Resumen Descartes
Resumen Descartes
Resumen Descartes
La física: sameeee
La psicología: ídem
Esto no se si viene al caso pero me gustó lo que dice y lo dejo aca porque está
lindo “Bueno es saber algo de las costumbres de otros pueblos, para juzgar las del
propio con mejor acierto, y no creer que todo lo que sea contrario a nuestras
modas es ridículo y opuesto a la razón, como suelen hacer los que no han visto
nada. Pero el que emplea demasiado tiempo en viajar, acaba por tornarse
extranjero de su propio país; y al que estudia con demasiada curiosidad lo que se
hacía en los siglos pretéritos, ocúrrele de ordinario que permanece ignorante de
lo que se practica en el presente.”(pag12)
El primero dice “no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con
evidencia que lo es; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la
prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase
tan clara y distintivamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de
ponerlo en duda”. O sea, no dar nada por sentado completamente. Siempre dar el
beneficio de la duda a todo cuanto aprendemos.
El segundo, “dividir cada una de las dificultades, que examinare, en cuantas partes
fuere posible y en cuantas requiriese su mejor solución” Como en los ejemplos que
da anteriormente sobre los ejercicios de problemas matemáticos creo. Por
ejemplo, cuando te dan un problema y primero realizas y separas todos los
cálculos auxiliares que van a facilitar después llegar al resultado.
El cuarto, “hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan
generales, que llegase a estar seguro de no omitir nada”. Esto no lo entendí muy
biennn, ¿no sería medio contradictorio con la primera regla? O sea si estas seguro
de no haber omitido nada, es porque no estas dando lugar a la duda.
“Habíame dado la ocasión de imaginar que todas las cosas de que el hombre puede
adquirir conocimiento, se siguen unas a otras en igual manera, y que sólo con
abstenerse de admitir como verdadera una que no lo sea y guardar siempre el
orden necesario para deducirlas unas de otras, no puede haber ninguna, por lejos
que se halle situada o por oculta que esté, que no se llegue a alcanzar y descubrir.
Y no me canse mucho en buscar por cuáles era preciso comenzar, pues ya sabía
que por las más simples” (pag17) (creo que con esto quiere decir que todo de lo que
el hombre pueda adquirir conocimiento puede ser descubierto si se sigue en
método cartesiano, comenzando por lo más simple).
“Supuesto que no hay sino una verdad en cada cosa, el que la encuentra sabe todo
lo que se puede saber de ella (…)Al fin y al cabo el método que enseña a seguir el
orden verdadero y a recontar exactamente las circunstancias todas de lo que se
busca, contiene todo lo que confiere certidumbre a las reglas de la aritmética.”
(pag18) (dice aritmética porque justo estaba hablando de un ejemplo de un niño
que sabe aritmética).
“Lo que más contento me daba en este método era que , con él, tenía la seguridad
de emplear mi razón en todo, si no perfectamente, por lo menos lo mejor que
fuera en mi poder. Sin contar que, aplicándolo, sentía que mi espíritu se iba
acostumbrando poco a poco a concebir los objetos con mayor claridad y distinción
y que, no habiéndolo sujetado a ninguna materia particular, prometiame aplicarlo
con igual fruto a las dificultades de las otras ciencias, como lo había hecho a las
del álgebra” (pag18) Con esto entiendo que mientras más se acostumbraba a
recorrer las distintas ciencias bajo este método, más claridad tenía sobre los
objetos que estudiaba.
Cuarta parte: razones que prueban la existencia de Dios y del alma humana, que
son fundamentos de la metafísica cartesiana.
“Así, puesto que los sentidos nos engañan, a las veces, quise suponer que no hay
cosas alguna que sea tal y como ellos nos la presentan en la imaginación. (…)
Juzgué que yo estaba tan expuesto al error como otro cualquiera” (pag22)
“Considerando que todos los pensamientos que nos vienen estando despiertos
pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que ninguno entonces sea
verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces habían entrado en
mi espíritu, no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero advertí
luego, que queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que
yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad “yo pienso,
luego soy”, era tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los
escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla sin
escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando.” (pag22)
“Examiné después atentamente lo que yo era viendo que podía fingir que no tenía
cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en el que yo me encontrase,
pero que no podía fingir por ello que yo no fuese, sino al contrario, por lo mismo
que pensaba en dudar de la verdad de las otras cosas, se seguía muy cierta y
evidentemente que yo era, mientras que, con sólo dejar de pensar, aunque todo lo
demás que había imaginado fuese verdad, no tenía ya razón alguna para creer que
yo era, conocí por ello que yo era una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es
pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno, ni depende de cosa alguna
material; de suerte que este yo, es decir, el alma, por la cual yo soy lo que soy, es
enteramente distinta del cuerpo y hasta más fácil de conocer que éste y, aunque
el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuánto es.” (pag23).
“En la proposición “yo pienso, luego soy” no hay nada que me asegure que digo la
verdad, sino que veo muy claramente que para pensar es preciso ser, juzgué que
podía admitir esta regla general: que las cosas que concebimos muy clara y
distintamente son todas verdaderas.” (pag23)
“Puesto que yo dudaba, no era mi ser enteramente perfecto, pues veía claramente
que hay más perfección en conocer que en dudar; y se me ocurrió entonces
indagar por dónde había yo aprendido a pensar en algo más perfecto que yo; y
conocí evidentemente que debía de ser por alguna naturaleza que fuese
efectivamente más perfecta. (…) por Dios.”. (pag23)
“Si volvía a examinar la idea que yo tenía de un ser perfecto, encontraba que la
existencia está comprendida en ella del mismo modo que en la idea de un
triángulo está comprendido el que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos (…) Y
que, por consiguiente, tan cierto es por lo menos, que dios, que es ese ser
perfecto, es o existe, como lo pueda ser una demostración de geometría” (pag24)
Dice antes, en relación a esto de la geometría que “si suponemos un triángulo, es
necesario que los tres ángulos sean iguales a dos rectos, pero nada veía que me
asegurase que en el mundo hay triángulo alguno” (pag24)
“Si hay algunos que están persuadidos de que es difícil conocer lo que sea dios, y
aun lo que sea el alma, es porque (…)lo que no es imaginable, les parece
ininteligible” (pag24).
“Las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas; esa
misma regla recibe su certeza sólo de que dios es o existe, y de que es un ser
perfecto y de que todo lo que está en nosotros proviene de él. (…) Todas nuestras
ideas o nociones, cuando son claras y distintas, cosas reales y procedentes de
dios, no pueden por menos de ser también en ese respecto, verdaderas. De suerte
que si tenemos con bastante frecuencia ideas que encierran falsedad, es porque
hay en ellas algo confuso y oscuro, y en este respecto participan de la nada; es
decir, que si están así confusas en nosotros, es porque no somos totalmente
perfectos. Y es evidente que no hay menos repugnancia en admitir que la falsedad
o imperfección proceda como tal de Dios mismo, que en admitir que la verdad o la
perfección procede de la nada. Más si no supiéramos que todo cuanto en nosotros
es real y verdadero proviene de un ser perfecto e infinito, entonces, por claras y
distintas que nuestras ideas fuesen, no habría razón alguna que nos asegurase que
tienen la perfección de ser verdaderas.” (pag25)
“despiertos o dormidos, no debemos dejarnos persuadir nunca sino por la
evidencia de la razón. Y nótese bien que digo de la razón, no de la imaginación ni
de los sentidos; como asimismo, porque veamos el sol muy claramente, no
debemos por ello juzgar que sea del tamaño que le vemos (…) Nos dice la razón,
que, no pudiendo ser verdaderos todos nuestros pensamientos, porque no somos
totalmente perfectos, deberá infaliblemente hallarse la verdad más bien en los que
pensemos estando despiertos, que en los que tengamos estando dormidos.”
(pag25)