Pachacamac

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LIMA PRE INCA E INCA

LIMA ANTES DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES

Pachacamac es uno de los sitios arqueológicos más grandes e importantes del Perú, y en su
época fue la huaca (oráculo) más consultada del mundo andino, dejando una profunda huella
que llega hasta nuestros días.

Construyeron Pachacamac en la margen derecha del valle de Lurín, muy cerca al río del mismo
nombre, muy próximo al mar y frente a un conjunto de pequeñas islas que se llaman igual que
este santuario. Pachacamac es un gran complejo arquitectónico con muchos edificios que
fueron construidos en diferentes épocas, desde los primeros años de nuestra era hasta el siglo
XVI.

El dios Pachacamac

Pachacamac fue el oráculo principal de la costa y de él se decía que era el creador de todas
las cosas y la fuerza que animaba a todos los seres vivos. En las declaraciones, crónicas y
documentos de extirpaciones de idolatrías escritas a mediados del siglo XVI por los españoles
se mencionan al sitio de Pachacamac y al dios del mismo nombre en repetidas ocasiones. Del
estudio de estos documentos se ha podido reconstruir en algo los atributos e imágenes que
tenía esta deidad:

"(...) en otras partes decía el demonio que era el Señor que había dado ser al mundo, y que se
llamaba Pachacamac que dice dador de este mundo." (Juan de Betanzos, 1551)

"Llámase Pachamama, nombre del ídolo o dios falso a quien era dedicado, que quiere decir
Hacedor del mundo; el cual era labrado de palo con una figura fiera y espantable, y con todo
eso muy venerado; porque hablaba por él el demonio y daba sus respuestas y oráculos a los
sacerdotes (…)" ( Padre Fray Bernabé Cobo, 1653)

Como "hacedor del mundo" y creador de personas, plantas, animales y todo cuanto hay en el
mundo, Pachacamac está ligado a varios elementos de la naturaleza, como el agua, y otros
fenómenos, como los temblores, muy comunes en la costa pacífica del Perú. Sin embargo,
lejos de ser quien protege a las personas de los movimientos telúricos, era quien los provocaba
y a quien había que agradar y ofrendar para que no mande dicho azote.

Pachacamac también está presente en los mitos y leyendas, tanto de la costa como de la sierra
de Lima. Destaca el mito recogido por el Padre Luis de Teruel en 1617 en una campaña de
extirpación de idolatrías e incluida en la obra "Crónica Moralizada del Orden de San Agustín"
escrita por Fray Antonio de la Calancha, impresa en Barcelona en 1638.

Es muy posible que al interior de dicho recinto donde se comunicaban directamente con el
mismo Pachacamac se realizaban ceremonias chamánicas con uso de alucinógenos como el
San Pedro, el Floripondio y Chamico.

Pachacamac y La Cultura Lima

La época más antigua en Pachacamac corresponde a la cultura Lima, que va desde los inicios
de nuestra era hasta el año 600, aproximadamente. Esta cultura se desarrolló en las épocas
Media y Tardía del Período Intermedio Temprano (200 a.C. a 600 d.C.) y organizó a los
pobladores de esta región llamada Costa Central (formada por los valles de Chancay, Chillón,
Rímac y Lurín en la costa del Perú) en torno a grandes pirámides, construyeron canales de
irrigación haciendo productivos los valles. Su principal fuente de alimentación provino del
cultivo y de la pesca. Dejaron importantes muestras de su arte en telas y vasijas de cerámica
("huacos"). La principal urbe de esta cultura fue Maranga, en el valle del Rímac.
Hasta el momento las evidencias más antiguas de ocupación en Pachacamac corresponden a
construcciones levantadas durante la época de la cultura Lima, tales como las pirámides
llamadas Templo Viejo, Urpiwachac, que es el nombre de la esposa de Pachacamac, según la
mitología andina, y otros edificios pequeños, como el Conjunto Adobitos, que está formado por
lo que queda de una antigua construcción hecha con pequeños adobes (ladrillos de tierra sin
hornear) moldeados a mano y colocados "de pie" en hileras sucesivas, dando la apariencia de
libros en un librero, técnica que distingue a la cultura Lima. Es posible que la mayor parte de
las construcciones de esta época estén cubiertas por construcciones de las épocas posteriores.

Los Wari en Pachacamac

Hacia el año 600, los Wari, originarios de Ayacucho (sierra sur del Perú), integran a su cultura a
muchos pueblos de los andes, entre ellos a los Lima y por ende, a Pachacamac. En esta
época, denominada por la arqueología como Período Horizonte Medio (600 a 900 d.C.)
Pachacamac adquiere una gran importancia que se evidencia por los importantes personajes
wari que se enterraron aquí, y que no se encuentran en otros lugares de la costa. Para el año
750 Pachacamac adquiere más importancia e independencia, y aunque se nota la gran
influencia que les dejaron los Wari, los Pachacamac de esa época lograron un estilo propio que
se puede apreciar en su cerámica, esparcida por la costa del Perú desde Lambayeque (al
norte) hasta Ica (al sur) llamado estilo Pachacamac y que tiene como principal icono a un ser
alado con cuerpo de felino y cabeza de ave en posición de vuelo denominado "grifo".

En este tiempo se construyó una nueva pirámide llamada por los arqueólogos Templo de
Pachacamac o Templo Pintado que fue construido para ser la nueva casa de dicho oráculo,
pues los grandes cambios introducidos por los Wari incluyeron la construcción de esta nueva
pirámide. El Templo de Pachacamac tiene en una de sus caras grandes escalones que
estuvieron pintados con muchos colores y diseños con representaciones de personas, plantas
y peces.

En 1938 Alberto Giesecke encuentra entre escombros, delante de éste templo la única imagen
conocida de Pachacamac, llamada desde entonces como el "ídolo de Pachacamac", pues su
apariencia coincide con la descripción que dejaron escrita los españoles que lo vieron por
primera vez en 1533 :

"y así entramos en ella en una cueva muy pequeña, tosca sin ninguna labor; y en medio de ella
estaba un madero incado en la tierra con una figura de hombre hecha en la cabeza de él, mal
tallada y mal formada, y al pie y a la redonda muchas cosillas de oro y plata ofrendadas de
muchos tiempos y soterrados por aquella tierra".

Pero la principal fuente de evidencias arqueológicas en Pachacamac para este período


corresponde a un cementerio que el arqueólogo alemán Max Uhle excavó al pie del Templo
Pintado, cuyos resultados publicó en su obra de 1903 y que contiene la más grande colección
de entierros envueltos en finos textiles multicolores con la técnica y la decoración propia de los
Wari de Ayacucho.

Los Ychsma y Las Pirámides con Rampa

El estilo Pachacamac que fue de gran popularidad en la costa norte, central y sur del Perú en el
período histórico anterior pierde fuerza en desmedro de estilos alfareros locales tales como
Lambayeque, Chimú, Chancay e Ychsma entre otros. Es el inicio del Período Intermedio Tardío
(900 - 1450 d.C.) que se caracteriza por la presencia de muchas naciones locales (ocupan uno
o dos valles) con características propias y en constante pugna entre ellas.

Pachacamac en este período muestra un gran desarrollo arquitectónico, convirtiéndose en el


centro y principal ciudad de la Ychsma, que se desarrollaron en los valles bajos de Lurín y
Rímac. También es el nombre que tuvo Pachacamac antes de la llegada de los Incas.
Los Ychsma construyeron en Pachacamac al menos 16 edificios nuevos llamados por los
arqueólogos "Pirámides con Rampa", tipo de arquitectura que distingue a esta cultura. Dichas
pirámides están formadas por una o más plataformas a cuya sima se accede por medio de una
rampa (de ahí el nombre), la que generalmente se ubica en la parte central de la fachada.
Delante una plaza cerrada por un muro con un solo ingreso. En la sima varias estructuras están
construidas de tal modo que todas juntas y vista desde el aire tienen forma de letra U con la
abertura mirando a la plaza. Atrás o a los lados se ubicaron varios depósitos.

Con el auge de las Pirámides con Rampa en Pachacamac el trazado de esta ciudad se
organiza en torno a dos largas calles llamadas Calle Norte-Sur y Calle Este-Oeste por la
orientación que tienen, aunque en realidad están un poco desviadas de dichos cardinales. El
cruce de ambas calles define cuatro grandes áreas llamadas "canchas". La mayoría de
Pirámide con rampa tiene un acceso a algunas de estas vías.

La parte central y más sagrada de Pachacamac, donde se ubican el Templo Viejo, el Templo
de Pachacamac, un recinto cuadrangular no estudiado hasta ahora y el espacio donde será
construido el Templo del Sol de los Incas en el período histórico siguiente es rodeado por un
grueso y alto muro conocido en la literatura arqueológica como la Primera Muralla. Una
Segunda Muralla está delimitando la zona "monumental", o sea el espacio que contiene a las
Pirámides con Rampa y otros edificios grandes. Más al norte una Tercera Muralla fue
construida, de la que queda poco en la actualidad, sólo algo de su trazo y la entrada principal,
que está alineada con la Calle Norte-Sur. El espacio entre la Segunda y la Tercera Muralla luce
actualmente como un terreno vacío sin evidencias de construcciones a la vista. Sin embargo
recientes excavaciones en esta zona nos revelarán próximamente su verdadero rostro. En la
zona que colinda al valle de Lurín existen algunos muros y estructuras que sirvieron de ingreso
a quienes llegaban a Pachacamac por este valle. Ese lugar es llamado la Cuarta Muralla.

Los Incas en Pachacamac

En Pachacamac los Incas hicieron grandes cambios, correspondiendo a esta época el Período
Horizonte Tardío, construyeron un templo nuevo, dedicado a Pachacamac y otro al Sol, su
hermano (Templo del Sol). Una gran plaza para que los peregrinos esperen (Plaza de los
Peregrinos), Un Acllawasi, donde las mujeres escogidas se dedicaban al hilado y tejido de las
ropas usadas por el Inca tanto para vestir como para regalar en reciprocidad. Un palacio para
el gobernador Inca de la ciudad. El último fue uno de nombre Tauri Chumbi.

Los Españoles en Pachacamac

En enero de 1533 un grupo de españoles armados y a caballo llegó a Pachacamac. Están


comandados por Hernando Pizarro y fueron enviados desde Cajamarca para garantizar que
envíen el oro pedido por el inca Atahualpa para pagar el rescate ofrecido a Francisco Pizarro,
su captor.

Pidieron ver de inmediato a la huaca. Los sacerdotes de Pachacamac les explicaron que tenía
que esperar, tenían que hacer ayuno, que verlo nadie podía, que solo ellos lo escuchaban, que
cualquier cosa que le quisieran decir se la dijeran a través suyo. Hernando Pizarro insistió,
amenazó con lo mandado por Atahualpa, amenazó con la fuerza. De mala gana lo dejaron
entrar.

Los curacas de Pachacamac estaban molestos, pues nadie debía ver al oráculo, los españoles
también estaban muy molestos, pues el oro y plata recaudados les parecieron insuficientes.
Dudaban, pensaban que les escondían el preciado metal. Furiosos Hernando Pizarro y sus
soldados atacaron el templo, lo quemaron todo.

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