Proyecto Radio Lecturas de Yacuiba: Antología 16
Proyecto Radio Lecturas de Yacuiba: Antología 16
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Aterrizaje
2
Dos poemas acuáticos
Edth Södergran
Poetisa finlandesa
I
Mi vida era tan desnuda
como las grises peñas,
mi vida era tan fría
como las blancas alturas,
pero mi juventud se sentaba con ardientes mejillas
y se regocijaba: ¡ya llega el sol!
Y el sol llegaba y yo desnuda me tendía
todo el largo día sobre las grises peñas -
y entonces una fría brisa del rojo mar llegaba.
II
Entre las piedras grises
yace tu blanco cuerpo que se lamenta
de los días que vienen y se van.
Las leyendas que de niña escuchaste
sollozan en tu corazón.
Silencio sin eco,
soledad sin espejo,
el aire se torna azul por todas las fisuras.
3
Al amanecer
Agustín Benelli
Poeta chileno
4
Erótica
Homero Aridjis
Escritor mexicano
Globos
El deseo perfora
en la clara dureza de su cuerpo,
delgadeces empujan en su vientre
un temblor que si se agita salta,
ritmos balancean bajo su pecho
viva abundancia que el deseo persigue
con una sombra flaca.
Deseo
Dos llamas que apagan su calor
cuando están más fundidas,
y tienen más desolación
cuando parecen más unidas.
Pareja
Dos cuerpos que agotan su fervor
en otro cuerpo,
que es suyo y no es suyo
al mismo tiempo.
5
Paisaje
Jaime Nisttahuz
Poeta boliviano
6
Amanecer
Adela Zamudio
Poetisa boliviana
7
La poesía
8
Ya no sé
9
El Ave Del Paraíso
Salvador Rueda
Escritor español
10
Clave
Gilberto Owen
Poeta mexicano
11
Porque nunca has estado
Si retornas
es a lomos de un sueño,
hija de la esquina del viento,
manojo disperso,
lectura de ocasión.
12
El viajero de sí mismo
Pablo de Rokha
Poeta chileno
Acumulo mi yo exorbitante
y mi ilusión de Dios ensangrentado,
pues soy un espectáculo clamante
y un macho-santo ya desorbitado.
13
De la adolescente
Leopoldo Marechal
Poeta argentino
14
Puesto que tú...
Nelly Sachs
Poeta alemana
Puesto que tú
bajo el pie te
das a luz la constelación alada de la huida
arroja un puñado de fuego en tu boca.
Oh mi sol
yo dentro te modelo
en mi amor casa de la estrella en ocaso
en el refugio de mis golpes de aliento
de esta bandada de suicidios sin ruido.
Muerde mi luz
con el océano, des guarecida huida de sal
aspira clientela del viento
desde el paisaje surgiendo del alma.
Con labios en la piedra de la oración
beso de por vida muerte,
hasta que la cantarina esperma de oro
rompa la roca de la separación.
15
Madrugada
Funciona el exorcismo.
Va la gaviota de la invocación sobre las oraciones,
alas y alma en el libro de la luz, su sombra
es sólo una sombra
en la provincia de los miedos.
También la paloma
tiene territorio de emociones, trozo de mundo visto de
perfil; hembra en beso y palabra,
línea apenas en el olvido de los astros. Un milagro,
predicación de santos que ya nadie alaba, flores de papel sin
primavera.
En la fiesta de polen que es la madrugada, de improviso,
aves brotan
en la rama alta de la luna.
16
Construcción
De Líneas Imaginarias (Inédito, 2018)
17
Hay ovejas y ovejas
Rosabetty Muñoz
Poeta chilena
18
La débil música de las suaves cosas
Benjamín Chávez
Poeta cruceño, Bolivia
En la alta noche
la débil música de las suaves cosas.
Mientras el sueño consuma la quietud
las torres callan
los motivos de su altura.
Cada instante se estremece
y lo quedo nos habla con vos más
íntima.
No son las cosas que no tendremos nunca
Son las que están
Las que estuvieron siempre
y hoy
-complicidad contenida-
nos susurran
una familiaridad irresuelta.
19
Mi padre
Doris Moromisato
Escritora peurana
20
Serenata
Manuel Scorza
Poeta peruano
21
En Praga hay un bosque
22
El otro
él ríe
está preocupado
expone bajo el cielo mi cara y mis cabellos
hace salir palabras de mi boca
tiene dinero y miedo y pasaporte
y riñe y ama
y se mueve
y lucha
pero no yo
que soy el otro
el que no se ríe
el que no tiene cara que exponer al cielo
ni palabras en la boca
a quien desconozco y es un desconocido de sí mismo
no yo: el otro: siempre el otro
que no gana ni pierde
que no está preocupado
ni se mueve nunca
el otro
que se es indiferente
de quien no sé nada
a quien nadie conoce
ni me conmueve
ese soy yo.
23
Negativo
Wislawa Szymborska
Escritora polaca
En un cielo pardo
una nube más parda todavía
y el círculo negro del sol.
A la izquierda, es decir a la derecha,
la blanca rama de un cerezo con sus flores negras.
En tu oscuro rostro blancas sombras.
Te sentaste a la mesa
y pusiste en ella tus agrisadas manos.
Pareces un espíritu
que intenta invocar a los vivos.
(Como aún me cuento entre ellos
debería cobrar presencia y dar unos golpes:
buenas noches, es decir, buenos días,
adiós, mejor dicho, bienvenido.
Y no escatimarle preguntas a ninguna respuesta
si el sujeto es la vida
o, lo que es lo mismo, la tormenta que precede a la calma.)
24
Descubrimiento del Grillo
Julio de la Vega
Poeta boliviano
25
Solo muere la mano que te escribe
26
Noche invernal
27
A mi madre (reivindicación de una hermosura)
28
Hasta luego
Nicanor Parra
Poeta chileno
29
El lugar del poema
Marcos R. Barnatán
Poeta argentino
No está el poema
Más allá de la palabra
Lo encierra el fuego del verbo
Late en el rayo violáceo que recibimos
Para ablandar la noche
Para entender la oscuridad del mundo.
En los arduos cristales del silencio
Brotó la rosa y nos dio la vida
El alto poder de poder nombrarla.
No está el poema
Más allá de la palabra
Se forja como el hierro y es ceniza
Aún caliente en el hueco de la tierra.
Está vivo en la letra que sangra
Estampado en nuestra memoria plural
Y el aire sabe arrastrarlo como un astro fugaz
Mostrando su bifronte cuerpo hecho
De gozo y de doliente despedida.
Somos los que se van.
Quizás sólo somos agua y tiempo
Y lenguaje.
30
Cuéntame cómo vives,
cómo vas muriendo
Gabriel Celaya
Poeta español
31
Ningún amor cabe en un cuerpo solamente
Eugenio Montejo
Poeta venezolano
32
El amor y los cuerpos
Javier Sologuren
Poeta peruano
me acerco
a la oscura
abundancia de las rosas
siento
el lento claro de tu pecho
acariciado
por algo que no son
solo mis manos
ni el mirarte
tampoco suficiente
bulle
en el centro
de mi cuerpo
el secreto
de tu réplica
traspasándome
su aliento
sus años jóvenes
su díscola sazón
entonces
entonces
balbuceo
saliva y lágrimas
me recorren
cuerpo adentro
muda mudanza
instante en que
soy
todo yo
en que ya
no soy
yo
sino
el arranque y el golpe
y tú
la cómplice
dulcísima
golpeada
infinitamente
golpeada
33
Cielo espeso
Joaquín Terrazas
Poeta cruceño, Bolivia
34
Un hombre es aplastado...
Chantal Maillard
Escritora española nacida en Bélgica
Un hombre es aplastado.
En este instante.
Ahora.
Un hombre es aplastado.
Hay carne reventada, hay vísceras,
líquidos que rezuman del camión y del cuerpo,
máquinas que combinan sus esencias
sobre el asfalto: extraña conjunción
de metal y tejido, lo duro con su opuesto
formando ideograma.
El hombre se ha quebrado por la cintura y hace
como una reverencia después de la función.
Nadie asistió al inicio del drama y no interesa:
lo que importa es ahora,
este instante
y la pared pintada de cal que se desconcha
sembrando de confetis el escenario.
35
Versos órficos
Marguerite Yourcenar
Escritor belga
36