Ver Sentencia (Causa #3824)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 74

‰75!D*!

%DqvŠ

Sentencia N°:

Folio:

Campana, 31 de agosto de 2018.

AUTOS y VISTOS:

Para dictar sentencia, en la presente causa Nº

causa Nº 3824 (I.P.P. 18-00-762-11)caratulada: "MAREGA

DANIEL HORACIO S/ INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE

FUNCIONARIO PUBLICO, que tramita por ante este Juzgado

en lo Correccional Nro. 2 del Departamento Judicial

Zárate - Campana a mi cargo, Secretaría a cargo de los

Dres. Gimena Demarco y Adolfo Ricardo Bengochea, respecto

de Daniel Horacio MAREGA, titular del D.N.I. N°

17.480.583, nacido el 6/2/1966 en la localidad bonaerense

de Baradero, hijo de Joaquín Fausto (f) y de Dominga

Mori (v), domiciliado en calle 25 de mayo N° 569 de

Campana, abogado, cumpliendo funciones en el Archivo del

Ministerio Público Fiscal; Prontuario Policial

N°1.349.031 de la Sección A.P. del Ministerio de

Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, de la que,


‰75!D*!%DqvŠ

RESULTA:

La Investigación Penal Preparatoria culmina con la

requisitoria de elevación a juicio, en la que el

responsable del Ministerio Público Fiscal atribuye a

Daniel Horacio Marega la comisión de los delitos de

falsedad ideológica reiterada en 27 oportunidades en

concurso ideal con incumplimiento de los deberes de

funcionario público, todos en concurso real entre sí

(arts. 54, 55, 293 y 248 del Código Penal).

Luego a fs. 624/625 vta. se resolvió acerca de la

prueba ofrecida por las partes para utilizar en el debate

(arts. 338 y 366 del C.P.P.).

Y CONSIDERANDO:

Celebrada la audiencia de debate oral y pública, las

actuaciones se encuentran en estado de dictar veredicto.

Corresponde entonces tratar las cuestiones previstas

por el artículo 371 del C.P.P., de conformidad con lo

establecido en los arts. 373 y 210 del mismo cuerpo

legal.
‰75!D*!%DqvŠ

PRIMERA Y SEGUNDA CUESTION: EXISTENCIA DE LOS HECHOS EN

SU EXTERIORIZACIÓN MATERIAL Y PARTICIPACION DEL IMPUTADO

EN LOS MISMOS (art. 371 incs. 1 y 2 del C.P.P.).

I.- El Sr. Representante del Ministerio Público Fiscal

ha dado por acreditado, en base a las pruebas

incorporadas por lectura y a cuanto se ventilara en el

debate, los siguientes hechos "...que durante los años

2010 y 2011, en distintas y reiteradas oportunidades, el

instructor judicial Daniel Horacio Marega, que cumplía

funciones en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio

N° 2 Departamental Zárate Campana, sita en B. Sarmiento

n° 414 de la ciudad de Campana, insertó declaraciones

falsas en investigaciones penales preparatorias , en las

que colaboraba con los Fiscales a cargo de las mismas;

así, Marega, efectuó informes por escrito a los Fiscales

manifestando haber notificado telefónicamente las

resoluciones de archivo y/o desestimación de las

actuaciones a la víctima, notificándose la misma de

conformidad y haciéndole saber la posibilidad de

solicitar la revisión de la resolución antes mencionada

ante la Fiscalía General, cuando en realidad, el

funcionario judicial, no había efectuado dicha

comunicación a la víctima ni ninguna otra, a fin de


‰75!D*!%DqvŠ

cumplimentar con la notificación dispuesta por el art 268

del Código de Procedimiento Penal.- Así, insertó esos

falsos informes en la I.P.P. N° 18-00-5676-10 con fecha

17 de enero del 2011, en I.P.P. 18-00-6263-10 con fecha 6

de enero del 2011, I.P.P. 18-00-6323-10 con fecha 13 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6360-10 con fecha 10 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6280-10 con fecha 19 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-5738-10 con fecha 6 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-3689-10 con fecha 26 de

octubre del 2010, I.P.P. N° 18-00-80-11 con fecha 12 de

enero de 2011, I.P.P. N° 18-00-138-11 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6451-09 con fecha 20 de

enero de 2011, I.P.P. N° 18-00-99-11 con fecha 12 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-140-11 con fecha 14 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-5980-10 con fecha 28 de

diciembre del 2010, I.P.P.N° 18-00-6208-10 con fecha 17

de enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6234-10 con fecha 17

de enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6258-10 con fecha 17

de enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-2458-10 con fecha 17

de enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-9-11 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-5699-10 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-5423-10 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-5590-10 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6236-10 con fecha 17 de


‰75!D*!%DqvŠ

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00- 5838-10 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00- 29-11 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-3411-10 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-3412-10 con fecha 17 de

enero del 2011, I.P.P. N° 18-00-6255-10 con fecha 17 de

enero del 2011. Con este accionar el Instructor Judicial

Marega, impidió a cada una de las víctimas conocer, en

debido tiempo y forma, la resolución Fiscal de archivo

y/o desestimación pertinente, contrariando lo dispuesto

por los arts 268 y 290 del CPP, perjudicando así el buen

servicio de justicia y las garantías procesales

aseguradas a la víctima por el art 83 del CPP para

procurar la revisión del archivo y/o la desestimación

ante la Fiscal de Cámara Departamental. Por esta conducta

se verificó una grave afectación a la ética, respeto,

integridad y honestidad que un funcionario judicial

encargado de hacer cumplir la ley debe observar" .

Puesto a decidir sobre estas cuestiones,

principiaré el análisis dando revista de aquellas piezas

procesales que fueron incorporadas por lectura a fs.

614/625 vta. por la entonces titular del Juzgado Dra.

Raquel Slotolow y cuanto se ventilara en la audiencia de

debate oral y público:


‰75!D*!%DqvŠ

Se han incorporado al debate por lectura las

siguientes constancias:

a) Informes de fs. 155 a 162 referido a la I.P.P.-

18-00-5838-10, ilustrando sobre comunicaciones

telefónicas en relación a la víctima Sebastián Nazareno

Tolosa. En igual sentido resultan los informes de: fs.

163/166 (I.P.P. 18-00-0029-11, denunciante Carlos Alberto

Gimenez); fs. 167/170 (I.P.P. 18-00-3411/10 - denunciante

Gustavo Gabriel Flores); fs. 171/174 I.P.P.18-003412-10-

Víctima: Marcone, Horacio Néstor); fs. 179/182 I.P.P.18-

00-6255-10, denunciante: Perea, Daniel y Empresa Alto

Paraná); fs. 184/188 (I.P.P. 18-00-3689-10, denunciante

Benitez, Nélida Cristina); fs. 189/193 (I.P.P. 18-00-

6451-09, denunciante Yslas, Osvaldo); fs. 194/197 (I.P.P.

18-00-6280-10 denunciante: La Rosa Raúl); fs. 206/210

(I.P.P. 18-00-6323-10 Candioti, Norma Beatriz -

denunciante); fs. 219 (I.P.P. 18-00-3411-10 denunciante

Flores, Gustavo Gabriel); fs. 271/275 (I.P.P. 18-00-

99/11, Malatesta, Carlos Cristian - denunciante).-

b) Informe del VAIC obrante a fs. 278/288,

ampliado a fs. 357/360.

c) Informes de las Compañías telefónicas Personal

(fs. 312/319, 340/341), Telecom (fs. 326/336), Nextel

(fs. 337/338), Teléfonica Argentina (fs. 351/356,


‰75!D*!%DqvŠ

364/365) y Movistar (fs. 367/379 vta.); de los que surgen

datos de titularidad y tráfico de llamadas de abonados

telefónicos de esas empresas.

d) Certificación actuarial de fs. 406/411, que da

cuenta de la inexistencia de llamadas telefónicas por

parte del imputado a las víctimas de las I.P.P. 5676/10,

6263/10, 5323/10, 6360/10, 6280/10, 5738/10, 3689/10,

80/11, 138/11, 6451/09, 99/11, 140/11, 5980/10, 6208/10,

6234/10, 6258/10, 2458/10, 9/11, 5699/10, 5423/10,

5590/10, 6236/10, 5838/10, 29/11, 3411/10, 3412/10 y

6255/10.

e) Constancia actuarial obrante a fs. 456/459,

ilustrando sobre llamados efectuados desde el Ministerio

Público Fiscal a las víctimas de las I.P.P. detalladas en

el apartado anterior; en relación a la interposición de

recurso de revisión contra las resoluciones de archivo.

f) Certificado médico de fs. 151, expedido por la

Dra. Laura Alvarez el 3/3/11 indicando reposo laboral por

el plazo de 30 días y hasta nueva evaluación, por

presentar Marega trastorno de ansiedad generalizado.

g) Asimismo, se ha incorporado el resultado de la

instrucción suplementaria autorizada a las partes,

consistente en:
‰75!D*!%DqvŠ

-las I.P.P. 18-00-2458/10, 18-00-3411/10, 18-00-

3412/10, 18-00-3689/10; 18-00-5423/10, 18-00-5590/10,

18-00-5699/10, 18-00-5738/10, 18-00-5838/10, 18-00-

5980/10, 18-00-6208/10, 18-00-6234/10, 18-00-6236/10,

18-00-6255/10, 18-00-6258/10, 18-00-6263/10, 18-00-

6280/10, 18-00-6323/10, 18-00-6360/10, 18-00-9/11,

18-00-29/11, 18-00-80/11, 18-00-99/11, 18-00-138/11 y

18-00-140/11; las que fueron remitidas por la fiscalía ad

effectum videndi et probandi.

-Pericia caligráfica de fs. 760/779, la que

concluye que las firmas estampadas en los informes

cuestionados son atribuibles al puño y letra de Daniel

Horacio Marega, con excepción de las I.P.P. 18-00-5676/10

Y 18-00-6451/09, que no fueron parte del material

peritado.

- Copias certificadas del Legajo personal de

Marega, que corre por cuerda a la presente como "Anexo

I", del que surgen licencias concedidas al nombrado

durante el año 2004; por encontrarse incapacitado para el

desempeño de sus tareas habituales.-

- Copias de Sumarios Administrativos de Fiscalía

General, acollaradas como "Anexo II y III", que dan

cuenta de la formación del sumario identificado como

18/09, que concluye con la resolución dictada el


‰75!D*!%DqvŠ

11/6/2010 por la Sra. Fiscal General, Dra. Liliana Maero,

mediante la cual sanciona a Marega con un llamado de

atención por supuestas inasistencias injustificadas; y el

N° 10/12 relativo a la conducta de Marega aquí

investigada.

- Copias certificadas del otorgamiento de licencias

psiquiátricas a Marega por parte de la Dirección de

Sanidad de la Suprema Corte, y sus respectivas

constancias -que corren por cuerda como "Anexo IV"-, e

informe emitido por esa dependencia obrante a fs.

709/vta., donde se detallan sus fechas y duración.

- Certificado médico de fs. 648, expedido por el

psiquiatra, Dr. José Eduardo Márquez, quien refiere que

Marega lo consultó entre abril de 2011 y mediados de

2013, presentando una fuerte tendencia a la depresión,

con personalidad introvertida con serias dificultades

para expresar verbalmente y en forma adecuada su

emocionalidad, sin observarse maliciosidad en su

conducta. Agrega que el tema de la presión laboral fue

casi excluyente en sus consultas.

- Constancia de fs. 649/655, rubricada por la

Dra. Liliana Gutierrez -médica psiquiatra-, dando cuenta

de la atención a Marega entre el 17/5/2010 y el

21/7/2010, por un cuadro de ansiedad, angustia, elementos


‰75!D*!%DqvŠ

depresivos y trastornos del sueño que el consultante

relacionaba con situación estresante laboral; adjuntando

copias del registro de consultas.

- Informe pericial psiquiátrico obrante a fs.

736/739, elaborado por la Dra. María Laura Nuñez, en el

que concluye que Marega presenta un cuadro de estado

depresivo con síntomas de ansiedad, angustia y de

menosprecio exterior. Infiere además la experta que, al

momento de los hechos, se encontraba padeciendo la

enfermedad pero agravada por la exigencia laboral, la

multiplicidad de las funciones a la que era sometido, la

gravedad de la temática que se trataba en su quehacer

laboral y el retorno a sus tareas con anterioridad a lo

que su estado laboral pudiera requerir; tratándose como

es sabido de Instituciones más necesitadas de

cumplimiento laboral que del cuidado de la salud de cada

agente, con el agregado de la propia necesidad de

cumplimiento. Agrega que Marega comenzó con síntomas de

estrés laboral (cansancio, agotamiento, exigencia,

ansiedad) y concluyó con desgaste profesional

(agotamiento de la energía creativa, falta de ideales,

frustración, desgano, imposibilidad de arribar al

cumplimiento) terminando en la desrealización personal;


‰75!D*!%DqvŠ

todo lo que configura un cuadro compatible con lo que hoy

se llama "Síndrome Burnout".

En el marco del Juicio Oral tuvieron lugar los

siguientes testimonios:

1) Depuso Horacio Néstor MARCONE. Expresó no

recordar bien la fecha, pero que durante el año 2010 le

robaron una cubierta de su auto. A preguntas de la

Fiscalía, respondió no saber que ocurrió con esa causa,

que nunca lo llamaron ni recibió nota por escrito y

tampoco lo citaron. Refirió que, cuando radicó la

denuncia, aportó dirección y teléfono porque se lo

preguntaron.

Se le exhibió la constancia de la denuncia obrante en

la I.P.P. 18-00-3412-10 y afirmó que en la misma no

figura su número de teléfono. Agregó que el seguro le

pagó por el tema del robo.

A preguntas del Dr. Morell, contestó que no tenía

datos para aportar a la investigación a fin que esta

avanzara, que él sólo hizo la denuncia.

2) Osvaldo YSLAS prestó declaración juramentada,

indicando que en el año 2009 sufrió un accidente cuando

bajaba de un micro de la empresa Chevallier resultando

atropellado y debiendo ser trasladado al hospital, donde


‰75!D*!%DqvŠ

lo operaron. Recordó que una vez lo citaron a una

conciliación con el chofer, pero no sabe como terminó la

causa porque nunca lo notificaron.

A preguntas del Dr. Morell expresó que en dicha

audiencia dijo que contra el chofer no tenía nada porque

había sido solo un accidente y a preguntas del Dr.

Ferreirós, apuntó no recordar si en el 2011 se presentó

en la Fiscalía a declarar, creyendo haber ido por otra

cosa pero no por lo del accidente.

3) Osvaldo Alberto GIMENEZ, en su deposición, detalló

que en el año 2010 le robaron su moto marca Brava y, a

preguntas de la Fiscalía, dijo que "cree" haber hecho la

denuncia, y que la moto no estaba asegurada, explicando

que en realidad la moto la tenía un sobrino suyo.

El Sr. Fiscal le preguntó si efectivamente había

hecho la denuncia y el deponente dijo que cuando denunció

"puede" que haya aportado su número de teléfono Nextel

15587607. Sobre la causa del robo, precisó que no sabe

como terminó y que de la Fiscalía nunca lo llamaron.

A preguntas del Dr. Morell, señaló no tener noticias

de quién pudo robarle la moto, como tampoco su sobrino.


‰75!D*!%DqvŠ

4) Nélida Cristina BENITEZ, a preguntas del Dr.

Ferreirós sobre si en el año 2010 hizo alguna denuncia,

respondió que fue víctima de un intento de robo de una

moto, pero que no recuerda la fecha. Aclaró que fue

víctima de dos hechos delictivos: en una oportunidad

intentaron robarle la moto y, a los días, efectivamente

se la sustraen, aunque luego la encuentra.

Sobre la causa de la tentativa de robo, expuso no

tener idea de como terminó, que luego de la denuncia la

citaron "de calle Sarmiento" para un reconocimiento; pero

que nunca la notificaron de un archivo, tampoco la

citaron a declarar ni recibió algún llamado por parte de

la Fiscalía.

A preguntas del Dr. Morell, la deponente indicó que

no tenía datos que aportar sobre los autores del robo.

5) Norma Beatriz CANDIOTTI prestó declaración

testimonial, articulando haber sido víctima de un robo

de dinero y joyas en una oportunidad mientras baldeaba su

vereda, hecho que denunció, añadiendo que pudo ver al

autor del robo. A preguntas formuladas, detalló que al

hacer la denuncia le preguntaron su teléfono y que pudo

haber aportado el de su casa -438525- o el celular -

155188-. Manifestó que no sabía como terminó la causa o


‰75!D*!%DqvŠ

la resolución final de la misma. Dijo que de la Fiscalía

nunca se comunicaron para informarle que la causa se

había archivado, que le hubiese gustado que apareciera el

ladrón y que, si lo ve hoy, existe un setenta por ciento

de posibilidades de recordarlo.

El Sr. Fiscal aludió a la circunstancia de que, a

fs. 8 de la I.P.P. 18-00-6323-10, obra acta de

reconocimiento fotográfico. A preguntas del mismo sobre

si, de haber sabido que la causa se archivó, hubiese

pedido revisión o si le causaba agravio, la deponente

contestó: "ahora ya está, pero en el momento seguro que

si, ahora no. En el momento quedé con bronca y

seguramente hubiese hecho algo", aportando que un posible

testigo hubiese sido Rodrigo Mancuello, que era Prefecto.

En respuesta a preguntas del Dr. Morell, reveló que

por esa época sufrió aproximadamente tres robos en un

plazo de cinco a seis años y que en ninguno la

notificaron de cómo terminó.

6) El testigo Gustavo Gabriel FLORES expuso que en

el año 2010 tenía una camioneta Toyota Hilux SW 4 —la que

estaba asegurada—, de la que le robaron la rueda de

auxilio. Se le exhibió la denuncia obrante en la I.P.P.

18-00-3411-10, reconociendo su firma. Precisó que no

sabía cómo terminó la causa del robo, ignorando si se


‰75!D*!%DqvŠ

archivó, que no recordaba si recibió alguna notificación

del archivo o si lo llamaron por teléfono.

El deponente leyó su denuncia —a pedido del Dr.

Ferreirós— y confirmó que en la misma no figura su número

de teléfono.

A preguntas del Dr. Morell, Flores sostuvo que no

tenía indicios o datos para aportar sobre los autores del

robo, que si los hubiese tenido, los habría aportado.

7) Declaró María del Carmen TANCABELICH, quien

trabaja en el Centro Integrador Comunitario del Barrio

Lubo de Campana, la que apuntó que, desde que está allí,

ha denunciado muchos hechos delictivos, no recordando

fechas. Que cuando hace las denuncias le piden su

teléfono y aporta el propio -635445- o el del Centro

Integrador Comunitario. Precisó que de los eventos

denunciados sólo sabe de un cierre de causa, pero no

recuerda cuál, sí que en esa oportunidad le dejaron un

escrito, pero no recibió ninguna notificación por

teléfono, ni recordó que la hayan llamado de la Fiscalía.

A preguntas de la Defensa sobre si tenía elementos

necesarios para aportar a la Fiscalía, a fin de ubicar a

los autores del hecho, afirmó que no, porque nunca vio a

alguien.
‰75!D*!%DqvŠ

8) La testigo Norma Mabel GUTIERREZ narró que en el

año 2011 protagonizó un accidente de tránsito, mientras

iba en bicicleta, fue a la Comisaría a hacer la denuncia

y a retirar su bicicleta. Al tiempo, la citaron de la

Fiscalía para saber si quería seguir con el caso y dijo

que no, porque no sabía quien la había atropellado.

Dijo que no recordaba si al momento de radicar la

denuncia le preguntaron si instaba la acción penal, a lo

que el Dr. Ferreirós expuso que, a fs. 1 de la I.P.P. 18-

00-138- 11, la deponente no instó la acción penal.

Continuó su relato exponiendo que en Fiscalía le

preguntaron si quería seguir con la causa, o si la

cerraban, respondiendo que no quería seguirla y después

no la llamaron más. Finalmente, refirió no recordar si

cuando radicó la denuncia aportó su número de teléfono,

pero cuando el Dr. Ferreirós le preguntó si la línea

436826 le pertenecía, dijo que si.

9) Juan Manuel Tejera, en su declaración, reseñó que

en el año 2010 fue víctima de defraudación en relación a

un terreno en el Barrio San Jacinto, pero al año le

devolvieron el dinero. Que, en su momento, fue a la calle

Sarmiento a hacer la denuncia, habiendo concurrido una

sola vez, pero que no recuerda que después lo hayan

llamado y que no sabía si la causa se archivó.


‰75!D*!%DqvŠ

A pedido del Dr. Ferreirós, se le exhibieron las

constancias de fs. 230/231 de los autos principales,

manifestando el deponente que la firma es "parecida",

pero la desconoce.

Prosiguió exponiendo que el chico de la inmobiliaria

le devolvió el dinero en efectivo, reconociendo un

documento firmado el 24/12/2010 donde consta que recibió

un cheque.

A preguntas del Dr. Morell sobre si estaría conforme

si la causa se hubiese archivado, dijo que sí, porque ya

había recibido el dinero.

10) Victor Adolfo MIQUELESTORENA declaró que en el

año 2010 radicó una denuncia, no pudiendo recordar si en

Comisaría o Fiscalía, en relación a unos terrenos de su

padre en los que se querían instalar unas personas, pero

que el día de hoy no tiene ocupantes. Rememoró haber ido

otra vez a Fiscalía, cree que fue por algo relacionado

con esa denuncia, pero no supo como terminó la causa,

pensó que hacer la denuncia bastaba. Adunó que en la

denuncia está consignado su número de teléfono.

Ante la pregunta del Dr. Ferreirós sobre si se

comunicaron de Fiscalía para darle el resultado de la

causa, respondió que no y, respecto de qué expectativa

tenía con la misma, el deponente comentó que al realizar


‰75!D*!%DqvŠ

la denuncia sentía que estaba más cubierto, por si

alguien más quería ocupar los terrenos.

Finalizó su testimonio afirmando que no supo quiénes

eran los que ingresaron en ese momento, que nadie —ni

siquiera los vecinos— pudieron aportar datos y que él

mismo no tenía elementos para presentar en la causa.

11) Carlos Cristian MALATESTA, en su declaración,

explicó haber sido víctima de un robo en enero del año

2011, en el que le sustrajeron un automóvil, habiendo

cobrado el dinero correspondiente al seguro del mismo.

Que en su momento hizo la denuncia, pero no sabía

como terminó la causa. Recordó que en una oportunidad lo

llamaron de Fiscalía para hablar de la misma, pero no

pudo precisar quién efectuó el llamado. Agregó que no

supo nada más del robo, ni de los autores, y el auto no

apareció.

Respecto de si al radicar la denuncia aportó su

número de teléfono, contestó creer que sí, a lo que el

Sr. Fiscal le preguntó si el mismo terminaba en 7565,

respondiendo que cree que sí, que era de la empresa

Personal.

A su turno, el Sr. Defensor preguntó sobre si

después de la denuncia tuvo datos que aportar sobre los

autores, respondiendo el testigo que no.


‰75!D*!%DqvŠ

12) El testigo Antonio Rodolfo AGUADO, al momento de

deponer en la audiencia de debate, narró que en diciembre

del año 2010 protagonizó un accidente de tránsito y que,

aproximadamente al año de la denuncia, recibió un llamado

desde la Fiscalía —aclaró que su interlocutor era una voz

masculina—, en el que le dijeron que para archivar la

causa tenía que presentarse. Una vez allí, le preguntaron

si quería continuar con la misma y dijo que no, que él no

iba a hacer nada, entonces le informaron que la

archivarían, pero luego de ello no tuvo conocimiento de

resolución alguna.

13) Eduardo Raúl LARROSA prestó declaración

testimonial, relatando que en el año 2010 fue embestido

por un colectivo en la vía pública, como consecuencia,

sufrió fractura de clavícula; que no tuvo ningún

resarcimiento económico por las lesiones, solo cobró el

seguro por la destrucción total del vehículo y, si bien

durante tres meses no pudo trabajar, percibió su sueldo

ya que trabajaba en relación de dependencia. Resaltó que

un abogado conocido habría iniciado el reclamo civil por

las lesiones, pero nunca se presentó o lo llamaron por

esa causa.

Que tiempo después, lo llamaron de la Fiscalía para

hacerle saber que habían archivado la causa penal y le


‰75!D*!%DqvŠ

preguntaron si la quería reabrir, a lo que contestó que

la dejaran cerrada. Se le exhibió la constancia de fs. 13

de la I.P.P. 18-00-6280-10 y reconoció su firma.

Interrogado por el Sr. Fiscal sobre si le dijeron

que la causa fue desestimada, no archivada; el deponente

contestó que en Fiscalía le dijeron que fue cerrada, pero

no recordaba que lo hayan llamado por teléfono.

A preguntas de la Defensa, el testigo aclaró que fue

citado por escrito para que se presentara en Fiscalía,

allí le dijeron que el motivo era que el Fiscal había

cerrado la causa, y le preguntaron si la quería reabrir,

contestando que no porque el auto se lo habían pagado y

no le habían quedado secuelas físicas del accidente.

14) María Roxana PAZ expuso en la audiencia de

debate que en el año 2010 fue víctima de un robo, se

presentó personal policial y más tarde radicó la

denuncia, oportunidad en la que aportó el número de

teléfono de su casa y el celular.

El Dr. Ferreirós le preguntó como se resolvió la

causa y la deponente contestó "en nada", luego le

preguntó si sabía que se había archivado y la deponente

respondió "ni idea, calculo que si, nadie me volvió a

llamar", aclarando que, si fue archivada, se estaba

enterando en ese momento.


‰75!D*!%DqvŠ

El Fiscal le preguntó además si, de haber tomado

conocimiento del cierre de las actuaciones, hubiese hecho

alguna manifestación, a lo que contestó que no.

Por último, el Defensor la interrogó sobre si el 21

de enero la llamó un Fiscal, expresando que no la

llamaron.

15) Walter Omar DE PEON depuso en el debate que en el

año 2010 fue víctima de un robo, que sabía que la causa

terminó porque un día llamaron por teléfono a su esposa

para decirle que la misma se iba a archivar y si estaba

de acuerdo, habiendo ella referido que sí.

Aclaró que no tenía intenciones de que el expediente

siguiera abierto y que no tenía elementos para aportar a

la investigación.

16) La testigo Eloísa del Carmen FERNANDEZ refirió

que en el año 2010 fue víctima de un accidente de

tránsito, a raíz de lo cual sufrió fractura de peroné,

demandando uso de yeso por cuarenta y cinco días.

Expresó que no sabía cómo terminó la causa penal, que

nunca la citaron ni se comunicaron con ella, que cree que

al radicar la denuncia pertinente, aportó su número de

teléfono el cual termina en 682.


‰75!D*!%DqvŠ

El Dr. Morell Otamendi le preguntó si, de habérsele

notificado el archivo se hubiese quejado, contestando la

deponente que no.

17) Sebastián Nazareno TOLOZA declaró que fue

víctima de un hecho de abuso de armas en el año 2010, que

el problema fue con un policía, al que conocía pero del

que no sabe su nombre, y que por este hecho temió por su

vida. Aseveró que nunca lo citaron de Fiscalía ni sabe

como terminó la causa, que jamás lo notificaron de algo.

Aclaró que al radicar la denuncia aportó un número de

teléfono terminado en 672.

Interrogado por el Dr. Ferreirós respecto de, si

después del hecho le hubiesen comunicado que el

expediente se archivaba, hubiese estado de acuerdo;

contestó que no, que hubiese preferido que se hiciera

justicia.

El Dr. Morell inquirió qué entendía por “hacer

justicia”, contestando el deponente que el agresor fuese

preso porque le efectuó más de veinte disparos.

18) Marina Gabriela BUSSO, en su testimonio, relató

que en el año 2010 fue víctima de lesiones, cuando una

persona alcoholizada la atropelló, que sabe que la causa


‰75!D*!%DqvŠ

terminó archivada por falta de pruebas, porque la

llamaron por teléfono para notificarla.

Dijo que luego la volvieron a citar por cédula para

que se presentara en la Fiscalía, dónde le preguntaron

sobre si efectivamente la habían notificado del cierre de

la causa.

A preguntas del Sr. Agente Fiscal refirió que al

momento de radicar la denuncia aportó su número de

teléfono 421196.

19) En la audiencia de debate, el Dr. Humberto

BOTTINI declaró que en febrero del año 2011, mientras se

encontraba reemplazando a la Dra. Liliana Maero —quien

gozaba de una licencia— recibió actuaciones remitidas

por el Dr. Maraggi, que daban cuenta de hechos que podían

acarrear el inicio de una causa penal.

Apuntó que Daniel Marega era un buen instructor, con

buena predisposición. Recordó que, mientras el deponente

se desempeñaba como Fiscal General Adjunto, ocurrió un

hecho de robo del que resultó víctima el nombrado, quien

lo sintió como algo traumático y, a partir de allí, le

fueron concedidas varias licencias, reasignándole tareas

al regreso de las mismas. Que ello tenía que ver con el


‰75!D*!%DqvŠ

tipo de altas que se le otorgaban —por ejemplo que haga

tareas livianas—.

Narró que en ese momento los recursos eran poco

abundantes y esto generaba inconvenientes en la

reasignación, culminando la situación con en el traslado

de Marega a la U.F.I. del Dr. Maraggi.

Refirió que las actuaciones enviadas por el nombrado

Maraggi lo fueron a sus efectos, él, entonces, evaluó las

piezas y dispuso la formación de la Investigación Penal

Preparatoria, porque de las mismas se desprendía la

presunta comisión de un delito de acción pública.

En relación al trato entre Marega y sus pares,

señaló que había inconvenientes pero no por problemas

personales, sino que los mismos tenían que ver con las

licencias. Que la reasignación era complicada porque

Marega no era una persona a la que se le pudiera dar

cualquier tarea y esto generaba rispideces con el resto

de los empleados, pero tampoco puede confirmar algún

conflicto en particular ni si existió maltrato por parte

de sus Superiores.

20) La Sra. Fiscal General, Dra. Liliana Alicia

MAERO, en su declaración testimonial, contó que el Dr.

Marega ingresó al Ministerio Público Fiscal luego del año

1998, que en sus comienzos trabajó como Instructor


‰75!D*!%DqvŠ

Judicial del Dr. José Luis Castaño y que su desempeño fue

bueno.

Que luego de haber trabajado en Escobar y Zárate,

fue asignado a la UFI N° 2 hasta que se produjo el

incidente por el que se está en juicio, momento en que

pasó a Mesa General de Entradas. Coincidió que, en esa

época, el Archivo Departamental dejó de realizar

fotocopias para la Fiscalía ni recibía las causas

archivadas, llevando a la formación de un Archivo del

Ministerio Público, en el que Marega comenzó a prestar

servicios. Luego de un tiempo, se lo eximió de trabajar

en Mesa de Entradas, porque el caudal de trabajo era

mucho y eso le impedía realizar las dos funciones.

Ilustró que en el Archivo realizaba tareas propias,

ayudaba a ubicar las I.P.P., además de cumplir las

solicitudes que le pudiera hacer la Jefa.

A preguntas del Dr. Morell Otamendi, dijo que

recordaba un incidente en el que Marega fue víctima de un

robo, el que ocurrió cuando iba a guardar el auto oficial

—un vehículo Peugeot 504— y fue abordado por

delincuentes, quienes lo llevaron por la Ruta N° 6 hasta

la altura de Los Cardales y, en un momento en que el

vehículo cae en una zanja, Marega escapa.


‰75!D*!%DqvŠ

Respecto de las licencias que se le concedieron a

Marega, declaró que las mismas eran prolongadas: algunas

quincenales, otras mensuales; agregando que también tuvo

sanciones disciplinarias por ausencias injustificadas,

las que se dieron cuando la Junta Médica le había

otorgado el alta y Marega no se presentaba porque su

médico particular le extendía un nuevo certificado, pero

la Junta sostenía que estaba en condiciones de volver.

Esas ausencias injustificadas motivaron un llamado de

atención.

En relación al mecanismo de notificaciones, expuso

la Dra. Maero que hubo una bajada de línea desde la

Procuración y luego de Fiscalía General a las UFIs, de

que había que molestar lo menos posible a la víctimas. En

consecuencia, una posibilidad era que las notificaciones

fueran telefónicas.

Respecto de los archivos, explicó que éstos quedan a

criterio de los Fiscales. Que en varias oportunidades la

deponente seleccionó, al azar, causas archivadas, para

saber cómo se había procedido, pero es imposible hacerlo

siempre, que generalmente ese control apuntaba a causas

más graves.

Preguntada por el Dr. Morell si se tuvo que revisar,

a instancia de parte, alguna de las veintisiete I.P.P.


‰75!D*!%DqvŠ

que guardan relación con el hecho aquí en trato, refirió

no recordarlo.

Contó, además, que luego de una licencia

compensatoria tomó conocimiento de la denuncia y la

fueron a ver los Fiscales con los que trabajaba Marega,

quien ahí pasó a trabajar en la Mesa General de Entradas.

En relación al comportamiento de Marega, apuntó que

en una oportunidad se formaron actuaciones

administrativas, a raíz de una denuncia que hizo un

particular porque el Dr. Marega no le quiso recibir una

denuncia, argumentando estar ocupado. Por otra parte,

los Fiscales de Zárate se quejaron porque no cumplía las

directivas que se le daban y que, a veces, no estaba a la

altura de otros Instructores, llegaba tarde y se dormía

en el lugar de trabajo; siendo luego trasladado a

Campana. Agregó que sabe que en varias oportunidades los

Fiscales hablaron con él para ver si lograban un cambio.

A preguntas de si Marega era destinatario de malos

tratos, la declarante dijo que de su parte no, pero que

de un Superior no recuerda. Que no asevera que no haya

sucedido, sólo que no se acuerda.

Respecto de su proceder ante las quejas de los

Fiscales, manifestó que antes de tomar una decisión trata


‰75!D*!%DqvŠ

de evitar un cambio, pero no recuerda si específicamente

habló con Marega.

21) Declaró el ex Agente Fiscal Dr. Juan José

Santiago MARAGGI contando que, en una oportunidad en la

Mesa de Entradas de Fiscalía, una persona manifestó su

enojo porque le habían archivado la causa, a lo que la

empleada que lo había atendido le hizo saber que ya se

encontraba notificado telefónicamente de ese decisorio,

pero él decía que no era así. A raíz de ello, el

deponente dispuso que se tomaran causas en forma

aleatoria y se certificara si, efectivamente, se había

cumplido con el trámite de notificación.

Indicó conocer a Marega desde el año 1999 o 2000,

aproximadamente y recordó que luego de una licencia

psiquiátrica del mismo, la Dra. Maero le dijo que a

partir de ese momento tenía que realizar tareas pasivas

para la UFI 2. El deponente reveló que no estaba de

acuerdo con esta decisión, pero que fue una orden de

Maero y, en cumplimiento de la misma, le asignó todas las

causas con autores ignorados.

Continuando con su relato, explicó que en algunas de

las actuaciones en que figuraba la constancia de

notificación rubricada por Marega, ni siquiera estaban

los teléfonos de las víctimas. Que cree que, incluso, se


‰75!D*!%DqvŠ

pidieron registros de llamadas a las empresas de

telefonía y habrían dado resultado negativo.

Formuló que, a raíz de toda esta cuestión, fue a ver

al Dr. Bottini —aclarando que para él estos hechos no

constituían delito, sino que eran solo un tema

administrativo—. Opinó que, para él, Marega nunca tuvo

vocación de Instructor, pero cumplía con su trabajo.

El Dr. Maraggi contó que tuvo un problema personal

con Marega por algo que le había pedido. Que además, en

una oportunidad y siendo Marega Instructor, fue víctima

de un robo. Se explayó el deponente relatando que, cuando

Marega estaba guardando el auto oficial de Fiscalía, fue

asaltado por unas personas que lo apuntaron y se lo

llevaron —cree que el propio Marega le referenció que

incluso le dispararon— luego de lo cual se tiró del auto.

Apunta el deponente que, después de ese episodio, tiene

una licencia psiquiátrica y la Fiscal General comenzó a

presionar para que le dieran el alta y volviera a

trabajar.

Expresó el declarante que, para él, Marega es

inimputable, que lo que hizo no lo hizo consciente, que

hubo presión de la Fiscal General para que volviera a

trabajar, cuando cree que no estaba en condiciones.

Agregó que lo que hizo no fue por desgano, cree que ni


‰75!D*!%DqvŠ

siquiera sabía lo que estaba imprimiendo. Aclaró que, en

sus comienzos, Marega trabajaba muy bien, pero después de

la licencia posterior al accidente ya no.

A preguntas del Sr. Agente Fiscal, contestó que

después de esa licencia no le tuvo confianza a Marega y

por eso le asignó las causas con autores ignorados. En

relación al procedimiento laboral, explicó que el Fiscal

daba la orden de archivar y luego Marega hacía el resto,

es decir, el proyecto más la notificación.

Respecto del trato que recibía Marega, expuso que el

Fiscal Pernici le tenía un cariño muy grande, el resto

eran más distantes, y los instructores y empleados no

tenían buen trato; porque les generaba un poco de bronca

el hecho de que tuvieran que hacer el trabajo de Marega.

Interrogado en relación a si Marega recibía malos

tratos, contestó que "ya es un maltrato el lugar en el

que lo habían puesto a trabajar", que para él Marega

tenía afectada su capacidad, era inimputable pero no

peligroso, no lo veía bien. Clarifica que cuando dice

"inimputable" se refiere a que, para él, no comprendió la

criminalidad de sus actos, no comprendió lo que hacía, lo

ve como algo más administrativo, no como un delito.

Narró que, como Fiscal, creyó necesario informar a

Bottini las irregularidades que había advertido. Éste


‰75!D*!%DqvŠ

estuvo mucho tiempo evaluando las actuaciones que él le

había llevado, solo lo quiso poner en conocimiento, no

fue su intención que se hiciera la denuncia, "me puso una

persona que no sirve, bueno ahí tenés lo que hace".

22) En la audiencia de debate también declaró el Dr.

Daniel Augusto MARABOTTI, exponiendo que en el año 2010

estuvo a cargo de la UFI N° 2 junto a los Dres. Irigoyen,

Quiroga y Maraggi. Que, en un momento, Marega trabajó con

ellos pero no puede especificar qué funciones

desempeñaba, no recordando si trabajó como instructor,

pero que sabía que en un momento fue designado por la

Dra. Maero a otras tareas. Recordó que realizó tareas de

archivo y que hubo un inconveniente allí, pero no lo

recuerda, sí sabe que fue una cuestión administrativa.

A preguntas del Dr. Ferreirós respecto a si había

recibido quejas de alguna víctima en relación a los

archivos de las causas, respondió no recordarlo.

Expresó, además, que en lo personal no tenía

inconvenientes con Marega, que no sabía si había recibido

maltrato de otros fiscales, pero tenía conocimiento por

comentarios que escuchó, que Marega no tenía buena

relación con la Fiscal General; que se había sentido

agredido por ella y que esto lo había afectado mucho.


‰75!D*!%DqvŠ

A preguntas del Dr. Morell Otamendi en relación a

las notificaciones de archivo, dice que sabe que algunas

se han concretado telefónicamente porque estaba

permitido.

23) La testigo Ana Cecilia HALECKA depuso que, como

Auxiliar 3°, trabajaba en la UFI N° 2 de Campana para los

Fiscales Camilo Quiroga y Alejandro Irigoyen. Que Conocía

a Marega pero no compartían espacio físico, ya ella

estaba en la Mesa de Entradas del segundo piso y Marega

trabajaba en el tercer piso. Respecto del mecanismo de

las notificaciones de resoluciones de archivo de las

I.P.P., dijo que a veces los Fiscales le pedían que

notificara a las víctimas y, si había algún número de

teléfono, lo hacían por este medio, de lo contrario por

escrito. Que las víctimas, en general, no tenían

objeciones a que se las notificara telefónicamente y, al

hacerlo, se les leía la parte resolutiva. Explicó que

generalmente eran los Instructores Judiciales quienes

realizaban los proyectos de resoluciones de archivo, y

notificaban a las víctimas y al Juzgado de Garantías.

Respecto del hecho que aquí se discute, narró que en

una oportunidad, una persona se acercó a la Mesa de

Entradas de Fiscalía para saber sobre su causa y cuando


‰75!D*!%DqvŠ

la declarante le informó que estaba archivada y que ya

había sido notificada de ese decisorio, la persona negó

haber recibido comunicación alguna, motivo por el cual la

deponente puso en conocimiento al Dr. Maraggi de dicha

circunstancia, quien se entrevistó con la persona.

Aclaró que fue la primera y única vez que vivió una

situación así, que luego de este episodio, los

Secretarios le dieron causas para llamar a las víctimas

y consultarles si efectivamente habían sido notificadas

de las resoluciones de archivo y, en su caso se les

hiciera saber lo dispuesto.

Preguntada por la actividad que desempeñaba Marega,

la testigo dijo que archivaba las causas de los cuatro

Fiscales que formaban parte de la UFI N° 2, que a él le

asignaban las causas de autores ignorados para realizar

el proyecto de archivo y notificar las resoluciones. Que

esta función se la dieron una vez reincorporado de una

licencia, que en la práctica quien archivaba las causas

las notificaba y, si había mucho cúmulo de trabajo, le

pedían a los empleados para que lo hicieran.

A preguntas sobre el trato que le era dispensado a

Marega, contestó que no sabía, porque no compartían el


‰75!D*!%DqvŠ

lugar de trabajo, tampoco si recibía maltrato de sus

superiores ni si tuvo problemas de conducta.

Interrogada por el Dr. Morell Otamendi, contó que en

la mayoría de los modelos de resolución de archivo está

la obligación de notificar a la víctima y al Juzgado de

Garantías, si esto no formaba parte de la resolución,

igualmente se lo hacían saber a la parte damnificada.

En relación a la impresión que le generaba Marega

manifestó que era una persona de aspecto tranquilo, de no

hablar mucho, que tenía trato con las demás personas.

24) Jimena ULLOA declaró que ingresó a Fiscalía en

el año 2008 y que trabajaba en el segundo piso, habiendo

tomado conocimiento de ciertas irregularidades en el área

de la UFI N°2, en relación a las notificaciones de los

archivos.

Explicó la testigo que, luego de una licencia,

Marega fue asignado a la UFI N° 2 y la entonces

Secretaria del Dr. Marabotti, Dra. Cossini, le solicitó a

la deponente que le pasara a Marega todas las causas que

tenía para archivar. Que cuando ella proyectaba esas

resoluciones, una vez firmadas también notificaba a las

víctimas y al Juez de Garantías; que si se podía lo hacía

telefónicamente, de lo contrario por oficio y también se

las ponía en conocimiento de que tenían la posibilidad de


‰75!D*!%DqvŠ

pedir la revisión, y que las constancias de notificación

las firmaban la deponente y la Secretaria dando fe.

Relató que, en un momento, recibió por parte de la

Dra. Cossini la orden de volver a llamar a algunas

víctimas que supuestamente ya habían sido notificadas por

Marega del archivo, para verificar dicha circunstancia, y

que la gente le manifestaba que no tenían conocimiento

del cierre de las causas, y se las volvía a notificar.

Algunos le preguntaban por qué no se los había notificado

antes. Que luego de las notificaciones correspondientes,

las causas se enviaban al Legajo de Archivo, tarea que

era controlada por la Dra. Cossini.

A preguntas en tal sentido, respondió que nunca

presenció alguna situación en la que Marega fuera

maltratado por alguno de sus jefes. Refirió que era una

persona introvertida, callada, pero que ella no tenía

trato constante con él.

25) La Perito Médica Psiquiatra, Dra. María Laura

NUÑEZ, a través del sistema de video conferencia, declaró

durante el debate que Marega presentaba síntomas de

depresión, que si bien no era una depresión como para

tener una licencia por enfermedad porque ésta no le

impedía trabajar, mantenía síntomas de haber sido exigido

más de lo normal.
‰75!D*!%DqvŠ

Expuso que Marega le había referido que en su

trabajo estaba sobrecargado, que realizaba tareas que le

correspondían a tres personas, y que eso lo llevó a tener

angustia. Asimismo, le había expuesto que en el año 2002

sufrió un episodio de intento de secuestro con motivo de

su trabajo —debió constituirse en un domicilio y, cuando

volvía, intentaron secuestrarlo y para defenderse se tiró

del vehículo— y en Fiscalía le reprocharon su accionar,

como que no le importó el auto, priorizó salvarse él;

hecho que lo marcó y lo afectó emocionalmente.

Apuntó que Marega tuvo licencias laborales en los

años 2004, 2009, 2010 y cuatro meses en el 2011; y

durante la última licencia volvió a trabajar antes de que

finalizara, porque así lo determinaron Sanidad y las

autoridades. Le refirió que al cúmulo de trabajo que

tenía se sumaba el tema del maltrato recibido, además del

extremo control que recibía: por ejemplo, si llegaba a

las 08:01 hs., le ponían ausente. Que, con posterioridad,

le dieron la tarea de extraer fotocopias, afectando su

autoestima elevada y lo sintió como un castigo; que desde

hace ocho años que tiene un sentimiento de aislamiento,

degradación por la tarea y trato recibidos.

La profesional describió que Marega padecía depresión

con anterioridad, pero cuando volvía a trabajar no


‰75!D*!%DqvŠ

continuaba con el tratamiento psiquiátrico, porque

implicaba estar medicado y la medicación lo adormecía.

A preguntas formuladas, expresó que Marega

comprendía la tarea, pero uno va cayendo en el maltrato

institucional en el que lo desvalorizan y lo van llevando

a que él no tuviera motivación personal.

Detalló que el estado de depresión, más la

persecución laboral, no permiten que recuperemos la

capacidad. Marega tiene una personalidad autoexigente,

es algo que lo caracteriza, y toda la situación vivida en

el ámbito laboral afectó su autoestima y, además, a no

poder emocional y anímicamente cumplir: no es que no

quiera hacerlo por rebeldía, sino que no puede. Que un

cuadro de depresión puede afectar los procesos cognitivos

como el poder de decisión, uno no puede resolver, pensar

o hacer, todo esto nos hace caer en un vacío donde uno no

sabe adónde va y qué hacer.

Interrogada por el Dr. Ferreirós sobre si la falta

de toma de decisiones podría tener vinculación con la

medicación, la experta contestó que es un terreno

hipotético, puede ser que si o que no. Que Marega ingería

Clonazepam, que es un ansiolítico, en menor cantidad de

lo indicado, para poder rendir más en su trabajo. No


‰75!D*!%DqvŠ

cree que haya sido la medicación, pero no sabe la

cantidad que él tomó.

Explicitó que Marega padece un cuadro compatible con

"Síndrome de Burnout", el que se da en gente que trabaja

en un lugar donde no está cómodo, que se siente

maltratada laboralmente, sumado a una tendencia de la

persona, que en el caso de Marega pudo haber sido que es

autoexigente. Esto implica que primero se quiere hacer

algo y no se puede, luego no se lo quiere hacer pero en

realidad es porque no da el cuerpo, es una sensación de

catástrofe personal que no permite cumplir con lo

necesario, no sólo en el trabajo, sino en el medio en que

nos manejamos. Tiene que ver con cómo nos tratan o cómo

nos sentimos que nos tratan. Todos tenemos una realidad

psíquica y nos manejamos por ella.

Aclaró la Perito que ella traduce lo que él le

refirió cuando lo atendió: que padecía maltrato y

exigencia, que no puede dar cuenta de otra cosa más que

lo que escuchó de Marega.

Ilustró que la depresión es personal, otro podría no

haberla tenido.

El Fiscal preguntó si estar bajo el "Síndrome de

Burnout" puede llevar a la persona a mantenerse en la

ocupación laboral y no renunciar, y la declarante


‰75!D*!%DqvŠ

contestó que cuando uno llega a ese síndrome, no puede

tomar decisiones. Que, además, una persona como Marega,

tan autoexigente, no se permitiría renunciar porque

sentiría que no estaría cumpliendo con su deber.

26) El Dr. José Eduardo MARQUEZ, médico psiquiatra,

ratificó durante el debate su informe labrado el

14/12/16. Explicó que atendió a Marega desde abril de

2011 hasta mediados de 2013 y que después del tratamiento

que duró aproximadamente 2 años, sólo tuvo alguna

entrevista aislada.

Que comenzó a atenderlo por un estado depresivo con

marcada apatía, al principio de la terapia se lo veía

desganado, desalineado, dormía mal, refería estar

estresado y sufrir problemas laborales. Al principio tuvo

una recuperación favorable, pero luego comenzó a cometer

algunas irregularidades con el plan farmacológico, en

incluso en una oportunidad le percibió cierto olor a

alcohol. Que Marega no le negó esta circunstancia, sino

por el contrario le dijo que a veces por las noches

recurría a eso porque estaba con dificultades para

dormir.

Por otro lado, expresó que ante la depresión,

tristeza que vislumbraba en Marega, sumado a la


‰75!D*!%DqvŠ

consternación que le refería por faltas disciplinarias

que le adjudicaron, le propuso que saliera de su trabajo,

pero él no quiso. Agregó que en el tratamiento hubo

desentendimiento con la Junta Médica porque, si bien

Marega había mejorado, aún no había recibido el alta,

pero sin embargo tuvo que volver a trabajar.

Dijo el profesional que en las entrevistas era

recurrente el tema laboral, incluso cuando hubo una

mejora, continuaba muy contrariado con el trabajo, vivía

como un castigo o arbitrariedad el hecho de que lo hayan

puesto a sacar fotocopias. No podía salir de la situación

de tristeza y fracaso. Sentía bronca contra sí mismo por

haber cometido irregularidades, que ni él entendía.

Cuando todo sucedió fue en un momento de mucha presión y

trabajo, trabajo que necesitaba sacarlo, y con ese fin

cometió errores.

Señaló el deponente que esto tiene explicación,

porque al estar con un estado depresivo, tiene una baja

anímica y en las funciones de memoria y, ante alguna

presión como puede ser laboral, puede pasar por un estado

transitorio de afectación de la capacidad adjudicativa y

puede cometer errores muy graves, incluso llegar al

suicidio. Se altera la capacidad de conducirse.


‰75!D*!%DqvŠ

A preguntas del Fiscal, contestó que Marega recibió

un alta entre comillas, porque en realidad se convino que

la medicación debía ir en disminución, se había resuelto

el tema del trabajo y se lo veía más o menos bien, por lo

tanto a su criterio no se justificaba que Marega

continuara con el mismo. "Entre comillas" porque fue un

poco liberarlo a él y que continúe con su vida normal.

A preguntas del Dr. Ferreirós de por qué creía que

en el trabajo le habían dado la tarea de sacar

fotocopias, el profesional respondió que entendía que se

debió a que Marega no se encontraba en condiciones de

realizar las funciones que le eran propias, pero este

cambio él lo sintió como desvalorizante.

Preguntó además el Fiscal si los errores cometidos

por Marega pudieron haber sido aislados o sistemáticos y

prolongados, y Marquez dijo que los mismos pueden ser

repetidos y prolongarse en el tiempo, y pueden ser de la

misma índole o en otro campo. Finalizó su deposición

refiriendo que el tema laboral fue algo muy fuerte, y

Marega no avizoraba otra posibilidad laboral que no fuera

el trabajo que hacía.

27) La médica psiquiatra Dra. Liliana Haydee

GUTIERREZ, al prestar declaración testimonial, dijo que

atendió a Marega desde mayo de 2010 hasta junio de ese


‰75!D*!%DqvŠ

mismo año. Que en esa oportunidad, le dio una licencia

por treinta días, que eso implicaba que lo había visto

mal e incluso le incrementó la medicación que ya venía

tomando. Que el diagnóstico fue trastorno adaptativo -

trastorno en un contexto laboral conflictivo sumado a un

cuadro de ansiedad y depresión-.

Que en una segunda entrevista que tuvo Marega, éste

le expresó que estaba trabajando y que continuaba con el

tratamiento farmacológico, pero después de ello no lo

volvió a ver. Refirió que entre una entrevista y otra

había pasado mucho tiempo, pero que no puede afirmar si

en esa segunda consulta Marega estaba en condiciones de

recibir el alta. La licencia terminaba el 31 de junio y

ella lo volvió a ver recién el 21 de julio.-

Ahora bien, tras esta enumeración de los testimonios

producidos a lo largo de las jornadas de debate y de

cuanto se incorporara al juicio por lectura, previo a dar

respuesta a estas cuestiones en los términos del art. 371

del Digesto Adjetivo, habré de realizar algunas breves

consideraciones acerca de los tipos penales que nos

ocupan. Ello no como tributo de un ánimo docente, sino

con el objeto de dar un marco legal y explicativo que

coadyuve a la comprensión de lo que será mi veredicto.


‰75!D*!%DqvŠ

El artículo 293 del Código Penal contempla la

denominada falsedad ideológica, tipificada como la acción

de insertar o hacer insertar en un instrumento público

declaraciones falsas, concernientes a un hecho que el

documento deba probar de modo que pueda resultar

perjuicio.

La acción típica, al distinguir entre "insertar" y

"hacer insertar", define que sólo puede insertar quien

tiene la investidura pública exigida para incorporar a un

documento la aserción de la que debe dar fe el mismo; por

lo que en el presente caso, no cabe duda que Daniel

Horacio Marega, en su carácter de Instructor Judicial,

efectivamente detentaba el cargo de Funcionario Público

al momento de labrar los informes cuestionados.

Sin entrar en el análisis de la clasificación de

documento público —toda vez que dichas constancias

resultaban parte integrante de Investigaciones Penales

Preparatorias—; en lo concerniente a la falsedad de las

declaraciones insertadas en dichos documentos, encuentro

que tal calidad se encuentra ampliamente acreditada con

las constancias que analizaré a continuación.

Margarita Elizabeth Velazquez Benitez, denunciante en

la IPP 18-00-6263-10, manifestó el 3/2/11 (fs. 13) no

haber sido notificada de resolución alguna, pese al


‰75!D*!%DqvŠ

informe obrante a fs. 12, en el que Marega da cuenta de

así haberlo hecho.

Norma Beatriz Candiotti, denunciante en la IPP 18-00-

6323-10, dijo el 3/2/11 (fs. 11) no haber sido notificada

de resolución alguna, pese al informe obrante a fs. 10,

en el que el imputado certifica así haberlo realizado.

Circunstancia corroborada por la nombrada en su

deposición en el juicio oral.

Osvaldo Alberto Gimenez, denunciante en la IPP 18-00-

6360-10, manifestó el 3/2/11 (fs. 15) no haber recibido

llamado alguno, no obstante el informe rubricado por

Marega a fs. 14, lo que confirmó en su testimonio en el

debate.

Eduardo Raúl Larrosa, denunciante en la IPP 18-00-

6280-10, expresó el 3/2/11 (fs. 27) que no lo notificaron

del archivo, no obstante el informe de Marega de fs. 26,

lo que ratificó en la audiencia de debate.

Constantino Mac Garry, denunciante en la IPP 18-00-

5738-10, refirió el 2/2/11 (fs. 17) no haber sido

notificado de resolución alguna, pese al informe obrante

a fs. 15, en el que Marega da cuenta de así haberlo

hecho.

Nélida Cristina Benitez, denunciante en la IPP 18-00-

3689-10, manifestó el 2/2/11 (fs. 12) no haber sido


‰75!D*!%DqvŠ

notificada de resolución alguna, pese al informe obrante

a fs. 11, en el que el imputado certifica así haberlo

realizado. Circunstancia corroborada por la nombrada en

su deposición en el juicio oral.

Mario Benjamín Bravo, denunciante en la IPP 18-00-80-

11, refirió el 3/2/11 (fs. 17) no haber sido notificado

de resolución alguna, no obstante el informe de fs. 16,

en el que el enjuiciado dejó constancia de así haberlo

hecho.

Norma Mabel Gutierrez, denunciante en la IPP 18-00-

6360-10, hizo saber el 3/2/11 (fs. 12) que no recibió

ningún llamado de Fiscalía, pese al informe de fs. 14, en

el que Marega da cuenta de lo contrario. En el debate

ratificó lo expuesto.

Osvaldo Yslas, denunciante en la IPP 18-00-6451-09,

prestó declaración testimonial en la audiencia de debate,

narrando que nunca recibió un llamado telefónico

notificándolo del archivo de la investigación mencionada.

Carlos Cristian Malatesta, denunciante en la IPP 18-

00-99-11, refirió el 2/2/11 (fs. 15) no haber sido

notificado de resolución alguna, no obstante el informe

de fs. 14, donde el enjuiciado dejó constancia de así

haberlo hecho. Al deponer en el debate, Malatesta

corroboró sus dichos.


‰75!D*!%DqvŠ

Juan Martín Sosa, denunciante en la IPP 18-00-140-11,

expresó el 2/2/11 (fs. 13) que nadie lo llamó por el

trámite de la causa, lo que se contradice con el informe

de fs. 12, en el que Marega dejó constancia de lo

contrario.

María del Carmen Tancabelich, denunciante en la IPP

18-00-5980-10, señaló el 2/2/11 (fs. 8) no haber sido

notificada de resolución alguna, pese al informe obrante

a fs. 7, en el que el imputado certifica así haberlo

realizado, circunstancia corroborada por la nombrada en

su deposición en el juicio oral.

Víctor Adolfo Miquelestorena, denunciante en la IPP

18-00-6234-10, hizo saber el 2/2/11 (fs. 12) que no

recibió ningún llamado de Fiscalía, no obstante el

informe de fs. 11, en el que Marega da cuenta de lo

contrario. En el debate ratificó lo expuesto.

José Luis Jorge, denunciante en la IPP 18-00-6258-10,

expresó el 2/2/11 (fs. 28) que nadie lo llamó por el

trámite de la causa, lo que se contradice con el informe

de fs. 27, en el que Marega dejó constancia de haberlo

hecho.

Leonardo Sebastián Montiel, denunciante en la IPP 18-

00-6258-10, sostuvo el 21/1/11 (fs. 15) que nadie se

comunicó con él por la causa, no obstante el informe de


‰75!D*!%DqvŠ

fs. 14, en el que Marega certificó haber mantenido

comunicación telefónica.

Eloísa del Carmen Fernández, denunciante en la IPP

18-00-5699-10, refirió el 21/1/11 (fs. 15) no haber sido

notificada de resolución alguna, pese al informe obrante

a fs. 14, en el que el imputado certifica así haberlo

realizado, circunstancia corroborada por la nombrada en

su deposición en el juicio oral.

Marisa Roxana Paz, denunciante en la IPP 18-00-5423-

10, hizo saber el 21/1/11 (fs. 11) que no recibió ningún

llamado de Fiscalía, no obstante el informe de fs. 10, en

el que Marega da cuenta de lo contrario. En el debate

ratificó lo expuesto.

Juan Manuel Tejera, denunciante en la IPP 18-00-5590-

10, refirió el 21/1/11 (fs. 14) no haber sido notificado

de resolución alguna, no obstante el informe de fs. 13,

donde el enjuiciado dejó constancia de así haberlo hecho.

Al deponer en el debate, Tejera corroboró sus dichos.

Antonio Rodolfo Aguado, denunciante en la IPP 18-00-

6236-10, manifestó el 2/2/11 (fs. 13) que no recibió

ningún llamado de la Fiscalía, pese al informe obrante a

fs. 12, en el que el imputado certifica así haberlo

realizado, circunstancia corroborada por el nombrado en

su deposición en el juicio oral.


‰75!D*!%DqvŠ

Sebastián Nazareno Toloza, denunciante en la IPP 18-

00-5838-10, hizo saber el 4/2/11 (fs. 14) no haber

recibido llamado alguno de la Fiscalía, no obstante el

informe de fs.13 en el que Marega da cuenta de lo

contrario. En el debate ratificó lo expuesto.

Carlos Alberto Gimenez, denunciante en la IPP 18-00-

29-11, no aportó teléfono al momento de radicar su

denuncia, circunstancia ratificada en el informe de fs.

18, pese a que el imputado, a fs. 17, refiere haberse

comunicado telefónicamente con Gimenez.

Gustavo Gabriel Flores, denunciante en la IPP 18-00-

3411-10, no aportó ningún número telefónico en dicha IPP,

tal como surge del informe de fs. 15. No obstante ello,

Marega, a fs. 14, labró un informe dando cuenta de una

comunicación telefónica con el nombrado. En la audiencia

de debate, manifestó no recordar si recibió algún llamado

en relación a la causa.

Horacio Néstor Marcone, denunciante en la IPP 18-00-

3412-10, no aportó su número de teléfono en la causa,

conforme surge de fs. 20, sin perjuicio de que el

encausado, a fs. 19, da cuenta de lo contrario. En el

debate manifestó no tener conocimiento del resultado del

expediente.
‰75!D*!%DqvŠ

Daniel Perea, denunciante en la IPP 18-00-6255-10, no

aportó teléfono al momento de radicar su denuncia,

circunstancia ratificada en el informe de fs. 22, pese a

que el imputado, a fs. 21, refiere haberse comunicado

telefónicamente con el nombrado.

Se aduna a todo ello lo que surge de los informes de

las distintas empresas telefónicas y del V.A.I.C.

confeccionado (fs.278/288, 313/319, 326/336, 337/338,

340/341, 351/353, 354/356, 357/360, 364/365 y 367/379);

constancias que acreditan la inexistencia de las llamadas

telefónicas plasmadas por el imputado Marega en sus

informes.

Completa el cuadro la pericia caligráfica de fs.

760/779, la que da por probado que las firmas estampadas

en los informes cuestionados pertenecen a Daniel Horacio

Marega.

Ahora bien, distinta suerte corren las IPP 18-00-

6208-10 y 18-00-2458-10 (iniciadas por denuncias de

Marina Gabriela Busso y Walter Omar De Peon,

respectivamente). En ambos casos, las víctimas

refirieron, en el marco de la audiencia de debate, haber

sido notificadas telefónicamente del archivo dispuesto en

sus expedientes, estando de acuerdo con tal resolución.

Tales manifestaciones, corroboran lo plasmado por Marega


‰75!D*!%DqvŠ

en los informes de fs. 16 y 12 de las referidas

investigaciones, no configurándose en estos dos casos la

falsedad requerida por el tipo penal en trato.

Por su parte, la IPP 18-00-5676-10, formada a partir

de la denuncia de Juan Orco Escobar. El nombrado no

depuso en el juicio oral, tampoco han sido incorporadas

por lectura al debate las constancias de aquella IPP y

que guardan relación con el hecho aquí investigado, ni ha

sido aportada ad effectum videndi et probandi esa

investigación. Todo ello deja en orfandad probatoria el

hecho imputado a Marega en relación a su comunicación

telefónica con Orco.

Así entonces, corresponde expedirme en forma negativa

respecto de esta primera cuestión, en relación a los tres

hechos relacionados con las investigaciones antes

mencionadas; circunstancia que me exime de tratar las

restantes cuestiones previstas en el art. 371 del C.P.P.,

en relación a estos eventos.

Sentado ello, cabe decir que el delito de falsedad

ideológica exige, además, la posibilidad de un perjuicio

como resultado, el que ha quedado debidamente constatado.

Sostuvo el Sr. Agente Fiscal en su alegato que, el

accionar de Marega derivó en un dispendio de los recursos


‰75!D*!%DqvŠ

del Ministerio Público Fiscal, al sustraer a empleados y

funcionarios de sus tareas habituales para abocarse al

trabajo de controlar lo realizado por el imputado, con el

corolario de la pérdida de confianza que sus Superiores

le tenían, afectando todo ello la correcta administración

de justicia.

Por otra parte, señaló el titular de la vindicta

pública que la conducta imputada afectó el derecho de

acceso a la Justicia de las víctimas, toda vez que el

acto concreto de notificarlas de la resolución de archivo

o desistimiento, implicaba abrir la vía para un eventual

recurso de revisión ante la Fiscal General, el que habría

podido modificar el sentido y cierre de las

investigaciones. En concreto, se refirió a los

testimonios que, en tal sentido, brindaron Candiotti y

Toloza.

Habré de coincidir entonces con el Sr. Fiscal,

teniendo por probado que el Dr. Marega, en su calidad de

instructor judicial del Ministerio Público Fiscal del

Depto. Judicial Zárate Campana, ha dejado constancias por

escrito -en al menos veinticuatro causas penales- de

haberse comunicado telefónicamente con víctimas o

denunciantes de delitos, para notificarlos del archivo de

los procesos, cuando en verdad no lo había realizado,


‰75!D*!%DqvŠ

insertando así declaraciones falsas en instrumentos

públicos -como lo son las Investigaciones Penales

Preparatorias- que han imposibilitado que estas últimas

ejerzan el derecho de revisión de la medida de archivo o

desestimación, facultad prevista en el art. 83 inc. 8vo.

del Código Procesal Penal.

La circunstancia de que algunas víctimas hayan

declarado en el juicio, varios años después de los

sucesos que conforman la materialidad infraccionaria, que

no tenían pruebas para aportar al esclarecimiento del

hecho, no altera el perjuicio ocasionado y que emerge de

la falsedad ideológica.

Las víctimas no tienen por qué saber acerca de los

medios de prueba que el Ministerio Público Fiscal puede

producir para que los hechos no queden impunes (como por

ejemplo, registrar la existencia de cámaras en la zona,

requerir la presencia de policía científica para

determinar la posible existencia de rastros, u ordenar

tareas de inteligencia para dar con los autores).

Pero además de ello, y como bien lo ha referenciado

el Dr. Ferreiros en su alegato final, el accionar de

Marega ha ocasionado un perjuicio a los recursos del

Ministerio Público Fiscal cuando debió afectarse a parte

de sus empleados a la tarea de controlar y realizar lo


‰75!D*!%DqvŠ

que el imputado no había hecho, sustrayéndolos de sus

habituales actividades y generando con ello un dispendio

de recursos que afecta necesariamente el cotidiano y

normal desenvolvimiento de la Fiscalía.

El esmerado Defensor Oficial ha traído a colación en

su alegato un precedente del suscripto (causa 4116, fallo

del 27 de abril de 2018) donde hago mención a que la

posibilidad de perjuicio, en tanto elemento del tipo de

los arts. 292 a 294 del Código Penal, debe ser concreta y

derivarse de la falsedad imputada.

Efectivamente, ratifico la postura allí esgrimida,

como asimismo la doctrina y jurisprudencia que la

fundamentan, mas entiendo que en este caso sometido a

juicio, y como ya lo mencionara en los párrafos

anteriores, media perjuicio real y concreto.

Ha cuestionado también el aguerrido Defensor la

comunicación telefónica como medio válido para notificar

a las víctimas del archivo fiscal, extremo que a su

entender acarrea la atipicidad del incumplimiento

achacado a Marega por tratarse de una directiva fiscal

inválida.

No comparto la postura del Dr. Morell Otamendi. Como

enseña el Dr. Julio Maier, se debe procurar interpretar

la ley por el mensaje que transmite como expresión


‰75!D*!%DqvŠ

cultural objetiva, actual, en aras de evitar fosilizar la

misma y tornarla obsoleta con el correr del tiempo.

Justamente el citado profesor brinda un ejemplo

esclarecedor: “(...) en una ley que prohibiera algún tipo

de comunicación o reproducción públicas, por ej., aquella

que consistiera en imágenes o textos obscenos, no

ingresarían los modernos medios de comunicación de masas

(radio, televisión, cinematografía, y

correspondientes medios de información, etc.), si se la

supone dictada en el siglo XVIII” (Maier, Julio, “Derecho

Procesal Penal, Fundamentos”, Tomo I, Editores del

Puerto, pág. 235). En ese tren de ideas, nada invalida a

la comunicación telefónica como medio para practicar

notificaciones. Por el contrario, puede resultar más

eficaz y rápido para cumplir con dicho acto procesal,

evitando la intermediación policial, ahorrando recursos y

generando un contacto directo con el interlocutor, quien

podría tener dudas o preguntas acerca del objeto de la

notificación que de esa forma serían evacuadas de

inmediato.

Así, entonces, entiendo que la materialidad y

autoría penal de Daniel Horacio Marega en orden al delito

de falsedad ideológica, se encuentra acreditada en

veinticuatro oportunidades; por entender que las tres


‰75!D*!%DqvŠ

investigaciones reseñadas en párrafos precedentes —de las

que resultan víctimas Orco, Busso y De Peon— quedan

excluidas de la imputación, por los motivos allí

expuestos.

Procederé ahora al tratamiento de la figura de

incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Por mi parte, he de decir que no concuerdo con esta

significación jurídica asignada por la Acusación a los

hechos traídos a juzgamiento.

A mi entender, en la plataforma fáctica que he

tenido por acreditada, se ha probado que el Dr. Marega

omitió actos de su oficio, propios de la función pública

que prestaba. En concreto, comunicarse con las víctimas y

notificarles la resolución de archivo dispuesta por los

Agentes Fiscales en cada caso; configurándose entonces

todos los elementos exigidos por el tipo penal de omisión

de los deberes de funcionario público (art. 249 del

C.P.).

Efectivamente, en la estructura típica del art. 249

del C.P., el verbo definitorio es "omitir", entendido en

el caso como un "no hacer" o un "desatender los deberes

propios del oficio del funcionario"; a diferencia del


‰75!D*!%DqvŠ

verbo típico contemplado en el art. 248 del C.P., que

requiere inobservar lo que la Constitución o la ley manda

hacer a un funcionario en una determinada cuestión, o no

ejecutar las leyes cuyo cumplimiento le incumbe.

En la línea trazada, Sebastián Soler sostuvo que la

diferencia entre ambos tipos penales radica en el hecho

de que mientras la forma omisiva del art. 248 alude al

incumplimiento de las disposiciones expresas de la ley,

el art. 249 se refiere al incumplimiento de funciones

administrativas de manera genérica (Soler, S., “Derecho

Penal Argentino, Tomo V, pág. 187).

Por su parte, D´Alessio señala que: “Sólo en caso de

que se omita un acto que no se encuentra previsto

legalmente o no consista un acto de autoridad, en caso de

que haya sido establecido por ley, corresponderá aplicar

la figura prevista en el art. 249. En ello radica el

carácter subsidiario de esta figura respecto del delito

de abuso de autoridad previsto en el art. 248, así como

de cualquier otro que contenga la omisión de actos

funcionales integrando su estructura típica” (D´Alessio,

Andrés, “Código Penal de la Nación, Comentado y

Anotado”, Tomo II, Editorial La Ley, pág. 1244). Sabido

es que el bien jurídico protegido por la norma penal no


‰75!D*!%DqvŠ

es otro que el correcto, ordenado y legal

desenvolvimiento de la administración pública;

comprendiendo en ella a los tres órganos del Estado. Se

busca asegurar que el accionar de los funcionarios

públicos no menoscabe esa normal funcionalidad, evitando

así que pueda dañarse no sólo la función en sí, sino

también el derecho de los particulares que integran el

tejido social.

En la faz objetiva, el tipo penal del art. 249 del

Código Penal exige que el autor pueda omitir el acto, o

no realizarlo o ejecutarlo. Esta negativa “(...) puede

ser tácita o expresa, siempre que exista el deber de

actuar. Será expresa cuando exista una petición, tanto de

un particular como de un superior jerárquico. Según

Maggiore, la negación supone una petición tanto de un

particular como de la administración propiamente dicha.

En cambio será implícita la realización consciente de un

acto nulo y el llamado obstruccionismo burocrático”

(Donna, Edgardo, “Delitos contra la Administración

Pública”, 2da. edición, Ed. Rubinzal-Culzoni, págs.

200/201).

En el plano subjetivo, el delito requiere que el

sujeto activo conozca que está omitiendo de forma ilegal

un acto propio de su función y, claro está, que haya


‰75!D*!%DqvŠ

tenido la posibilidad de llevar a cabo el acto omitido.

El Sr. Defensor adujo que debería aplicarse al caso la

“doctrina de los actos propios”, ya que la Fiscalía

pretende acusar a Marega de una omisión que la propia

Institución después no cumplió.

Debo responder al respecto que no ha sido objeto de

debate determinar si, el Ministerio Público Fiscal como

órgano estatal independiente, cumplimenta o no en forma

regular con la manda procesal de los arts. 268 in fine y

83 inc. 8vo. del Código Procesal Penal.

Lo que ha quedado probado durante el juicio es que a

Marega se le había asignado puntualmente la tarea de

proyectar las resoluciones de archivo fiscal y proceder

luego a las notificaciones de las víctimas.

No puedo dejar de resaltar que no estamos frente a

uno o dos hechos aislados -extremo que de haberse

verificado, quizás hubiese generado que la omisión quede

alcanzada por la órbita administrativa-, sino de un

rosario de incumplimientos que dan cuenta de una omisión

regular y sistemática que ha afectado el bien jurídico

tutelado penalmente.

Pienso que si el Dr. Marega hubiera acompañado los

proyectos de resolución de archivo y retardado la

notificación a las víctimas, o incluso no las hubiera


‰75!D*!%DqvŠ

hecho en algunos casos, quizás esta causa penal no se

habría iniciado. Pero el punto está en que al haber

Marega, en su calidad de funcionario del Ministerio

Público Fiscal, dejado constancia en al menos

veinticuatro Investigaciones Penales Preparatorias dando

fe -de manera falaz- de haber notificado a las víctimas,

cuando en verdad no lo había efectuado, selló la suerte a

su respecto e imposibilitó que otro empleado o

funcionario de la U.F.I. cumpliera con la manda procesal.

Así entonces, la conducta desplegada por Marega se

subsume en los delitos tipificados en los arts. 249 y 293

del Código Penal, al haber afectado tanto la

administración pública como la fe pública.

En virtud de cuanto llevo dicho, doy respuesta

afirmativa a esta primera y segunda cuestión en lo que

atañe a los hechos imputados por la Fiscalía a Daniel

Horacio Marega, por ser fruto de mi sincera y razonada

convicción (arts. 210, 371 incs. 1 y 2, 373 y 376 del

C.P.P.).

TERCERA CUESTION: EXIMENTES (art. 371 inc. 3 del C.P.P.)

Alegó el Dr. Morell Otamendi que su asistido era

inimputable al momento de los hechos endilgados, al


‰75!D*!%DqvŠ

carecer de capacidad para dirigir sus actos debido a la

depresión que padecía, trastorno que había afectado su

capacidad adjudicativa.

El Sr. Defensor basó su postura, sustancialmente, en

los dichos juramentados vertidos por el testigo Maraggi

durante la audiencia de debate, quien sostuvo que según

su criterio Marega era inimputable ya que no había podido

comprender la criminalidad de sus actos. Asimismo

fundamentó su petición en los informes, historia clínica

y testimonios de los médicos psiquiatras que declararon

en el juicio.

En primer lugar habré de decir que el testimonio del

Dr. Maraggi debe ser valorado como la opinión personal de

alguien que, más allá de su basta experiencia judicial,

solo compartió con Marega el espacio laboral por un breve

período, resultando tal caracterización una apreciación

personal; la que difícilmente podría equipararse a un

dictamen pericial.

Respecto de las constancias médicas, y en particular

las relativas a la época cercana a los hechos, las mismas

fueron debidamente evaluadas por la Junta Médica de la

Dirección de Sanidad de la Suprema Corte de Justicia

provincial, al informar a la Fiscalía General el 8 de

junio de 2010, que finalizada la licencia que allí se


‰75!D*!%DqvŠ

concedió por veintinueve días -a partir del 11/5/2010-,

correspondía el alta laboral; modificando tal criterio

recién el 23/3/2011 -fecha sensiblemente posterior a los

hechos investigados-, dictaminando su incapacidad para

trabajar y concediéndole licencia a partir del 13/3/2011

y reevaluación al término de la misma.-

Ahora bien, no obstante lo sostenido por los Dres.

Gutierrez y Marquez, en relación al estado mental de

Marega, de ninguna de dichas constancias surge que el

mismo no haya podido comprender la criminalidad de sus

actos ni dirigir sus acciones en consecuencia.

Más aún, el Dr. Marquez, al explayarse en su

deposición sobre los casi dos años en que atendió a

Marega, transmitió los sentimientos de bronca que su

paciente le había manifestado por haber cometido

irregularidades, entendiendo el profesional que

transitoriamente pudo verse afectada su capacidad

adjudicativa. Ahora, este dictamen no se condice con el

resto de los elementos probatorios valorados, ya que una

afectación transitoria no resulta compatible con la

reiteración de hechos en al menos veinticuatro

oportunidades y a lo largo de cuatro meses.

Sin perjuicio de encontrarse acreditado el cuadro

depresivo de Marega a lo largo de varios años, resultan


‰75!D*!%DqvŠ

ilustrativas las palabras de Cabello al definir la

sintomatología de este síndrome como "los enfermos se

quejan de una parálisis invalidante de los afectos que

antes los conmovían: solo permanecen sensibles respecto

de lo desagradable de los acontecimientos y no

desperdician oportunidad para edificar un mundo interior

agobiante y negativo...Es llamativa la falta de ánimo.

Todo se hace forzada y antinaturalmente, lo que trae

aparejada la temprana fatiga y el cansancio de vivir".

(Cabello, Vicente P. Psiquiatría forense en el derecho

penal, Tomo II, Ed. Hammurabi, págs.296/297).

Así entonces entiendo que, si bien el comportamiento

de Marega se enmarcaba en un cuadro depresivo, éste no

fue ignorado por sus superiores, quienes incluso

ajustaron sus tareas laborales a tal padecimiento; pero

el mismo no se adecúa a los parámetros del art. 34 del

C.P., el que determina que para atribuir a un sujeto la

calidad de no punible, éste debió no haber comprendido la

criminalidad de sus actos o no haber podido dirigir sus

acciones en consecuencia.

En esta senda, la Perito Médica Psiquiatra, Dra.

Nuñez, aclaró que si bien no puede dar cuenta de otra

cosa más que lo que Marega le refirió, estimó que la

depresión que padecía el nombrado no le impedía trabajar


‰75!D*!%DqvŠ

y que, pese a tener disminuida su motivación, comprendía

la tarea, describiéndolo como una persona autoexigente.

Por su lado el Sr. Agente Fiscal, si bien reconoció

el estado de depresión que padecía Marega al momento de

cometer los hechos, entendió que el imputado fue

plenamente consciente de lo que hacía y que cometió los

hechos de un modo sistemático, uno tras otro, en un

período acotado de tiempo.

Sobre el tópico, vale recordar que para endilgarle

un injusto penal a cualquier persona, es requisito que

ésta haya tenido capacidad psíquica para comprender la

naturaleza ilegal de lo que hacía, y de adecuar su

accionar conforme a esa comprensión de la

antijuridicidad.

La eximente establecida en el art. 34 inc. 1 del

Código Penal, como ya se ha dicho, cuando refiere que no

resulta punible la conducta de quien al momento del hecho

no hubo podido dirigir sus acciones, alude a un ámbito de

reducción de la autodeterminación del sujeto, eliminando

la culpabilidad, toda vez que el individuo no pudo

conducir su accionar conforme a la comprensión previa de

la antijuridicidad.

Se ha sostenido que "En los cuadros que en general

sirven de base para los supuestos de este género de


‰75!D*!%DqvŠ

incapacidad, ésta no recae tanto en la esfera intelectual

ni afectiva del sujeto -aunque las afecten-, sino que son

trastornos que se manifiestan con preferente intensidad

sobre la volición misma. El sujeto se encuentra

seriamente limitado, en forma análoga a la coacción, sólo

que la limitación no proviene en este caso del medio

externo, sino del propio psiquismo del autor en cuadros

que -con frecuencia- presentan dificultades de

diagnóstico" (Zaffaroni, Alagia, Slokar, "Manual de

Derecho Penal, Parte General", Editorial Ediar, pág.

599). En la citada obra, los autores dan como ejemplo los

casos de conductas impulsivas -neurosis fóbicas- y los

cuadros de tóxicodependencia.

Sentado esto, entiendo que el cuadro de depresión que

atravesaba Marega en el lapso temporal de los hechos

reprochados; no le impidió comprender la criminalidad de

sus actos y encolumnar sus acciones acorde a dicha

comprensión.

De lo evaluado en los acápites que anteceden,

entonces, no advierto en la causa elemento obstativo

alguno para ser tenido en cuenta en este apartado;

pudiéndose afirmar que Daniel Horacio Marega, al momento

de cometer los hechos imputados, comprendió plenamente la


‰75!D*!%DqvŠ

criminalidad y dirigió sus acciones, no habiéndose

vislumbrado elementos que indiquen lo contrario.

Así me expido, siendo ello mi sincera y razonada

convicción (arts. 210, 371, 373, 376 y 399 del C.P.P.).

CUARTA CUESTIÓN: ATENUANTES (art. 371 inc. 4 del C.P.P.)

Sobre este punto, habré de coincidir con la defensa

en lo relativo a la carencia de antecedentes penales de

Daniel Horacio Marega, por representar una conducta

anterior ajustada a las normas.

Las partes asimismo consideraron como circunstancia

de atenuación el estado depresivo del encausado. Sobre

este particular -conforme lo valorado en la cuestión

relativa a los eximentes-, se ha acreditado que Marega

atravesaba un cuadro de depresión, por el cual recibía

medicación y tratamiento psiquiátrico. Como se ha dicho,

el mismo no resultó suficiente para excluir su

culpabilidad.

Las constancias probatorias obrantes en autos dan

acabada cuenta del estado psíquico del enjuiciado;

traducido en numerosas licencias concedidas y en la

readecuación de tareas laborales, tanto por las


‰75!D*!%DqvŠ

recomendaciones de la Dirección de Sanidad como así

también de la apreciación directa de sus Superiores y

colegas. En razón de lo expuesto y en consonancia con lo

invocado por las partes, he de ponderar el estado mental

de Marega como atenuante.

Es ésta mi sincera y razonada convicción (arts. 210,

371, inc. 4º, 373 y 376 del C.P.P.).-

QUINTA CUESTIÓN: AGRAVANTES (art. 371 inc. 5 del C.P.P.)

Valora la Fiscalía el grado de instrucción alcanzado

por el agente, su calidad de funcionario público y la

contribución -a través de su conducta- a la impunidad

delictual, violando así los mandatos legales y el

juramento prestado al asumir su cargo.

Disiento con el Dr. Ferreirós, toda vez que la

calidad de funcionario público es intrínseca al tipo

penal endilgado al imputado. En este sentido, en el fallo

"Maldonado" del 07/12/2005, la Corte Suprema de Justicia

ha resuelto que es inválido considerar como agravante

aquello que ya está inscripto en la formulación del tipo

penal.
‰75!D*!%DqvŠ

En esta senda, entiendo que el grado de instrucción

de Marega, los mandatos legales y el juramento al asumir

sus funciones; hacen justamente a su calidad de

funcionario público como características inherentes a la

misma. Por las consideraciones ya vertidas en el párrafo

anterior sobre tal calidad, tampoco he de concordar con

esta circunstancia agravante.

Finalmente, discrepo con la Fiscalía en valorar en

esta cuestión a decidir la contribución a la impunidad

delictual, en virtud de ya haber merituado el vínculo

entre la conducta del imputado y el resultado de las

investigaciones penales preparatorias, al momento de

tener por acreditado el perjuicio requerido por el tipo

penal del art. 293 del Código Penal.

Es ésta mi sincera y razonada convicción (arts. 210,

371 inc. 5º y 373 del C.P.P.).

---------------------- VEREDICTO ----------------------

De conformidad con lo resuelto en las cuestiones

evaluadas precedentemente, me pronuncio respecto de

DANIEL HORACIO MAREGA por un VEREDICTO ABSOLUTORIO

respecto de los hechos correspondientes a las IPP 18-00-

6208-10, 18-00-2458-10 y 18-00-5676-10 (iniciadas por


‰75!D*!%DqvŠ

denuncias de Marina Gabriela Busso, Walter Omar De Peon y

Juan Orco Escobar; respectivamente) y CONDENATORIO en

relación a los restantes hechos atribuidos por la

Fiscalía. Rigen los arts. 210, 371 y 376 del C.P.P.

----------------------SENTENCIA------------------------

En tal sentido, procedo a tratar las cuestiones

previstas por el art. 375 del Código Procesal Penal, a

saber:

A.- CALIFICACION LEGAL DEL DELITO

Entiendo que, atención a lo tratado en la primera y

segunda cuestión de este fallo al referirme al encuadre

jurídico de la materialidad y autoría que he tenido por

probadas respecto de los sucesos investigados -a lo cual

me remito en aras de evitar fatigosas reiteraciones-;

corresponde calificar los hechos como constitutivos de

los delitos de falsedad ideológica de instrumento público

en concurso ideal con omisión a los deberes de

funcionario público, reiterado en veinticuatro

oportunidades, todos en concurso real entre sí (arts.

54, 55, 249 y 293 del Código Penal).


‰75!D*!%DqvŠ

Es ésta mi sincera y razonada convicción (art. 375

del C.P.P.).

B) PRONUNCIAMIENTO A DICTAR:

I.- Declaración de culpabilidad:

Teniendo en cuenta las cuestiones tratadas para

arribar al veredicto condenatorio y la subsunción

jurídica de los hechos imputados, entiendo que

corresponde declarar a Daniel Horacio Marega autor

penalmente responsable de los delitos de falsedad

ideológica de instrumento público en concurso ideal con

omisión de los deberes de funcionario público, reiterado

en veinticuatro oportunidades, todos en concurso real

entre sí (arts. 54, 55, 249 y 293 del Código Penal),

cometidos en la localidad de Campana, Provincia de Buenos

Aires, los días 26/10/10, 28/12/10, 6/1/11, 10/1/11,

12/1/11, 13/1/11, 14/1/11, 17/1/11, 19/1/11, 20/1/11.

II.- Graduación de la pena:

Ponderando las circunstancias de comisión de los

delitos imputados, la escala penal aplicable según lo

establecido en los arts. 249 y 293 del Código Penal, y

las pautas atenuantes que fueran abordadas


‰75!D*!%DqvŠ

precedentemente (arts. 40 y 41 del Código Penal),

concluyo que corresponde imponer a Daniel Horacio Marega

la pena de UN (1) AÑO y TRES (3) MESES DE PRISION, MULTA

DE CINCO MIL (5000) PESOS y CUATRO (4) MESES DE

INHABILITACION ESPECIAL PARA EJERCER CARGOS PUBLICOS, con

más el pago de las costas del proceso.

III.- Modo de ejecución:

Con respecto al modo de ejecución de la pena

privativa de libertad que se ha de imponer a Marega,

encuentro que no surge de la causa obstáculo alguno para

que sea en suspenso o condicional, en los términos del

art. 26 del Código Penal.

Teniendo en cuenta el monto punitivo que aquí ha de

imponerse -el que no excede los tres años de prisión- y

la carencia de antecedentes condenatorios del

enjuiciado; se colige que, en el caso, se dan los

requisitos formales para su procedencia. Se suma a ello

la inconveniencia de ejecutar efectivamente penas de

corta duración en caso de autores primarios que tanto

doctrinaria como jurisprudencialmente se apuntan.

Por estos motivos, encuentro prudente y justo en

este caso que el cumplimiento de la pena que se ha de

imponer a Marega sea de ejecución condicional, de


‰75!D*!%DqvŠ

conformidad con las previsiones del art. 26 del Código

Penal.

IV.- Reglas de conducta (art. 27 bis C.P.)

Como consecuencia de lo expuesto en el punto

precedente, conforme la manda del art. 27 bis del Código

Penal, corresponde la aplicación al encartado de reglas

de conducta por el término de DOS (2) AÑOS, a cuyo

cumplimiento se ha de condicionar la efectiva ejecución

de la pena privativa de libertad.

En tal sentido, dentro del marco preventivo que fija

el dispositivo legal de aplicación, estimo prudente y

ajustado a derecho que el enjuiciado fije domicilio y se

someta al cuidado y contralor del Patronato de Liberados

de la Provincia de Buenos Aires, donde deberá comparecer

trimestralmente; debiendo asimismo realizar trabajos no

remunerados en favor del Estado o de Instituciones de

bien público, fuera de sus horarios habituales de

trabajo, fijándose la cantidad en cincuenta (50) horas.

Es ésta mi sincera y razonada convicción (arts. 210,

373, 375 y 376 del C.P.P.).

Por tales consideraciones, y de acuerdo a las reglas

previstas por los arts. 371, 373 y 375 del C.P.P.;


‰75!D*!%DqvŠ

FALLO:

I.- ABSOLVER LIBREMENTE a DANIEL HORACIO MAREGA -

cuyos datos personales obran en la causa- en orden a los

hechos correspondientes a las IPP 18-00-6208-10, 18-00-

2458-10 y 18-00-5676-10 (iniciadas por denuncias de

Marina Gabriela Busso, Walter Omar De Peón y Juan Orco

Escobar; respectivamente); acaecidos todos el 17 de enero

de 2011 en la localidad de Campana (arts. 371, 373 y 376

del C.P.P.)

II.-CONDENAR a DANIEL HORACIO MAREGA a la pena de UN

(1) AÑO y TRES (3) MESES DE PRISION, cuya ejecución se

deja en suspenso, MULTA DE CINCO MIL (5000) PESOS y

CUATRO (4) MESES DE INHABILITACION ESPECIAL PARA EJERCER

CARGOS PUBLICOS, con más el pago de las costas del

proceso, por considerarlo autor penalmente responsable de

los delitos de falsedad ideológica de instrumento público

en concurso ideal con omisión a los deberes de

funcionario público reiterado en veinticuatro

oportunidades, todos en concurso real entre sí, cometidos

en la localidad de Campana, Provincia de Buenos Aires,

los días 26/10/10, 28/12/10, 6/1/11, 10/1/11, 12/1/11,

13/1/11, 14/1/11, 17/1/11, 19/1/11, 20/1/11 (arts. 26,


‰75!D*!%DqvŠ

54, 55, 249 y 293 del Código Penal; 210, 371, 373, 375,

376 y 380 del C.P.P.).

III.- IMPONER al condenado las siguientes reglas de

conducta previstas por el art. 27 bis del Código Penal,

por el plazo de dos años:

a) Fijar residencia y someterse al cuidado del

Patronato de Liberados Provincial que corresponda al

domicilio particular, debiendo concurrir en forma

trimestral.

b) Realizar trabajos no remunerados en favor del

Estado o de Instituciones de bien público, fuera de sus

horarios habituales de trabajo, fijándose la cantidad en

cincuenta (50) horas.-

IV.- Regístrese.

Quedan las partes notificadas con la lectura del

presente fallo, con los alcances del artículo 374 “in

fine” del cuerpo ritual.

V.- Devolver al Ministerio Público Fiscal las

Investigaciones Penales Preparatorias aportadas como

parte de la instrucción suplementaria.

VI.- Una vez firme:

a) Practíquese cómputo de pena e inhabilitación,

plazo de las reglas de conducta impuestas y liquidación

de costas.
‰75!D*!%DqvŠ

b) Comuníquese al Registro Nacional de Reincidencia,

al Ministerio de Seguridad Provincial, y Organismos

pertinentes; y cúmplase con el Acuerdo Nº 2840 de la

S.C.J.B.A.

c) Remítanse fotocopias certificadas de las partes

pertinentes al Juzgado de Ejecución Penal departamental

(arts. 25 y 497 del C.P.P.).-

VII.- DECOMISAR los dos C.D. detallados a fs. 361,

reservados en Fiscalía bajo N° de orden 19605 (arts. 23

del C.P., y 522 del C.P.P.).

A tal fin, remítanse las actuaciones al Área

respectiva del Ministerio Público Fiscal.

VIII.- Oportunamente, archívese.

Ante mí:

También podría gustarte