Alimentos Cecilia

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EXPEDIENTE NÚM:44/2024

ESCRITO: Mediante el cual se cumple requerimiento

C. JUEZ CIVIL DE PARTIDO ESPECIALIZADO


EN MATERIA DE ORALIDAD FAMILIAR,
DE ESTE DISTRITO JUDICIAL.
P r e s e n t e

Cecilia Guadalupe Quesada Quintana, en pleno uso y goce de mis derechos,


promoviendo por propio derecho y en representación de mis hijas que llevan por nombres
Lucia Daniela y Regina Aylen, ambas de apellidos Ramírez Quesada, señalando como
domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones aun las de carácter personal, la
dirección electrónica del sistema informático del Poder Judicial del Estado de Guanajuato,
autorizando para oír y recibirlas, así como la entrega de todo tipo de documentos, a los
Licenciados en Derecho Jonathan Mishell Aguilar Velázquez, Edith América
Cervantes Arroyo, Juan Antonio Zavala Martínez y Emmanuel Rocha Vera, así como
al pasante profesionista María Fernanda López Torres, manifestando que el primero de
los profesionistas mencionados se encuentra debidamente registrado en el sistema con
número único de suscriptor 0324, a quienes además desde este momento otorgo mandato
judicial en términos de los Artículos 2099 y 2100 del Código sustantivo vigente en la
entidad y 783 de la Ley adjetiva de la materia, con todas las facultades expresas que la ley
otorga a los mandatarios judiciales; ante usted C. Juez Civil de Partido Especializado en
Materia Familiar, con el debido respeto comparezco a efecto exponer:

Que por medio del presente libelo vengo a dar cumplimiento al requerimiento formulado en
el auto de fecha 29 de enero de 2024 mediante el cual se aclare lo contenido en la
prestación marcada en el numero romano II de mi demanda
, en el sentido de precisar si la pensión alimenticia que solicita, precise si la solicita a título
personal o en representación de sus hijos en base a las siguientes consideraciones.

Consideraciones.

La prestación marcada en el numeral II en mi escrito de demanda en la que se solicita “ La


pensión alimenticia equivalente al 44 % de los ingresos totales del padre de mis hijos de
manera mensual, que se establezca de manera definitiva, que se fije …”, preciso que la
pensión alimenticia se solicita en representación de mis hijos, toda vez que la de la voz
actualmente es empleada y se encuentra en posibilidades de cumplir con su obligación de
ministrar alimentos a nuestras hijas.

Aclarando a su señoría que el porcentaje requerido al padre de mis hijas en virtud de dos
razones:

I. Como su Señoría lo constatara en el momento procesal oportuno, el ingreso


mensual que recibe el padre de mis hijas, es por encima mayor al que recibe
la de la voz, por su condición de mujer y por el trabajo que desempeño como
empleada percibiendo un salario mínimo.
II. Atendiendo al nivel de vida que m is hijas llevan y han mantenido con ayuda
de mis padres, que como mencione en el hecho cuarto de mi demanda nos
han brindado apoyo en atención al principio de solidaridad familiar sin que
esto sea una obligación directa y exigible para ellos.
Conforme a lo establecido, en el

Artículo 365. Los alimentos han de ser proporcionados a la


posibilidad del que debe darlos y a la necesidad del que debe
recibirlos.

Las anteriores pretensiones se basan en los siguientes:

HECHOS

Primero.-Bajo Protesta de decir verdad manifiesto que, desde el año del 2011, he sostenido
una relación sentimental de pareja con el Señor José Daniel Ramírez Muñoz, durante el
tiempo que ha durado nuestra relación procreamos dos hijas, la mayor de ellas de nombre
Lucia Daniela, quien actualmente cuenta con siete años de edad y la menor de nombre
Regina Aylen, quien al día de hoy tiene cuatro años cumplidos, ambas de apellidos
Ramírez Quesada, durante nuestra relación ambos nos hemos encontrado y
permanecemos libres de matrimonio.

Segundo.- La relación sentimental que sostuve con el padre de mis hijas y que actualmente
ha concluido, encontrándonos separados al día de hoy, manifestando bajo protesta de decir
verdad que el domicilio de la suscrita es el ubicado en Calle Licenciado Benito Juárez #
70, Zona Centro, Silao, Guanajuato, en donde mis hijas y yo vivimos con mis padres ya
que son ellos quienes me han ayudado económicamente, puesto que el padre de mis hijas se
ha negado categóricamente a cumplir con sus obligaciones a pesar de reiteradas solicitudes
de mi parte y de que cuenta con un trabajo fijo que le permite cumplir con los alimentos en
favor de nuestras hijas.

Tercero.- Desde el inicio de nuestra relación comenzamos a tener problemas de pareja, sin
embargo, esto yo lo atribuía a la corta edad de ambos y a nuestra inmadurez emocional, no
obstante, el padre de mis hijas comenzó a tornarse cada vez más hostil hacia mi persona.

Estas hostilidades continuaron y continúan hasta la fecha, por lo que incluso el padre de mis
hijas ha llegado al grado de agredirme físicamente, por lo que después de sufrir repetidos
ataques y golpes por parte de mi expareja y de incluso agredirme con un cuchillo
persiguiéndome por la casa en donde habitábamos y siendo testigo de ello la menor de mis
hijas, quien a la fecha aún habla de ese incidente, es que yo comienzo a sufrir una fuerte
ansiedad debido a todo lo que vivía.

Al respecto manifiesto que soy víctima de violencia de género y que es la principal razón
por la que terminé mi relación con el ahora demandado y que dicha afirmación se ve
respaldada, por el diagnóstico y constancia de tratamiento psicológico en donde queda
constancia que efectivamente he sido víctima de violencia de género a manos del padre de
mis hijas, por lo que solicitó desde este momento que su Señoría tenga una visión con
perspectiva de género respecto del presente asunto.

Cuarto.- Actualmente la suscrita se encuentra bajo tratamiento psicológico, intentando


superar los estragos que ha causado en mi persona la violencia a la que estuve sometida
durante años a manos del padre de mis hijas y he decidido que no puedo continuar
haciéndome cargo por mi sola de todos los gastos de mis menores y tampoco es correcto
que sean mis padres quienes tengan que asumir el papel de proveedores para mis hijas,
cuando su padre tienen un ingreso fijo, un trabajo estable y la posibilidad de ministrar los
alimentos en términos que la ley lo obliga.

Quinto. - Es importante señalar que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación sostiene que el derecho a recibir alimentos tiene su fundamento en el derecho a la
vida y a la sustentabilidad de individuos que por su condición de vulnerabilidad y la
relación jurídica familiar que tienen con otras, se encuentran legitimadas legalmente para
exigir la cobertura de sus necesidades básicas de subsistencia, cuando estaos últimos no se
encuentran en la posibilidad de procurárselas por sí mismos.
Con la anterior consideración es que incluso el pleno de la SCJN, ha considerado que el
derecho a los alimentos tiene como eje funcional la dignidad humana, concepto que funge
como un principio jurídico que permea en todo el ordenamiento, pero también como un
derecho humano que debe ser respetado, al constituir la base y condición para el disfrute
de los demás derechos humanos y el desarrollo integral de la personalidad.

Es por lo señalado en el punto anterior, que la entidad de los alimentos al fundamentarse en


el derecho a la vida, a la sustentabilidad, y a tener un nivel de vida digno y adecuado, que la
Primera Sala de la suprema Corte de Justicia de la Nación, ha establecido que los alimentos
constituyen una institución familiar de orden público y de interés social, así como
también le ha reconocido a dicha entidad la naturaleza de un derecho humano, lo cual
intensifica la obligación del Estado en el control necesario para que dicha institución
cumpla su cometido.

En resumen, puede asumirse que la obligación de los padres de proporcionar alimentos a


sus hijos y el derecho de éstos a percibirlos es una expresión de solidaridad que deriva de
diversos derechos y principios Constitucionales orientados a la protección y tutela integral
de los niños, niñas y adolescentes. Algunos de los principios Constitucionales a los que se
hace alusión, se encuentran:

a) La prevención y conservación de la integridad física y moral de los hijos.


b) El derecho de los niños a acceder a un nivel de vida digna y adecuada.
c) El respeto a su interés superior y,
d) La necesidad de brindarles medidas especiales de protección.

El último de los principios Constitucionales nombrado en el punto anterior: La necesidad


de brindarles medidas especiales de protección, conlleva la obligación Constitucional de
todas las autoridades del Estado de adoptar en el ámbito de sus atribuciones, todas aquellas
medidas que resulten necesarias para garantizar que los niños, vean satisfechas sus
necesidades de manera integral, completa y adecuada.

Por lo tanto, si analizamos dicho mandato desde el punto de vista del interés superior del
menor y el deber de protección integral de la infancia, autoriza la adopción de medidas
reforzadas de tutela que respondan y protejan la situación de vulnerabilidad en la que éstos
se encuentran.

Ahora bien, abordando el principio de interés superior de la niñez, el cual debe regir todo
procedimiento judicial en el cual se vean involucrados derechos de los niños, existe un
mandato de tutela reforzada de sus derechos, dicho mandato exige que la institución de
alimentos sea verdaderamente garantizada con la finalidad de proteger, prevenir y
conservar la integridad física y moral de los niños.

En este sentido, es que prevalece el deber del Estado de garantizar a través de una serie de
medidas en la que pueden intervenir las partes en conflicto, así como mediante la
intervención judicial oficiosa, que los obligados a proporcionar alimentos, cumplan con el
derecho correlativo, lo cual se traduce en el hecho jurídico reconocido que en las
controversias en materia de alimentos es admisible una litis abierta, donde el juzgador tiene
facultades oficiosas tanto en el procedimiento para ordenar el desahogo de pruebas y
diligencias, como para resolver incluso sobre cuestiones no pedidas, lo cual sin duda
alguna, refuerza la naturaleza de orden público de dicha institución.

Es así que entra en efecto la convencionalidad, señalando lo establecido por el Artículo 27


de la Convención sobre los Derechos del Niño, dispositivo legal internacional que tiene
como objetivo establecer una serie de condiciones tendientes a garantizar el pago de
alimentos en favor de los menores, dentro de estas se desprende la siguiente:

“…así como a tomar todas las medidas para asegurar el pago de la pensión alimenticia
por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el
niño o la niña, así como a tomar todas las medidas para asegurar el pago de la pensión
alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad
financiera por el niño o la niña…”
*Lo resaltado es propio.

Así queda expresamente demostrado que el referido artículo convencional dota de


significado al derecho de alimentos de los niños elevado a la máxima jerarquía, no sólo
su contenido esencial y la determinación de los sujetos obligados, sino las condiciones
de la obligación alimenticia y la posición del Estado como garante, a la luz del interés
superior de la niñez como principio orientador de la actividad interpretativa relacionada con
cualquier norma jurídica que tenga que aplicarse a un niño o niña en un caso concreto.

Esta apreciación se ve concretada en nuestro sistema jurídico a través de la tesis aislada


emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, misma que a la
letra dice:

DERECHO DE LOS MENORES DE EDAD A UN NIVEL DE VIDA ADECUADO.


OBLIGACIÓNDEL ESTADO DE GARANTIZAR LA PROTECCIÓN ALIMENTARIA,
CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 27 DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO.

El artículo citado, en relación con los tratados internacionales de derechos humanos y la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que los progenitores o,
en su caso, las personas encargadas de su cuidado, tienen la responsabilidad primordial
de la crianza y el desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social de los menores en el
núcleo familiar. En ese sentido, utiliza el lenguaje de los derechos para reconocer aquél de
todo niño a un nivel de vida adecuado, con las correlativas obligaciones de sus
cuidadores. Sin embargo, esta formulación no exime ni desplaza al Estado de sus
respectivas obligaciones en materia de protección a la niñez, pues lejos de ello, dicho
precepto prevé de forma puntual las acciones positivas a cargo de los Estados Parte para
brindar apoyo a los responsables primarios a fin de lograr el desarrollo físico, mental,
espiritual, moral y social de los niños, lo que incluye proporcionar asistencia material y
desarrollar programas. Asimismo, el citado precepto determina que el Estado debe tomar
todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de
los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera, incluso si éstos viven
en el extranjero. En este sentido, en un grado mayor de especificidad que aquel utilizado
en el texto constitucional, el artículo 27 dela Convención sobre los Derechos del Niño dota
de significado al derecho de alimentos de los niños elevando a la máxima jerarquía no
sólo su contenido esencial y la determinación de los sujetos obligados, sino también las
condiciones de la obligación alimenticia y la posición del Estado como garante. Todo ello,
además, a la luz del interés superior del niño como principio orientador de la actividad
interpretativa relacionada con cualquier norma jurídica que tenga que aplicarse a un niño
o niña en un caso concreto.

PRIMERA SALA Amparo directo en revisión 3360/2017. 21 de febrero de 2018. Cinco


votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge
Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández.
Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Luz Helena Orozco y Villa.

Con todo lo anterior la conclusión que se expone ante su Señoría, es que los alimentos se
constituyen como una institución jurídica para garantizar un nivel de vida adecuado, de
igual forma se traducen en un derecho para los menores de edad, así como una
responsabilidad primordial y obligación para sus progenitores y en última instancia en un
deber a garantizar su actualización por parte del Estado.

Sexto. – Por todo lo expuesto solicito a su Señoría se emplace al demandado por las
razones expuestas y previa la secuela procesal se le condene a las prestaciones que en este
escrito se reclaman.

PRUEBAS:

1.- La Confesional. - A cargo del demandado José Daniel Ramírez Muñoz quien deberá
absolver posiciones de manera personal el día y hora que señale ese Tribunal, para la
audiencia de desahogo de pruebas.
Esta prueba se relaciona con todos y cada uno de los hechos narrados en este escrito en
particular con los marcados como Primero, Segundo, Tercero.

El demandado ha incumplido con sus obligaciones de asistencia familiar, por lo cual su


confesión aportará elementos para acreditar lo narrado en el presente escrito, por tal motivo
solicito que por conducto de ese Tribunal a José Daniel Ramírez Muñoz, para que el día y
hora señalada por ese Tribunal, comparezca a absolver posiciones, en la audiencia de
desahogo de pruebas, por lo que para tal efecto, se adjunta en sobre cerrado el pliego de
posiciones para el desahogo de la prueba.

2.- La Testimonial. - A cargo de los CC Martha Berenice Canto Quijas y Cecilia


Quintana Solís, a quienes me comprometo a presentar el día y hora que se señale para dar
contestación a las interrogantes que les sean formuladas de manera verbal por cualquiera de
mis abogados.

Esta prueba se relaciona con los hechos narrados en este escrito, pues la testigo tiene
conocimiento directo de los hechos y han participado en la manera que se ha narrado, por lo
que su conocimiento de los hechos es importante para demostrar lo manifestado por el
suscrito.

3.- La Documental Privada. - Consistente en el diagnóstico y constancia de tratamiento


psicológico con la que se acredita la violencia de género que he sufrido a manos del
demandado y la violencia que ha ejercido y a la fecha ejerce sobre la suscrita y mis
menores.

Esta prueba se relaciona los hechos y consideraciones de mi demanda, mediante su


valoración se podrá acreditar que el demandado ha incumplido injustificadamente con sus
obligaciones por lo cual la ejecución intentada es procedente.

4.- La Pericial. - En Materia socioeconómica que deberá practicarse respecto del Actor
como del demandado, por ser la prueba idónea para acreditar los siguientes 3 aspectos:

1. Ingresos, entorno y capacidad económica del demandado.


2. Necesidades y gastos del accionante, previos y actuales, así como su nivel de vida.
3. Los gastos generados por la suscrita por concepto de alimentos de mis dos menores
hijas.

Para esta prueba se designa por parte de la actora a la Licenciada en Psicología y Técnico
Superior Universitario en Trabajo Social, Margarita Velazquez Barrientos, quien
cuenta con cédula de TSU número 2982633, quien además tiene amplia experiencia en la
elaboración de este tipo de dictámenes y a quien me comprometo a presentar a efecto de
que proteste su cargo el día y hora señalados para la audiencia de desahogo de pruebas.

5.- La Presuncional.- En su doble aspecto legal y humana, en todo lo que favorezca al


suscrito.

Por lo expuesto y fundado; A Usted, C. Juez, atenta y respetuosamente solicito:

PRIMERO.- Tener a los suscritos presentando escrito de demanda en vía ordinaria directa
en contra del padre de mis menores.

SEGUNDO.- Acordar que las notificaciones personales que en este asunto sean de
realizarse al suscrito, se practiquen en el domicilio legal electrónico que he designado;
teniéndose por autorizados para oír y recibir toda clase de notificaciones y documentos a
los Licenciados en Derecho que han quedado detallados en el proemio.

TERCERO.- Aceptar las pruebas ofrecidas por estar ajustadas a derecho y cumplir con los
requisitos de ley.

CUARTO.- Proveer de conformidad.


PROTESTO LO NECESARIO
León, Guanajuato; 26 de enero de 2024

Cecilia Guadalupe Quesada Quintana

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