CONICET Digital Nro.671fc3d2 96ed 4ad5 Baab A326f3b0520b A
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RESUMEN
En este trabajo se presentan los últimos análisis arqueobotánicos del sitio Cueva Huenul 1, emplazado
en el norte de la provincia del Neuquén (noroeste de Patagonia, Argentina). La secuencia cronológica del
sitio abarca en forma discontinua desde la transición Pleistoceno-Holoceno hasta tiempos recientes. El
objetivo es realizar un análisis diacrónico de las pautas de selección antrópica de especies y los patrones
de procesamiento. Los resultados indican que los cazadores-recolectores utilizaron plantas disponibles
localmente durante toda la secuencia ocupacional. Temporalmente, se observan cambios tanto a nivel de
la diversidad de especies representadas como, en el caso específico del taxón Prosopis, en las pautas de
procesamiento y consumo. Algunos taxones consumidos en el Holoceno tardío constituyen indicadores
de estacionalidad y sugieren ocupaciones estivales en la cueva. Asimismo, se discuten datos sobre la
presencia de especies domésticas en el registro, tales como Lagenaria sp. y Zea mays. Estos estudios se
conectan con discusiones más amplias sobre la economía y organización espacial de las sociedades que
habitaron el noroeste de Patagonia desde el poblamiento inicial.
Palabras clave: Arqueobotánica; Tendencias temporales; Patrones de procesamiento; Estacionalidad;
Intercambio de especies domésticas.
ABSTRACT
Carina Llano. Laboratorio de Paleoecología Humana (LPEH), Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas (ICB), UNCUYO,
CONICET, FCEN, Padre J. Contreras 1300 (5500) Mendoza, Argentina. E-mail: llano.carina@gmail.com
Paula Sosa. ICB, LPEH. Abel Zapata 274. Las Heras, Mendoza, Argentina. E-mail: psosamodon@gmail.com
Clara Sánchez. ICB, LPEH. Esmeralda 300. Cuadro Benegas, Mendoza, Argentina. E-mail: mclaracampoo@gmail.com
Ramiro Barberena. LPEH, ICB, UNCUYO, CONICET, FCEN. Las Cañas 1808 Guaymallén, Mendoza, Argentina. E-mail:
ramidus28@gmail.com
de la historia ocupacional del sitio mediante la inte- un aumento en la diversidad en los elementos de la
gración con múltiples líneas de evidencia. estepa señalaría un incremento en la precipitación y
temperatura, pero sin alcanzar los valores actuales.
Para el Holoceno medio (8000-3000 años cal. AP),
CH1 en su contexto ecológico regional el registro demuestra condiciones húmedas, visua-
lizado en la presencia de Cyperaceae. Finalmente,
En la región sur de los Andes patagónicos (30-
en el Holoceno tardío (últimos 3000 años cal. AP)
40°S) ocurre la transición de los sistemas de circu-
se evidencian condiciones climáticas similares al
lación atmosférica Subtropical y Templado, lo que
presente, con precipitaciones invernales y veranos
se traduce en un clima árido y semiárido (Páez
secos. Estas condiciones indican que el paisaje fito-
et al. 2004). La cordillera occidental recibe preci-
geográfico se mantuvo sin alteraciones significativas
pitaciones promedio de 2000 mm anuales, mien-
en los últimos milenios (de Porras 2017).
tras que las estepas patagónicas localizadas al este
reciben menos de 300 mm anuales (Roig 1998). En escala local, estudios preliminares del polen
Estas condiciones climáticas crean como unidad fósil de CH1 sugieren que las comunidades de ar-
fisiográfica un gradiente bioecológico pronuncia- bustos y gramíneas estuvieron presentes en el en-
do que genera ecosistemas variados en distancias torno del sitio desde ca. 13.800 años cal. AP. Si
cortas a partir del cual es posible distinguir tres bien los conjuntos polínicos no evidencian cambios
regiones principales. De oeste a este, se localiza sustantivos, hay diferencias en la composición. Entre
inicialmente la provincia fitogeográfica Altoandina ca. 13.800-9500, el polen indica la presencia de es-
(2600-2800 msnm), caracterizada por suelos roco- tepas graminosas típicas de la provincia Patagónica,
sos muy pobres en materia orgánica, excepto en integrada con arbustos (Lycium, Schinus). Estos re-
las turberas, que actúan como reservorios de agua sultados sugieren condiciones locales más frías que
donde la vegetación característica es una estepa en el presente, consistentes con los resultados de
de gramíneas y plantas en cojín. Los principales microfauna de CH1 (Fernández et al. 2012). Para
taxones son Azorella, Nassauvia, Maihueniopsis y los últimos 1500 años, el polen indica la presencia
Senecio. En segundo lugar se encuentra la provin- de la transición Monte-Patagonia, con dominio de
cia fitogeográfica Patagónica de llanuras, mesetas y Lycium, Schinus y gramíneas en menor proporción,
montañas bajas dominantes con vegetación arbusti- lo que refleja condiciones similares a la vegetación
va y herbácea (Pappostipa, Mulinum, Chuquiraga), moderna (Pompei et al. 2012).
con una elevada capacidad de carga de herbívoros
en la estación estival (Mendía 2006). Por último, la
provincia fitogeográfica del Monte, compuesta por MATERIALES Y MÉTODOS
llanuras y bolsones con suelos en general areno-
sos con predominio de vegetación arbustiva xeró- Materiales
fila (Larrea, Prosopis y Prosopidastrum) (Roig et al.
El sitio CH1 está ubicado en la provincia del
2009). Algunas de estas especies son clave desde
Monte, 8 km al este del ecotono con la provin-
el punto de vista de su potencial alimenticio para
cia Patagónica (Figura 1). Consiste en una cueva
el consumo humano (Llano 2014).
originada por procesos erosivos cuyo espacio bajo
reparo es de 30 × 20 m. El gran tamaño del espacio,
Historia paleoambiental sumado a la baja circulación de agua en un amplio
sector del sitio, redundaron en excelentes condicio-
El escenario paleoambiental del norte de nes de acumulación sedimentaria y preservación de
Patagonia incluye el análisis de múltiples indica- materiales orgánicos. En total se excavaron cuatro
dores con diferencias en sensibilidad y resolución cuadrículas. En este trabajo se presenta nueva infor-
temporal (Markgraf et al. 2009; Fernández et al. mación para las cuadrículas C1 y D1, que se integra
2012). Estos estudios se focalizan en el área de con los datos ya publicados para la cuadrícula A1
bosque y el ecotono estepa-monte (de Porras 2017). (Llano y Barberena 2013). Cada una de estas tres
tiene una dimensión de 2 × 1 m, lo que totaliza
En el tardiglacial (~17.000 años cal. AP), las
6 m2 de superficie de excavación. No se presenta
condiciones frías y secas se reflejan en el desarrollo
el análisis de la última cuadrícula excavada (B1)
de un bosque abierto de Nothofagus. Durante el
porque presenta procesos significativos de migra-
Holoceno temprano (11.000-8000 años cal. AP),
ción de materiales por remoción antrópica reciente.
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Considerando que la composición taxonómica de la pozo relleno de material vegetal datado en 5600-
cuadrícula B1 es semejante a las aquí estudiadas, 5300 años cal. AP.
se optó por excluirla del análisis detallado.
Componente 4: extracciones artificiales 3 a 1,
Para C1 y D1 se alcanzó una profundidad fechadas entre 1500-300 años cal. AP. Coincide con
máxima de 1 m (4 m 3 de volumen excavado). un pulso de elevada ocupación regional.
La excavación se realizó empleando niveles ar-
tificiales de extracción de 10 cm de potencia,
numerados a partir de 1 desde la superficie hacia Métodos
la base, y luego se efectuó la localización tridi-
El planteo metodológico se basó en el análisis
mensional de los hallazgos. La numeración de los
de macrorrestos (hojas, areolas, frutos, espinas, se-
componentes se estableció desde el más antiguo
millas) provenientes de muestras estratigráficas que
hasta el más reciente. Los sedimentos fueron ta-
reflejan el material disperso contenido en la matriz.
mizados en seco utilizando zarandas con malla de
La clasificación del material botánico se realizó a
1 mm de apertura. Todas las fechas mencionadas
ojo desnudo y con microscopio estereoscópico
en el texto se presentan en años calibrados AP
(Zeiss Modelo Stemi DV4) con un aumento de 10x
obtenidos con dos sigmas mediante la curva del
a 20x. Los materiales se encontraron secos en su
hemisferio sur SHCAL 13 (Hogg et al. 2013). La
totalidad. La identificación taxonómica se llevó a
secuencia cronoestratigráfica describe la sucesión
cabo por medio de anatomía comparada y obser-
en las tres cuadrículas analizadas (Tabla 1, deta-
vación de la morfología externa de los especímenes
lles en Barberena 2014).
con la colección de referencia de frutos y semillas
Componente 1: extracciones artificiales 10 a 7. colectadas en las inmediaciones del sitio. Para ello
Las fechas disponibles abarcan un rango temporal de se realizaron tres muestreos tomando puntos de
entre 16.600-13.600 años cal. AP. No se registraron intercepción (Mostacedo y Fredericksen 2000), en
evidencias arqueológicas in situ, aunque se destaca los que se recolectaron de manera sistemática los
la notable abundancia de excrementos de carnívo- especímenes potencialmente explotables (resultados
ros pequeños con una Mediana
Edad calibrada
excelente preservación Procedencia Unidad Material Edad 14C Código
AP (cal. AP)
(Tietze et al. 2019). Se Cuadrículas A1-C1
fecharon en forma di- A1. Nivel 1 Lama guanicoe
I 373 ± 43 506-315 427 AA 99102
recta dos coprolitos que (10-20 cm) (metapodio)
corresponderían a pere- A1. Nivel 2
II gramíneas (camada) 1416 ± 37 1379-1285 1322 AA 85721
(20-30 cm)
zoso. El límite superior
A1. Nivel 3 Lama guanicoe
de este componente (30-40 cm)
III 1590 ± 46 1569-1375 1475 AA 99103
(tibia)
está dado por una dis-
Estructura Senna aphylla AA
cordancia erosiva deno- C1
G (ramas)
4786 ± 46 5603-5330 5517
102575
minada Hiato 1. Lama guanicoe
A1. Nivel 4
IV 9375 ± 91 11.068-10.277 10.601 AA 99104
(40-50 cm) (radioulna)
Componente 2: ex-
tracciones artificiales A1. Nivel 4 Lama guanicoe
IV 9295 ± 90 10.699-10.250 10.483 AA 99105
(40-50 cm) (húmero)
6 a 4 ubicadas inme- Prosopis sp.
A1. Nivel 5 AA
diatamente por encima IV 9402 ± 60 11.057-10.433 10.633
(50-60 cm) (semilla) 102574
del Hiato 1. Incluye las A1. Nivel 5 carbón
IV 9531 ± 39 11.083-10.696 10.872 AA 85718
primeras ocupaciones (55-57 cm) (fogón #2)
humanas en CH1 fe- A1. Nivel 5 Lama guanicoe 10.155 ±
IV 12.153-11.327 11.798 AA 99106
chadas entre 11.300- (50-60 cm) (metapodio) 98
en Barberena et al. 2018). Además, se integraron especial atención a las partes del fruto de algarrobo,
plantas de importancia económica de la región, dada su abundancia. Para la evaluación de las ca-
referenciadas en diferentes fuentes escritas (Azar racterísticas de los fragmentos botánicos se descar-
2008). Se evaluó la presencia de señales tafonómi- taron las posibilidades de tostado y fragmentación
cas como cortes, decorados y marcas de fricción poscarbonización (sensu Capparelli y Prates 2015),
(Llano et al. 2012). ya que los macrorrestos de algarrobo se encontra-
ban en su totalidad secos. Las variables evaluadas
La metodología utilizada para la identificación de
fueron el remojo, hervido, molienda para harina y
la muestra conformada por el cariopse de maíz fue
consumo directo.
tanto cuali como cuantitativa (Oliszewski y Olivera
2009). Para las variables cuantitativas se relevaron:
longitud, latitud y espesor (mm). Se utilizó un calibre
HL (150 × 0,02 mm). Las variables cualitativas que RESULTADOS
se tuvieron en cuenta fueron: forma, color, dureza
Se recuperaron 2140 macrorrestos vegetales de las
y composición del endosperma.
cuadrículas C1 y D1, los cuales han sido identificados
Para realizar el análisis general se han utiliza- en diferentes grados de especificidad (Figura 2). En la
do tres parámetros:
a) número de indivi-
duos, que correspon-
de a la suma total de
restos de un taxón,
excluyéndose los
fragmentos; b) den-
sidad, utilizado para
comparar muestras de
volúmenes diferentes
(densidad = con-
teo absoluto/volu-
men); y c) Índice de
Abundancia Relativa
(IAR), que permite
comparar cambios y
similitudes sin sobre-
valorar ciertas con-
centraciones pun-
tuales de individuos
(Popper 1988).
Los patrones de
procesamiento son
clave para evaluar la
incorporación antró-
pica de los macro-
restos a la secuencia
del sitio. Los resulta-
dos son comparados
con diseños experi-
mentales (Capparelli
y Lema 2011; Llano
et al. 2012) y con
datos etnohistóricos
Figura 2. Registro fotográfico de los macrorrestos vegetales recuperados en CH1. A. Espinas de
(Capparelli y Prates Berberis grevillana; B. tallos de Equisetum spp. y madera indeterminada; C. Endocarpo de Schinus
2015). Se prestó sp.; D. semillas y epicarpio de Prosopis spp.; E. artejos, espinas y areolas de Maihueniopsis
darwinii; F. estructura G de Senna aphylla.
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Tabla 2 se presentan las frecuencias absolutas y re- Holoceno tardío es superior a la del resto de los
lativas por nivel estratigráfico de cada componente, componentes.
donde se visualiza que de la cuadrícula C1 se recu-
Se destaca que la densidad de los macrorrestos
peraron 606 macrorrestos (28% del total), mientras
de Maihueniopsis en este componente es significa-
que de D1 se recuperaron 1534 especímenes (71%).
tivamente superior a la de los componentes previos
Al tratar ambas cuadrículas en forma conjunta por
(Pleistoceno 7,5 ind/m3; Holoceno temprano 3,3
componente cronoestratigráfico, se observa que en
ind/m3; Holoceno medio 0 ind/m3; Holoceno tar-
el componente 1, que corresponde al Pleistoceno
dío 1706,7 ind/m3). Otro caso llamativo es el de
final, se recuperó el 1,6% (n = 36) del total del
Prosopis, que, en términos de densidad, es supe-
material arqueobotánico (Tabla 3), entre el que se
rior en el Holoceno temprano (1398,3 ind/m3) que
destaca Prosopis spp. (n = 28), acompañado por
en el resto de los componentes (Pleistoceno 35,0
Maihueniopsis darwinii (n = 6), Larrea divaricata
ind/m 3; Holoceno medio 950 ind/m 3; Holoceno
(n = 1) y Equisetum spp. (n = 1).
tardío 193,3 ind/m3). Considerando la densidad en
En el componente 2
(Holoceno temprano) se Sitio arqueológico CH1-Cuadrícula C1
registra el 40,2% (n = 862) Componentes Ext Taxa Parte vegetal n %
de los especímenes vege- 10 S/V
9 S/V
tales. En la cuadrícula C1 I
8 Prosopis spp. Endocarpo 1 100,00%
se registraron dos taxa: 7 Endocarpo 1 100,00%
Prosopis spp.
Prosopis spp. (n = 39) y 6 S/V
Schinus polygamus (n = 2), Prosopis spp. Endocarpo 17 89,50%
II 5
mientras que en D1 la Schinus polygamus Endocarpo 2 10,50%
Holoceno
Pleistoceno (componente 1)
Taxa Temprano (Componente 2) Medio (Componente 3) Tardío (Componente 4) Totales Densidad
C1 D1 A1 TOTAL C1 D1 A1 TOTAL C1 D1 A1 TOTAL C1 D1 A1 TOTAL
Atriplex lampa - - 1 1 - - - 0 - - - 0 - - - 0 1 0,33
Berberis grevilleana - - - 0 - - - 0 - - - 0 - 8 - 8 8 4,44
Chuquiraga erinacea - - - 0 - - - 0 - - - 0 - - 1 1 1 0,56
Chuquiraga oppositifolia - - - 0 - - - 0 - - - 0 - 2 - 2 2 1,11
Ephedra sp. - - - 0 - - - 0 - - - 0 1 - - 1 1 0,56
Equisetum spp. - 1 - 1 - 10 - 10 - - - 0 - 4 - 4 15 8,11
Eruca vesicaria - - - 0 - - - 0 - - - 0 - - 1 1 1 0,56
Lagenaria sp. - - - 0 - - - 0 - - - 0 - - 3 3 3 1,67
Larrea divaricata - 1 - 1 - 4 - 4 - - - 0 - 41 8 49 54 29,78
Larrea nitida - - - 0 - 2 - 2 - - - 0 - - - 0 2 1,11
Larrea sp. - - - 0 - - - 0 - - - 0 5 - - 5 5 2,78
Maihueniopsis darwinii - 6 - 6 - 2 - 2 - - - 0 513 511 10 1034 1042 577,56
Poaceae - - - 0 - - - 0 - - - 0 - 3 - 3 3 1,67
Prosopis spp. 2 26 9 37 39 800 135 974 2 17 - 19 29 87 130 246 1276 769,28
Retanilla patagonica - - 1 1 - - - 0 - - - 0 - - - 0 1 0,33
Schinus polygamus - - - 0 2 - - 2 - - - 0 11 - 16 27 29 16,11
Schinus sp. - - - 0 - 2 - 2 - - - 0 - 1 - 1 3 1,67
Senna ahylla - - - 0 - - - 0 1 1 - 2 - - - 0 2 8,33
Xanthium aff. cavanillesii - - - 0 - - - 0 - - - 0 - 2 - 2 2 1,11
Xanthium aff. spinosum - - - 0 - - - 0 - - - 0 - 2 - 2 2 1,11
Xanthium sp. - - - 0 - - - 0 - - - 0 1 - - 1 1 0,56
Zea mays - - - 0 - 1 - 1 - - - 0 - - - 0 1 0,56
Total 2 34 11 47 41 821 135 997 3 18 0 21 560 661 169 1390 2455 1429,28
Densidad 45 7,9 15,7 1436,7 225 553,9 1050 0 87,5 2035 281,7 772,2 358,9
taxones en este lapso, indica la presencia de plantas forma discontinua en el entorno de CH1. El registro
arbustivas típicas de monte (i.e., Prosopis) y plantas del componente 2 indica el consumo redundante
indicadoras de zonas húmedas (i.e., Equisetum), que de algarrobo (Prosopis spp.) con fecha taxón directa
fructifican en época estival, lo que sugiere el uso para una muestra de frutos del nivel 5 de la cua-
de laderas cerca de fuentes de agua y ambientes drícula A1 con una mediana calibrada de 10.633
húmedos, los cuales habrían estado presentes en años AP (Tabla 1).
Los componentes 2, 3 y 4 evidencian se-
ñales de procesamiento y depositación antró-
pica de estos restos, ya que los endocarpos
se encuentran fragmentados y con señales de
fricción (Figura 2). Esto sugiere que, al menos,
una parte de estas plantas fueron procesadas
antes de ser utilizadas. Además del uso alimen-
tario, los macrorrestos presentaron impregna-
ciones con pigmento colorante en Senna aphy-
lla (componente 3), Maihueniopsis y Equisetum
(componente 4). Los macrorrestos asignados a
Ephedra, Larrea y Xanthiun no presentaban
marcas de procesamiento.
Si bien los usos potenciales de las plantas
están limitados por factores biológicos, el com-
portamiento humano juega un papel importante
en la definición del uso de un recurso (Ford
1979). Las evidencias obtenidas en referencia
al procesamiento de Prosopis permiten mar-
Figura 3. Macrorresto de Zea mays var. Amylacea. car la existencia de diferentes estrategias en el
Arqueobotánica de Cueva Huenul 1 (Neuquén, Argentina): selección y procesamiento de...
Intersecciones en Antropología 20 (2), agosto-diciembre. 2019. ISSN-e 1850-373X | 219
Holoceno temprano (componente 2), comparado con en zonas cercanas a la región de estudio (Pérez y
el Holoceno tardío (componente 4). En el compo- Erra 2011; Lema et al. 2012), como así también en
nente 2 se observa que los restos de algarrobo son la vertiente occidental de la cordillera (Roa et al.
producto del consumo directo mediante mascado 2018). Se está preparando un informe que permi-
de vainas sin procesamiento previo bajo la forma de ta posicionarlo a nivel cronológico y morfológico
tostado o hervido. Por el contrario, en el componente (Llano en preparación).
4 del Holoceno tardío se observan marcas en las
El componente 3 del Holoceno medio no resulta
vainas compatibles con un consumo que implicó
comparable a los otros, ya que corresponde exclusi-
procesamiento como la molienda. Se señala que,
vamente a la estructura G, que es un pozo relleno
aunque en baja frecuencia, en el sitio CH1 y en la
de material vegetal teñido con pigmento rojo (fecha
localidad Huenul en general se registró la presencia
taxón para Senna aphylla con una mediana calibra-
de artefactos líticos de molienda.
da de 5517 años AP). Esta es la única evidencia
En cuanto a la estacionalidad de este tipo de registrada en estratigrafía para este período de tiem-
recurso, en general se establecieron en períodos de po escasamente representado a nivel arqueológico
producción de frutos y semillas, los cuales coinci- macrorregional (Neme y Gil 2009; Barberena et al.
dieron con el verano. Al analizar estas tendencias 2015). Esta estructura contiene también escasos es-
desde el rendimiento nutricional y la fenología ve- pecímenes de algarrobo. El registro en el Holoceno
getal, es esperable que en el pasado las poblaciones tardío reflejó una mayor densidad y riqueza espe-
hayan consumido mayor cantidad de algarrobo, ya cifica de especies recuperadas, con un total de 14
que no solo está ranqueado en primer lugar por su taxones identificados, entre los que es dominante
rendimiento calórico (Llano y Ugan 2010), sino que Maihueniopsis darwinii. Este conjunto arqueobotá-
tiene una amplia época de fructificación, disponibi- nico no solo es abundante, sino que también indica
lidad para el consumo y posibilidad de almacena- el procesamiento de la planta in situ con trazas de
miento. En el caso de Maihueniopsis, la época de pigmento rojo en ciertos casos.
fructificación está acotada a los meses de noviem-
La disminución en la densidad de algarrobo en
bre a enero (Roig 1998), que sería un indicador de
el Holoceno tardío comparado con el Holoceno
uso estival. En tanto que el uso tecnológico para
temprano refleja una conducta que tiene correla-
el acondicionamiento del lugar (Senna aphylla) es
to con los relevamientos actuales en torno al sitio
potencialmente anual.
(Sosa 2016) y con los estudios macrobotánicos y
La interpretación del consumo de especies que palinológicos realizados en paleomadrigueras de
ofrece el entorno se corresponde con los estudios roedores de la localidad Huenul (Llano et al. 2019)
de ecología isotópica regional para el extremo norte ya que se interpreta que, entre 12.000 y 8000 AP,
de la provincia del Neuquén (Gordón et al. 2017), el entorno ofrecía una mayor abundancia de al-
ya que todos los ecosistemas tendrían una señal garrobo. La disponibilidad hídrica también podría
dominante de base C3. Este dato se sustenta en la condicionar el patrón de distribución espacial de los
señal isotópica de plantas de esa vía fotosintética algarrobales (Villagra et al. 2004), que se localizan
registrada en el muestreo vegetacional en la loca- en sitios donde se disponga de agua freática anual.
lidad Huenul, así como en los valores de 13C/12C Actualmente se ha observado la amplia disponibili-
registrados para muestras de Lama guanicoe de CH1 dad de este taxón en el entorno del arroyo Buta Có,
(Barberena et al. 2018). ubicado a ca. 4 km de CH1, donde está situada la
localidad arqueológica Puesto Cuello-Cueva Yagui.
En base al pequeño conjunto de CH1 que es
asignado a esta instancia temprana del poblamiento Por último, este registro posiblemente evidencie
humano regional, se registra el consumo de alga- la recolección cuando los ocupantes del sitio reali-
rrobo y guanaco (Barberena et al. 2015), que son zaban movimientos con objetivos diversos. En este
respectivamente los taxones de más alto ranking sentido, por su disponibilidad dispersa en la región,
dentro de los recursos vegetales y animales en la una posibilidad es que la recolección de plantas
región (Llano 2015). El único ejemplar de Zea mays ocurriera en forma complementaria en el mar-
se recuperó en el nivel 4 asignado al componente 2. co de la realización de otras actividades (Binford
Se considera altamente probable su migración verti- 1979), tales como búsqueda de agua, que no está
cal, sobre la base de los registros disponibles para disponible en forma permanente en el entorno de
este taxón exclusivamente para el Holoceno tardío CH1, recursos líticos, o presas de caza como el
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guanaco. Los frutos y semillas de las plantas fueron El registro arqueobotánico ofrece un marco para
probablemente consumidos siempre que estuvieron situar los análisis de amplitud de dieta y pautas de
disponibles, lo que evidencia así la especificidad movilidad humana para la recolección y explotación
en las zonas de recolección, pero también que de recursos en diferentes épocas del año. Los resul-
tenían suficiente importancia para ser llevados al tados presentados reflejan la conducta de trasladar
sitio, donde se habrían realizado las actividades de estas plantas al sitio, posiblemente en forma comple-
procesamiento y, muy posiblemente, de consumo. mentaria al consumo, pero también puede ser que
su aprovisionamiento se haya realizado para cubrir
otras necesidades; es factible el ingreso accidental de
CONCLUSIÓN la planta recolectada y que la parte realmente usada
corresponda a otras, como las cactáceas pigmentadas
El registro arqueobotánico presenta variaciones o las maderas. Este punto es un tema pendiente en
en la densidad y riqueza específica de plantas en- la agenda de análisis botánico del sitio, puesto que
tre las cuadrículas analizadas. Los restos estudiados se recuperaron maderas con pirograbados similares a
sugieren una mayor intensidad de descarte de ve- los dibujos en el epicarpio de Lagenaria sp. (Llano y
getales en el componente 4, que representa entre Barberena 2013). Actualmente, la representación de
1500-300 años AP. El consumo y uso de plantas motivos en soportes de material leñoso está siendo
habría aumentado con el tiempo, representado por analizada como parte de un trabajo doctoral que
una gran riqueza del registro de semillas, especial- involucra el estudio sobre la comunicación visual
mente cuando se comparan las etapas iniciales de mediante múltiples tipos de imágenes presentes en
ocupación con las tardías. Sin embargo, cabe seña- el registro arqueológico del área y en diferentes tipos
lar que, dado el carácter breve de las ocupaciones de soporte (Romero Villanueva y Barberena 2017).
iniciales en CH1, la muestra puede ser muy poco La arqueobotánica permite generar una imagen más
representativa de la dieta humana. Sí se destaca el completa de las sociedades humanas que habitaron
registro de formas de procesamiento más intensivas el noroeste de Patagonia.
en el Holoceno tardío.
La abundancia de algarrobo sustenta su rol como
alimento, basado principalmente en la ingesta de Agradecimientos
proteínas y lípidos (Llano y Ugan 2010), lo que se
Las investigaciones son financiadas por CONICET
corresponde con la categorización de alimento su-
y AGENCIA (Proyectos PIP 0301, PICT 2014-0940,
plementario propuesto por Tanaka (1998). Las mar-
PICT 201-0062). Agradecemos a la Subsecretaría
cas de procesamiento en los macrorrestos indican
de Cultura de la Provincia del Neuquén, particu-
un consumo en fresco en momentos tempranos, que
larmente a Claudia Della Negra y Pablo Azar. A
puede ser caracterizado como “expeditivo”, mientras
las Dras. Verónica Lema y Nurit Oliszewski por
que, hacia los períodos tardíos, el registro muestra
el intercambio de ideas. Nuestro trabajo ha sido
un aprovechamiento más intensivo del recurso, en
posible gracias al apoyo de las comunidades de
asociación a una mayor inversión de trabajo, que
Barrancas y Buta Ranquil, por lo que agradecemos a
permite aumentar el rendimiento calórico.
Juvenal Urrutia, Paulina Valenzuela y Hugo Zalazar.
Se debe destacar que la presencia del cariop- Finalmente, agradecemos a los integrantes del pro-
se de maíz constituye hasta el momento el único yecto de investigación por todo su apoyo y a la Lic.
macrorresto del taxón en el noroeste de Patagonia, Mariana Martínez por el diseño de las imágenes.
si bien se cuenta con antecedentes de esta especie
representada por microrrestos (Pérez y Erra 2011;
Lema et al. 2012). El marco regional de evidencias
REFERENCIAS CITADAS
no sugiere la producción local de esta especie do-
méstica, sino el ingreso a la región y al sitio bajo Azar, P.
mecanismos indirectos tales como el intercambio 2008 Utilización de vegetales en las sociedades
(Gil 2006). En este sentido, esta evidencia puede indígenas norpatagónicas (Neuquén y Río Negro).
ser agrupada con los especímenes de Lagenaria sp. Contribución para una base de datos. En Rastros:
recuperados en CH1, algunos de los cuales presen- Arqueología e Historia de la cuenca del río Limay,
tan evidencias de decoración mediante la técnica compilado por M. Fernández. Serie monográfica,
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