Algarabía - Las Olvidadas de La Historia
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Algarabía - Las Olvidadas de La Historia
Christine de Pizan
Hoy no escribimos sobre Frida Kahlo, tampoco de Leonora Carrington ni de
Virginia Woolf, y mucho menos de Juana de
Arco. Los nombres que a continuación leerá pertenecieron a mujeres que
aportaron mucho, no obstante, parece ser que los libros de historia las
desdeñaron.
Ada Lovelace
Ella es la primera programadora de computadoras de la historia —le debemos
todo lo que somos y respiramos en la era digital—. Sus padres, creadores de tan
brillante mente, fueron el poeta británico Lord Byron y la matemática Annabella
Milbanke. Tras su separación, la educación de Ada quedó en las manos de su
madre, quien propició que se convirtiera en una mujer analítica. Lovelace conoció
al matemático británico Charles Babbage, quien sentó las bases de la
computación. A partir de un motor analítico con el que él trabajaba, ella creó el
primer algoritmo de la historia, que permitiría a la máquina de Babbage hacer
cálculos, almacenar datos y programas.
Era una mujer visionaria. Tanto, que el mismo Charles le escribió a Michael Faraday
—polifacético científico que descubrió la electrólisis y la inducción magnética—
acerca de Ada: «Esta maga ha dominado con su hechizo la más abstracta de las
ciencias. La ha aprendido con una fuerza de la que apenas ningún intelecto
masculino es capaz, por lo menos en nuestro país». Fue hasta 1979, un siglo
después de su muerte, que el Departamento de Defensa de los EE.UU. reconoció
los aportes de la matemática y creó un lenguaje de programación llamado
justamente Ada.
En Berlín conoció a Otto Hahn, un científico con el que haría gran amistad. Trabajó
con él más de 30 años e investigaron la radiactividad. Ejerció como docente en la
Universidad de Berlín y junto con Otto identificó elementos radiactivos y publicó
varios artículos. Cuando el nazismo estuvo a todo lo que daba en
Alemania, Meitner tuvo que huir, como todos
los judíos, y fue a Estocolmo. Siguió trabajando a distancia con Otto y, tiempo
después, resultaría el descubrimiento de la fisión nuclear.
Esto llevaría a la producción de armas nucleares, mismas en las que ella no quiso
colaborar, pues sabía que sería
posible crear el arma más letal de todos los tiempos. En 1944 Otto Hahn recibió el
premio Nobel de Química con aportaciones fundamentales de Lise. A ella no le
dieron nada; sin embargo, la comunidad científica aún reconoce su labor.
Emmy Noether
A principios del siglo XX, la mujer era víctima de discriminación; sin embargo,
Emmy Noether, de origen judío, logró ser una de las matemáticas más notables de
la historia. Dejó grandes contribuciones en el álgebra abstracta y la física
fundamental. El mismísimo Albert Einstein la definió como la «genio creativa de
las matemáticas más significativa desde que comenzó la educación superior para
las mujeres».
Rosalind Franklin
Ella pudo recibir el premio Nobel de Medicina y Fisiología en sus manos en 1962,
pero nunca sucedió. Fue la primera
mujer en fotografiar la molécula del ADN y descubrir la estructura de nuestra
composición genética. Algunos la conocerán como «la dama oscura del ADN». Su
historia se centra en la controversia de los descubrimientos de la estructura
molecular del ADN y en la poca confianza que se le puede tener a un compañero
cuando se descubre algo trascendental, por no admitir que Rosalind fuera capaz,
igual que ellos, de realizar grandes hallazgos.
Trabajó como investigadora en el laboratorio de John Randall en el King’s College
de Londres y ahí empezaron sus problemas. Había un hombre, Maurice Wilkins, al
que no le pareció que una mujer compitiera en temas de ciencia, pues los dos
dirigían trabajos relacionados con el estudio del adn. En 1952 Rosalind consiguió
captar mediante rayos X parte de la estructura del ADN —la famosa Fotografía
51—, pero su compañerito, Wilkins, mostró la imagen a otros
dos colegas, Francis Crick y James Watson, lo que les daría la base para
comprender la estructura del ADN.
Delia Derbyshire
Delia fue una mujer que se desarrolló profesionalmente en 1960. En una escena
musical donde los reflectores estaban
dirigidos a los hombres, ella decidió seguir sus sueños y gracias a ello hoy
podemos presentarle a la pionera de la música
electrónica.