La Carta de Pablo A Los Romano1 Al 8

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La carta de Pablo a los Romanos.

I. INTRODUCCIÓN (1:1-17).

Es una de las cosas más extensas e importantes que fueron escritas por
un hombre anteriormente conocido como Saulo de Tarso.
Él fue un rabí judío que pertenecía a un grupo conocido como los fariseos.
Él era apasionado y devoto de la Torá de Moisés y de las tradiciones de
Israel, y veía a Jesús y a sus seguidores como una amenaza.

Pero después, tuvo un encuentro radical con el Jesús resucitado, quien lo


comisionó como un apóstol, como un representante oficial al mundo de
los no judíos, que en la Biblia se conoce como el pueblo gentil.
Así que, empezó a identificarse con su nombre romano, Pablo.

Viajó alrededor del antiguo Imperio romano contándole a la gente acerca


de Jesús, el Rey resucitado.
Y después formando a los seguidores de Jesús en estas nuevas
comunidades llamadas iglesias.
Y Pablo, ocasionalmente escribiría cartas a estas nuevas comunidades de
Jesús para ayudarles a desarrollar su fe o para responder sus preguntas.
Y una de esas cartas es el libro de Romanos.
De hecho, este libro fue escrito bastante tarde en su carrera.

Sabemos por el libro de Hechos que la iglesia en Roma ya había existido


por algún tiempo y que estaba formada por seguidores de Jesús, tanto
judíos como no judíos.
Pero en algún momento, el emperador romano Claudio había expulsado a
todos los judíos de Roma.
Y después de aproximadamente cinco años, a todos estos judíos,
incluyendo a los judíos seguidores de Jesús, les fue permitido regresar.
Y cuando regresaron, encontraron una iglesia que se había hecho muy no
judía en costumbres y prácticas, así que esto creó mucha tensión.
Así que para los días de Pablo, la iglesia en Roma estaba dividida. La
gente no se ponía de acuerdo acerca de cómo seguir a Jesús.
Estaban debatiendo acerca de si los cristianos no judíos deberían celebrar
el día de reposo, comer kosher o ser circuncidados.

Así que Pablo escribió esta carta para lograr varias cosas.
Él quería que esta iglesia dividida se unificara.
Y con fines prácticos, él esperaba que la iglesia en Roma pudiera
convertirse en una base para extender su misión más hacia el occidente
hasta llegar a España.
Así que estas circunstancias fueron las que motivaron a Pablo a escribir
su explicación más completa del evangelio, las buenas nuevas que él
anunciaba acerca de la vida, muerte y resurrección de Jesús.
La carta está diseñada para tener cuatro movimientos principales, pero
está unificada como una larga exploración del evangelio.

El evangelio, dice Pablo, primero que nada, revela la justicia de Dios y


luego también crea una nueva humanidad, la cual cumple una promesa
de Dios a Israel.
Así que este evangelio es lo que unificará a la iglesia.
En este tiempo solo exploraremos las ideas de los capítulos 1 al 4.

A. Saludos y tema central (1:1-7).


Así que Pablo empieza presentándose a sí mismo como un apóstol
llamado por Dios para dar a conocer el evangelio de Jesús, quien es el
Mesías de Israel, que fue levantado de los muertos como el Hijo de Dios,
Rey de las naciones.
Y Jesús, ahora llama a toda la humanidad a colocarse bajo su gobierno de
amor.
Y Pablo dice que esta buena nueva sobre el Rey Jesús es:
Primeramente poder de Dios para salvar a las personas que confían en él.
Y en segundo lugar, revela la justicia de Dios.

B. Explicación (Revelación de la Justicia 1:8-17).


Ahora, justicia es una palabra del Antiguo Testamento llena de significado
para Pablo.
Describe el carácter de Dios, que él siempre hace justicia, lo que es recto
y lo que es bueno, pero también que él es fiel y justo para cumplir sus
promesas.
Pablo dice que la historia de Jesús, muestra cómo Dios ha hecho ambas
cosas. ¿Cómo? Bueno,

II. PECADO (1:18-3:20 Justicia Necesitada).


A. Los Gentiles bajo pecado (1:18-32).
Primeramente hace un creativo recuento de los capítulos 3 al 11 de
Génesis.
Él muestra cómo todo el mundo gentil, todas las naciones están
atrapadas en una espiral de pecado y egoísmo.
El corazón y la mente humana están quebrantados, dice Pablo.
Le hemos dado la espalda a Dios para abrazar la idolatría, que quiere
decir buscar significado en las cosas creadas y entregar nuestra lealtad a
esas cosas y no a Dios.
Esto resulta en una distorsión de nuestra humanidad y en
comportamientos destructivos.
Y lo que queda es una humanidad culpable delante de un Dios justo y
recto.
B. Los Judíos bajo pecado (2:1-3:8).
A lo que el pueblo de Israel podría decir: "Bueno, entonces es algo bueno
que Dios escogiera nuestro pueblo de entre las naciones".
Él nos salvó de la esclavitud en Egipto, nos dio las leyes de la Torá y en
ellas el día de reposo y el comer kosher y la circuncisión.
Y todas estas leyes nos muestran la manera de vivir como el pueblo santo
de Dios.

"Pero no tan rápido", dice Pablo.


Él también les recuerda la historia de la Torá y del resto del Antiguo
Testamento, el cual demuestra que Israel era tan pecaminoso, idólatra y
moralmente quebrantado como el resto de la humanidad.
De hecho, Israel es todavía más culpable que los gentiles, dice Pablo.
Porque ellos tienen la Torá y deberían saber cómo son las cosas.

C.El Mundo entero bajo pecado (3:9-20).


Así que, concluye Pablo, toda la humanidad, gentiles e israelitas, están
desesperanzadamente atrapados y son culpables delante de Dios.
Pero esa no es la última palabra.

III. SALVACIÓN (3:21-5:21: Justicia Imputada).


A. Justificación explicada (3:21-31).
Las buenas nuevas de Jesús son la respuesta de Dios. En lugar de
mantener a la humanidad en su culpabilidad, Jesús vino como el Mesías
de Israel para morir en favor de todas las personas como sacrificio por los
pecados.
Como nuestro representante, Jesús tomó sobre sí mismo las justas
consecuencias del dolor, del pecado y de la muerte que hemos causado
en el mundo y él venció a través de su resurrección de entre los muertos.
Es esta nueva vida de resurrección la que él pone a disposición de todos.
Jesús se hizo lo que nosotros somos, para que nosotros pudiéramos ser lo
que él es.

Y todo esto, dice Pablo, es la manera como Dios justifica a aquellos que
confían o tienen fe en Jesús.
Justificación, es otro término del Antiguo Testamento lleno de significado
para Pablo y se relaciona con la justicia de Dios. Literalmente significa
declarar como justo.
Debido a lo que Jesús hizo a nuestro favor, se nos da un nuevo estado
delante de Dios.
En lugar de declararnos culpables, Dios nos declara como personas que
tenemos una correcta relación con él y somos perdonados.
La justificación nos integra en una nueva familia. A la persona que confía
en Jesús, se le da un lugar dentro del pueblo del pacto de Dios.
La justificación también resulta en un nuevo futuro que comienza con un
viaje de transformación de la vida por la gracia de Dios.
Así que, todas estas cosas acerca de la justificación son un regalo de Dios
para aquellos que están en Cristo a través de la fe.
Y esto lleva a que Pablo en el capítulo 4 explore las enormes
implicaciones que todo esto tiene respecto de quién puede ser parte de la
familia del pacto de Dios.

B. Justificación expresada: El ejemplo de Abraham (4:1-25).


Él regresa a la historia de Abraham en Génesis 15.
Antes de que cualquiera de las leyes de la Torá les fuesen dadas a Israel,
Abraham fue justificado o declarado justo delante de Dios. ¿Cómo?
Bueno, Dios prometió que Abraham se convertiría en el padre de una
gran familia multiétnica que recibiría la bendición de Dios.
Pero él y su esposa, Sara, eran muy viejos y nunca habían podido tener
hijos.
Pero aun así, Abraham tuvo una fe radical y confió en la promesa de Dios.
Así que Dios lo declaró como justo.
Así que Pablo dice que ahora Abraham se ha convertido en el padre de la
nueva familia del pacto de Dios, y que esta familia se está esparciendo
por todo el mundo.
Está formada por los judíos y los gentiles que tienen esa misma clase de
fe y confianza en aquel que cumplió la promesa de Dios a Abraham: Jesús
el Mesías.

Resumen de los capítulos (1-4)


Así que, hagamos una pausa y resumamos las ideas principales de Pablo
aquí en los capítulos del 1 al 4.
Porque estas son el fundamento para entender el resto de la carta.
1. Toda la humanidad está sin esperanza, atrapada en pecado y
necesita ser rescatada.
Sin embargo,
2. Este rescate no sucederá porque ellos intenten obedecer las leyes
de la Torá.
En lugar de eso,
3. El carácter justo de Dios le ha movido a rescatar al mundo a través
de la muerte y resurrección de Jesús.
4. De modo que él pudiera crear esa familia multiétnica de Abraham
basada en la fe como su nuevo pueblo del pacto.
Así que Pablo va a mostrar cómo esta nueva familia es parte de algo
mucho, mucho más grande y que los llama a una manera completamente
nueva de vivir juntos.
Pero todo ello estará basado en estas ideas centrales exploradas en los
capítulos del 1 al 4 de la carta de Pablo a los Romanos.

Justificación por la fe
Recuerda la exploración de Pablo de la justificación por la fe, que cuando
las personas confían en que la muerte y resurrección de Cristo fue por
ellos,
1. Se les da un nuevo estatus de rectitud delante de Dios.
2. Son colocados en una nueva familia, el pueblo del pacto de
Abraham,
3. Y se les da un nuevo futuro, la esperanza de una vida transformada.

Ahora, Pablo quiere mostrar cómo esta realidad debería transformar cada
parte de nuestra existencia, porque estar en esta familia significa ser
parte de una nueva humanidad que Dios está creando a través de Jesús y
el Espíritu.

C. Justificación experimentada (5:1-21).


Así que Pablo regresa al primer personaje humano de la historia bíblica,
Adán.
Su nombre significa humanidad.
Y Adán, como toda la humanidad después de él, eligió el pecado y el
egoísmo.
Así que todos enfrentamos el juicio de Dios porque nos hacemos esclavos
de la influencia del pecado, lo cual resulta en la muerte.

Pero luego, Pablo contrasta a Adán con Jesús, quien él dice que es el
nuevo Adán, un humano que vivió en fiel obediencia a Dios, mostrada a
través de su acto de amor sacrificial.
Y ahora, Jesús ofrece su vida como regalo a otros, para que ellos puedan
ser justificados delante de Dios.
Así que Jesús se emerge como la cabeza de una nueva humanidad que
está siendo transformada por este regalo, y esto nos lleva al capítulo 6.

IV. Santificación y Glorificación (6:1-8:39).

A. Nuestra nueva posición en Cristo (6:1-23).


Pablo les recuerda a estos cristianos en Roma que elegir seguir a Jesús
significa dejar su vieja humanidad en Adán y entrar a la nueva
humanidad en Jesús, y que su bautismo fue un símbolo sagrado de esta
transición.
Su vieja humanidad murió con Jesús y su nueva humanidad fue levantada
con él de entre los muertos.
Así que cuando una persona confía en Jesús, su vida se une a la vida de
él. Y lo que es cierto de él, ahora es cierto también de ellos.
Es cuando las personas aceptan su identidad como humanos en Jesús que
son liberados para convertirse en humanos verdaderos que realmente
pueden amar a Dios y a su prójimo.

B. Nuestro nuevo problema en la carne (7:1-25).


Ahora, ¿si crear esta humanidad siempre fue el propósito de Dios?
Pregunta Pablo en el capítulo 7: "¿Cuál fue el punto de Dios entregando la
ley? ¿En hebreo, la Torá a Israel?".
Una nota al margen, cuando Pablo utiliza esta palabra, "ley", a veces él
se refiere a la historia y el mensaje de los primeros cinco libros de la
Biblia.
Pero en otras ocasiones se está refiriendo más específicamente a los
cientos de mandamientos dados a través de Moisés que se encuentran en
la Torá.
Aquí Pablo se está enfocando en el segundo significado:
¿Cuál era el propósito de todos esos mandamientos?
Pablo dice que los mandamientos de la Torá eran buenos, que mostraban
la voluntad de Dios sobre cómo Israel debía vivir.

Pero si lees la historia de la Torá, verás que Israel desobedeció todos esos
mandamientos.
Entre más leyes recibieron, más reprodujeron el pecado de Adán y se
rebelaron.
Así que aun cuando Dios le dio a su pueblo reglas morales específicas
para obedecer, eso no arregló el problema del corazón pecaminoso del
hombre.
Paradójicamente, esas reglas hicieron a Israel todavía más culpable.
Pero, dice Pablo, la paradoja es el punto.
El objetivo de Dios era dejar muy claro que la maldad había secuestrado
el corazón del hombre y que la Torá, por buena que sea, no podía hacer
nada al respecto.
Pero, Pablo dice en el capítulo 8:

C. Nuestro nuevo poder en el Espíritu (8:17).


"La solución llegó en Jesús y el Espíritu".
Y es así como los mandamientos de la Torá actuaron como una lupa.
Enfocaron el problema de la condición humana en un solo lugar, en el
pueblo de Israel.
Pero ahora el representante de Israel, Jesús el Mesías, ha pagado por y
lidiado con todo ese pecado a través de su muerte y resurrección.
Y ahora, Jesús ha enviado su Espíritu sobre esta nueva familia para
transformar sus corazones, para que ellos verdaderamente puedan
cumplir el llamado de los mandamientos de la Torá de amar a Dios y a su
prójimo.
Y hay más.
La renovación de Dios de los seres humanos es el primer paso de su
misión más grande, rescatar y renovar toda la creación, haciéndola un
lugar donde su amor tenga la última palabra.
Ahora, puedes ver cómo los capítulos del 1 al 8 son un largo hilo de
pensamiento, pero esto hace que surjan otras preguntas.
Si todo esto fue el propósito de Dios, ¿cuál es el estatus actual de los
israelitas que no reconocen a Jesús como el mesías?
¿Cómo esta historia cumple las promesas de Dios para ellos?
El Israel del pasado

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