Biología, Geología y CA. 1º Bto. IES Villegas. Nájera.

TEMA 6: DEFORMACIONES DE LAS ROCAS

Tectónica
La tectónica es la parte de la geología que estudia las deformaciones que
experimentan las rocas cuando se ven sometidas a esfuerzos tectónicos.
Dependiendo de cuál sea la dirección de los movimientos, los esfuerzos
tectónicos pueden ser de compresión, distensión y de cizalla.
a) Esfuerzos distensivos. Son aquellos que se producen a gran escala,
cuando hay un movimiento divergente de placas. Estos esfuerzos actúan sobre las
rocas en la misma dirección, pero en sentido contrario, produciendo su alargamiento
o estiramiento.
b) Esfuerzos compresivos. Son los que operan cuando hay un movimiento
de aproximación de placas. En este caso, actúan en la misma dirección y sentido
contrario, ahora convergente. Provocan el acortamiento de las rocas.
c) Esfuerzos de cizalla. Ocurren cuando los esfuerzos no tienen ni la
dirección ni el sentido coincidente. Son típicos del deslizamiento lateral de dos placas
litosféricas. Causan el desplazamiento de bloques rocosos en las direcciones de las
fuerzas.

Deformación de las rocas.

La deformación de las rocas terrestres se produce de la misma forma que en
cualquier tipo de material de la naturaleza sometido a esfuerzos.

Hay tres tipos de respuesta a los esfuerzos:

a) Deformación elástica. Al principio cualquier cuerpo sometido a un
esfuerzo presenta un comportamiento elástico, es decir, es capaz de recuperar la
forma inicial una vez que la fuerza deja de actuar. De la misma forma, las rocas
recuperan su forma original al volver a la situación de estabilidad tras el esfuerzo. Se
necesitan esfuerzos tectónicos intensos.

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b) Deformación plástica. Cuando el esfuerzo sigue actuando, llega un

momento en que se supera el límite de resistencia elástico y la roca entra en el
llamado campo plástico, caracterizado por la deformación permanente de la roca
incluso después de haber cesado la actuación de la fuerza. Superado ese límite el
esfuerzo necesario para conseguir mayor deformación es, comparativamente, menor.
De hecho se consiguen grandes deformaciones con incrementos pequeños en la
intensidad de los esfuerzos.
Cuando una roca presenta deformaciones en las que no se alcanza nunca el
límite de rotura, se dice que presenta una deformación continua o que está
plegada. A las estructuras individuales de este tipo presentes en las rocas se las
llama pliegues.
c) Deformación discontinua. Una vez que la roca se encuentra en el campo
elástico, soporta los esfuerzos durante un tiempo, pero, superado un límite, pasa al
campo de rotura (límite de resistencia plástico). La roca se fractura, perdiendo la
continuidad geométrica, en lo que se conoce como deformación discontinua.
Los tipos de estructuras que se producen en este caso, son de dos tipos: las
fallas y las diaclasas.

Factores que controlan la deformación

Aunque sin un esfuerzo dirigido no hay deformación, hay otros factores que
influyen en la misma, bien favoreciéndola o dificultándola.
a) La composición de la roca. De ella dependen sus propiedades. Un
granito es una roca muy rígida, mientras que el yeso es muy plástico. En iguales
condiciones la primera se fractura y la segunda se pliega.
b) Las condiciones térmicas y de presión. La temperatura y la presión a
la que se encuentran las rocas sometidas a un esfuerzo deformante influyen sobre
su respuesta mecánica. Así, las rocas más superficiales (más frías) responden a los
esfuerzos rompiéndose, mientras que las situadas a mayor profundidad presentan
una plasticidad mayor y son más susceptibles de plegarse.
c) La presencia de fluidos en la roca. Los fluidos contenidos en las rocas
modifican las propiedades físicas de estas y por tanto las respuestas a las fuerzas
que actúan sobre ellas. Una roca húmeda se pliega, mientras que la misma, seca, se
fractura. Es el caso de las arcillas, plásticas cuando están húmedas, y
extraordinariamente frágiles en seco.
d) El tiempo de actuación. La duración de los esfuerzos es muy importante.
Los cortos e intensos provocan la rotura de la roca, independientemente de los otros
factores, mientras que los prolongados suelen dar lugar a grandes deformaciones,
aún con intensidades bajas.

Los pliegues
Los pliegues son una deformación plástica de las rocas, generalmente
sedimentarias, en la que elementos de carácter horizontal, como los estratos1

1
Los estratos son las capas, generalmente horizontales, en las que aparecen
dispuestas las rocas sedimentarias y algunas metamórficas. Cada uno está limitado
por dos superficies o planos de estratificación, el inferior llamado muro y el superior,
denominado techo. Una de las características de los estratos es su espesor o
potencia (grosor) que se mide perpendicularmente a las superficies de
estratificación. Una potencia alta puede ser consecuencia, tanto de un largo periodo
de sedimentación, como corto, si el aporte de sedimentos ha sido muy abundante. A
la inversa, poca potencia en un estrato puede ser debida a un largo ciclo de
sedimentación con escasos aportes o corto.

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quedan curvados formando ondulaciones alargadas y de direcciones más o menos

paralelas entre sí. Los pliegues se originan por esfuerzos de compresión sobre
las rocas que no llegan a romperlas.

Elementos de un pliegue
En cualquier pliegue se pueden establecer unos elementos geométricos que
sirven para definirlo en el espacio. Son los llamados elementos del pliegue:
a) Charnela. Zona de máxima curvatura de cada estrato del pliegue. En los
puntos de charnela, los estratos cambian de buzamiento.
La línea de charnela es aquella que une los puntos de mayor curvatura de
una superficie del pliegue.
b) Plano axial. Plano que contiene todas las líneas de charnela y divide al
pliegue en dos partes iguales.
c) Núcleo. Parte más comprimida y más interna del pliegue.
d) Flancos. Cada una de las zonas o partes del pliegue que quedan a ambos
lados del plano axial.

e) Buzamiento. Es el ángulo que forman las superficies de cada flanco con la

horizontal (siempre se toma el ángulo menor de 90º).

Tipos de pliegues
Los pliegues se pueden clasificar atendiendo a varias características. Por la
disposición de los estratos según su edad, se habla de:

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a) Anticlinales. Son pliegues con los estratos más antiguos2 en el núcleo. El

pliegue es convexo hacia arriba siempre que no se haya invertido su posición por
causas tectónicas.
En un mapa geológico o en superficie, estos pliegues se reconocen porque los
estratos más antiguos están flanqueados por los más modernos.
b) Sinclinales. Son pliegues con los estratos más modernos en el núcleo. El
pliegue es cóncavo hacia arriba siempre que no se haya invertido su posición por
causas tectónicas. En el valle del Najerilla se pueden observar tres de ellos: el
hercínico del Najerilla que afecta a las rocas paleozoicas y los alpinos de Villavelayo
y de Brieva que afectan a las rocas mesozoicas.
En un mapa geológico o en superficie, estos pliegues se reconocen porque los
estratos más modernos están flanqueados por los más antiguos.

Sinclinal de Villavelayo, en el río Portilla, un pliegue alpino en el corazón de La

Demanda

2
Para saber qué estrato es más antiguo y cuál más moderno se aplica el principio
de superposición (enunciado por Steno en 1669). En una sucesión de estratos que
no han sido sometidos a deformaciones posteriores, cualquiera de ellos es posterior
en su formación al que tiene debajo y anterior al que tiene encima. Dicho de otra
forma, los estratos se superponen unos sobre otros de forma que los que están
encima son más modernos que los que quedan debajo.
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Pliegues tumbados del cerro Peñalba, Matute-Tobía, en las calizas mesozoicas. Este
cerro es parte del bloque elevado del cabalgamiento de Cameros

Las flexuras o pliegues monoclinales son un tipo de pliegues que

presentan un solo flanco, de tal forma que los estratos horizontales pasan a
presentar un determinado buzamiento y de nuevo a disponerse horizontalmente.
Tienen su origen en un cabalgamiento en profundidad que rompe el zócalo y
deforma los estratos superiores (cobertera) hasta la superficie, aunque sin llegar a
romperlos3. Puedes observar una en Nájera y otra en Baños de Río Tobía.

3
La Cuenca del Ebro, como el resto de cuencas terciarias ibéricas, está limitada en
uno o más de sus márgenes por cabalgamientos que se mantuvieron activos
mientras duró la orogenia alpina. En la tectónica de la Cordillera Ibérica la parte
rígida de la corteza (el zócalo) formado por los materiales paleozoicos y las
areniscas y conglomerados del Buntsandstein, se fracturó. Los materiales más
blandos y plásticos del Keuper (arcillas y yesos) actuaron como nivel de despegue,
permitiendo que las rocas jurásicas y cretácicas se plegaran y formaran mantos de
corrimiento. Los materiales calcáreos del Triásico medio, en ocasiones quedaron
formando parte del zócalo y en otras se despegaron y se plegaron de forma
independiente.
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Flexura de Nájera a la altura del viaducto de la autovía sobre el río Najerilla y

esquema explicativo

Fallas y diaclasas
La deformación discontinua de las rocas produce fracturas, que pueden ser de
dos tipos: diaclasas, si los bloques resultantes de la fractura no se desplazan y
fallas, cuando existe desplazamiento entre los bloques fracturados. Las primeras
son fracturas de pequeño tamaño no así las segundas que pueden tener km de
longitud.

Diaclasas
Las diaclasas son fracturas de las rocas sin desplazamiento de los bloques (los
fragmentos permanecen en la misma posición que antes de la fractura), generadas
por diferentes mecanismos distensivos que producen tensiones en la roca y
ocasionan su fracturación. Estos mecanismos son:

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a) Desecación. Forma diaclasas debido a la disminución de volumen que

experimenta una roca hidratada al someterse a una fuerte insolación. Se originan
tensiones encaminadas a reducir el volumen de la roca y, así, dos zonas próximas
con tensiones en sentido contrario, fracturan la roca. Un ejemplo significativo es el
de las grietas de retracción o desecación4 de las arcillas que se forman cuando
se secan por una larga exposición al sol. Estas presentan un aspecto escamoso en
planos paralelos a la superficie y con formas poligonales que se proyectan en
profundidad.

b) Enfriamiento. La reducción de volumen que conlleva todo enfriamiento

(por ejemplo el de la lava) provoca tensiones en el interior de la roca que acaba por
fracturarla. Este diaclasado es típico de las lavas (basaltos) y forma prismas
poligonales que se proyectan en profundidad. Se llama disyunción columnar.

4
Estas grietas se emplean como criterio de polaridad para ordenar
cronológicamente los estratos. Aparecen en los planos de estratificación (los que
separan dos estratos) con los picos de las Vs apuntando al muro del estrato del que
forman parte.
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Calzada de los gigantes, un ejemplo de disyunción columnar en basaltos

c) Descompresión. Cuando una masa rocosa se aproxima a la superficie,

generalmente por erosión de la cobertera que la recubría, disminuye la presión
litostática y se produce la expansión volumétrica de la roca en dos sentidos: uno
paralelo a la superficie , y otro en sentido vertical ortogonal al anterior. El resultado
es la fracturación de la roca (diaclasado) a favor de estos planos. Este proceso es
frecuente en los granitos y facilita su posterior meteorización por hidrólisis.

Berrocal. Los bloques de granito se redondean por hidrólisis cuando el agua penetra
por las diaclasas

d) Efecto cuña. El agua que se congela entre las grietas de las rocas
(gelifracción) o el engrosamiento de las raíces de las plantas generan esfuerzos
distensivos que van fracturando las rocas. Este efecto es también un tipo de
meteorización física.

Efecto cuña de las raíces, Brieva de Cameros

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Fallas
Las fallas son deformaciones discontinuas de las rocas en las que hay un
desplazamiento de los bloques generados por la fractura. Como en los pliegues, en
las fallas se pueden definir una serie de elementos.
a) Plano de falla. Plano o superficie a lo largo de la cual se desplazan los
bloques que se separan en la falla. Este plano puede tener cualquier orientación
(vertical, horizontal, o inclinado).
b) Buzamiento. Es el ángulo que forma el plano de falla con la horizontal.
c) Bloques o labios de falla. Son cada uno de los dos bloques de roca
separados por el plano de falla. En las fallas directas o inversas hay un movimiento
relativo de los labios que permite establecer un labio levantado y otro hundido.
d) Salto de falla. Es el desplazamiento (en metros) que tiene lugar entre los
bloques desplazados.

Tipos de fallas

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Según el desplazamiento relativo de los bloques implicados, las fallas se

clasifican en:
a) Falla normal, directa o de gravedad. Son aquellas fracturas en las que
el bloque hundido descansa sobre el plano de falla. Se producen por esfuerzos de
distensión y su resultado es un alargamiento del bloque original. En estas fallas,
los estratos más modernos están sobre los más antiguos. Son típicas de
escenarios de rifting o fractura continental.

Detalle de una falla normal en el cañón del río Leza

b) Falla inversa. Se producen por esfuerzos de compresión. El bloque

elevado es el que descansa o se sitúa sobre el bloque hundido. En estas fallas los
estratos más antiguos están sobre los más modernos. Se generan en la
formación de orógenos.

Detalle del cabalgamiento de Cameros en Matute

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Cuando el plano de falla presenta un buzamiento inferior a unos 30º, con

tendencia hacia la horizontalidad, y es de dimensiones regionales, recibe el nombre
de cabalgamiento, como el cabalgamiento de Cameros que vimos en la
excursión por el valle del Najerilla.
Como el bloque elevado o cabalgante se desplaza muchos km (materiales
alóctonos o alóctono) puede acabar sobre unidades rocosas sin ninguna afinidad
con el mismo, formadas en ambientes geológicos diferentes (autóctono). Cuando
los materiales del labio elevado son erosionados, afloran las rocas o estratos del
bloque hundido, dando lugar a las denominadas ventanas tectónicas. A veces, los
materiales superiores quedan aislados sobre los inferiores por efecto de la erosión
del bloque elevado, formando una isla tectónica, isleo o klippe. En La Rioja tienes
un ejemplo muy fácil de observar en los isleos de Panzares, en la carretera a
Soria, asociados al cabalgamiento de Cameros.

c) Falla en dirección o de desgarre. Son aquellas en las que el

desplazamiento de los bloques es horizontal y paralelo a la dirección de la falla. Se
originan por esfuerzos de cizalla.

Asociaciones de fallas
Las fallas no suelen presentarse aisladas, sino asociadas en conjuntos que
forman estructuras particulares más complejas con repercusiones en el relieve
terrestre.
La distensión en un contexto de rifting limitado da lugar a un sistema de
fallas normales que origina zonas deprimidas llamadas fosas tectónicas (graben)
en las que se acumulan grandes espesores de sedimentos, y resaltes del terreno
denominados horst.

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Sinclinal de Brieva de Cameros en las calizas mesozoicas

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