Tema 1
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1. Punto de Partida
Hoy día no hay una definición de Derecho que satisfaga a la mayoría, es decir, que dé una
concepción única sobre qué es el Derecho. Por tanto, la palabra Derecho tiene varias
acepciones. Las cuatro más importantes son:
En torno al Siglo XVI – Siglo XVIII se asentó la Idea de Derecho como conjunto de normas. Esto
acababa con la forma de los romanos de usar el término Derecho como “la cosa justa”.
En la Edad Media los juristas fueron dando al término un valor como ordenamiento y a mostrar
interés por su carácter subjetivo. Santo Tomás fue de los primeros en enfatizar la acepción
objetiva del Derecho y contemplarlo como natural. Por el contrario, los autores protestantes
nos introdujeron en que Derecho Objetivo era tan sólo la legislación del Estado. Esto provoco
que muchos países elaboraran legislaciones al margen de la justicia. Es finalmente en la Edad
Moderna como se define Derecho como un arte y por tanto se define como “lo justo”, siendo
las otras acepciones sus análogas.
¿Qué es el Derecho? Porque el epígrafe anterior no nos ha respondido a esta cuestión que
tanto martiriza a los juristas. La dos principales causas por las que encontramos dificultades
para llegar a la formulación de un concepto único y uniforme del Derecho son:
El hombre necesita vivir en sociedad, por eso busca la máxima comodidad desde su familia,
como pequeña sociedad, hasta la máxima como sería el Estado. Deber haber por tanto unas
normas básicas de comportamiento que hagan sencilla la convivencia y regulen las relaciones.
Muchas de dichas normas no están escritas en ningún Código, es decir, es una norma de
educación utilizar los cubiertos y no las manos. Por su incumplimiento no pueden llevarte ante
un tribunal. Sin embargo, son estas normas la que hacen más agradable la convivencia. Estas
normas de cortesía no son suficientes para convivir y es por eso por lo que se necesitan unas
normas escritas, leyes, de carácter público y con validez y respaldo por parte de las
instituciones.
Los legisladores elaboran una serie de normas, establecen un orden, que permiten al jurista
ejercer su actividad. Dichas normas se establecen en dos niveles:
Como hemos dicho, es el legislador el que realiza este trabajo, mientras que el jurista descifra
lo que es justo de lo que es injusto.
Hay muchos que se conforman con que el Derecho sea la Ley y separe lo legal de lo ilegal. Sin
embargo, ya los romanos vieron que su misión real es la de descifrar lo justo según las normas
vigentes.
Los juristas son profesionales del Derecho, por excelencia es el principal jurista es el juez. Los
jueces deben discernir con honradez lo que le corresponde a cada uno. En cambio, los
abogado deben defender a sus clientes, optando por una situación de Justicia Parcial.
Si el Derecho es el orden jurídico, trabajo realizado por el legislador, cumple dos funciones:
- Legitimar la sanción para quien incumpla dichas reglas. El Derecho tiene como
tarea la legitimación del uso de la fuerza para doblegar la voluntad de aquellos que
no quieren someterse a las reglas jurídicas de la sociedad. Es totalmente legitimo
castigar a quien no cumple con las normas establecidas. Las sanciones pueden ser
de más leves a más suaves. Todas ellas deben responder al Principio de
Proporcionalidad, es decir, la sanción debe ser acorde a la gravedad del
incumplimiento.
Además, está el Principio de Intervención Mínima, que sería mejor si no existiera,
ya que así tan sólo interviene el Derecho Penal para restaurar el orden y la Justicia.
Para estas normas hay además un Principio de Publicidad de las Normas, por el
cual los ciudadanos las conocen y por tanto sirven para persuadir a futuros
delincuentes. Esto hace que se puedan castigar todas las infracciones recogidas en
la legalidad vigente.
Debemos obedecer el Derecho, que además tiene otro tipo de fuerza que es el que
hace cumplir las definitivas sanciones impuestas.
Desde los griegos se habla de la importancia del “hecho social”, es decir, la posibilidad de
entender el Derecho Político, como opinión pública más extendida. Esto es aquello que goza
de aceptación social debe tener una regla externa que lo permita.
No podemos dudar que el Derecho es un fenómeno social. El hecho jurídico no tiene por qué
tener un carácter común en toda la sociedad, pero si hay muchos puntos en común. Vemos
como hay cambios según las costumbres o la economía. Es, por tanto, que el sistema jurídico
no puede estar al margen de la sociedad en la que surge.
La Sociología jurídica se encarga de estudiar los factores sociales del Derecho y del impacto de
este en la sociedad. La Sociología nos mueve en el ámbito descriptivo del orden jurídico que
tenemos. Nos enseña que instituciones o normas tenemos de forma determinada. La
Sociología describe, no prescribe.
Es por esto por lo que podemos decir que hay una unión entre la cultura de un lugar y su
Derecho. Si conocemos las normas de un lugar, podemos entender notables aspectos de su
cultura y así intentar corregir inclinaciones de grupos que dañan el bien común, para exigir que
se alcancen los fines sociales.
El Derecho tiene una perspectiva, en la cual intentamos ver si se ha conseguido el fin para el
cual estaba dispuesto. Distinguimos entre:
- Eficacia Interna: Busca conseguir que se haga Justicia. Cuando eso se produce la
norma o institución es eficaz.
- Eficacia Externa: Hace referencia a los objetos o fines que se persiguen al elaborar
y aprobar esas normas. Por ejemplo: Educación adecuada para los ciudadanos.
Para algunas corrientes positivistas solo una norma es eficaz cuando los ciudadanos la
cumplen. Para dichas corrientes carece de valor que el resultado sea justo o injusto. Para ellos
hay una Tabla de Eficacia en la cual encontramos:
El Derecho puede tener gran relevancia y debe ser considerado por el jurista. La
sociedad va unida al Derecho. Es por eso por lo que lo jueces son claves en el mundo
jurídico ya que podrían reinterpretar las normas y llevar a cabo unas nuevas. Aunque,
sin embargo, esto puede provocar conductas que dañen la realización de la justicia.