Trabajo Práctico Fosiles

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Alumna: Benvenuto, Miranda

Ponce, Evelyn

Profesora: Favaro, Liliana

Huellas del Tiempo: Un Viaje a Través de los Fósiles”

Introducción

Los fósiles son restos o señales de la vida del pasado que se encuentran en las rocas. Estos
restos pueden ser huesos, dientes, conchas, huellas o incluso excrementos. Los fósiles son
importantes porque nos permiten conocer cómo era la vida en el pasado. A partir de ellos,
podemos aprender sobre la evolución de las especies, los cambios climáticos que ha sufrido la
Tierra y los diferentes ambientes que han existido a lo largo de la historia.
Desarrollo:

Los fósiles son los restos o evidencias de organismos que vivieron en el pasado y que se han
preservado en las rocas sedimentarias. Estos pueden ser desde huesos y dientes hasta huellas,
impresiones de hojas o incluso microorganismos. Los fósiles son como instantáneas del pasado que
nos permiten reconstruir la historia de la vida en la Tierra y entender cómo han evolucionado las
especies a lo largo de millones de años.

La formación de un fósil es un proceso complejo que requiere de co ndiciones específicas.


Generalmente, ocurre de la siguiente manera:

La formación de un fósil es como una especie de "momificación" natural. Cuando un animal o


planta muere, sus restos suelen descomponerse rápidamente. Sin embargo, si queda cubierto por
sedimentos (como arena o barro) muy pronto, puede preservarse.

Imagina que es como enterrar un juguete en la arena de la playa: si lo tapas bien, estará protegido
del sol y la lluvia, y tardará más en descomponerse. Con los fósiles pasa algo similar, pero a una
escala mucho mayor y a lo largo de millones de años.

Luego, pasa lo siguiente:

Petrificación: Con el tiempo, los minerales que hay en el agua subterránea se van filtrando por los
restos del organismo y los van reemplazando poco a poco, como si fueran estatuas de piedra. A
esto se le llama petrificación.

Compresión: Los sedimentos que cubren al fósil se van compactando cada vez más, formando
capas de roca. La presión y el peso de estas capas pueden aplastar y deformar el fósil.

Descubrimiento: Después de millones de años, los movimientos de la Tierra y la erosión pueden


hacer que las rocas que contienen los fósiles afloren a la superficie, permitiendo que los
paleontólogos los encuentren.

Tipos de Fosilización

Existen diferentes tipos de fosilización, cada uno con sus características particulares:

Permineralización: Es el tipo más común. Los minerales rellenan los espacios porosos de los restos
orgánicos, petrificándolos.

Molde y Cast: El organismo original se descompone dejando una cavidad (molde) en la roca. Si esta
cavidad se llena de otro mineral, se forma un cast, una réplica del organismo original.

Carbonización: La materia orgánica se comprime y pierde sus elementos volátiles, dejando una
capa de carbono como una película oscura. Es común en fósiles de plantas.
Incrustación: Los restos orgánicos quedan recubiertos por una capa de mineral, como en el caso de
los insectos atrapados en ámbar.

Huellas y Rastros: No solo se fosilizan los cuerpos, sino también las huellas, madrigueras y otros
rastros de actividad de los organismos.

Importancia de los Fósiles

El estudio de los fósiles, llamado paleontología, es fundamental para comprender la historia de la


vida en la Tierra. Los fósiles nos permiten:

Reconstruir ecosistemas antiguos: Analizando los fósiles encontrados en una misma capa de roca,
podemos inferir qué tipo de organismos vivían en ese lugar y en qué condiciones ambientales.

Estudiar la evolución: Los fósiles muestran cómo las especies han cambiado a lo largo del tiempo,
permitiendo trazar los árboles genealógicos de los organismos.

Datar las rocas: Algunos fósiles, llamados fósiles índice, son característicos de determinados
períodos geológicos y se utilizan para datar las rocas en las que se encuentran.

Comprender los cambios climáticos: Los fósiles pueden indicar cambios en el clima a lo largo del
tiempo, como glaciaciones o períodos cálidos.

Dónde y por qué se encuentran fósiles en Argentina?

Argentina es un verdadero tesoro paleontológico. Sus vastas extensiones de tierra, con una historia
geológica muy rica, han sido el hogar de una gran diversidad de vida a lo largo de millones de años.
Los fósiles se encuentran en nuestro país principalmente en:

por ejemplo, en la Patogonia es famosa por sus yacimientos de dinosaurios, como el Valle de la
Luna en San Juan o la Formación Cerro Fortaleza en Santa Cruz. Los sedimentos marinos y
continentales de la Patagonia han preservado una gran cantidad de fósiles, desde gigantescos
dinosaurios hasta pequeños mamíferos.

Como tambien, la región pampeana: En las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba se han
encontrado numerosos fósiles de megafauna, como el megaterio y el gliptodonte. Estos animales
habitaron la región durante el Pleistoceno.

Otras regiones: También se han encontrado fósiles en otras provincias, como Mendoza, Neuquén y
Salta.

Existen varias razones por las cuales Argentina es tan rica en fósiles:

La geología de Argentina ha favorecido la formación de fósiles. Los sedimentos se depositaron en


capas, creando un registro estratigráfico que permite estudiar la evolución de la vida a lo largo del
tiempo.
La gran extensión territorial de Argentina ha permitido que se descubran numerosos yacimientos
fósiles.

En muchas regiones de Argentina el clima es seco, lo que ha favorecido la preservación de los


fósiles al reducir la erosión y la actividad de los organismos descomponedores.

¿Qué es la Diagonal Árida?

La Diagonal Árida es una franja de tierra que atraviesa Argentina de noroeste a sudeste. Se
caracteriza por un clima seco y árido, con escasas precipitaciones. A pesar de su clima actual, en el
pasado esta región fue muy diferente. Los fósiles encontrados en la Diagonal Árida indican que en
el pasado hubo ambientes más húmedos y con una mayor diversidad de vida.

¿Cómo era la Patagonia y Buenos Aires hace millones de años?

Hace millones de años, la Patagonia era un lugar muy diferente. En algunas épocas, era un mar
poco profundo, mientras que en otras estaba cubierta por bosques y selvas. Los dinosaurios
dominaban el paisaje, y también había una gran variedad de reptiles marinos y mamíferos.

Y en, La región de Buenos Aires también ha experimentado grandes cambios a lo largo del tiempo.
En el pasado, fue un mar poco profundo, luego una llanura inundable y finalmente una región con
grandes lagos y ríos. La megafauna, como los megaterios y los gliptodontes, habitaba estas
llanuras.
Los fósiles, esos restos petrificados de organismos que vivieron en el pasado, guardan una estrecha
relación con la teoría de la tectónica de placas. Esta teoría propone que la corteza terrestre está
dividida en grandes placas que se mueven lentamente sobre el manto terrestre.

Una de las primeras evidencias que respaldó la teoría de la deriva continental fue la distribución de
fósiles idénticos en continentes muy separados, como África y Sudamérica. Por ejemplo, se han
encontrado fósiles de los mismos reptiles terrestres en ambos continentes. Esto sugiere que en el
pasado estos continentes estaban unidos formando un supercontinente llamado Pangea.

Al estudiar la distribución de fósiles marinos y terrestres, los paleontólogos pueden reconstruir la


posición de los antiguos océanos y continentes. Por ejemplo, la presencia de fósiles marinos en
zonas montañosas indica que esas zonas alguna vez estuvieron sumergidas bajo el mar.

Los movimientos de las placas tectónicas influyen en los patrones climáticos globales. Al analizar
los fósiles de plantas y animales, los científicos pueden inferir los climas del pasado y relacionarlos
con los cambios en la posición de los continentes. Por ejemplo, la presencia de fósiles de corales en
zonas polares indica que en algún momento esas regiones tuvieron un clima cálido. La colisión de
placas tectónicas da lugar a la formación de montañas. Estas nuevas elevaciones pueden crear
barreras geográficas que aíslan poblaciones de organismos, lo que a menudo conduce a la
especiación.

La región de Buenos Aires atesora una gran cantidad de fósiles de mamíferos debido a procesos
geológicos y biológicos ocurridos a lo largo de millones de años. Factores como la sedimentación
continua, los cambios climáticos y la presencia de megafauna en el Pleistoceno propiciaron la
fosilización. Además, la exposición de los sedimentos por erosión y la extensa investigación
paleontológica favorecieron el hallazgo de estos fósiles.
El trabajo de un paleontólogo es apasionante y multidisciplinario. ya que implica:

Trabajo de campo , como :

Exploración: exploran áreas con potencial paleontológico, buscando afloramientos rocosos,


barrancos y otras zonas donde la erosión pueda haber expuesto fósiles.

Excavación: Una vez localizado un fósil, se procede a su excavación con herramientas


especializadas, documentando cuidadosamente cada etapa del proceso.

Recolección: Los fósiles se recolectan y se envían al laboratorio para su estudio.

Trabajo en el laboratorio, como:

Preparación: Los fósiles se limpian, consolidan y, en algunos casos, se reconstruyen.

Identificación: Se identifican las especies a las que pertenecen los fósiles, comparándolos con
ejemplares conocidos.

Análisis: Se realizan análisis químicos y físicos para obtener información sobre la edad, el ambiente
en el que vivieron los organismos y otros aspectos de su vida.

Entre otros mas trabajos junto con colaboradores que nos permite viajar en el tiempo y
comprender la historia de nuestro planeta. Los paleontólogos, junto con un equipo
multidisciplinario, trabajan incansablemente para desvelar los misterios de la vida pasada.

Los científicos reconstruyen el pasado a partir de fósiles, que nos permiten asomarnos a un mundo
desaparecido. A través de un análisis meticuloso, los paleontólogos pueden extraer una gran
cantidad de información sobre las condiciones ambientales, las formas de alimentación y las
costumbres de los organismos que vivieron en el pasado.

Teniendo varias tecnicas.


a. Estudiando la forma, tamaño y estructura de los fósiles, los científicos pueden inferir sobre
la función de diferentes partes del cuerpo, como dientes adaptados para comer ciertas
plantas o extremidades diseñadas para

b. Los isótopos estables presentes en los fósiles pueden revelar información sobre la dieta, el
clima y el ambiente en el que vivió el organismo. Por ejemplo, el análisis de isótopos de
carbono en los dientes puede indicar si un animal era herbívoro o carnívoro.

c. Los microfósiles, como el polen o los fitoplancton, pueden proporcionar información sobre
el tipo de vegetación y las condiciones climáticas de un lugar en particular.

d. El estudio de los sedimentos en los que se encuentran los fósiles puede revelar
información sobre el ambiente de depósito, como si era un lago, un río o un océano.

e. Al comparar los fósiles con organismos vivos relacionados, los científicos pueden inferir
sobre el comportamiento y la ecología de las especies extintas.

Conclusiòn:

Los fósiles son ventanas al pasado que nos permiten aprender sobre la historia de la vida en la
Tierra. Gracias a la erosión natural y las actividades humanas, los fosiles son descubiertos y
estudiados por paleontólogos. A través del análisis de los fósiles, los científicos pueden inferir
sobre las condiciones ambientales, formas de alimentación y costumbres de los organismos del
pasado.

Además, los fósiles son evidencia fundamental de la evolución, permitiendo documentar la


aparición y extinción de especies, reconstruir árboles filogenéticos e identificar tendencias
evolutivas.

Guadalupes Nogués subraya la importancia de definir qué es un ser vivo y sus características en
relación con el medio ambiente. Los fósiles, como restos de organismos que existieron en el
pasado, ofrecen una oportunidad única para que los estudiantes comprendan la diversidad de la
vida. A través del análisis de fósiles, los alumnos pueden explorar cómo diferentes formas de vida
se adaptaron a sus entornos y cómo estas adaptaciones han cambiado a lo largo del tiempo, lo que
se alinea con la idea de que los fósiles son "instantáneas del pasado".

Los fósiles permiten a los estudiantes observar cambios morfológicos y funcionales en organismos
a lo largo de millones de años, lo que se relaciona con las ideas de Nogués sobre la comprensión
de la vida en su contexto evolutivo. Por ejemplo, el análisis de fósiles puede mostrar cómo ciertas
características han evolucionado en respuesta a cambios ambientales, lo que es esencial para
entender la biología de los seres vivos y su adaptación a diferentes ecosistemas
Nogués enfatiza la importancia de la observación y la investigación en el aprendizaje de las
ciencias. El estudio de los fósiles implica un enfoque científico riguroso, que abarca desde la
excavación en campo hasta el análisis en laboratorio. Este proceso puede servir como un excelente
modelo para que los estudiantes desarrollen habilidades de investigación, formulen hipótesis y
realicen experimentos relacionados con la paleontología, como el análisis de isótopos estables o el
estudio de microfósiles, promoviendo así un aprendizaje activo y participativo

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