Alberti
Alberti
Alberti
Buscad, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota
o una estrella pisoteada.
Porque yo los he visto:
en esos escombros momentáneos que aparecen en las
neblinas.
Porque yo los he tocado:
en el destierro de un ladrillo difunto,
venido a la nada desde una torre o un carro.
Nunca más allá de las chimeneas que se derrumban
ni de esas hojas tenaces que se estampan en los zapatos.
En todo esto.
Mas en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego,
en esas ausencias hundidas que sufren los muebles
desvencijados,
no a mucha distancia de los nombres y signos que se
enfrían en las paredes.
Buscad, buscadlos:
debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro
o la firma de uno de esos rincones de cartas
que trae rodando el polvo.
Cerca del casco perdido de una botella,
de una suela extraviada en la nieve,
de una navaja de afeitar abandonada al borde de un
precipicio.
SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.
NOCTURNO
Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre
se escucha que transita solamente la rabia,
que en los tuétanos tiembla despabilado el odio
y en las médulas arde continua la venganza,
PRÓLOGO
PRIMER RECUERDO
SEGUNDO RECUERDO
También antes,
mucho antes de la rebelión de las sombras,
de que al mundo cayeran plumas incendiadas
y un pájaro pudiera ser muerto por un lirio.
Antes, antes que tú me preguntaras
el número y el sitio de mi cuerpo.
Mucho antes del cuerpo.
En la época del alma.
Cuando tú abriste en la frente sin corona, del cielo,
la primera dinastía del sueño.
Cuando tú, al mirarme en la nada,
inventaste la primera palabra.
Entonces, nuestro encuentro.
EL CUERPO DESHABITADO
Yo te arrojé de mi cuerpo,
yo, con un carbón ardiendo.
-Vete.
Madrugada.
La luz, muerta en las esquinas
y en las casas.
Los hombres y las mujeres
ya no estaban.
-Vete.
Se fue.
En todo,
tu estampado recuerdo
de tinta negra y barro.
¡Te quemen!
PAMPLINAS
EL ÁNGEL SUPERVIVIENTE
Acordáos.
La nieve traía gotas de lacre, de plomo derretido
y disimulos de niña que ha dado muerte a un cisne.
Una mano enguantada, la dispersión de la luz y el lento asesinato.
La derrota del cielo, un amigo.
Acordáos de aquel día, acordáos
y no olvidéis que la sorpresa paralizó el pulso y el color de los astros.
En el frío, murieron dos fantasmas.
Por un ave, tres anillos de oro
fueron hallados y enterrados en la escarcha.
La última voz del hombre ensangrentó el viento.
Todos los ángeles perdieron la vida.
Menos uno, herido, alicortado.
1
Pensad en aquella hora:
cuando se rebelaron contra un rey en tinieblas
los ojos invisibles de las alcobas.
Lo sabéis, lo sabéis. ¡Dejadme!
Si a lo largo de mí se abren grietas de nieve,
tumbas de aguas paradas
nebulosas de sueños oxidados,
echad la llave para siempre a vuestros párpados.
¿Qué queréis?
Ojos invisibles, grandes, atacan.
Púas incandescentes se hunden en los tabiques.
Ruedan pupilas muertas,
sábanas.
Un rey es un erizo de pestañas.
2
También,
también los oídos invisibles de las alcobas,
contra un rey en tinieblas.
Ya sabéis que mi boca es un pozo de nombres
de números y letras difuntos.
Que los ecos se hastían sin mis palabras
y lo que jamás dije desprecia y odia al viento.
Nada tenéis que oír.
¡Dejadme!
Pero oídos se agrandan contra el pecho.
De escayola, fríos,
bajan a la garganta,
a los sótanos lentos de la sangre,
a los tubos de los huesos.
Un rey es un erizo sin secreto.
Como yo, como todos.
Y nadie espera ya la llegada del expreso,
la visita oficial de la luz a los mares necesitados,
la resurrección de las voces en los ecos que se calcinan.
DE SLAAPWANDELENDE ENGELEN
Denk aan dat uur:
toen de onzichtbare ogen van de alkoven
tegen een koning in duisternis rebelleerden.
II
Ook nog,
ook nog de onzichtbare ogen van de alkoven,
tegen een koning in duisternis.
Jullie weten wel dat mijn mond een put vol namen is,
vol nummers en dode letters.
Dat de echo' s zich vervelen zonder mijn woorden
en datgene wat ik nooit zei de wind misprijst en haat.
Jullie mogen niets horen.
Laat me met rust!
Marinero en tierra
Cal y canto
Carta abierta
(Falta el primer pliego)
... Hay peces que se bañan en la arena
y ciclistas que corren por las olas.
Yo pienso en mí. Colegio sobre el mar.
Infancia ya en balandro o bicicleta.
Globo libre, el primer balón flotaba
sobre el grito espiral de los vapores.
Roma y Cartago frente a frente iban,
marineras fugaces sus sandalias.
Nadie bebe latín a los diez años.
El Álgebra, ¡quién sabe lo que era!
La Física y la Química, ¡Dios mío,
si ya el sol se cazaba en hidroplano!
... Y el cine al aire libre. Ana Bolena,
no sé por qué, de azul va por la playa.
Si el mar no la descubre, un policía
la disuelve en la flor de su linterna.
Bandoleros de smoking, a mis ojos
sus pistolas apuntan. Detenidos,
por ciudades de cielos instantáneos,
me los llevan sin alma, vista sólo.
New York está en Cádiz o en el Puerto.
Sevilla está en París, Islandia o Persia.
Un chino no es un chino. Un transeúnte
puede ser blanco al par que verde y negro.
En todas partes tú, desde tu rosa,
desde tu centro inmóvil, sin billete,
muda la lengua, riges, rey del todo...
Y es que el mundo es un álbum de postales.
Multiplicando pasas en los vientos,
en la fuga del tren y los tranvías.
No en ti muere el relámpago que piensas,
sino a un millón de lunas de tus labios.
Yo nací -¡respetadme!- con el cine.
Bajo una red de cables y de aviones.
Cuando abolidas fueron las carrozas
de los reyes y al auto subió el Papa.
Vi los telefonemas que llovían,
plumas de ángel azul, desde los cielos.
Las orquestas seráficas del aire
guardó el auricular en mis oídos.
De lona y níquel, peces de las nubes,
bajan al mar periódicos y cartas.
(Los carteros no creen en las sirenas
ni en el vals de las olas, sí en la muerte.
Y aún hay calvas marchitas a la luna
y llorosos cabellos en los libros.
Un polisón de nieve, blanqueando
las sombras, se suicida en los jardines.
¿Qué será de mi alma, que hace tiempo
bate el récord continuo de la ausencia?
¿Qué de mi corazón, que ya ni brinca,
picado ante el azar y el accidente?
Exploradme los ojos, y, perdidos,
os herirán las ansias de los náufragos,
la balumba de nortes ya difuntos,
el solo bamboleo de los mares.
Cascos de chispa y pólvora, jinetes
sin alma y sin montura entre los trigos;
basílicas de escombros, levantadas
trombas de fuego, sangre, cal, ceniza.
Pero también, un sol en cada brazo,
el alba aviadora, pez de oro,
sobre la frente un número, una letra,
y en el pico una carta azul, sin sello.
Nuncio -la voz, eléctrica, y la cola-
del aceleramiento de los astros,
del confín del amor, del estampido
de la rosa mecánica del mundo.
Sabed de mí, que dije por teléfono
mi madrigal dinámico a los hombres:
¿Quién eres tú, de acero, estaño y plomo?
-Un relámpago más, la nueva vida.
(Falta el último pliego)
Paraíso perdido
A través de los siglos,
por la nada del mundo,
yo, sin sueñó, buscándote.
Tras de mí, imperceptible,
sin rozarme los hombros,
mi ángel muerto, vigía.
"¿Adónde el Paraíso,
sombra, tú que has estado?"
Pregunta con silencio.
Ciudades sin respuesta,
ríos sin habla, cumbres
sin ecos, mares mudos.
Nadie lo sabe. Hombres
fijos, de pie, a la orilla
parada de las tumbas,
me ignoran. Aves tristes,
cantos petrificados,
en éxtasis el rumbo,
ciegas. No saben nada.
Sin sol, vientos antiguos,
inertes, en las leguas
por andar, levantándose
calcinados, cayéndose
de espaldas, poco dicen.
Diluidos, sin forma
la verdad que en sí ocultan,
huyen de mí los cielos.
Ya en el fin de la tierra,
sobre el último filo,
resbalando los ojos,
muerta en mí la esperanza,
ese pórtico verde
busco en las negras simas.
¡Oh boquete de sombras!
¡Hervidero del mundo!
¡Qué confusión de siglos!
¡Atrás, atrás!¡Qué espanto
de tinieblas sin voces!
¡Qué perdida mi alma!
"Ángel muerto, despierta.
¿Dónde estás? Ilumina
con tu rayo el retorno."
Silencio. Más silencio.
Imóviles los pulsos
del sinfín de la noche.
¡Paraíso Perdido!
Perdido por buscarte,
yo, sin luz para siempre.
El ángel bueno
Un año, ya dormido,
alguien que no esperaba
se paró en mi ventana.
DE GOEDE ENGEL
Een zeker jaar, ik sliep al,
hield iemand die ik niet verwachtte
voor mijn venster stil.
-Kijkdaar! Haardroom
draait rond het niets.
El ángel bueno
Dentro del pecho se abren
corredores anchos, largos,
que sorben todas las mares.
Vidrieras,
que alumbran todas las calles.
Miradores,
que acercan todas las torres.
Ciudades deshabitadas
se pueblan, de pronto. Trenes
descarrilados, unidos
marchan.
Naufragios antiguos flotan.
La luz moja el pie en el agua.
¡Campanas!
Gira más de prisa el aire.
El mundo, con ser el mundo,
en la mano de un niña
cabe.
¡Campanas!
Una carta del cielo bajó un ángel.
El ángel ceniciento
Precipitadas las luces
por los derrumbos del cielo,
en la barca de las nieblas
bajaste tú, Ceniciento.
Iracundo, ciego.
DE ENGEL VAN AS
Nadat het licht was neergestort
door de afgronden van de hemel,
in het bootje van de nevel,
daalde jij neer, Asengel.
Om kettingen te breken
en de aarde op te stoken tegen de wind.
Uitzinnig, blind.
Om kettingen te breken
en de zeeën op te stoken tegen het vuur .
De wereld, hotsebotsend,
rolde, dood, door het niets.
De mensen hebben het niet vernomen.
Alleen jij en ik, Asengel.
El ángel ángel
Y el mar fue y le dio un nombre
y un apellido el viento
y las nubes un cuerpo
y un alma el fuego.
La tierra, nada.
DE ENGEL ENGEL
De aarde, niets.
El ángel bueno
Vino el que yo quería,
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas,
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de esas caídas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.
No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.
El que yo quería.
Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.
Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.
Para, sin lastimarme,
cavar una ribera de luz, dulce en mi pecho,
y hacerme el alma navegable.
(VERANO)
Sal tú, bebiendo campos y ciudades,
en largo ciervo de agua convertido,
hacia el mar de las albas claridades,
del martín-pescador mecido nido;
que yo saldré a esperarte amortecido,
hecho junco, a las altas soledades
herido por el aire y requerido
por tu voz, sola entre las tempestades.
Deja que escriba, débil junco frío,
mi nombre en esas aguas corredoras,
que el viento llama, solitario, río.
Disuelto ya en tu nieve el nombre mío,
vuélvete a tus montañas trepadoras
ciervo de espuma, rey del monterío.
(De «Marinero en tierra»)
GALOPE
Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
DRAVEN
De landen, de landen, de landen van Spanje,
de grote, verlaten, eenzame vlakten.
Draaf maar, paard met witte voeten,
ruiter van het volk,
onder de zon en de maan.
Draven,
draven,
tot je ze in zee zult begraven!
Draven,
draven,
tot je ze in zee zult begraven !
Draven,
draven,
tot je ze in zee zult begraven !
ELEGIA
Infancia mía en el jardín:
Las cochinillas de humedad,
las mariquitas de San Antón;
también vagaba la lombriz
y patinaba el caracol.
Infancia mía en el jardín:
!Reina de la jardinería!
El garbanzo asomaba su nariz
y el apiste en la jaula se moría.
Infancia mía en el jardin:
La planta de los suspiros
el aire la deshacía.
ELEGIE
Mijn kindertijd in de tuin:
De Schildluizen van vocht,
de onze-lieve-heersbeestjes;
daar zwierf ook de worm
en slipte de slak
Mijn kindertijd in de tuin:
Koning van het tuinmansland!
De erwt stak zijn neus omhoog,
en het kanariezaad stierf in de kooi.
Mijn kindertijd in de tuin:
Daar ontbond de lucht
de plant van de zuchten
Rafael Arberti
CANCION 31
LIED 31
Ik zing, rivier, met je wateren:
CANCION 37
Creemos el hombre nuevo,
cantando.
El hombre nuevo de España,
cantando.
LIED 37
Laten we de nieuwe mens scheppen,
al zingend.
De nieuwe mens van Spanje,
al zingend.
El mar muerto
Mañanita fría.
¡Se habrá muerto el mar!
-Mañanita frfa,
¿lo amortajarán?
-Mañanita fría,
¿quién lo enterrará ?
De dode zee
Kille dageraad.
De zee zal dood zijn gegaan!
-Kille dageraad,
zal men haar opbaren ?
Kille dageraad,
wie zal haar begraven ?
II
No sabe que ha muerto el mar
las esquila de los tranvias
-tirintín -de la ciudad.
II
De bel van de stadstrams weet
niet- tingeling -dat de zee
dood is gegaan.
EL ALMA EN PENA
Ese alma en pena, sola,
ese alrna en pena siernpre perseguida
por un resplandor rnuerto.
Por un rnuerto.
Cerrojos,llaves, puertas
saltan a deshora
y cortinas heladas en la noche se alargan,
se estiran,
se incendian,
se prolongan.
Teconozco,
terecuerdo,
bujia inerte,livido halo, nirnbo difunto,
te conozco aunque ataques diluido en el viento.
Párpadosdesvelados
vienen a tierra.
Sisrnicos latigazos turnban suefios,
terrernotos derriban las estrellas.
Catástrofes celestes tiran al rnundo escornbro,
alas rotas,laudes, cuerdas de arpas,
restos de ángeles.
Alma en pena:
el resplandor sin vida,
tu derrota.
DE ZIEL IN NOOD
Deze ziel in nood, alleen,
deze ziel in nood altijd achtervolgd
door een dode weerschijn.
Door een dode.
Grendels, sleutels, deuren
springen onverwachts open
en bevroren gordijnen verlengen zich in de nacht,
rekken uit,
vatten vlam,
worden langer.
Ik ken je,
ik herinner me jou,
zwakke kaars, vale halo, dood aureool,
ik ken je zelfs als je verzwakt aanvalt in de wind.
Slapeloze oogleden
komen op aarde.
Seismische zweepslagen vellen de dromen,
aardbevingen doen de sterren neerstorten.
Hemelse catastrofen strooien puin op de wereld,
gebroken vleugels, luiten, harpsnaren,
stoffelijke resten van engelen.
Ziel in nood:
de weerschijn zonder leven,
jouw nederlaag.
¿Marzo ?
¿Abril ?
¿El mes de mayo ?
Naar de hemeleilanden
Naar de hemeleilanden !
Maart?
April?
De maand mei?
De zee is groener in januari.
Biografía
Poeta y dramaturgo español, nacido en el puerto de Santa María, Cádiz, en 1902
y fallecido en Madrid en 1999.
Considerado como uno de los grandes poetas del panorama literario español, fue
el último poeta de la Generación del 27, ganador del premio Nacional de
Literatura en 1925 y del premio Cervantes en 1983.
Durante la guerra civil militó activamente en la política y dirigió varias revistas
de orientación comunista. Vivió en el exilio hasta el año de 1977.
Entre sus obras más importantes se cuentan «Marinero en Tierra», «Sobre los
Ángeles», «Cal y Canto» y «Sermones y Moradas».
R. Alberti http://www.poesia-inter.net/indexra.htm
ALGUIEN
Alguien barre
AMARANTA
¡Arriba, trabajadores
Buscad, buscadlos:
CANCIÓN 8
CON ÉL
CORRIDA DE TOROS
DESAHUCIO
EL ALBA DENOMINADORA
EL ÁNGEL AVARO
EL ÁNGEL BUENO
EL FAROLERO Y SU NOVIA
El mar. La mar.
GALOPE
GRUMETE
Hubierais visto llorar a las yedras cuando el agua más triste se pasó toda una noche velando a un yelmo ya
sin alma,
INVITACIÓN AL AIRE
LA PALOMA
MADRID
MALVA-LUNA-DE-YELO
MI CORZA
MITO
MUERTE Y JUICIO
NOCTURNO
PEÑARANDA DE DUERO
PIRATA
¡Qué revuelo!
Se equivocó la paloma,
Si Garcilaso volviera,
Si yo nací campesino,
Zarza florida