Derechos y Deberes de Los Privados

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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE HONDURAS

Asignatura: Derecho de Ejecución Penal

Catedrática: Abogada Rosa Isabel Carias Galo

Asignación: Investigación sobre los derechos y los deberes de los


internos

INTEGRANTES GRUPO TOCOA:

Coordinadora: Yeni Bersay Mejía Mateo 202100168


Alejandra Leonela Pineda García 202301843
Stephanie Gabriela Espinoza Martinez 202300375
Jeimy Grisel Alvarado Trejo 202300055
Bairon Josué Cruz Pérez 202302452

Fecha de entrega: 17/10/2024


INTRODUCIÓN

La situación de los derechos y deberes de los internos en los centros penitenciarios


de honduras es un tema de gran relevancia en el contexto de los derechos humanos
y la justicia penal. Estos derechos y deberes de los internos están regulados por
diversas normativas, tanto nacionales como internacionales. Buscan garantizar el
respeto a la dignidad humana de las personas privadas de libertad asegurando
condiciones de vida adecuadas y acceso a servicios básicos.

Los internos tienen tanto derecho a recibir una atención médica, educación, y
comunicarse con sus familiares entre otros. Al mismo tiempo deben cumplir con sus
deberes como respetar a las normas del centro penitenciario y mantener un
comportamiento adecuado. Estos derechos y deberes son fundamentales para
garantizar no solo la dignidad de los internos, sino también para su rehabilitación y
reintegración a la sociedad aspectos que son cruciales para la construcción de un
sistema penitenciario más humano y efectivo. La protección de estos derechos es
un desafío constante que requiere de una gran atención y el compromiso de las
autoridades, la sociedad civil y la comunidad internacional.

En la situación actual de nuestro país nos refleja la necesidad de reformas en el


sistema penitenciario para garantizar un trato justo y humano a los internos, así
como, la implementación de políticas que favorezcan su reintegración a la sociedad.

Honduras enfrenta desafíos significativos como el hacimiento y la falta de recursos


lo que puede influir en la implementación efectiva de estos derechos. Es importante
que se sigan promoviendo y protegiendo los derechos de los internos para asegurar
un trato humano digno al tiempo que se reforma la seguridad.
Objetivos

Objetivo General:

 Comprobar la importancia que tienen estos derechos y deberes para


garantizarle una convivencia justa y humanitaria a los internos.

Objetivos Específicos:

 Demostrar que todos estos derechos están implementados para todos los
internos, tanto hombres como mujeres sin importar su caso.
 Brindar a la sociedad información de, los bienestares que contrae estos
derechos, para los internos privados.
 Amplificar a detalle cada uno de los derechos y deberes.
MARCO TEORICO

DERECHOS Y DEBERES DE LOS PRIVADOS DE LIBERTAD

La importancia de los derechos y deberes de los privados de libertad en Honduras


es fundamental para garantizar una convivencia justa y humanitaria en el sistema
penitenciario. Estos derechos, que incluyen el acceso a la salud, educación y un
trato digno, son esenciales para la rehabilitación de los internos y su reintegración
en la sociedad. A su vez, los deberes, como el respeto a las normas del centro
penitenciario, promueven un ambiente de orden y seguridad. En un contexto donde
las condiciones carcelarias pueden ser precarias, es vital asegurar que se respeten
estos derechos y se fomenten los deberes, para contribuir a la dignidad humana y a
la reducción de la violencia en las cárceles.

El respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en toda


circunstancia constituye una obligación imperativa del derecho internacional que
todos los Estados deben cumplir.

La ley del instituto nacional penitenciario dice en su capítulo numero uno bajo el
articulo cuatro, inciso dos que; PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD: Son
aquellas personas internas que se encuentran recluidas por orden de la autoridad
judicial en los establecimientos penitenciarios.

Es muy importante que la ciudadanía conozca acerca de estos temas relacionados


con los derechos de privados de libertad para no violentar y defender estos
derechos que consiguen asimismo deberes a cumplir.

El derecho de la libertad personal queda suspendido durante el cumplimiento de una


condena. En teoría, el encarcelamiento de una persona debe impedir, únicamente,
la libertad para moverse a su antojo. Sin embargo, la prisión restringe diversos
derechos fundamentales (expresión, vida familiar, derechos cívicos, intimidad,
dignidad, etc.). En ese sentido, las cárceles hondureñas son una manifestación
directa de la violencia y de la inseguridad social que vive la población hondureña,
particularmente la juventud.

DERECHOS DE LOS PRIVADOS DE LIBERTAD

En el artículo 15 de los derechos y deberes y los deberes de los privados de libertad


dice que; ARTÍCULO 15.- Principio General. Toda persona privada de libertad goza
de los mismos derechos individuales, sociales, económicos y culturales de los que
son titulares los habitantes de la República, salvo aquéllos que sean restringidos o
suspendidos temporalmente por mandato judicial conforme a Ley.

la ley de penitenciaria es el manual de instrucciones donde existen los


procedimientos a seguir para la convivencia entre las personas privadas de libertad
y el estado, en donde podemos observar en esta ley que asegura que los privados
gozaran de derechos y deberes y podemos explicar los siguientes deberes y
obligaciones:

1. Derecho de Petición
2. Derecho a la Salud.
3. Derechos sexuales.
4. Derecho a la comunicación con las instancias.
5. Derecho a la cultura
6. Derecho a la vida y a la seguridad de la persona.
7. Derecho a la libertad de conciencia y pensamiento.
8. Derecho a la libertad de culto.
9. Derecho a la información.
10. Derecho a la visita conyugal.
11. Derecho a la educación.
12. Derecho al trabajo.
13. Derecho a la maternidad.
14. Derecho a la organización.
15. Derecho a la adecuada convivencia.
Las personas privadas de libertad en Honduras disfrutan de una serie de derechos
fundamentales que garantizan su dignidad y bienestar. Estos derechos incluyen el
acceso a los mismos derechos que poseen los ciudadanos, salvo aquellas
restricciones que puedan imponer los mandatos judiciales. Tienen el derecho de
presentar quejas y peticiones a las autoridades, recibiendo respuestas oportunas y
sin temor a represalias, lo que fomenta un ambiente de transparencia y justicia.

Además, es esencial el derecho a la salud, que incluye atención médica integral y


acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. La libertad y privacidad en
cuestiones sexuales son igualmente reconocidas, lo que asegura la autonomía de
los internos en estas áreas. También tienen derecho a comunicarse con instancias
que evalúan su situación y a mantener correspondencia, garantizando su conexión
con el exterior.

El acceso a la cultura y a actividades recreativas es otro aspecto importante, ya que


permite a los internos ocupar su tiempo de manera constructiva. La protección de su
vida y seguridad es una prioridad, al igual que la libertad de conciencia y culto, lo
que les permite practicar sus creencias y expresarse libremente.

Asimismo, los internos tienen derecho a informarse sobre sus derechos y


obligaciones, así como a recibir visitas conyugales en condiciones adecuadas. La
educación, tanto formal como informal, es vital para prepararlos para su
reintegración en la sociedad, y tienen el derecho a trabajar y elegir sus ocupaciones,
dentro de las limitaciones que su situación pueda imponer.

Para las mujeres embarazadas o lactantes, se garantizan condiciones adecuadas


para ejercer su maternidad, lo que refleja un enfoque humanitario hacia su situación.
También se reconoce el derecho a la integración comunal y familiar, así como a
organizarse para actividades lícitas que promuevan su desarrollo personal y social.

DEBERES DE LOS INTERNOS

1. Respeto a los derechos fundamentales.


2. Respeto a una convivencia adecuada
3. Respeto a los bienes e instalaciones.
4. Deber de depositar valores.

Las personas privadas de libertad en Honduras tienen deberes fundamentales que


deben cumplir para asegurar un ambiente de respeto y convivencia en el sistema
penitenciario. En primer lugar, están obligadas a respetar la vida, la salud, la
integridad física y moral de sus compañeros, así como la seguridad del personal del
establecimiento y de los visitantes. Este respeto mutuo es esencial para prevenir
conflictos y promover una cultura de paz dentro de los centros penitenciarios.

Además, es fundamental que mantengan relaciones basadas en el respeto, la


disciplina y el buen trato entre ellos, con el personal del establecimiento y con los
visitantes. Fomentar un clima de convivencia adecuada contribuye a una
experiencia más positiva para todos, incluyendo el respeto por el descanso y los
momentos de recreación de los demás.

El deber de cuidar el entorno también es crucial. Las personas privadas de libertad


deben mantener el orden, la limpieza y la higiene en las instalaciones penitenciarias,
así como cuidar de los bienes y equipos del establecimiento. Esta responsabilidad
no solo promueve un ambiente más saludable, sino que también ayuda a inculcar un
sentido de pertenencia y cuidado hacia el lugar donde residen.

Por último, tienen la obligación de depositar cualquier objeto de valor y dinero en


efectivo bajo la custodia de la administración del establecimiento, de acuerdo con
las normativas vigentes. Este deber no solo protege los bienes de los internos, sino
que también facilita la seguridad y el orden dentro del centro penitenciario.

La situación de los derechos humanos en las cárceles de Honduras ha sido un tema


de creciente atención y preocupación, tanto a nivel nacional como internacional. A lo
largo de los años, se han observado cambios en la legislación y en la percepción
pública respecto a los derechos de las personas privadas de libertad. Sin embargo,
a pesar de estos esfuerzos, la realidad en las prisiones hondureñas presenta
desafíos significativos que la diferencian de otros países donde los derechos
humanos en el contexto penitenciario están más consolidados.

Otro aspecto crucial es el enfoque en la rehabilitación y la reinserción social. En


Honduras, aunque existen iniciativas destinadas a promover la educación y el
trabajo entre los internos, los recursos limitados y la violencia estructural en las
prisiones han dificultado la efectividad de estos programas. En otras naciones, los
sistemas penitenciarios han adoptado modelos que priorizan la reintegración de los
internos a la sociedad, con programas de formación laboral y apoyo psicológico que
han demostrado ser efectivos en la reducción de la reincidencia.

Además, la violencia en las cárceles hondureñas, muchas veces atribuida a la


presencia de bandas criminales, representa un desafío grave que afecta tanto a los
internos como al personal penitenciario. Esta situación contrasta con países donde
se han implementado políticas exitosas de control y seguridad, lo que ha llevado a
una reducción significativa de la violencia en los centros penitenciarios.

Por último, la supervisión internacional juega un papel importante en la promoción


de los derechos humanos en las cárceles. Honduras ha sido objeto de informes y
recomendaciones por parte de organismos internacionales que abogan por mejoras
en su sistema penitenciario. Sin embargo, la implementación de estas
recomendaciones ha sido desigual, lo que refleja la complejidad de la situación en el
país.

En los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la


situación de las cárceles y las personas privadas de libertad en Honduras, se ha
evidenciado la problemática que enfrentan las cárceles del país en cuanto al
cumplimento y respeto a los derechos humanos de los privados de libertad.
CONCLUSIONES

 Promover el respeto y la garantía de los derechos humanos y deberes de los


internos en las instituciones penitenciarias de Honduras a través de la
implementación de las políticas públicas efectivas y un sistema de
supervisión que garantice condiciones dignas de detención.

 Garantizar un trato humano y digno dentro del sistema penitenciario,


promoviendo la rehabilitación y reintegración social de los internos
asegurando condiciones adecuadas de vida.

 Proteger los derechos fundamentales de los internos, para que no sean


sometidos a torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes.

 Ofrecer programas educativos, laborales, culturales y deportivos que


contribuyan al desarrollo personal y faciliten la reintegración de los internos.
BIBLIOGRAFIA

https://escuelajudicialpva.poderjudicial.gob.hn/pluginfile.php/21999/
mod_data/content/957/62_Los%20derechos%20humanos%20de%20los
%20privados%20de%20libertad.pdf

https://www.tsc.gob.hn/web/leyes/LEY%20DEL%20SISTEMA
%20PENITENCIARIO%20NACIONAL%20(version%20corregida
%2015-02-06).pdf

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