Trabajo Final Sobre La Ley 187-07

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ASIGNATURA

LEGISLACION LABORAL

TAREA
LEY 187-07 SOBRE EL PASIVO LABORAL

FACILITADOR
JORGE LUIS REYES LARA

ESTUDIANTES
ADRIANA RODRIGUEZ 2020-2169
MARLENNY ROSARIO 2020-2118
SHEILA ARIAS RAMIREZ 2020-2283
SOBRE LA LEY 187-07 – LEY DEL PASIVO LABORAL

Antes de colocar lo investigado de diferentes fuentes; colocamos aquí la


ley misma:
Resumen
Esta ley que podemos llamar es “reciente”, del año 2007, la misma es fruto
de una práctica conocida como “liquidación anual” que durante más de dos
décadas se implementó por acuerdo entre trabajadores y empleadores, primero
en el sector de zonas francas para luego extenderse a otros sectores de la
economía nacional.

La liquidación anual llegó a generalizarse a un nivel tal que en los años


1990 la Secretaría de Estado de Trabajo, dirigida por el actual
vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, promovió una campaña a
fin de que se descontinuara esa práctica; se colocaron anuncios en la
prensa advirtiendo a los empleadores sobre la “ilegalidad” de esa práctica
y se ofrecieron charlas a los trabajadores para explicarle las alegadas
desventajas de esa liquidación. En aquel entonces fue muy sonora la ocasión
en que, durante una de esas charlas dirigidas por el propio Secretario de
Estado de Trabajo, los trabajadores abuchearon la posición de la
Administración de Trabajo en relación con la liquidación anual. En otras
palabras, los trabajadores querían “su liquidación anual”.

El asunto comenzó a convertirse en un problema cuando se producía el


despido de un trabajador y su abogado alegaba el pago de la totalidad de
sus prestaciones laborales, considerando como base de cálculo todos los
años de servicios prestados, a lo que el empleador replicaba invocando
todas las sumas de dinero pagadas bajo liquidación anual, limitándose a
ofrecer tan solo la liquidación del último año de servicios.

El problema se agravó cuando el 7 de marzo del 2001, la 3° Cámara de la


Suprema Corte de Justicia emitió un fallo restándole validez a la
liquidación anual si el trabajador continuaba laborando en la empresa.
El 26 de marzo del 2003, la misma 3° Cámara de la Suprema Corte de Justicia
emitió otro fallo en donde flexibiliza su posición y admitía como anticipo
a pago de las prestaciones los montos pagados por concepto de liquidación
anual.

No obstante, un elemento extraño al mundo jurídico tuvo lugar en el mundo


de las relaciones laborales: La crisis económica a nivel mundial comenzó a
afectar decididamente al sector de zonas francas, y los dirigentes
empresariales de este sector atribuyeron a la liquidación anual ser uno de
los factores que convergían para agudizar esa crisis.

De todo esto surge la Ley 187-07 aprobada por el Congreso Nacional el 6 de


agosto del 2007, mejor conocida como la Ley de Pasivo Laboral.

Esta ley le otorga validez a las liquidaciones anuales realizadas hasta el


1° de enero del 2005, y es aprobada por el Congreso Nacional y promulgada
por el Poder Ejecutivo con el propósito manifiesto en su preámbulo de
paliar la crisis económica que afecta a las empresas.

Casi inmediatamente después de su promulgación la ley es declarada


inconstitucional por la Corte de Trabajo del Distrito Judicial de Santiago.
Esta decisión provoca todo un debate en torno a la constitucionalidad de
esa pieza legal, lo que a su vez motiva a una organización sindical a
elevar un recurso directo de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de
Justicia, que se encuentra con la oposición de la Asociación Dominicana de
Zonas Francas (ADOZONA).

El pleno de la Suprema Corte de Justicia, luego de un amplio debate en los


medios en torno a la constitucionalidad o no de esta ley, emite su fallo en
fecha 13 de agosto del 2008, mediante el cual “declara conforme a la
Constitución de la República la Ley 187-07 del 6 de agosto del 2007 sobre
pasivo laboral”.

La liquidación anual con la Ley 187-07 y con la sentencia de la Suprema


Corte de Justicia.

En principio, con la Ley 187-07 el tema de la liquidación anual quedaba


igual: Indefinido para la doctrina y admitido a medias por la
jurisprudencia. Sin embargo, al intervenir la Suprema Corte de Justicia con
su sentencia del 18 de agosto del 2008, la liquidación anual queda
definitivamente consagrada como una práctica válida y no prohibida por la
ley.

Ciertamente, la misma Suprema Corte de Justicia en el 14° Considerando de


su sentencia, específicamente en el Literal A, se ocupa de definir las
condiciones y alcances de la Ley 187-07, al juzgar como sigue:

“La referida Ley 187-07 presenta una nueva realidad jurídica estableciendo
un límite, (1° de enero del 2005), a partir de cuándo se computarán las
prestaciones laborales de los trabajadores que se encontraren en la
situación reglamentada por la ley, lo que descarta la posibilidad de que
después de esa fecha la liquidación anual libere al empleador de ese
cómputo, al momento de la terminación definitiva del contrato de trabajo”.

Según lo juzgado por la Suprema Corte de Justicia, esa ley valida a las
liquidaciones anuales realizadas hasta el 1° de enero del 2005; pero,
además, esa ley no podría servir de base para liberar al empleador de
reclamaciones con relación a liquidaciones anuales posteriores a aquella
fecha.

Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia no se limitó a fijar esos límites


y alcances de la Ley de Pasivo Laboral, si no que en su motivación
aprovechó la ocasión para trazar una huella en el tránsito de la
jurisprudencia dominicana en relación con la liquidación anual.

Implícitamente objetó la decisión de la 3° Cámara de esa misma Suprema


Corte, y con sus motivaciones contenidas en los Considerandos 13° y 14°, y
en su 8° Considerando parece admitir la práctica de la liquidación anual.

Otros aportes

Considerando, que nuestra Suprema Corte de Justicia en funciones de


Tribunal Constitucional, declaró acorde la Constitución la Ley 187-07, del
pasivo laboral (sent. núm. 2, 13 de agosto de 2008, B. J. núm. 1173) y nos
expresa en el punto objeto del recurso, “c) a que la referida Ley 187-07,
presenta una nueva realidad estableciendo un límite, (primero de enero de
2005), a partir de cuándo se computarán las prestaciones laborales de los
trabajadores que se encontraren en la situación reglamentada por la ley, lo
que descarta la posibilidad de que después de esa fecha la liquidación
anual libere al empleador de ese cómputo, al momento de la terminación
definitiva del contrato de trabajo”. En el caso de que se trata haciendo
uso de la mencionada ley y luego de un examen de la pruebas sometidas, la
corte a-qua determinó acoger como fecha de ingreso de los hoy recurrentes a
la empresa el día 6 de enero del 2003 y el 7 de enero del 2003 y la fecha
de terminación 16 de abril del 2007 y 24 de abril de 2007, evaluación
acorde a la ley y a la jurisprudencia, sin que se advierta ninguna
desnaturalización por lo cual, en ese aspecto, los medios planteados
carecen de fundamento y deben ser desestimados;

Sobre el carácter irrenunciable de los derechos laborales adquiridos, los


cuales no pueden, en modo alguno, ser considerados como meras expectativas
de derecho, ya que la propia ley reconoce el pasivo laboral como una deuda
a cargo del empleador, y lo exime de responsabilidad, a partir de la
promulgación de la misma, y con efecto retroactivo en relación a los
contratos suscritos, anteriores al primero (1) de enero de dos mil cinco
(2005), que por disposición de esa ley fueron declarados extinguidos, y por
vía de consecuencia, las prestaciones anuales que habían sido pagadas
fueron consideradas como saldos definitivos.

Consideramos que el Congreso, para justificar la ley, y la Suprema Corte de


Justicia en la interpretación de la misma, se fundamentaron en que se
trataba de una cuestión “de orden público”, que ameritaba ser asumida ante
la crisis del sector empresarial de Zona Franca y la necesidad de preservar
la generación de empleos que el mismo proporcionaba, lo que supuestamente
beneficiaba a ambas partes, empresariado y trabajadores. A diferencia de
este criterio, consideramos que más que un asunto de orden público, y de
interés recíproco para las partes del contrato laboral, se trató de una
cuestión económica, impulsada por el sector patronal, en detrimento del
sector laboral, para evadir la responsabilidad de pagar el pasivo laboral
correspondiente al completivo de las prestaciones avanzadas en la
liquidación año por año. Una muestra de que el sector de los trabajadores
entendió que la norma no le era favorable, es el hecho de haber impugnado
en inconstitucionalidad dicha norma por ante la Suprema Corte de Justicia.

A considerar

A partir de la Ley 187-07 del 6 de agosto del 2007, llamada Ley de Pasivo
Laboral, la práctica de la liquidación anual quedó allanada; sobre todo
porque a partir de esa misma ley, el pleno de Suprema Corte de Justicia
emitió una sentencia del 13 de agosto del 2008, mediante la cual reconfirma
lo establecido en esa ley y además valida la práctica de la liquidación
seguida de recontratación.

En ese sentido, podría decirse que en el estado actual del derecho y de la


jurisprudencia, no deberían existir riesgos al efectuar la liquidación
anual o la liquidación seguida de recontratación.

Sin embargo, todavía hay abogados, e incluso jueces de cortes que objetan
esa sentencia de la Suprema Corte y las jurisprudencias que se derivan de
ella, lo que constituye siempre un riesgo, pues en caso de un pleito, en lo
que el asunto llega a la Suprema Corte (para que confirme su
jurisprudencia) el caso tiene que pasar antes por un juez de primera
instancia y una corte de apelación, en donde las sentencias puede que sean
en contra de una liquidación anual realizada; y eso significaría que la
empresa sufra los riesgos de embargos y que tenga que consignar garantías
cuantiosas en un banco, hasta que el asunto se dilucide en la Suprema
Corte.

En ese estado de cosas, lo ideal es que se produzca una de dos cosas:

(1) una “jurisprudencia constante” o (2) una reforma legal.

Los abogados indican que hay “jurisprudencia constante” cuando un mismo


criterio es reiterado una y otra vez, durante varios años –incluso décadas
-, lo que es indicativo que la jurisprudencia no cambiará.

Eso indica que hay una “seguridad jurídica” de que haciendo algo no habrá
riesgos.

La otra cosa que podría ser aún mejor sería una reforma del Código de
Trabajo en la que se establezca literalmente el derecho de las partes en el
contrato de trabajo a pactar liquidaciones anuales, liquidaciones
periódicas o liquidaciones seguidas de recontratación.

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