Rev Med Valdecilla - Trastorno Conducta Alimentaria
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REVISTA MÉDICA
VALDECILLA
Prevalencia, incidencia y factores de riesgo de
los trastornos de la conducta alimentaria en la
Comunidad de Cantabria.
González-Gómez J1,4, Madrazo I1, Gil-Camarero E3, Carral-Fernández L1,4, Benito-González P1,
Calcedo-Giraldo G1, Gómez del Barrio A1,2.
1. Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander.
2. Centro Investigación Biomédica en Red Salud Mental (CIBERSAM). Madrid.
3. Servicio de Pediatría. Servicio Cántabro de Salud. Santander.
4. Instituto de Investigación Sanitaria (IDIVAL). Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander.
Abstract:
Eating disorders manifest as a disturbance of the mental health associated with an irregular
pattern in food intake, with a detriment in physic and psychological health as consequence. In
the latest years, these pathologies have aroused growing interest in the society because of the
increasing incidence and the subtype affected population, young women mostly. On the other
hand, from the medical point of view eating disorders are considered disturbances that imply a
significant physic and psychosocial morbidity, and whose clinical complications lead to a high
chronicity rate. The etiology of these diseases is not clear, and is considered as multifactorial.
The detection of risk markers has allowed the development of early identification and treatment
programs, improving therapeutic outcomes and personal and healthcare costs.
This article reviews the studies carried out among the world, specifically in the Spanish autono-
mous community of Cantabria. The aim is to know the actually hidden incidence and prevalen-
ce of these disorders and the risk factors that are implied in their development
Correspondencia: jagonzalez@humv.es
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González J, Madrazo I, Gil-Camarero E, Carral-Fernández L, Benito-González P, Calcedo-Giraldo G, Gómez A.
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16 REV MED VALDECILLA. 2017:2(1). Prevalencia, incidencia y factores de riesgo en los TCA en Cantabria
Incidencia y Prevalencia de los TCA en España 6,4-11,8) presentaban elevado riesgo para desarro-
llar un TCA, siendo superior en mujeres, 10,1% (IC
En España comenzaron a publicarse estudios epi- 6,7-14,9), que en varones que fue del 7,5% (IC 4,7-
demiológicos sobre TCA a mediados de los 90 y 11,7). La prevalencia por sexos de padecer un TCA
no se dispone de trabajos realizados en población fue 0,5% (IC 0,1-2,7) en mujeres y de 0 % para los
española general, Sin embargo existen trabajos en varones. Es importante señalar que la prevalencia
diferentes Comunidades Autónomas, entre los que de sobrepeso y obesidad fue del 39,8% (18,1 % so-
destacan los llevados a cabo en la Comunidad Va- brepeso y 21,8% obesidad) 19.
lenciana, Madrid, Navarra o Cataluña. Las cifras
reportadas no difieren de las encontradas en otras Se conocen con exactitud los casos atendidos en
regiones del mundo occidental. Estimando la pre- la única Unidad Especializada en Trastornos de la
valencia de TCA en torno al 4,1%-6,4%. Aceptando Conducta Alimentaria de Cantabria (UTCA) y que
un porcentaje de 0,5-1% para la anorexia nerviosa recibe entre 110 y 140 casos incidentes anuales,
(AN), de 1-3% para la bulimia nerviosa (BN) y de 3% siendo un 87% de ellos mujeres. A estos pacientes
para la los trastornos no especificados (TCANE), se- debemos de sumar los casos atendidos en las uni-
gún diversos protocolos nacionales 15. dades de psiquiatría infanto-juvenil o en los circuitos
privados. A la vista de estos datos y a la espera de
Los índices de prevalencia también oscilan según la realizarse estudios poblacionales específicos en la
edad estudiada, encontrando prevalencias para la AN Comunidad de Cantabria podemos considerar que
que oscilan entre el 0,2% y el 0,8% de la población las cifras de incidencia y prevalencia son similares
general y entre el 1% y el 2% en las adolescentes 16. a otras Comunidades de España y del resto de los
Los datos sobre varones no son desdeñables, se países de nuestro entorno.
calcula una prevalencia de 0,1% para la anorexia
nerviosa, del 0,1-0,36% para la bulimia nerviosa y Etiopatogenia de los TCA
del 0,54%-0,77% para los trastornos de la conducta
alimentaria no especificados, con una prevalencia La revisión de la bibliografía es concordante al con-
total de 0,6-0,90 17. siderar que los TCA tienen un origen multifactorial y
multicausal 20. Sin embargo, no resulta sencillo es-
A pesar de la cuantía de estas cifras las últimas revi- tablecer relaciones causales y tampoco disponemos
siones tanto nacionales como internacionales consi- de marcadores biológicos específicos que predigan
deran que la prevalencia se ha estabilizado sin llegar el desarrollo de estas enfermedades. Por el momen-
a alcanzar las proporciones epidémicas esperadas 2. to solo es posible hablar de características, expe-
riencias o eventos que cuando acontecen e interac-
Incidencia y Prevalencia de los TCA en Cantabria cionan entre sí incrementan la probabilidad (riesgo)
de desarrollar un trastorno alimentario. Estos facto-
En la comunidad de Cantabria tan solo dos trabajos res pueden considerarse como predisponentes, pre-
han estimado la prevalencia de los TCA, pero ningu- cipitantes o mantenedores en función del momento
no de ellos fue diseñado específicamente para este y la forma en la que actúan, pero resulta aun más
fin. En 2003 se publicó un estudio realizado para de- interesante clasificarlos en función de su etiología 21
tectar los signos de alerta de los TCA y de otros tras- como se resume en la tabla 1.
tornos mentales en adolescentes de Cantabria 18. Se
trata de un estudio transversal descriptivo mediante 1. Factores individuales
encuesta representativa de la población escolarizada En este grupo se incluyen las características propias
entre 12 y 16 años que incluye a 2.178 adolescen- del sujeto que pueden a su vez clasificarse en fac-
tes de ambos sexos. Se identifica que un 22,9 % de tores biológicos, psicológicos o conductuales. Estos
los adolescentes encuestados refería mal concepto factores no son por sí solos causantes de la enfer-
acerca de su imagen corporal y el 6% había realizado medad y prueba de ello es que la población sana
tres o más dietas en el último año. El 4,2% de ellos que no desarrolla un TCA puede tener alguna o va-
cumplen ambos criterios de alerta. No obstante las rias de estas características. Además, en el proceso
características del estudio, no son suficientes para de la enfermedad pueden aparecer solas o actuar
conocer la prevalencia de estos trastornos. sinérgicamente con otras variables ambientales y/o
Por otro lado entre el año 2007 y 2010 se llevó a familiares.
cabo un proyecto multicéntrico de investigación para a. Factores individuales de tipo biológico
la prevención de los TCA y del sobrepeso en dis-
tintas ciudades del norte de España en estudiantes Entre los factores individuales de tipo biológico
de secundaria 15. En el área de Santander se iden- que implican mayor vulnerabilidad a la hora de
tificó que un 8,8% de los sujetos encuestados (IC desarrollar un TCA los más aceptados son el gé-
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nero femenino 22 y la edad de comienzo en torno chas ocasiones tienen un inicio previo al desa-
a la adolescencia o juventud 1,23. Además se ha rrollo del TCA 28.
identificado asociación con la presencia de obe-
sidad premórbida y un desarrollo puberal precoz, Paralelamente se identifican otros factores rela-
circunstancias que se asocian a aumento de in- cionados con la percepción del individuo como
satisfacción de la imagen corporal y mayor pre- son: la insatisfacción, la distorsión de la imagen
sencia de conductas alimentarias de riesgo 22. corporal, la baja autoestima o el retraimiento so-
cial. Además, a estas características personales
Distintos estudios en familiares y gemelos esti- se les añaden algunos rasgos de personalidad
man que la genética puede explicar entre un 60 y o carácter tales como la baja autodirección o el
un 80% de la vulnerabilidad en estos trastornos, perfeccionismo 20 29.
el resto correspondería a experiencias biográ-
A estos factores se añade la mayor vulnerabili-
ficas 24. A pesar de estas evidencias todavía se
dad neuropsicológica detectada en parte de es-
conoce relativamente poco acerca de los genes
tos pacientes, en especial en los que padecen
concretos implicados, siendo minoritarios los es-
AN. Se caracterizan por mayor propensión a la
tudios de asociación de genoma completo que
rigidez cognitiva, con marcada tendencia a foca-
tratan de encontrar polimorfismos asociados al
lizar en los detalles y dificultades en la integra-
desarrollo de los TCA. Hasta ahora los princi-
ción global y la atención 30.
pales genes estudiados son los codificadores
de las proteínas implicadas en la regulación del c. Factores individuales de tipo conductual
hambre, la composición del cuerpo y las rutas
de los sistemas de neurotransmisión, sobre todo Determinadas conductas llevadas a cabo por el
el serotoninérgico (uno de los responsables de sujeto aumentan el riesgo de desarrollar un TCA,
regular el apetito y la saciedad), el sistema do- entre ellas encontramos prácticas habituales en
paminérgico o el factor neurotrófico derivado del la población general como las denominadas con-
cerebro (BDNF) 25,26. ductas alimentarias de riesgo (dietas restrictivas
o ayunos), el consumo de laxantes o diuréticos,
Un discreto número de estudios ha revelado o la práctica de deportes que impliquen alto ren-
que la presencia de complicaciones obstétricas dimiento o vinculados con la exposición del cuer-
o perinatales se relaciona con un mayor riesgo po 31.
de padecimiento de un TCA. Este hallazgo no es
exclusivo de estas patologías y se ha descrito en El riesgo de desarrollar BN o trastorno por atra-
otros trastornos psiquiátricos y el mecanismo por cón también se ha relacionado con el consumo
el cual se produce esta vulnerabilidad no está previo de sustancias tóxicas como el alcohol o
esclarecido. Algunos autores lo vinculan a pro- determinadas drogas de abuso como anfetami-
blemas en el neurodesarrollo, postulando la po- nas y cocaína, y con determinadas conductas
sible hipoxia en el feto, la existencia de un daño impulsivas como las autolesiones o el juego pa-
tológico 32,33.
cerebral temprano, el déficit nutricional durante
el embarazo o durante el periodo posnatal. Las La ocurrencia de acontecimientos vitales es-
circunstancias descritas en los estudios incluyen tresantes también se han identificado con más
mayor prevalencia de prolapso de cordón, ruptu- frecuencia en las personas que sufren TCA 20.
ra prematura de membranas, el parto de nalgas Muchos de estos estresores están relacionados
o cesara complicada. Sin embargo, otros aconte- entre sí y tienen por tanto un efecto acumulativo
cimientos como el bajo peso en el nacimiento, la siendo difícil identificarles. Entre los más descri-
edad de los progenitores o la lactancia materna tos en los TCA se encuentran: el abuso sexual o
no han sido confirmados 27. físico en la infancia, los antecedentes de crisis vi-
tal, las mudanzas, el fallecimiento de seres que-
b. Factores individuales de tipo psicológico
ridos, la separación de los padres o problemas
Los factores psicológicos han sido considerados en el ámbito social 34.
tradicionalmente parte fundamental de la etiopa- 2. Factores ambientales y socioculturales
togenia de los TCA. Existe suficiente evidencia
que señala la presencia de síntomas que son El entorno sociocultural condiciona en gran medida la
considerados como comórbidos pero que pue- aparición de estas patologías que han sido descritas
den encontrarse en origen de estas patologías tradicionalmente en mujeres caucásicas occidenta-
como son: trastornos afectivos, trastornos de la les, con predominio en clase social media alta y en
personalidad, trastornos obsesivo-compulsivos o las aéreas urbanas. Sin embargo las revisiones más
trastorno de control de impulsos, ya que en mu- recientes encuentran que afecta a personas de diver-
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18 REV MED VALDECILLA. 2017:2(1). Prevalencia, incidencia y factores de riesgo en los TCA en Cantabria
sas localizaciones y nivel socioeconómico 35. A pesar vos y sintomatología obsesivo-compulsiva (especial-
de estos datos no podemos obviar que la cultura oc- mente en las madres), dieta y/o conducta alimentaria
cidentalizada constituye un marco de vulnerabilidad atípica en la familia, preocupación por el peso y la
para el desarrollo de los trastornos de la conducta imagen por parte de los padres, obesidad, hábitos
alimentaria, donde la prevalencia de estos trastornos alimentarios poco regulares durante la infancia, acti-
sigue siendo mayor. En este contexto, nuestra socie- vidades que valoran excesivamente la delgadez y/o
dad, y la presión ejercida por los medios de comuni- el peso. En conjunto la familia podría intervenir en la
cación imponen unos cánones y estereotipos de be- aparición de los TCA a través, tanto de su funciona-
lleza que se perciben ligados al éxito social 36. miento interno, como de la forma de comunicación
entre los miembros o de la transmisión de conductas
3. Factores familiares
de riesgo para estos trastornos 37,38.
El contexto familiar juega un papel esencial no solo
en el desarrollo, también en el mantenimiento de los Situación actual e implicaciones en la Comunidad
trastornos de la conducta alimentaria. Entre los fac- de Cantabria
tores de riesgo identificados encontramos modelos
familiares sobreprotectores, rígidos y exigentes, o El Servicio Cántabro de Salud cuenta desde hace
conflictivos y poco cohesionados, familias deses- más de 20 años con una Unidad específica para la
tructuradas, antecedentes familiares de TCA o bien atención de los Trastornos de la Conducta Alimen-
de otras patologías mentales como trastornos afecti- taria (UTCA), se encuentra ubicada en el Hospital
Sexo femenino.
Edad.
Obesidad previa.
Pubertad precoz.
Biológicos Enfermedades o problemas físicos o del desarrollo.
Herencia.
Alteraciones genéticas.
Cambios anátomo-fisiológicos en SNC.
Factores obstétricos y perinatales.
I- Factores individuales Psicopatología previa.
Factores psicológicos.
Psicológicos
Rasgos de personalidad.
Vulnerabilidad neurobiológica.
Historia de dietismo.
Nivel educativo.
Nutrición en la infancia.
Conductuales
Actividad física.
Consumo de sustancias.
Acontecimientos vitales estresantes.
Influencia de la sociedad.
II- Factores ambientales y socioculturales Interacciones sociales anómalas.
Presión social percibida.
Nivel socioeconómico familiar.
Estructura familiar y funcionamiento.
Psicopatología previa.
III- Factores familiares Sobrepeso materno.
Hábitos alimentarios y deportivos.
Estereotipos negativos.
Estilos de crianza.
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Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV). Este miento una vez que la enfermedad se ha estableci-
dispositivo ofrece tratamiento multidisciplinar, con do. Por lo tanto, conocer los factores que aumentan
distinta intensidad y recursos en función de las ca- el riesgo de padecer estos trastornos nos permite
racterísticas individuales de los pacientes. prevenir o al menos intervenir de forma precoz en
las fases tempranas, lo que implica mejorar el pro-
En este contexto desde el año 2010 existe un pro- nóstico de la enfermedad.
grama de primeros episodios, denominado DETEC-
TA (DEtección TEmprana en Cantabria de los Tras-
tornos Alimentarios).El programa cuenta con varios Bibliografía
niveles de trabajo. En su parte asistencial incluye un 1. Fairburn CG, Harrison PJ. Eating disorders. Lancet.
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entrevista motivacional, terapia cognitivo-conductual 2. Ruiz-Lazaro PM, Comet MP, Calvo AI, et al. [Prevalence of
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De forma complementaria se realizan tareas de in-
3. Organización Mundial de la Salud. Décima revisión de la
vestigación que se dividen a su vez en distintos ob- clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos
jetivos como son el estudio de la neurocognición, de mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y
los factores pronósticos o factores de riesgo asocia- pautas para el diagnóstico. Madrid: Méditor; 1992.
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años de trabajo reproducen lo encontrado en la li- 5. Hudson JI, Hiripi E, Pope HG, et al. The prevalence and
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a circunstancias biológicas, psicológicas, conductua- 6. Monteleone P, Di Genio M, Monteleone AM, et al. Investigation
les o familiares se asocian como factores predispo- of factors associated to crossover from anorexia nervosa
nentes o precipitantes al desarrollo de un TCA 39. restricting type (ANR) and anorexia nervosa binge-purging
type (ANBP) to bulimia nervosa and comparison of bulimia
Conocer estos factores de riesgo y las característi- nervosa patients with or without previous ANR or ANBP.
Compr Psychiatry. 2011;52(1):56-62.
cas concretas de los pacientes de nuestra Comuni-
7. Javaras KN, Laird NM, Reichborn-Kjennerud T, et al.
dad Autónoma ha permitido realizar cambios en el
Familiality and heritability of binge eating disorder: results of
funcionamiento de la Unidad (UTCA), adecuando los a case-control family study and a twin study. Int J Eat Disord.
tratamientos y creando programas específicos a ni- 2008;41(2):174-179.
vel clínico y de prevención 40. Además, con la pues- 8. Hsu LKG. Epidemiology of the eating disorders. Psychiatr
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programa, se ha logrado una derivación más precoz 9. Ruiz-Lazaro PM. [Epidemiology of eating behavior disorders
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y oportuna, así como reducir el tiempo de demora
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