NQSYxjoh XY223 Fel B7 Xuu 5 M CWTND MPPK 9 ZN HT VJW
NQSYxjoh XY223 Fel B7 Xuu 5 M CWTND MPPK 9 ZN HT VJW
NQSYxjoh XY223 Fel B7 Xuu 5 M CWTND MPPK 9 ZN HT VJW
En el chat grupal de WhatsApp del trabajo, pedí a alguien que cubriera las
primeras horas de mi turno del día siguiente. A primera hora estábamos en un
pequeñísimo laboratorio que se dedicaba a hacer pruebas de sangre y pruebas de
embarazo. Debido a que era el único hombre en la sala de espera, no pude evitar
ser blanco de preguntas de una señora que estaba con su hija (al parecer
adolescente):
—¿Está nervioso? —me preguntó, asintiendo con la cabeza como un añadido de
lenguaje corporal que pretendía imponerme una respuesta afirmativa.
—Un poco, sí, claro.
—¿Primera vez?
—Sí —respondió Daniela por mí. Cortante— ¿Usted?
—Oh, yo no. Ja, ja. Es para mi hija —señaló a la muchacha concentrada en su
teléfono—. Parece que se aburrió de la vida fácil.
Asentimos con pena ajena y una media sonrisa incómoda. Guardamos silencio
hasta que nos trajeron los resultados y nos fuimos de ahí.
Sentados ahora en una pequeña cafetería de estilo asiático, esperamos a que nos
traigan nuestro pedido y le digo a Daniela que primero desayunemos antes de ver
los resultados. Ella niega con la cabeza y en cuanto traen los cafés y no hemos
tomado ni un sorbo, retira la grapa de la hoja con el resultado de la prueba de
embarazo dentro y de inmediato los ojos le empiezan a nadar en lágrimas. No sé si
de alegría o de tristeza, de esperanza o de resignación, o de alguna otra intrincada
emoción aún no definida adecuadamente.
Mientras tanto yo… sólo deseo que todo esto no sea otra cosa más que una de
mis divagaciones mentales que ha ido demasiado lejos.