Tema 4 Familia
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MATRIMONIO.
Se caracterizan por la formación de una masa común con la totalidad o con parte
de los bienes de uno y otro cónyuge, a los efectos de atender con sus rentas a los
gastos de la familia. Al disolverse la comunidad, se atribuyen los bienes que la
integran entre los cónyuges o sus herederos.
Artículo 1437 CC: “En el régimen de separación pertenecerán a cada cónyuge los
bienes que tuviese en el momento inicial del mismo y, los que después adquiera
por cualquier título. Asimismo corresponderá a cada uno la administración, goce y
libre disposición de tales bienes.”
Artículo 1438 CC: “Los cónyuges contribuirán al sostenimiento de las cargas del
matrimonio. A falta de convenio lo harán proporcionalmente a sus respectivos
recursos económicos. El trabajo para la casa será computado como contribución a
las cargas y dará derecho a obtener una compensación que el Juez señalará, a falta
de acuerdo, a la extinción del régimen de separación.”
Artículo 1439 CC: “Si uno de los cónyuges hubiese administrado o gestionado
bienes o intereses del otro, tendrá las mismas obligaciones y responsabilidades que
un mandatario, pero no tendrá obligación de rendir cuentas de los frutos percibidos
y consumidos, salvo cuando se demuestre que los invirtió en atenciones distintas
del levantamiento de las cargas del matrimonio.”
Artículo 1440 CC: “Las obligaciones contraídas por cada cónyuge serán de su
exclusiva responsabilidad.
Artículo 1441 CC: “Cuando no sea posible acreditar a cuál de los cónyuges
pertenece algún bien o derecho, corresponderá a ambos por mitad.”
A tal efecto, las ganancias se determinan por las diferencias entre los patrimonios
iniciales constituidos por los bienes y derechos pertenecientes a cada cónyuge al
empezar el régimen y los adquiridos a título gratuito constante éste y al final de
uno y otro esposo. La suma de esas ganancias se dividirá por mitad entre los
cónyuges o sus herederos.
- La igualdad conyugal:
Artículo 1318 CC: “Los bienes de los cónyuges están sujetos al levantamiento de
las cargas del matrimonio.”
- que se trate de un litigio que un cónyuge sostenga con el otro cónyuge, sin
mediar mala fe o temeridad, o contra tercero, siempre que el litigio redunde
en provecho de la familia, aunque su resultado sea adverso.
- que el cónyuge litigante carezca de bienes propios suficientes.
- que la posición económica del otro cónyuge impida al litigante, por
imperativo de la LEC, la obtención del beneficio de justicia gratuita.
• La potestad doméstica:
Cualquiera de los cónyuges podrá realizar los actos encaminados a atender las
necesidades ordinarias de la familia, encomendadas a su cuidado, conforme al
uso del lugar y a las circunstancias de la misma.
Para disponer de los derechos sobre la vivienda habitual y los muebles de uso
ordinario de la familia, aunque tales derechos pertenezcan a uno solo de los
cónyuges, se requerirá el consentimiento de ambos o, en su caso, autorización
judicial.
Fallecido uno de los cónyuges, las ropas, el mobiliario y enseres que constituyan el
ajuar de la vivienda habitual común de los esposos se entregarán al que sobreviva,
sin computárselo en su haber.
Los bienes constitutivos del ajuar de la vivienda da lo mismo que fuesen en todo o
en parte del cónyuge difunto o gananciales (si era éste el régimen matrimonial),
pues en ambos casos pasan al sobreviviente, sin que éste tenga que dar nada a
cambio y sin que se le cuente ni como pago (en todo o en parte) de la cuota que le
corresponde en los gananciales ni como pago de lo que por herencia pueda
pertenecer de su difunto consorte.
Cuando la ley requiera para un acto de administración o disposición que uno de los
cónyuges actúe con el consentimiento del otro, los realizados sin él y que no hayan
sido expresa o tácitamente confirmados podrán ser anulados a instancia del
cónyuge cuyo consentimiento se haya omitido o de sus herederos. Su supuesto de
hecho comprende los actos de administración.
• Concepto:
La escritura pública tiene carácter constitutivo, sin que pueda ser sustituida por
ningún otro tipo de documento público, notarial o judicial. En defecto de escritura
pública, las capitulaciones carecen de validez no sólo frente a terceros, sino
también inter partes.
• Naturaleza jurídica:
Esto se detrae del artículo 1335 CC que establece que establece que la invalidez de
las capitulaciones matrimoniales se regirá por las reglas de los contratos. Además,
el CC denominaba tradicionalmente al título regulador del régimen económico
matrimonial con la rúbrica Del contrato de bienes con ocasión del matrimonio.
• Contenido:
1. Contenido típico:
Los cónyuges cuentan con amplia libertad al respecto, lo mismo pueden crear ex
novo el régimen conómico matrimonial que les apetezca, remitirse a uno de los
modelos o tipos regulados por el legislador o limitarse a modificar algunos
aspectos concretos del régimen que hayan elegido o que les resultara aplicable.
En ese sentido, en virtud del principio de libertad de estipulación (artículo 1315 CC),
los futuros esposos pueden convenir el régimen patrimonial que tengan por
conveniente, y quienes son ya cónyuges modificar o sustituir el régimen existente
entre ellos por otro distinto.
2. Contenido atípico.
Artículo 1325 CC: “o cualesquiera otras disposiciones por razón del mismo.”
En ese sentido, no significa que las capitulaciones por razón del matrimonio que
pueden incorporarse a las capitulaciones hayan de tener necesariamente
contenido económico, pues las capitulaciones son un documento público
perfectamente adecuado para llevar a efecto el reconocimiento de un hijo
prematrimonial.
El amplio margen de libertad con que cuentan los cónyuges no llega hasta el
extremo de permitir que el contenido de las capitulaciones integre dentro de ella
cláusulas o estipulaciones que vulneren o contradicen el mandato de leyes
imperativas o de principios generalmente aceptados o impuestos por el
ordenamiento jurídico.
Artículo 1328 CC: “Será nula cualquier estipulación contraria a las Leyes o a las
buenas costumbres o limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a
cada cónyuge.”
Igualmente quedan sin efecto las capitulaciones, incluso antes del transcurso del
año, si existe la certeza absoluta de que el matrimonio no va a contraerse (por
ejemplo: cuando uno de los otorgantes se ha casado con otra persona o ha
fallecido).
2. Inválidas:
Artículo 1335 CC: “La invalidez de las capitulaciones matrimoniales se regirá por
las reglas generales de los contratos.
Artículo 1299 CC: “La acción para pedir la rescisión dura 4 años. Para los menores
sujetos a tutela, para las personas con discapacidad provistas de medidas de apoyo
que establezcan facultades de representación y para los ausentes, los cuatro años
no empezarán a computarse hasta que se extinga la tutela o la medida
representativa de apoyo, o cese la situación de ausencia legal.”
Artículo 1336 CC: “Son donaciones por razón de matrimonio las que cualquier
persona hace, antes de celebrarse, en consideración al mismo y en favor de uno o
de los dos esposos.”
Artículo 1342 CC: “Quedarán sin efecto las donaciones por razón de matrimonio si
no llegara a contraerse en el plazo de un año.”
Por el contrario, cualquier persona puede ser donante, tanto uno de los esposos en
favor del otro, como un tercero.
Aunque las donaciones por razón de matrimonio hechas por terceros tienen el
objeto y los límites de las donaciones ordinarias, existe una excepción en cuanto a
las donaciones entre padres donantes e hijos donatarios.
Artículo 1044 CC: “Los regalos de boda, consistentes en joyas, vestidos y equipos,
no se reducirán como inoficiosos sino en la parte que excedan en un décimo o
más de la cantidad disponible por testamento”.
Aún así, el que diese o prometiese por razón de matrimonio sólo estará obligado al
saneamiento por evicción o vicios ocultos si hubiese actuado con mala fe (artículo
1340 CC). Existirá mala fe por parte del donante si conocía la causa determinante
de la evicción o los vicios ocultos y no advirtió de ello al donatario.
En este caso, los bienes donados volverán al donante, quedando nulas las
enajenaciones que el donatario hubiese hecho y las hipotecas que sobre ellos
hubiese impuesto, con la limitación establecida, en cuanto a terceros, por la Ley
Hipotecaria.”
Artículo 648 CC: “También podrá ser revocada la donación, a instancia del
donante, por causa de ingratitud en los casos siguientes:
1.º Si el donatario cometiere algún delito contra la persona, el honor o los bienes
del donante.
2.º Si el donatario imputare al donante alguno de los delitos que dan lugar a
procedimientos de oficio o acusación pública, aunque lo pruebe; a menos que el
delito se hubiese cometido contra el mismo donatario, su cónyuge o los hijos
constituidos bajo su autoridad.