T.8 Memoria y Procesos Del Aprendizaje
T.8 Memoria y Procesos Del Aprendizaje
T.8 Memoria y Procesos Del Aprendizaje
8 APRENDIZAJE NO ASOCIATIVO
En el tema anterior vimos que las teorías clásicas del aprendizaje se basan en la asociación
entre estímulos y respuestas.
HABITUACIÓN
La habituación es un proceso muy común en nuestra vida cotidiana. Como su nombre indica,
nos permite habituarnos a las condiciones del entorno.
La habituación nos permite aprender a tolerar los ruidos molestos o los olores desagradables.
Si alguna vez te has mudado de casa habrás experimentado que las primeras noches oyes más
ruido de lo normal, en cambio a las dos o tres noches comienzas a habituarte a esos ruidos. Lo
mismo sucede a las personas que se mudan a zonas cercanas a granjas de animales o a fábricas
que desprenden olores intensos, con el tiempo se habitúan a esos olores.
El proceso de habituación se ha estudiado en los laboratorios observando la reacción de
animales y personas a estímulos fácilmente controlables. Algunas formas de estudiar la
habituación son:
El efecto de habituación no tiene por qué ser permanente. Al efecto por el que se recupera
una respuesta inhibida por la habituación se conoce como recuperación espontánea.
La investigación ha permitido identificar los factores que influyen en la rapidez con que nos
habituamos a un estímulo y el tiempo que dura la habituación. La intensidad del estímulo, así
como la frecuencia y duración de la exposición influyen en la rapidez y duración de la
habituación.
SENSIBILIZACIÓN
En la vida diaria podemos ser conscientes de este fenómeno de sensibilización. El hecho de ver
en la televisión noticias sobre la delincuencia callejera nos puede hacer más sensibles a
cualquier tipo de encuentro fortuito con un desconocido en la calle a deshoras. La
sensibilización, al igual que la habituación, también se ha observado e investigado en una gran
variedad de especies animales, pero se han encontrado ciertas diferencias en el modo en que
se producen y mantienen la sensibilización y la habituación:
PRIMING O PREPARACIÓN
El efecto de priming también ha podido ser contrastado con animales. En este sentido son muy
interesantes los resultados hallados por Bond y Kamil (1999), que comprobaron un efecto de
priming visual en las urracas identificando más rápidamente una especie específica de polillas
que habían “primado” frente a otras, es decir, las observaciones recientes de una clase de
polilla preparaban la habilidad de las urracas para reconocerla posteriormente.
APRENDIZAJE PERCEPTUAL
Hasta ahora se han mostrado algunas formas de aprendizaje no asociativo que se caracterizan
porque la mera exposición repetida a un estímulo puede dar lugar a un incremento o
disminución de la conducta o a su reconocimiento posterior. No obstante, se ha comprobado
que la exposición repetitiva a una serie de estímulos también puede generar un aprendizaje
perceptual, es decir, modificar el modo en que percibimos estímulos nuevos similares,
facilitando su identificación y discriminación.
Los experimentos de Gibson y Walk (1956) son un claro ejemplo de aprendizaje por simple
exposición. Estos investigadores criaron desde el nacimiento a dos grupos de ratas en jaulas
rodeadas por una pared blanca de cartón. En las paredes de la jaula del grupo experimental los
investigadores colocaron cuatro figuras de metal, dos triángulos y dos círculos fuera del
alcance de las ratas que los investigadores movían e intercambiaban de posición para asegurar
que las ratas no generaban ningún tipo de asociación con comida o preferencias de ubicación.
Las ratas del grupo control nunca vieron estas figuras.
los noventa días de crianza se entrenó a las ratas del grupo control y del grupo experimental
para que aprendieran a discriminar entre un triángulo y un círculo similares a los que habían
visto las ratas experimentales, reforzando con comida las respuestas ante el círculo, pero no
ante el triángulo y viceversa. Las ratas del grupo experimental aprendieron más rápido que las
del grupo control a discriminar entre ambas figuras, de lo que se deduce que la mera
exposición desde el nacimiento había producido un aprendizaje perceptivo que facilitó el
entrenamiento de discriminación.
APRENDIZAJE ESPCIAL
Tal y como comentamos en el tema anterior, Tolman demostró que las ratas podían adquirir
una representación mental de los laberintos sin refuerzo (Tolman y Honzik, 1930), lo que
supone un tipo de aprendizaje no asociativo.
Recordemos que Tolman y Honzik introdujeron bloqueos en el laberinto que obligaban a las
ratas a buscar rutas alternativas hacia la meta donde les esperaba la recompensa, también
modificaban el punto desde donde comenzaba las ratas. Tolman observó que las ratas que
habían estado expuestas al laberinto antes de las transformaciones eran capaces de tomar
rutas alternativas de una forma más rápida que las ratas que no habían estado expuestas, lo
que implicaba que las ratas habían adquirido una representación psicológica del laberinto o
mapa cognitivo sin ningún tipo de refuerzo.
Los animales, y en este caso las ratas, al igual que los humanos, pueden aprender puntos de
referencia. Señales como la decoración de las paredes, las ventanas o los puntos de luz del
techo que pueden observar las ratas por encima de las paredes del laberinto les sirven de
orientación para saber en qué zona del laberinto están o en qué zona han encontrado la
recompensa. Las ratas que han estado expuestas en el laberinto antes del entrenamiento con
refuerzos han tenido más tiempo para aprender estas señales de orientación.
MODELOS DE APRENDIZAJE NO ASOCIATIVO
No existe un consenso entre los investigadores sobre qué procesos cognitivos subyacen a este
tipo de aprendizaje, se han propuesto distintas alternativas entre las que destacan tres: la
teoría del proceso dual, la teoría de la diferenciación y la teoría de modelos comparadores.