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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

SUSCITADA ENTRE EL SEGUNDO Y NOVENO


TRIBUNALES COLEGIADOS EN MATERIA
PENAL AMBOS DEL PRIMER CIRCUITO.

PONENTE: MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA.


SECRETARIO: VICTOR HUGO LUNA VARGAS.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
veintinueve de agosto de dos mil doce.

Vo. Bo.

V I S T O S; y,
R E S U L T A N D O:

PRIMERO.- Denuncia de la contradicción. Mediante oficio


número 18/2011/ST, recibido el trece de abril de dos mil once, en la
Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, el Magistrado Presidente del Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, denunció la
posible contradicción de criterios, entre el sostenido por dicho órgano
colegiado, al resolver el amparo directo número **********, y el del
Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del mismo Circuito, en la
ejecutoria pronunciada en el amparo directo número **********.

SEGUNDO.- Trámite de la denuncia. Por acuerdo de


veinticinco de abril de dos mil once, el Presidente de esta Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ordenó formar y
registrar el expediente relativo a la denuncia de contradicción de tesis
con el número **********, así como requerir al Presidente del Noveno
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, para que


remitiera las constancias respectivas.

Mediante acuerdo de nueve de mayo del año antes mencionado,


el Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, tuvo por recibidas las constancias correspondientes.

En el último de dichos acuerdos, el Presidente de la Primera


Sala, al considerar debidamente integrado el expediente de la
presente denuncia de contradicción de tesis, ordenó dar vista al
Procurador General de la República, a fin de que expusiera su parecer
en el plazo de treinta días, y turnar el presente asunto al señor Ministro
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, para la elaboración del proyecto de
resolución.

TERCERO. Opinión Ministerial. El Agente del Ministerio


Público de la Federación, mediante oficio DGC/DCC/729/2011,
formuló pedimento en el sentido de que el criterio que debe prevalecer
es aquél que señala que para que exista la comunicabilidad de la
agravante, en la comisión del delito de robo calificado prevista en el
artículo 225, fracción I, del Código Penal para el Distrito Federal, no
basta con que el coautor del delito tenga conocimiento objetivo de que
el sujeto activo estaba armado.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO.- Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, es competente para conocer y resolver
la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo
dispuesto por los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; 197-A de la Ley de Amparo; y 21,
fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

en relación con los puntos segundo y cuarto del Acuerdo General


5/2001, y punto segundo del diverso Acuerdo 4/2002 del Tribunal
Pleno de esta Suprema Corte, en virtud de que se trata de una
denuncia de contradicción de tesis suscitada entre criterios de
Tribunales Colegiados de Circuito, en un tema que, por su naturaleza
penal, corresponde a la materia de la especialidad de esta Primera
Sala.

No pasa inadvertido que el artículo 107, fracción XIII, de la


Constitución Federal, fue reformado mediante decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el seis de junio de dos mil once, y
actualmente establece que cuando los Tribunales Colegiados de un
mismo Circuito (sin especialización o de una misma especialización)
sustenten tesis contradictorias, la denuncia debe hacerse ante el
Pleno de Circuito correspondiente, a fin de que sea éste el que decida
cuál es la tesis que debe prevalecer; esta reforma entró en vigor el
cuatro de octubre pasado, por disposición del artículo segundo
transitorio del referido decreto.

Sin embargo, lo anterior no implica que a la fecha, la Suprema


Corte de Justicia de la Nación carezca de competencia para conocer y
resolver el presente asunto, ya que a juicio de esta Primera Sala, las
Salas de este Alto Tribunal conservan competencia por disposición
expresa del artículo tercero transitorio del decreto aludido, el cual
dispone que los juicios de amparo iniciados con anterioridad al decreto
de mérito, continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme
a las disposiciones aplicables vigentes a su inicio, salvo por lo que se
refiere a las disposiciones relativas al sobreseimiento por inactividad
procesal y caducidad de la instancia, así como el cumplimiento y
ejecución de las sentencias de amparo.

3
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Ello es así porque si bien es cierto que las contradicciones de


tesis no constituyen propiamente juicios de amparo, también lo es que
los criterios en potencial contradicción, se generaron con la resolución
de juicios de amparo; de ahí que realizando una interpretación
armónica, sea posible establecer que el artículo tercero transitorio
resulta aplicable a las contradicciones de tesis cuyas demandas de
amparo que dieron origen a los criterios en conflicto, se presentaron
con anterioridad al decreto de reforma constitucional, máxime que a la
fecha no se ha integrado, ni formal ni materialmente, el Pleno del
Primer Circuito.

La anterior interpretación, es acorde a la garantía de tutela


jurisdiccional prevista en el artículo 17 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, la cual implica que el poder público no
puede supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna que
resulta innecesaria, excesiva o carente de razonabilidad o
proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir
el legislador, en el caso concreto, la seguridad jurídica como
consecuencia de la unificación de criterios; por lo que, de considerar
que se actualiza una incompetencia constitucional, el conocimiento y
la resolución de los asuntos de esa naturaleza estaría supeditado a la
creación formal y material de los Plenos de Circuito, con el
consecuente estado de indefensión de los criterios potencialmente
contradictorios.

En tales condiciones, aun cuando el texto del artículo 107,


fracción XIII, de la Constitución Federal vigente, estatuye la
competencia exclusiva de los Plenos de Circuito para conocer y
resolver sobre contradicciones de tesis suscitadas entre Tribunales
Colegiados de un mismo Circuito (no especializados o especializados
en una misma materia), empero, acorde al artículo tercero transitorio
del decreto publicado el seis de junio de dos mil once, en el Diario

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Oficial de la Federación y ante la inexistencia material y legal de los


Plenos de Circuito, específicamente el correspondiente al Primer
Circuito, es que esta Primera Sala conserva competencia transitoria
para conocer y resolver la presente contradicción de tesis, en tanto
que la misma fue denunciada por parte legítima (como se aprecia en el
apartado siguiente), se ordenó su trámite e integración conforme con
la competencia constitucional que de manera directa preveía el
artículo 107, fracción XIII, de la Ley Fundamental, anterior al cuatro de
octubre de dos mil once; y con la competencia legal que todavía
prevén a su favor los artículos 197-A de la Ley de Amparo, y 21,
fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

SEGUNDO.- Legitimación del denunciante. La presente


denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima, en
virtud de que fue formulada por el Magistrado Presidente del Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, que es uno
de los órganos colegiados entre los que se suscitó la probable
contradicción de tesis, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 197-A de la Ley de Amparo.

TERCERO.- Posturas contendientes. Con la finalidad de


establecer y determinar si existe o no la contradicción de tesis
denunciada, se estima conveniente analizar las consideraciones y
argumentaciones en que basaron sus resoluciones los Tribunales
Colegiados contendientes.

El Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer


Circuito, al resolver el quince de mayo de dos mil siete, el amparo
directo **********1, otorgó a ********** el amparo y protección de la

1
Obra a foja 36.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Justicia Federal, para ciertos efectos, para lo cual analizó el asunto


con los antecedentes siguientes:

1) El quejoso ********** y su coinculpado ********** o **********


fueron condenados por la autoridad responsable al haberse acreditado
la plena responsabilidad de ambos en la comisión del delito de robo
calificado.

2) Asimismo, se tuvo por demostrada la agravante prevista en el


artículo 225, fracción I, en relación con el diverso numeral 74, ambos
del Código Penal para el Distrito Federal, hipótesis de que una vez
cometido el delito de robo se ejerza violencia para defender lo robado.

3) Para decidirlo así, en la parte esencial consideró lo siguiente:

"QUINTO. Son infundados los conceptos de violación


expresados por el quejoso, sin embargo, en suplencia
de la queja deficiente en favor del enjuiciado, este
Tribunal Colegiado advierte que la sentencia reclamada
es ilegal en cuanto a que la Sala del conocimiento tuvo
por acreditada la calificativa establecida en el artículo
225 fracción I del Código Penal para el Distrito Federal,
relativa a que el sujeto activo ejerza violencia para
defender lo robado, como se analizará en los párrafos
siguientes.
…En otro aspecto, por lo que se refiere a la agravante
establecida en el artículo 225, fracción I, del Código
Penal para el Distrito Federal, relativa a cuando el robo
se cometa ejerciendo violencia para defender lo
robado, en suplencia de la queja deficiente a favor del
promovente del amparo, en términos de lo dispuesto

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

por el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo,


debe decirse que el Tribunal de alzada de manera
incorrecta la tuvo por acreditada, pues si bien es cierto
que el coenjuiciado ********** o ********** alias “**********”,
amagó al policía preventivo ********** con un
desarmador, poniéndoselo a la altura del pecho al
momento que le decía “qué traes”, para defender el
costal blanco que traía en la otra mano, el cual
contenía diversos objetos afectos a la causa, y siendo
hasta el momento en que el aprehensor se identificó
como policía, cuando el sujeto activo soltó el
desarmador y se apartó; tal como se desprende de la
propia declaración del aludido policía **********, también
lo es que dicha circunstancia agravante no se actualiza
respecto del ahora quejoso **********, pues atento a la
naturaleza de la misma para actualizarse después de
cometido el hecho delictuoso, se requiere que sea el
sujeto activo quien ejerza en cualquier forma la
conducta violenta con la finalidad específica de
defender lo robado, lo que en la especie no se acredita
en razón de que si bien es cierto se trata de un delito
de robo cometido en coparticipación entre el ahora
quejoso ********** y el aludido coenjuiciado, también lo
es, que de la propia declaración del policía **********, se
desprende que quien le puso el desarmador a la altura
del pecho fue el coprocesado ********** y no el quejoso,
por lo tanto atento al principio de comunicabilidad, que
a su vez recoge la legislación positiva en el artículo 74
del ordenamiento sustantivo en cita, éste no debe
responder por la circunstancia agravante actualizada
por su coinculpado, además de que en ese momento el

7
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

promovente del juicio no se encontraba presente como


para presumir que avalaba la conducta de su
coinculpado o lo apoyaba en tal defensa, sino que por
el contrario, el quejoso se encontraba escondido entre
los anaqueles, metido en una caja, tal como lo refirió el
denunciante ********** al ampliar su declaración ante el
Juez de la causa, quien señaló que aproximadamente a
diez metros del declarante, el oficial encontró a
**********, entre los anaqueles, metido en una caja de
plástico, que la actitud de este último fue de sorpresa y
nerviosismo; afirmación que se corrobora también con
lo declarado por la policía **********, quien señaló que
escuchó cuando aseguraron a uno de los sujetos,
percatándose que el policía ********** salió con un
sujeto y un costal de plástico conteniendo diversos
objetos, siendo en ese momento cuando el policía
********** gritó que había encontrado a otro sujeto, por
lo que entró a la negociación en apoyo de su
compañero y aseguraron al ahora quejoso **********, el
cual llevaba en una bandeja de plástico anaranjada un
teclado de computadora y un modem.
Así, de tales elementos probatorios se pone de
manifiesto que fue una persona diversa al quejoso,
quien se dice ejerció violencia sobre uno de los
elementos aprehensores con la finalidad de defender lo
robado, mientras el quejoso se encontraba oculto en
un sitio aparte, lo que impide tener por acreditada la
agravante en estudio por lo que hace al promovente
del amparo y al haberlo hecho así, es obvio que la
autoridad de apelación transgredió en perjuicio del
quejoso sus garantías individuales.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

…Respecto de la agravante establecida en la fracción I


del artículo 225 de ese ordenamiento legal, relativa a
cuando para cometer el robo se ejerza violencia para
defender lo robado, debe decirse que la Sala del
conocimiento de manera incorrecta incrementó en dos
años de prisión las penas anteriores al haberla tenido
por acreditada, lo cual evidentemente transgrede los
derechos fundamentales del enjuiciado.
…En conclusión debe decirse que como la sentencia
reclamada resultó ser violatoria de garantías en el
aspecto indicado en párrafos precedentes, se deberá
conceder al quejoso **********, el amparo y protección
de la Justicia Federal para que la Sala del
conocimiento deje sin efectos la resolución reclamada
y en su lugar dicte otra en la que reiterando en sus
demás aspectos la sentencia reclamada, elimine de la
misma la agravante establecida en el artículo 225,
fracción I, del Código Penal para el Distrito Federal, así
como la pena de dos años de prisión que impuso por la
misma.

Este asunto, originó la emisión de la tesis siguiente:

“ROBO CALIFICADO. NO SE ACTUALIZA LA


AGRAVANTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 225,
FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL SI NO SE ACREDITA QUE EL INCULPADO
HAYA EJERCIDO VIOLENCIA CONTRA LOS
APREHENSORES DE SU COPARTÍCIPE PARA EVITAR
QUE FUERA DESAPODERADO DE LOS BIENES
ROBADOS. Si de los autos no se advierte que el

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

inculpado de alguna forma colaboró ejerciendo


violencia contra los aprehensores de su copartícipe
para evitar que fuera desapoderado de los bienes
robados, es evidente que no se acredita la agravante
establecida en el artículo 225, fracción I, del Código
Penal para el Distrito Federal, pues atento a su
naturaleza, por actualizarse después de cometido el
hecho delictuoso, se requiere que sea el propio sujeto
activo o alguno de los coautores o copartícipes quien
ejerza de alguna manera la conducta violenta con la
finalidad específica de defender lo robado, por lo que
si la autoridad responsable condenó al inculpado por
el delito de robo calificado por dicha agravante,
indiscutiblemente que la sentencia reclamada es
violatoria de garantías, pues atento al principio de
comunicabilidad, que a su vez recoge la legislación
positiva en el numeral 74 del ordenamiento sustantivo
en cita, éste no debe responder por la circunstancia
agravante de su coinculpado”.2

El citado Tribunal Colegiado informó que no ha sostenido criterio


similar al precedente invocado y tampoco se ha apartado del mismo.

Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal


del Primer Circuito, al resolver el veinticuatro de marzo de dos mil
once, el amparo directo **********3, negó a ********** el amparo y
protección de la Justicia de la Unión, dicho asunto tuvo los siguientes
antecedentes:

2
Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XXVI, Julio de 2007, Tesis: I.9o.P.64 P, Página: 2705.
3
Obra a foja 2.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

1) El quejoso ********** fue condenado por la autoridad


responsable por haberse demostrado su plena responsabilidad en la
comisión del delito de robo calificado.

2) De igual manera, se tuvo por demostrada la calificativa


prevista en el artículo 225, fracción I, en relación con el diverso
numeral 74, ambos del Código Penal para el Distrito Federal,
consistente en ejercer violencia para defender lo robado.

3) Para afirmar lo anterior, en esencial se consideró lo siguiente:

“QUINTO. Son infundados los conceptos de violación.


Ahora bien, antes de justificarlo, se precisa que el ad
quem señaló los preceptos aplicables al caso concreto
y las circunstancias especiales, así como las razones
jurídicas para determinar que las pruebas recabadas
en primera instancia, fueron idóneas para estimar
acreditado el delito de robo calificado, previsto y
sancionado en los artículos 220, párrafo primero,
fracción II (valor indeterminado) y 225, fracción I
(ejercer violencia para defender lo robado), del Código
Penal para el Distrito Federal, vigente al momento de
los hechos (diecinueve de noviembre de dos mil
nueve), en agravio de **********, así como la
responsabilidad del solicitante de garantías en su
comisión, cuya intervención se efectuó en la forma
prevista en el artículo 22, fracción II, del mismo
ordenamiento, esto es, a título de coautor en forma
dolosa.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

… En esa vertiente, es insostenible el concepto de


violación sobre la base de las siguientes
consideraciones.
El numeral 74 del Código Penal para el Distrito Federal,
preceptúa: (Se transcribe).
El ordinal citado establece, entre otros supuestos, lo
que se denomina comunicabilidad de agravantes o
atenuantes fundadas en circunstancias objetivas y,
estatuye que la correspondiente (en este caso
calificativa), sólo es aplicable si el sujeto activo tenía
conocimiento de su existencia, es decir, de dicho
numeral se aprecia que para su actualización se
requiere de dos elementos:
-El primero que se trate de una circunstancia objetiva;
y,
-El ulterior, que el sujeto activo de que se trate tenga
conocimiento de ésta.
En el caso, correctamente se estimaron acreditados
éstos, precisamente con el dicho de los mencionados
********** y **********, de los que se advierte que la
mecánica de los hechos fue que el amparista después
de apoderarse del cuchillo se lo entregó al diverso
individuo (elemento objetivo y subjetivo consistente en
que el coautor estaba armado), en ese momento el
pasivo le grito al desconocido que lo dejara, pero aquél
se volteó y amenazante blandió ese objeto con el fin de
impedir que se acercara, lo desapoderara del cuchillo y
pudiera huir –no lo logró el sentenciado-, por lo que la
conducta de haber entregado, en este caso, el objeto
material por medio del cual se desplegó la calificativa
en cita, actualiza los elementos aludidos, sin que el

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

justiciable de mérito pueda prevalecerse de que él no


ejerció directamente la violencia (moral) para defender
lo robado.
En efecto, no resulta relevante que la violencia no fue
directamente ejercida por el justiciable, pues de
conformidad con el ordinal 74 insupra, las pruebas
aportadas al sumario permiten concluir que el
amparista sí tuvo conocimiento de ésta, es decir,
existió comunicabilidad de esa calificativa, porque se
reitera, precisamente el acusado fue el que le pasó el
cuchillo al diverso individuo, es decir, tenía
conocimiento objetivo que el coautor estaba armado,
lo que indica que aquél sabía que podía suceder el
reclamo del pasivo o de otra persona, es decir, se
representó esa posibilidad y la aceptó antes de que se
desplegara la conducta que actualizó la calificativa a
comento (ejercer violencia para defender lo robado), lo
que efectivamente aconteció; sin que resulte relevante
que en este caso la cosa con el cual se realizó la
conducta agravadora sea el objeto material del delito o
que no hubiera intervenido de diversa forma (verbal o
material) para que el diverso sujeto amenazara al
denunciante, pues ya quedó establecido que a priori
tenía conocimiento objetivo y subjetivo de la
calificativa en estudio.
Luego, contrario a lo alegado, es claro que ese acto
intimidatorio amedrentó a la víctima para que no
impidiera se llevaran lo robado, tanto es así, que el
referido Juan tampoco intervino por esa razón; por
ello, no es importante la distancia en la que se ejerció
la violencia, pues objetivamente logró su cometido y

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

finalmente, logró huir el diverso sujeto. Luego, es


incorrecto que existió inexacta aplicación de la ley
penal, por lo que no resulta aplicable la tesis que citó
el peticionario de garantías de rubro: “ROBO. LA
CALIFICATIVA DE VIOLENCIA MORAL EN ESTE
DELITO REQUIERE LA REALIZACIÓN DE ACTOS
INTIMIDATORIOS CONTRA LA VÍCTIMA (CÓDIGO
PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL ABROGADO)”,
virtud a que sí se acreditaron actos intimidatorios
generadores de violencia –moral en la especie- para
defender lo robado.
Las anteriores razones son por las que no se comparte
el criterio emitido… que dice: “ROBO CALIFICADO.
NO SE ACTUALIZA LA AGRAVANTE PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 225, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO PENAL
PARA EL DISTRITO FEDERAL SI NO SE ACREDITA
QUE EL INCULPADO HAYA EJERCIDO VIOLENCIA
CONTRA LOS APREHENSORES DE SU COPARTÍCIPE
PARA EVITAR QUE FUERA DESAPODERADO DE LOS
BIENES ROBADOS.”
De dicha transcripción, se aprecia que la mecánica de
la actualización de la agravante relativa es similar al de
la especie, toda vez que en aquél dos personas
cometieron un delito de robo, uno de ellos traía un
desarmador, luego, lo utilizó en estimación del órgano
colegiado referido para defender lo robado, pero no le
era comunicable al acusado respectivo, empero, este
órgano jurisdiccional considera que en ese supuesto
los intervinientes se pusieron de acuerdo y acordaron
cometer el delito llevando un desarmador, entonces,
sabían objetiva y subjetivamente de la existencia de

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

ese objeto punzante, con el cual fue amenazado el


policía captor, por lo que la calificativa aludida sí le era
comunicable, con independencia de que el quejoso, no
la ejerció en forma directa y personal, resultando
irrelevante también que no ‘estaba presente’ porque sí
lo estaba, virtud a que solamente estaba escondido en
la empresa ofendida donde finalmente se le aseguró;
por ende, aquél encausado ya se había representado la
posibilidad de que podía suceder, lo que finalmente
pasó, lo cual aceptó (dolo eventual), mientras que en el
caso concreto, el amparista también estaba presente y
le pasó al coautor el cuchillo con el cual se defendió lo
robado, de lo que deriva que en supuestos similares se
resolvió en forma divergente.”

Sobre el particular, el citado Tribunal no informó haber


sustentado criterio similar en otros asuntos o elaborado tesis al
respecto.

Cabe señalar que aun cuando el criterio sustentado por ambos


Tribunales Colegiados no constituye jurisprudencia debidamente
integrada, ello no es requisito indispensable para proceder a su
análisis y establecer si existe la contradicción planteada y, en su caso,
cuál es el criterio que debe prevalecer, siendo aplicable la tesis L/94,
emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
rubro: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO
ES NECESARIO QUE SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS”4.

CUARTO. Existencia de la contradicción. De conformidad con


lo resuelto por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
4
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo 83, noviembre de 1994,
página 35.

15
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Nación, en sesión de treinta de abril de dos mil nueve, la nueva


mecánica para abordar la procedencia de las contradicciones de tesis,
no necesita pasar por el cumplimiento irrestricto de los requisitos
establecidos en la tesis de jurisprudencia P./J. 26/2001, emitida por el
Tribunal Pleno, cuyo rubro dice: “CONTRADICCIÓN DE TESIS DE
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA
SU EXISTENCIA,”5 puesto que dicho criterio fue ya interrumpido.

Con base en ello, una nueva forma de aproximarse a los


problemas que plantean los tribunales colegiados en este tipo de
asuntos, debe pasar por una serie de reflexiones que abarquen desde
la finalidad de la resolución del conflicto hasta la justificación mínima
que en cada caso concreto debe acreditarse.

Así, ¿qué finalidad persigue la resolución de una contradicción


de tesis denunciada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
Para responder a esta pregunta se impone una interpretación del
contenido de los artículos 107, fracción XIII constitucional y 197-A de
la Ley de Amparo, cuyos textos son los siguientes (énfasis añadido):

“Artículo 107. Todas las controversias de que habla el


Artículo 103 se sujetarán a los procedimientos y formas del
orden jurídico que determine la ley, de acuerdo a las bases
siguientes:
[…].

XIII.- Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito


sustenten tesis contradictorias en los juicios de amparo de
su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de
Justicia, el Procurador General de la República, los
mencionados Tribunales o las partes que intervinieron en
los juicios en que dichas tesis fueron sustentadas, podrán
denunciar la contradicción ante la Suprema Corte de
Justicia, a fin de que el Pleno o la Sala respectiva, según
5
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época, Tomo XIII, abril
de 2001, página 76.

16
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

corresponda, decidan la tesis que debe prevalecer como


jurisprudencia.

Artículo 197-A. Cuando los Tribunales Colegiados de


Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, los ministros de la Suprema
Corte de Justicia, el Procurador General de la República,
los mencionados Tribunales o los magistrados que los
integren, o las partes que intervinieron en los juicios en que
tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la
contradicción ante la Suprema Corte de Justicia, la que
decidirá cual tesis debe prevalecer. El Procurador General
de la República, por sí o por conducto del agente que al
efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su
parecer dentro del plazo de treinta días.

La resolución que se dicte no afectará las situaciones


jurídicas concretas derivadas de los juicios en los cuales se
hubiesen dictado las sentencias contradictorias.

La Suprema Corte deberá dictar la resolución dentro del


término de tres meses y ordenar su publicación y remisión
en los términos previstos por el artículo 195”.

En ambos artículos se contiene una norma que confiere poderes


de ejercicio obligatorio para la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
funcionando ya sea en Salas o en Pleno. Mediante el ejercicio de ese
poder conferido, se busca esencialmente unificar los criterios
interpretativos que dos o más tribunales colegiados ―o las Salas de la
Corte, en su caso― llegaren a adoptar a la hora de resolver algún
conflicto.

Las normas citadas expresan, como condición para la


procedencia de la contradicción de tesis, que los criterios enfrentados
sean contradictorios. El sentido del concepto “contradictorio”, sin
embargo, ha de entenderse cuidadosamente en función no tanto del
estado de los criterios enfrentados sino de la finalidad antes apuntada:
la unificación de criterios. Es decir, la condición que debe observarse
está más ligada con el fin que con el medio.

17
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

La esencia de la contradicción, entonces, radica más en la


necesidad de unificar criterios que en la de comprobar que se reúna
una serie de características determinadas en los casos resueltos por
los tribunales colegiados. Por ello, para comprobar que una
contradicción de tesis es procedente, será indispensable determinar si
existe una necesidad de unificación, es decir, una posible discrepancia
en el proceso de interpretación más que en el producto mismo. Dicho
en otras palabras, para determinar si existe o no una contradicción de
tesis será necesario analizar detenidamente cada uno de los procesos
interpretativos involucrados ―y no tanto los resultados que ellos
arrojen― con el objeto de identificar si en algún tramo de los
respectivos razonamientos se tomaron decisiones distintas ―no
necesariamente contradictorias en términos lógicos― aunque legales.

Lo anterior, no es más que el reflejo natural de los procesos


interpretativos. Como se sabe, los sistemas jurídicos no contienen
“respuestas correctas únicas”, esencialmente porque las fuentes del
Derecho son sólo la materia prima del ejercicio jurisdiccional, mediante
el que se va creando el llamado Derecho en acción. La legalidad,
como dice **********, se complementa con el arbitrio judicial: “el
sistema de arbitrio judicial y el sistema de legalidad forman una
unidad imprescindible: tan falso e incompleto es un principio de
arbitrio que prescinde de la legalidad como un principio de
legalidad que prescinde del arbitrio. La razón de lo anterior es que
tanto la legalidad necesita del arbitrio para ser efectiva como el
arbitrio necesita de la legalidad para ser lícito”.

La discrecionalidad o arbitrio judicial puede definirse como


aquella facultad que tienen los órganos jurisdiccionales para aplicar el
Derecho a las circunstancias concretas del caso que han de resolver.

18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Más precisamente, se trata de una facultad que la Ley concede a los


juzgadores para que dentro de límites más o menos amplios, la
interpreten en relación con el supuesto concreto que ha de solventar, o
completen algún extremo que la misma Ley deja a su propio juicio.

Así, es normal que a la hora de ejercer este arbitrio existan


diferendos, sin que ello signifique haber abandonado la legalidad. Por
ello, las contradicciones de tesis que la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, está llamada a resolver, deben avocarse a reducir al
máximo, cuando no a eliminar, ese margen de discrecionalidad creado
por la actuación legal y libre de los tribunales contendientes.

Resumiendo: si la finalidad de la contradicción de tesis es la


unificación de criterios y si el problema radica en los procesos de
interpretación —no en los resultados— adoptados por los tribunales
contendientes, entonces es posible afirmar que para que una
contradicción de tesis sea procedente es necesario que se cumplan
las siguientes condiciones:

1. Que los tribunales contendientes hayan resuelto alguna cuestión


litigiosa en la que se vieron en la necesidad de ejercer el arbitrio
judicial, a través de un ejercicio interpretativo mediante la
adopción de algún canon o método, cualquiera que fuese.

2. Que entre los ejercicios interpretativos respectivos exista al


menos un tramo de razonamiento en el que la diferente
interpretación ejercida gire en torno a un mismo tipo de problema
jurídico: ya sea el sentido gramatical de una norma, el alcance
de un principio, la finalidad de una determinada institución o
cualquier otra cuestión jurídica en general; y

3. Que lo anterior pueda dar lugar a la formulación de una pregunta


genuina acerca de si la forma de acometer la cuestión jurídica es
preferente con relación a cualquier otra que, como la primera,
también sea legalmente posible.

19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Con este pequeño test, lo que se busca es detectar un diferendo


de criterios interpretativos más allá de las particularidades de cada
caso concreto.

El anterior criterio se sustenta en las tesis Jurisprudenciales


números 22/2010 y 23/2010, aprobadas por esta Primera Sala, que
respectivamente, a la letra dicen:

“CONTRADICCIÓN DE TESIS ENTRE TRIBUNALES


COLEGIADOS DE CIRCUITO. CONDICIONES PARA SU
EXISTENCIA. Si se toma en cuenta que la finalidad
última de la contradicción de tesis es resolver los
diferendos interpretativos que puedan surgir entre dos
o más tribunales colegiados de circuito, en aras de la
seguridad jurídica, independientemente de que las
cuestiones fácticas sean exactamente iguales, puede
afirmarse que para que una contradicción de tesis
exista es necesario que se cumplan las siguientes
condiciones: 1) que los tribunales contendientes hayan
resuelto alguna cuestión litigiosa en la que tuvieron que
ejercer el arbitrio judicial a través de un ejercicio
interpretativo mediante la adopción de algún canon o
método, cualquiera que fuese; 2) que entre los
ejercicios interpretativos respectivos se encuentre al
menos un razonamiento en el que la diferente
interpretación ejercida gire en torno a un mismo tipo de
problema jurídico, ya sea el sentido gramatical de una
norma, el alcance de un principio, la finalidad de una
determinada institución o cualquier otra cuestión
jurídica en general, y 3) que lo anterior pueda dar lugar
a la formulación de una pregunta genuina acerca de si

20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

la manera de acometer la cuestión jurídica es preferente


con relación a cualquier otra que, como la primera,
también sea legalmente posible”. 6

“CONTRADICCIÓN DE TESIS ENTRE TRIBUNALES


COLEGIADOS DE CIRCUITO. FINALIDAD Y CONCEPTO.
El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, al resolver la contradicción de tesis 36/2007-
PL, en sesión de 30 de abril de 2009, interrumpió la
jurisprudencia P./J. 26/2001, de rubro:
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU
EXISTENCIA". Así, de un nuevo análisis al contenido de
los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A de la
Ley de Amparo, la Primera Sala advierte como
condición para la existencia de la contradicción de tesis
que los criterios enfrentados sean contradictorios; sin
embargo, el sentido del concepto ‘contradictorio’ ha de
entenderse cuidadosamente, no tanto en función del
estado de los criterios enfrentados, sino de la finalidad
misma de la contradicción de tesis, que es generar
seguridad jurídica. En efecto, la condición que debe
observarse está más ligada con el fin que con el medio
y, por tanto, la esencia de la contradicción radica más
en la necesidad de dotar al sistema jurisdiccional de
seguridad jurídica que en la de comprobar que se reúna
una serie de características determinadas en los casos
resueltos por los tribunales colegiados de circuito; de

6
Tesis: Jurisprudencial 1a./J. 22/2010, Materia(s): Común, Novena Época, Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXXI, Marzo de 2010, Página:
122.

21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

ahí que para determinar si existe o no una


contradicción de tesis debe analizarse detenidamente
cada uno de los procesos interpretativos involucrados
─y no tanto los resultados que ellos arrojen─ con el
objeto de identificar si en algún razonamiento de las
respectivas decisiones se tomaron vías de solución
distintas ─no necesariamente contradictorias en
términos lógicos─ aunque legales, pues al ejercer el
arbitrio judicial pueden existir diferendos, sin que ello
signifique haber abandonado la legalidad. Por ello, en
las contradicciones de tesis que la Suprema Corte de
Justicia de la Nación está llamada a resolver debe
avocarse a reducir al máximo, cuando no a eliminar, ese
margen de discrecionalidad creado por la actuación
legal y libre de los tribunales contendientes”. 7

QUINTO.- A continuación, se explicitan las razones por las


cuales se considera que este asunto sí cumple con los requisitos de
existencia:

Primer requisito: ejercicio interpretativo y arbitrio judicial. A


juicio de esta Primera Sala los tribunales contendientes, al resolver las
cuestiones litigiosas presentadas, se vieron en la necesidad de ejercer
el arbitrio judicial a través de un ejercicio interpretativo para llegar a
una solución determinada. Ello se desprende de las resoluciones
emitidas por los Tribunales Colegiados contendientes, las cuales se
detallaron en el considerando tercero de la presente resolución.

7
Tesis: Jurisprudencial 1a./J. 23/2010, Materia(s): Común, Novena Época, Instancia: Primera
Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXXI, Marzo de 2010
Página: 123.

22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Segundo requisito: punto de toque y diferendo de criterios


interpretativos. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, considera que de la lectura de los aspectos destacados en
las ejecutorias mencionadas en los párrafos anteriores, se desprende
que la interpretación realizada por los tribunales colegiados
contendientes versó sobre un mismo problema jurídico y sobre la
aplicación de un idéntico precepto legal, con resultados distintos.

Los siguientes datos coincidentes corroboran esta información:

a) En ambos casos se promovió juicio de amparo directo penal


contra la sentencia definitiva de segunda instancia, que
decretó una condena.

b) Los dos procesos penales se instruyeron por la comisión del


delito robo y se estudiaron los supuestos de aplicación e
inaplicación de la calificativa a que se refiere el artículo 225,
fracción I, del Código Penal para el Distrito Federal, relativa a
que el sujeto activo ejerza violencia para defender lo robado.

c) El Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer


Circuito, al resolver el amparo directo **********, determinó
que no se actualizaba la citada agravante respecto del
quejoso **********, porque de acuerdo a su naturaleza,
requiere que el sujeto activo después de llevar a cabo el robo,
ejerza en cualquier forma la conducta violenta con la finalidad
de defender lo robado, es decir, que el sujeto activo ejerza de
cualquier forma la conducta violenta con la finalidad anotada.
Lo que en la especie no sucedió, porque fue otra persona
(coacusado) y no el quejoso quien le puso el desarmador al
policía a la altura del pecho para defender lo robado.

23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

En tales condiciones, atento al principio de comunicabilidad


previsto en el artículo 74 del código invocado, el quejoso
********** no debe responder por la circunstancia agravante
que realizó su coinculpado, máxime que el referido quejoso
no estaba presente cuando aquél amagó al policía para
defender lo robado para presumir que avalaba la conducta de
su coinculpado o lo apoyaba en tal defensa, por el contrario,
el aludido quejoso estaba escondido en una caja de plástico
entre los anaqueles del establecimiento.

d) Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia


Penal del Primer Circuito, al resolver el juicio de amparo
directo **********, estableció que para actualizar la calificativa
de violencia moral para defender lo robado resulta irrelevante
que la violencia no haya sido ejercida directamente por el
quejoso **********, porque sí tuvo conocimiento de la misma, y
en ese sentido, existió comunicabilidad.

Como se aprecia, la conclusión a la que arribaron ambos


Tribunales Colegiados no fue en el mismo sentido jurídico, esto es:

El Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer


Circuito, en el juicio de amparo directo **********, después de justificar
la comisión del delito de robo, al efectuar el análisis de la calificativa
prevista en el artículo 225, fracción I (ejercer violencia para defender lo
robado), del Código Penal para el Distrito Federal, consideró que el
tribunal de alzada de manera incorrecta la tuvo por acreditada, porque
el coacusado dentro del establecimiento comercial amagó con un
desarmador al policía preventivo para defender los objetos robados
que llevaba en un costal blanco que sujetaba con una mano, objeto

24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

punzante que soltó una vez que el policía se identificó; en tanto que, el
quejoso ********** fue encontrado escondido dentro de una caja de
plástico entre varios anaqueles en el mismo establecimiento.

Por tal motivo, el tribunal colegiado afirmó que con relación al


quejoso ********** no se actualizó dicha calificativa, porque atento a su
naturaleza, después de que se comete el hecho delictivo, requiere que
sea el sujeto activo quien ejerza la conducta violenta con la finalidad
de defender lo robado; por tanto, sostuvo el tribunal, que atendiendo al
principio de comunicabilidad previsto en el artículo 74 del Código
Penal para el Distrito Federal, el quejoso no debe responder por la
circunstancia agravante que cometió su coinculpado, máxime que en
ese momento, aquél no estaba presente para presumir que avalaba la
conducta del coacusado o lo apoyaba en defensa de los bienes
robados, tanto más que fue encontrado cuando estaba escondido en
una caja de plástico entre diversos anaqueles.

Lo anterior, dio origen a la tesis aislada I.9o.P.64 P, con el rubro:


“ROBO CALIFICADO. NO SE ACTUALIZA LA AGRAVANTE
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 225, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO
PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL SI NO SE ACREDITA QUE EL
INCULPADO HAYA EJERCIDO VIOLENCIA CONTRA LOS
APREHENSORES DE SU COPARTÍCIPE PARA EVITAR QUE
FUERA DESAPODERADO DE LOS BIENES ROBADOS.”

En tanto que, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia


Penal del Primer Circuito, en el juicio de amparo directo **********,
después de justificar la comisión del delito de robo, al realizar el
análisis de la calificativa prevista en el artículo 225, fracción I (ejercer
violencia para defender lo robado), del Código Penal para el Distrito
Federal, afirmó que fue correcto que se considerara esa agravante

25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

porque el coacusado ejerció sobre el denunciante una coacción


psicológica de hacerle daño, pues después de gritarle el denunciante
que dejara el cuchillo robado, volteó a verlo y blandiendo ese objeto lo
amenazó, ademán que resultó suficiente para infundir temor en el
sujeto pasivo.

El mismo tribunal afirmó que el artículo 74 del ordenamiento


legal en consulta, entre otros supuestos, contempla la comunicabilidad
de agravantes o atenuantes fundadas en circunstancias objetivas, la
cual es aplicable si el sujeto activo tenía conocimiento de su
existencia.

En el caso concreto, argumentó el tribunal que el quejoso


********** después que se apoderó del cuchillo se lo entregó a su
coacusado, momento en que, el sujeto pasivo le gritó al coacusado
que lo dejara, aquél se volteó y blandió el cuchillo con el fin de que no
se acercara.

El propio tribunal sostuvo, que es irrelevante que la violencia no


fuera ejercida por el justiciable, porque en términos del artículo 74
invocado, las pruebas aportadas son suficientes para concluir que
existió comunicabilidad de la calificativa porque el quejoso ********** le
pasó el cuchillo a su coacusado, es decir, tuvo conocimiento objetivo
que el coacusado estaba armado y por tanto, sabía que podía suceder
la reclamación del sujeto pasivo o de otra persona, con ello, se
representó esa posibilidad y la aceptó antes de que se desplegara la
conducta que actualizó la calificativa; también afirmó el tribunal
colegiado, que no era obstáculo a lo anterior que la cosa con la que se
realizó la conducta agravada sea el objeto material del delito o que el
quejoso no hubiera intervenido de diversa forma (verbal o material)
para que el otro sujeto amenazara al denunciante, porque se

26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

estableció que a priori tenía conocimiento objetivo y subjetivo de dicha


calificativa.

Finalmente, el tribunal de referencia consideró que no era


aplicable la tesis aislada sustentada por el otro tribunal que participa
en esta contradicción de tesis; porque, contrario a lo establecido en la
ejecutoria que dio origen a ese criterio, la calificativa aludida sí fue
comunicable, ya que los dos sujetos activos que participaron se
pusieron de acuerdo y acordaron cometer el delito de robo para lo cual
llevaron un desarmador, con ello, afirma el tribunal, sabían objetiva y
subjetivamente de la existencia del objeto punzante, con el cual
después de cometerlo uno de los sujetos activos amenazó al policía
captor, en tanto que, el quejoso se escondió para evitar su detención,
por ello, a pesar de que no ejerció la violencia de forma directa y
personal, ya se había representado la posibilidad de que podía
suceder.

A partir de lo anterior, es claro que, al resolver en sus


respectivos expedientes los Tribunales Colegiados contendientes,
aplicaron un mismo precepto legal con resultados diferentes de
acuerdo a su interpretación con relación a los hechos juzgados.
Es decir, resolvieron una cuestión litigiosa en la que se vieron en la
necesidad de ejercer el arbitrio judicial; además, su interpretación giró
en torno a un mismo tipo de problema jurídico, es decir, el punto de
contacto se suscitó en torno a la “comunicabilidad” de la
agravante cuando solamente uno de los copartícipes es quien
ejerce violencia para defender lo robado.

En ese orden de ideas, queda evidenciado, que no obstante que


los antecedentes y elementos jurídicos a evaluar, resultan
esencialmente iguales, en el aspecto específico del orden de estudio

27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

apuntado, ambos órganos jurisdiccionales concluyeron con posiciones


jurídicas diferentes con motivo de los acontecimientos demostrados.

Tercer requisito: Surgimiento de la pregunta que detona la


procedencia de la contradicción. Finalmente, de las constancias de
autos se advierte que los puntos de vista de los tribunales
contendientes, al reflejar contradicción en sus consideraciones y
razonamientos, pueden dar lugar a la formulación de una pregunta
genuina en torno a que, en términos de los artículos 225, fracción I
y 74, ambos del Código Penal para el Distrito Federal, se acredita
o no la “comunicabilidad” de la agravante cuando solamente uno
de los copartícipes es quien ejerce violencia para defender lo
robado.

SEXTO.- Establecido lo anterior, debe prevalecer como


jurisprudencia el criterio sustentado por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, conforme a las
consideraciones que enseguida se expresan.

Para demostrar lo anterior, conviene analizar los artículos 74 y


225, fracción I, del Código Penal para el Distrito Federal, que disponen
lo siguiente:

“Artículo 74. El aumento o la disminución de la pena,


fundados en las relaciones personales o en las
circunstancias subjetivas del autor de un delito, no
son aplicables a los demás sujetos que intervinieron
en aquél. Son aplicables las que se funden en
circunstancias objetivas, si los demás sujetos tienen
conocimiento de ellas”.

28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

“Artículo 225. Las penas previstas en los artículos


anteriores, se incrementarán con prisión de dos a seis
años, cuando el robo se cometa:
I. Con violencia física o moral, o cuando se ejerza
violencia para darse a la fuga o defender lo robado;
o.”

El primer artículo establece las modificativas del delito entre los


participantes por virtud del cual, las circunstancias calificativas
aprovechan o perjudican para el aumento de la pena, a todos los que
intervengan en la comisión del ilícito, sin importar su grado de
participación, siempre que tengan conocimiento de dichas
circunstancias.

En dicho artículo se regula el supuesto de coparticipación


delictuosa, en cuanto a que, la individualización de la pena debe
realizarse con base en la conducta que cada sujeto realizó, por lo que,
cada uno de ellos debe responder de su participación y ser
sancionado penalmente por el ilícito concertado, pues aun cuando
todos sean copartícipes del delito, no debe sancionarse a todos de
igual manera cuando su participación es diversa.

El segundo numeral contiene el aumento de la pena de prisión,


cuando después de realizado el delito de robo, se llevan a cabo actos
de violencia física o moral para darse a la fuga o defender lo robado.

De esta manera el legislador condiciona la reprochabilidad de las


circunstancias agravantes precisamente respecto de quienes
intervienen en ellas, las cuales son comunicables a los agentes del
delito que actúan con conocimiento de ellas; es decir, que si varias
personas intervienen con sus respectivas conductas en la producción

29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

del resultado típico, el límite de sus sanciones, por cuanto a la llamada


comunicabilidad de las circunstancias, únicamente puede derivarse del
conocimiento que cada agente en lo particular tenga del o de los
delitos que se cometan.

La comunicación de circunstancias se insertó mediante reforma


al artículo 54 del Código Penal Federal, antes Código Penal para el
Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República
en Materia de Fuero Federal, en el Decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación de trece de enero de mil novecientos ochenta
y cuatro; en la exposición de motivos que dio origen a dicho Decreto
se estableció que la modificación al citado numeral y otros más de ese
ordenamiento legal, se realizó para mejorar y actualizar fórmulas
jurídicas en los términos del progreso de las disciplinas penales y,
particularmente, de la equidad aplicada a las cuestiones que
comprende el Derecho punitivo, en cuyo marco entran en juego
valores trascendentes para el ser humano y para la comunidad.

En la referida exposición de motivos con relación a la


comunicabilidad de circunstancias, se propuso lo siguiente:

“…8. Comunicabilidad de circunstancias.


Los artículos 54 y 55 del Código Penal regulan la
denominada comunicación de circunstancias. Empero
esta regulación resulta a todas luces inadecuada,
porque en ella no se reflejan las verdaderas
características y, por ende, las debidas consecuencias,
de las circunstancias objetivas y subjetivas, que han de
proyectarse de diverso modo sobre los participantes en
el delito.

30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

A este respecto, el nuevo artículo 54 que se propone


distingue, en el primer párrafo, las que generalmente se
denominan circunstancias subjetivas, y se refiere, en el
segundo, a las que normalmente se designa como
circunstancias objetivas. Es obvio que aquéllas no son
comunicables, esto es, no son aplicables a todos los
sujetos que intervinieron en el delito, sino sólo a quien
actúe dentro de ellas y sobre quién debe recaer, por
ende, el aumento o la disminución de la pena que estas
calidades, relaciones personales o circunstancias
subjetivas traen consigo. En cambio, son
comunicables, para los mismos fines de aumento o
disminución de la pena, las circunstancias de carácter
objetivo, a los agentes del ilícito que actúen con
conocimiento de ellas.”

De lo anterior, se concluye que el artículo 54 modificado,


distingue en el primer párrafo, lo que generalmente se denominan
circunstancias subjetivas, y se refiere en el segundo párrafo, a las que
normalmente se designan como circunstancias objetivas. Es obvio que
las primeras no son comunicables, esto es, no son aplicables a todos
los sujetos que intervienen en el delito sino sólo a quién actúa dentro
de ellas y sobre quién debe recaer el aumento o la disminución de la
pena. En cambio, son comunicables para los mismos fines de
aumento o disminución de la pena, las circunstancias de carácter
objetivo a los agentes del ilícito que actúen con conocimiento de ellas.

La reforma al artículo 54, perfecciona las reglas relativas a la


comunicabilidad de las circunstancias y que no se limitan a las
personas en forma genérica, sino se refieren, de manera particular a
las calidades, a las relaciones personales o a las circunstancias

31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

subjetivas del autor del delito, declarando que cuando las mismas
fundan el aumento o disminución de la pena, no son aplicables a los
demás sujetos que intervienen en él, resolviendo como es
comúnmente aceptado, que en cambio sí son aplicables las que se
funden en circunstancias objetivas si los demás sujetos tienen
conocimiento de ellas.

De esta manera, el artículo 54 del invocado código reformado,


quedó de la siguiente manera:

“Artículo 54. El aumento o la disminución de la pena,


fundadas en las calidades, en las relaciones personales
o en las circunstancias subjetivas del autor de un
delito, no son aplicables a los demás sujetos que
intervinieron en aquél.
Son aplicables las que se funden en circunstancias
objetivas, si los demás sujetos tienen conocimiento de
ellas.”

Posteriormente, el dieciséis de junio de dos mil dos, se publicó


en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el Decreto que aprobó el
Nuevo Código Penal Para el Distrito Federal. Dicho decreto es el
resultado de diversas iniciativas presentadas por los diferentes
partidos políticos, con la intención de crear un ordenamiento penal
ajustado a los principios que deben regir en un sistema de justicia
penal dentro de un Estado de derecho; principios fundamentales que
derivan de la Ley Suprema y de los instrumentos internacionales
suscritos por México.

Con motivo del proceso legislativo anterior, en el actual Código


Penal para el Distrito Federal, el artículo antes transcrito quedó bajo el

32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

número 74, durante las etapas de creación del nuevo código, ese
numeral no fue motivo de observaciones o modificación, por el
contrario se sometió a la consideración y aprobación el proyecto de
Decreto, para quedar aprobado en los siguientes términos:

“Artículo 74. El aumento o la disminución de la pena,


fundados en las relaciones personales o en las
circunstancias subjetivas del autor de un delito, no
son aplicables a los demás sujetos que intervinieron
en aquél. Son aplicables las que se funden en
circunstancias objetivas, si los demás sujetos tienen
conocimiento de ellas.”

Aun cuando haya cambiado el anterior artículo 54, al actual


numeral 74 del código invocado, en esencia se refieren a lo mismo, el
transcurso del tiempo no demuestra la desaparición de los motivos
que en un inicio destacaron los integrantes del Poder Legislativo para
modificar el ordenamiento legal citado en primer lugar y que se
expusieron en párrafos anteriores; por el contrario, esas razones de
modificación al aludido numeral permanecen vigentes al no haber sido
motivo de observaciones o modificaciones con relación a la creación
del Código Penal para el Distrito Federal.

Es conveniente destacar que para llegar a la consumación del


delito, es necesario seguir un camino, realizar todo un proceso que va,
desde la idea o propósito de cometerlo, hasta la consumación misma
del delito; conjunto de actos que se denomina “iter criminis.”

Dentro del camino del delito, se distinguen cuatro etapas: a)


actos internos; b) actos preparatorios; c) actos de ejecución, y, c)
la consumación del delito.

33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Actos internos, constituyen el punto de partida del “iter criminis”


y comprenden la idea misma de cometer el delito, la deliberación
interna acerca de aquella idea, la decisión, la elección de la forma de
llevarlo a cabo; en fin, todo lo relacionado con el delito que permanece
en el lado interno del individuo.

Actos preparatorios, constituyen el primer paso externo, la


primera manifestación o exteriorización de la acción; son actos que, si
bien no tienden directamente a ejecutar o consumar el delito, tienden a
prepararlo.

Actos de ejecución, son aquellos por los cuales el sujeto


“comienza la ejecución” del delito que se ha propuesto consumar; en
nuestro derecho penal, no sólo se aplica pena cuando el sujeto
consumó el delito, sino también cuando a pesar de no haberlo
consumado ya ha comenzado a ejecutarlo, esto último es lo que se
conoce como tentativa.

Consumación del delito, es la última etapa del “iter criminis” y


está se justifica cuando el delito está consumado, es decir, cuando se
reúnen todos los elementos y condiciones exigidos por la figura
delictiva.8

Conviene destacar que la descripción del “iter criminis” en este


asunto se realizó para establecer la condición de reprochabilidad de la
conducta ilícita junto con las circunstancias agravantes derivadas de la
particular forma de ejecución del hecho material, que en términos del
artículo 74 del Código Penal para el Distrito Federal, sólo puede ser
atribuible al propio autor, en tanto que, a los partícipes les serán
8
Monografías y Trabajos Prácticos de Derecho Penal, tema “Etapas del Iter Criminis”, Editorial
Estudio.

34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

reprochables esas mismas circunstancias en la medida en que sean


de naturaleza objetiva y formen parte del conocimiento integrante de
ese dolo de partícipe en la realización preconcebida del hecho; en
cambio, las circunstancias subjetivas sólo son atribuibles a aquellos en
quienes concurran, es decir, son inherentes a la ejecución del mismo
hecho y únicamente pueden referirse al autor, a menos que existan
pruebas de que los demás partícipes son conscientes de ellas.

En vista de lo anterior, esta Primera Sala concluye que para la


aplicación de las modificativas o calificativas derivadas de la particular
forma de ejecución del hecho delictivo básico, siempre será necesario
demostrar tales circunstancias, porque los supuestos de aumento o
disminución de la pena fundadas en las relaciones personales o en las
circunstancias subjetivas del autor de un delito, no son aplicables a los
demás sujetos que intervinieron en aquél si no sabían o tenían
conocimiento de ellas, es decir, que para que se justifiquen tales
calificativas es necesario demostrar que existió un acuerdo previo
entre los sujetos activos que actúen en las mismas, precisión que tiene
apoyo en la primera parte del invocado artículo 74 del Código Penal
para el Distrito Federal, así como en el principio de culpabilidad al
indicar que a cada persona le es atribuible únicamente lo que realizó
bajo su propia culpa y no la ajena. Por el contrario, esas modalidades
cuando se fundan en circunstancias objetivas relacionados con la
ejecución del delito, son aplicables a los demás sujetos porque es
evidente el conocimiento de ellas, supuesto que también es acorde
con la segunda parte del invocado artículo 74 de tal ordenamiento
legal.

Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis aislada sustentada por la


Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible

35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

en el Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, Segunda


Parte, Volumen I, Materia Penal, página 15, del texto y contenido
siguientes:

“CARGA DE LA PRUEBA. En tratándose de delitos


intencionales, ordinarios y simples, o sea sin la
concurrencia de alguna modalidad, basta la objetividad
del daño lesivo y que se da en el mundo de relación,
para encuadrarse el evento en aquel casillero genérico;
empero, si el agente aduce alguna circunstancia que
pudiera suprimir o atenuar su responsabilidad, o el
titular de la acción punitiva estima que concurrió una
agravante general o específica calificante, cualquiera de
estas dos hipótesis debe demostrarse.”

Por tanto, cuando uno de los copartícipes es quien ejerce la


“conducta violenta con la finalidad de defender lo robado”, a la que se
refiere el artículo 225, fracción I, del Código Penal para el Distrito
Federal, sin conocimiento previo o actual de los demás coautores, en
términos del principio de comunicabilidad, previsto en el citado artículo
74, esa reacción delictiva no debe perjudicar a todos, sino solamente a
quien la realiza.

En tales condiciones, debe prevalecer como jurisprudencia el


criterio sustentado por esta Primera Sala, con fundamento en lo
dispuesto por el artículo 195 de la Ley de Amparo, la tesis
correspondiente deber quedar redactada con los siguientes rubro y
texto:

“ROBO CON VIOLENCIA. MOMENTO EN QUE ES


COMUNICABLE LA AGRAVANTE RELATIVA A

36
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

“CONDUCTA VIOLENTA CON LA FINALIDAD DE


DEFENDER LO ROBADO” A LOS DEMÁS
COACUSADOS QUE PARTICIPARON EN LA
EJECUCIÓN DEL DELITO (ARTÍCULO 225, FRACCIÓN I,
DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL).
Para la aplicación de las modificativas o calificativa
derivadas de la particular forma de ejecución del hecho
delictivo básico, siempre será necesario demostrar
tales circunstancias, porque los supuestos de aumento
o disminución de la pena fundadas en las relaciones
personales o en las circunstancias subjetivas del autor
de un delito, no son aplicables a los demás sujetos que
intervinieron en aquél, si no sabían o tenían
conocimiento de ellas, es decir, para que se justifiquen
tales calificativas es necesario demostrar que existió un
acuerdo previo entre los sujetos activos que actúen en
las mismas, precisión que tiene apoyo en la primera
parte del artículo 74 del Código Penal para el Distrito
Federal, así como en el principio de culpabilidad, al
indicar que a cada persona le es atribuible únicamente
lo que realizó bajo su propia culpa y no la ajena. Por el
contrario, esas modalidades cuando se fundan en
circunstancias objetivas relacionadas con la ejecución
del delito, son aplicables a los demás sujetos porque es
evidente el conocimiento de ellas, supuesto que
también es acorde con la segunda parte del invocado
artículo 74 de tal ordenamiento legal. En consecuencia,
cuando uno de los copartícipes es quien ejerce la
“conducta violenta con la finalidad de defender lo
robado”, a la que se refiere el artículo 225, fracción I,
del Código Penal para el Distrito Federal, sin

37
CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

conocimiento previo o actual de los demás coautores,


en términos del principio de comunicabilidad, previsto
en el artículo 74 citado, esa reacción delictiva no debe
perjudicar a todos, sino solamente a quien la realiza.”

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis a que este


expediente se refiere, en los términos del quinto considerando de esta
resolución.

SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el


criterio sustentado por esta Primera Sala, en los términos de la tesis
redactada en el último considerando del presente fallo.

TERCERO. Dese publicidad a la tesis de jurisprudencia que se


sustenta en la presente resolución, en términos del artículo 195 de la
Ley de Amparo.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución a los


Tribunales Colegiados contendientes y, en su oportunidad, archívese
el presente toca como asunto concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por mayoría de cuatro votos de los señores Ministros:
Jorge Mario Pardo Rebolledo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia (Ponente),
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea. En contra del voto emitido por el Ministro José Ramón
Cossío Díaz, quien se reserva el derecho de formular voto
concurrente.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 159/2011.

Firman el Ministro Presidente de la Sala y el Ministro Ponente,


con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA:

MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA.

PONENTE:

MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA.

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.

En términos de lo previsto en el artículo tercero, fracciones II y III, de la Ley


Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

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