Como Orar en Tiempos Dificiles

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COMO ORAR EN TIEMPOS DIFICILES

2 REYES 20:5

Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu


padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer
día subirás a la casa de Jehová.

Este texto que hemos leído para comenzar corresponde a la respuesta de Dios a la
oración que hizo el rey Ezequías cuando estaba enfermo de muerte, y nos permite
comprender el valor y la importancia que tienen tanto para nosotros como para
nuestro Dios las oraciones que hacemos cuando estamos pasando por tiempos de
crisis y enfermedad.

En el tiempo que estamos viviendo en el mundo es importante que comprendamos


la importancia que tienen nuestras oraciones, pues si algo tenemos que hacer como
pueblo de Dios que somos es ORAR, la palabra de Dios nos demuestra la importancia
de la oración en la vida de los hijos de Dios:

La oración de un hijo de Dios es poderosa y efectiva Santiago 5:16 Confesaos


vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La
oración eficaz del justo puede mucho.

La oración produce paz en nuestra vida en tiempos de aflicción Santiago 5:13


¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante
alabanzas.

Debemos orar con la seguridad de que nuestro Dios nunca es indiferente a las
oraciones de sus hijos 1 Pedro 3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los
justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra
aquellos que hacen el mal.

Ya vimos algunos versículos que nos demuestran la importancia de la oración en


tiempos de crisis, ahora respondamos por medio de la palabra de Dios, ¿Cómo
debemos orar en los tiempos de crisis y de angustia? Y para responder esta
pregunta vamos a tomar como ejemplo las oraciones que los hombres de la Biblia
hicieron cuando se encontraron en momentos, así como los nuestros, de angustia,
de crisis y enfermedad.

1. EN TIEMPOS DE CRISIS DEBEMOS ORAR COMO ABRAHAM, SIN EGOISMO

GENESIS 18:23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el


impío?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no
perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?

25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo
tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo
que es justo?

26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la


ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.

27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor,


aunque soy polvo y ceniza.

28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la
ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.

29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré


por amor a los cuarenta.

30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y


respondió: No lo haré si hallare allí treinta.

31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán


allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.

32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá
se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.

33 Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su


lugar.

El Señor le reveló a Abraham que iba a destruir a Sodoma y Gomorra por sus
pecados, eso directamente no le afectaría a él pues no vivía en ese lugar, pero él sí
tenía familia en ese lugar, su sobrino Lot y su familia vivían ahí.

Abraham intercedió por los justos que posiblemente vivían en esas dos ciudades, él
clamó para que Dios tuviera misericordia de los justos que vivían en ese lugar, así
nosotros como cristianos debemos orar a Dios sin egoísmo, pidiendo misericordia no
solo por nosotros y nuestras familias, sino también por todos los hijos de Dios que
están alrededor del mundo, y no solamente por los hijos de Dios, sino también por
todas aquellas personas que si mueren irán a la condenación eterna.

Oremos por misericordia.

Posiblemente puedan haber personas cristianas que piensen que esta bien lo que
está pasando en países que son idólatras o que están llenos de ateos, en países
donde se persigue a los cristianos o que no permiten que el evangelio se predique,
quizás pensemos o digamos que “se merecen lo que están viviendo” pero tenemos
que recordar las palabras de nuestro Señor Jesús para sus discípulos cuando
ellos querían pedir que cayera fuego del cielo sobre una ciudad que no los
recibió (Lucas 9:51-56)

Nosotros como hijos de Dios tenemos que clamar por misericordia y por salvación de
las naciones, no por juicio, ni mucho menos alegrarnos de lo que las naciones están
sufriendo, porque nuestro Señor vino a buscar y salvar lo que se había perdido.

2. DEBEMOS ORAR COMO JOSUE, CON FE, CREYENDO QUE DIOS TIENE PODER
PARA HACER COSAS EXTRAORDINARIAS

JOSUÉ 10:12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al
amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol,
detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo y la luna se
paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. m ¿No está escrito esto
en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse
casi un día entero. 14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo
atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.

¿Quién puede pedir en oración que el sol y la luna se detengan?¿ Un loco? ¿Un
soñador? Verdaderamente que Josué no era ni un loco ni un soñador, sino un
hombre que conocía él poder de Dios. (liberación de egipto)

Josué sabía que Dios es un Dios que hace maravillas, por eso clamo y tuvo la fe para
pedir que el sol y la luna se detuvieran, y lo extraordinario es que el texto nos dice
Dios atendió la voz de un hombre, porque Jehová peleaba por Israel.

Nosotros al igual que Josué tenemos que tener esa fe de creer que Dios puede
detener esta pandemia, que Dios puede frenar y vencer este virus, si por el clamor de
un hombre Dios obró maravillas, imaginemos lo que Dios puede hacer si su pueblo
se une con fe a clamar como Josué.

Este día te invito a que seas un Josué en tu casa, en tu vecindario, en tu país,


clamemos con la fe que Dios hoy sigue haciendo maravillas, el mismo Dios de ayer es
el mismo Dios de hoy Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos.

3. DEBEMOS ORAR COMO DANIEL PIDIENDO PERDÓN Y CLAMANDO POR


MISERICORDIA

DANIEL 9:1-3 En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos,
que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos,

2 en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el


número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de
cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. 3 Y volví mi rostro a Dios el
Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

16 Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor
de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y
por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en
derredor nuestro.

17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu
rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.

18 Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y
la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos
ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.

19 Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor
de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu
pueblo.

Daniel estaba orando intercediendo por él y por su pueblo que estaba cautivo
durante 70 años en Babilonia, oró pidiendo dos cosas muy importantes: Perdón y
Misericordia.

Pero Daniel no solamente oró pidiendo perdón por sus pecados personales o
individuales, sino también pidiendo perdón en nombre de su nación (vs 4-6) él
confesó los pecados de su nación y pidió perdón al Señor por ellos, Daniel oro muy
sabiamente, no oro confiado en sus justicias, sino en las muchas misericordias de
Dios, y el vs 19 es algo que todos debemos HOY pedir a nuestro Dios: Oye, Señor; oh
Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios
mío. ¡AMEN!

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