Como Orar en Tiempos Dificiles
Como Orar en Tiempos Dificiles
Como Orar en Tiempos Dificiles
2 REYES 20:5
Este texto que hemos leído para comenzar corresponde a la respuesta de Dios a la
oración que hizo el rey Ezequías cuando estaba enfermo de muerte, y nos permite
comprender el valor y la importancia que tienen tanto para nosotros como para
nuestro Dios las oraciones que hacemos cuando estamos pasando por tiempos de
crisis y enfermedad.
Debemos orar con la seguridad de que nuestro Dios nunca es indiferente a las
oraciones de sus hijos 1 Pedro 3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los
justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra
aquellos que hacen el mal.
25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo
tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo
que es justo?
28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la
ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá
se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
El Señor le reveló a Abraham que iba a destruir a Sodoma y Gomorra por sus
pecados, eso directamente no le afectaría a él pues no vivía en ese lugar, pero él sí
tenía familia en ese lugar, su sobrino Lot y su familia vivían ahí.
Abraham intercedió por los justos que posiblemente vivían en esas dos ciudades, él
clamó para que Dios tuviera misericordia de los justos que vivían en ese lugar, así
nosotros como cristianos debemos orar a Dios sin egoísmo, pidiendo misericordia no
solo por nosotros y nuestras familias, sino también por todos los hijos de Dios que
están alrededor del mundo, y no solamente por los hijos de Dios, sino también por
todas aquellas personas que si mueren irán a la condenación eterna.
Posiblemente puedan haber personas cristianas que piensen que esta bien lo que
está pasando en países que son idólatras o que están llenos de ateos, en países
donde se persigue a los cristianos o que no permiten que el evangelio se predique,
quizás pensemos o digamos que “se merecen lo que están viviendo” pero tenemos
que recordar las palabras de nuestro Señor Jesús para sus discípulos cuando
ellos querían pedir que cayera fuego del cielo sobre una ciudad que no los
recibió (Lucas 9:51-56)
Nosotros como hijos de Dios tenemos que clamar por misericordia y por salvación de
las naciones, no por juicio, ni mucho menos alegrarnos de lo que las naciones están
sufriendo, porque nuestro Señor vino a buscar y salvar lo que se había perdido.
2. DEBEMOS ORAR COMO JOSUE, CON FE, CREYENDO QUE DIOS TIENE PODER
PARA HACER COSAS EXTRAORDINARIAS
JOSUÉ 10:12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al
amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol,
detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo y la luna se
paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. m ¿No está escrito esto
en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse
casi un día entero. 14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo
atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
¿Quién puede pedir en oración que el sol y la luna se detengan?¿ Un loco? ¿Un
soñador? Verdaderamente que Josué no era ni un loco ni un soñador, sino un
hombre que conocía él poder de Dios. (liberación de egipto)
Josué sabía que Dios es un Dios que hace maravillas, por eso clamo y tuvo la fe para
pedir que el sol y la luna se detuvieran, y lo extraordinario es que el texto nos dice
Dios atendió la voz de un hombre, porque Jehová peleaba por Israel.
Nosotros al igual que Josué tenemos que tener esa fe de creer que Dios puede
detener esta pandemia, que Dios puede frenar y vencer este virus, si por el clamor de
un hombre Dios obró maravillas, imaginemos lo que Dios puede hacer si su pueblo
se une con fe a clamar como Josué.
DANIEL 9:1-3 En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos,
que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos,
16 Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor
de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y
por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en
derredor nuestro.
17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu
rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.
18 Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y
la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos
ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.
19 Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor
de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu
pueblo.
Daniel estaba orando intercediendo por él y por su pueblo que estaba cautivo
durante 70 años en Babilonia, oró pidiendo dos cosas muy importantes: Perdón y
Misericordia.
Pero Daniel no solamente oró pidiendo perdón por sus pecados personales o
individuales, sino también pidiendo perdón en nombre de su nación (vs 4-6) él
confesó los pecados de su nación y pidió perdón al Señor por ellos, Daniel oro muy
sabiamente, no oro confiado en sus justicias, sino en las muchas misericordias de
Dios, y el vs 19 es algo que todos debemos HOY pedir a nuestro Dios: Oye, Señor; oh
Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios
mío. ¡AMEN!