Actividades para Trabajar La Autoestima en Infantil
Actividades para Trabajar La Autoestima en Infantil
Actividades para Trabajar La Autoestima en Infantil
autoestima en infantil
Las estrategias lúdicas mejoran la autoestima en niños, niñas y
adolescentes fomentando y garantizando una mejor
calidad de vida, y potencian habilidades personales, emocionales
y cognitivas, tales como: atención, multisensorial, lenguaje,
aprendizaje, memoria y concentración, entre otras.
Cada vez más escuelas apuestan por trabajar las emociones en infantil,
ya que conocerse a uno mismo y socializar con los demás es un
aprendizaje muy importante, especialmente en edades de 3 a 6
años. Entre todos los tipos de actividades emocionales que se pueden
realizar en el aula, hoy queremos hablarte de aquellas que tienen que
ver con el fomento de la autoestima en los niños y las niñas. Además,
verás que muchas de ellas se pueden llevar a cabo también en
casa, especialmente con hermanos o primos de edades parecidas.
Los niños y las niñas deben ir hacia el cartel que creen que los
define mejor, coger una de las pegatinas y pegarla en un dibujo de
ellos mismos que previamente hayan realizado.
La silla caliente
Este juego nos encanta. Se trata de explicar a los niños y las niñas
que en una caja tenemos un tesoro muy especial, maravilloso,
irrepetible y único en el mundo. ¡Verás la expectativa que generarás!
Juegos simbólicos
Los juegos simbólicos son aquellos en los que el niño o la niña imita
situaciones que observan en la vida real. Los más comunes son los que
consisten en imitar profesiones como maestros, bomberos, médicos,
cocineros…
Las variables que pueden influir en la autoestima de los hijos dependen, entre
otras, de las respuestas que reciben del exterior y algunas de las estrategias
para potenciarla son:
1. Premiar los logros. Felicitar los esfuerzos que tu hijo realice para llegar
a pequeñas metas. Es importante, proponer pequeños objetivos
adaptados a sus capacidades para que sean alcanzables. Cuando
consiguen estos objetivos qué se proponen, aunque sean pequeños, eso
produce una sensación de competencia y seguridad que promueve
motivación para seguir realizando tareas. El sentirse una persona
competente ayuda a construir una buena autoestima.
2. Educar con un estilo educativo positivo. Deberíamos centrarnos en
poner más atención positiva en aquellas conductas, cosas cotidianas o
tareas que nuestro hijo hace de forma correcta y elogiar la conducta de
tu hijo mediante frases positivas. Educar en un estilo positivo, también
supone poner límites a conductas inapropiadas, sin critica verbal y
pactar algunas tareas que le cuestan para disminuir su dificultad. Así
como hablarle con respeto y con cariño.
3. Promover la autonomía de tu hijo es básico en la elaboración de una
buena autoestima. Los niños que dependen del adulto para realizar sus
hábitos, muestran más dificultades para sentirse autónomos y seguros.
Delégales tareas de responsabilidad desde muy pequeños que estén
adecuadas en su edad. De este modo sentirán que su aportación es
importante, y por tanto, que ellos son importantes, además de aprender
a ser responsables y autónomos.
4. Reconocer sus cualidades y no hacer comparaciones con los
demás. En ocasiones nuestros hijos no cumplen las expectativas que los
padres esperamos de ellos. No pretendas que sean cómo tú quieras. Los
niños necesitan ser ellos mismos, encontrar su propia identidad y que
nosotros les ayudemos a encontrar sus habilidades. Buscar las propias
fortalezas de tu hijo y reconocérselas ayudará a que desarrolle su
identidad y una autoestima positiva. La comparación con las cualidades
de otros niños fomenta la competitividad que en ocasiones es perjudicial
para el desarrollo de la imagen ideal.
5. Las valoraciones positivas para desarrollar una autoestima positiva
no solo dependen de los padres, sino de las relaciones interpersonales
del entorno del niño y de las consecuencias positivas que se obtienen de
ellas. Promover las relaciones sociales ayuda al niño a desarrollar
habilidades sociales, a poner en práctica situaciones de interacción y
cómo resultado tener más probabilidades de experiencias positivas que
son clave en la construcción de la autoestima.
6. Expresa tu afecto hacia ellos, haz saber a tu hijo que le quieres y no
des por supuesto que ya lo debe saber. Cuando el niño sabe que su
cuidador no va a fallarle y se siente querido, aceptado y valorado crece y
desarrolla una seguridad que son los cimientos de la autoestima.
Ciertas actitudes y comportamientos de los padres hacia sus hijos están
asociados al desarrollo positivo de la autoestima; adaptando algunas de
estas estrategias podemos ayudar a potenciarla y en consecuencia
prevenir problemas de salud mental y conseguir estabilidad
emocional.