RESUMEN SL7335-2014 Cesantías Pérdida Por Pago Irregular.

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Corte Suprema de Justicia. SL7335-2014 radicación 42752, M.P.

Clara Cecilia
Dueñas. Cesantías pérdida por pago irregular.

Hechos:

Gloria Cecilia Hernández Vieda demandó a Gildardo Ortiz Leiva, propietario de


COMPU-OFICINAS, alegando la existencia de una relación laboral entre el 20 de
enero de 1995 y el 14 de abril de 2005. Solicitó el reconocimiento y pago de horas
extras, domingos, festivos, descansos compensatorios, y la reliquidación de
prestaciones sociales (primas, cesantías, intereses, vacaciones). También reclamó
indemnizaciones por falta de pago de vestido y calzado de labor, consignación
tardía de cesantías, y terminación injustificada del contrato. La demandante
argumentó que no se le entregaron los comprobantes de aportes a la seguridad
social y parafiscales.

El demandado reconoció la existencia de la relación laboral mediante contratos a


término fijo, pero negó la procedencia de algunos reclamos, indicando que cumplió
con sus obligaciones básicas.

Argumentos:

• Demandante: Alegó incumplimientos del empleador, como la falta de


pago de horas extras, afiliación a riesgos laborales y consignación de cesantías.
Solicitó indemnización moratoria, corrección monetaria y costas procesales.
• Demandado: Reconoció la relación laboral y el salario mínimo
devengado, pero argumentó haber pagado prestaciones sociales, cesantías e
intereses directamente, justificando su actuación bajo el principio de buena fe. Negó
las horas extras y las demás pretensiones.

Cargos:

La demandante fundamentó su recurso en la indebida interpretación y valoración de


pruebas por parte del Tribunal, específicamente sobre:
• La negativa de la indemnización moratoria por horas extras.
• La no consignación de cesantías en el fondo correspondiente.
• La omisión en informar sobre el estado de aportes parafiscales y de
seguridad social al finalizar el contrato.

Consideraciones de la Corte:

La Corte señaló que:


• La consignación directa de las cesantías al trabajador en lugar del
fondo autorizado constituye una irregularidad sancionable. Sin embargo, ya se
había ordenado el pago doble de estas, por lo que no procedía una sanción
adicional.
• En cuanto a la omisión en el informe del estado de aportes
parafiscales y de seguridad social, se evidenció que el demandado cumplió
parcialmente con estas obligaciones. La Corte ratificó la buena fe del empleador en
este punto, al considerar que los pagos estaban respaldados documentalmente.
• Respecto a la indemnización moratoria por no pago de horas extras,
concluyó que el empleador no justificó suficientemente su omisión, lo que desvirtúa
la buena fe alegada.

Sentencia de instancia:

• Revocó parcialmente la decisión del Juzgado Laboral de Girardot del


13 de junio de 2007.
• Condenó al demandado a pagar a la demandante:
1. Un día de salario por cada día de retraso en el pago de horas extras y
prestaciones sociales entre el 15 de abril de 2005 y el 15 de abril de 2007, por un
total de $10.169.352.
2. Intereses moratorios sobre $7.973.438,99, calculados a la tasa
máxima de créditos de libre asignación, alcanzando $14.302.242,29 al 28 de febrero
de 2014, con los intereses adicionales que se generen hasta el pago.
• Impuso las costas procesales al demandado en primera instancia, sin
lugar a ellas en segunda instancia.

Este fallo reafirma el derecho del trabajador al cumplimiento pleno de sus derechos
laborales y el deber del empleador de actuar conforme a la buena fe probada y
respaldada documentalmente.
Antecedentes:

La demanda presentada por Gloria Cecilia Hernández Vieda contra Gildardo Ortíz
Leiva, propietario de COMPU-OFICINAS, se basa en la existencia de una relación
laboral entre el 20 de enero de 1995 y el 14 de abril de 2005, durante la cual la
demandante trabajó como vendedora-mostrador, devengando el salario mínimo
legal. Hernández Vieda reclama el pago de horas extras diurnas y nocturnas, así
como de domingos, festivos y descansos compensatorios, además de la
reliquidación de primas de servicio, cesantía e intereses, y vacaciones. También
solicita indemnizaciones por la falta de entrega de vestido y calzado de labor,
moratorias por la falta de consignación de cesantías e intereses, y por la falta de
pago oportuno de salarios y prestaciones sociales. Asimismo, se destaca que el
demandado no cumplió con la obligación de informar a la trabajadora sobre sus
aportes a la seguridad social dentro de los 60 días posteriores a la terminación del
contrato

Contestación de la demanda:

En la contestación de la demanda, Gildardo Ortíz Leiva, propietario de COMPU-


OFICINAS, reconoció la existencia de una relación laboral con Gloria Cecilia
Hernández Vieda, pero argumentó que esta se había llevado a cabo mediante
contratos a término fijo de duración inferior a un año. El demandado admitió que la
actora trabajaba en un horario que excedía la jornada máxima legal, lo que
implicaba el reconocimiento de horas extras diurnas. Sin embargo, no presentó
pruebas que justificaran su omisión en el pago de dichas horas, ni demostró que
hubiera actuado de buena fe en el cumplimiento de sus obligaciones laborales.
Además, el demandado no cumplió con la obligación de informar a la trabajadora
sobre sus aportes a la seguridad social dentro del plazo establecido tras la
terminación del contrato

Sentencia del juzgado:

La sentencia del Juzgado Laboral del Circuito de Girardot, emitida el 13 de junio de


2007, declaró la existencia de un contrato de trabajo a término indefinido entre
Gloria Cecilia Hernández Vieda y Gildardo Ortíz Leiva, con vigencia desde el 20 de
enero de 1995 hasta el 14 de abril de 2005. El juzgado condenó al demandado al
pago de una indemnización por despido injusto y por la omisión en la entrega de
vestido y calzado de labor. Sin embargo, absolvió al demandado de la sanción
moratoria por la falta de pago de salarios y prestaciones, lo que generó la apelación
de la sentencia por parte de la actora, quien argumentó que la relación laboral no
había estado precedida de buena fe y que el empleador no había cumplido con sus
obligaciones

Sentencia del tribunal:

La sentencia del tribunal revocó parcialmente la decisión del Juzgado Laboral del
Circuito de Girardot, al considerar que el empleador, Gildardo Ortíz Leiva, no
demostró buena fe en el cumplimiento de sus obligaciones laborales. El tribunal
determinó que había evidencia de que la actora, Gloria Cecilia Hernández Vieda,
había trabajado en un horario que excedía la jornada máxima legal y que el
demandado había omitido el pago de horas extras. Por lo tanto, se condenó al
demandado a pagar una sanción moratoria equivalente a un día de salario por cada
día de retraso en el pago de las horas extras diurnas, a partir del 15 de abril de
2005, en lugar de absolverlo de dicha sanción como había hecho el juzgado de
primera instancia

Recurso extraordinario:

Se aborda la apelación interpuesta por la demandante contra la sentencia del


tribunal que absolvió al demandado de la sanción moratoria por falta de pago de
salarios y prestaciones. La Corte concluyó que el tribunal se equivocó al deducir la
buena fe del empleador, ya que no había pruebas que justificaran su omisión en el
pago de horas extras. Se enfatizó que el empleador tenía conocimiento de que la
actora trabajaba horas adicionales y no presentó razones plausibles para justificar
su conducta. Como resultado, la Corte decidió casarse parcialmente la sentencia
impugnada y condenar al demandado a pagar la sanción moratoria correspondiente

Primer Cargo:

En el primer cargo, la sentencia del tribunal se centra en la evaluación de la buena


fe del empleador, Gildardo Ortíz Leiva, en relación con el cumplimiento de sus
obligaciones laborales hacia la demandante, Gloria Cecilia Hernández Vieda. La
Corte argumenta que el tribunal de primera instancia erróneamente dedujo que el
empleador actuó de buena fe al no pagar las horas extras trabajadas por la actora.
La Corte señala que, en la respuesta a la demanda, el demandado admitió que la
actora prestó sus servicios en un horario que excedía la jornada máxima legal, lo
que implica que tenía conocimiento de que debía pagar horas extras. Sin embargo,
a pesar de esta confesión, el tribunal de primera instancia absolvió al demandado
de la sanción moratoria, argumentando que no había intención de defraudar a la
trabajadora.
El tribunal de apelación enfatiza que la buena fe no puede ser asumida sin pruebas
concretas que la respalden. En este caso, la Corte concluye que no hay evidencia
que justifique la omisión del pago de las horas extras, lo que contradice la afirmación
de buena fe del empleador. Además, se menciona que el demandado no ofreció
razones plausibles durante el interrogatorio que demostraran su buena fe, lo que
refuerza la conclusión de que su conducta no estaba justificada.
Por lo tanto, la Corte determina que el tribunal de primera instancia cometió un error
al absolver al demandado de la sanción moratoria, y se decide revocar parcialmente
la sentencia, condenando al empleador a pagar la sanción correspondiente por el
retraso en el pago de las horas extras diurnas

Segundo cargo:
En el segundo cargo, la sentencia se centra en la omisión del pago de horas extras
diurnas por parte del empleador, Gildardo Ortíz Leiva. La Corte destaca que el
demandado admitió en su respuesta a la demanda que la actora, Gloria Cecilia
Hernández Vieda, trabajaba en un horario que excedía la jornada máxima legal, lo
que implica que tenía conocimiento de su obligación de pagar por esas horas
adicionales.
La Corte señala que el demandado no presentó pruebas que justificaran su omisión
en el pago y que, durante el interrogatorio, ofreció un nuevo horario que contradice
su declaración inicial, lo que genera dudas sobre su credibilidad. Se enfatiza que la
buena fe del empleador debe ser respaldada por pruebas concretas, y en este caso,
no hay evidencia que demuestre que el demandado actuó de buena fe al no pagar
las horas extras.
Por lo tanto, la Corte concluye que el tribunal de primera instancia cometió un error
al absolver al demandado de la sanción moratoria, ya que no se demostró que su
conducta estuviera justificada. En consecuencia, se revoca parcialmente la
sentencia y se condena al demandado a pagar la sanción moratoria correspondiente
por el retraso en el pago de las horas extras diurnas trabajadas por la actora

Consideraciones de la corte:

conforme a los antecedentes antes señalados, debe la Corte dilucidar si Hernández


Vieda tiene o no derecho al pago de las indemnizaciones deprecadas por concepto
de: (i) omisión de consignar el auxilio de cesantía en un fondo de cesantías; (ii) no
haber sido informada por su empleador del estado del pago de los aportes al
sistema de seguridad social integral y parafiscales; Y (iii) la moratoria prevista en el
artículo 65 del C.S.T. por el no pago de horas extras y prestaciones sociales.

1. Indemnización por omisión de consignar el auxilio de cesantías , evento de


pago directo por parte del empleador

Se establece que esta prestación social es una obligación del empleador, quien
debe consignarla en un fondo autorizado antes del 15 de febrero del año siguiente
a su causación. En caso de que el empleador incurra en un pago irregular de esta
prestación, puede ser sancionado, y la falta de consignación puede dar lugar a una
indemnización moratoria, que implica el pago de un día de salario por cada día de
retraso en el cumplimiento de esta obligación. La Corte enfatiza que esta
indemnización se origina en el incumplimiento del empleador de consignar el auxilio
de cesantía, lo que puede ser considerado un acto de mala fe. Además, se subraya
la importancia de evaluar la conducta del empleador para determinar si actuó de
buena fe; si se demuestra que la omisión no fue intencionada, podría haber una
diferencia en la aplicación de la sanción. En resumen, la omisión de consignar el
auxilio de cesantía puede resultar en una indemnización moratoria, y la evaluación
de la buena fe del empleador es crucial en este contexto

2. Indemnización moratoria por incumplimiento de informar el estado de pago


de las cotizaciones de seguridad social y parafiscalidad
La sentencia establece que la indemnización moratoria por incumplimiento de
informar el estado de pago de las cotizaciones de seguridad social y parafiscalidad
es un derecho del trabajador que se activa cuando el empleador no cumple con su
obligación de remitir un informe escrito sobre el estado de dichas cotizaciones
dentro de los sesenta días siguientes a la terminación del contrato de trabajo. Este
informe debe detallar el estado de pago de las cotizaciones de los últimos tres
meses previos a la finalización del vínculo laboral. La falta de este informe no solo
implica una omisión en la comunicación de información crucial para el trabajador,
sino que también puede dar lugar a la imposición de una sanción moratoria, que se
traduce en el pago de un día de salario por cada día de retraso en el cumplimiento
de esta obligación. La Corte resalta que el incumplimiento de esta obligación por
parte del empleador puede ser considerado como un acto de mala fe, lo que
refuerza la necesidad de que los empleadores actúen con transparencia y
responsabilidad en el manejo de las cotizaciones de seguridad social y parafiscales.

3. Indemnización moratoria por el no pago de horas extras y prestaciones


sociales

La sentencia establece que la indemnización moratoria por el no pago de horas


extras y prestaciones sociales es un mecanismo de protección para el trabajador
que se activa cuando el empleador incumple con su obligación de remunerar
adecuadamente estas prestaciones. En este contexto, se señala que el empleador
debe pagar un día de salario por cada día de retraso en el cumplimiento de estas
obligaciones, lo que refleja la gravedad del incumplimiento y su impacto en la
situación económica del trabajador. La Corte enfatiza que esta indemnización no
solo busca compensar al trabajador por el tiempo de espera, sino que también actúa
como un incentivo para que los empleadores cumplan con sus responsabilidades
laborales de manera oportuna. Además, se destaca que la falta de pago de horas
extras y prestaciones sociales puede ser interpretada como un acto de mala fe por
parte del empleador, lo que refuerza la necesidad de un cumplimiento riguroso de
las normativas laborales para garantizar los derechos de los trabajadores.

Sentencia de instancia

La Corte Suprema de Justicia modificó parcialmente la decisión inicial del Juzgado


Laboral del Circuito de Girardot. En esta instancia, se revocó la absolución del
demandado sobre la sanción moratoria y se le condenó al pago de salarios diarios
por el retraso en la cancelación de prestaciones sociales y horas extras, así como
intereses moratorios. Además, se estableció la responsabilidad del demandado en
el pago de las costas del proceso en primera instancia.

Resuelve:

1. Revocar parcialmente la sentencia del Juzgado Laboral del


Circuito de Girardot:
Se modifica la decisión inicial para incluir la sanción moratoria por el retraso en los
pagos.
2. Condenar a Gildardo Ortiz Leiva al pago de:

Sanción moratoria: Un día de salario diario ($14.124,10) por cada día de retraso
entre el 15 de abril de 2005 y el 15 de abril de 2007, lo que suma $10.169.352.
Intereses moratorios: Sobre $7.973.438,99 adeudados por prestaciones sociales
y horas extras, calculados a la tasa máxima certificada por la Superintendencia
Financiera, acumulando $14.302.242,29 hasta el 28 de febrero de 2014, con los
intereses adicionales que se causen hasta el pago total.
Condenar al demandado en costas:
Se imponen las costas del proceso de primera instancia al demandado, conforme a
la parte motiva de la decisión.

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