunna”
Esto está claro y no confunda a nadie, Dios queriendo.

Por todo lo anterior, puedo decir:

Puesto que este libro ha sido compilado con las auténticas sunnas
reportadas del Mensajero (P. B. E) sobre la descripción de su oración,
nadie tiene excusa para no actuar conforme a ella, porque no hay nada
que los ulemas hayan unánimemente rechazado, cosa que nunca harían.
De hecho, en cada caso, muchos de ellos han adoptado la sunna
auténtica. Cualquiera de ellos que no lo hiciera así está dispensado y
recompensado con una bendición, porque la información no le llegó de
ningún modo o le llegó pero de una manera que no constituyera una
prueba sólida o debido a otras razones que son bien conocidas entre los
ulemas. Sin embargo, aquellos que les sucedieron que conocieron la
información exacta no tienen excusa para continuar con sus opiniones.
Más bien, están obligados a seguir la información desechando lo erróneo.

Esto ha sido el propósito de la introducción. Alá Todopoderoso y Sublime


dice:

“¡Creyentes!¡Escuchad a Alá y al Enviado cuando éste os llama a


algo que os da la vida!¡Sabed que Alá se interpone entre el hombre y
su corazón y que seréis congregados hacia Él!”

Alá dice la verdad. Él muestra el camino y Él es el mejor para proteger y el


mejor para auxiliar. Que Alá honre y salude a Mohámed, a su familia y a
sus Compañeros. Alabado sea Alá, Señor del universo.

Mohámed Nassir-Eddin al-Albani

Damasco 28/10/1389 Hégira


DIRIGIÉNDOSE A LA CAABA

Cuando el Mensajero (P. B. E) se paró para la oración, el se ponía de


cara hacia la Caaba, tanto en las oraciones obligatorias como las
voluntarias, y él (P. B. E) lo ordenó, diciéndolo a “alguien que rezaba mal”:
Cuando te pares a la oración, realiza la ablución perfectamente, después
ponte de cara a la quibla y di el takbír.

“Durante un viaje, él (P. B. E) rezaba las oraciones voluntarias y las


de uiter sobre su montura, como fuera que lo dirigía (ya hubiera sido al
este u oeste)”

El dicho de Alá el Exaltado:

“Adondequiera que os volváis, allí está la faz de Alá.” (Corán


2:115)

Para dicho caso, el verso se ajusta a la situación.

“(A veces) cuando intentaba rezar las oraciones no obligatorias sobre su


camella, él las hacia de cara a la quibla, diciendo takbír y rezando hacia
donde sea que su montura giraba su cara”

“Él hacía rukú y sachda sobre su montura con (solo) estar agachado y
haciendo la sachda más abajo que lo que es el rukú”

“Cuando él tenía intención de rezar las oraciones obligatorias, él


desmontaba y se dirigía a la quibla.”

En una oración con momentos de gran temor, él (P. B. E) ponía el ejemplo


a su umma para rezar “de pie, firmes sobre sus pies, o montados; de cara
a la quibla o no estando (de cara a la quibla)” y también él dijo: “Cuando
ellos (los ejércitos) se enfrenten, entonces es el takbír (o sea, la oración)
e indicado con la cabeza”.
Él (P. B. E) también solía decir: Lo que hay entre el oriente y el occidente
es la quibla.

Yabir (A. S. E) dijo:

“Una vez, cuando estábamos con el Mensajero de Alá (P. B. E) en


una expedición, el cielo estaba nublado, tratamos de encontrar la quibla
pero errábamos, así que cada uno de nosotros rezaba en una dirección
diferente, y cada uno de nosotros colocó marcas enfrente de sí para
poder así marcar nuestras posiciones. En la mañana, las miramos y
encontramos que no habíamos rezado hacia la quibla. De modo que se lo
informamos al Profeta (P. B. E) (pero él no nos ordenó repetir la oración) y
dijo: Vuestra oración fue suficiente.”

“Él (P. B. E) solía rezar hacia Baitul Mucaddas (estando él frente a la


Caaba) antes de que los versos siguientes fueran revelados:

“Vemos como vuelves tu rostro al cielo. Haremos, pues, que te


vuelvas hacia una dirección que te satisfaga. Vuelve tu rostro hacia la
Mezquita Sagrada” (Corán 2:144)

Cuando fue revelado él (inmediatamente) se dirigió a la Caaba. Hubo


gente en Qubaa rezando el Fayer cuando alguien llegó a decirles: ‘En
verdad que el Mensajero de Alá (P. B. E) le ha sido revelado del Corán
anoche la orden de dirigirse a la Caaba, así que (en verdad) dirigios (a
ella)’ Sus rostros que estaban dirigidos al Shám, entonces ellos se
voltearon (y su imám dio vuelta hacia la quibla junto con todos ellos).”

PARADOS EN ORACIÓN

Él (P. B. E) solía estar parado en la oración tanto para las oraciones


obligatorias como voluntarias, ejecutando la orden de el Exaltado:

“Y estad firmes ante Alá devotamente” (Corán 2:238)

En cuanto a la duración de un viaje, él rezaba voluntariamente oraciones


sobre sus animales de monta.

Él puso el ejemplo a su umma para rezar durante un momento de temor


a pie o montado, como se ha mencionado anteriormente, y ese es el
propósito del Todopoderoso:
“¡Observad las azalás –sobre todo, la azalá intermedia- y estad con
devoción ante Alá! Si teméis algún peligro, de pie o montados. Y,
cuando estéis en seguridad, ¡Recordad a Alá... como os enseñó lo que
no sabíais!” (Corán 2:238-9)

Él (P. B. E) rezó sentado durante la enfermedad de la cual murió.” Él


también rezó sentado en otra ocasión anterior cuando fue herido,
mientras la gente rezó parada; así que les indicó a ellos sentarse, de
modo que se sentaron (y rezaron). Cuando él terminó, él dijo: “Ibais a
cometer lo mismo que los persas y los romanos: quedan parados cuando
sus reyes se sientan. Así que no lo hagáis así, porque el imám está ahí
para ser seguido: cuando el hace rukú, haced rukú, cuando el se
incorpora, incorporaos; y cuando el reza sentado, rezad sentados (todos
vosotros).”

LA ORACIÓN DE UNA PERSONA ENFERMA EN POSICIÓN SENTADA

‘Imran Ibn Hussein (A. S. E) dijo: “Yo estaba sufriendo de hemorroides, así
que le pregunté al Mensajero de Alá (P. B. E) y me contestó: Reza parado;
si no te es posible, entonces sentado; si no te es posible, entonces reza
acostado.”

También dijo ‘Imran Ibn Hussein: “Yo le pregunté (al Profeta) sobre la
oración de un hombre sentado, y me contestó: Aquél que reza parado, es
lo mejor; aquél que reza sentado, su recompensa es la mitad del anterior.
Aquel que reza acostado (en otra narración: reclinado), tiene la mitad de
recompensa del que se sienta.

Esto se aplica a una persona enferma, porque Anas (A. S. E) dijo: “El
Mensajero de Alá (P. B. E) salió a la gente mientras ellos rezaban
sentados debido a la enfermedad, así que dijo: En verdad, la oración de
alguien sentado (vale) la mitad de la oración de uno que lo hace parado”

Una vez: “Él (P. B. E) visitó a una persona enferma y la vio rezar (apoyado)
sobre una almohada, de modo que la tomó y la hizo a un lado. Así que el
hombre tomó una vara para rezar (apoyado) en ella, pero él la tomó y la
arrojó diciendo: Reza sobre el suelo si puedes, si no, haz movimientos
con tu cabeza haciendo tu suyúd más abajo que tu rukú”.

LA ORACIÓN EN UNA EMBARCACIÓN


Él (P. B. E) fue cuestionado sobre la oración en una embarcación, así que
dijo: Rezad parados, excepto que temáis ahogaros.

Cuando él se hizo anciano, él tomaba un apoyo en el lugar de oración


para ayudarse a sostener.

SENTARSE Y PARARSE EN EL TAJÁYUD

Él (P. B. E) solía rezar a lo largo de la noche de pie, y a lo largo de la


noche sentado, y si él recitaba parado, él se inclinaba parado; y si él
recitaba sentado, él se inclinaba sentado.

Algunas veces: “Él rezaba sentado, así que recitaba sentado, así que
recitaba sentado hasta casi 30 o 40 versos en su recitación, donde se
quedaba; entonces él se paraba para recitar éstos parado y después
inclinarse y postrarse, y hacía del mismo modo en la segunda raká.”
De hecho, “él rezaba subja sentado al final de sus días cuando se hizo
viejo, y eso fue un año antes de su muerte”

También “él se sentaba con piernas cruzadas.”

REZAR CON CALZADO Y LA ORDEN DE HACERLO

“Él solía pararse (en oración) con los pies descalzos y algunas veces
utilizando zapatos.”

Él permitió esto a su umma, diciendo: Cuando uno de vosotros reza, él


debe usar sus zapatos o sacárselos y colocarlos entre sus pies y no dañar
(incomodar) a otros con ellos.

Él motivaba a que se usaran de vez en cuando, diciendo: Sed diferentes


de los judíos, porque ellos no rezan con sus zapatos ni con sus Juffs
(calcetas de cuero).

En ocasiones él se los quitaba de los pies mientras rezaba y continuaba


su oración, como Abu Saíd al-Judri ha dicho:

“El Mensajero de Alá (P. B. E) un día estaba rezando con nosotros.


Mientras estaba absorto en la oración se quitó sus zapatos y los colocó a
su izquierda. Cuando la gente vio esto, todos se quitaron sus zapatos.
Cuando él terminó su oración dijo: ¿Por qué se sacaron los zapatos? Ellos
contestaron: ‘Te vimos quitarte los tuyos, así que nos sacamos los
nuestros’. Y dijo: Gabriel ha venido y me ha informado que tenía suciedad
–o dijo: algo pernicioso (en otra narración: porquería)- en mis zapatos,
así que me los saqué .Por lo tanto, cuando alguno de vosotros vaya a la
mezquita, debe mirar sus zapatos: Si halla alguna suciedad en ellos –o
también dijo: algo pernicioso (en otra narración: porquería) - él debe
retirarla y entonces rezar con ellos.”

“Cuando él se los quitó, él los colocaba a su izquierda” y decía: Cuando


alguno de vosotros reza, no debe colocar sus zapatos a su derecha ni a
su izquierda, ya que pueden estar a la derecha de alguien, excepto si no
hay alguien a su izquierda, pero debe colocarlos entre sus pies.

LA ORACIÓN EN EL MIMBAR

“Una vez él (P. B. E) rezó sobre el mimbar (en otra narración: ‘... que tenía
tres escalones’). De aquí (él estuvo sobre él y dijo takbír y la gente atrás
de él dijo takbír mientras estaba sobre el mimbar)(después él hizo rukú
sobre el mimbar), después se incorporó y descendió hacia atrás para
hacer prosternación al pie del mimbar. Después regresó, (y continúo
haciéndolo como lo había hecho en el primer raká), hasta que completó
su oración. Él después se volvió hacia la gente y dijo: ¡Oh pueblo! He
hecho esto así para que vosotros podáis seguirme y aprendáis de mi
oración.

LA SUTRA Y LA OBLIGACIÓN DE TENER UNA

“Él (P. B. E) solía estar cerca de la sutra de modo que hubiera tres codos
entre él y la pared” y “entre el lugar de su postración y de la pared, con
suficiente espacio para que una oveja pudiera pasar.”

Él solía decir: “No recéis sino hacia una sutra y no dejéis que nadie pase
enfrente de vosotros, porque si alguien continúa (tratando de pasar)
entonces reñidlo, porque tiene un compañero con él (el diablo).”

Él también decía: “Cuando alguno de vosotros reza hacia una sutra, debe
acercarse a ella porque el diablo no puede romper la oración.”

En otras (narraciones) se dice: “él buscaba rezar en el pilar que estuviera


en la mezquita”

“Cuando él rezó (en un espacio abierto donde no había nada que usar
como sutra) él plantaba una lanza en el suelo enfrente de él y rezó hacia
ella con la gente detrás de él”. En otras se narra: “él colocaba su montura
atravesada y rezaba hacia ella” que no se aplica rezar en el lugar donde
los camellos se postran, y algunas veces “él tomaba su silla de montar; la
colocaba longitudinalmente y rezaba hacia su extremo.”

Él decía: Cuando uno de vosotros coloca enfrente de él algo tal como un


palo al extremo de una montura, debe rezar sin importar que alguien
pase más allá de ella.

Una vez “el rezó hacia un árbol” y algunas “él rezaba hacia la cama en la
cual Aixa (A. S. E) dormía (bajo sus sábanas).”

Él [P. B. E) no dejaba pasar a nadie entre él y la sutra, puesto que una vez
“estaba rezando cuando una oveja llegó corriendo frente a él, así que se
recorrió hasta que su vientre se presionó contra la pared (y así pasó la
oveja tras de él)”.

También una vez “mientras rezaba una oración obligatoria, él cerró su


puño, de modo que cuando hubo terminado, la gente dijo: ‘¡Oh
Mensajero de Alá!¿Sucedió algo durante la oración?’ A lo que contestó:
Nada, excepto que el diablo quería pasar enfrente de mí, de modo que lo
sujeté del cuello, con lo que pude sentir la frialdad de su lengua en mi
mano. ¡Por Alá! Que de no haber sido por mi hermano Salomón que lo
golpeó, lo hubiera atado (al diablo) a uno de los pilares de la mezquita de
modo tal que los niños de Medina lo hubieran observado. (Así que
cualquiera que pueda impedir que algo interfiera entre él y la quibla, que
lo haga)”

Él también solía decir:

Cuando uno de vosotros reza hacia algo que es la sutra entre él y la


gente y alguien intenta cruzar frente a él, entonces debe empujarlo por la
garganta [repelerlo tanto como él pueda]. (En otra narración se dice: debe
detenerlo dos veces). Pero si él rehúsa (continúa insistiendo en pasar)
entonces debe reñirle, porque en verdad es un demonio.

Él también solía decir: Si la persona que pasó enfrente de alguien rezando


a sabiendas (del pecado), hubiera sido mejor para él esperar a cuarenta
que pasar enfrente.[Abu a-Nader dijo: “No recuerdo exactamente si dijo a
cuarenta días, meses o años”)

LO QUE ROMPE LA ORACIÓN


Él (P. B. E) solía decir: La oración de un hombre es interrumpida, cuando
no hay nada tal como el extremo de una silla de montar enfrente de él,
por: una mujer (que menstrua), un burro o un perro negro. Abu Darr dijo:
“Yo dije: ‘¡Oh Mensajero de Alá! ¿Por qué el perro negro en vez del rojo?’
y él me contestó: El perro negro es un diablo.

PROHIBICIÓN DE REZAR FRENTE A LAS TUMBAS

Él (P. B. E) solía prohibir rezar frente a la tumba diciendo: No recéis ante


las tumbas y no os sentéis en ellas.

LA INTENCIÓN

Él (P. B. E) solía decir: Todas las acciones son por la intención y cada
hombre tendrá lo que su intención es.

TAKBÍR

Entonces él (P. B. E) comenzaba la oración diciendo:

‫هلل أ َْكبَر‬
ُ ‫ا‬
Alá juákbar (Dios es el más grande)

Ordenando al hombre “que rezaba deplorablemente” hacer del modo


mencionado, diciéndole a su vez: En verdad, la oración de una persona
no está completa hasta que ha hecho una ablución que ha incluido las
partes necesarias del cuerpo y ha entonces dicho: ‘Alá juákbar’

También solía decir: La clave para la oración es la purificación, que se


inicia con takbír y se termina con taslím.

También “él solía alzar su voz en el takbír de modo que los de atrás
pudieran oír.” Pero “cuando cayó enfermo Abu Baker, solía alzar su voz
para llevar el takbír del Mensajero (P. B. E) a la gente.”

Él (P. B. E) decía: Cuando el imám dice: Alá juákbar, entonces dice: Alá
juákbar.
ALZANDO LAS MANOS

Él alzaba sus manos algunas veces con el takbír, algunas veces después
del takbír, y algunas otras antes de él.

“Él las alzaba con los dedos separados [ni muy abiertos, ni muy juntos]” y
él las colocaba a la altura de sus hombros”, aunque ocasionalmente, “él
las alzaba hasta que estuvieran al nivel (del límite] de sus orejas.”

COLOCACIÓN DEL BRAZO DERECHO SOBRE LA IZQUIERDA Y LA ORDEN DE


HACERLO

“Él (P. B. E) solía colocar su brazo derecho sobre su brazo izquierdo” y


decía: Nosotros, el grupo de profetas, se nos ha ordenado apresurar el
rompimiento del ayuno, demorar la comida antes del ayuno y colocar
nuestros brazos derechos sobre nuestros brazos izquierdos durante la
oración.

También “él pasó cerca de un hombre que estaba rezando y había


colocado su brazo izquierdo sobre el derecho, así que él los jaló para
colocar el derecho sobre el izquierdo.”

COLOCAR LAS MANOS SOBRE EL PECHO

“Él solía colocar el brazo derecho sobre el dorso de su palma izquierda,


muñeca y antebrazos”, “y él ordenó a sus compañeros hacer lo mismo” y
a veces “él sujetaba su brazo izquierdo con el derecho.”

“Él solía colocarlas sobre su pecho.”

También “solía prohibir colocar la mano de uno sobre la cintura durante


la oración [y él puso su mano sobre la cintura para demostrarlo]. Y éste
es el “silb” que él solía prohibir.

MIRAR AL LUGAR DE PROSTERNACIÓN CON HUMILDAD

“Él (P. B. E) solía inclinar su cabeza durante la oración y fijar su vista hacia
el suelo”; “mientras estuvo en la Caaba, su mirada no dejaba (de
observar) el lugar de prosternación hasta que salía de él” y él dijo: No es
apropiado que deba haber algo en la Casa (la Caaba) que moleste al
orante.

“Él solía prohibir mirar al cielo” y él enfatizó su prohibición tanto que


dijo: La gente debe reprimirse de mirar al cielo en la oración, o su vista
no regresará a ellos (en otra narración: ...o su vista será arrancada).
En otro hadiz se narra: Así que cuando recéis, no miréis aquí o allá,
porque Alá está de cara a Su siervo en la oración en tanto que no se aleje
(su mirada). Y dijo sobre mirar aquí o allá “que es un despojo que el
diablo comete con el siervo durante la oración.

Él (P. B. E) también dijo: Alá no cesa de volcarse a su esclavo en oración


en tanto que no mire a su rededor; cuando él aleja su rostro, Alá se aleja
de éste. Él “prohibió tres cosas: cabecear como una gallina (al picotear),
agazaparse como un perro y mirar de rededor como un zorro.” Él también
solía decir: Rezad la Oración de Despedida como si lo vierais, pero si no
le veis (a Alá), seguro Él los ve. Y: Cualquier persona que, cuando hay
oración obligatoria, sobresale en su ablución, humildad y reverencias,
tendrá ésta (la oración) como una remisión de sus pecados menores
anteriores en tanto que no cometa un pecado mayor, y susodicha
(oportunidad) es para siempre”

Una vez él (P. B. E) rezó en una jamísa y (durante la oración) él observaba


sus estampados. Así que cuando terminó dijo: Llevad mi Jamísa a Abu
Yahem y traedme su Anbichániyya, porque ha retirado mi atención de la
oración (en otra narración: ...porque he visto su estampado durante la
oración y casi me pone a prueba).

También: “Aixa tenía una tela con pinturas extendidas en todo el sahwa,
a lo que el Profeta (P. B. E) dijo: Aléjala de mi (porque sus pinturas no
cesaban de perturbar mi oración)

Él solía decir también: La oración no es válida cuando la comida ha sido


servida, ni cuando es tiempo de evacuar las dos porquerías (el orinar y el
defecar)

SÚPLICAS DE APERTURA (DUA’AS)

A continuación, él (P. B. E) comenzaba su recitación con muchas clases de


súplicas en las cuales él alababa a Dios Exaltado, glorificándolo y
enalteciéndolo. De hecho él ordenó “al hombre que rezaba mal” hacer así,
diciéndole: La oración de una persona no está completa a menos que
diga takbír, alabe a Alá el poderoso y Sublime y lo exalte, recitando del
Corán lo que le sea más fácil...

Él decía alguna de las siguientes súplicas:

1.-
‫شِرق ِ َو‬ ْ ‫ني الْـَم‬
َ ْ ‫ت َب‬
َ ‫خطَـاَياَي كَـَما َباَعْد‬ َ ‫ني‬َ ْ ‫اللّـُهَّم َباِعْد َبْيِني و َب‬
‫ اللّـُهَّم‬،‫ب‬ ِ ‫الْـَمغْـِر‬
‫ اللّـُهَّم‬،ِ ‫ض ِمَن الَّد نَـس‬ ُ ‫ب الْـأ َْبَي‬
ُ ‫خطَـاَياَي كَـَما ُينَـقَّـى الثَـْو‬ َ ‫نَـقِّـِني ِمْن‬
‫سلْـِني ِمْن‬ ِ ‫اغْـ‬
.‫خطَـاَياَي بِـالْـَماِء َوالثَّـلْـج ِ َوالْـبََرد‬ َ

Alájuma ba’id baini ua baina jatayaya kama ba’adta almasriq ual magrib,
Alájuma naqini min jatayaya kama yunaqa a-zaubul abiad min a danas,
Alájuma Igsilní min jatayaya bil má-i ua zalch ual barad

¡Oh Alá! Aléjame de mis errores como alejas el Oriente del Occidente.
¡Oh Alá! Purifícame de mis errores como se purifica la ropa blanca de
la suciedad.¡Oh Alá! Depúrame de mis pecados con agua, hielo y
nieve.

2.-
‫ َو َما‬،[ً ‫سلِما‬ ْ ‫]ُم‬،ً ‫ض َحِنيفا‬ ِ ‫سَماَوا‬
َ ‫ت َوالْـأ َْر‬ َّ ‫ي لِلَّـِذي فَـطَـَر ال‬ َ ‫ت َوْجهِـ‬ ُ ‫َوَّجهْـ‬
‫أ َنَـا ِمَن‬
،‫ب الْـَعالَـِمني‬ ِّ ‫سِكي َو َمْحَياَي َو َمَماِتي لِلَّـِه َر‬ ُ ‫صالِتي َو نُـ‬ َ ‫ ِإَِّن‬،‫شِرِكني‬ ْ ‫الْـُم‬
،‫ت الْـَملُِك‬َ ‫ اللّـُهّم أنْـ‬،‫سلِِمني‬ ْ ‫ت َو أ َنَـا أ ََّوُل الْـُم‬ُ ‫ َو بِـذ َلَِك أ ُِمْر‬،‫شِريَك لَـُه‬ َ َ ‫ال‬
‫ت‬ُ ‫ ظَـلَـْم‬،‫ت َرِّبي َو أنَـا َعـبُْدك‬ َ ‫ أنْـ‬،‫سبْحانَـَك َو ِبَحْمِدَك‬ ُ ،‫ت‬ َّ ‫ال َ إِلَه إ‬
َ ‫ال أنْـ‬
‫ فَـاغْـِفْر لِي ذ َنْـبِـي َجِميعا ً إنَّـُه الَ َيْغِفُر‬،‫ت بِـذ َنْـبِـي‬ ِ ‫نَـفْـ‬
ُ ‫ َو اعْـتَـَرفْـ‬،‫سي‬
‫ب‬َ ‫الذ ُّنُـ‬

Uayajtu uayji aladí fatara a samauati ual arda hanífan, (musliman), ua ma


ana minal mushriquín, inna salátí ua nusuquí ua maj-yayaí ua mamátí
liláji rabil a’lamín, la sharíka laj, ua bidálika umirtu ua ana aualul
muslimín, Alájuma anta almalik, la ilája íla ant, subjánaka ua bijámdik,
anta rabi ua ana a’bduk, dalamtu nafsí, ua a’taraftu bi danbí, fagfír lí
danbí yamían innaju la yagfiru dunúba íla ant, ua ajdiní lí ajsani al ajlaqui
la yajdi li ajsánija íla ant, uasrif a’nií sayi-aja la yasrifu a’nii sayi-aja íla
ant, labeika ua sadei’k, ual jeiru kulujú fi yadeik, ua sharru leisa ileik, ual
majdiyu man jadeita, ana bika ua ileik, la manyá ua la malya minka ila
ileika, tabarakta ua ta’aleit, astagfiruka ua atubu ileik.

Dirijo mi rostro a quien originó el cielo y la tierra sinceramente,


(islámicamente), y no soy de los politeístas. En verdad mi oración, mi
sacrificio, mi vida y mi muerte son para Alá, Señor de los mundos; sin
par. Con esto se me ha ordenado y yo soy el primero de los
musulmanes en ello. ¡Oh Alá! Tú eres el Rey, no hay Dios sino Tú,
alabado y elogiado seas. Tú eres mi Señor y yo Tu humilde siervo. He
atentado contra mí y reconozco mi pecado. Perdóname todos mis
pecados, pues nadie perdona los pecados sino Tú. Guíame hacia el
mejor de los modales pues nadie guía mejor hacia ellos excepto Tú.
Desvía de mí las peores intenciones pues nada las aleja sino Tú.
Respondo a tu llamado y a tu auxilio (que me diste). Todo el bien
está en Tus manos y el mal no es de Ti. Y es guiado quien Tú guías.
Soy Tuyo y de Ti. No hay escape ni refugio excepto el que viene de Ti.
Bendito y Exaltado seas. Te pido perdón y me arrepiento ante Ti
(solamente).

3.- Similar al anterior excepto por: Anta rabí ua ana a’bduk; Tu eres mi
Señor y yo soy Tu siervo... al final, con la siguiente adición:

Alájuma anta al malik, la ilája íla ant, subjanaka ua bijamdik,

¡Oh Alá! Tú ere el Rey, no hay Dios excepto Tú, alabado y glorificado
seas.

4.- Igual que la No. 2 hasta: Ua ana aualul muslimin; soy el primero de
los musulmanes, añades:
Alájuma ajdiní li ajsani al ajlaqui ua ajsanil a’mali la yajdí li ajsanija íla
ant, uaquiní sayi-al ajlaqui ual a’mali la yaquí sayi-ija íla ant.

¡Oh Alá! Guíame al mejor de los modales y a la mejor de las obras,


nadie guía a su mejoramiento sino Tú. Desvía de mí lo peor de los
modales y de las obras (pues) nadie (nos) desvía de su maldad
excepto Tú.

5.- Subjanaka Alájuma ua bijamdika ua tabaraka smuka ua ta’ala yaduka


ua la ilaja gueiruk.

Gloria a Ti ¡Oh Alá! ¡Alabado seas! Bendito Tu nombre y Exaltada Tu


majestuosidad y eres incomparable.

Él (P. B. E) también dijo: En verdad las palabras más amadas por Alá son
cuando Su siervo dice: Gloria a Ti ¡Oh Alá!

6- Palabras semejantes a las anteriores se añaden a la oración de la


noche:

Se dicen tres veces: La ilája íla Alá (No hay Dios sino Alá)
Y tres veces dices: Alá juákbaru kabiran (Alá es el Más Grandemente
Grande)

7.- Alá juákbar kabiran, ua aljámduliláji kaziran, ua subjana láji bukratan


ua asilan.

Alá es el grandiosamente Más Grande. Muy Alabado sea. Glorificado


sea Dios, mañana y tarde. Una vez, un Compañero comenzó con esto,
con lo cual el Mensajero (P. B. E) dijo: Maravillosa (súplica), pues las
puertas del Cielo se abrieron por ella.

8.- Aljámduliláji jamdan kaziran tayiban mubarakan fij.

Alabadísimo el alabado Alá en su bendita bondad. Un hombre


comenzaba con esto y el Mensajero (P. B. E) dijo al respecto: Vi doce
ángeles competir para ver quien se la llevaba (al cielo, a la súplica)

9.- Alájuma laka aljamd, anta nuru samauati ual ardi ua man fihim, ua
laka aljamdu, anta cayimu samauati ual ardi ua man fijina, [ua laka
aljamdu, anta maliku samauati ual ardi ua man fijim], ua laka aljamd,
anta aljac, ua ua’duka jac, ua cauluka jac, ua li cauca jak, ual yannatu jac,
ua nar jac, ua sa’atu jac, ua nabiyuna jac, ua mujammadun jac, Alájuma
laka aslamtu, ua aleika tauacaltu ua bika amantu, ua ileika anabtu, ua
bika jasamtu, ua ileika jakamtu, [anta rabbuna ua ileika al masír, fagfir lí
ma cadamtu, ua ma ajart, ua ma asrartu ua ma a’alant], [ua ma anta
a’alamu biji minni], antal muccadim ua antal muájir, [anta ilají], la ilája íla
ant.

¡Oh Alá! Para Ti las alabanzas, Eres la luz del cielo, la tierra y de
quienes las habitan. Para Ti las alabanzas, Guardián del cielo, la
tierra y quienes habitan en ellos. [Para Ti las alabanzas, Dueño de los
cielos, la tierra y su contenido], para Ti las alabanzas, Eres la Verdad;
Tu promesa es verdad, Tu palabra es verdad; Tu encuentro es
verdad, el Paraíso es verdadero; el Fuego (del Infierno) es verdad, la
Hora (final) es verdad; los profetas verdaderos al igual que Mohámed.
¡Oh Alá! A Ti me someto, en Ti pongo toda mi confianza, en Ti creo, a
Ti me vuelvo, por Ti combato, a Ti recurro para decidir. [Tú eres
nuestro Señor y tuyo el Destino. Perdóname lo pasado y lo futuro, lo
que oculto y lo que muestro] [y de lo que (de antemano) más sabes y
yo ignoro]. Tu eres el Proveedor y el Moroso [Tu eres mi Deidad]. No
existe dios sino Tú.

10.- Alájuma rabba yibraíla ua Mikaíla ua Israfíl, Fátira samauáti ual aud,
álim-al-gaibi ua shajáda, anta tajkumu rá-una íbaadika fíma kanú fíji
yajtalifún, ijdíni lima ijtúlifa fíji min al jaqui bi ídnik, ínnaka tajdí man
tasháu ilá siratin mustaquím.

¡Oh Alá! Señor de Gabriel, Miguel y Rafael. ¡Creador de los cielos y la


tierra! ¡Conocedor de lo oculto y abierto!¡Tu juzgas entre tus siervos
en aquello que difieren!¡Guíame a saber lo que es confuso y lo que es
verdad con Tu venia! En verdad guías a quien quieres al camino
recto.

11.-El decía takbír, tajmíd, tasbíj, tajlíl e istigfár diez veces cada uno, y
después remataba con:

Alájuma igfir lí uaj-diní uar-zucní (ua ‘afiní)

¡Oh Alá! ¡Perdóname! ¡Guíame y susténtame [borrándome los


pecados]!

Alájuma inni aúdu bika mina dayiqui yaumal jisáb


¡Oh Alá! ¡Me refugio en Ti de la angustia del Día de ajustar cuentas.
Esto diciéndolo diez veces.

12.- Alá Juákbar [tres veces] dúl malakúti ual yabarúti ual kibriá-i ual
ádima.

¡Alá es el Más grande! [decirlo tres veces]. Dueño del Reino, el Poder,
la Magnificencia y la Grandeza.

RECITACIÓN

A continuación, el Profeta (P. B. E) buscaba refugio en Alá de la siguiente


manera:

Aúdu bi láji mina shaitáni rayím, min jámziji ua nafjihi ua nafziji

Aléjame Dios de Satán maldito, de su instigación, de su arrogancia y de


su verborrea. Algunas veces el añadía a lo anterior lo siguiente:

Aúdu bi láji samií il-‘alím mina shaitán .....

Me refugio en Dios, el Oyente, el Sabio, del Satán.

Y posteriormente recitaba:

Bismiláji arrajmáni rajím

En el nombre de Alá, el más Clemente, el más Misericordioso. Pero no lo


hacía fuerte

RECITAR UN VERSO A LA VEZ

Posteriormente, él recitaba sura la Fatiha dividiendo su recitación,


recitando un verso a la vez. Él recitaba:

Bismiláji arrajmáni rajím

[Aquí el hacía pausa y después decía]

Aljámduliláji rabil ‘alamín


[pausaba, y continuaba:]

Arrajmáni arrajím

[pausa, y después sigue:]

Máaliki yaumi dín

... y así sucesivamente, hasta el final de la sura. El resto, al igual que lo


que vimos, los describimos así: detenerse al final de cada verso y no unir
uno tras otro]

algunas veces él recitaba:


Maliki yaumi dín
(Rey del Día del Juicio] o en su lugar:

Máaliki yaumi dín


[Dueño del Día del Juicio]

LA NECESIDAD DE LA FATIHA Y SU EXCELENCIA

El Profeta enfatizó con vehemencia la importancia de esta sura diciendo:


No hay oración para quien no recite el capítulo de La Apertura. En otro
dicho: Dicha oración no es suficiente en tanto un hombre no recita La
Apertura del Libro. Y también dijo: Aquél que realiza una oración en la
cual no recita La Apertura del Libro, entonces ésta es deficiente,
deficiente, deficiente e incompleta. Él también dijo:

Alá el bendito y Excelso ha dicho: “He dividido entre Mi siervo y Yo la


oración en dos mitades: una es la Mía y la otra para Mi siervo, y Mi
siervo tendrá aquello solicitado”. Entonces el Mensajero de Alá (P. B. E.)
dijo: ¡Recitad! (como) El siervo dice: “Alabado sea Alá, Señor de los
mundos”; Alá Excelso dice “Mi siervo me ha alabado”. El siervo dice, “El
más Clemente, el más Misericordioso, Otorgador de misericordia”; Alá
dice, “Mi siervo me ha halagado”. El siervo dice, “Dueño del Día del
Juicio”; Alá contesta, “Mi siervo me ha glorificado”. El siervo dice, “Solo
a Ti adoramos y a Ti sólo pedimos”; Alá contesta, “Esto (hay) entre Mi
siervo y Yo, y Mi siervo tendrá lo que ha solicitado”.

Él también solía decir: Alá no reveló en la Tora ni en el Evangelio algo


semejante como la Madre del Corán. Ya que es la Reiteradamente Siete [y
la Magnífica Recitación que se me ha otorgado].
Él (P. B. E) ordenó a “quien rezaba deplorablemente” recitarla en
cada oración; pero dijo a quien no la podía recordar: Di : Subjana lá, ua
aljam du lilá, ua la ilája íla lá, ua Alá juákbar, ua la jaulá ua la cú-ata
íla bilá [Alabado sea Alá, glorificado sea Alá, y no hay más Dios que Él y
Él es el Más Grande; y no hay poder sino el de Alá]

También Él dijo a “quien rezaba deplorablemente”: Si conoces algo del


Corán, entonces recítalo, si no, alaba Alá proclamando Su grandeza y
proclama que nadie tiene el derecho de ser adorado sino Alá.

LA ABROGACIÓN DE RECITAR DETRÁS DEL IMÁM EN LAS ORACIONES CON


VOZ ALTA

Él había concedido una vez aquellos que rezaban detrás del imám,
recitaran sura la fatiha en las oraciones en voz alta, cuando sucedió que:

“Él estaba rezando fayer, volviéndose la recitación más difícil para él


(cada momento que pasaba). Al terminar dijo: Es posible que recitéis
detrás de vuestro imám. Dijimos todos “Sí, con rapidez, ¡Oh Mensajero de
Alá!” A lo que dijo: No lo hagáis así, sino en la Apertura del Libro, puesto
que la oración no vale para aquél que no la recita”

Tiempo después, les prohibió el recitar fuertemente en las oraciones de


voz alta, cuando sucedió que:

“Él terminó una oración en la cual él estaba recitando fuertemente (en


otra narración: en la oración del crepúsculo) y dijo: ¡¿Acaso alguno de
vosotros estaba rezando (al unísono) conmigo justo en este instante?! A
lo que contestó un hombre: “Sí, era yo ¡Oh Mensajero de Alá!”.
Respondiéndole: Y digo yo ¿Por qué me siento tan contrariado? [Abu
Huraira continúa diciéndonos:] Entonces la gente detuvo sus recitaciones
junto con el mensajero de Alá (P. B. E) cuando él estaba recitando
fuertemente después de escuchar aquello que dijo [sin embargo, ellos
continuaron recitando calladamente cuando el imám no estaba recitando
fuertemente]”

También él estuvo en silencio durante la parte complementaria de


recitación del imám para seguirlo, diciendo: El imám debe ser seguido,
así que cuando el diga takbír, decís takbír, y cuando él recita, estáis en
silencio, justo como él hizo se escuchase la recitación del imám lo
bastante para no tener que recitar detrás de él, diciendo: Aquél que tiene
un imám, entonces la recitación del imám es la recitación de aquél – y
esto aplicase a las oraciones en voz alta.

LA OBLIGACIÓN DE RECITAR EN LAS ORACIONES SIGILOSAS

En cuanto a las oraciones en voz baja, él los instaba a que recitaran


durante ellas; Yábir dijo, “Nosotros solíamos recitar detrás del imám en
dohor y ázar, sura la Fatiha y otra sura en las dos primeras rakás, y sura
la Fatiha en las últimas dos”.

Sin embargo, él los disuadió de no hacerlo por confundirlo con la de


ellos, cuando:

“Él rezó dohor con los Compañeros y preguntó (posteriormente): ¿Quién


de vosotros ha recitado “¡Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo!”
(Corán 87:1)? Alguien contestó: Fui yo [más nada intentaba sino el bien al
hacerlo]. Así que le contestó: Sabía que alguien me contrariaba con ello.
En otro hadiz: “Ellos solían recitar detrás del Profeta (P. B. E)
[fuertemente], cuando así les dijo: habéis revuelto mi Corán (o sea, su
recitación).

También dijo: En verdad, la persona que reza esta consultando en


privado a su Señor, así que debe ser cuidadosa sobre lo que le consulta,
y vosotros no debéis por encima del otro recitar el Corán fuertemente.

Él también solía decir: Cualquiera que recitó una letra del Libro de Alá, le
valdrá como una buena acción, y una buena acción vale diez veces más.
Yo no digo que “alif lam mim” es una letra, sino que “alif” es una letra,
“lam” es una letra y “mim” es una letra.

SOBRE EL AAMÍIN Y SU FUERTE RECITACIÓN POR EL IMÁM

Cuando él (P. B. E) terminó de recitar la Fatiha, el pronunciaba AAMÍIN


fuertemente, prolongando su sonido.
Él también solía ordenar a la congregación decir aamíin de éste modo:
Cuando el imám dice: Gueiril magdúbi áleijim ua la dáalíin [No de los
que han incurrido en Tu ira, ni de los extraviados], entonces pronunciáis
aamíin [porque los ángeles dicen “aamíin” y el imán también lo dice] (en
otra narración se relata: Cuando el imám dice aamíin decíd aamíin), de
modo que el “amíin” que coincide con el “aamíin” de los ángeles – en otra
narración: cuando uno de vosotros dice aamíin en la oración y los
ángeles en el cielo dicen “aamíin”, y ellos coinciden... – vuestros pecados
anteriores son perdonados.

En otro hadiz: ...entonces decís aamíin; Alá os responderá.

También solía decir: los judíos no os envidian tanto por nada como
os envidian por la salutación y el aamíin (detrás del imám).

LA RECITACIÓN DESPUÉS DE LA FATIHA

A continuación el Profeta (P. B. E) recitaba alguna sura después de la


Fatiha, haciéndola larga algunas veces, y otras veces corta para los viajes,
tos, enfermedades o al llorar los infantes.

Anas ibn Malik (A. C. E) dijo: “Él (P. B. E) la hizo (o sea, la recitación) corta
un día en la oración del crepúsculo” (en otra narración: él rezó la oración
de la mañana y recitó las dos suras más cortas del Corán). Así que
dijeron: “¡Oh Mensajero de Alá!¿Por qué la acortaste?” Él respondió:
Escuché el llanto de una criatura, así que supuse que su madre estaba
rezando con nosotros, de modo que quise liberar a su madre para él.

Él también solía decir: Entro a la oración con la intención de alargarla,


pero el escuchar el llanto de un niño, acorto mi oración porque sé cuán
profundamente su madre se siente al escucharlo llorar.

Él solía decir: Dad a cada sura su parte del rukú y suyúd. En otra
narración: Cada sura debe tener una raká.

Algunas veces él (P. B. E) solía dividir la sura en dos rakás y otras veces él
solía repetir toda la sura en la segunda raká.

Algunas veces él combinaba dos o más suras en una raká.


Uno de los ansares solía dirigirlos en la mezquita de Kubá, y cada vez
que les recitaba una sura, el comenzaba con “Di: Él es Alá, el único, el...
(sura el ijlas 112) hasta el final, y después recitaba cualquier otra sura
con ella, y él hacía esto en cada raká. Por esto, su gente le decía: “Tú
comienzas con ésta sura, y no la dejas sino hasta que recitas otra. Has de
recitarla solamente o dejarla para recitar otra”. A lo que les contestó: “No
la dejaré; si no os molesta que os dirija con ella, continuaré, pero de no
ser así, os abandonaré”. Ellos sabían que el era de entre ellos el mejor, y
no les gustaba la idea de ser dirigidos por alguien más, así que cuando el
Profeta (P. B. E) estuvo entre ellos, le informaron del caso. Así que dijo:
¡Oh fulano! Que te impide hacer lo que tu gente te solicita?¿Qué es lo que
te mueve a recitar esta sura en cada raká? A lo que contestó: “Amo esta
sura”. Y dijo (el Profeta): El amor por ella te hará entrar a los Jardines (del
Paraíso).

COMBINANDO SURAS SEMEJANTES Y OTRAS EN UNA RAKÁ

Él solía combinar las suras pares del Libro, así que solía recitar alguno de
los siguientes pares de suras en una raká:

El Compasivo (55:78) y La estrella (53:62)


La Luna (54:55) y La inevitable (69:52)
El monte (52:49) y Los que diseminan (51:60)
El acontecimiento (56:96) y El cálamo (68:52)
Las gradas (70:44) y Los que arrancan (79:46).
Los defraudadores (83:36) y Frunció las cejas (80:42)
El envuelto en un manto (74:56) y El arrebujado (73:20)
El hombre (76:31) y La resurrección (75:40)
Las buenas nuevas (78:40) y Los enviados (77:50)
El humo (44:59) y El obscurecimiento (81:29)

Algunas veces él solía combinar las suras del tiwal de siete (largas suras),
tales como La vaca, Las mujeres y La familia de Imrán en una raká
durante la oración nocturna (ver siguiente párrafo). Él solía decir: La
oración más excelente es en la que uno permanece de pie largamente.

Cuando él recitaba:

¿Acaso no es por el poder que retorna a la vida los muertos? (Corán


75:40), respondía con:

Subjánaka fabalá (¡Gloria a Ti, por supuesto!)

Y cuando él recitaba:

Sábjisma rábbika al ‘ála (¡Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo)


(Corán 87:1), el respondía con:
Subjána rabí al ála (¡Gloria a mi Señor, el Altísimo).

LA PERMISIBILIDAD DE RECITAR LA FATIHA SOLAMENTE

Un narrador nos cuenta:

Mu’ad ibn Yabal solía rezar el Ishá con el Mensajero de Alá (P. B. E) y
después regresaba con su gente para dirigirla en la oración. Una noche
en que volvía para rezar con ellos, un joven (llamado Sulaim, de Banu
Saláma) del pueblo rezó. Sin embargo, cuando se prolongó, aquél rezó
aparte (en una esquina de la mezquita). Salió, tomó las riendas de su
camello y partió. Cuando Mu’ad había terminado de rezar, le fue
mencionado el hecho, a lo que dijo: “¡Seguramente tiene algo de
hipócrita! Informaré de ello al Mensajero de Alá (P. B. E)”. Y también a su
vez dijo el joven: “…E informaré al Mensajero de Alá (P. B. E) de lo que él
hizo”.Así que ambos (el joven y Mu’ad) en la mañana llegaron con el
Profeta y Mu’ad le informó de lo que el joven había hecho. El joven
respondió: “¡Oh Mensajero de Alá! Él permanece contigo mucho tiempo y
regresa con el fin de prolongarla”. Así que el Mensajero de Alá (P. B. E.)
dijo: ¡¿Acaso eres tú el que causa tal, Mu’ad?! Y él (Mu’ad) replicó al
joven: ¿Qué es lo que tú haces cuando rezas, hijo de mi hermano? Él le
contestó de frente al Profeta: “Yo recito la Fatiha, después pido a Alá por
el Jardín (del Paraíso), y busco refugio en Él del Fuego (del Infierno). ¡Ni
siquiera conozco tu bisbiseo ni el bisbiseo de Mu’ad!” Así que el
Mensajero de Alá (P. B. E) dijo: En esto Mu’ad y yo nos parecemos.

El narrador continúa: El joven respondió: “Pero Mu’ad sabrá (de mí)


cuando vaya con la gente y haya sido informada de cuando el enemigo
haya llegado”. Y continúa diciendo el narrador: Así que el enemigo llegó y
el joven permaneció en shajada (murió mártir). Así que después el
Mensajero de Alá (P. B. E) al enterarse dijo a Mu’ad: ¿Qué fue lo que hizo
quien argüía contigo y conmigo? A lo que le dijo: “¡Oh Mensajero de Alá!
Él, quien era sincero hacia Alá, que lo acusé falsamente, murió como
mártir.

RECITACIÓN FUERTE Y SIGILOSA EN LAS CINCO ORACIONES Y EN OTRAS


Él (P. B. E) solía recitar en la oración de la mañana y en las dos primeras
rakás del magreb y el ishá; y calladamente en dohor, ázar, en la tercera
raká del magreb y en las últimas dos rakás del ishá.

Podían afirmar cuando él recitaba calladamente con el solo vaivén de su


barba, y porque también los dejaba escuchar alguna aleya así de vez en
cuando.

También recitaba en voz alta en la oración del viernes y en las dos


oraciones del áid; en las oraciones de la lluvia y en las de eclipse.

RECITACIÓN CALLADA Y FUERTE EN LA ORACIÓN DEL TAJÁYUD

Ya bien entrada la noche, él algunas veces recitaba calladamente y en


otras en voz alta, y “él solía recitar en su casa de modo que podía ser
escuchado en el patio”. “Ocasionalmente elevaba su voz algo más de
modo que alguien acostado en la cama podía escucharlo” (o sea, desde
las afueras del patio).

Así lo ordenó a Abu Baker y a Omar (A. C. E) del siguiente modo:

“Él salió para encontrarse con Abu Baker (A. C. E), quien rezaba en voz
baja, y pasó por donde Omar ibn al-Jatab (A. C. E), quien estaba rezando
en voz alta. Posteriormente, cuando ambos se reunieron con el Profeta (P.
B. E,) éste dijo: ¡Oh Abu Baker! Pasé por donde estabas ¿Acaso rezabas en
voz baja? Él le contestó: “A Él (Alá) es a quien mi consulta dejo escuchar
¡Oh Mensajero de Alá!” Y él dijo a Omar: Pasé por donde estabas ¿Acaso
estabas rezando en voz alta? Y él le contestó: “¡Oh Mensajero de Alá!
Repelo así la somnolencia y mantengo alejado al Diablo”. El Profeta (P. B.
E) dijo: ¡Oh Abu Baker, eleva tu voz un poquito más! Y tú Omar: ¡Atenúa
tu voz un poquito más!

Él (P. B. E) también solía decir: Aquél que recita el Corán fuertemente es


como el que da caridad alardeando, y aquél que recita el Corán en
silencio es como aquél que da caridad calladamente.

LO QUE ÉL (P. B. E) SOLÍA RECITAR EN LAS DIFERENTES ORACIONES.

En cuanto a suras y aleyas que él (P. B. E) solía recitar en oración, son de


diverso tipo conforme al tipo de oración. Los detalles de ellas se dan a
continuación, comenzando con las cinco oraciones obligatorias:

1.- Oración del Fayer

El Profeta solía recitar las suras más largas del Libro y por ello “él
(algunas veces) recitaba al-Uaquía (56:96) y suras similares en las dos
rakás”.

Él recitaba desde sura a-Tur (52:49) durante la Peregrinación de


despedida.

Otras veces “recitaba sura Kaaf (50:45) o algo similar (en la primera
raká)”.

Algunas otras “él recitaba las suras más cortas del Libro, tales como
“Cuando el sol sea obscurecido” (A-Takwír 81:29)”.

Una vez que recitó: “Cuando sea sacudida la Tierra” (Zilzál 99:8) en las
dos rakás, el narrador nos señala: “No sé si el Mensajero de Alá olvidó
recitar otra o lo hizo a propósito”.

Una vez en un viaje, él recitó: “Di: ‘Me refugio en el Señor del alba’”
(Falac 113:5) y “Di: ‘Me refugio en el Señor de los hombres’” (Los
hombres 114:6). También dijo a Úcba ibn ‘Amír (A. C. E): Recitad
mu’awadatein en vuestra oración, porque ninguno que busque el refugio
ha buscado refugio por medio de algo semejante a ellas (dos).

Algunas veces él solía recitar algo más que eso: “él recitaba 60 aleyas o
más” –otro narrador dice, “No sé si era en cada raká o todo”.

Él solía recitar sura Rum (30:60) y en otras ocasiones sura Yaa Sin
(36:83).

Una vez que “rezó el Subj (o sea, la oración del fayer) en Meca, comenzó
a recitar sura al-Mu’minún (23:118) hasta que, cuando llegó a la parte en
que se menciona a Moisés y Aarón, o menciona a Jesús – el narrador no
está seguro- él comenzó a toser y aún así hizo el rukú ”.

Algunas veces “él los dirigía en el fayer con a-Saaffaat (77:182)”.

“En el fayer de los viernes, el recitaba a-Sachda (32:30) (en la primera


raká) y a-Dahr (76:31)(en la segunda).”
Él solía hacer la primera raká más larga que la segunda.

Recitación en la Oración de Sunna antes del Fayer

Su recitación en las dos rakás de sunna en fayer solía ser


extremadamente corta, tanto que Aixa (A. C. E) solía decir: “¿Acaso ha
terminado de recitar sura la Fatiha o no?”

Algunas veces, después de la Fatiha, él recitaba la aleya “Decid: Creemos


en Alá y en lo que se nos ha revelado...” (La vaca 2:136) en la primera
raká; en la segunda, la aleya “Di: ¡Gente del Libro! Convengamos en
buenos términos...” (La familia de Imrán 3:64). A veces, recitaba en lugar
de la última “Pero cuando Jesús percibió su incredulidad...” (La familia
de Imrán 3:52)”

Algunas veces él recitaba sura al-Kafirún (109:6) en la primera raká, y


sura al-Ijlas (112:4) en la segunda; también él solía decir: ¡Cuán
excelentes son ese par de suras!

Él escuchó a un hombre recitar la sura del principio, anteriormente


mencionada, en la primera raká, así que dijo: Este es un esclavo que cree
en su Señor. Entonces el hombre recitó la última sura, anteriormente
mencionada en la segunda raká, así que dijo: Este es un esclavo que
conoce a su Señor.

2.- Oración del Dohor.

“Él (P. B. E) solía recitar la Fatiha y dos suras en las primeras dos rakás,
prolongando más la primera que la segunda”.

Algunas veces él la prolongaba hasta tal punto que “una vez iniciada la
oración del dohor, alguien podía ir hasta un llano (al-Baquí), realizar sus
necesidades, (regresar a su lugar), hacer su ablución, y después regresar
(a la mezquita) mientras el Mensajero (P. B. E) estaba aún en la primera
raká, que era muy larga.” También “solían pensar que él lo hacía así para
que la gente pudiera alcanzar al primera raká”.

“Él solía recitar en cada una de las dos rakás como 30 aleyas, tal como
que sura a-Sachda (32:30) le seguía a la Fatiha”.

Algunas veces “él recitaba ‘¡Por el cielo y el astro nocturno’ (Corán 86),
‘Por el cielo con sus constelaciones’ (Corán 85), ‘¡Por la noche cuando
extiende su velo!’ (Corán 92) y suras similares”.

A veces, él recitaba “Cuando el cielo se desgarre” (Corán 84) y otras


similares.

“Ellos podían decir que estaba recitando en dohor y ázar por el sólo
agitar de su barba”.

Recitación de las Aleyas después de la Fatiha en las Últimas dos


Rakás

“Él solía hacer las dos rakás últimas como la mitad de largas que las dos
primeras, cerca de 15 aleyas, y algunas veces él solamente recitaba la
Fatiha en ellas”.

Algunas veces “los dejaba oír una aleya o algo así”.

“Ellos escuchaban los tonos en su recitar de ‘¡Glorifica el nombre de tu


Señor, el Altísimo! (Corán 87) y ‘¿Te has enterado de la historia de la que
cubre?’ (Corán 88)”.

Algunas veces “él recitaba ¡Por el cielo y el astro nocturno!’ (Corán 86),
‘Por el cielo con sus constelaciones’ (Corán 85), y suras similares”.

Algunas veces “él recitaba ‘¡Por la noche cuando extiende su


velo!’ (Corán 92) y suras similares”.

3.- Oración del Ázar.

“Él (P. B. E) solía recitar la Fatiha y otras dos suras en las primeras dos
rakás, haciendo la primera más larga que la segunda”, y “ellos solían
pensar que él lo hacía así para que la gente pudiese alcanzar la raká”.

“Él solía recitar cerca de 15 aleyas en cada una de las dos rakás, cerca de
la mitad de las que él recitaba en cada una de las primeras dos rakás de
dohor, y solía hacer las dos últimas rakás cerca de la mitad de lo que
eran las primeras dos”.

“él solía recitar la Fatiha en las dos últimas”.

“Él los dejaba escucharlo una aleya o más algunas veces”.


Él solía recitar las suras ya mencionadas en el párrafo anterior
concerniente a “Oración del Dohor”.

4.- Oración del Magreb

“Él (P. B. E) solía recitar (a veces) las suras mufassal cortas”, de modo que
“cuando ellos habían terminado de rezar con él, podían retirarse y (de ser
posible) tirar una flecha y mirar donde cayó”. Una vez, “durante un viaje,
él recitó ‘Por las higueras y los olivos’(Corán 95) en la segunda raká”.

Pero ciertas ocasiones él recitaba las suras mufassal medias o largas, por
ello “recitaba ‘A quienes no crean y aparten a otros del camino de Alá
(Mahoma 47:1)’ ” ; o sura a-Tur (52:49); o sura al-Mursalat (77:50), ésta
última la recitó en la última oración que rezó.

Otras veces, “él recitaba la más larga de las dos suras largas (A’raaf
7:206)[en dos rakás].” O también solía recitar al-Anfaal (8:75) en dos
rakás.

Recitación en la Oración de Sunna después del Magreb

En esta oración “él solía recitar ‘Di: “¡Infieles!”’ (Los Infieles 109) y ‘Di:
“¡Él es Alá, Uno!” ’ (La Fe Pura 112)”.

5.- La Oración del Ishá (oración de la noche)

Él recitaba las suras medianas mufassal en las primeras dos rakás, por lo
que “él solía recitar ‘Por el sol y su esplendor’ (El Sol 91) y similares”.

O también “él recitaba ‘Cuando el cielo se desgarre’ (Inshiqaq 84) y


hacía sachda en ella”.

También “él solía recitar ‘Por el higo y el olivo’ (El Higo 95) [en la
primera raká] durante un viaje”.

Él prohibió de prolongar la recitación en el ishá como se narra a


continuación:

Mu’aad ibn Yabal dirigió a su gente en la oración del ishá, pero la hizo
tan prolongada, que uno de los ansares se fue para rezarla aparte.
Cuando Mu’aad fue informado de ello, les dijo: “Seguramente es un
hipócrita”. Cuando el interpelado escuchó esto, fue hacia el Mensajero de
Alá (P. B. E) y le dijo lo que Mu’aad había dicho, de manera que el Nabí (P.
B. E) le dijo: ¡¿Acaso eres tú, Mu’ aad, quien causa revuelo?! Cuando
dirijas a la gente, recita ‘Por el sol y su esplendor’ (El Sol 91) o
‘¡Glorifica en el nombre de tu Señor, el Altísimo!’ (El Altísimo 87) o ‘Lee
en el nombre de tu Señor’ (‘Alaq 96) ó ¡Por la noche cuando extiende
su velo! (La Noche 92) [porque los ancianos, débiles e incluso quienes
tienen la necesidad de cumplir la oración detrás de ti]”

6.- El Tajayud

Él (P. B. E) algunas veces la recitaba en voz alta y en otras en voz baja; él


(P. B. E) acortaba su recitación en dichas ocasiones y las alargaba en
otras, haciéndola ocasionalmente excesivamente larga que una vez
Abdulá ibn Masúd (A. C. E) una noche dijo:

“Una noche que recé con el Profeta (P. B. E) y siguió parado por tanto
tiempo, me asaltó un mal pensamiento”. Y le preguntaron: “¿Cuál era ese
pensamiento?” A lo que contestó: “¡Pensaba en sentarme y dejar al
Profeta (P. B. E)!”

También Hudaifa ibn al-Iaman dijo:

“Recé con el Profeta (P. B. E) aquella noche cuando inició con sura La
Vaca. Así que me dije: “él hará rukú después de cien aleyas”. Pero él
continuó, así que pensé: “la terminará (la sura) en dos rakás”. Pero él
continuó, y pensé: “él hará rukú cuando la haya finalizado’. Entonces
comenzó con la sura de Las Mujeres y la recitó toda, luego comenzó con
sura al-Imrán y la recitó toda. Él recitaba lentamente, cuando llegaba a
una aleya en la cual se glorifica a Dios, lo glorificaba; en alguna aleya en
la cual tenía que rogar, él rogaba por ello; al mencionar que buscaba Su
refugio, él lo buscaba. Y es entonces que hizo el rukú...” y así continuó el
hadiz hasta finalizarlo de tal modo.

También se dice que: “una noche cuando él estaba enfermo, recitó las
siete suras largas”

Y también: “él recitaba (a veces) una de éstas suras en cada raká”

“Era completamente desconocido para él recitar todo el Corán en una


noche” De hecho, no lo recomendó así a Abdulá ibn Amer (A. S. E) cuando
le dijo:

“Recita todo el Corán cada mes. Yo dije (Ibn Amer): ‘puedo hacer más que
eso’. Contestó el Profeta: recítalo en 20 noches. Yo le dije ‘yo puedo
hacer más que eso’. Él contestó: entonces recítalo en siete días y no
vayas hacer más que esto.

Luego “él le permitió recitarlo en cinco días”

Luego “él le permitió recitarlo en tres días”

Posteriormente, él le prohibió recitarlo en menos tiempo que el señalado,


y le dio una razón para ello diciéndole: Cualquiera que recita el Corán en
menos tiempo que estos tres días, no lo entenderá. En otra versión: No
entiende quien recita el Corán en menos de tres días. También se narra
que le dijo: Por cada devoto hay (un período de) entusiasmo y para cada
entusiasmo hay un lapso, tanto hacia la sunna como a la bid’a
(innovación); así que aquél cuyo lapso es hacia la sunna, ha hallado la
guía; aquel cuyo lapso es hacia otra cosa diferente a ella, ha sido ya
arruinado.

Por esta razón, “él (P. B. E) no recitaba todo el Corán en menos de tres
días”.

Él solía decir: Quien sea que en la noche reza recitando 200 aleyas, será
anotado como uno de los devotos sinceros. También, “él solía recitar sura
Bani israíl (17) y sura Zumar (39) cada noche”. Él también solía decir:
Quien sea que en la noche reza recitando 100 aleyas, no será anotado
como uno de los negligentes. Algunas veces “él recitaba como 50 aleyas
o más en cada raká”, o que “él recitaba tanto como la sura Muzzammil
(73)”.

“Él (P. B. E) no rezaba por toda la noche” excepto que una vez:

“Abdulá ibn Jabbáb ibn al-Arat –quien estuvo presente en la batalla de


Bader con el Mensajero de Alá (P. B. E)- permaneció toda la noche con el
Mensajero de Alá [en otra versión: una noche cuando él permaneció
rezando en ella) hasta que fue el amanecer. Así que cuando él terminó su
oración, Jabbáb le dijo: “¡Oh Mensajero de Alá!¡Por mi padre y madre,
quienes se sacrificaron por ti! Esta noche ¿Acaso has rezado una oración
de un modo jamás antes visto?” A lo que le contestó: Sí, era una oración
de temor y esperanza; [ciertamente] pedí a mí Señor, poderoso y sublime,
tres cosas; me concedió dos, y me rechazó una. Le pedí a mi Señor que
no nos destruyera del modo que lo hizo con naciones anteriores a
nosotros (en otra versión: Que no destruyera mi umma con hambruna) y
él me lo concedió; le pedí a mi Señor magnífico y sublime que no nos
antepusiera un enemigo extraño a nosotros, y me lo concedió; más le
pedí a mi Señor que no nos cubriera con el manto de la confusión en las
rivalidades, y Él me lo negó”

También, una noche que permaneció (en oración) repitiendo una aleya
hasta que fue el amanecer:

“Si los castigas, son Tus siervos. Si los perdonas, Tú eres el


Poderoso, el Sabio” (La mesa servida 5:118)

[Con ella se inclinaba, con ella se prosternaba, y con ella suplicaba]. Así
que en la mañana Abu Darr (A. S. E) le dijo: “¡Oh Mensajero de Alá! No
cesaste de recitar esta aleya hasta que amaneció; tú te inclinaste con ella
y te prosternaste con ella -y suplicaste con ella, siendo que Alá te enseñó
todo el Corán-; si cualquiera de nosotros fuera hacer esto, ¿debemos ser
firmes en él?” Y él (P. B. E) contestó: En verdad solicité a mi Señor,
Magnánimo y Omnipotente, interceder por mi umma: Él me lo concedió
así, y de ser posible, si Alá lo permite, para cualquiera que no asocie
nadie con Alá.

Un hombre le dijo: “¡Oh Mensajero de Alá! Tengo un vecino que está


parado (en oración) toda la noche y no recita nada excepto “Di: ‘Él es Alá,
el Único’” (112), y eso cuando lo considera poco”. Así que el Profeta dijo:
¡Por quien en Sus manos está mi alma! Ello vale un tercio del Corán.

7.- Oración del Uiter

“Él (P. B. E) solía recitar: ‘¡Glorifica en el nombre de tu Señor, el


Altísimo!’ (El Altísimo 87) en la primera raká; ‘Di: “¡Infieles!”’ (Los Infieles
109)en la segunda; y ‘Di: “Él es Alá, el Único”’ (La fe pura112) en la
tercera. Algunas veces él agregaba a la última ‘Di: “Me refugio en el
Señor del alba”’ (El alba 113) y con ‘Di: “Me refugio en el Señor de los
hombres”’ (Los hombres 114).

Una vez “él recitó cien aleyas de sura Las mujeres (4:176) en la tercera
raká”.
En cuanto a las dos rakás después del uiter, él solía recitar “Cuando se
sacuda la tierra...” (El terremoto 99) y “Di: ‘¡Infieles!’” (Los infieles 109)
en ellas.

8.- Oración del Viernes

Él (P. B. E) algunas veces recitaba sura El viernes (62) en la primera raká; y


“Cuando los hipócritas vienen a ti” (Los hipócritas 63) en la segunda, u
otras veces recitaba en lugar de la susodicha “¿Te has enterado de la
historia de la que cubre?” (La que cubre 88). U otras veces ‘él recitaba
“¡Glorifica en el nombre de tu Señor, el Altísimo!” (El Altísimo 87) en la
primera raká y “¿Te has enterado de la historia de la que cubre?” (La
que cubre 88) en la segunda’.

9.- Oración del Áid

“Él (P. B. E) recitaba (algunas veces) “¡Glorifica en el nombre de tu Señor,


el Altísimo!” (El Altísimo 87) en la primera raká y “¿Te has enterado de
la historia de la que cubre?” (La que cubre 88) en la segunda”. O
algunas otras “él recitaba en ellas ‘Qāf. ¡Por el glorioso Corán!’ (Qāf 50:1)
y ‘Se acerca la Hora, se hiende la luna’ (La luna 54:1)”.

10.- Oración del Funeral

“La sunna es recitar la Fatiha (y otra sura) en ella”. También “estaba en


silencio por un rato, después del primer takbír”.

SALMODEAR & RECITAR CON VOZ SUBLIME EL CORÁN.

Él (P. B. E) solía salmodiar el Corán lentamente, con tonos mesurados y


rítmicos, como Alá lo había instruido, sin acelerarse o apresurarse; más
bien tenía “la entonación de cada letra claramente bien diferenciada”,
tanto que “podía recitar una sura en tal tono con ritmo lento que la
sostenía lo más prolongada posible”.

Él también solía decir: se dirá al almocrí (en el Día del juicio): ‘Recitad y
ascended; recitad lentamente y rítmicamente como lo solías hacer en el
mundo previamente; tu lugar será donde recites la última aleya’.
Él “solía prolongar su recitación –en una letra que podía ser sostenida-
como en bismilá, en rajmán y en rajím”, y en “nadid” (Qāf 50:10) y
similares.

Él solía detenerse al final de una aleya, como se ha explicado


anteriormente.

Algunas veces “recitaba en un tono vibrante atractivo, como hizo en el


Día de la Conquista de Meca, cuando sentado sobre su camella, recitó
sura al-Fath (48:29) (muy suave), y Abdulá ibn Mugáfal narró describiendo tal
tono atractivo como: ♪ ¡aaa ! ♪ ”.

El solía ordenar que la voz de uno fuese hermosa cuando recitáramos el


Corán, diciendo:

Embelleced el Corán con vuestras voces (pues una bella voz aumenta la
belleza del Corán) . Y en verdad quien tenga una de las voces más bellas
de entre la gente para entonarlo, es quien teme a Alá cuando lo oyes
recitar.

Él también solía ordenar que salmodiáramos el Corán en un tono


placentero, diciendo: Estudiad el Libro de Alá; recitadlo repetidamente;
poseedlo (o sea, memorizarlo); y entonadlo melodiosamente, pues en
quien Sus manos esta mi alma, esto es más veloz que los camellos
huyendo de sus ataduras.

Él también solía decir: Quien no recita el Corán en un tono placentero no


es uno de nosotros. Y también decía: Alá no escucha cosa alguna como
cuando escucha a un profeta [con buena voz. Otra narración: con una
melodía hermosa] que recita el Corán en un tono (fuerte,)placentero.

Él (P. B. E) le había dicho a Abu Musa al-Ash’ari (A. C. E):

¡Ayer me habéis observado mientras os escuchaba recitar! ¡Es así como


se os ha regalado uno de los instrumentos de viento musical
perteneciente a la familia de David! [así que Abu Musa dijo: “De haber
sabido que te encontrabas ahí, habría hecho mi voz más placentera y
sentimental para ti]”.

AMONESTANDO AL IMÁM

Él (P. B. E) puso el ejemplo de corregir al imám cuando éste recita


confundiendo las aleyas, cuando una vez:

“Él rezó, recitó fuertemente, y su recitación la hizo equivocada. De modo


que cuando el terminó, dijo a Ubayy: ¿Rezaste con nosotros? Aquél le
contestó ‘Sí’. Le dijo el Profeta: ¿Qué te detuvo [para corregirme]?

BUSCANDO REFUGIO & ESCUPIR LEVEMENTE DURANTE LA ORACIÓN PARA


PODER REPELER LA TENTACIÓN.

Otmán ibn Abil Ás (A. C. E) le dijo al Profeta: ‘¡Oh Mensajero de Alá! ¡El
Diablo llega a mí en la oración y me confunde al recitar!’ Así que el
Mensajero de Alá (P. B. E) dijo: Ese es un diablo llamado Jinzab. Así que
cuando lo detectáis, busca refugio en Alá de él, y escupe ligeramente
sobre tu izquierda tres veces. Aquél le dijo: ‘Así que cuando lo hice, Alá
hizo que se alejara de mi’.

EL RUKÚ (LA INCLINACIÓN)

Tras completar la recitación, él (P. B. E) pausaba por un momento,


después elevaba sus manos de la forma ya descrita (ver takbír de
apertura), diciendo takbír y haciendo rukú.

Él también ordenó “a quien oraba deplorablemente” hacer igual,


diciéndole: En verdad, que la oración de uno de vosotros no es completa
hasta que realiza una excelente ablución como lo ordena Alá ... luego
celebra la grandeza de Alá, lo alaba y lo glorifica; luego recita el Corán
hasta donde pueda como Alá le haya enseñado y permitido hacerlo;
después pronuncia takbír y hace rukú [y coloca sus manos sobre sus
rodillas] hasta sus articulaciones están cómodas y relajadas...

CARACTERÍSTICAS DEL RUKÚ

“Él (P. B. E) colocaba las palmas de su mano sobre sus rodillas”, y “les
ordenó hacer lo mismo”, al igual que lo ordenó “al que rezaba
deplorablemente” en el ya mentado hadiz.

“Él colocaba sus manos firmemente sobre sus rodillas [como si estuviera
asiéndolas ]”, y “separaba sus dedos” ordenando “a quien rezaba
deplorablemente” hacer lo mismo, diciendo: cuando hagáis rukú, colocad
vuestras palmas sobre sus rodillas, después separad lo dedos, después
permaneced (así) hasta que cada miembro tome su (apropiado) lugar.

“Él solía esparcirse (o sea, no estar en una posición apretada], y mantenía


sus codos separados de sus costados”.

“Cuando hacía rukú, él expandía su espalda y la ponía plana”, “de modo


que si el agua era vertida sobre ella, ésta (el agua) se estancaría (o sea,
no correría)”. Él también dijo a “quien oraba deplorablemente”: cuando
hacéis rukú, poned las palmas sobre vuestras rodillas, ensanchad vuestra
espalda (en plano) y sosteneos así en rukú.

“Él nunca hubiese estado cabizbajo ni cabeza arriba (o sea, por encima de
la espalda)” sino más bien entre ambos.

ES OBLIGATORIO ESTAR CÓMODOS EN EL RUKÚ

Él solía estar cómodo en su rukú, y así lo ordenó “al que rezaba


deplorable mente”, como se indicó en la primera sección de rukú.

Él solía decir: Completad el rukú y el suyúd, pues por Quien en Sus


manos tiene mi alma, en verdad os veo tras de mi cuando hacéis el rukú y
el suyúd.

“Él (P. B. E) vio a un hombre rezar sin completar su rukú apropiadamente,


y ‘picoteando’ (como ave) en el suyúd. Así que le dijo: estuviese este
hombre a punto de morir, moriría en una fe que no es la de Mohámed;
quien no hace rukú completamente y picotea en su suyúd, es como un
hambriento que come uno o dos dátiles, los cuales no le son de beneficio
alguno.

Abu Huraira (A. S. E) dijo: “Mi querido amigo (P. B. E) me prohibió


‘picotear’ en mi oración como un pollo, de fisgar como un zorro, y de
agazaparme como un mono”.

El Mensajero (P. B. E) solía decir: No hay peor ladrón sino el que roba algo
de su oración. Ellos exclamaron: “¡Oh Mensajero de Alá, ¿Y cómo es que
roba algo de su oración?” Y les contestó: Cuando no completa su rukú y
suyúd.
Una vez, “él estaba rezando, cuando atisbó con un ojo que un hombre no
colocaba su columna (vertebral) en rukú y en suyúd. Cuando hubo
terminado, él dijo: ¡Oh musulmanes aquí reunidos! En verdad que la
oración no es válida para quien no coloca su espinazo en rukú y en
suyúd.”

Él dijo en otro hadiz: la oración de un hombre no cuenta, excepto que


rectifique su espalda en rukú y suyúd.

EL RECORDATORIO EN RUKÚ

El Profeta solía decir diferentes tipos de súplicas y recordatorios de Alá,


de los cuales, se mencionan a continuación:

1.- Subjána rabbial ‘adím.

¡Alabado sea el Señor Magnífico! Decirlo tres veces. Pero algunas veces,
la repetía más de tres.

Una vez, en la oración nocturna, lo repetía tanto, que su rukú se volvió


tan largo al igual que su posición de firmes y en la cual había recitado
tres de las suras largas: La vaca, Las mujeres y la Familia de Imrán. Dicha
oración estuvo llena de súplicas y lamentación, lo cual se narra en un
hadiz previo (Recitación en la oración de la noche).

2.- Subjána rabil ‘adím ua bijamdik.

Alabado y loado sea el Señor Magnífico, tres veces.

3.- Subbújun cuddusun rabbul maláikati ua rúj.

¡Gloria Bendito Señor de los ángeles y del Espíritu!

4.-Subjánaka Alájuma ua bijámdika, Alájuma igfir lí.

¡Oh Alá, alabado y loado Seas! ¡Oh Alá, perdóname! Solía decirlo
mucho en su rukú y suyúd, cumplimentando la orden del Corán.

5.- Alájuma laka rak’atu, ua bika amantu, ua laka aslamtu [anta rabí],
kjasha’a laka sam’ íi ua basarí, ua mují ua ádmii (ua fi riuaya: ua idamíi)
ua ásabíi [ua ma istacalat biji cadamí lilá rabil al alamín]

¡Oh Alá! Ante Ti me inclino, en Ti creo, a Ti me someto [Tú eres mi


Señor], Tu dispones de mi oído, mi vista, mi sangre, mi carne, mi
hueso (en otra narración dice: mis huesos), mis tendones [y lo que
sea que mis pies llevan, a Ti, Señor de los mundos]

6.- Alájuma laka rak’at, ua bika amant, ua laka aslámt, ua ‘aleika


tauakalt, anta rabí, jash’a samií bassarí ua damí ua lajmí ua ‘adamí ua
‘assabí liláji rabil alamín.

¡Oh Alá! Ante Ti me inclino; en Ti he creído; a Ti me someto; en Ti


pongo mi confianza; Tú eres mi Señor; mi oído, mis ojos, mi carne, mi
sangre, mis huesos y nervios son para Ti, Alá, Señor de los mundos.

7.- Subjána díil yabaruti ual malakúti ualkibría-i ual ‘ádáma.

Alabado Sea quien posee el Poder, el Reino; Magnificencia y


Supremacía. Él solía decirla en la oración de la noche.

PROLONGANDO EL RUKÚ

“Él (P. B. E.) solía hacer su rukú, su incorporación después de rukú, su


suyúd, y su sentada entre las dos suyúdes, casi iguales en duración”.

PROHIBICIÓN DE RECITAR EL CORÁN EN RUKÚ

“Él solía prohibir la recitación del Corán en rukú y en suyúd.” Además, él


solía decir: “En verdad, se me ha prohibido el recitar el Corán en rukú o
suyúd. En el rukú, por lo tanto, glorificad al Señor en Su Supremacía,
Omnipotencia; en cuanto al suyúd, esforzáos en la súplica de aquello por
lo cual es más querido y seréis correspondidos”

INCORPORARSE DERECHO EN EL RUKÚ, Y LO QUE HA DE DECIRSE

Después, “él (P. B. E) se levantaba erecto del rukú, diciendo:

Sami Aláju limán jamidá.

Alá escuche a quien lo alaba.


Él también ordenó “a quien rezaba deplorablemente” hacer esto, y le dijo:
Ninguna oración es completa hasta que ... él dijo takbír... después hizo
rukú... después dijo “Alá escuche a quien lo alaba” hasta que se para
derecho” Cuando él alzó su cabeza, el permanecía parado derecho hasta
que cada vértebra de su espalda regresaba a su posición.

Después él solía decir mientras permanecía de pie:

Rabbana ua lakal jamd.

Nuestro Señor, y a Ti la alabanza

Él ordenó a todos los adoradores, ya sea que estuvieren atrás o no de un


imám, hacer lo anterior al levantarse del rukú, al decir: Rezad como me
habéis visto rezar.

Él también solía decir: el imám está para ser seguido... cuando él ha


dicho ‘Alá escuche a quien lo alaba’ entonces decid, ‘[¡Oh Alá!] nuestro
Señor, para Ti toda alabanza’; Alá os escuchará, porque en verdad, Alá,
bendito y exaltado, a dicho por medio de la lengua de Su Profeta (P. B.
E.): Alá escuche a quien lo alaba’

Él también dio razones para tal ordenanza en otro hadiz diciendo... para
aquél cuya palabra coincide con la de los ángeles, tendrán sus pecados
pasados perdonados.

Él solía elevar sus manos cuanto se incorporaba, en la forma descrita bajo


el título La Apertura de Takbír.

Mientras estaba parado, él solía decir, como previamente dijimos:

1.- Rabbana ua lakal jamd.

Nuestro Señor, y a Ti la alabanza; o

2.- Rabbana lakal jamd

Nuestro, Señor, a Ti la alabanza.

Algunas veces él añadía al principio de cualquiera:


3,4.- Alájuma

¡Oh Alá!...

Él solía ordenar a otros decir esto, diciendo: Cuando el imám dice “Alá
escuche a quien le alaba”, entonces decid: “¡Oh Alá! Nuestro Señor, a Ti
todas las alabanzas”, ya que aquél que lo diga coincidiendo con los
ángeles tendrá sus pecados pasados perdonados.

Algunas veces, él también añadía:

5.- Mil-a samauát, ua mil-al ard, ua mil-a ma shí-ta


min shein baád.

... Llena los cielos, la tierra y lo que sea que venga a Tu deseo, o

6.- Mil-a samauát, ua mil-al ard u ma beina jumá ua mil-a ma shí-


ta min shein baád.

... Llena los cielos, la tierra, lo que hay entre ellas y llena lo que venga a
Tu deseo.

Algunas veces él también agregaba:

7.- Ajla zaná i ual machd, la manía a limá atéit, ua la


mútia limamana-át, ua la yanfáu dal yaddi minkal yadd.

¡Gloria y Majestad a Dios! Nadie puede sostener de lo que tu das garante


y nadie puede garantizar lo que tu sostienes ni puede hacer que los
bienes de cualquiera lo beneficie frente a Ti.

8.- Mil-a samauát, ua mil-al ard, ua ma beiná jumá ua mil-a


ma shí-ta min shein baád, ajla zanái ual machd, ajácu ma
cálal ábd, ua kulunná laka ábd, [alájuma] la manía lima atéit,
[ua la mutía limá maná ], ua la yanfá-u dal yaddi minkal yadd.

Llena los cielos, llena la tierra y llena lo que venga a Tu deseo. ¡Gloria y
Majestad al Señor!- lo más verdadero que un esclavo ha dicho, y
todos nosotros somos esclavos Tuyos [¡Oh Alá!] Nadie puede
sostener de lo que tu das garante y nadie puede garantizar lo que
tu sostienes ni puede hacer que los bienes de cualquiera lo
beneficie frente a Ti.
Algunas veces, él (P. B. E) decía lo siguiente durante la oración nocturna:

9.- Li rabbíal jamd, li rabbíal jamd.

A mi Señor todas las alabanzas, a mi Señor todas las alabanzas,


reiteradamente hasta que su posición parada la hacía durar tanto como
su Rukú, la cual era cercanamente tan larga como su primera posición
(parado), en la cual él recitaba sura La Vaca.

10.- Rabbana ualakal jamd, jamdan kazíran táyiban mubárakan fíji


[mubárakan aléij, kamá yujíbu rabbúna ua yarda]

Un hombre que rezaba atrás de él (P. B. E) dijo esto después que él (P. B.
E) había alzado su cabeza desde el Rukú y dijo: Alá escuche a quien lo
alaba. Cuando el Mensajero de Alá había terminado su oración, él dijo:
¿Quién ha hablado? El hombre dijo: “Fui yo ¡Oh Mensajero de Alá!” Así
que el Mensajero de Alá (P. B. E) dijo: Vi a más de treinta ángeles
apresurándose a ser los primeros para registrarlo.

ALARGANDO DICHA POSICIÓN (ERGUIDO) Y LA OBLIGACIÓN DE HACERLO


CÓMODO

Él (P. B. E) solía hacer su posición erguida tan larga como su Rukú, como
se mencionó anteriormente. De hecho, “él estaba parado (por mucho
tiempo) varias veces, que algunos decían ‘él ha olvidado’, (porque su
posición parada duraba mucho)”.

Él (P. B. E) solía instruirlos para estar cómodos en ella; de aquí, él dijo a


“quien rezaba deplorablemente”: ... después, alza tu cabeza hasta que
estes firme [y cada hueso hay tomado su lugar]. En otra narración:
cuando te elevas, haz tu espinazo recto y alzas tu cabeza, hasta que cada
hueso haya recobrado sus uniones.

Él también le recordó: que la oración de ninguno es completa excepto


que la haga así; y también solía decir: Alá, Poderoso y Sublime, no mira la
oración de un siervo que no hace su espalda recta entre sus
prosternaciones e inclinaciones.

EL SUYÚD (PROSTERNACIÓN)
Después “él (P. B. E) decía takbír y bajaba a sachda ”, y ordenó “a quien
rezaba deplorablemente” hiciera así, diciéndole Ninguna oración es
completa excepto... él dice: Alá escuche a quien lo alaba y permanece
de pie rectamente, entonces dice: Alá es el Más grande, y se
prosterna de modo que sus uniones estén en descanso.

También, “cuando él quería realizar la sachda, él decía takbír, [separaba


las manos de sus costados] y después realizaba sachda.”

Algunas veces “elevaba sus manos cuando realizaba sachda.”

BAJANDO A LA SACHDA CON LAS MANOS

“Él solía colocar sus manos en el suelo antes que sus rodillas”.

Así solía instruirlo, diciendo: Cuando alguien de ustedes realiza sachda,


no debe arrodillarse como un camello, sino que debe colocar sus manos
antes que sus rodillas.

DESCRIPCIÓN DE LA SACHDA

“Él se apoyaba sobre las palmas (y las extendía)”, “ponía sus dedos
juntos” y “los apuntaba hacia la quibla”

También “él las colocaba (sus palmas) a la altura de sus hombros” y


algunas veces “a la altura de sus orejas”.”Él ponía su nariz y frente sobre
el suelo firmemente”.

Aconsejó a “quien rezaba deplorablemente”: Cuando te prosternes, ponte


firme en tu prosternación. En otra versión: cuando te prosternes, pon tu
rostro y manos firmemente abajo, hasta que todos tus miembros estén
colocados apropiadamente”.

También solía decir, “no hay oración para aquellos cuya nariz no toca el
piso al igual que la frente”.

“Él solía poner sus rodillas y pies abajo con firmeza”, “apuntaba los dedos
de los pies hacia la quibla”, “juntaba sus talones”, “ponía sus pies
derechos” y “ordenó hacerlo del mismo modo”.

De aquí se deduce eran siete los miembros que prosternaba el Profeta:


las palmas, las rodillas, los pies, la frente con la nariz-considerando a
estos dos últimos como un solo miembro de prosternación- como dijo el
Profeta: Me ha sido ordenado prosternarme (en otra narración: se nos ha
sido ordenado...) sobre siete huesos: sobre la frente...., y luego lo recalcó
al mover sus mano alrededor de su nariz,... las manos (en otra versión:
las palmas), las rodillas y los dedos de los pies, y no arremangar las
túnicas y no recogerse el cabello.

También solía decir, cuando un siervo se prosterna, los siete miembros lo


hacen igual: su rostro, sus palmas, sus rodillas y sus pies.

Acerca del hombre que rezó atrás de él con su cabello atado, dijo: su
ejemplo seguramente es como aquél que reza con sus manos atadas
(atrás de su espalda). También dijo que es la montura del diablo, o sea,
donde el diablo se sienta, refiriéndose a los nudos en el cabello.

“Él no apoyaba sus antebrazos sobre el suelo”, pero “los (dos los] alzaba
por encima del piso, y los mantenía lejos de sus costados de modo que la
blancura de sus sobacos pudiera ser vista desde atrás”; también “ de
modo que si un corderito o cabrito quería pasar por debajo de sus
brazos, estos lo podrían hacer así”.

El practicaba tal cosa hasta tal grado que uno de los Compañeros dijo,
“solíamos tener lástima del Mensajero de Alá (P. B. E.) por la manera en
que tenía sus manos apartadas de sus costados”.

Él solía ordenarlo del mismo modo, diciendo: cuando realicéis la sachda,


colocad vuestras palmas(de las manos) (sobre el piso) y elevad vuestros
codos, y aparejaos en el suyúd, y ninguno de vosotros debe extender los
antebrazos al igual que los perros (en otra narración: ... como el perro los
extiende).Otro hadiz reza, ninguno de vosotros descanse los brazos
sobre el suelo del mismo modo que los perros lo hacen.

Él (P. B. E.)también solía decir: no extendáis vuestros brazos [del modo


que las bestias de caza lo hacen], encimad vuestras palmas (en el piso) y
mantened los brazos abiertos, porque cuando lo hacéis así, cada uno de
vuestros miembros participa de la prosternación.

EL ESTAR CÓMODOS EN EL SUYÚD ES UNA OBLIGACIÓN

Él (P. B. E.) solía ordenar que se completara el rukú y el suyúd, pues uno
que no los hace bien es como un hambriento que come uno o dos dátiles,
los cuales son inútiles para éste, añadiendo que él es ciertamente uno de
los peores ladrones de entre la gente.

Él también advirtió a quien no tuviera su espinazo correctamente plano y


recto en el rukú y en el suyúd, que la oración era inválida, como se lee en
la sección previa del “Rukú” a quien “rezaba deplorablemente”.

LOS DIKERS DEL SUYÚD

He aquí algunas de las súplicas y recordatorios que hacia Alá decía el


Profeta (P. B. E.) en esta posición:

1.- Subjána rabbial ‘ala.

Alabado sea el Altísimo: lo decía tres veces. Aunque “él lo repetía más
de tres”.

Una vez lo repitió tantas veces que el suyúd se vuelve casi igual en
tiempo a su posición erguida, la cual duró lo que recitó sura la Vaca, las
Mujeres y al-Imrán. Dicha oración estuvo llena se súplicas y peticiones de
perdón, como señalamos en las sección “Oración nocturna”.

2.- Subjána rabbial ‘ala ua bijamdijí.

Loa y Alabanzas al Altísimo (tres veces)

3.- Subbuju cuddusun rabul maláika ua rúj

Santísimo el Señor de los ángeles y del Espíritu (santo).

4.- Subjánaka Alájuma rabbana ua bijámdika Alájuma ígfir lí.

Alabado Seas ¡Oh nuestro loado Señor! ¡Oh Alá! Perdóname: lo cual era
dicho a menudo en Rukú y suyúd, cumpliendo así una orden del Corán.

5.- Alájuma sayádtu, ua bika amantu ua laka aslamtu, [Ua anta rabí],
sayada uachji liladí jalácaju ua ssauáraju, [fa ájsana ssuáraju], ua shaqa
sam’aju ua bassaraju, [fa] tabáraka láju ájsanul jáliquín.

¡Oh Alá! Ante Ti me prosterno y creo en Ti y por Ti me islamizo, [y Tú


eres Mi Señor], Mi rostro se prosterna ante quien lo creó y dio forma,
[pues es quien lo mejoró a la vista] ya que lo dotó de oído y visión,
[así que] ¡Bendito Alá, el Mejor de los creadores!

6.- Alájuma Igfir lí danbí kullaj, ua diccaju ua yílaj, ua auálaju ua ajíraj, ua


‘alániá ju ua sirraj.

¡Oh Alá! Perdona todos mis pecados; los mayores y los menores; del
primero al último; y los públicos y secretos.

7.- Sachada laka sauadí ua jabalí, ua ámana bika fu-adí, abu-ú


bin’imatika ‘alaiia, jadaiia yadaiia ua ma yanaitu ‘ala nafsí.

Ante Ti prosterno mi persona y mi sombra; creo en Ti con todo mi


corazón; reconozco tus favores hacia mí; he aquí mis manos y lo que
he obtenido contra mi (deseo).

8.- Subjána dí al yabarút ual malacút ual quibría-i ual ‘adámah.

Alabado quien posee el Poder, el Reino, la Magnificencia y la


Supremacía, la cual repetía en la oración de la noche, al igual que las
siguientes:

9.- Subjánaka [Alájuma] ua bijámdik, ua la ilája íla ant.

Alabado y exaltado Seas [ ¡Oh Alá!], y no hay más dios sino Tú.

10.- Alájuma igfir lí ma asrart, u ama ‘alánt.

¡Oh Alá! Perdona lo que he ocultado (los pecados) y lo que he


mostrado (los pecados)

11.- Alájuma ich-al fi calbi núran, ua fi lisáni núran, ua ichal fi samí


núran, ua ich-al fi bassarí núran, ua ich-al min tajtI núran, ua ich-al min
fauquí núran, ua ‘an yamíni núran, ua ‘an yasaarí núran, ua ich-al amamí
núran, ua ich-al jalfi núran, ua ich-al fi nafsí núran, ua ídam lí núran.

¡Oh Alá! ilumina mi corazón, mi (forma de) hablar; ilumina lo que


escucho; ilumina por encima y debajo mío; a mi derecha y a mi izquierda;
ilumina (mi camino), atrás y adelante, ¡ilumíname con Tu luz grandiosa!

12.- [Alájuma][Inní] aúdu biridáka min sajáttik, ua [aúdu] bimú-afátika


min ‘ucubatik, ua aúdu bika mink, la ajssí zna-an aléik, anta cama
aznaita ála nafsik.
[¡Oh Alá!][en verdad] busco refugio en la complacencia de Tu ira;
[busco refugio] en el perdón de Tu castigo; busco refugio en Ti de Ti.
sin llevar la cuenta de mis alabanzas a Ti. Nadie para alabarte como
lo haces Tú.

PROHIBICIÓN DE RECITAR EL CORÁN EN SUYÚD

El Profeta acostumbraba prohibir la recitación del Corán en rukú y en


suyúd, y ordenó en lo posible que dijeran súplicas en dicha posición,
como explicamos en el capítulo del “Rukú”. También acostumbraba decir:
el siervo esta lo más cercano a su Señor cuando se prosterna, así que
incrementa sus súplicas.

ALARGANDO LA SACHDA.

Muhámmad (l. p. b. e) hacía su suyúd tan largo como su rukú, y algunas


veces lo hacía extremadamente largo debido a ciertas circunstancias,
como uno de los Compañeros narró:

“El mensajero de Alá (l. p. b. A. e) vino hacia nosotros para una de las dos
últimas oraciones (dohor y Ázar) junto con Hassán o Hussein. El Profeta
(l. P. B.) entonces, se puso al frente y lo colocó abajo (al lado de su pie
derecho), dijo el takbír para la oración y comenzó a rezar. Durante la
oración, el realizó una prosternación prolongada, así que levanté la
cabeza (por encima de los demás asistentes) y ahí estaba el niño, sobre la
espalda del Mensajero de Alá (l. p. b. e), quien estaba en prosternación.
Entonces regresé a mi posición (prosternado). Cuando el Mensajero de
Alá (l. p. b. e) había terminado la oración, la gente dijo: ‘¡Oh Mensajero
de Alá! A la mitad de la oración, haz realizado una postración muy larga,
y tanto, que pensamos que sucedió algo o recibiste una revelación!’ A lo
que contestó: Nada de eso; sucedió que mi hijo se montó a mi espalda,
de modo que no quise apresurarlo sino hasta que cumplió se deseo”.

En otro hadiz: “Él (P. B. E) estaba rezando. Cuando llegó a la sachda, al-
Hassán y al-Hussein brincaron a su espalda. Cuando la gente trató de
detenerlos, les hizo una cara para que los dejaran en paz. Tras completar
la oración, los colocó en su regazo y dijo: Cualquiera que me ame, deberá
amar a estos dos.”
LA EXCELENCIA DE LA SACHDA

Él (P. B. E) acostumbraba decir: no habrá nadie entre mi umma que yo no


conozca en el Día de la Resurrección. Y dijeron: ‘¿cómo los reconocerás,
Oh Mensajero de Alá, de entre la multitud de seres de la creación?’ A lo
que respondió:¿Acaso no hay entre vosotros alguno que entre a una cerca
en la que se encuentran un negro corcel y un caballo con blancas patas y
frente blanca?¿Acaso no reconoceríais al segundo del primero? Ellos
respondieron “por supuesto”. Y les dijo: Pues así, mi umma ese día
poseerá rostros blancospor el suyud, y pies y brazos por la ablución.

También solía decir,: cuando Alá tiene misericordia sobre quienes quiere
de la gente del fuego, Él ordena a los ángeles sacar a quienes hayan
adorado a Alá; y ellos lo harán, reconociéndolos por sus marcas de
suyud, porque Alá ha prohibido que el fuego devore a los marcados por
el suyud. Así ellos serán alejados del fuego, porque el fuego devora a
todos los hijos de Adán, excepto los que tienen la marca del suyúd.

LA SACHDA SOBRE EL SUELO Y SOBRE ESTERAS

Él se postraba a menudo sobre el suelo (llano).

"Sus Compañeros oraban con él en el intenso calor, y cuando uno de


ellos no podía apretar su frente contra la tierra, él extendía su túnica para
(que pudieran) postrarse sobre ella".

Él también decía: la tierra entera ha sido hecha un lugar de culto


(mezquita) y una purificación para mi (persona) y la umma; así
dondequiera que la oración llegue debido a alguien de mi umma, esta
persona tiene su lugar de culto (mezquita) y su purificación a su lado.
Aquéllos antes de mí pensaban que esto era demasiado; de hecho, ellos
sólo oraban en sus iglesias y sinagogas.

A veces, él se postraba en el lodo, y eso le pasó una vez al alba en la


vigésima primera noche de ramadán, cuando llovió y el tejado de la
mezquita que estaba hecha de palmeras, se deslavó. Así él (P.B.E) se
postró sobre el lodo; Abu Sa'id al-Judri dijo, "Así lo vi, con mis propios
ojos, al Mensajero de Alá (P. B. E.), con rastros de lodo en su frente y
nariz".

También, "él a veces oraba en una al-jumra", o "en una estera"a veces, y
"él oró una vez sobre ella cuando se había teñido de negro debido al uso
prolongado”.

LEVANTÁNDOSE DE LA SACHDA

Luego: "él (P. B. E.) levantaba su cabeza de la postración mientras decía el


takbír", y ordenó "al que rezaba deplorablemente" hacerlo, diciendo: la
oración de cualquier persona no está completa hasta... postrarse (y) hasta
que sus miembros estén en reposo, y diga, 'Alá es el más Grande' y eleve
su cabeza hasta que se sienta derecho. También: “él levantaría sus manos
con este takbír” algunas veces.
SENTARSE EN MUFTARISHAN ENTRE LAS DOS SACHDAS.

Luego, "él ponía su pie izquierdo a lo largo del suelo y se sentaba en él


[relajado] ", y él ordenó "al que rezaba deplorablemente" (hacerlo) así,
diciéndole: Cuando os postráis, postraos firmemente, y cuando os
incorporéis, sentaos sobre vuestro muslo izquierdo.

"Él tendría su pie derecho verticalmente ", y "pondría sus dedos del pie
hacia la quibla". [Vea el diagrama]

‘IC-Á ENTRE LAS DOS SACHDAS.

“Él algunas veces practicaba ‘ic-á (descansando sobre ambos talones y


(sobre) sus dedos del pie)”

LA OBLIGACIÓN DE ESTAR EN REPOSO ENTRE LAS DOS SÁCHDAS.

“Él (P. B. E.) no reposaba hasta que cada hueso regresaba a su posición
(apropiada)”, y él ordenó “a quien rezaba deplorablemente” hacerlo del
mismo modo, y le dijo: la oración de cualquiera de vosotros no esta
completa hasta que la realiza así.
OBLIGACIÓN DE ESTAR CÓMODOS ENTRE LAS DOS SÁCHDAS
"Él (P. B. E.) se ponía cómodo hasta que cada hueso recuperaba su
posición (apropiada)”; y ordenó a " quien rezaba deplorablemente" hacer
lo mismo diciéndole que la oración de cualquiera de vosotros no esta
completa hasta hacerla así

DEMORANDO LA POSICIÓN DE SENTADO ENTRE LAS DOS SÁCHDAS


“Alargaba (la posición sentada) tanto que hasta casi era igual de larga
como su sáchda" . En otras ocasiones “permanecía (en tal posición) que
uno llegaba a decir que él (P. B. E.) ha olvidado”.

LOS DIKERS ENTRE LAS DOS SÁCHDAS


Al sentarse, él (P. B. E.) decía:

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¡Oh Alá! (en otra narración: ¡Oh Señor mío!) Perdóname; ten
piedad de mí; [fortaléceme;] [elévame;] guíame; [dispénsame;]
dame sustento.

Otras veces decía:

SHAPE \* MERGEFORMAT

¡Oh Señor mío! Perdóname, perdóname.


Los dos recordatorios (dikers) previos también los decía en la oración de
la noche.

LA SEGUNDA SÁCHDA.
Después “él decía takbír y se postraba por segunda vez” Ordenó también
a "quien rezaba deplorablemente" hacerlo así; diciéndole después de
haberle dado la orden de estar cómodo entre las sáchdas: entonces di
'Alá es el más Grande' y prostérnate hasta que tus uniones estén
tranquilas [y hazlo así en todas tus oraciones]. Él realizaba esta sáchda
exactamente como realizaba la primera. Además, “él elevaba sus manos
con dicho takbír” algunas veces.
Después, "él elevaba su cabeza mientras decía el takbír", y le ordenó a
"quien rezaba deplorablemente” hacer lo mismo, diciéndole después de
haberle ordenado como prosternarse la segunda vez: "entonces levanta
tu cabeza y di takbír". Y agregó "[entonces hazlo así en todas tus
prostraciones y reverencias,] ya que si lo haces, tu oración estará
completa, y (algo) menos que esto, tú oración estará incompleta" En
conjunto, "elevaba sus manos" algunas veces con dicho takbír.
SENTADOS EN DESCANSO
Posteriormente, "él se sentaba verticalmente [sobre su pie izquierdo,
erecto, hasta que cada hueso ocupaba su posición respectiva]."

APOYARSE FIRMEMENTE CON LAS MANOS AL LEVANTARSE PARA LA


SIGUIENTE RAKÁ
Después, "se levantaba para la segunda raká, apoyándose sobre el suelo."
O "él (P. B. E.) cerraba sus puños en la oración: apoyándose con sus
manos cuando se incorporaba."

LA SEGUNDA RAKÁ.

"Cuando él (P. B. E.) se levantaba para la segunda raká, comenzaba


alabando a Alá (Fatiha 1:1), sin detenerse."
Siempre realizaba esta raká exactamente igual a la primera, excepto que
la hacía más corta que la primera como antes.

ES OBLIGATORIO REZAR SURA LA FATIHA EN CADA RAKÁ


Ordenó a " quien rezaba deplorablemente" recitar la Fatiha en cada raká;
tras decírselo (recitarla en la primera raká), después le ordenó: Hazlo así
en toda tu oración (en otra narración: en cada raká). También solía
decir, a cada raká, su recitación.

EL PRIMER TACHÁJUD.
Después, él (P. B. E.) se sentaba para el tachájud después de
terminar la segunda raká. En la oración de dos rakás (el fáyer), "se
sentaba en muftarishan", y ya que solía sentarse entre las dos
sáchdas, "se sentaba de igual modo en el primer tacháhjud" en la
oración de tres –y cuatro-rakás. [Véase diagrama].
Y ordenólo así a “quien rezaba deplorablemente”, diciéndole: cuando te
sientes a mitad de la oración, estad calmado; tiende tu muslo
izquierdo y realiza el tachájud.

Abu Huraira (A. S. E) narró: "Mi amigo (P. B. E.) me prohibió agazaparme
(ic-á) como un perro"; en otro hadiz: "solía prohibir el agazapamiento del
diablo."
"Una vez sentado en tachájud, colocaba la palma derecha (de su mano)
sobre su muslo derecho (en otra narración: rodilla); y la palma izquierda
(de su mano) sobre su muslo izquierdo (en otra narración: rodilla,
extendiéndola sobre la misma)"; O "colocaba el extremo de su codo
derecho sobre su muslo derecho."
También se menciona que “prohibió a un hombre que estaba sentado en
oración descansando (cómodamente) sobre su mano izquierda: en
verdad que así rezan los judíos”. De otra forma también dijo: No os
sentéis así, porque en verdad esta es la forma de aquellos que se
sientan y que serán del número de los castigados. Otro hadiz reza
que, es la posición de aquellos que incurren en la Ira (de Alá).

MOVER EL DEDO EN TACHÁJUD


"Él (P. B. E.) extendía la palma izquierda (de su mano) sobre su rodilla
izquierda, cerraba el puño derecho de su mano derecha, apuntando con
el dedo adyacente al pulgar en dirección de la quibla, y fijaba su mirada
sobre éste. (o sea, el dedo índice)."
Por otro lado, "cuando apuntaba con su dedo, colocaba su pulgar sobre el
dedo medio"; y en ocasiones “él formaba un círculo con estos dos
(dedos)."

"Cuando alzaba su dedo, lo movía y suplicaba con él", También solía decir
que "es mucho más poderoso que el acero contra el diablo,
refiriéndose al dedo índice."

Inclusive, "los Compañeros del Profeta (P. B. E.) solían recordarse unos a
otros que (debían) apuntar con el dedo cuando suplicasen."

Una vez "vio a un hombre suplicar con los dos dedos, así que dijo:
hacedlo uno, [con uno]" y lo indicó señalando el dedo índice (de su
mano)."
"Él (P. B. E.) hacía esto en ambos tachájud."

ES OBLIGATORIO EL PRIMER TACHÁJUD Y SUPLICAR DURANTE EL


MISMO
"Él (P. B. E.) recitaba la Tajiya después de cada dos rakás"; "la primer cosa
que decía al estar sentado era: toda la honra y respeto a Alá."
"Cuando (una vez) olvidó realizar el tachájud después de las dos primeras
rakás, él se postraba (dos veces) por (dicho) olvido."

Él solía ordenarles realizar el tachájud, diciendo: Cuando os sentéis


después de cada dos rakás, decid: ‘toda la honra…’ y luego cada uno
de vosotros deberá decir la súplica que más le agrade y suplicad a
Alá, el Poderoso y Sublime [con ella]. En otra versión: Decid “toda la
honra y ... en cada sentada, y también ordenó a "quien rezaba
deplorablemente” hacerlo así, como se mencionó previamente.
"Él (P. B. E.) les enseñaba el tachájud del mismo modo que les enseñó las
suras del Corán", y "la sunna es decirlo calladamente."

EL MODO DE HACER TACHÁJUD


El Profeta enseñó distintas maneras de pronunciar el tachájud:
Ibn Masúd, dijo: "El Mensajero de Alá (P. B. E.) me enseñó el tachájud
(con) mi palma entre sus palmas y el modo que me enseñó las
suras del Corán (fueron):

SHAPE \* MERGEFORMAT

Las devociones, los ruegos y halagos son para con Alá. La paz
sea contigo, ¡Oh Profeta!, junto con las bendiciones y
misericordia de Alá. La paz sea con nosotros y para con los
honestos siervos de Alá. [Al decir esto, esta incluyendo a los
siervos justos en los cielos y en la tierra.] Testifico que no hay
más dios que Alá; y testifico que Mohámed es Su siervo y
mensajero.

[Y así fue mientras habitó entre nosotros; pero después que se fue,
decíamos:

SHAPE \* MERGEFORMAT

[la paz sea con el Profeta]."

El tachájud de Ibn Abbás: "El Mensajero de Alá (P. B. E.) solía


enseñarnos el tachájud de la manera que nos enseñó [las suras del]
el Corán; y solía decir:

SHAPE \* MERGEFORMAT
Las devociones, halagos, ruegos y cumplidos son para con Alá.
La paz sea contigo ¡Oh Profeta!, junto con la misericordia de
Alá y Sus bendiciones. La paz sea con nosotros y con los
siervos honestos de Alá. Testifico que no hay más dios que Alá;
y [Testifico] que Mohámed es el Mensajero de Alá (en otra
narración: ... es Su siervo y mensajero)."

El tachájud de Ibn Omar, quien reportó que el Mensajero de Alá (P. B.


E.) decía en el tachájud:

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Las devociones, oraciones y halagos son para con Alá. La paz


sea contigo, ¡Oh Profeta!, junto con la misericordia de Alá - Ibn
Omar dijo, "Y añado:" ... y Sus bendiciones. – La paz sea con
nosotros y con los siervos justos de Alá. Testifico que no hay
más dio que Alá - Ibn Omar dijo “Y añado:” ... exclusivamente Él
sin que se lo asocie; - Testifico que Mohámed es Su siervo y
mensajero.

El tachájud de Abu Musa al-Ash'ari, quien dijo que el Mensajero de Alá


(P. B. E.) dijo: ... cuando os sentéis, la primer cosa que vosotros
diréis será:

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Las devociones, halagos y ruegos son para con Alá. La paz sea
contigo ¡Oh Profeta!, junto con la misericordia de Alá y Sus
bendiciones. La paz sea con nosotros, y con los siervos justos
de Alá. Testifico que no hay dios más que Alá [exclusivamente
Él sin que se lo asocie]; y testifico que Mohámed es Su siervo y
mensajero – siete frases, y todas ellas son las salutaciones."

El tachájud de Omar ibn al-Jatab, quien enseñaba a la gente a decir el


tachájud (del Profeta) cuando daba el sermón desde el mimbar,
diciendo, “Decid:

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Las devociones son para con Alá; los más puros elogios para
con Alá; los halagos [son para con Alá]; los ruegos son para con
Alá. La paz sea contigo, ¡Oh Profeta!, junto con la misericordia
de Alá y Sus bendiciones. La paz sea con nosotros y con los
siervos justos de Alá. Testifico que no hay más dios que Alá;
Testifico que no hay dios más que Alá y testifico que Mohámed
es Su siervo y mensajero.

EL AZALÁ SOBRE EL NABÍ(SALUTACIONES AL PROFETA) - SU


ETIQUETA -.
Él (P. B. E.) solía enviar plegarias a sí mismo en el primer tachájud al igual
que los otros. Instituyó ésto para su umma, ordenándoles que enviasen
los azalaes sobre él, después de las zalemas, y se los enseñó, diciéndolo
de formas diferentes:

SHAPE \* MERGEFORMAT

¡Oh Alá! Honra a Mohámed y a la gente de su hogar, a sus


esposas y prole, así como honraste a la familia de Abraham; en
verdad eres alabado, glorioso. Y bendice a Mohámed, y a la
gente de su hogar, a sus esposas y prole, así como bendijiste a
la familia de Abraham; en verdad eres alabado, glorioso.

La anterior es una suplica que usaba para sí mismo.

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¡O Alá! Honra a Mohámed y a la familia de Mohámed, como


honraste a [Abraham, y a] la familia de Abraham; En verdad
eres alabado, glorioso. ¡Oh Alá! Bendice a Mohámed y a la
familia de Mohámed al igual que bendijiste a [Abraham, y a] la
familia de Abraham; en verdad eres alabado, glorioso.
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¡O Alá! Honra a Mohámed, y a la familia de Mohámed, así como


honraste a Abraham, [y a la familia de Abraham]; En verdad
eres alabado, glorioso. Y bendice a Mohámed, y a la familia de
Mohámed, así como bendijiste a [Abraham, y] la familia de
Abraham; en verdad eres alabado, glorioso.

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¡Oh Alá! Honra a Mohámed [el Profeta iletrado], y al familia de


Mohámed; así como honras a [la familia de] Abraham; y bendice
a Mohámed [el Profeta iletrado] y a la familia de Mohámed; así
como bendijiste a [la familia de] Abraham de entre las
naciones; en verdad eres alabado, glorioso.

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¡Oh Alá! Honra a Mohámed, Tu siervo y mensajero, así honraste


a [la familia de] Abraham. Y bendice a Mohámed [Tu siervo y
mensajero], [y a la familia de Mohámed,]; así como bendijiste a
Abraham[ y a la familia de Abraham].

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¡Oh Alá! Honra a Mohámed y [a] sus esposas y prole, así como
honraste a [la familia de] Abraham. Y bendice a Mohámed, y [a]
sus esposa y prole, así como bendijiste a [la familia de]
Abraham; en verdad eres alabado, glorioso.
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¡Alá! Honra a Mohámed, y a la familia de Mohámed, y bendice a


Mohámed, y a la familia de Mohámed, así como honraste y
bendijiste a Abraham y la familia de Abraham; en verdad eres
alabado, glorioso.

NOTAS IMPORTANTES ACERCA DEL AZALÁ SOBRE EL NABÍ –


ENVIAR SALUTACIONES AL PROFETA DE LA UMMA-.
1) Se puede ver en todas estas formas para enviar salutaciones
(reverencia, honra, respeto) al Profeta (P. B. E.), nunca se desvincula el
nombre de Abraham (Ibrahim en árabe) con el de su familia, con la
fórmula: “… así como honras a la familia de Abraham”. La razón de ello
es porque en árabe, la familia de un hombre incluye al susodicho junto
con quienes dependen de él, como dice Alá el Alabado:
"Alá ha escogido a Adán, Noé, la familia de Abraham y a la famlia de Imrán sobre la
demás gente" (la familia de Imrán 3:33);

"Enviamos contra ellos una tempestad de arena, excepto a la familia de Lot, a la


que salvamos al rayar el alba" (La luna 54:34); o como el dicho del Profeta
( P. B. E.):¡Oh Alá! honra a la familia de Abu Aufa. La frase “Aj-lul-Beit
(gente de la casa) se entiende por la siguiente aleya:

"las bendiciones de Alá sean sobre vosotros, gente de la casa" (Hud 11:73). Por
ende, Abraham esta inserto en “la familia de Abraham".

Scheijul-Islam Ibn Taimiya dice,


"Muchas de las versiones que dicen ‘así como honras a la familia de
Abraham’ y muchas de las versiones dicen, ‘así como honras a la familia
de Abraham' y 'así como bendices a la familia de Abraham'; y algunas
otras dicen 'Abraham' mismo, es porque él es el motivo de todos los
ruegos y purificaciones de estas (peticiones); los demás miembros de su
familia son depositarios inmediatos de todo aquello (bendiciones,
honras). Las dos frases que han sido empleadas separadamente
demuestran lo que digo."
Además, existe una cuestión bien sabida entre la gente del conocimiento:
la cuestión básica en la afirmación, "así como honras a ...", es verdad ya
que el sujeto de comparación es por lo común superior al objeto
comparado; pero éste no es el caso, ya que Mohámed (P. B. E.) es
superior a Abraham; tanto es así que dicha superioridad dicta que la
petición en las salutaciones son las más preferibles que cualquier otra
recibida o futura a recibir. La gente del conocimiento nos ha provisto
muchas respuestas al respecto, y éstas pueden encontrarse en Fath al-
Baari y Yalaa' al-Ifhaam. Estas suman un total de diez puntos de vista, los
cuales son inconsistentes, unos más que otros, excepto un punto de vista
bien fundamentado - el cual adoptaron Shaijul-Islam Ibn Taymiyyah e Ibn
al Cayyim – que es: "la familia de Abraham incluye muchos profetas; pero
ninguno semejante a ellos se encuentra dentro de la familia de Mohámed.
Por lo cual, cuando se recurre por igual los azaláes sobre el Profeta (P. B.
E.) y su familia como a los de Abraham y su familia, estamos incluyendo a
todos los profetas: la familia de Mohámed recibe por añadido lo que es
propio para ella; ya que la familia de Mohámed no alcanza el rango de los
profetas. Las bendiciones extra y los beneficios dados a los profetas,
incluyendo a Abraham, son para Mohámed (P. B. E.). Por lo que ocupa una
posición de distinción que los otros no tienen."

Ibn al-Cayyim dice,


"Este es el mejor punto de vista de todos: que Mohámed (P. B. E.),
pertenece a la familia de Abraham. En realidad él es el mejor de la familia
de Abraham, como Alí ibn Talha nos relata de Ibn Abbás (A. S. E) sobre el
dicho del Magnánimo, "Alá ha escogido a Adán, Noé, a la familia de Abraham y a
la de Imrán por encima de todos" (la Familia de Imrán 3:33); Ibn Abbás dijo,
"Mohámed se encuentra en la familia de Abraham". Se estima por el
hecho de que si los otros profetas descendían de Abraham, estos se
incluían en su familia. Luego, el incluir al Mensajero de Alá (P. B. E.) es
propio "... así como honras a la familia de Abraham", lo que incluye las
salutaciones enviadas a él y al resto de los demás profetas que
descienden de Abraham, por lo general. Entonces Alá nos ha ordenado
específicamente enviar azalaes a Mohámed y a su familia; ya que
mientras lo hagamos así, lo mismo va para el resto de la familia de
Abraham. Por ende, a la familia del Profeta le toca por derecho propio,
dejando lo que queda a él (P. B. E.). No cabe duda que todos los azalaes
que recibe la familia de Abraham junto con el Mensajero de Alá (P. B. E.),
son aún mayores que los recibidos por el Profeta (P. B. E.) solamente. Por
lo tanto, lo que se busca para él es la gracia más grande, en definitiva,
superior a la que se busca por Abraham. Se deduce de aquí que, la
comparación básica consistente se vuelve clara. Los azalaes que se
buscan para él con dichas palabras sos superiores que aquellas otras
solícitas, ya que cuando se recurre a la salutación es en mucho parecido
al modelo de comparación con lo que el Profeta (P. B.E.) le toca una
mayor porción: la comparación dicta que lo que se pide es más que lo
que es dado a Abraham con los otros (profetas).Es así que la nobleza y
excelsitud de Mohámed (P. B. E.) evidentemente están por encima de
Abraham y su familia, la cual incluye a los profetas, y es lo que él se
merece. Estas salutaciones al Profeta (P. B. E.) es la evidencia clara de su
excelsitud, y que no hay más. Así que Alá lo honre junto con toda su
familia, y la paz sea con ellos; muchas albricias de paz; lo recompense
con nuestras salutaciones mejor de lo que Él ha recompensado a
cualquier profeta de Su gente. ¡Oh Alá! Honra a Mohámed y a la familia de
Mohámed, al igual que honraste a la familia de Abraham. En verdad eres
alabado, glorioso. Y bendice a Mohámed y a la familia de Mohámed, así
como bendijiste a la familia de Abraham; en verdad eres alabado,
glorioso."
2) Que el lector en la parte de la salutación, con todos sus diferentes
tipos, siempre deberá honrar a la familia de Mohámed (P. B. E.): sus
esposas e hijos como al susodicho. Por lo tanto, no es de la Sunna ni
ejecutar la orden del Profeta el decirla nada más hasta "¡Oh Alá! Honra a
Mohámed". Lo que debe hacerse es completar los tipos de salutaciones
utilizados y que fueron reportados por él (P. B. E) ya siendo en el primer o
último tachájud. El análisis de esto lo expone el Imám Chafeí en al-Umm:
"el táchájud en la primera y segunda instancias es la misma: por
'tachájud', me refiero a la atestiguación y las salutaciones al Profeta (P. B.
E.): la una sin la otra no significan nada (o sea, se complementan
mutuamente)."
Un hecho sorprendente es que, actualmente, con toda la anarquía
intelectual existente en el mundo, un hombre llamado Mohámed Isáf
Nashashibi, en su libro al-Islaam as-Sajíj ("El Islam correcto"), tiene la
osadía de rechazar las salutaciones a la familia del Profeta (P. B. E.)
cuando estas se lanzan sobre él, ¡A PESAR DE ESTAR FIRMEMENTE
ESTABLECIDO EN LOS SAJÍJ DE BUJARI Y MUSLIM; AL IGUAL QUE POR LOS
LEGÍTIMOS COMPAÑEROS DEL PROFETA COMO KA'B IBN UCHRA, ABU
HUMAID AS-SÁIDI, ABU SAÍD AL-JUDRI, ABU MASÚD AL-ANSARÍ, ABU
HURAIRA Y TALHA IBN UBAIDUÁ! En sus hadices encontramos que ellos
habían preguntado al Profeta (P. B. E.), "¿Cómo hemos de honrarte?", de
modo que les enseñó a todos ellos la manera de hacerlo así. El
argumento que Nashashibi defiende es que Alá el Excelso nunca
mencionó a nadie aparte del Profeta (P. B. E.) con la aleya:

"¡Oh creyentes! Bendecidle vosotros también y saludadle como se debe." (la


Coalición 33:56) Y continúa diciendo en su refuta que los Compañeros le
preguntaron sobre dicha cuestión, ya que el significado de "azalá"
conocido por ellos era "suplicar", por lo que ellos estuvieron
preguntando: "¿cómo podemos suplicar por ti?"

Esto es un engaño, ya que su pregunta no fue por el "azalá" de él, en


cuyo caso tendría sentido; sino que era sobre la manera de hacer la
salutación a él, como hemos visto en las narraciones precedentes. Es así
que todo tiene sentido, porque ellos le preguntaron el modo de hacerlo
conforme a la “Scharía” (ley islámica), lo que les hubiera sido imposible
deducirlo excepto por la guía del Sabio, el Dador de la “Scharía”. De igual
modo, pudieron haberle preguntado sobre la manera de hacer la Oración
obligatoria, como dijo Alá: "Estableced el azalá (Oración)"; aunque ellos ya
sabían el significado literal de "azalá", esto no les impidió preguntar
sobre el modo de hacerlo conforme a la “Scharía”, lo cual queda claro.

En cuanto al argumento de Nashaashibi, no tiene importancia, porque es


bien sabido entre los musulmanes que el Profeta (P. B. E.) es el portavoz
del Señor de los mundos cuando dice de Él:

"A ti también te hemos revelado la amonestación para que expliques a los hombres
lo que se les ha revelado" (las Abejas 16:44). De aquí, el Profeta (P. B. E.)
explicó la manera de hacer las salutaciones sobre él, lo cual incluye
mencionar a su familia, así que es obligatorio aceptarlo así de quien lo
ordenó, pues Alá dice:
(la Reunión 59:7), y del bien conocido
Pero, si el Enviado os da algo, aceptadlo
hadiz, Verdaderamente, se me ha entregado el Corán y lo que es
similar a él.
Realmente me intriga lo que Nashashibi, y aquellos cautivados por su
fastuosa perorata dirían si alguien rechazara el tachájud de la oración
también; o el rechazar la abstinencia de la mujer menstruante para rezar
y ayunar, para lo cual no hay argumento alguno en el Corán que Alá el
Excelso no menciona (el tachájud) en él; ¡¡¡SOLAMENTE ÉL MENCIONA
INCLINARSE Y POSTRARSE Y NO EXENTA A LA MUJER MENSTRUANTE DE
REZAR Y AYUNAR EN EL CORÁN!!! Por lo que, ¿Acaso concuerdan con
tales argumentos, los cuales se apegan a sus palabras originales, o no
concuerdan? Si lo hacen, y esperamos que no, entonces se han desviado
bastante, pero bastante lejos de la guía, abandonando así la principal
corriente musulmana; si no es el caso, están en lo correcto con nosotros,
y la razones usadas para rehusar tales argumentos son exactamente las
mismas que tenemos para rechazar el dictamen de Nashashibi, lo cual ya
hemos explicado.

Por lo tanto, musulmanes, tened cuidado al tratar de entender el Corán


sin la Sunna, porque no podrán hacerlo, aún si fueran como un Sibaue
moderno; como que fueran el gran experto del momento en lengua
árabe. He aquí un clásico ejemplo ante vosotros: Al grandioso erudito de
la lengua árabe de nuestro tiempo, vean a Nashashibi; es él quien se ha
extraviado por su conocimiento en lengua árabe al no auxiliarse de la
Sunna para entender el Corán; es un hecho que él ha rehusado tal ayuda
como comprenderán. Y como éste hay muchos ejemplos iguales – donde
no cabrían en ningún lado por su innumerable cantidad de casos-; pero
con el que hemos mencionado es más que suficiente y sea Alá quien
garantice el entendimiento.

3) El lector se dará también cuenta que en ninguna de las mentadas


salutaciones al Profeta (P. B. E.) existe la palabra sayyíd (jefe, líder). Los
eruditos tienen diferencia de opinión respecto a la validez de esta
expresión en el azalá a Abraham. Debido a la falta de espacio no daremos
más detalles al respecto ni haremos mención de aquellos que rechazan
su validez para poder continuar con la enseñanza del Profeta (P. B. E.)
para su umma cuando dice: "decid: ¡Oh Alá! Honra a Mohámed ..." al ser
cuestionado en la manera de hacer azalá sobre él; sin embargo
mencionaremos a el Hafiz Ibn Hayar al-Ascalani al respecto sin socavar
su rango de gran erudito chafeita del Hadiz y del fiq, porque contradicen
las doctrinas del Profeta (P. B. E.) y las cuales (las contradicciones) se han
hecho patentes entre los sabios chafeitas.

Hafiz Mohámed ibn Mohámed ibn Mohámed al-Gurabili (790- 835 AH),
un compañero de Ibn Hayar dijo, acotando de su manuscrito:
Él (o sea, Ibn Hayar), fue cuestionado por las características del azalá del
Profeta (P. B. E.), si esto era dentro o fuera de la oración; obligado o
recomendado: ¿Acaso una de sus condiciones era que el Profeta (P. B. E.)
se le atribuyera la sayyáda (liderazgo), o sea, ‘¡Oh Alá! Honra a sayyidina
(nuestro jefe) Mohámed…’ o ‘el más sobresaliente de la creación’, o ‘jefe
de los hijos de Adán’, etc.?¿O debería uno sólo atenerse a ‘¡Oh Alá! Honra
a Mohámed!’?¿Cuáles de estas dos formas es mejor: el incluir la palabra
sayyid por ser un atributo per se del Profeta (P. B. E.) o dejarlo porque no
se hace mención de la palabra en ninguna frase narrada? Él (Ibn Hayar [T.
A. M. E.])contestó: "Sí, atenerse a las frases narradas es mejor, pues no
podemos afirmar, ‘tal vez el Profeta (P. B. E.) no lo dijo porque era muy
modesto pues al momento no dijo que lo mencionáramos, aunque su
umma sí debe hacerlo por respeto, etc.’ – porque si vamos a decir que
esto otro es superior, tendría que venir acompañado de la narración
verdadera de los Compañeros a través de sus sucesores, pero no hay
nada que lo ratifique en ninguna de las narraciones de los Compañeros y
sus sucesores. Y muy a su pesar con la enorme cantidad de citas al
respecto. Tenemos que el Imám Chafeí (T. A. M. E), quien ha rendido un
gran tributo al Profeta (P. B. E.) en el prefacio de su libro, el cual es el nec
plus ultra de quienes crearon el mad-jab a su alrededor, dice: "¡Oh Alá!
Honra a Mohámed ..." etc. hasta que acabó cuando lo juzgó conveniente,
dictaminó:"... cada vez que uno lo recuerda, lo recuerda a él (P. B. E.), y
cada vez que un atolondrado no lo recuerda, se equivoca", lo que parece
lo dedujo del hadiz auténtico en que se narra como el Profeta (P. B. E) vio
a la Madre de los creyentes (Aixa) ocupada con numerosas y largas
alabanzas, de modo que le dijo: “Has dicho palabras que si se pesaran
con lo que vendrá, habría equilibrio: alabado Alá, tantas veces como la
cantidad de Su creación es”; él (P. B. E.) gustaba suplicar sólo con lo
necesario, lo explícito, pero detallado en lo implícito. Cadi Iyad sacó un
capítulo del azalá sobre el Profeta (P. B. E.) en su libro ash- Shifaa' (El
Libro de la Cura), acotando narraciones del Profeta (P. B. E.) con el aval de
muchos de los Compañeros y sus sucesores; y en ninguna de ellas
aparece mencionada la palabra sayyid:

a) El hadiz de Alí, con el cual solía enseñarles la manera de hacer azalá


sobre él (P. B. E.) diciéndoles: ¡Oh Alá!, Proveedor de llanuras, Dador de
cumbres, envía la más sobresalientes de Tus salutaciones, la más
fértil de de Tus bendiciones y demás atenciones sobre Mohámed, Tu
siervo y mensajero, el que divulga lo que es secreto.
b) De Alí, nuevamente, quien solía decir: "los ruegos para Alá, el Bendito,
el Misericordioso; para los ángeles (cercanos a Alá); para los Profetas;
para los sinceros; para los testigos; para los justos; para lo que te
glorifica ¡Oh Señor de los mundos!, acompaña a Mohámed hijo de
Abdulá, el Sello de los profetas; Imám de los temeroso, ... etc."
c) En palabras de Abdulá ibn Masúd, quien solía decir: "¡Oh Alá! Honra,
bendice y ten misericordia de Mohámed; Tu siervo y mensajero; el imám
de la bondad; el Mensajero de la misericordia, ..." etc.
d) De al-Hasan al-Basri, quien solía decir, "quien quiera beber de la copa
que refresca; de la fuente de Mustafá, deberá decir: ¡Oh Alá! Honra a
Mohámed, y a su familia, sus Compañeros, sus esposas, sus hijos, sus
descendientes, su familia, sus parientes políticos, sus defensores, sus
seguidores, y a todos aquellos que lo aman." Esto es lo que (Cadi Iyad) ha
escrito en su ash- Shifaa' en lo que concierne al modo de salutaciones al
Profeta, con el aval de los Compañeros y aquellos que los siguieron,
mencionando otras cosas dentro su libro. Se cuenta en el hadiz de Ibn
Masúd que en sus salutaciones al Profeta (P. B. E.), decía: "¡Oh Alá! Honra
con lo mejor de Tus ruegos, perdón y bendiciones al jefe (sayyid) de los
mensajeros, etc. ...", transmitido por Ibn Maya, pero su isnád es
inconsistente (daíf) de modo que el hadiz de Alí transmitido por Tabaráni
con isnád fuerte lo precede. Dicho hadiz contiene un léxico especial, el
cual es patente en el libro Fadl an-Nabi (la Excelencia del Nabí (P. B. E.)")
de Abul Hasan ibn al-Fáris. Algunos chafeítas han llegado al extremo de
decir que si un hombre promete enviar la mejor salutación al Profeta (P.
B. E.), el modo de cumplir la promesa es que diga: "¡Oh Alá! Honra a
Mohámed cada vez que quien recuerde lo haga o el atolondrado olvide
recordarlo". Nauauí dijo: "La única manera que es la apropiada y
consignada como correcta y lo que uno debe decir es: ¡Oh Alá! Honra a
Mohámed, y a la familia de Mohámed, así como honraste a Abraham ..."
Muchos de los eruditos tardíos han contestado a esto diciendo que
ninguna de las dos formas mencionadas anteriormente no tiene nada que
pruebe cual es superior conforme a la narración, pero conforme al
significado, lo previo es claramente superior. Este tema es bien sabido en
los libros de fiq, y de todos los eruditos de fiq que tocaron el tema, sin
excepción; en ninguna de sus expresiones hallamos la palabra sayyid. De
haber sido esta palabra recomendada, ésta no hubiese escapado a su
vista y dejándolos con un desconocimiento de tal. Lo único bueno y
aceptable es lo que aparece en las narraciones (hadices auténticos), y Alá
sabe mejor."
El punto de vista de Ibn Hayar es rechazar la categoría de sayyid cuando
mencionamos al Profeta (P. B. E.) durante sus salutaciones conforme a la
orden coránica, la cual es acatada por la escuela hanefita y es el punto de
vista al cual deben suscribirse todos, porque es indicativo de verdadero
amor hacia él (P. B. E.):
"Di: Si amáis a Alá, ¡seguídme! Alá os amará." (la Familia de Imrán 3:31)

Es por esto que el Imám Nauauí señaló en su Rauda at-Talibin (1/265),


"La salutación más completa al Profeta (P. B. E.) es: ¡Oh Alá! Honra a
Mohámed ..." etc., correspondiente al no. 3 ya dado anteriormente, ¡¡EN
EL CUAL JAMÁS SE MENCIONA LA PALABRA SAYYID!!

4) Las salutaciones nos. 1 y 4 son las que el Mensajero de Alá (P. B. E.)
enseñó a sus Compañeros cuando le preguntaron sobre el modo de hacer
salutaciones a él, de modo que esto sirve de evidencia para mostrar que
estas formas son las mejores para hacer las salutaciones a él, porque él
jamás hubiera elegido algo para sí o para ellos excepto lo mejor y lo más
noble. Imám Nauauí, como se mencionó, avaló (en Rauda at- Talibin)
fuese hacer una promesa para cumplir en lo posible con la salutación del
Profeta (P. B. E.), esta no podría ser cumplida excepto por los modos ya
descritos.

Subki arroja otro motivo: cualquiera que envíe salutaciones con las
formas ya dichas ya ha hecho salutaciones sobre el Profeta (P. B. E.), y
cualquiera que las haya hecho con otras palabras diferentes entonces no
sabemos si ha o no realizado las disposiciones de la oración. Esto viene a
colación porque dicen (en el hadiz): "¿Cómo hemos de honrarte?" A lo que
respondió: "decid: ...", definiendo así la salutación sobre él mismo al igual
que han de decir tal y tal. Esto fue mencionado por Haitami en ad-Darr
al-Mandud (25/2); diciendo después (27/1) que el objetivo es llevado a
cabo con todas las formas descritas en los hadices auténticos.

5) No es válido combinar todas estas formas en una sola salutación, y lo


mismo va para los diferentes tachájud dados previamente. De hecho,
vendría siendo una innovación en la religión; la Sunna es decir una
diferente a diferentes momentos, como el Shaijul-Islam Ibn Taimiya ha
explicado en su discusión de los takbires de los dos aídes (Machmu al-
Fatawa 29/253/1).

6) Alama Sidic Hasan Khan dice en su libro Nuzul al- Abraar bil 'Ilm al-
Ma'zur min al-Ad'iya ual-Adkaar, después de sacar muchos hadices sobre
la excelencia de repetir la salutación del Profeta (P. B. E.) (p. 161):

"Es indudable que los más encomiables de los musulmanes en honrarlo


en las salutaciones son la gente de Hadiz y los narradores de la Sunna
pura, porque es uno de sus deberes en esta rama del conocimiento el
hacer salutaciones a él ante los hadices, de modo que sus lenguas
estarán siempre ocupadas en su memoria, que Alá sea misericordioso y
les de paz. No hay ningún libro de la Sunna o en las colecciones de
hadices, ya sea yamí, musnad, múyam, Yuz, etc., excepto lo que ya esta
comprendido en los miles de hadices; inclusive el menos voluminoso (de
los libros), el al-Yamí as-Saguir de Suyuti, que contiene diez mil hadices,
cuyas demás colecciones del género no difieren. Así que esta es la Secta
Salva: la Gente del Hadiz, que serán los que estén más cerca de entre los
hombres al Mensajero de Alá (P. B. E.) el Día de la Resurrección, y los que
obtendrán el beneplácito de él (P. B. E.) para su intercesión. ¡Por la vida
de mis padres! La excelencia de la Gente del Hadiz no puede ser
rebasada por nadie excepto que el que haga más de lo que ellos hacen,
lo cual es casi imposible. Por lo tanto, los deseáis bien y buscáis la
salvación sin importar qué, debéis convertiros en mohadices; de no ser
así… y muy independiente de esto, no hay nada más que os beneficie."
Pido a Alá, Bendito y Excelso, convertirme en uno de ellos, de la Gente del
Hadiz, quienes son los más cercanos de entre los hombres del Mensajero
de Alá (P. B. E.); Ojalá este libro sea un testimonio de ello. Que Alá
otorgue Su misericordia al Imám Ahmed, quien recitó:
De Mohámed, la religión: sus narraciones;

Las tradiciones, baluarte de los jóvenes;

Del hadiz y su gente no os alejéis,

Mientras que la opinión noche es, el hadiz día es,

ignorante de la guía el joven puede ser ...

¡Y el Sol brillante en todo su esplendor!

DU'A EN EL PRIMER TACHÁJUD


Él (P. B. E.) nos enseñó también como hacer la súplica (du'a) dentro del
tachájud diciendo: cuando os sentéis después de cada dos rakás,
luego decid: Todos los elogios son para con Alá… (hasta el final de la
súplica, y después dijo:) ... luego debéis seleccionar algo de las
súplicas que más sean de su agrado.

PARARSE PARA LA TERCERA, Y PARA LA CUARTA RAKÁ


Posteriormente él (P. B. E.) se levantaba ara la tercera raká con takbír, y
ordenó a "quien rezaba deplorablemente" hacerlo así: luego, hacedlo así
en cada raká, como se hizo antes.
"Cuando él (P. B. E.) estaba sentado, se para decir takbír y luego se
erguía "; y "él (P. B. E.) levantaba sus manos" algunas veces con dicho
takbír.

"Cuando quería parares para la cuarta raká, él decía: Alá es el Más


grande", y ordenó hacerlo así a "quien rezaba deplorablemente" como
antes, y "él (P. B. E.) levantaba sus manos" algunas veces con dicho takbír.

"Él se sentaba erguido sobre su pie izquierdo, en reposo, hasta que cada
hueso regresaba a su posición normal, luego se paraba, apoyándose
sobre el suelo con los puños cerrados: apoyándose a sí mismo son sus
manos cuando de levantaba."
Él recitaba la Fatiha en ambos rakás y ordenó hacerlo así a "quien rezaba
deplorablemente" hacer así. En la oración del dohor, algunas veces añadía
unas cuantas aleyas a ésta, como ya fue explicado en el capítulo
"Recitación en la Oración del dohor".

CUNÚT EN LAS CINCO ORACIONES DIARIAS POR LA CALAMIDAD


"Cuando él (P. B. E.) quería suplicar en contra de alguien, o a favor de
alguien, realizaba el cunút en la última raká, después del rukú, después
de haber dicho: Alá escuche a quien lo alaba. "Él suplicaba en voz alta",
"elevaba sus manos", y "aquellos detrás de él decían: amín".
"Él era conocido por realizar cunút en todas las oraciones ", aunque "él
sólo realizaba cunút en ellas cuando suplicaba a favor de la gente o en
contra de la gente". Por ejemplo, dijo una vez, ¡Oh Alá! Rescata a al-
Walid ibn al- Walid, y a Salama ibn Hisham, y a 'Ayiash ibn Abi Rabía.
¡Oh Alá! Aplica tu castigo a (la tribu de) Mudar, y causale los años (de
hambruna) como en los años de Yusuf. [¡Oh Alá! ¡Maldice a Lahyaan,
y a Ru'l, and Dakwan, y a 'Usayia, quienes desobedecieron a Alá y a
Su mensajero!]
Y luego, "él decía: Alá es el más Grande cuando terminaba el cunút y se
postraba."
CUNÚT EN LA ORACIÓN DE UITER
"Él (P. B. E.) solía realizar el cunút en la raká (impar) de la oración de
uiter" algunas veces, y "él la realizaba antes del rukú."
Enseñó a al-Hasan ibn Alí (A. S. E.) a decir [después de terminar la
recitación en el uiter]:
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"¡Oh Alá! Guíame de entre aquellos que Tu has guiado; y perdóname
de entre los que Tu has perdonado; y vuélveme de los amistosos
como los que Tu has vuelto de los amistosos; y bendíceme con lo que
Tu quieras; y sálvame del mal que Tu has decretado; [porque] es Tu
decreto, y nadie puede intimidarte; [y] no es humillado quien Tu has
hecho amigo; [ni es honrado quien es Tu enemigo.] Bendito Seas, ¡Oh
Señor!, y Glorificado. [No hay lugar seguro excepto en Ti.]"
EL TACHÁJUD FINAL
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ES OBLIGADO ESTE TACHÁJUD

Después completaba la cuarta raká y se sentaba para el último tachájud e


instruía al respecto. Hacedlo como él hizo el primer tachájud, excepto
porque "él se sentaba en mutawarrikan", "con su muslo izquierdo sobre
el suelo y con ambos pies sacados hacia un lado (o sea, hacia el pie
derecho)." "Él tenía su pie izquierdo bajo su muslo y espinilla (derechos)
", "su pie derecho alzado" u ocasionalmente "lo extendía a lo largo del
suelo." "Su palma izquierda cubría su rodilla (izquierda), ladeándose
sobre ella fuertemente." [véase diagrama]
Él puso el ejemplo de honrarse a sí mismo en éste tachájud, como en el
primer tachájud; las formas de salutación sobre él (P. B. E.) son las ya
dadas en capítulo anterior.
LA OBLIGACIÓN DE SUPLICAR POR EL PROFETA (P. B. E.) EN ESTE
TACHÁJUD
Una vez, "él (P. B. E) Oyó a un hombre rezar en su oración sin glorificar la
majestad de Alá el Altísimo, ni honrando al Profeta (P. B. E.), de modo que
dijo: Éste hombre se ha precipitado." Después lo llamó y le dijo con
otros, "Cuando alguno de vosotros rece, deberá empezar alabando al
Señor, Poderoso y Sublime, y a exaltarlo; después honrar (en otra
narración: debéis honrar) al Profeta (P. B. E.), y luego suplicar como él
desea."
Después, "escuchó a un hombre glorificar y alabar a Alá, y honrar al
Profeta(P. B. E.) en oración, así que el Mensajero de Alá (P. B. E.) le dijo:
Suplica, y seréis respondido; pide, y te será dado."

LA OBLIGACIÓN DE BUSCAR REFUGIO DE CUATRO COSAS ANTES DE


SUPLICAR
Él (P. B. E.) solía decir, "cuando uno de vosotros ha terminado el [ultimo]
tachájud, deberá buscar refugio en Alá de cuatro cosas, [diciendo:
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¡Oh Alá! En verdad busco refugio en Ti] del castigo del Infierno y del
castigo de la tumba; de las pruebas de vivientes y muertos; y de [las
pruebas de] el falso Mesías. [Entonces debe suplicar por sí mismo de lo
que le ocurra.]" - " Para ello Él (P. B. E.) suplicaba con su propio tachájud."
También, "solía enseñar a los Compañeros (A. S. E.) ésto del (mismo)
modo que les enseñó las suras del Corán."

SÚPLICA ANTES DEL SALAAM, & SUS VARIOS TIPOS


Él (P. B. E) solía utilizar diferentes súplicas en su oración, suplicando con
diferentes tipos a la vez; también permitía otras súplicas, y ordenó a
"quien adorase, seleccionar de ellas lo que le complaciera" y que son:
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¡Oh Alá! En verdad busco refugio en Ti del castigo de la tumba,


y busco refugio en Ti de las pruebas del falso Mesías y busco
refugio en Ti de las pruebas de los vivientes y los muertos. ¡Oh
Alá! En verdad busco refugio en Ti del pecado y la carga."

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¡Oh Alá! En verdad busco refugio en Ti del mal que has creado,
y del mal que no causo [aún].

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¡Oh Alá! Llámame a cuentas con facilidad.

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¡Oh Alá! [pido] por Tu conocimiento de lo desconocido, y Tu


control sobre la creación: dame vida (si a)Tu juicio es lo mejor
para mi, y dame muerte si ésta es lo mejor para mí. ¡Oh Alá! Te
Pido también en temor a lo conocido y desconocido; Te ruego
por la Verdad(en otra narración: sabiduría) y justicia en la ira y
la felicidad ; Te pido moderación en la pobreza y caudal; Te
pido el gozo que no marchite; Te pido la alegría [que no
perezca] ni que cese; Te pido satisfacción ante Tu decreto; Te
pido la frescura de la vida después de la muerte; Te pido el
deleite de observar Tu rostro; y [Te pido] por las ansias de
encontrarme contigo, indemne y sin aflicciones. ¡Oh Alá!
Atavíanos con el adorno del imán, y haznos de los que guían y
son guiados.

Él enseñó a Abu Baker as-Siddiq (A. S. E.) decir:

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"¡Oh Alá! En verdad me he oprimido a mi con mucho mal, y


nadie puede perdonar mis pecados excepto Tu; perdóname
pues con Tu piedad; ten misericordia de mi. En verdad eres El
más Piadoso, El más Misericordioso."

Él instruyó a Aixa (A. S. E.) para decir:

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¡Oh Alá! En verdad Te pido por todo el bien, [inminente y


remoto,] de lo que sé de él y lo que no. Busco refugio en Ti de
todo mal, [inminente y remoto,] de lo que sé de él y lo que no
sé. Te pido (en otra narración: ¡Oh Alá! En verdad Te pido) el
Jardín (del paraíso), con lo que me acerque a él (por) dicho y
obra; busco refugio en Ti del Fuego (del Infierno), con lo que me
acerque a él (por) dicho y obra. Te pido (en otra narración: ¡Oh
Alá! En verdad Te pido) [del] bien que rogó Tu siervo y
mensajero [Mohámed; y busco protección en Tí del mal el cual
Tu evitas a Tu siervo y mensajero Mohámed (salaláhu 'alaihi ua
salam)]. [Te pido] que lo que hayas decretado para mí, que sea
[para mi] beneficioso.

Él preguntó a un hombre, ¿Qué dices durante la oración? Y contestó,


"Testifico que(o sea, hacia tachájud)…, luego pido a Alá por el
Jardín (del Paraíso), y busco protección en Él del Fuego (del
Infierno). Sin embargo, por Alá que no hay bisbiseo tan bueno
como el tuyo o el de Mu’ad." Así que dijo: Nuestro bisbiseo es
como el de vosotros.

Una vez escuchó decir a un hombre en su tachájud:

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"¡Oh Alá! En verdad Te pido Alá (en otra narración: por Alá), [el
uno], el único, el Entero, el que no engendra ni es engendrado,
y con quien nada se le compara –perdona mis pecados; en
verdad eres el Clemente, el Misericordioso.

A ésto el Profeta dijo: él ha sido perdonado, él ha sido


perdonado.

Escuchó a otro hombre decir en el tachájud:

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¡Oh Alá! En verdad te ruego porque Tuya es la alabanza, y no


hay nada excepto Tu, [absoluto y sin asociados;] [el más Noble];
[Oh] Creador de los cielos y la tierra; ¡Oh! El Majestuoso y el
más Respetable; ¡Oh! Viviente, ¡Oh! Sempiterno; [en verdad Te
pido] [el Paraíso, protégeme del Infierno]. [Luego el Profeta (P. B.
E.) dijo a sus Compañeros, ¿Sabéis acaso que ha suplicado?
contestaron, "Alá y Su mensajero saben más." Dijo, Por Aquél en
cuyas manos esta mi alma, él ha suplicado a Dios con el
nombre de Su majestuosidad (en otra narración: lo más
majestuoso), y con lo cual si se suplica y Él responde con lo
que es solicitado, Él lo concede.]

Una de las ultimas cosas que decía entre el tachájud y el taslim era:

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¡Oh Alá! Perdóname con lo que he hecho en el pasado y con lo


que haré en el futuro, y lo que he reservado, y lo que he hecho
abiertamente, y con lo que me he excedido, y con lo mejor que
sabes de mí que yo mismo. Eres el Principio y el Final, No hay
dios excepto Tu.
El Taslím (saludos de Paz)
Después, "él (P. B. E.) saludaba a su derecha:
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La paz y misericordia de Alá sean con vosotros [de modo que la
blancura de su mejilla derecha era visible], y a su izquierda:
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La paz y misericordia de Alá sean con vosotros [de modo que la
blancura de su mejilla izquierda era visible]."

Algunas veces añadía a los saludos de su derecha:


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... y Sus bendiciones.

"Cuando dijo:
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La paz y misericordia de Alá sean con vosotros a su derecha, a veces
acortaba los saludos de su izquierda con:
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La paz sea con vosotros.

Algunas veces "él saludaba una sola vez


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[La paz sea con vosotros] [enfrente de su cara, volteando a su derecha
un poco,] [o un poco]."
"Solían saludar con sus manos cuando se movían a la derecha y a la
izquierda; cuando el Mensajero de Alá (P. B. E.), los vio, les dijo, ‘¡¿que
pasa con vosotros, saludando con vuestras manos como si fuesen las
colas de caballos locos?! Cuando saludéis, Debéis mirar a vuestro
compañero y no haciéndolo con las manos’ [así que cuando rezaban
con él, no usaban ningún ademán.] (En otra narración: es suficiente para
cada uno de vosotros colocar vuestras manos sobre vuestros
muslos, y luego saludar a vuestros hermanos que están a la derecha
y a la izquierda).

LA OBLIGATORIEDAD DEL TASLIM

Él (P. B. E.) solía decir: ‘... (de) ésta (la oración) se sale con el taslím.
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Esto es lo último que me ha sido posible compilar concerniente a la
descripción de la oración del profeta (P. B. E.) desde el takbir hasta el
taslim: Espero en Alá sea hecho con sinceridad ante Su rostro, lleno de
honor y sea la guía modelo para la Sunna de Su noble y misericordioso
Profeta.
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Glorificado sea Alá, y alabado. Glorificado seas Tu, ¡Oh Alá alabado!.
Testifico que no hay más Dios excepto Tu. Busco el perdón en Ti y me
arrepiento ante Ti.

¡Oh Alá! Honra a Mohámed, y a la familia de Mohámed, y bendice a


Mohámed, y a la familia de Mohámed, así como honraste a Abraham y a
familia de Abraham; en verdad eres alabado, glorioso.

Addenda
Todo lo que ha sido mencionado sobre la descripción de la Oración del
Profeta (P. B. E.) se aplica de igual modo tanto a hombres como mujeres,
porque no hay nada en la sunna que exente a las mujeres de realizar
cualquiera de los pasos aquí descritos. En realidad la generalización de
dichas afirmaciones del Profeta (P. B. E.) se resume con su dicho: "Rezad
como me vistéis rezar", incluidas las mujeres.
Así piensan Abraham an-Najíi, quien dijo: "las acciones de una mujer
dentro de la oración son las mismas que las del hombre" - transmitido
por Ibn Abi Cheiba (1/75/2), con isnades sajíj narrados por él.

Bujari registró en su obra at-Tarij as-Saguir (p. 95) con un isnád sajíj de
Umm ad-Dardá: "que ella (la mujer) solía sentarse en su oración igual que
los hombres se sientan, por lo que era una mujer de (gran)
entendimiento."

El hadiz sobre el indimám (recogimiento) de una mujer en prosternación,


y que ella no se considera en la misma posición que el hombre, es mursal
y nada auténtico. Abu Daúd lo transmitió en al- Marasil con el aval de
Yazid ibn Abi Habib.

En cuanto a lo que el Imám Ahmed ha reportado en el Masáil de Abdulá,


su hijo, relata que Ibn Omar solía enseñar a sus esposas a sentarse con
las piernas cruzadas en oración, su isnád no es auténtico, porque registra
a Abdulá Ibn Omar al-‘Amri, quien es un pésimo (daíf) narrador.
Si Ibn Mahín habla favorablemente de un narrador cuando el resto de los sabios lo han declarado
inconsistente, entonces la afirmación de Ibn Mahín es descartada; la razón es que él fue conocido por su
rigidez y severidad en la crítica; los narradores inconsistentes deberían ser cuidadosos en no revelar su
debilidad ante él; por lo que el juicio se pasa en conformidad. Esto explica el por qué esta sólo en la
autentificación del narrador.
En albanés Shkodër
Al-Mugni (acaudalado): Uno de los nombres de Alá el Grande.- N. T.
P. B. E. = la paz y bendiciones de Alá sean sobre él. N. T.
Calificativo erróneo histórico que usan para quienes seguimos (In shá Alá) el Corán y la sunna, tratando de
practicar el auténtico Islam y que aduce precisamente al renovador y restablecedor Abd-al-Uaháb. Esto tan
solo incrementa divisionismos entre quienes tratan de seguir una senda recta y de los que se empecinan en
sus equívocos (pido a Alá no ser uno de ellos). N. T.
T. A. M. E. = Tenga Alá misericordia de ellos/ellas/él/ella. N. T.
Sura an-Nahl, 16:44
Bujari y Ahmed
Malik, Abu Daud, Nasai e Ibn Hiban. Un hadiz sajij, declarado sajij por muchos Imames. Se da su
significado en el libro Sajij Abu Daud (451, 1276)
Sajij- colectado por Ibn al-Mubarak en az-Zuhd (10/21/1-2), Abu Daud y Nasái de buena continuidad
(sanad), he dado su interpretación en Sajij Abu Daud” (761)

Abul-Hasanat al-Lucnoui dice en An-Naafi’ al-Kabir liman Yutaali’ al-Yaami’ as- Saguir (p. 122-3),
después de catalogar los libros de Fiq hanefita y cuál de ellos son confiables y cuáles no, dice: “Todo lo que
hemos dicho acerca de los grados relativos de éstas compilaciones se relacionan con su contenido de temas
fiq; pero en cuanto a su contenido, el cual concierne a los hadices del Profeta (P. B. E), estos no son
aplicables, puesto que en muchos libros en que se basan la crema y nata de los faquíes, tienen hadices
totalmente fabricados, haciendo a un lado las disposiciones de los sabios. Es claro desde un punto de vista
analítico que aunque muchos de los autores son de modo alguno competentes, fueron descuidados con sus
citas de las narraciones (o sea, notas o glosas)’
Uno de estos hadices falsos y fabricados que se hallan en algunos de los mejores libros que es el
siguiente: “Aquel que ofrece (realiza) las oraciones obligatorias durante el último viernes de ramadán,
valdrán por cada oración fallida durante toda su vida hasta la edad de 70 años”. Lucnoui (T. A. M. E) dice
en Al-Aazaar al-Marfu’a fil-Ajbar al-Maudu’a (p. 315), después de haberse dado este hadiz: “Alí al-Qaari
dice en su al-Maudu’at as-Sugraa y al-Kubraa: ‘Esto es totalmente falso, porque contradice el ichmaa
(consenso de opinión)de que un acto de adoración no puede compensar aquello que se dejo de hacer por
años. De aquí, no hay lugar a que el autor dé mención del an-Niháya ni el resto de los comentaristas del al-
Hidaaya, porque ellos no son sabios del hadiz, ni dan referencia a este hadiz a cualquiera de los
compiladores de hadiz.’ ”
Shaucani también hace referencia a este hadiz en Al-Fawaa’id al-Machmu’a fil-Ahadiz al-
Maudu’a de un modo similar al anterior (p. 54) diciendo: ‘Esto es una fabricación sin duda alguna –¡porque
ni siquiera lo encuentro en las compilaciones de hadices fabricados! Sin embargo, se ha hecho popular
entre algunos estudiantes de Fiq de la ciudad de San’a’ que muchos de ellos han comenzado actuar
conforme a él. Yo no sé quien lo ha fabricado para ellos-. Que Alá desgracie a los mentirosos”.
Lucnoui dice más aún: “Ubicando dicho hadiz, que se encuentra en los libros de ceremonias y
rituales, es fabricado. He compuesto un breve ensayo con evidencia intelectual y narrativa llamado
Rechazo a las Cofradías con Invenciones sobre el Último Viernes de Ramadán, en el cual he registrado
aspectos que darán luz de los hechos, así que consúltenlo, porque es importante dicho tópico.”
La aparición de hadices falsos similares en los libros de Fiq destruyen la confiabilidad de otros
hadices que no se inscriben en los libros de hadices confiables. Las palabras de Alí al-Qaari contiene una
indicación al respecto: ‘Un musulmán debe tomar el hadiz de la gente que es experta en la materia; como el
dicho árabe reza, La gente de Meca conoce las veredas abruptas mejor y el dueño de su casa conoce mejor
lo que hay en ella’ ”.

En palabras resumidas del imám Nauauí (T. A. M. E) de su Al-Machmu’ Sharjul Muhadhdhab (1/60) :
“Los eruditos en investigación de la gente del Hadiz y otros afirman que si un hadiz es débil, no debe
considerarse (con) ‘el Mensajero de Alá (P. B. E) dijo/hizo/ordenó/prohibió...’ u otras frases que señalan
certeza, en su lugar deben decirse ‘se reportó/señaló/narró de él...’ u otras que sugieran incertidumbre. Ellos
dicen (los sabios del din) que las palabras de certitud corresponden para los hadices que son
sajij(auténticos) y jásan(bastantes buenos); y las frases de incertidumbre indican todo (menos hadiz). Esto
es porque las frases que designan certeza significan que lo que se sigue es auténtico y sólo ellas pueden
usarse en el caso de algo confirmado, porque de otro modo estaríamos diciendo mentiras sobre el Nabí (P.
B. E).
Esta convención es ignorada por la mayoría de los faquíes de nuestros tiempos, que de hecho son
los más metidos en la disciplina, exceptuando a los mujadices expertos. Esta negligencia es indignante,
porque a menudo dicen de un hadiz sajij ‘Se reporta de él que...’, y sobre uno daíf (débil) ‘él dijo’ Y
‘reportado así y así...’ y ello está lejos de la realidad.”
También en dicha categoría están los trabajos de nuestro profesor, autor de Irwá al-Galíl fi tajrích Manaar
as-Sabíl en 8 volúmenes, y Gáya al-Maraam fi tajrích ahadiz al-Halaal ual Haram, una interpretación de
los hadices encontrados en el libro Lo Lícito y lo Prohibido en el Islam del Dr. Yusuf al-Qaradaawi (el
cual contiene muchos hadices débiles).
El término hadices auténticos implica los sajij (correctus) y los jásan (bonus) a la vista de los mujadices,
ya sea que un hadiz sea correctus per se o correctus pro alter, o bonus per se o bonus pro alter.
La estrella, 53:28
Bujari y Muslim.
Sajij – compilado por Tirmídi, Ahmed Ibn Abi Cheiba.
Posteriormente descubrí que éste hadiz es débil: Me había basado en Manawi al declarar sajij el
isnad de Ibn Abi Cheiba, pero casualmente encontré que era evidentemente da’íf (débil), siendo el mismo
isnad tanto en Tirmídi como en otros –busquen en mi libro Silsila al-Ahadiz ad-Daífa (1783). Sin embargo,
este dicho viene a propósito por el dicho que dijo el Profeta (P. B. E): “Aquél que relata de mí un dicho que
(se) sabe es una mentira( ya que) ciertamente es uno de los mentirosos”. Compilado por Muslim y otros.
Aquí se refiere a su publicación en inglés, que a su vez en español se hace de este modo, por ser
obviamente la versión que usted lee, una traducción directa de la misma.- N. T.
Abul Hayy al-Lucnoui dice en Imám al-Kalám fimaa yata’allaq bil-Quiraa’a jalf al-Imám (p. 156), como
sigue:
“Cualquiera que navega en los mares del Fiq y en los fundamentos de la jurisprudencia con mente
abierta, y no se permite a sí mismo ser perjudicado, sabrá con certeza que en muchos de los temas
primordiales y secundarios en los cuales los ulemas han diferido, el mad-jab de los sabios del Hadiz es el
más firme de los mad-jabs. Cada vez que exploro las distintas ramas de las diversas opiniones, encuentro
que el punto de vista de los mujadices es el más cercano a la verdad –Alá los recompense y los favorezca-.
Cómo podría ser de otro modo, cuando ellos son los verdaderos herederos del Profeta (P. B. E), y son los
sinceros representantes de su ley –Que Alá nos incluya dentro de su compañía y nos haga morir
queriéndolos-.

Subki dice en al-Fataua (1/148): “El asunto más importante de un musulmán es la oración, la cual a todo
musulmán debe importar y (debe) afianzar su realización estableciendo sus bases. Los temas relacionados
con la oración en los que hay un consenso y no hay escape de la verdad y otros temas, los ulemas tienen
divergencias. La aproximación correcta es mantenerse libres de disputas en lo posible, o cerciorarse de lo
que es auténticamente probado del Profeta (P. B. E) y adherirse a ello. Cuando uno lo hace así, su oración
será la más correcta y justa, incluyendo palabras del Exaltado: “Quien espera encontrarse con su Señor,
dejadlo actuar correctamente y con justicia” (Corán 18:110)”
Del poeta Hássan ibn Mohámed a-Nasaui, tal como lo narró el hafiz en Diyaa’ a-Din al-Maqdisi en su
artículo sobre la excelencia del hadiz y su gente (la Gente del Hadiz).
Corán 2:213
Tirmídi, Qudaa’i, Ibn Bushrán y otros
Esta es la clase de taclíd (ciega obediencia) que el imám Tajáui se refería cuando dijo: “solamente algunos
de espíritu partisano o de ciega obediencia sigue la opinión”- Acotado por Ibn ‘Aabidín en Retrato de un
Mufti (Rasmul Mufti)(Vol. 1, p. 32 de la compilación de sus ensayos)
Corán 7:3
Ibn ‘Abidín en al-Haashiya (1/63), y en su ensayo Rasmul Mufti (1/4) de La Compilación de los Ensayos
de Ibn ‘Abidín ), Sheik Saleh al-Fuláni en Icáz al-Himam (p. 62) y otros. Ibn ‘Abidín escribió de Sharjul
Hiaddaya de Ibn al-Shahna al-Kabír, maestro de Ibn al-Humám, como sigue:
“Cuando un hadiz es sajij y contradice el mad-jab, uno debe actuar conforme al hadiz y hacer de él su mad-
jab. Actuando conforme al hadiz no inhabilitará al seguidor de ser un hanefita, porque se reporta que en
verdad Abu Hanifa dijo: ‘Cuando un hadiz es sajij, entonces él es mi mad-jab’. Esto ha sido relatado por el
Imám Ibn Abdul Barr de Abu Hanifa y de otros imames.”
Esto es parte del conocimiento absoluto y piedad de los imames, porque ellos señalaron esto al decir que
ellos no eran expertos en toda la sunna, y el Imam Chafeí lo dilucidó posteriormente. Pudo haber sido que
ellos hubieran contradicho la sunna porque ellos no estaban enterados de ella, por lo cual ellos nos
ordenaron seguirla y considerarla como parte de sus mad-jab. Alá dé misericordia a ellos.
Ibn Abdul Barr en Al-Inticaa’ fi fadá’il a-Zalaza al-Aima al-Fucajá (p. 145), Ibn al-Cayyim en I lam al-
Muquiín (2/309), Ibn ‘Abidín en sus Pies de Nota sobre Al-Bahr at-Rá’ic (6/293) y en Rasmul Mufti (pp.
29, 32) y Sha’rani en Al-Mizán (1/55) con la segunda narración. La última narración fue compilada por
Abbas a-Dauri en a-Taríj por Ibn Ma’ín (6/77/1) con una cadena de transmisión correcta en base a Zafar, el
estudiante del imám Abu Hanifa. Existen narraciones similares atribuidas a Abu Hanifa, basadas en los
relatos de sus amigos: Zafar, Abu Yusuf y ‘Afiya ibn Yazid; cf Icáz (p. 52). Ibn al-Cayyim ratificó su
autenticidad en base a Abu Yusuf en I lam al-Muquiín (2/344). La añadidura a la segunda narración se
refiere al editor del Icáz (p. 65) a Ibn Adúl Barr, Ibn al-Cayyim y otros.
Si esto es dicho por quien no sabe la evidencia de aquellos, ¿Cuál sería su respuesta a el que conoce la
evidencia que contradice su dicho, pero aún da el veredicto contrario a la evidencia? Por lo tanto,
reflexionen lo dicho, porque por sí es bastante para arrasar la ciega obediencia de opinión; esto es el porqué
uno de los sheiks mucalid cuando lo critiqué por dar un veredicto con las palabras de Abu Hanifa sin
conocer la evidencia, rehusó a creer que estaba usando un dicho de Abu Hanifa
Ilustre estudiante del Imám Abu Hanifa, Abu Yusuf (T. A. M. E)

Esto era porque el imám muchas veces se basaba desde su propio punto de vista por el Quiyas (Analogía),
tras el cual había una analogía más sustentable que le venía a la mente, o un hadiz del Profeta (P. B. E) que
le hubiese llegado, de modo que esto último lo aceptaba e ignoraba sus previas opiniones. En palabras de
Sha’rani en al-Mizán (1/62) se resume así:
“Nuestra creencia es también aquella que cada investigador halla sobre el Imam Abu Hanifa (T.
A. M. E) la cual es que, habiendo vivido hasta el registro de la Scharía, y estando en los viajes de los
Guardianes del Hadiz en distintas ciudades y fronteras para poder así compilarlos y adquirirlos,
simplemente los habría aceptado (los hadices) e ignorado todas las analogías empleadas (hasta ese
momento). El monto del quiyas en su mad-jab habría sido justamente el mismo que el de los otros mad-
jabs, casi nada. Pero ya que la evidencia de la Scharía había sido difundida entre los Sucesores y los
sucesores de los Sucesores y no habiendo sido colectado en su tiempo de vida, era necesario que hubiera
más quiyas en su mad-jab en comparación de los otros imames. Los sabios postrimeros entonces hicieron
sus viajes para encontrar y compilar los hadices de las diversas ciudades y pueblos para registrarlos; por
ello, algunos hadices de la Scharía explican otros. Esta es la razón verdadera tras la enorme cantidad de
quiyas en su mad-jab, ya sea que fuera poca en los otros mad-jabs.”
Abul Hassanat al-Lucnoui citó sus palabras completas en An-Nafí al Kabír (p. 135), respaldándola
y expandiéndola en sus notas al pie de página, así que quien quiera consultarlo ahí está.
Ya que ésta es la justificación por la cual Abu Hanifa algunas veces ha contradicho inconsciente-
mente los hadices verdaderos –y es una motivo bastante aceptable, porque Alá no asola ninguna alma con
más de lo que puede afrontar- no es permitido insultarlo por ello, como alguna gente ignorante ha hecho.
De hecho, es obligatorio respetarlo, porque él es uno de los imames de los musulmanes por medio del cual
éste din ha sido preservado y llegado a nosotros, en todas sus ramificaciones; también porque es
recompensado de cualquier modo, a sea que este correcto o equivocado. Tampoco es permisible a sus
adeptos continuar bajo el influjo de sus declaraciones (erróneas) que contradicen el hadiz auténtico, puesto
que tales declaraciones no son, efectivamente, parte de su mad-jab, como los anteriores ejemplos lo
muestran. Esto muestra dos extremos, y entre ellos la verdad permanece: “ ¡Señor! Perdónanos, a nosotros
y a nuestros hermanos que nos han precedido en la fe ¡Haz que no abriguen nuestros corazones rencor a los
que creen!¡Señor! Tú eres cortés, misericordioso” (Corán 59:10).

Al-Fulaani en Icaza al-Himam (p. 50), remontándose al imám Mohámed dice: “Esto no se aplica al
muchtajid, porque es ajeno a sus opiniones de cualquier modo, pero ello se aplica al mucalid.”
Sha’rani lo amplia en Al-Mizán (1/26):
“Si se dice: ‘¿Qué es lo que debo hacer con los hadices que mi imám no utilizó, y se encuentra que
son auténticos después de él morir?’ la respuesta apropiada a esto es: ‘Actuar sobre ellos, ya que tu imám
de haberse topado con ellos y los encontró auténticos, él os habría instruido para seguirlos, porque todos
los imames están sujetos a la Scharía’. Aquél que lo hace así tendrá tanto bien como sus manos sean, pero
aquél que dice: ‘Yo no actuaré conforme a un hadiz que mi imám no puso en práctica’, entonces se estará
perdiendo de las bondades al igual que los seguidores de los mad-jabs de los imames hacen. Será mejor
para ellos actuar conforme cada hadiz encontrado auténtico tras la desaparición del imám, siendo esto la
voluntad de los imames, ya que es nuestra firme creencia que los imames de haber vivido por más tiempo y
hubieran llegado a conocer aquellos hadices auténticos después de no saberlo, ellos definitivamente los
hubieran aceptado y actuado conforme a ellos, ignorando cualquier analogía que previamente ellos
hubieran dictaminado y cualquier opinión que hubieran sostenido.”
Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayaan al-Ilm (2/32), Ibn Hazm, citándolo de lo anterior en Usul al-Ajcam (6149)
y similarmente Al-Fulani (p.72)

Este dicho es bien conocido de Malik que circula entre los entre los sabios tardíos. Ibn Abdul Hadi lo
confirmó en Irshad a-Salik (227/1); Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayaan al-Ilm (2/91) e Ibn Hamzm en Usul al-
Ajcam (6/145, 179) lo habían narrado como un dicho de al-Hakam ibn Utaiba y Muyajid; Taqui a-Din a-
Subki lo dio embelasado, en al-Fataua (1/148) como un dicho de Ibn Abbas y después dijo: “Estas palabras
fueron originalmente de Ibn Abbas y Muyajid, de quienes Malik (T. A. M. E) las retomó, y por eso se
volvió famoso”. Parece que el Imam Ahmed después tomó este dicho de ellos, como lo dijo Abu Daud en
Masaail del Imam Ahmed (p. 276): “Escuché a Ahmed decir, ‘Cada quien es aceptado y rechazado por sus
opiniones, con excepción del Profeta (P. B. E)’.”

De la introducción a Al-Yarj ua-Ta’dil de Ibn Abi Hatim, pp. 31-2.

Ibn Hazm dice en Usul al-Ajcam (6/118):


“En verdad las opiniones seguidas por todos los faquíes eran contrarias al taclid, y ellos
prohibieron a sus camaradas de seguir sus opiniones ciegamente. El más severo entre ellos al respecto fue
Chafeí (T. A. M. E), porque él enfatizaba repetidamente, más que cualquier otro, siguieran las narraciones
auténticas y aceptaran cualquier prueba dictada; él también se desentendía de que lo siguieran ciegamente y
así lo anunció a los de su rededor. Que esto lo beneficie frente Alá y dicha recompensa sea la más grande,
porque él ha aportado grandes bondades”
Relatado por Hakim con un sanad que continua hasta Chafeí, como en Tarij Dimashq de Ibn ‘Asáki
(15/9/10)
Corán 24: 51-52
Basmala: es el decir bismilá (en el nombre de Dios).-N. T.
Corán 8:24
A. S. E. = Alá esté satisfecho de él/ella/ellos/ellas
La mezquita de Jerusalén
Una franja que comprende Siria, Líbano, Palestina y Jordania.
O sea, la oración voluntaria (en la noche o la mañana), nombrada así debido a su contenido de tasbij
(glorificación)
Hemos utilizado el término para referirnos a cualquier tipo de calzado, o sea, pueden ser unas chinelas,
unos mocasines, unas sandalias, babuchas, botas, etc. puesto que el término como se concibe actualmente
indica solamente un calzado que no pasa del tobillo, con suela y cubierta de cuero u otro material (como
usa el occidental).- N. T.
Abu Daud y Bazzár (53, a-Zaua-id); Hakim lo declaró auténtico y Dájabi estuvo de acuerdo.
Ibíd.
Abu Daud, Ibn Juzaima y Hakim, quienes lo declararon auténtico, y Dájabi y Nauauí estuvieron de
acuerdo. El primero lo constata en su Irwá (284)
Mimbar (del ár. Minbar) m. Púlpito de una mezquita.- Academia
En árabe significa literalmente “pantalla, cubierta”; en el contexto de la oración, se refiere a cualquier
objeto justo más allá del sitio de prosternación, área dentro de la cual nada debe pasar, como se detalla en
ésta sección.
Prenda de lana con estampado.
Una prenda ordinaria sin ornamento ni estampado.
Espacio de una tienda fijada ligeramente en el suelo, a modo de pequeña alcoba o camerino. (Nijaya)
Bujari , Muslim y Abu ‘Auána. El Mensajero (P. B. E) no mandó suprimir o arrancar las pinturas, sino
solamente cambiarlas de lugar porque –y Alá sabe mejor- que no eran pinturas con seres de alma. La
evidencia de esto es que él (P. B. E) arrancó otras pinturas como lo prueban muchas narraciones de Bujari y
Muslim y quien quiera ahondar en el asunto, puede consultar Fath al-Bari (10/321) y Gáya al-Marám fi
Tajrich Ahadiz al-Halal ual Haram (Nos. 131-145).
Bujari y Muslim
Decir Alá juákbar (Alá es el Más grande)
Decir Aljám dulilá.(Alabado sea Alá)
Decir subjána-lá (Gloria a Alá)
Decir la ilája ílalá (No hay dios mas que Alá)
Las tres palabras árabes para instigación, arrogancia y verborrea (jámz, nafj y nafz) respectivamente,
fueron interpretadas así por el narrador; toda interpretación posible datan del Profeta (P. B. E) con un isnád
mursal auténtico. Por ‘verborrea’, entendámoslo como el Profeta dijera alguna vez: “En verdad en cierta
verborrea hay sabiduría” (Bujari)
Abu Daud, Ibn Maya, Daracútni y Hakim, quines junto a Ibn Hibbán y Dájabi, lo declararon sajíj. Junto
con la siguiente súplica, podrá encontrarlas en Irwá al- Galíl.
Bujari, Muslim, Abu ‘Auaana, Tajaui y Ahmed
Abu Daud & Sajmi (64-65); Hakim lo declaró sajíj y Dájabi lo confirmó. Se da en Irwá (343). Abu Amer
a-Dáni lo escribió en al-Muktafaa (5/2) y dijo: “Este hadiz tiene muchas bifurcaciones y es dependiendo de
lo que se considera; muchos de los imams y recitadores del pasado preferían pausar al final de cada verso,
aún si algunos lo fuesen (en significado)” Yo digo: Esta es una sunna que ha sido ignorada por la mayoría
de los recitadores de esta era, dejando en paz a los otros.
Tammaam a-Rázi en al-Fauaa’id, Ibn Abi Daud en al-Masaajif (7/2), Abu No’aim en Ajbaar Isbaján
(1/104) & Hakim quienes lo declararon sajíj y Dájabi lo confirmaron. Ambas recitaciones son mutauátir.
El primer capítulo o sura se llama fatihat-ul-kitab, capítulo de apertura o simplemente Fatiha. Se le llama
también suratu nafiya, el capítulo que completa a los demás; a-surat-ul-kifaya, el capítulo suficiente, es
decir, que sustituye a los otros; surat-ul-hamd o surat-ul-shukr o a-dúa, el capítulo de la alabanza o de las
acciones de gracias o de la súplica; suratu shafíya, el capítulo que cura o simplemente a-shafíya; assás, la
base; surat-ul-kanz, capítulo del tesoro. Se le llama también umm-ul-Qur’an, madre del Corán; umm-ul-
kitab, madre del Libro. Conviene no confundir la acepción que este nombre tiene aquí con el de los demás
pasajes del Corán, que advertiremos en su momento.
ibídem
ibídem
Ibídem

Baachi dijo: “él se refiere al dicho de Alá el Exaltado: “Y te Hemos otorgado siete de la Reiteración y la
Magnífica Recitación” (Al-Hichr 15:87). Es llamado siete porque contiene siete versículos, y es
“Reiteración” porque se repite una y otra vez en cada oración. Ha sido llamada “la Magnífica Recitación”
para especificar tal nombre para la sura, aunque cada parte del Corán es magnífica en recitación; de igual
modo, la Caaba es “La Casa de Alá”, aunque todas las demás casas pertenezcan a Alá; esto viene a colación
para especificar y enfatizar su importancia”.
Nasái & Hakim lo declararon auténtico y Dájabi estuvo de acuerdo con ellos.
Abu Daud, Ibn Juzaima (1/80/2), Hakim, Tabaráni & Ibn Hibbaan, éste último de acuerdo con el tercero, lo
declararon auténtico y Dhabi asintió. Se encuentra en Irwá (303).
Abu Daud & Tirmídi, que lo declararon bastante bueno; su cadena de transmisión es auténtica (Sajij Abu
Daud No. 807)
Bujari en su panfleto, Abu Daud & Ahmed. Tirmídi y Daracútni lo declararon bastante aceptable.
Málik, Humaidi, Bujari en su panfleto, Abu Daud y Mahámali (6/139/1). Tirmídi lo proclamó bastante
aceptable; Abu Hátim a-Rázi, Ibn Hibbán & Ibn Cayyim lo proclamaron auténtico.
Ibn Abi Cheiba (1/97/1), Daracútni, Ibn Maya, Tajáui y Ahmed por numerosas rutas, musnad y mursal.
Sheij-ul-Islam Ibn Taimiya lo declaró convincente, al igual que en al-Furú de Ibn Abdúl Hádi (48/2).
Busairi proclamó alguna de sus cadenas de transmisión auténticas. Lo he discutido e investigado con sumo
detalle las rutas de narración en una versión manuscrita y en el Irwá al-Galíl (No. 500)
Ibn Maya con un isnád sajij. Se da en el Irwá (506)
Muslim, Abu ‘Auána y Sirách
Tirmídi & Ibn Maya con un isnád sajij. Transmitido también por Aajuri en Aadaab Haml al-Curán. En
cuanto al hadiz “Aquél que recite detrás del imám, su boca está llena de fuego” es un dicho fabricado
(maudú) y esto se explica en Silsíla al-hadiz a-daífa (No. 569) – véase apéndice 5.
Bujari en Yuz al-Quirá y Abu Daud con un isnad sajij.
Bisbiseo: acción de bisbisar/ Bisbisar: fam. Musitar, decir entre dientes.- Academia.
Abu Daud y Baijáqui con el isnad sajíj. En apariencia es que él (P. B. E) lo hizo a propósito para marcar su
validez.
Significa: “las dos por las cuales el refugio es buscado”, o sea, las dos últimas suras del Corán que
empiezan con “Di: Me refugio en...”
Abu Daud y Ahmed, con isnad sajíj.
Moisés es mencionado en la aleya 45: “Luego, enviamos a Moisés y su hermano Aarón con Nuestros
signos y con una autoridad manifiesta”; Jesús es mencionado poco después en la aleya 50: “Hicimos del
hijo de María y de su madre un signo y les ofrecimos refugio en una colina tranquila y provista de
agua viva”.
Muslim y Bujari en forma ta’lík. Se da en el Irwá (397).
Ahmed y Abu Ya`laa en sus respectivos Musnaad, y Macdisi en al-Mujtára.
Bujari & Muslim.
Ibídem.
Ahmed, con isnad sajíj
Bujari y Muslim.
Muslim, Ibn Juzaima y Hakim.
Muslim y Abu Daud
Ibídem.
Ibn Maya & Ibn Juzaima.
Tajaui, Ibn Hibban en su Sajíj & Ibn Bushrán; Ibn Hayar lo declaró jásan en al-Ajadiz al-‘Aaliyaat (No.
16)
Bujari y Abu Daud
Ahmed y Muslim. El hadiz contiene evidencia de que recitando algo más que la Fatiha en las últimas dos
rakás es sunna. Así es como lo hicieron Los Compañeros, de entre ellos podemos mencionar a Abu Baker
Siddiq (A. C. E.). Igual opina el imám Chafeí, ya sea para dohor u otras; igualmente eruditos posteriores
como Abul Hasanát al-Lucnoui, de quien reproducimos un fragmento de su libro Notas sobre la Muwatta
de Mohámed (p. 102) :
“Algunos de nuestros camaradas sostuvieron un extraño punto de vista al obligar una
prosternación sahw (del olvido) para cada recitación de suras en las dos últimas rakás; sin embargo, los
comentaristas de al-Maniyya: Ibrahim al-Halabi, Ibn Amír Hach y otros, han refutado ésta opinión bastante
bien. No hay duda que aquellos que afirmaron tal, ignoraban el hadiz, que de haberlo sabido, nunca
hubiesen dicho lo que ordenaron”.
Ibíd
Abu Daud con isnad sajíj e Ibn Juzaima.
Ahmed y Muslim.
Bujari y Muslim.
Ibíd
Ibíd. (Bujari y Muslim)
Nasái y Ahmed, con isnád sajij
Tayálisi y Ahmed, con isnád sajij.
Ibn Juzaima (1/166/2), Tabaráni y Macdisi, con isnád sajíj.
Bujari y Muslim.
Ibíd.
Ibíd
Ibíd. También está en Irwá (295)
Nasái con isnad sajij.
Bujari y Muslim
Nasái y Muslim
Abu Ya’la y Hakim, quienes lo declararon auténtico y Dahabi concordó. Ibn al-Azir dice: “...las siete suras
largas son: La vaca, La familia de Imrán, Las mujeres, Los rebaños, Los sitios elevados y El
arrepentimiento”.
Abu Daud y Nasái, con cadena de transmisión auténtica
Muslim y Abu Daud
Bujari y Muslim
Nasái & Tirmídi, quienes lo declararon auténtico
Bujari y Ahmed
Darími & Saíd ibn Mansur en su Sunnan con cadena de transmisión auténtica.
Darími & Tirmídi, que lo declararon auténtico.
En ár. Shirra: entusiasmo, aprehensión o arrebato. La shirra de la juventud es de por sí un principio de
fervor devocionario. Imám Tajaui dice:
“Esto es el fervor devocionario de los musulmanes en sus acciones; los acerca más a su Señor. Sin
embargo están tan cerca de abandonar algunas acciones (las cuales iniciaron debido a su fervor) por lo que
las acciones más amadas hacia el Mensajero (P. B. E) fueron hechas ineludiblemente con persistencia, de
modo que él les ordenó llevaran a cabo actos justos que fueran capaces de continuar haciendo hasta
encontrarse con su Señor –el Excelso, el Poderoso. Hay una narración de él (P. B. E) que aclara el asunto:
las acciones más amadas por Alá son aquellas que son las más asiduas, aún si son modestas.
Yo digo: Este hadiz que antepone las palabras “se narra”, “es narrado” es auténtico y reconocido por Bujari
& Muslim, de una narración de Aixa (A. S. E).
En ár. Fatra: intervalo, descanso, lapso; aquí se refiere al período de reducido entusiasmo.
Ahmed & Ibn Hibbán en su Sajij.
Ibn Sa’ad (1/376) & Abu Sheik en Ajlaaq Nabí (281)
Darími & Hakím, quienes lo declararon auténtico y Dahabi concordó.
Ahmed & Ibn Náser con cadena de transmisión auténtica.
Bujari & Abu Daud.
Ahmed & Abu Daud con cadena de transmisión auténtica.
Muslim & Abu Daud. Este hadiz y otros consideran el hecho de permanecer despierto toda la noche
makrú (deleznable), aunque fuera a veces o siempre, porque es contrario al ejemplo del Profeta (P. B. E);
porque de ser bueno, él (P. B. E) lo hubiese hecho; y como la mejor guía es la guía de Mohámed, no
tomamos otra. Así que no os dejéis engañar por lo que narró Abu Hanifa (T. A. M. E), de que ¡¡el Nabí
rezaba Fayer con la ablución del Ishá por 40 años!! (ADVERTENCIA: REVISEN EL LIBRO TABLIQUI NISAB:
LAS VIRTUDES DE EL ZALÁ de MAULANA ZACARÍAS KANDHALVI, YA QUE ELLOS DAN EJEMPLOS DE ESTE TIPO)
Dicha narración es totalmente infundada; de hecho Álama al-Fairuzabádi nos dice en su libro Ar-Rad ‘alá
al-Mu’tarid (44/1):
“Esta narración es una clara mentira y no puede ser atribuida al imám, porque no hay nada de
bueno en ello, ya sea que fuera del gusto del imám hacer mejor las cosas; no hay duda que el renovar la
purificación para cada oración es lo mejor, lo excelso, lo completo y deseable. Y así es aunque fuese
correcto el permanecer despierto a lo largo de la noche y por cuarenta años consecutivos (con la misma
ablución). Este relato parece más bien un vil cuento chino, y es más bien la invención de alguien
extremadamente ignorante y fanático quien dice algo así semejante de Abu Hanifa y otros sabios; no es sino
pura mentira.”
Nasái, Ahmed & Tabaráni (1/187/2); Tirmídi lo declaró auténtico.
Nasái, Ibn Juzaima ( 1/70/1), Ahmed; Ibn Násser & Hakim, quienes lo declarar
Ahmed & Bujari.
Nasái & Hakim, quienes lo declararon auténtico al hadiz.
Tirmídi, Abul Abbás al-Asamm en su obra al-Hadiz (vol. 2 #117), & Hakim, quienes lo declararon sajíj
(auténtico) y Dájabi estuvo de acuerdo.
Nasái & Ahmed con un isnad auténtico.
La evidencia de estas dos rakás la hallamos en Sajij Muslim y en otros escritos como una práctica del
Profeta (P. B. E); sin embargo, aún enfrentamos oposición a su dicho: haced la última de vuestras
oraciones en uiter (noche impar). Transmitido por Bujari y Muslim. Los eruditos han tenido problemas en
conciliar los dos hadices, que a mi parecer, ninguno me convence, por lo que es más prudentes es
abandonar las dos rakás para cumplir con la orden del Profeta (P. B. E); y Alá conoce mejor.
Posteriormente, tuve frente a mí un hadiz auténtico donde se ordena las dos rakás después del
uiter, de modo que la orden del Profeta antes mencionada, concuerda con su acción, y las dos rakás son
válidas para todos; la primera orden es así una recomendación, sin negar las dos rakás. El segundo y último
hadiz lo pueden hallar en la obra Silsilat-ul-Ahadiz a-Sajija (Cadena de Hadices Auténtica) 1993 –véase el
apéndice 7.
Ahmed & Ibn Náser & Tajáui (1/202) e Ibn Juzaima & Ibn Hibbán con cadena de transmisión auténtica.
Muslim & Abu Daud
Ibíd.
Ibíd.
Esto lo dijo Imám Chafeí, Ahmed e Isaac, y uno de los hanefitas tardíos quien investigó acerca de ello y lo
apoyó. En cuanto a la sura que se recita después de ella (la Fatiha), es opinión de los chafeítas y es la
correcta [N. T. : Ello no quiere decir que el autor mantenga afiliación chafeíta o malequita, etc., sino que
apoya una declaración con bases, datos e investigaciones fidedignas para declarar (por decirlo así):“esto es
lo más objetivo, lo auténticamente cercano a la verdad” dejando entrever que con posteriores revisiones
surjan hechos que lo renueven o contradigan, sin dejar ello duda que ha sido hecha con la más pura, sincera
y honesta de las causas, la causa por Alá: el Islam]
Bujari, Abu Daud, Nasái & Ibn al-Yaarud. El resto no es shádd (incongruente) como Tuwaidyiri piensa.
Nasái & Tajaui con isnád sajíj.
Ibn al-Mubarak en a-Zuhd (162/1 de al-Kawakib 575), Abu Daud & Ahmed con isnád sajíj.
Muslim y Malik.
Abu Daud & Tirmídi, quienes lo declararon sajíj.
Bujari en su obra Af’aal al-‘Ibaad con un isnád sajíj.
Ver la sección “Recitación de un verso a la vez”.
Taryí –explicado como un tono vibrante por Ibn Hayar; Manáui dijo: “Se eleva con un sentimiento de gozo
y felicidad, del cual él (P. B. E) se sintió bien tras el día de la conquista de Meca”.
Bujari y Muslim.
Bujari como Ta’lik, Abu Daud, Darimi, Hakim y Tammám al-Rázi con dos cadenas de transmisión
auténticos. NOTA: de dicho hadiz hay una opinión contraria de uno de los narradores, quien lo
anotó como “embelleced vuestras voces con el Corán”. Esto es error en la narración y en su
entendimiento, y cualquiera que lo haya declarado auténtico está en un absoluto error, porque con ello
contradice las narraciones esclarecedoras verdaderas en dicha porción. De hecho, es el primer ejemplo de
un hadiz maklub, de cuyos detalles se dan en la obra Silsila al-Ahadiz a-Da’ifa (No. 5328)
Un hadiz auténtico transmitido por Ibn al Mubarak en a-Zuhd (162/1 de al-Kawakib 575), Darimi, Ibn
Náser, Tabaráni; Abu No’aim en su obra Ajbar Isbaján; y Diyá en al-Mujtára.
Darimi & Ahmed, con cadena de narración auténtica.
Abu Daud y Hakim, quienes lo declararon sajíj; Dájabi concordó.
Los estudiosos han dicho que ‘el instrumento de viento musical’ alude a la voz en canto; la frase ‘la
familia de David’ se refiere al mismísimo profeta David (P. E.), quien durante su existencia, solía cantar
loas al Señor, por lo que a la parte de ‘familia’ no es en sentido literal, sino más bien es alusivo a quien con
hermosa voz recitando el Corán, se asemeja al profeta o como uno de su prole que hereda tal virtud latu
sensu. Esto es mencionado por Nauauí en sus comentarios al Sajij Muslim.
Abdu Razác en al-Amaali (2/44/1), Bujari, Muslim, Ibn Náser y Hakím.
Abu Daud, Ibn Hibbán, Tabaráni, Ibn Asákir (2/296/2) & Diyá en al-Mujtára con un isnád sajíj.
En árabe tafl: soplar con un mínimo de saliva-Nihaaya.
Muslim y Ahmed. Nauauí (A. T. M. E) dice, “este hadiz contiene una recomendación para alejarnos del
Diablo cuando nos tienta, junto con el escupir levemente a la izquierda tres veces”.
Abu Daud & Hakim, quienes lo declararon sajíj & Dájabi estuvo de acuerdo.
Bujari & Muslim. Tal “alzar de manos” se reporta como mutauátir por él (P. B. E), al igual que elevar las
manos al incorporarse después del rukú. Ello es el mad-jab de los tres imams: Malik, Chafeí y Ahmed, al
igual que el de los maestros de Hadiz y Fiq. Imám Malik (T. A. M. E) lo hizo así hasta su muerte,
reportándolo así Ibn Asákir (15/78/2). Algunos de los hanefitas escogieron hacerlo así, entre ellos ‘Isám
bin Yusuf Abu ‘Asama al-Balji (m. 210), un estudiante del Imám Abu Yusuf (T. A. M. E), como se ha
explicado en la introducción de este libro. Abdulá bin Ahmed reportó de su padre en la obra Masá’il (p.
60): “Se relata de Ucba Ibn ‘Aamir, quien dijo acerca de un hombre elevando las manos durante la oración,
‘él obtiene diez actos buenos por dicho movimiento’”. Esto se sustenta por el hadiz cudsi “Aquél que
pretende hacer un acto bueno y luego lo efectúa, Alá lo toma en cuenta como de diez hasta setecientos actos
buenos”, transmitido por Bujari & Muslim. Consulten la obra Sajíj a-Targuíb, No. 16.
Ibíd.
Ibíd.
Abu Daud & Nasái. Hakim lo declaró sajíj y Dájabi lo confirmó.
Bujari & Abu Daud.
Bujari & Muslim.
Bujari & Abu Daud.
Hakim lo declaró sajíj; Dájabi & Tayálisi lo confirmaron. Se encuentra en el libro Sajíj Abi Daud (809).
Ibn Juzaima & Ibn Hibbán en sus respectivos libros Sajíj.
Tirmídi lo declaró sajíj junto con Ibn Juzaima.
Bujari & Baijaqui, con isnád sajíj.
Tabaráni en su Mu’yam a-Saguír; Abdulá bin Ahmed en su Zauaíd al-Musnad; e Ibn Maya.
Ahmed & Abu Daud con isnád sajíj.
Abu Daud & Bujari en Yuz’ al-Quira con isnád sajíj
Muslim & Abu ‘Auána.
Esto es literal y uno de los milagros de Mohámed que sucedió en la oración del hadiz. No hay evidencia de
que ello haya sido frecuente.
Bujari & Muslim
Abu Ya’laa en su Musnad (340/3491/1), Aachuri en al-Arba’ín, Baijaqui, Tabaráni (1/192/1), Diyá en al-
Muntacá (276/1), Ibn ‘Asákir (2/226/2,414/1,8/14/1,76/2) con un isnád jásan & Ibn Juzaima lo declaró
auténtico (1/82/1). Ibn Batta posee una narración mursal que sustenta la parte primera del hadiz, menos la
adición, en al-Ibána (5/43/1).
Agazaparse: ponerse en cunclillas.- N. T.
Tayálisi, Ahmed & Ibn Abi Cheiba; es un hadiz bueno, como lo he justificado en mis pies de página a la
obra al-Ahkaam (1348) de Abdúl Jac Ishbéli.
Ibn Abi Cheiba (1/89/2),Tabaráni & Hakim, quienes lo declararon sajíj junto con Dájabi.
Ibn Abi Cheiba (1/89/1), Ibn Maya & Ahmed, con un isnád sajíj.
Abu ‘Auána, Abu Daud & Sajmi (6!); Daracutni lo declaró sajíj.
Ahmed, Abu Daud, Ibn Maya, Daracutni, Tajaui, Bazzár & Tabaráni en Mu’yam al-Kabir, en autoridad de
Los Siete compañeros. Es por ello que se refuta a aquellos que no aceptan el hecho de glorificar tres veces,
tales como Ibn al-Cayyim y otros.
De un hadiz sajíj, transmitido por Abu Daud, Daracútni, Ahmed, Tabaráni y Baijaqui.
Abu Isaac dijo: subúj(un) significa “el que esta libre de cualquier defecto”, mientras que cuddus(un)
significa “el Bendito” o “el Puro”. Ibn Saída dijo: Glorificado y Bendito son atributos de Alá, porque Él es
glorificado y santificado por los demás (Lisán al-‘Arab)
Bujari y Muslim. “Cumplimentar el Corán” se refiere al dicho de Alá: “Entonces, ¡celebra las alabanzas
de tu Señor y pide Su perdón! Es indulgente.” (Corán 110:3)
Muslim, Abu Auána, Tajáui & Daracútni.
Nasái con un isnád sajíj.

NOTA: ¿Acaso hay pruebas de que podemos combinar dos o más recordatorios en un rukú? Los
académicos han disentido al respecto. Ibn al-Cayyim estaba inseguro acerca de esto en su libro Zaad al-
Ma’aad. Nauaui escogió la primera posibilidad en su libro al-Adhkár, diciendo: “es mejor combinar todos
los recordatorios (adhkár) si es posible, y de igual modo los ádhkár correspondientes a otras posturas.” Abu
a-Tayyib Sidík Hássan Kan difirió de él, escribiendo en Nuzul al-Abraar (84): “Se narra de uno de ellos
aquí, otro allá, y otro acullá. Sin embargo, no veo evidencia para combinarlos. El Mensajero de Alá (l. p. b.
A. e.) no los hubiese combinado de un “tirón”, sino que algunas veces decía una, otras veces otra; hacer
esto es mejor que empezar hacer algo nuevo”. Esta última opinión no es la correcta, Dios queriendo, sino
que esta confirmado en la sunna el alargar dicha posición, al igual que otras, en tanto dure de la posición de
firmes; de aquí, si el rezante desea imitar a Nabí (l. p. b. A. e.) en esta sunna, es combinar los recordatorios,
como Nauauí dijo, y como Ibn Násser ha narrado en su Quiyám a-Lail (76) de Ibn Yuraij como lo hizo
‘Ataa, o repetir uno sólo de los dikers para los cuales se permite la repetición continua, y esto es lo más
cercano a la sunna, pues Alá sabe más.
Nasái con isnád sajíj.
Muslim y Abu ‘Auána. La prohibición es general. Aquí se cubre tanto en las oraciones obligatorias como
las voluntarias. El comentario agregado de Ibn Asákir (17/299/1) dice: “en cuanto a las oraciones
voluntarias, entonces no hay daño” lo cual es shaad o munkar – Ibn ‘Asákir recalcó un error en ello- así
que no es permisible actuar acorde a ello.
Ibíd..
Bujari & Muslim.
Abu Daud & Hakim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi lo confirmó.
Bujari & Abu Daud; Ár. Faqaar: vertebra: “los huesos conforman la espina, desde la base del cuello hasta
la cóccix” de acuerdo al diccionario árabe; ver también Fath al-Baari (2/308).
Bujari y Ahmed
Íbid.
Muslim, Abu ‘Awána, Ahmed & Abu Daud.

NB: Este hadiz no prueba que el seguir a los imams implica no seguirlo en el dicho: Alá escuche a quien lo
alaba, así como tampoco prueba que el imám no comparta con aquellos que lo siguen el dicho: nuestro
Señor, a Ti todas las alabanzas. Esto es porque el significado del hadiz no pretende exactamente que el
imám y sus seguidores lo deban decir en esta posición; más bien explica que el tajmíd de los rezantes debe
decirse después del tasmí del imám. Esto tiene bases en el hecho de que el Profeta (P. B. E) solía decir el
tajmíd cuando era imám, y también porque por lo general su dicho: “rezad como me habéis visto rezar”
dicta que el rezante debe decir lo que el imám diga, i. e. Tasmí, etc. Los hermanos más respetables que nos
han expedido tal asunto deben considerar tal cosa, y tal vez lo que hemos mencionado es satisfactorio.
Quien quiera investigar más en el tópico deberá remitirse al artículo del Hafiz Suyuti al respecto en su libro
al-Háui lil Fataui (1/529)
Bujari & Muslim; Tirmídi lo declaró sajíj.
Bujari & Muslim. El alzamiento de manos se narra en un mutawatir del Mensajero (P. B. E) y la mayoría
de los escolásticos lo han apoyado, incluyendo algunos hanefitas. Vean la nota anterior con la palabra
Rukú.
Ibíd.
Ibíd.
Bujari & Ahmed. Ibn al-Cayyim (A. M. E) erró en este punto en el libro Zaad al-Ma’aad, rechazando la
combinación de “¡Oh Alá!” con “y”, a pesar del hecho que se encuentra Sajíj al-Bujari, Musnad Ahmed,
Nasái & Ahmed a través de dos rutas de narración de Abu Huraira, en Darimi como un hadiz de Ibn Omar
en Baijaqui de Abu Saíd al-Judri & en Nasái otra vez como un hadiz de Abu Musa AL-Ash’ari
Bujari & Muslim; Tirmídi lo declaró sajíj.
Muslim & Abu ‘Auána.
Ibíd.
Yadd: riqueza, poder; i. e., quien es tiene riqueza, hijos, influencia y poder en este mundo, rodo esto, no lo
beneficiarán ni dan seguridad ante Dios; sus posesiones no lo salvarán de Dios: sólo los actos justos los
salvarán o a ninguno.
Muslim & Abu ‘Auána.
Muslim, Abu ‘Auána & Abu Daud.
Malik, Bujari & Abu Daud.
Bujari, Muslim & Ahmed. Esta escrito en Irwá (no. 307)
Bujari & Muslim (la primera oración, nada más), Darimi, Hakim, Chafeí y Ahmed. Por ‘huesos’
entendamos aquellos que conforman las columna vertebral, las vértebras, como lo hemos venido
manejando.
Ahmed y Tabarani en Mu’yam al Kabir, con un isnad sajíj.
Bujari y Muslim.
Abu Daud & Hakim, quien lo declaró sajíj y Dájabi confirmó.
Abu Ya’lá en su Musnad (284/2)
Nasái, Daracútni & Mujlis en el libro al-Fawá-id (1/2/2) con dos isnades sajíj. Este levantamiento de
manos ha sido reportado por los Compañeros, y varios salafís lo confirmaron, entre ellos Ibn Omar, Ibn
Abbas, Hasán Basri, Tawus, su hijo Abdulá, Náfi el Esclavo liberado por Ibn Omar, Salim el hijo de Ibn
Omar, Cásim bin Mohámed, Abdulá bin Dinar & Áta. También Abd el-Rahmán bin Majdi dijeron: “esto es
de la sunna”, que fue practicado por el Imám de la sunna, Ahmed bin Hambal, y ha sido anotado de Malik y
Chafeí.
Ibn Juzaima (1/76/1), Daracútni y Hakim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi lo confirmó. Todos los
hadices que lo contradicen son falsos. Este modo ha sido respaldado por Malik, e igualmente se reporta de
Ahmed en el libro a-Tajquic (108/2) de Ibn al-Yauzi. También al-Maruazi lo anotó con un isnad sajíj, imám
al-Auzái en su Masáil (1/147/1) al decir, “encontré a la gente posar sus manos antes que sus rodillas”.
Abu Daud, Tammám en al-Fauáid & Nasái en Sunan a-Sugra y Sunan al-Kubra (47/1) con un isnad sajíj.
Abdul Jac lo declaró sajíj en al-Ajkám (54/1), y lo continuó en Kitáb a-Tajayud (56/1) diciendo: “tiene un
isnad mejor que el previo”, o sea, el hadiz de Uá-il el cual lo dice de modo contrario (las rodillas antes que
las manos). De hecho, el último hadiz, al ser contradictorio a este que es sajíj y al precedente, ni es
auténtico en el isnád ni en el significado, como he explicado en mi libro Silsíla al-Ahadiz a-Daífa (No. 929)
y en al-Irwá (357).
Abu Daud & Hakim, ambos lo declararon sajíj y Dájabi concordó.
Ibn Juzaima, Baijaqui & Hakím lo declararon sajíj y Dájabi concordó.
Baijaqui con un isnad sajíj. Ibn Abi Cheiba (1/82/2) y Sirách relataron el apuntar los dedos de los pies en
una narración aparte.
Abu Daud & Tirmídi, quienes lo declararon sajíj, como lo hizo Ibn al-Mulaquin (27/2), dado en el libro
titulado Irwá (309)
Abu Daud y Nasái, con isnád sajíj.
Ibíd. 219
Abu Daud & Ahmed con isnád sajíj.
Ibn Juzaima (1/10/1) con isnád jásan.
Daracútni, Tabaráni (3/140/1) & Abu No’aim
Baijaqui con isnád sajíj. Ibn Abi Cheiba (1/82/2) & Sirach han relatado el apuntar los dedos de los pies en
una narración diferente.
Bujari & Abu Daud. Ibn Sa’d (4/157) contado por Ibn Omar
Tajaui, Ibn Juzaima (No. 654) & Hakim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi concordó.
Baijaqui con isnád sajíj.
Tirmídi & Sirách; Hakim lo declaró sajíj y Dájabi concordó.
O sea, halar y meter la ropa para que no se expanda, significando que se debe recoger la ropa o el cabello
con las manos para el rukú y suyúd (Nihaya). Esta prohibición no se limita a no hacerlo en la oración; sino
que la mayoría de los sabios que arremangarse la ropa o recogerse el cabello antes de la oración también es
prohibido. Esto es patente cuando ellos prohíben a los hombres rezar con el cabello atado.
Bujari y Muslim. Se recoge de al-Irwá (310).
Muslim, Abu ‘Auána & Ibn Hibán.
O sea, amarrado o trenzado.
Muslim, abu ‘Auána & Ibn Hibbán. Ibn al-Azir dice al respecto: “El significado de este hadiz es que si el
cabello esta suelto, debe este dejarse caer en el suelo en el momento de la sachda, por lo que la persona
recibiría recompensa por la postración de tal cabello. Empero, si el cabello es atado, es como si no se
hubiese prosternado, porque es parecido a quien cuyas manos son esposadas, ya que estas no pueden
ponerse sobre el suelo en sachda”.
Esto solo se limita a los hombres, no a las mujeres, ya que Shaucani lo citó de Ibn al-‘Arabi.
Abu Daud & Tirmídi, quienes lo declararon jásan; Ibn Juzaima & Ibn Hibbán lo declararon sajíj. Consulte
Sajíj Abbi Daud (653)
Bujari & Abu Daúd.
Bujari y Muslim. Consulte el Irwá (359)
Muslim, Abu ‘Auana & Ibn Hibbán.
Abu Daud & Ibn Maya con isnád jásan.
Muslim & Abu Áuana.
Bujari, Muslim, Abu Daud & Ahmed
Ahmed & Tirmídi, quienes lo declararon sajíj.
Ibn Juzaima (1/80/2), al-Macdisi en su obra al-Mujtára & Hákim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi
concordó.
Ahmed, Abu Daúd, Ibn Maya, Daracútni, Tajaui, Bazzár & Tabaráni en su Múyam al-Kabír en base a siete
diferentes Compañeros. Consúltelo también en este libro la sección de Rukú respecto al diker.
Consúltelo también en este libro la sección de Rukú respecto al diker.
Sajíj, transmitido por Abu Daúd, Daracútni, Ahmed, Tabaráni & Baijáqui.
Muslim & Abu ‘Auána.
Bujari & Muslim.
Muslim, Abu Áuana, Tajaui & Daracútni.
Muslim y Abu ‘Auána.
Ibn Násser, Bazzar y Hakim, quienes lo declararon sajíj pero Dájabi no, pero tiene bastante fundamento
por una versión manuscrita mencionada.
Muslim, Abu ‘Auána, Nasái e Ibn Násser.
Ibn Abi Cheiba (62/112/1) & Nasái; Hakim lo declaró sajíj y Dájabi también.
Muslim, Abu ‘Auána y Baijáqui. Se puede leer en Irwá (456)
Ibn Juzaima en su obra “Sajíj”, con un isnád jásan de Ibn Masúd (887) y Baijáqui en la forma mursal. Ibn
Juzaima lo establece así: “Capítulo: evidencia de gesticulación que se sobreentiende no invalida ni merma a
la oración”- ¡esta acción es una de las cuales la gente de la Opinión (los Críticos) han prohibido! Al
respecto, hay otros hadices en Bujari, Muslim y otros.
La blancura se refiere a la parte del caballo donde las cadenas y argollas se colocan, incluyendo lo más
abajo de las patas sin incluir las rodillas.
O sea, brillarán debido a la luz del suyúd.
Las partes que abarca la ablución: el rostro, manos y pies. Las marcas deslumbrantes de la ablución de la
cara, manos y piernas de las personas son comparadas con la blancura del rostro del caballo y las patas.
Ahmed, con isnad sajíj. Tirmídi relato parte de ello y lo declaró sajíj. Se encuentra en Silisíla al-Ajadiz a-
Sajíj.
Bujari & Muslim; el hadiz muestra que los pecaminosos de entre los que hacen la oración regularmente, no
permanecerán en el fuego permanentemente, y esto es verdad- véase a-Sajíj (2054).
Estera: f. Tejido de esparto, juncos, palmas, etc., con que se cubre el suelo de las habitaciones (Ar. Jasír)
Esto es porque la mezquita no se cubría con esteras u otro tipo de cubierta. Esto es evidente en muchos
hadices, tal como se verá en el siguiente y otro de Abu Sa’id.
Muslim & Abu ‘Auána.
Ahmed, Sirách & Baijáqui, con un isnád sajíj.
Bujari y Muslim.
Ibid.
Ibid.
Muslim & Abu ‘Auána.
Bujari & Muslim.
Abu Daúd & Hakim, que lo declararon Sajíj y Dájabi concordó.
Bujari en su Yuz’ Raf’ al-Yadain, Abu Daud con isnaad sajíj, Muslim y Abu ‘Auána. Esta dado en el Irwá
(316).
Al elevar las manos aquí, y en cada takbír, tanto anunciado por Ahmed como en el Badaaí (3/89) de Ibn al
Cayyim: “Azram lo citó de él (Imám Ahmed) al ser cuestionado sobre la elevación de las manos, a lo que
dijo: ‘con cada movimiento hacia arriba y hacia abajo’. Azram dijo: vi a Abdulá (o sea, Imám Ahmed)
elevar sus manos en la oración con cada movimiento hacia arriba y hacia abajo”.
Ahmed & Abu Daud, con isnád bueno.
Bujari & Baijáqui.
Nasái con isnád sajíj.
Muslim, Abu ‘Auána, Abu Sheik en Maa Rauaju Abu az-Zubair ‘an Gair Yaabir (Nos. 104-6) & Baijáqui.
Ibid. Ibn al-Cayyim (T. A. M. E.) revisó tal cosa, tras mencionarse el iftirásh del Profeta entre las dos
sáchdas, aquél dijo: “Ninguna otra manera de sentarse así de él se registra” Pero cuán correcto puede ser, si
el ic-á nos ha llegado por vía del hadiz de Ibn Abbas en Muslim, Abu Daud y Tirmídi, quienes lo
declararon sajíj, con otros(véase Silsila al-Ajadiz a-Sajíja 383); el hadiz de Ibn Omar con un isnád jásan en
Baijáqui, fue declarado sajíj por Ibn Hayar. También, Abu Isaac al- Harbi lo cuenta en Garib al-Hadiz
(5/12/1) de Táwus, quien vio a Ibn Omar e Ibn Abbás practicar el ‘ic-á; sus isnades son sajíj. Tenga Alá
misericordia del Imám Malik, quien dijo: “cada uno de nosotros puede refutar y ser refutado, excepto el
que ya ocupa una tumba”, y señaló la tumba del Profeta. Esta sunna fue practicada por muchos
Compañeros, Sucesores y otros, y esto yo lo he extendido en mi obra al-Asl.
Abu Daúd y Baijáqui con isnád sajíj.
Abu Daud & Hakim, quien lo declaró sajíj y Dájabi estuvo de acuerdo.
Abu Daud y Baijáqui, con isnád sajíj.
Abu Daud y Hakim, declaráronlo sajíj y Dájabi concordó.
Bujari & Muslim.
Ibid. Ibn al-Cayyim dijo: “esta sunna la abandonó la gente después del tiempo de los Compañeros. Pero
para quien se atiene a la sunna, y no mira a los lados con lo que la contradiga, que se despreocupe de lo que
se opone a la guía (recta)”.
Abu Daud, Tirmídi, Ibn Maya & Hakim, declaráronlo sajíj y Dájabi concordó.
Ibn Maya con un isnad jásan. Imám Ahmed solía suplicar con esta dúa; Isaac bin Rajáuai dijo: “aquél que
lo desee, puede decirlo 3 veces, o decir ‘¡Oh Alá! Perdóname…’ ya que ambos (recordatorios) han sido
reportados del Profeta (P. B. E.) entre las dos sáchdas” (Masaíl del Imám Ahmed & Isaac Rajauai tal como
lo contó Isaac al-Marwazi, p. 19)
Esto no niega la validez de las expresiones en las oraciones obligatorias debido a la ausencia de algo que
diferencie entre aquello y las oraciones voluntarias. Este es el punto de vista de Chafeí, Ahmed & Isaac,
sostuvieron que esto era permitido tanto en las oraciones obligatorias como las voluntarias, ya que Tirmídi
lo ha narrado. Imám Tajáui lo apunta en Mushkil al- Aazaar (problemas con la tradición). El análisis
apropiado apoya este argumento, porque no hay un punto de vista en la oración donde un recordatorio no
sea válido, y por lo tanto apropiado como es en este caso.
Bujarí y Muslim.
Abu Daud y Hakim, declaráronlo sajíj, y Dájabi concordó; lo adicional es de Bujari y Muslim.
Abu ‘Auána y Abu Daud con dos isnades sajíj. Ahmed, Malik y Chafeí apoyan el elevar las manos en sus
propias narraciones. Ver nota previa en suyúd.
Bujarí y Muslim.
Abu Daud y Hakim declaráronlo sajíj; Dájabi concordó.
Ahmed y Tirmídi declaráronlo sajíj.
Véase pie de nota #10
Bujarí y Abu Daud. Esta manera de sentarse es conocida por los sabios de Fiq como yálsa al-istirája
(sentada de descanso). Chafeí lo confirma, al igual que Ahmed en su Tajquíc (111/1) quien además lo
defendió firmemente, ya que era bien sabido que él instigaba mucho en seguir una sunna en la que no había
nada de contradictorio. Ibn Jáni escibió en su Masaail acerca de Imám Ahmed (p.42): “Ví a Abu Abdulá (o
sea, Imám Ahmed) algunas veces apoyarse sobres sus manos cuando se incorporaba para la siguiente raká,
y algunas veces se sentaba erecto y se incorporaba (directamente)”. De Imám Isaac bin Rajáuai se dice que
él dijo –anotado en el Masaail de Marwazi (1/147/2)-: “El ejemplo fue puesto por el Profeta (P. B. E.) al
apoyarse con sus manos al levantarse, ya sea que estuviese viejo o jóven” véase también Irwá (2/82-3).
Bujarí y Chafeí.
En árabe dice “como uno que amasa con las manos”.
Abu Isaac al-Harbi sin ningún sanad equivocado, y su significado se encuentra en Baijáqui, con un isnad
sajíj. En cuanto al hadiz que dice: “solía levantarse como una flecha, sin apoyarse con las manos” es un
hadiz inventado (maudú), y todas las narraciones del mismo corte os on muy débiles o también inventados.
Esto lo explico en mi obra “Colección de hadices falsos” (Silsila al- Ahadiz a-Da’ífa; pp. 562, 929, 968)
Muslim y Abu ‘Auána. La falta de interrupción que afirma este hadiz no se refiere a la dada en la du’a de
apertura, por lo cual no incluye la pausa para recitar la isti-áda, o puede tener un significado más amplio:
lo primero es lo acertado. Hay dos puntos de vista entre los escolásticos del Islam con respecto a la isti-áda
y sólo consideramos lo correcto concernientemente a lo dicho en cada raká; los detalles de todo esto lo
encontrarán en al-Asl.
Abu Daúd & Ahmed con isnád fuerte.
Bujarí & Muslim.
Ahmed, con isnád jásan.
Ibn Maya; en el Sajíj de Ibn Hibban; y por Ahmed , de la obra Masáil (1/52)de Ibn Jáni. Yabir bin Abdulá
(A. S. E.) dijo: “Quien rece una raká en la que no recite la Madre del Corán, no ha rezado nada, a menos
que este detrás den imám”- relatólo Malik en su Muwatta.
Nasái (1/173) con isnad sajíj.
Bujarí y Abu Daúd.
Abu Daud y Baijáqui, con isnád jásan.
Tayálasi, Ahmed e Ibn Abi Cheiba. Sobre el ic-á, Abu Ubeida y otros dijeron “que cuando un hombre
presiona sus posaderas contra el suelo, mantiene sus canillas rectas, y apoya sus manos sobre el suelo, lo
hace igual que un perro.” Esto es diferente al ic-a entre sáchdas, lo que sí esta aprobado en la sunna, como
se hablo en la sección ic-á.
Muslim, Abu ‘Auána y otros. Se encuentra en el Iruá (316).
Muslim y Abu ‘Auána.
Baijáqui y Hakim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi concordó. El siguiente es semejante a éste; ambos
se encuentran en Irwá (380).
Ahmed y Abu Daud, con isnád sajíj
. Abdu Razác; Abdúl Jác lo declaró sajíj en su Ahkam (no. 1284-con mi propia corroboración).
Muslim y Abu ‘Auána e Ibn Juzaima, Humeidi (13/1) y Abu Ya’la (275/2) adscribieron un isnád sajíj en
base a lo que dijo Ibn Omar: “y esto es un tiro hacia el Diablo; nadie olvida esto cuando lo hace”, y
Humeidi alzó su dedo. Humeidi dijo también que Muslim bin Abi Mariam dijo: “un hombre me contó que
en una iglesia de Siria observó imágenes de profetas pintados como éste”, y Humeidi alzó su dedo. Esto es
una anécdota bastante extraña, pero el isnád que se recorre hasta dicho “hombre” es correcto.
Muslim y Abu ‘Auána e Ibn Juzaima, Humeidi (13/1) y Abu Ya’la (275/2) adscribieron un isnád sajíj en
base a lo que dijo Ibn Omar: “y esto es un tiro hacia el Diablo; nadie olvida esto cuando lo hace”, y
Humeidi alzó su dedo. Humeidi dijo también que Muslim bin Abi Mariam dijo: “un hombre me contó que
en una iglesia de Siria observó imágenes de profetas pintados como éste”, y Humeidi alzó su dedo. Esto es
una anécdota bastante extraña, pero el isnád que se recorre hasta dicho “hombre” es correcto.
Muslim y Abu ‘Auána .
Abu Daud, Nasái, Ibn al-Yarúd en al-Muntacá (208); Ibn Juzaima (1/86/1-2) e Ibn Hibban en su Sajíj (485)
con un isnád sajíj. Ibn al-Mulaquin también lo declaró sajíj (28/2), y tiene un narrador confiable en la
persona de Ibn ‘Adi (287/1).
Ibíd. Sobre las palabras “suplicaba con él”, el Imám Tajáui dijo: “Esto es evidencia de que lo hacía hasta al
final de la oración”. De aquí se constata que la sunna es apuntar y mover el dedo continuamente hasta el
taslím, por lo que la súplica termina ahí. Esta es la posición de Malik y otros. Imám Ahmed fue
cuestionado: “¿Debe un hombre apuntar con su dedo durante la oración?” A lo que respondió firmemente
que “Sí”. (mencionado por Ibn Jáni en su obra Masaail del Imám Ahmed, 1/80). De aquí, es claro que
mover el dedo en tachájud es una sunna comprobada del Profeta (P. B. E.), la cual practicaba Ahmed y
otros imames de la sunna. Por lo tanto, los que piensan que no tiene sentido y es irrelevante y no tiene que
ver nada con la oración, deben temer a Alá, y por lo mismo no mueven sus dedos aún sabiendo que es una
sunna establecida. Y tienen una falta de entendimiento para interpretarlo (porque son unos necios), lo que
es inconsistente con el modo árabe de expresión y contrario al entendimiento de los imames con respecto a
eso.
Lo sorprendente es que algunos de ellos defienden a los imames en otros asuntos que, aunque
contradigan claramente la sunna, con el argumento de que el señalar los errores de los imames implica
faltarle al respeto y vilipendiarlos. Sin embargo, caen en contradicción porque a la vez que rechazan las
sunnas poco o nada conocidas del Profeta, comienzan a mofarse de aquellos que las practican. Sea que lo
hagan conciente o inconcientemente, sus burlas también “se llevan entre las patas” tanto a los imames a
quienes a menudo defienden estúpidamente y los que practican las sunnas correctas: todo al mismo tiempo.
Pero en realidad a quien realmente están denigrando es al Profeta (P. B. E.) mismo, porque él es quien
verdaderamente nos trajo la Sunna, por lo que hacer escarnio de esto equivales a denigrarse uno mismo.
<<Más cuál es la recompensa de aquellos de entre vosotros que se comporta así excepto…>>

En cuanto a descansar el dedo después de apuntar o dejar de moverlo tras la afirmación: lá ilája … (no hay
Dios…); con la negación: … íla lá (excepto Alá), no tiene fundamento en la sunna. En realidad, es
contrario a la sunna dejar de moverlos, como lo prueban los hadices.
Más aún, el hadiz que menciona no mover su dedo no tiene un isnád auténtico, como he explicado en Daíf
Abi Daúd (175). Y aún si esto fuese cierto, es negante, ya que el hadiz precedente es afirmativo: lo
afirmativo precede a lo negante, como bien saben los ulemas.
Ahmed, Bazar, Abu Yapar al-Bujtirí en al-Amaali (60/1), Abdúl Gani al-Macdisí es su Sunan (12/2) con el
isnad sajíj, Ruyáni es su Musnad (249/2) y Baijáqui.
Ibn Abi Cheiba (2/123/2) con isnád jásan.
Ibn Abi Cheiba (12/40/1;2/123/2) y Nasái. Hakim declarólo sajíj y Dájabi concordó, y hay la narración que
apoya a Ibn Abi Cheiba.
Nasái & Baijáqui, con isnád sajíj.
Muslim y Abu ‘Auána.
Baijáqui lo transmitió como una narración de Aixa con isnád sajíj, corroborado por Ibn al-Mulaquin
(28/2).
Nasái, Ahmed & Tabaráni en Múyam al Kabír (3/25/1) con un isnád sajíj. El significado literal del hadiz
es evidencia para la validez de suplicar en cada tachájud, incluyendo el que no esta próximo al taslím, y es
el punto de vista de Ibn Hazm (T. A. M. E.).
Nasái con isnád sajíj
Bujari & Muslim.
Abu Daud & Hakim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi concordó.

48 Del ár. Tajiyát, o sea: “todas las palabras que implican paz, soberanía y eternidad, que son de Alá”

(Nijáya).
49 Del ár. Salauát, o sea, “todas las súplicas que se usan para glorificar la majestad de Alá, porque Él tiene
todo el derecho de ellas, y nadie más es merecedor de ellas excepto Él”. (Nijáya)

Del ár. Tayibát, o sea, “todas las palabras que son buenas y puras para la alabanza de Alá y no aquellas
(que ofenden y ) que no comparten los atributos con los cuales reyes (y dignatarios) merecen.” (Fath al-
Bári)
Significa buscar refugio en Alá y sentirse fuerte por Él; ya que as-salaam (paz) es uno de los nombres de
Alá. De aquí, que los saludos efectivamente signifiquen: Alá es un guardián y salvaguardador de ti.
Igualmente se dice que “Alá esté contigo”, o sea, que te salvaguarde, te ayude y te favorezca.
Un término que significa todo lo bueno continuamente dimana de Alá.
Bujarí, Muslim, Ibn Abi Cheiba (1/90/2), Sirách & Abu Ya’la en su Musnad (258/2). Lo pueden encontrar
en Irwá (321).
Dijo Ibn Masúd : “Dijimos: Paz sea con el Profeta”, y aclara que los Compañeros (A. S. E.) solían
decir “Paz sea contigo, ¡Oh Profeta!” en el tachájud mientras el Profeta (P. B. E.) estaba vivo; pero cuando
murió, dejaron de hacerlo, y en su lugar decían “la paz sea con el Profeta”. Indudablemente esto fue hecho
con el permiso del Profeta (P. B. E.), lo que apoya firmemente Aixa (A. S. E.) de igual modo enseñaba el
tachájud en la oración con “paz sea con el Profeta”, como lo transmitió Sirách en su Musnad (9/1/2) &
Mujáis en al-Faua’id (11/54/1) con dos isnádes sajij de Aixa.
Ibn Hacher dice: “esta añadidura demuestra claramente que ellos solían decir ‘la paz sea contigo,
Oh Profeta’, dirigiéndose directamente a él mientras vivía, pero cuando él (P. B. E.) murió, dejaron de
dirigirse a él directamente y en su lugar lo mencionaban en tercera persona diciendo ‘la paz sea con el
Profeta’.” También dice más adelante: “Subki dijo en Shar al-Minjach, después de contar la narración de
Abu ‘Auána, solamente ‘si esto es contado autenticamente por los los Compañeros, prueba que después de
su tiempo, no es obligatorio dirigirse al Profeta (P. B. E.) directamente en las zalemas, así que uno dice ‘la
paz sea con el Profeta’. (Ibn Hayar continúa:) Ésto es auténtico sin duda (porque esta asentado en Sajíj
Bujari), y también he hallado fuerte apoyo a esto: - Abdú Razác dijo; Yureich me informó: Ata me informó
que los Compañeros solían decir ‘la paz sea contigo ¡Oh Profeta!’ mientras éste esta vivo, pero después que
murió, decían ‘la paz sea con el Profeta’ y esto es un isnád sajíj. En cuanto a la narración de Saíd bin
Manssur de Obeida bin Abdulá bin Masúd, quien lo dijo de su padre que, el Profeta (P. B. E.) les enseñó el
tachájud, y que él (Abdulá bin Masúd) lo dijo (el tachájud); Ibn Abbás dijo: ‘solíamos decir ‘la paz sea
contigo ¡Oh Profeta!’ sólo mientra estaba vivo; a lo que Ibn Masúd respondió: ‘Es así como fuimos
instruidos, y es así como lo enseñamos’, parece ser que Ibn Abbas lo señaló como un asunto polémico pero
Ibn Masúd no lo aceptó. Sin embargo, la narración de Abu Ma’mar (de la narración de Bujari) es más
auténtica, ya que Abu Obeida no escuchó (los hadices) de su padre, sino que, el isnád que llega hasta Abu
Obeida es inconsistente.” (fin de la cita de Ibn Hacher).
Las palabras de Ibn Hayar han sido registradas por muchos sabios en sus análisis, o sea, Cataláni,
Zarcáni, Lucnoui, etc. , quienes decidieron dar fe de sus palabras sin más comentarios. Dicha olémica se
trata más a detalle en la obra al-Asl.
Muslim , Abu ‘Auána, Chafeí & Nasái.
Véase la siguiente nota.
Éstas dos adiciones han sido verificadas como partes del tachájud del Profeta (P. B. E.). Ibn Omar no las
añadió a su parecer (lejos de ello esta de tal aberración); en realidad las aprendió de otros Compañeros que
las registraron del Profeta (P. B. E.) y después él las añadió al tachájud que escuchó directamente del
Profeta (P. B. E.).
Abu Daud & Daracútni, declaráronlo sajíj.
Muslim, Abu ‘Auána, Abu Daud e Ibn Maya.
Malik & Baijáqui con isnades Sajíj. Aunque éste hadiz es maucúf, que efectivamente es marfú, ya que se
sabe que este tipo de cosas no pueden ser de opinión personal, ya que si lo fuera, no sería mejor que los
otros dicen acerca del diker, como Ibn Abdúl Barr ha dicho.

*NB: en ningunos de los tachájud se encuentra la añadidura: ua magfiratuju (…”y Su perdón”), así que uno
no debe acostumbrarse a decirlo. De aquí, los que siguen a los auténticos antepasados musulmanes (salaf)
lo censuraron, como lo demuestra las siguientes narraciones:

Tabaráni (3/56/1) reportó con un isnád sajíj de Talha bin Musarrif, quien dijo: Rabí bin Jaitam añadió
durante el tachájud, “… y sus bendiciones, y ¡Su perdón!” así que ‘Alcama dijo: “nosotros nos detenemos
hasta donde nos fue enseñado: la Paz sea contigo,¡Oh Profeta!, y también la misericordia de Alá y Sus
bendiciones”; ‘Alcama estaba siguiendo el ejemplo de su maestro Abdulá bin Masúd (A. S. E.) de quien se
registra fielmente que estaba una vez enseñando a un hombre el tachájud, y cuando llegó a “testifico que no
hay Dios excepto Alá…” el hombre agregó: “solamente Él sin asociado”, a lo que Abdulá lo corrigió: “Él
es así (como tú dices), pero nosotros nos detenemos hasta donde nos fue enseñado”. (transmitido por
Tabaráni en Múyam al-Ausat, no. 2848, con isnád sajíj).
Abu ‘Auána es su Sajíj (2/324) & Nasaí.
Han dicho: “Oh mensajero de Alá, se nos ha enseñado cómo enviarte zalemas (en el tachájud), pero
¿Cómo te enviamos salutaciones? A lo que dijo: ‘¡Oh Alá! Honra a Mohámed…” etc. Así que no especificó
un solo tachájud excluyente de otro, así que hay evidencia para establecer que puede enviarsele
salutaciones (u honrarlo) en el primer tachájud también. Esta es la opinión de Chafeí, como lo manifiesta
en su libro al-Umm, y es apoyado por sus compañeros, como Nauaui explicó en al-Machmú (3/460) y
confirmado en Rauda Talibín (1/263). También es el punto de vista de Visir bin Hubaira al-Hambali en al-
Ifsa; e Ibn Rayab lo ha acotado en Dail Tabacát (1/289). Muchos hadices existen para enviar salutaciones al
Profeta (P. B. E.) en tachájud; en ninguno de ellos hay detalles mencionados. En realidad estos hadices son
generales, por lo que incluye cada tachájud, los cuales he sacado en al-Asl como ta’lic, pero no en el texto
principal, porque estos no satisfacen nuestras condiciones de autenticidad. Pero no son mutuamente
auxiliares en significado, y aquellos que rechazan y se oponen a esto no tienen evidencia para usarlo como
prueba, como lo he afirmado en al-Asl. De igual modo, el decir que se puede añadir algo a la frase “¡Oh
Alá! Honra a Mohámed” es makrú y es inconsistente en la Sunna, para lo cual no hay prueba convincente.
En realidad vemos quien dice esto no esta implementando las instrucciones del Profeta (P. B. E.): “decid:
‘Oh Alá! Honra a Mohámed y a la familia de Mohámed…”; hay más de ésta discusión en al-Asl.
Abu ‘Auána es su Sajíj (2/324) & Nasaí.
Han dicho: “Oh mensajero de Alá, se nos ha enseñado cómo enviarte zalemas (en el tachájud), pero
¿Cómo te enviamos salutaciones? A lo que dijo: ‘¡Oh Alá! Honra a Mohámed…” etc. Así que no especificó
un solo tachájud excluyente de otro, así que hay evidencia para establecer que puede enviársele
salutaciones (u honrarlo) en el primer tachájud también. Esta es la opinión de Chafeí, como lo manifiesta
en su libro al-Umm, y es apoyado por sus compañeros, como Nauauí explicó en al-Machmú (3/460) y
confirmado en Rauda Talibín (1/263). También es el punto de vista de Visir bin Hubaira al-Hambali en al-
Ifsa; e Ibn Rayab lo ha acotado en Dail Tabacát (1/289). Muchos hadices existen para enviar salutaciones al
Profeta (P. B. E.) en tachájud; en ninguno de ellos hay detalles mencionados. En realidad estos hadices son
generales, por lo que incluye cada tachájud, los cuales he sacado en al-Asl como ta’lik, pero no en el texto
principal, porque estos no satisfacen nuestras condiciones de autenticidad. Pero no son mutuamente
auxiliares en significado, y aquellos que rechazan y se oponen a esto no tienen evidencia para usarlo como
prueba, como lo he afirmado en al-Asl. De igual modo, el decir que se puede añadir algo a la frase “¡Oh
Alá! Honra a Mohámed” es makrú y es inconsistente en la Sunna, para lo cual no hay prueba convincente.
En realidad vemos quien dice esto no esta implementando las instrucciones del Profeta (P. B. E.): “decid:
‘Oh Alá! Honra a Mohámed y a la familia de Mohámed…”; hay más de ésta discusión en al-Asl.
Uno de los puntos de vistas más antiguo sobre el significado de “Honra al Profeta” es el de Abu al-Aliya
(con referencia a la sura al-Ahzáb 33:56): “ ‘Alá, Honra al Profeta’ significa que lo cubre de gloria, lo
asciende de puesto; las salutaciones de los ángeles y otros implica que buscan esto de Alá, y lo que se busca
es que las salutaciones sean incrementadas, más no se pide por la primera.” Ibn Hayar anotó esto en Fath
al-Bári, y continuó refutando la falsa idea de que la salutación del Señor sobre alguien es por misericordia;
Ibn al-Cayyim también lo aclaró en Yalá al-Afjaám, dando poco margen a malentendidos.
De baraca: aumento en creces. Por ello ésta súplica asegura a Mohámed el bien que Alá le ha garantizado
a la familia de Abraham de continuo, de bienestar seguro, al mismo tiempo que su incremento y
multiplicidad.
Ahmed y Tajáui con isnád sajíj.
Véase la nota siguiente.
Estas dos añadiduras se encuentran en secuencia en Bujari, Tajáui, Baijáqui, Ahmed y Nasái. También se
encuentran por medio de otras narraciones dentro de diferentes dúplicas (vea nos. 3, 7), y no confundirse
con el punto de vista de al-Cayyim en Yalá al-Afjam (p. 198), en la tónica de su gran maestro Ibn Taimiya
en al-Fatawa (1/16): “No hay hadiz auténtico con las palabras ‘Abraham’ o ‘la familia de Abraham’
juntas’”; por lo que nosotros les hemos mostrado los hadices auténticos. El error de Ibn Cayyim se debe al
hecho de que él declaró al no. 7 sajíj, ¡el cual contiene lo que él ha negado en lo anterior!
Bujari, Muslim , Humaidi (138/1) & Ibn Manda (68/2), quienes dijeron: “Hay consenso sobre este hadiz de
que es auténtico”.
Ahmed, Naasái & Abu Yála en su Musnad (44/2) con isnád sajíj.
Muslim, Abu ‘Auána, Ibn Abi Cheiba (2/132/1) & Abu Daud; Hakim lo declaró sajíj.
Bujarí, Nasái, Tajáui, Ahmed & Ismael al-Cadi en Fadl a-salá alá Nabí salaláju aléiji ua sálam (p. 28 1ª
ed., p. 62; 2ª ed. Con mi corroboración)
Bujarí, Muslim & Nasái.
Nasái, Tajáui, Abu Saíd bin al-Arabi en al-Múyam (79/2) con isnades sajíj. Ibn al-Cayyim dio su fuente de
Mohámed bin Isaac a-Sirách en Yála al-Afjam (pp. 14-15) y luego lo declaró sajíj. Sus palabras incluyen
tanto a ‘Abraham’ y ‘la familia de Abraham’, algo que pasó por alto Ibn al-Cayyim y su maestro Ibn
Taimiya, como expliqué anteriormente.
Abu Daud & Ahmed con isnád sajíj.
Un gramático y filólogo del árabe del s. II H.
Que es preservado en la Biblioteca Zaahiriya de Damasco.
Nasái, Ahmed & Tabaráni con varios isnades de Ibn Masúd – los detalles se dan en a-Sajija (878) – y hay
un hadiz de Ibn a-Zubair que lo apoya, en Machmá az-Zawáid (2/142).
Bujari & Muslim
Abu Yála en su Musnad (284/2) con isnad sajij. Lo doy en Silsila al-Ahadiz as-Sahiha (604).
Bujari & Abu Daud.
Ibid.
Abu ‘Auána & Nasái con isnad sajíj.
Literalmente significa “como uno que amasa”.
Harbi en Garib al-Hadiz; su significado se encuentra en Bujari y Abu Daud. En cuanto al hadiz, “prohibió
a un hombre el apoyarse con su mano cuando se levantaba durante la oración” esto es munkar (rechazado)
y no es auténtico, como lo he explicado en Silsila al-Ahadiz ad-Da’ifa (967)
Cunút: contiene muchos significados, o sea, humildad, devoción, etc… lo que se quiere decir aquí es la
súplica especial cuando esta uno parado durante la oración.
Bujarí y Ahmed.
Ibíd.
Ahmed y Tabaráni con isnad sajíj. Levantar las manos en cunút es el mad-jab de Ahmed y de Isaac bin
Rajauai,cf. En Masáil de Marwazi (p. 23). En cuanto a frotar el rostro con las manos, no hay nada que
hable de esta posición, y esto es una innovación; y fuera de la oración, también no hay nada auténtico
registrado: todo lo que ha sido transmitido al respecto o es débil o muy endeble, como se demuestra en Daíf
Abi Daud (262) & Silsilat-ul-Ahadiz a-Sajija (597). Esto es el por qué ‘Izz bin Abdú as-Salaam dijo en una
de sus fatuas: “Sólo un ignorante lo hace” véase Apéndice 8.
Abu Daud & Sirach; Hakim lo declaró sajíj y Dájabi con otros concordaron.
Abu Daud, Sirach y Daracútni con dos isnádes jásan.
Ibn Juzaima en su Sajíj (1/78/2) & Jatib en Kitab al-Cunút con isnád sajíj.
Bujari & Ahmed; el añadido es de Muslim.
Nasái, Ahmed, Sirach (109/1) & Abu Yála en su Musnad con isnades sajij.
Ibn Násser & Daracutni con isnad sajíj.
Hemos dicho, “…algunas veces” porque los Compañeros que narraron la oración del Uiter no
mencionaron el cunút en ella. Ya fuera que el Profeta (P. B. E.) lo haya hecho siempre, ellos lo hubieran
mencionado. Sin embargo, Ubayy ibn Ca’b también narró el cunút en uiter, de modo que se constata que él
lo hacía algunas veces. Esto es la evidencia de que el cunút en uiter no es obligatorio (uayib), y esta es la
opinión de la mayoría de los ulemas. Por esta razón, el investigador hanefita Ibn al-Jumám, reconoció en
Fath al-Qadír (1/306,359, 360) que el punto de vista obligatorio es infundado y nada apoyado por la
evidencia. Es bastante justo que lo diga un hanefita objetivo que carece de espíritu partidista, porque esta
afirmación que él hace y apoya contradice a su mad-jab.
Ibn Abi Cheiba (12/41/1), Abu Daud, Nasái en Sunan al-Kubra (218/1-2), Ahmed, Tabaráni, Baijáqui &
Ibn Asákir (4/244/2) narraron esto, junto con la súplica después de ella, con isnades sajíj. Ibn Manda narró
la súplica solamente en Taujid (70/2) con un isnád jásan diferente. Su disertación esta dada en Irwá.
Ibn Juzaima (1/119/2) & Ibn Abi Cheiba, etc., en cuanto al último hadiz.

NB: Nasái añade al final del cunút: ua sali-Aláju ála-Nabí al-Ummí (“que Alá honre al Profeta iletrado”),
relatado con un isnád inconsistente; entre aquellos que lo declararon daíf están Ibn Hacher al-Ascaláni &
Surcan. Por lo tanto no lo hemos incluido en nuestro sistema combinatorio de narraciones aceptables. ‘Izz
bin Abdúl as-Salaam dijo en al-Fatawa (66/1, 1962): “el honrar al Mensajero de Alá (P. B. E.) en cunút no
es auténtico, y no es apropiado añadir salutación del Mensajero de Alá (P. B. E.) por ningún motivo”. Este
punto de vista suyo demuestra que él no amplió el argumento con la idea de decir bid’a jásana (“buena
innovación”), idea que muchos sabios se precipitan en apoyar.
Sin embargo, se demuestra en el hadiz sobre Ubayy bin Ca’b quien dirigía a la gente en oración
durante las noches de ramadán, él acostumbraba honrar al Profeta (P. B. E.) al final del cunút, y fue durante
el gobierno de Omar (A. S. E.) – transmitido por Ibn Juzaima en su sajíj (1097). Igualmente está
comprobado de Abu Halima Mu’ad al-Ansarí, también solía guiarlos durante el califato de Omar-
transmitido por Ismael al-Cadi (no. 107) & otros, así que este añadido esta justificado por la práctica de los
salafí y no cabe ninguna afirmación categórica de que este añadido sea una innovación. Y Alá sabe mejor.
Bujari
Ibid. En cuanto a las oraciones de dos rakás como el fáyer, la sunna es sentarse en muftarishan. Esta
diferencia lo documenta detalladamente el Imám Ahmed, cf.Masáil del Imam Ahmed de Ibn Jáni (p. 79)
Abu Daud & Baijáqui con isnád sajíj.
Muslim & Abu ‘Auána.
Ibid.
Ibid.
Ahmed, Abu Daud, Ibn Juzaima (1/83/2) & al-Hakim, quienes declaráronlo sajíj y Dájabi concordó.
Debe conocerse que este hadiz prueba que el azalá (salutaciones) al Profeta (P. B. E.) en este
tachájud es obligatorio, debido a la orden de hacerlo. Esta opinión fue aceptada por el Imám Chafeí e
Imám Ahmed en las últimas dos narraciones de él mismo, y antes que él por muchos Compañeros, al igual
que otra gente de conocimiento. Por ello, Ayuri dijo en Sharía (p. 415): “aquél que no honre (salutaciones)
al Profeta (P. B. E.) en el tachájud final, debe repetir la oración.” De aquí, aquellos que soslayan al Imám
Chafeí de ser disparatado en su opinión al respecto, no son justos, como el faquí Haitami ha explicado en
Darr al-Mandud (secciones 13-16).
Nasái con isnád sajíj.
Muslim, Abu ‘Auána, Nasái & Ibn al-Yarud en al-Muntáca (27). Se da en Irwá (350).
Abu Daud & Ahmed con isnád sajíj.
Muslim & Abu ‘Auána.
No hemos dicho “… en su tachájud” porque el análisis es “…en su azalá”, sin especificar tachájud o algo
más. De aquí, cubre todas las posiciones apropiadas para la súplica, o sea, postración y tachájud; la
instrucción para suplicar en estas dos posturas ha sido mencionado.
Bujarí y Muslim. Azram dijo: “pregunté a Ahmed: ‘con cual(es palabras) debemos suplicar después del
tachájud?’ él contestó ‘como se ha narrado’. To le pregunté: ‘¿Acaso no dijo el Mensajero dealá (P. B. E.):
“Entonces que elija la súplica que más le plazca?” Y él contestó: ‘elegir de lo que se ha narrado’”. Esto
mismo acotó Ibn Taimiya (Machmú al-Fatawa 69/218/1) quien lo avaló, añadiendo: “de aquí ‘cualquier
súplica’ se refiere a las súplicas que Alá ama más, no cualquiera…”; continuando dijo”por ello es mejor
decir: (quien suplica) con las súplicas establecidas y aprobadas las cuales han sido narradas y que son
benéficas.” Esto es así, pero reconocer cuáles son las súplicas verdaderamente benéficas depende del
conocimiento auténtico, y esto es raro encontrarlo entre la gente, por eso es mejor apegarse a las súplicas
señaladas, especialmente cuando ellas incluyen a los deseos solicitados del rezante. Y Alá sabe mejor.
Ma’zam: lo que origina que un hombre peque, o el pecado en sí.
Magram: carga; aquí significa deuda, como lo comprueba el resto del hadiz, en el que Aixa dijo: “alguien
le preguntó: ‘¿por qué buscas protección del magram tan a menudo ¡Oh Mensajero de Alá?’ Y él le
contestó: en verdad, cuando un hombre se endeuda, habla y miente, promete y no cumple.”
Bujari y Muslim.
O sea, del perjuicio de las malas acciones que he hecho, y del mal de no hacer buenas acciones.
Nasái con isnád sajíj & Ibn Abi ‘Asim en su obra as-Sunna (no. 370 – con mi corroboración); la añadidura
es del último.
Ahmed & Hakim quienes lo declararon sajíj y Dájabi concordó.
Nasái & al-Hakim, quienes lo declararon sajíj y Dájabi concordó.
Bujari y Muslim.
Ahmed; Tayálisi; Bujari en al-Adab al-Mufrad, Ibn Maya & Hakim quienes lo declararon sajij y Dájabi
concordó. He dado su disertación en Silsilat-ul-Ahadiz a-Sajija (1542).
Dandana: bisbiseo, murmullo//hablas con cierta entonación audible, pero las palabras son incomprensibles
–en este caso, las palabras silenciosas de súplica, la afirmación final significa: “nuestras palabras son como
las tuyas.”
Abu Daud, Ibn Maya & Ibn Juzaima (1/87/1) con isnád sajíj.
Abu Daud, Nasái, Ahmed & Ibn Juzaima; Hakim lo declaró sajíj y Dájabi concordó.
Esto es tawassul (buscar acercamiento) hacia Alá por medio de sus más bellos nombre y atributos, y esto
es lo que Alá el Excelso ordena: “Alá posee los nombre más bellos. Empleadlos…” (los Lugares más
Elevados 7:180). En cuanto al acercamiento Alá por medio de otras cosa, como por el amor de tal y tal; que
para la dignidad, estatus, derechos tales, etc . Hay un texto del Imám Abu Hanifa ( t. A. M . E.) de que
dichas practicas son al menos despreciables (makrú); pero en general son prohibidas (jaram). Por lo tanto,
es una ena ver que uno vea a mucha gente, entre ellos a muchos sheiks, que niegan el tawassul aprobado –
jamás los escucharán acercarse a Dios de esta manera- pero eso sí, están bien al tanto de formas innovadas
de tawassul, las cuales son insignificantes, y que de otra manera no se permiten. Sheik-ul-Islam Ibn
Taimiya ha compuesto un ensayo detallado al respecto titulado Tawassul and Uasíla (“Acercamiento a Alá
y los Medios para ello”), el cual debe ser consultado, porque es muy importante, y existe muy poco que
cubrir aquí al respecto. También esta un artículo mío llamado Tawassul –sus tipos y sus reglas, el cual es
también importante en la materia y por su formato, y también refuta algunas de las últimas ideas erróneas
aprobadas por doctores de religión contemporáneos. Que Alá nos guíe y a ellos también.
Abu Daud, Nasái, Ahmed, Bujari en al-Adab al-Mufrad, Tabaráni & e Ibn Manda en Taujid (44/2, 67/1,
70/1-2) con isnades sajij.
Muslim & Abu ‘Auána.
Abu Daud, Nasái & Tirmídi, quienes lo declararon sajíj
Abu Daud & Ibn Juzaima (1/87/2) con isnád sajíj. Abdúl Jac también lo declaró sajíj en su Ahkam (56/2),
como hizo Nauaui e Ibn Hacher. También fue transmitido por medio otra ruta por Abdúl Razzac en su
Musannaf (2/219), Abu Yála en su Musnad (3/1253), Tabaráni en Múyam al-Kabir (3/67/2) y Múyam al-
Ausat (no. 4476 –en mi numeración) & y Daracútni.
Nasái, Ahmed & Sirach con inad sajíj.
Ibn Juzaima, Baijáqui, Diyá en al-Mujtara & Abdúl Gani al-Macdisi en su Sunan (243/1) con isnád sajíj;
Ahmed, Tabaráni en Múyam al-Ausat (32/2), Baijáqui, Ibn al-Mulaquin (29/1) y Hakim, todos ellos lo
declararon sajij y Dájabi concordó. Su disertación esta dada en Irwá al Galíl en el hadiz no. 327.
Muslim, Abu ‘Auána, Sirach, Ibn Juzaima & Tabaráni.

NB: los ibadíes han distorsionado este hadiz; su académico Rabí lo ha relatado en su nada auténtico
Musnad, con ideas diferentes para justificar su opinión de que levantar las manos con takbír invalida la
oración. Esta idea es falsa, como he explicado en ad-Da’ifa (6044)
Hakim y Dájabi lo declararon sajij; véase el capítulo de takbír.
La primera súplica es la forma más completa de duá conocida como Cafára al-machlis (expiación en la
congregación): “aquél que la diga en una reunión de recordatorio (de Alá), es como un sello que llegó para
quedarse; y aquél que diga palabras vanas en una reunión, esta será una expiación para ésta”. Relato
auténtico de Hakim y Tabaráni. La segunda súplica es por supuesto, la Sunna de dar paz y misericordia al
Profeta. Estas dos súplicas son la mejor manera de implementar las siguiente palabras como guía islámica:
“Nadie se sienta en una reunión en la que ellos no mencionen a Alá, ni envía azalaes al Profeta, sin
que sea un motivo de pena ajena para ellos; si Alá lo desea, los castigará, o si el desea él los
perdonará”- relato auténtico de Tirmídi, Hakim & Ahmed. Véase del Sheik Albani su Silsilat-ul-Ahadiz a-
Sajija (74-81) para más detalles.
Recogimiento: acto de recoger o recogerse// Recoger: encoger, estrechar o ceñir (Gran Sopena; Tomo XV;
p. 7264) Proviene del mad-jab hanefita diferenciar la oración del hombre con el de la mujer. Dicen que la
mujer debe pegar o ceñir los brazos y codos a los costados para diferenciarse del hombre, pues éste los
mantiene ambos separados. Pero como acabamos de ver, ¡NO HAY DIFERENCIA ENTRE LOS DOS A
LA HORA DE REZAR. DEBEN REZAR IGUAL!-N. T.

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