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Horacio Calle e Los H uitotos - Notas sobre sus

Isabel Crooke de C. bailes y sobre su situación actual

A Jitoma Safiama y Jitoma Naguere qúienes nos


abrieron las puertas al mundo de sus abuelos.

El propósito de este artículo es el de presentar en primer lugar,


una relación etnográfica de los bailes Huitotos, su origen mítico, su
estructura interna y su significación socio cultural. En segundo lugar
presentaremos algunas consideraciones sobre el proceso de decultura·
ción que, hoy afrontan los Huitotos y otras culturas del medio Pu·
tumayo.
La información para este artículo la hemos abtenido durante varias -
prácticas de campo llevadas a efecto entre grupos Huitoto "periféricos"
de Pto. Leguízamo (Putumayo) y Leticia (Amazonas) 1.
Antes de entrar de lleno en la etnografía de los bailes Huitoto, con-
sideramos útil informar al lector, en términos generales, sobre este
grupo indígena. Los Huitoto (Witoto, Uitoto) son grupos tribales en
el sentido nao evolucionista (Service 1962), localizados a lo largo de
los ríos Caraparaná e Igaraparaná, afluentes norte del medio Putumayo
en la comisaría especial del Amazonas. Hoy en día la gran mayoría
del "paisanaje" Huitoto se encuentra aún en esta región concentrada
especialmente alrededor de los poblados del Encanto y la Chorrera.
La palabra Huitoto designa pues un grupo humano con igual cultura,
pero dividido 'en grupos regionales que se identifican entre sí por las
variantes dialectales del idioma Huitoto. tales como Huitoto Caimo,
Huitoto Murui, Huitotp Muinane, etc.
Fuera de estos Huitotos "nucleares" existen grupos desplazados o
"periféricos" los cuales han emigrado a otras regiones: Pto. Leguí-
zamo, Leticia, el río Orteguaza, el alto Caquetá, etc. Estos grupos pe·
riféricos se ca~acterizan por ser pequeños grupos de población (200

1. Los trabajos de campo se efectuaron en los siguientes lugares y fecbas: Tribu


La Samaritana de Pto. Leguízamo - Abril de 1968, julio de 1968, y febrero de 1969.
Maloca de José Garda en Leticia: abril de 1969. Acumulando un total de dos meses
de trabajo de campo suplementados con información obtenida por medio de corres-
pondencia con nuestros informantes, quienes hablan un español aceptable. Nosotros
tenemos un conocimiento básico del Huitoto.
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 81

"
a 300 personas) y por encontrarse en un rápido estado de decultura·
ción.
El origen de estos grupos periféricos se remonta a la época de la
"conquista" que para los Huitotos se inicia con los caucheros de la
Casa Arana entre los años de 1900 a 1914. Los métodos brutales uti·
lizados por los capataces de Julio C. Arana <?casionaron no solo un
tremendo impacto en la población indígena desde el punto de vista
del virtual aniquilamiento físico de ésta, sino que muchos grupos
indígenas huyeron de la persecución de los caucheros a distancias tan
lejanas como el alto Orteguaza en donde los encontró Preuss cuando
fue a buscar entre ellos la posible significación religiosa de la esta-
tuaria agustiniana (Preuss 1921).
El impacto de la Casa Arana sobre las poblaciones indígenas del
medio Putumayo se ilustra claramente citando a Collier: "Cada tone-
lada de látex del Putumayo había costado siete vidas humanas ...
En doce años, cuatro mil toneladas de despacho~ de Arana habían
producido casi .E 1.500.000 en el mercado londinense, pero 30.000
indios habían muerto para hacer esto posible" (Collier 1968:220).
El conflicto Colombo-Peruano desmembró aún más los grupos abo·
rígenes, a desplazar hacia la Amazonía Peruana a números considera·
bIes de Huitotos y Boras.
A pesar del rápido proceso de deculturación en que se encuentran
estos grupos amazónicos, es aún posible recuperar mucho de su culo
tura aborigen, salvando así un valioso documento de la variabilidad
de la conducta humana. La descripción de los bailes Huitoto que ofre-
cemos a continuación constituye una muestra de es!t cultura aborigen.
Nosotros estamos seguros de que en próximos trabajos de campo po·
dremos ampliar y concretar más la información que ahora ofrecemos.
Los bailes Huitoto son un complejo cultural común a otras culturas
vecinas de la región: Muinane, Bora, Ocaina, Nonuya; y tiene un ori·
gen mitico. El mito de la creación nos relata cómo el héroe cultural
BUINAIMA repartió entre sus cuatro hijos las cuatro ramas del
palo de la yuca. (Manihot sp.) reservándose para sí el tronco princi-
pal (Calle 1968:9). El tronco principál y cada una de las ramas repre-
sentan los distintos bailes Huitotos de origen en este mito. Fuera de
estos, eiisten otros bailes ocasionales originados en mitos diferentes.
El esquema general de los bailes Huitotos 15eríaasí:
82 Horacio Calle e Isabel Crooke de C.

Bailes Huitotos relacionados con el mito de la creación:

1) Yadico
2) Mepisai
3) Zuke
4) Yuag al Murui
b) Jaiyue
c) Muina
d) Jukofo.

Bailes Huitotos relacionados con otros mitos:

1) Erag
2) Marai
3) Baije o Ufonaco
4) Zuyuko

••
El Yadico representa el tronco principal de la yuca y Menisai, Zuke
y Yuag son los bailes que corresponden a tres de los hijos Buinaima
respectivamente. El mito menciona que Buinaima tuvo cuatro hijos y que
repartió cuatro ramas del árbol de la yuca representando cada una
un baile principal. Esta discordancia entre el mito y la realidad etno-
gráfica es lugar común en todas las culturas y ya ha sido señalada por
otros autores: " ... un mito puede perfectamente contradecir la reali-
dad etnográfica a la que pretende referirse y no obstante tal deforma-
ción forma parte de su estructura. O bien, si no, el mito preserva
el recuerdo de costumbres desaparecidas, o acaso en vigor en otro
punto del territorio tribal" (Lévi-Strauss 1964: 51). Además es muy
posible que logremos aclarar esta falta de correlación en nuestras fu-
turas investigaciones.
Baile de Yadico: es el baile principal. Solo pueden hacerlo los jefes
tribales o sus descendientes directos por la linea masculina. El Yadico
representa al tronco principal del palo de la yuca, el cual se reservó
para si el propio Buinaima, quien después de instruir a su gente en cómo
hacer el baile se retiró a los ríos y tomó el nombre de Noino Buinaima
con el cual es invocado en todas las canciones típicas de este baile.
Noino Buinaima se identifica con la boa y el tronco de Yadico
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 83

es su representación artística. El tronco de Yadico Se obtiene


de un árbol de madera dura que los Huitotos llaman siore. El
tronco mide de unos 15 a 20 metros de longitud y es ahuec:ldo para
que sirva como caja de resonancia. Su superficie se pínta de blanco,
y sobre esta superficie se pintan diseños en roj o que representan en
los extremos del Yadico ,a un hombre y una mujer, y en la parte
intermedia los diseños representan al caimán y la boa. El Yadico es
colocado dentro de la maloca. Los bailarines están divididos en tres
grupos principales a saber: a) Un grupo formado por los hombres,
quienes se colocan a lo largo del Yadico, un pie en tierra y otro
sobre el tronco. Al cantar, llevan el compás golpeando el Yadico con
el pie, y como este es ahuecado en su interior, se produce una reso-
nancia que se escucha a lo lejos. b) El grupo de las mujeres, quienes
se colocan en una hilera paralela a la de los hombres y al otro lado
del Yadico dejando así un corredor entre los grupos a y b. Las mu-
jeres acompañan a los hombres en sus canciones. c) El grupo de los
hijos del dueño del baile, quienes especialmente adornados hacen
el papel de reyes y reinas del baile, y bailan por parejas colocadas
en los extremos del Yadico, avanzando frente a frente y luego retro-
cediendo por el corredor formado por los grupos a y b. Algunos baila-
rines se disfrazan con máscaras hechas de tela de corteza de árbol y
madera. Estas máscaras representan animales tales como micos maice·
ros, mariposas, martín pescador, y otros, los cuales tienen gran impor-
tancia en la mitología Huitoto.
Fuera de las voces de los cantantes y el rítmico golpear de sus pies
sobre el tronco del Yadico, se tocan en este baile los siguientes
instrumentos:

RERIBAKUE: flautas de Pan 'o caramillos


GAGUKAI: flauta larga y delgada
JUDUE: flauta gruesa de guadua (Bambusea)
SIKANü: pitos hechos con el cráneo de una especie rara de sap03
FIRISAI: cascabel hecho de varias pepas de palma atadas con fi-
bras de cumare.

Este baile de Yadico es el principal no solo desde el punto de vista


mítico, sino del económico. Es un baile de carne y por lo tanto
84 Horado Calle e Isabel Crooke de C.

la cacería preparatoria es muy intensiva. Esta carne es la comida prin.


cipal del baile junto con un tamal de yuca llamado JUAREG, además
de otros alimentos tales como nueces de cacao tostadas (las culturas
amazónicas conocieron el cultivo del cacao -Theobroma cacao 1.-
pero nunca lo utilizaron en forma de chocolate, sino que simplemente
chupaban sus pepas ~ las tostaban), maní (Arachis hypogea L.), yuca
dulce, ají (Capsicum sp.), sal vegetal, y por supuesto los narcóticos •
y estimulantes típicos de esta región: coca (Erythroxilon sp.) y miel
de tabaco (Nicotina tabacum L.). Además se consumen grandes can·
tidades de .un jugo espeso de frutas, no embriagante, tales como
chontaduro (Guilielma gasipaes [H.B.K.] Bailey), cananguche -tamo
bién llamado aguaje o moriche- (Mauritia minar Burret). Este jugo
espeso de frutas es muy popular y común entre las culturas del
medio Putumayo y se le conoce con el nombre genérico de "cauana",
en H.uitoto és "jagabe".
Baile de Menisai: Este es el segundo baile en importancia. La pa·
labra Menisai se deriva de Meniño que quiere decir charapa. Las. cha-
rapas son tortugas típicas de los ríos de la región, las cuales alcanzan
un gran tamaño y han sido una importante fuente de alimentos para
estos pueblos.
Según el mito de la creación, Buinaima dió a su hijo mayor Menig
Buinaima una de las ramas del palo de la yuca y el derecho a ser el
dueño- del baile de Menisai. Durante este baile se come carne de
charapa o "yomenico", tortas de yuca hechas en forma de charapa. En
este baile se tocan los mismos instrumentos que.en el anterior, pero
claro está, no existe el tronco de Yadico. En cambio se utilizan "tu-
kuguna" o sea bastones de madera de unos dos metros de largo. Cada
hombre ti~ne uno de estos bastones y lo golpea rítmica mente contra
el suelo para llevar el compás de su canción. Aunque estos bastones
son utilizados en otras clases de bailes en el Menisai presentan una
característica especial: cuando los invitados se acercan a la maloca
del baile encuentran clavado en el suelo a poca distancia de la ma·
loca uno de estos. bastones plantado allí por el dueño del baile
para indicarle a los invitados en que forma deben decorar sus respec-
tivos bastones. Esta decoración consiste en fajas horizontales de color
rojo y negro en la parte superior del bastón. Esta costumbre se basa
en un mito Huitoto según el cual Menig Buinaima dió uno de estos
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 85

bailes en ese tiempo originario cuando los animales eran gente. Al


baile se presentó "nmaido" o sea el cuzumbo (o coatí) quien tenía
fama de ser muy orgulloso y pendenciero. Debido a su actitud hostil
hacia los demás, Menig Buinaima arrojó a todos los nmaidos del
baile, hacia el monte y detrás de ellos les tiró sus bastones de baile,
y por eso es que ellos tienen la cola así pintada con fajas rojas y
negras como un bastón de Menísai.
Igual que en el Yadico, en el Menisai también se emplean máscaras.
Es el hijo mayor del jefe quien, siguiendo la tradición mítica, tiene
el derecho a organizar bailes de Menisai. Cuando el jefe muere, su
hijo mayor pasa a ser el dueño del Yadico, y el hermano siguiente
pasa a hacer Menisai, a no ser que el hijo mayor tenga descendencia
propia y entonces el puesto queda vacante hasta que el niño crezca.
Baile de Zuke: Igual que los dos bailes anteriores el baile de Zuke
es un baile de carne. Su dueño, Zuke Buinaima, fue el segundo hijo
de Buinaima. Se tocan los mismos instrumentos que en bailes anterio·
res pero el "tukuguna" está sin pintar y solo se le adorna con un ra-
millete de helecho llamado "jocome" (Trichomanes ankersii Parker).
Los hombres se colocan en fila, hombro con hombro, y cantan lle·
vando el ritmo con sus bastones mientras se mueven de lado con pa-
sos cortos, dandole la espalda a las paredes de la maloca y girando len-
tamente alrededor del centro de esta. Frente a los hombres se colocan
las mujeres quienes acompañan la caI).ción de los hombres repitiendó
la última palabra o la última sílaba de cada verso, pero sus bastones
de baile "tukudoti" no golpean rítÍnicamente el suelo sino que descan-
san oblicuamente sobre éste sirviéndoles de eje mientras ellas bailan
con dos pasos cortos hacia adelante y dos hacia atrás y trasladándose
lateralmente en conjunto con el grupo de los hombres.
Cada canción puede durar una media ora o cuarenta y cinco mi·
nutos, y el baile en si dura toda la noche. Dentro del grupo de los
hombres hay uno llamado "roduma" o sea el capitán de la canción, el
que inicia el canto y baile de una canción determinada. Al cantar, él
pide al dueño del baile que le pague con casabe o maní, o coca, o
miel de tabaco, o cauana. Cuando lo que se pide son elementos mas-
culinos (coca, miel de tabaco) es el dueño del baile quien la trae
a ofrecerla y el cantante la acepta sín dejar de bailar. Pero si se trata
de elementos femeninos (casabe o maní). entonces es la esposa del
86 HoraCÍo Calle e Isabel Crooke de C.

dueño del baile quien se acerca bailando y portando en sus manos


el pago pedido (varias tortas de casabe o un canastico de maní) y
entonces la esposa del capitán de la canción sale del grupo de
mujeres y acepta el pago.
Baile de Y uag: Este es un baile de fruta. Buinaima se lo día a
su cuarto híjo Yue Buinaima. La comida principal de este.baile es
casabe c'on pescado. En los bailes de Yuag no se tocan instrumentos
ni se lleva bastón de baile, con excepción del "firisai" el cual ~e
:i"taa los pies. Este baile presenta cuatro varIables las cuales explica-
remos más adelante; en dos de ellas se cantan canciones en forma de
adivinanzas, en las cuales el cantor le pregunta al dueño del baile
por el origen mitico de las distintas frutas (chontaduro, cananguche,
umari, caimo etc.), el como llegaron a ser conocidas, o por los ani-
males que también se alimentan de ellas (micos, loros, picones, hor-
migas etc.).

Existen cuatro clases de bailes de fruta a saber:


1) Baile de Murui, o sea baile de Huitoto propio. Se cantan adi-
vinanzas y se lleva en la mano un ramillete de "jocome" (he-
lecho) .
2) Baile de Jaiyue, o sea baile de culebra. Se cantan adivina'nzas
y se lleva una hoja de palma.
3) Baile de Muina, o sea baile de Huitoto Muinane luna de los
grupos Huitoto). No se cantan adivinanzas sino canciones de
animales. Se lleva al baile una vara delgadita la cual se bota
después de entrar a la maloca.
4) Baile de Jukofo: o sea baile de corteza de árbol. No se canran
adivinanzas. Se baila con una cinta de "J ugafe" (tela de cor-
teza) decorada con colorantes vegetales y atada a la cabeza.

Los' bailes de carne: Yadico, Menisai y Zuke son los más importantes
y se hacen en épocas de abundancia de comida. Los bailes de Yuag,
por ser bailes de fruta, se hacen en la época de las cosechas.
Los bailes Huitoto relacionados con mitos diferentes ar' mito de la
creación no están asociados a la abundancia de comida en una fonna
directa, sino a ciertas circunstancias especiales de la vida, y por lo
tanto se efectúan en ocasiones especiales. Vamos a describir estos bai·
les a continuación.
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 87

Baile de Erag: Es un baile para estrenar casa nueva. El dueño de


la casa ofrece el baile y tiene que repartir carne y casabe. No se
usan disfraces. Para llevar el ritmo se utiliza una varita delgada. Las
canciones hacen referencia a la com~trucción de la casa.
Baile Marai: Es un baile para conmemorar el bautismo de un ni·
ño, o su cumpleaños, o para celebrar un matrimonio. Tratándose de
un' bautismo, el padre del niño escoge a uno de sus amigos íntimos
para que sea el capitán del baile tomándo así para con el niño una
relación muy semejante a la de padrino. El capitán llega al baile con
un carguero hecho de tela de corteza de árbol (estos cargueros son de
uso corriente entre las mujeres con niños que aún no pueden caminar.
El carguero es decorado con diseños geométricos utilizando coloran·
tes vegetales. La madre lo usa colgándoselo de un hombro, a través
del pecho, y colocando en él al niño quien queda descansando so-
bre las caderas de su madre) pero llevando en este carguero en lugar
del niño una pieza de cacería como una boruga por ejemplo. A me·
dida que canta y baila, el capitán reparte esta carne cambiandola por
maní. Este baile es más común entre los Muinane.
Baile de Baije o Ufanoco: Este baile es peculiar de los Huitoto
Murui y seefectua con ocasión de la muerte de una persona. Para
esta ocasión se matan todos los animales del monte vecino a la ma·
loca del muerto. Esta no es una cacería común y corriente, sino
que se hace en forma intensiva e implica la muerte de todos losani·
males incluyendo culebras y sapos que ordinariamente no serían ca-
zados. 'Toda esta carne es llevada al baile cuya función se dice ser
la del consolar a los parientes del difunto.
Durante este baile se utilizan disfraces cuyo significado solo es co·
nocido a los viejos de las malocas. Los personajes disfrazados son 19S
siguientes:
1) Una mujer, preferiblemente la hija del dueño del baile. Ella
se disfraza poníendose en los brazos una lana amarilla que se obtiene
de un hormiguero; en su cabeza lleva una corona de plumas y carga
en sus manos una canasta llena de maní. Cuando esta mujer baila,
ella es "tapio" (mal agüero) y todos los presentes que tengan padres
vivos deben retirarse. Solo permanecen los adultos y viej os cuyos
padres han muerto ya.
2) Un hombre, disfrazado igual que la mujer, y quien lleva en
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su mano una maraca cuyo interior está lleno de bolitas oseas llamadas
"garada". Estas bolitas oseas se obtie!1en del oido interno de la
boruga.
3) Los demás bailarines entran al baile disfrazados de "joma"
(micos maiceros). Este es el único disfraz utilizado en este baile. A
él se éntra con bas~ón de baile, pero no se le utiliza.
Baile de Zuyuko: Este es el baile que se efectua con ocasión de
la fabricación de un nuevo "juag" (manguaré). El juag es un juego
de dos troncos de árbol de unos dos metros de largo por 0.50 mts.
de diámetro, los cuales han sido ahuecados laboriosamente por medio
de el fuego a través de una hendidura longitudinal, formando así
dos cajas de resonancia las cuales son golpeadas con mazos de caucho.
El juag está adornado en su exterior con diseños que representan
motivos míticos tales como el sol y la boa. El sonido que produce al
ser golpeado es bajo y profundo y puede ser escuchado aun a 25 ki·
lómetros de distancia. Los toques del j uag son codificados y con·
vencionales y se les utiliza para transmitir, a modo de telégrafo, meno
sajes de maloca en maloca. Estos mensajes generalmente hacen refe·
rencia a los preparativos para los bailes e indican la actividad en que
se ocupan los preparadores del baile:. si están cogiendo coca, si ya
han hecho cacería, si ya tienen el casabe listo, y finalmente para avi.
sar cuando ya todo, este preparado e invitár a los vecinos a venir l;ll
baile.
Cuando se va a construir un nuevo juag, las mujeres se quedan en
la maloca cantando bajo la dirección de una capitana, la cual porta
un hacha ceremonial. Los hombres salen cantando de la maloca y se
internan en el monte en busca del árbol especial para el juag. -Al
regresar, descargan el tronco entre la maloca y la mujer capitana pro·
cede a darle un primer hachazo ceremonial. Se efectua un bailé, y
luego un hombre adulto y de buena reputación es elegido para con·
feccionar el juag. La tarea consiste en ahuecar los troncos por medio
de el fuego, 10 cual toma aproximadamente un mes. Durante este
periodo nadie debe mirar al j uag, con excepción del artesano quien
debe permanecer sin bañarse durante todo el tiempo que tome su
labor. Al terminar la fabricación del juag se hace otro baile. Estos
son bailes de carne y se bailan en parejas o grupos de tres o cuatro
cogidos de las manos. No se .utilizan bastones de baile. Parece que este
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre. su situación actual 89

baile es típico de los Huitotos solamente, y que otras culturas vecinas


tales como los Muinane, aunque utilizan el juag, no festejan su fa·
bricación con bailes de ninguna clase.
En todos los bailes se cantan canciones antiquísimas que son pe.
culiares de cada baile. Hay pues, canciones de Yadico, canciones de
Menisai, eanciones de Yuag etc. En el baile de zuyuko hay canciones
que soÍl típicas de las mujeres, y canciones que son peculiares de
los hombres. Como ya se anotó oportunamente, algunos bailes de
fruta tienen canciones que implican adivinanzas referentes al origen
mítico de las frutas yde los animales asociados con ellas.
A continuación transcribimos una de estas canciones con su corres·
pondiente traducción libre. Se trata de una canción que se canta al
entrar a los bailes de carne y en la cual se pide más cauana (jugo
de frutas) :

J ebuiro eraufe yema naidaide


Itokua kunena jagabe
Aduka jirare, comuya jirua, aduka jiroye
Jebuire eraufe yemo naidaide
Efanuag kunena jagabe
Aduka jiroye, comuya jirua
Fuigokaug comuire, fuigokaug jebuire
Fuigokaug comuye.

N os multiplicamos con la cauana del color del cananguche


Cuyas palmas se yerguen en las bocas del río.
La traemos para beber, la bebemos para crecer.
N os multiplicamos con la cauana que la guacamaya nos trae
De los canaguchales que se yerguen en las bocas del río
La traemos para beber, la bebemos para multiplicarnos
Asi es como bebemos, asi es cama crecemos.

Todas estas canciones son altamente tradici~nales y hacen referen.


cia a un tiempo antiquísimo, el llamado tiempo originario, cuando
el héroe cultural Buinaima instruia a su gente en la obtención y uso
de los elementos básicos de su cultura: el fuego, el hacha, la coca, la
miel de tabaco, las frutas, la yuca, etc. y cuando los animales eran
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gente. Entre los Huitoto fue "fisido" I el picaflor) quien se robó el


fuego para traérselo a ellos, y por eso tiene el cuello y el cuerpo
todo iridiscente; "bakuta" (el tente) les ayudó a robarse la semilla
del chontaduro; "nmaido" (el cuzumbo o coatí) fue expulsado de
un baile de Menisai por pendenciero y por eso tiene la cola como
bastón de baile de Menisai; "yaño" (el perezozo) es la abuelita de
"j itoma" (el sol) y de su hermano "fisido" y por engañarlos con
una comida es aporreado por ellos, y por eso anda asi todo flaco y
lento.
Los ejempl()s podrían multiplicarse, pero creemos que los anterio.
res bastan como ilustración. Queremos anotar sin embargo que debido
a la antiguedad de estas canciones algunas de ellas, o trozos de ellas
parecen estar expresadas en un dialecto arcaico que ya no se como
prende hoy. Esto agravado por la costumbre muy común en toda la
Amazonia de efectuar préstamos o de copiar canciones de una cul-
tura a otra. El grupo que adopta una canción foránea conoce el con·
texto socio cultural en el cual esa canción debe ser empleada, y tal vez
su significado general, pero ignoran su significación detallada. Fue
precisamente escuchando a un indígena Muinane cantar una canción
copiada de los Carijonas que nos dimos cuenta de que no todas las
canciones tienen que ser necesariamente antiguas, pues ella estaba de·
dicada al caballo, animal cuyo conocimiento tiene que ser reciente
.entre las culturas de la región.
Saber canciones, muchas canciones, y de varias regiones es aun un
elemento de prestigio social. Una noche que asistimos a un baile de
Zuke nos fue presentado un viejo Huitoto cuyo principal orgullo era
ser un "doctor" en can~iones.
Todos los bailes son efectuados en horas de la noche, desde el
atardecer: hasta la madrugada siguiente. Los invitados llegan al baile
cantando canciones apropiadas para la ocasión y portando regalos de
carne, peces, gusanos, frutas etc. los cuales, entregan al dueño del
baile después de saludarlo. En cambio de estas ofrendas reciben ca·
sabe y cauana. El dueño del baile y sus parientes más cercanos
permanecen sentados toda la .noche mientras que los invitados bailan
y cantan. El dueño del baile tiene que estar atento al contenido de
las canciones para satisfacer las exigencias que se le hagan por pago
en maní, tabaco, casahe, etc. Y en caso de que se estén cantando adi·
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 91

vinanzas para responderlas. Al terminar el baile en las horas de la


madrugada_ el dueño del baile procede a agrupar a su alrededor a
los principales invitados y luego los exorta con un largo discurso a
obEE'rvar con esmero las pautas culturales tradicionales.
Como ya se anotó antes, los Huitoto no consumen bebidas embria·
gantes en su bailes. La cauana no es una chicha de frutas, sino un
simple jugo de frutas. Rara vez se presentan altercados dentro de un
baile, y cuando esto sucede se obliga a quienquiera que esté causando
el problema a tomar una buena cantidad de mÍel de tabaco, lo cual
tiene un efecto fisiológico en el individuo consistente en producirle
fuertes v~mitos y en relajar por completo sus músculos de manera
tal que el sujeto en cuestión se postr¡l por completo en el suelo y es
incapaz de pararse de nuevo hasta que le pasa la borrachera.
La dE'~cripción que hemos hecho de los distintos bailes se basa en
informaciones que hemos obtenido en distintas oportunidades y de
diferenV)s informantes. El único baile que hemos tenido oportunidad
de observar directamente y de tomar parte en él ha sido el baile de
Zuke. Confiamos en que en el futuro tendremos oportunidad de amo
pliar y concretar más estas informaciones. De todos modos creemos
que la descripción ya presentada es algo mejor que las frases que
uno enwentra a veces en algunas descripciones las cuales se limitan
a asegllrar que "los indios ocasionalmente tienen bailes y borracheras".
QUE'remospasar a hablar ahora de la significación socio·económica
de estos bailes, y de las implicaciones que su desaparición tiene en
la personalidad y nivel de vida del indígena.
L'JS bailes tienen una clara jerarquización de acuerdo a su impor.
tan':ia socio económica, siendo el baile de Yadico el que implica un
mayor esfuerzo productivo de alimentos destinados a ser consumidos
durante el baile. Nosotros creemos que este factor económico es la
'¡erdadera razón de su alta jerarquía, y que el elaborado ritualismo
que lo acompaña no es sino un reflejo de su importancia económica.
Esto no deja de ser cierto para los demás bailes. Es verdad que los
bailes tienen sus demás funciones de cohesión social, ritual, religios'l,
etc., pero en el fondo, los bailes son un importante mecanismo cultu·
ral para lograr la división social del trabajo y la distribución de
la producción comunal.
Aclaremos este último punto. Los miembros de una maloca tienen
92 Horacio.Calle e Isabel Crooke de C.

/'

que trabajar intensamente en los preparativos para dar un baile. Es-


tos preparativos se hacen a veces con meses de anticipación como
cuando se planta un gran yucal para poder elaborar bastante casabe
para el baile. Ellos tienen que cosechar muchas frutas para la cauana,
cazar muchos animales para la carne, coger y pilar mucha coca, y
preparar mucho "yera" (miel de tabaco). Es cierto que los invitados
al baile también contribuyen trayendo comida de varias clases como
presentes al dueño del baile, pero su aporte es apenas un suplemen-
to, y la parte substancial del esfuerzo productivo recae en los miem-
bros de la maloca que da el baile. El aporte en trabajo y alimentos
que los miembros de una maloca hacen para ofrecer un baile es de
tal magnitud, que puede decirse que su capacidad queda reducida a
un mínimo después del baile, y es aquí donde entra a operar el
mecanismo de la división social del trabajo: los miembros de una
maloca que acaba de dar un baile pasan de un período de intensa
y acelerada actividad a uno de descanso o menor actividad durante
la cual se convierten de productores intensivos en' usufructuarios del
trabajo de otras malocas que ahora los in~itan a otros bailes en re-
ciprocidad, y así sucesivamente hasta cerrarse el ciclo de invitaciones
y empezar de nuevo en la primer maloca.
Queremos aclarar que aunque lo expuesto anteriormente referente
a la función económica de los bailes es muy plausible, no es un hecho
comprobado. En realidad se trata de una hipótesis que hemos cons-
truido con base en las informaciones recibidas. Pero solo observando
un ciclo completo de bailes a través de un largo período de tiempo
será posible su comprobación. Esperamos poder hacerlo así en un
futuro próximo.
Lo que sí hemos podido observar ya en el terreno es que el indí·
gena encontraba en la celebración de los bailes con su reparto de
alimentos una seguridad emotiva y económica que empieza a desapa.
recer al desaparecer los bailes como víctimas del proceso de decul-
turación. Al preguntársele a los indígenas de los grupos periféricos
el por qué no hacen bailes como antes (aún 10 ha'cen pero cada vez
con-menos frecuencia y los jóvenes ignoran las canciones y no quieren
aprenderlas) las respuestas siempre son: falta gente, ya somos muy
poquitos; o les da vergüenza, se avergüenzan de sus propios padres
y de sus propias madres; ya no quieren comer carne de monte, etc.
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 93

y es aquí donde entramos en la parte final de nuestro artículo: el


proceso de deculturación en sí mismo.
El contacto de las culturas jndígenas con la cultura dominante de
la nacionalidad colombiana se caracteriza por' el ~echo de que' en
esta situación de contacto el grupo indígena deja de ser un grupo
autónomo para convertirse en un grupo "minoritario". Como grupo
minoritario aceptamos aquí la definición dada por Wagley y Harris:
" ... un grupo social cuyos miembros están sujetos a desventajas en
forma de perjuióio, discriminación, segregación, o per¡secución (o
una combinación de estos) a manos de otra clase de grupo social"
(Wagley y Harris 1964:4).
El peor efecto de toda situación de discriminación es la de que el
discriminado llega a creer en el mito de su inferioridad racial o culo
tural, y es esto lo que sucede con el indio amazónico de nuestros
días. Enfrentado a una cultura dominante que se llama a si misma
"racional", implicando así la irracionalidad del indio, este acaba
por avergonzarse de lo propio, lo cual conlleva su abandono y olvido.
Este abandono y olvido de sus culturas abren para el indio ama·
zónico una caja de Pándora de la que solo parecen salir males: des·
nutrición, alcoholismo, prostitución, vagancia, pérdida de su autono·
mía y seguridad económica para comvertirse en el mejor de los ca·
sos en proletariado de los puertos ribereños.
Este proceso de deculturación tiene serias implicaciones de carác·
ter científico y humano. Desde el punto de vista científiao se está
perdiendo una de las muchas manifestaciones de la conducta humana
sin que aun se haya logrado su total estudio. Desde el punto de vista
humano el problema, es a nuestro entender, peor aun. Se trata del
sufrimiento y extinción de decenas de miles de seres humanos. Ya tu·
vimos oportunidad de señalar este problema en el Segundo Simposio
y Foro de Biología Tropical Amazónica (Calle 1969). ' .
Esta situación de grupo minoritario no es peculiar de los Huitoto,
sino que es un mal endémico en toda la Amazonia Latinoamericana.
Son innumerables los ejemplos que se nos vienen a la cabeza pero
solo queremos mencionar uno de ellos por lo completo del estudio:
los Amahuaca de la Amazonia Peruana. Los' A~ahuaca, enfrentados
al mismo proceso de contacto. " ... rápidamente generan un deseo de·
sesperado de perder su identidad tribal y reemplazarla con la del
94 Horacio Calle e Isabel Crooke de C.

hombre blanco. .. sin embargo este proceso casi ciertamente asegura


su extinción cultural" (Huxley y Capa 1964: 14).
Hay quienes nos acusan de folkloristas y sentimentaloides, o peor
aun, de querer mantener al indio entre una jaula para que 'no deje
de ser indio, como pieza de museo. Hay quienes arguyen que la desa·
parición del indio como tal es "inevitable". Detrás de estas opinio-
nes se esconde el racismo solapado de quienes creen que el problema
indígena se resuelvemotilándolo y obligándolo a usar camisa y pan·
talón.
Nuestra posición es muy distinta. Nos declaramos indigenistas. In-
digenistas por vocación científica, e indigenistas por amor a la Hu·
manidad. Como indigenistas creemos que el indio tiene hoy en día
dos grandes derechos: El derecho a conservar su tradición cultural,
sus mitos, sus bailes, su idioma, su arquitectura. " El derecho a te·
ner orgullo de lo propio sin lo cual no es posible ninguna dignidad.
humana. ,y en segundo lugar, el indio tiene derecho a cambiar. A
cambiar si, pero a cambiar. en beneficio propio y no en beneficio
de Julio C. Arana y sus imitadores de nuestros días. Y sabemos que
cuando este cambio en la esfera económica se opera en beneficio pro.
pio, los elementos culturales tales como folklor, idioma, etc. no tien-
den a desaparecer sino que se fortalecen.
No compartimos la idea de que el etnólogo debe limitarse a inves·
tigar y luego encerrarse en su torre de marfil dejando la acción a
los políticos. Los políticos no leen libros de etnología. Saber es poder.
y si queremos ayudar a los Huitoto, Bora, Nonuya, Muinane,
Ocaina ... , primero tenemos que saber quienes son ellos, cómo traba·
jan, cómo conviven con ,sus semejantes, cómo miran y comprenden al
mundo que los rodea. La información etnográfica es una condición
esencial y básica con 'miras hacia una política inteligente' destinada
a salvaguardar los derechos humanos del indígena colombiano.
Los Huitotos - Notas sobre sus bailes y sobre su situación actual 95

BIBLIOGRAFIA

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1969 El Proceso de Acultnración y el Equilibrio Ecológico de las Culturas
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Trabajo presentado ante el Segundo Simposio y .Foro de Biología Tropícal Ama·
zónica.
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1968 The River that God Forgot.
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1964 Farewell to Eden
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1964 Mitológicas - Lo Crudo y lo Cocido (edición en español de 1968).
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PREUSS, K. Ta.:
1921·23 Religión und Mythologie der Huiloto Gotinga.
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