La Carta de Pablo A Los Romano1 Al 8
La Carta de Pablo A Los Romano1 Al 8
La Carta de Pablo A Los Romano1 Al 8
I. INTRODUCCIÓN (1:1-17).
Es una de las cosas más extensas e importantes que fueron escritas por
un hombre anteriormente conocido como Saulo de Tarso.
Él fue un rabí judío que pertenecía a un grupo conocido como los fariseos.
Él era apasionado y devoto de la Torá de Moisés y de las tradiciones de
Israel, y veía a Jesús y a sus seguidores como una amenaza.
Así que Pablo escribió esta carta para lograr varias cosas.
Él quería que esta iglesia dividida se unificara.
Y con fines prácticos, él esperaba que la iglesia en Roma pudiera
convertirse en una base para extender su misión más hacia el occidente
hasta llegar a España.
Así que estas circunstancias fueron las que motivaron a Pablo a escribir
su explicación más completa del evangelio, las buenas nuevas que él
anunciaba acerca de la vida, muerte y resurrección de Jesús.
La carta está diseñada para tener cuatro movimientos principales, pero
está unificada como una larga exploración del evangelio.
Y todo esto, dice Pablo, es la manera como Dios justifica a aquellos que
confían o tienen fe en Jesús.
Justificación, es otro término del Antiguo Testamento lleno de significado
para Pablo y se relaciona con la justicia de Dios. Literalmente significa
declarar como justo.
Debido a lo que Jesús hizo a nuestro favor, se nos da un nuevo estado
delante de Dios.
En lugar de declararnos culpables, Dios nos declara como personas que
tenemos una correcta relación con él y somos perdonados.
La justificación nos integra en una nueva familia. A la persona que confía
en Jesús, se le da un lugar dentro del pueblo del pacto de Dios.
La justificación también resulta en un nuevo futuro que comienza con un
viaje de transformación de la vida por la gracia de Dios.
Así que, todas estas cosas acerca de la justificación son un regalo de Dios
para aquellos que están en Cristo a través de la fe.
Y esto lleva a que Pablo en el capítulo 4 explore las enormes
implicaciones que todo esto tiene respecto de quién puede ser parte de la
familia del pacto de Dios.
Justificación por la fe
Recuerda la exploración de Pablo de la justificación por la fe, que cuando
las personas confían en que la muerte y resurrección de Cristo fue por
ellos,
1. Se les da un nuevo estatus de rectitud delante de Dios.
2. Son colocados en una nueva familia, el pueblo del pacto de
Abraham,
3. Y se les da un nuevo futuro, la esperanza de una vida transformada.
Ahora, Pablo quiere mostrar cómo esta realidad debería transformar cada
parte de nuestra existencia, porque estar en esta familia significa ser
parte de una nueva humanidad que Dios está creando a través de Jesús y
el Espíritu.
Pero luego, Pablo contrasta a Adán con Jesús, quien él dice que es el
nuevo Adán, un humano que vivió en fiel obediencia a Dios, mostrada a
través de su acto de amor sacrificial.
Y ahora, Jesús ofrece su vida como regalo a otros, para que ellos puedan
ser justificados delante de Dios.
Así que Jesús se emerge como la cabeza de una nueva humanidad que
está siendo transformada por este regalo, y esto nos lleva al capítulo 6.
Pero si lees la historia de la Torá, verás que Israel desobedeció todos esos
mandamientos.
Entre más leyes recibieron, más reprodujeron el pecado de Adán y se
rebelaron.
Así que aun cuando Dios le dio a su pueblo reglas morales específicas
para obedecer, eso no arregló el problema del corazón pecaminoso del
hombre.
Paradójicamente, esas reglas hicieron a Israel todavía más culpable.
Pero, dice Pablo, la paradoja es el punto.
El objetivo de Dios era dejar muy claro que la maldad había secuestrado
el corazón del hombre y que la Torá, por buena que sea, no podía hacer
nada al respecto.
Pero, Pablo dice en el capítulo 8: