M3-l2 Control Gestion
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Control de Gestión
Módulo 3
Cuadro de Mando Integral
Lección 2
Confección del CMI
En la lección anterior se estudió de manera más detallada los elementos que componen el Cuadro
de Mando Integral y cómo se relacionan entre sí para lograr el cumplimiento de los objetivos
estratégicos de la organización. Ahora, en esta lección se abordarán los pasos que se deben seguir
para confeccionar un CMI idóneo para las necesidades de la compañía.
1. Planificación
Una parte importante del proceso de gestión es cómo se seleccionan los indicadores. Por
tal motivo, el primer paso para la confección de un CMI es la planificación. Aquí se reúne la
información necesaria de acorde al modelo de negocio que se va a desarrollar y sus líneas básicas
de actuación, con el fin de evitar la desinformación y aparición de fallos en etapas futuras.
Considerando lo anterior, la planificación debe seguir una secuencia que proporcionará la
información necesaria para la confección del Cuadro de Mando Integral. Ésta se puede observar
en la imagen a continuación:
Misión
Estrategia
Objetivos corporativos
CMI
Decisiones en función
de las desviaciones
2. Recopilación de la información
Se hace antes de tomar cualquier decisión y con el fin de expresar la estrategia en un conjunto
coherente de indicadores que se agruparán en cuatro perspectivas de la gestión. Por esto se
debe recopilar la información que está disponible en la empresa a través de informes anuales de
resultados, datos operativos de interés, estudios del mercado y de las entidades competidoras,
quejas, reclamaciones y sugerencias de los clientes, conocimiento de sus expectativas,
información sobre el coste de los recursos y del dinero, etc.
Además, será prioritario cualquier dato referente a dichas
perspectivas de gestión como índices referentes a los beneficios
y al valor añadido, a los clientes, su clasificación y sus
necesidades, datos operativos de los procesos de producción
y servicio, y referencias a las capacidades del personal y a la
gestión del conocimiento.
De esta forma, y considerando la imagen anterior, cada una de las perspectivas va favoreciendo el
cumplimiento de las que se encuentran más a su derecha, independiente de que el cumplimiento
de los objetivos de cada perspectiva ya produzca beneficios por sí mismo. Esto puede verse
considerando que el crecimiento humano de los empleados, considerado como un objetivo
de la primera perspectiva, ya genera una considerable satisfacción en el personal, además de
contribuir de forma importante a mejorar los resultados económicos.
Esta es la razón de que todas las perspectivas, y no solamente las financieras, deban formar parte
de la estrategia de la organización y de su proceso de definición. En este punto es clave destacar
que la alta dirección debe asumir un rol activo en la definición de la estrategia, promoviendo
y liderando equipos creativos para determinar las líneas de acción de la organización a corto,
mediano y largo plazo.
4. Determinación de los indicadores
Como se expuso en el punto anterior, la determinación
de las perspectivas y la estrategia es importante para el
Balanced Scorecard o CMI, ya que a partir de ellas se definen
los indicadores. Recordemos que las perspectivas básicas
son finanzas, clientes, procesos internos, y aprendizaje y
crecimiento. Sin embargo, aunque son las más comunes y
aplicables a un gran número de empresas, no suponen un
modelo inalterable que hay que seguir de manera obligada.
Por ende, a estas perspectivas se les pueden adicionar otras.
Hay que tener en cuenta que un CMI no puede estar compuesto por un número excesivo de
indicadores, ya que pueden hacer confusa la estrategia y desviar los esfuerzos de la organización.
Dicho esto, se aconseja no superar los siete indicadores por cada una de las perspectivas, ni
superar un total aproximado de 25 indicadores en promedio por cada Cuadro de Mando Integral.
Entre los indicadores a considerar, de acuerdo con cada perspectiva, podemos mencionar los
siguientes:
Indicadores financieros
La estrategia de las empresas suele valorar conceptos tales como la rentabilidad, el
crecimiento, la estabilidad y la creación de valor para los accionistas. Los indicadores
más corrientemente utilizados son:
- Beneficio neto - Beneficio por empleado - Beneficio por acción
- Dividendo por acción - PER - Rentabilidad del activo
- Cash Flow - ROE - Cotización de la acción
- Dividendos - ROI - Ingresos/productos nuevos
- Calificación crediticia - Índice de solvencia - Índice de liquidez
- Facturación - Deuda a corto - Deuda total
- Capital circulante - Inventario - Rotación de inventario
Indicadores de clientes
Reflejan la situación de la empresa con relación al mercado y a la competencia.
En general, suelen utilizarse los siguientes indicadores:
- Nº de clientes - Cuota de mercado - Precio con la competencia
- Fidelización de clientes - Satisfacción de clientes - Nº de quejas y reclamaciones
- Clientes perdidos - Coste garantías - Coste asistencia técnica
- Auditorías de producto - Pedidos/ofertas - Nuevos clientes
- Ventas por cliente - Beneficio por cliente - Visitas por cliente
- Contratos fijos - Nº de delegaciones - Nº distribuidores
- Productos nuevos/año - Ranking en el mercado - Clientes por rapel
Indicadores de procesos internos
Con estos indicadores mediremos cómo transforma la organización las expectativas
del cliente en productos terminados:
- Producción neta - Porcentaje de rechazos - Coste por producto
- Índices de mantenimiento - Edad media de máquinas - Valor de stocks intermedios
- Nº patentes/año - Nº suministradores - Rechazos a proveedores
- Sistema certificado - Productos certificados - Cumplimineto auditorías
- Evaluación desperdicios - Coste de transporte - Colaboraciones Universidad
- Tiempos muertos - Índice cambios útiles - Lote económico fabricación
- Índice de frecuencia - Índice de gravedad -Auditorias medioambientales
Servicio de calidad
Seguridad/Control de pérdidas
Gestión superior de proyectos
Crecimiento
Mejora continua
Innovación de producto y servicio
Fuerza laboral empoderada
No obstante, hay que considerar que para que los objetivos estratégicos puedan crear valor para
la empresa, estos deben ser traducidos en metas y acciones tangibles. Considerando este punto,
el equipo de ejecutivos plasmó la visión y estrategia según las cuatro perspectivas del Cuadro de
Mando Integral en donde, según cada una, establecieron los indicadores que más se ajustaban
a sus propósitos empresariales. Dicho esto, encontramos los siguientes indicadores:
Indicadores financieros
Rockwater quería reconocer la distinción entre sus dos tipos de clientes: clientes de nivel I,
empresas petroleras que querían una relación de alto valor agregado; y clientes de nivel II,
aquellos que elegían proveedores únicamente con base en el precio. Se incluyó un índice
de precios, que incorporaba la mejor información disponible sobre posición competitiva,
para asegurar que Rockwater pudiera conservar el negocio de los clientes de nivel II cuando
las condiciones competitivas así lo requirieran.
La estrategia de la empresa, sin embargo, era enfatizar los negocios de valor agregado. Una
organización independiente realizaba una encuesta anual para calificar las percepciones
de los clientes respecto de los servicios de Rockwater en comparación con los de sus
competidores. Además, se pedía a los clientes de nivel I que suministraran calificaciones
mensuales de satisfacción y desempeño.
Para determinar estos indicadores, los ejecutivos definieron el ciclo de vida de un proyecto
desde el lanzamiento, es decir, desde que se reconoce la necesidad del cliente, hasta su
conclusión, cuando la necesidad del cliente ha sido satisfecha. Así, se formularon indicadores
para cada fase de los procesos de negocios en este ciclo del proyecto:
Identificar: Número de horas pasadas con
clientes potenciales discutiendo el nuevo
trabajo.
Tasa de éxito de licitaciones: Preparar y
ejecutar.
Preparar y ejecutar: Índice de eficacia del
desempeño de proyectos, seguridad/control
de pérdidas, reprocesamiento de tareas.
Culminación: Duración del ciclo de
culminación del proyecto.
El primer objetivo se midió a través del ingreso porcentual generado por nuevos servicios,
mientras que el segundo fue mediante un índice de mejora continua que representaba la
tasa de mejoramiento de varios indicadores operacionales clave, tales como seguridad y
reprocesamiento. Pero para impulsar tanto la innovación de productos y servicios como
las mejoras operacionales, se consideró necesario un clima de apoyo con empleados
empoderados y motivados. Una encuesta de actitud del personal y un indicador para la
cantidad de sugerencias aportadas por los empleados medían si se estaba creando ese
clima. Finalmente, los ingresos por empleado medían los resultados del compromiso de los
empleados y de los programas de capacitación.
Perspectiva financiera
Retorno sobre el capital empleado
Flujo de caja
Rentabilidad del proyecto
Contabilidad del pronóstico de utilidades
Retraso de ventas
• Kaplan, R. y Norton, D. (1996) Cuadro de Mando Integral (The Balanced Scorecard). Gestión
2000.
• Muñiz, L. y Monfort, E. (2005) Aplicación Práctica del Cuadro de Mando Integral. Gestión
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