Manual de Animacion Sectores Parroquiales 2018

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Manual

ANIMACIÓN PASTORAL DE SECTORES PARROQUIALES


Manual

SECRETARIADO DE PASTORAL SOCIAL


Arista No. 230 Centro, Monterrey, N.L.
C.P. 64000, México. Contacto.: (81) 1158 2260 y 61
pastoralsocial@arquidiocesismty.org
www.pastoralsocialmty.org

@psocialmty /pastoralsocialmty @psocialmty

Este documento está bajo la Licencia Creative Commons. Por lo tanto, son libres de copiar, distribuir y
comunicar públicamente todos sus contenidos, siempre que se haga referencia a la fuente de la
información y al autor, si lo hay. El Diseño Editorial, Redacción, Corrección de Estilo, Producción y
Distribución están a cargo de la Vicaría Episcopal de Pastoral de la Arquidiócesis de Monterrey.

El manual de «Animación Pastoral de Sectores Parroquiales», forma parte de la red de aliados de la


iniciativa «Hagámoslo Bien» a favor de la Cultura de la Legalidad. www.hagamoslobien.org
ÍNDICE TEMÁTICO

OBJETIVOS ….................................................................................................................... 1

INTRODUCCIÓN …............................................................................................................. 2

PRIMERA ETAPA. INICIACIÓN


1. ¿Qué es un sector parroquial? ..................................................................................... 3
2. Guía para iniciar la sectorización ................................................................................. 5
3. La religiosidad popular y las misas de barrio: fundamentales en el proceso ............... 5
4. Equipo de sectorización parroquial ............................................................................. 6
5. Funciones ................................................................................................................... 6
6. Comunicación ............................................................................................................ 11
7. ¿Qué es la red de mensajeros? ................................................................................... 14
8. Oración del mensajero ............................................................................................... 15
9. Algunas sugerencias pastorales ................................................................................. 16

SEGUNDA ETAPA. LAS PEQUEÑAS COUNIDADES O IGLESIA DE CASA


1. ¿Qué dice el Magisterio de la Iglesia Latinoamericana acerca de las pequeñas
comunidades? ............................................................................................................ 19
2. ¿Para qué existen las pequeñas comunidades? .......................................................... 23
3. Tipos de pequeñas comunidades ............................................................................... 24

TERCERA ETAPA. LOS MINISTERIOS


1. Ministerios Laicales .................................................................................................... 30

Evangelio de san Juan (1,1-18)...................................................................................... 32


OBJETIVO – PROGRAMA

en promoción humana y
procesos comunitarios
para mejorar todos

Consiste en facilitar herramientas


de capacitación en promoción
humana e intervención
comunitaria.

OBJETIVO ESPECÍFICO

Como respuesta al llamado de Mons. Rogelio Cabera López,


Arzobispo de Monterrey, nos proponemos en este taller
que los participantes:
ü Reflexionen sobre el actuar de la Pastoral Social,
ü Que obtengan pistas para conocer las características que debe
poseer el compromiso de la Pastoral Social en los sectores y
ü La animación pastoral de los Sectores Parroquiales.

1
INTRODUCCIÓN
A través de este sencillo subsidio deseamos colaborar con los párrocos en la animación de sus
sectores parroquiales. Cada vez los desafíos pastorales son más complejos al crecer la mancha
urbana en nuestra arquidiócesis. La realidad de nuestras parroquias nos presenta una situación, son
muy pocos los que se acercan a los servicios que ofrecemos y deseamos, desde el Secretariado de la
Pastoral Social, ofrecerles este material de Animación de S ectores que es fruto de la experiencia
pastoral y de la conciencia de ser una IGLESIA EN SALIDA. En el tercer objetivo de nuestro plan
permanente nos hemos propuesto: capacitar a los agentes de pastoral en la promoción
humana, para que animen procesos comunitarios y establezcan estructuras sociales,
que mejoren la calidad de vida y el desarrollo integral de la comunidad.
El contenido de este manual lo hemos pensado para que sea un proceso de formación,
integración, acompañamiento y estructuración de la sectorización parroquial. Y no se quede en
meras buenas intenciones o en papel, la división de la parroquia en sectores y de esta manera
llegar de manera más eficaz a los más alejados y necesitados de nuestras comunidades
parroquiales. Es por esta razón que lo presentamos en diversas etapas. Por experiencia personal he
constatado los frutos que el Señor concede al mover corazones y voluntades, y al unirlos a los
esfuerzos de cada día de parte de nuestros laicos y del acompañamiento que como pastores
tenemos que hacer para mantener el entusiasmo y la alegría de servir.

PBRO. MIGUEL ÁNGEL FLORES PESINA


DIRECTOR DEL SECRETARIADO DE PASTORAL SOCIAL

2
PRIMERA ETAPA

INICIACIÓN
1. ¿QUÉ ES UN SECTOR PARROQUIAL?

El sector es una porción de la Parroquia, cuyo número máximo puede ser de


2000 habitantes o 500 casas habitación. Se trata de que los sectores
parroquiales se conviertan en ce ntros pastorales que promuevan y
armonicen la vida y misión de los bautizados, tanto como realidad personal y
familiar y como conjunto y porción del Pueblo de Dios.

El Sector es una organización que permite a la Parroquia contar con el tejido


social básico para la construcción de la experiencia de ser «comunidad eclesial
y social».

Justificación bíblica.

En el libro del Éxodo 18,13ss nos encontramos este pasaje que nos puede
iluminar para sectorizar nuestras parroquias: Jetró aconseja a Moisés
delegar su autoridad:

«Al día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo, y el pueblo estuvo
ante Moisés desde la mañana hasta la noche. Entonces el suegro de Moisés le
dijo: no está bien lo que estás haciendo. Acabarás agotándote tú y este pueblo
que está contigo. Elige, de entre el pueblo, hombres capaces, temerosos de Dios.
Hombres fieles e incorruptibles. Y ponlos al frente del pueblo como jefes de mil,
jefes de ciento. Ellos estarán a todas horas a disposición del pueblo; te
presentaran a ti los asuntos más graves...»

El documento de Aparecida nos recomienda lo siguiente

• Renovar las parroquias (170)


• Crear y acompañar pequeñas comunidades (172)
• Cualificar la formación y participación de los laicos.
• Organizar servicios ágiles y eficaces ( 517c)
• Facilitar la Nueva Evangelización
• Renovar la capacidad de acogida y su dinamismo misionero ( 370)
• Multiplicar la presencia física de la Parroquia
• Para hacer el trabajo más llevadero

3
I. EJEMPLOS DE SECTORIZACIÓN

4
2. GUÍA PARA INICIAR LA SECTORIZACIÓN

ØPara sectorizar, se necesita saber los límites exactos de la parroquia


ØConseguir una fotografía aérea o mapa del territorio parroquial
ØConocer físicamente dicho territorio
ØElaborar un mapa claro y completo del territorio parroquial, donde debe señalarse los límites
territoriales de la parroquia y de cada uno de los sectores
ØPreguntar a los fieles en las misas (de preferencia en las dominicales) a qué colonias de la jurisdicción
parroquial pertenecen, con el fin de invitarlos a animar a los sectores parroquiales. La animación de
los sectores puede iniciar con los grupos parroquiales y, conforme se va haciendo presencia, se
pueden detectar a los fieles del lugar para invitarlos a formar parte del equipo de animación
ØEs conveniente que la sectorización se haga en múltiplos de cuatro (4, 8, 12). Con el fin de facilitar las
reuniones y entrega de reportes mensuales de cada sector contará con un promedio de 300 a 500
familias
ØPuede haber sub-sectores de unas 150 a 250 familias aproximadamente como máximo

Recuerda que:
La sectorización no se debe quedar sólo en el papel, sino que debe cumplir, en cada uno de esos sectores
con la Misión Esencial de la Iglesia. Para lograrlo es necesario un equipo organizado y cualificado.

3. LA RELIG IOSIDAD POPULAR Y LAS MISAS DE


BARRIO: FUNDAMENTALES EN EL PROCESO

El Papa Francisco nos invita a hacer «lío», es decir, salir


de nuestros templos para anunciar el evangelio.
Aprovechando la religiosidad popular y la presencia de los
sacerdotes en las confesiones y misas de barrio ayudan
mucho para hacer de las familias una comunidad que
fomente la solidaridad, que dé esperanza, que dé frutos,
por lo que es importante promover diversas actividades.
El documento de Aparecida nos recuerda que la • El Vía crucis
religiosidad popular es la místicadel pueblo de Dios. • Rezo del rosario Bíblico
• Virgen peregrina
Algunas actividades que se pueden realizar en • Celebración la fiesta patronal de la
los sectores: parroquia o del sector
• La semana bíblica
• Misas de barrio • Peregrinaciones
• Visita a enfermos • Rituales para la celebración de los fieles
• Bendiciones de casas con su respectiva difuntos
catequesis • Las posadas
• Misiones populares
5
4. EQUIPO DE SECTORIZACIÓN PARROQUIAL

Con el fin de clarificar la organización de los equipos en los Sectores, se presenta este organigrama base
el cual, conforme la Parroquia va fortaleciéndose en la labor de sectorización, podrá ir agregando nuevos
equipos que nutran la evangelización parroquial:

5. FUNCIONES

a. Animadores de Sector

Ø Es una persona, miembro de una comunidad, que es capaz de modificar actitudes y valores, y
de unir voluntades ante una causa común. Es capaz de «primerear», de ser el primero en servir, de
involucrar a sus vecinos y de acompañar a las familias de su sector.

Ø El Animador de Sector es elegido por el párroco. Por lo que se requiere, del pastor, conocer y ubicar a las
personas en sus colonias y hogares; la invitación personal impacta a los fieles porque lo sienten como un
llamado de Dios a una misión específica.

6
Ø El Animador de Sector trabaja en colaboración, escucha opiniones,
reparte el trabajo y actúa con todos y todas responsablemente. Impulsa
a los demás a superarse y los motiva a no dejarse vencer por las
dificultades, es decir hace fructificar a los demás. Es solidario en los
triunfos y en las crisis, respeta los acuerdos de la mayoría, los anima a
informar al grupo y acepta su evaluación.

Ø Por esto, cuando el Animador debe dejar este servicio por otro, muchas
más personas podrán continuar su labor y perfeccionar porque éste ha
sabido:
• Formar otros coordinadores
• Promover las buenas relaciones con la comunidad.
• Sembrar ideales de superación
• Asegurar que la organización que está bajo su responsabilidad,
funcione
• Trabajar con todos para todos
Ø El Animador asegura que la red de mensajeros funcione (que el
«Instrumento de comunicación» llegue a todos los vecinos y a tiempo).
Ø Promueve que el número de personas de su sector que participan en
las fiestas religiosas vaya creciendo poco a poco, también con el fin de,
en un futuro, formar las pequeñas comunidades.
Ø Impulsa, en el propio sector, los servicios que en la marcha van
surgiendo, como la catequesis, la atención a los enfermos, etc., para
que más adelante den pie al inicio de los Ministerios Laicales en cada
uno de los sectores.

II. Características del Animador de Sector

• Capacidad de comunicarse. Primero, debe expresar claramente sus ideas y sus instrucciones, y
segundo, lograr que el grupo las escuche y las entienda. También debe saber escuchar y considerar lo que el
grupo expresa. Ya que la comunicación se da en estos dos sentidos.

• Intelige ncia emocional. Se debe tener presente que los sentimientos mueven a la gente, si no se les
toma en cuenta no se mueve a nadie. Los sentimientos y las emociones están relacionadas con la
inteligencia de las personas. Sin inteligenciaemocional sana no se puede hacer una coordinación eficaz.

• Capacidad de establecer metas y objetivos. Quien coordine un grupo debe saber cuál es
su finalidad y sujetarse a un procedimiento, también hay que asegurase de que las metas sean congruentes
con las capacidades del grupo. Sin una meta clara y un proceso determinado todo esfuerzo será insuficiente.

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• Capacidad de programación. Ha de cuidar que no se desvíe el grupo del camino, que no se
adelante, pero que no se atrasen con relación a lo programado. Una vez establecida la meta, es necesario
hacer un plan para llegar a ella. En este plan se define: las acciones que deben cumplirse, el momento en
que se deben realizar, las personas encargadas de ellas, los recursos necesarios, etc.

• Un coordinador debe llegar a conocer sus habilidades y sus limitaciones para ayudar y pedir
ayuda al grupo. Lo mismo se puede decir con relación al grupo, debe ayudarlo a conocer sus habilidades
para potenciarlas y sus debilidades para subsanarlas.

• Quien sirve como coordinador crece y ayuda a crecer. Para crecer, no ve su servicio como un puesto y
ni andavendiendo su imagen. Siempre busca la superación del conjunto, enseña, delega funciones y crea
oportunidades para todos y todas.

• Tiene el carisma de la simpatía, del buen trato. Expresa ese carisma al interesarse por las personas
y mostrar sinceridad en su relación con ellas. Allí está la calidad de la coordinación.

• Que sea innovador. Siempre promover con los demás nuevas y mejores maneras de hacer las cosas.

• Que sea responsable. Sabe que su servicio es continuo y consiente. No hay otra manera de construir
la comunidad.

• Que se preocupa por conocer más a Jesús. Sabe que su misión no es sencilla, debe de darse el
tiempo para la oración personal para que fortalezca su identidad sea cada vez más consiente que
representar a Jesús para bien de sus hermanos, sale al encuentro, busca a los lejanos de su sector, y sabe
llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. (EG, n. 24)

b. Mensajeros

En nuestras actividades pastorales parroquiales, generalmente, sólo se


enteran o se sienten invitados a participar quienes vienen a la Iglesia, o los más
comprometidos; estos son una minoría con relación al conjunto de bautizados
pertenecientes a la comunidad parroquial.

El Documento de Aparecida dice:


«La historia de la humanidad a la que Dios nunca abandona, transcurre bajo su
mirada compasiva. Dios ha amado tanto a nuestro mundo que nos ha dado a su
Hijo. Él anuncia la Buena Noticia del Reino a los pobres y a los pecadores. Por
esto, nosotros, como discípulos de Jesús y misioneros, queremos y debemos
proclamar el Evangelio, que es Cristo mismo…»(n.30)
8
«La Iglesia debe cumplir su misión siguiendo los
pasos de Jesús y adoptando sus actitudes (Cfr. Mt 9,
35-36). Él, siendo el Señor, se hizo servidor,
obediente hasta la muerte de cruz (Cf. Fil 2, 8);
siendo rico eligió ser pobre por nosotros,
enseñándonos el itinerario de nuestra vocación de
discípulos y misioneros» (n.31)

Para que la Iglesia pueda cumplir su misión de evangelizar a toda la gente, urge que cada bautizado se
convierta a su vez en discípulo y misionero .
Esto va a pedir, además, que en cada parroquia se organicen las estructuras de comunión y
participación. Para la comunicación con todas las familias, es necesaria que en la creación de la
sectorización exista también una red de mensajeros.
Queremos compartir, en este instrumento de apoyo, para la formación de los mensajeros y para el
buen funcionamiento de la comunicación con todas las familias. Ayuda a los párrocos y a los responsables
de mensajeros a tener un material para formar a los mensajeros.
A continuación, proponemos algunas citas bíblicas que iluminan el valioso trabajo de un mensajero:

III. MENSAJEROS EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN

El pueblo hebreo estaba esclavizado por los egipcios; pero Dios llamó a Moisés
y LO ENVIÓ a liberar a su pueblo.

«Ve, Yo te envío ante el Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo» (Ex 3, 10)

Jonás no se sentía responsable de la salvación de los habitantes de Nínive; pero


Dios lo envía a que les predique para que se conviertan y no sean castigados.

«Levántate, vete a Nínive, la ciudad grande, y predica contra ella,


porque su maldad ha subido hasta mí» (Jon 1, 2)

«Miren cómo envío a mi mensajero para que vaya delante de mí despejándome el camino»
(Mal 3, 1)

«¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz que trae buenas
noticias, que anuncia la salvación!» (Is 52, 1).

9
Dios encomendó a la Virgen María que fuera la madre de su Hijo. Ella aceptó y le dedicó su
vida.

«Vas a quedar embarazada y darás a luz a un Hijo al que pondrás el nombre de Jesús»(Lc 1, 31)

«Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que has dicho» (Lc 1, 38)

«Detrás de mi viene otro mucho más grande que yo, a quien no merezco desatarle la correa de su sandalia;
pues yo bautizo con agua pero Él los bautizará con el Espíritu Santo» (Mc 1, 7-8)

«Designó el Señor a otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblo y
lugares a donde pensaba ir Él» (Lc 10,1)

Jesús es el MENSAJERO por excelencia. Es el ENVIADO del Padre al mundo para que lo salve
entregando la vida por él y resucitándolo.

«Yo he bajado del cielo, no para hacer mi propia voluntad,


sino la voluntad del que me ha enviado» (Jn 6, 38)

Jesús a su vez escoge a sus MENSAJEROS, a nosotros(as), y nos envía a continuar su obra.

«Así como el Padre me envío, así también los envío Yo» (Jn 17, 18)

«Vayan y anuncien que el Reino de Dios se ha acercado» (Mt 10,7)

c. El Mensajero en el proyecto de Sectorización Parroquial

Como en la Biblia, así también en un Proyecto de Sectorización Parroquial:


Ø EL MENSAJERO ES UNA FIGURA CLAVE.
Ø EL MENSAJERO es una persona escogida por Dios a través del párroco para que le prepare el
camino.
Ø EL MENSAJERO ES EL ENVIADO A:
o Proclamar la Buena Noticia,
o Anunciar la paz,
o Pregonar la salvación,
o Ir primero a todas las familias a él encomendadas, comunicar el mensaje de la diócesis o
parroquia.

Así llegará el SEÑOR a cada casa, por el camino que el Mensajero le ha preparado para extender su
Reino.
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6. LA COMUNICACIÓN

La comunicación en el Proyecto de Sectorización Parroquial, es como el sistema nervioso del cuerpo


humano. Mediante una red de nervios, el cerebro y todas las partes del cuerpo se comunican mandando y
recibiendo mensajes mutuamente.

El sistema nervioso en este Proyecto es la RED DE MENSAJEROS. Permite TRASMITIR el mensaje


de las familias a la Parroquia y de la Parroquia a las familias.

HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN O CARTA A LA COMUNIDAD

ü Es una hoja de evangelización popular, muy simple en su lenguaje y en su estilo, que expresa en
términos afirmativos y no discursos o demostrativos (lo que afirma no lo demuestra con argumentos), tal
que pueda ser leída en tres minutos por las personas menos instruidas.
ü Composición: a continuación se dan algunas sugerencias que pueden servir como base para su
elaboración, de tal manera que cada comunidad parroquial imprima su propio sello.

Primera página, Portada:


• Título o nombre que se le desee dar a la publicación
• Una Imagen que expresa el mensaje
• El mensaje expresado en forma de «slogan» y/o con algunas breves frases bíblicas, tales que susciten
por sí mismas aceptación o rechazo y expresen el mensaje del acontecimiento mensual
• Logo y Lema
• No olvidar incluir los datos principales de la Parroquia, como son: nombre completo, dirección,
teléfonos, correos electrónicos, redes sociales, etc.

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IV. EJEMPLO DE LA CARTA A LA COMUNIDAD

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Segunda página, «Mensaje de nuestros Sacerdotes»
• Es un mensaje breve y sencillo, a través del cual el Párroco o vicario parroquial tienen una
comunicación directa con la comunidad, se escriben de forma sencilla las principales noticias que se
quieren comunicar.

Tercer página, Página de los testimonios:


• Algunos testimonios, más o menos breves, incluso uno solo si parece oportuno, con el nombre de
quienes los ofrecen.
• Esta página también se aprovecha para ofrecer una catequesis muy sencilla y breve, incluso algunos
grupos parroquiales pueden compartir su identidad y mística.

Cuarta página, Página de la caridad:


• Se dan noticias motivadas sobre servicios que se ofrecen, por parte de la parroquia o de otros, y de las
que la gente necesita tener conocimiento;
• Se piden ayudas para gente necesitada, especificando las motivaciones; la ayuda fraterna es un modo
de evangelización.
• Los gozos: bautismos, confirmaciones, matrimonios...
• Las penas: dar el pésame por la muerte de alguien... pedir oraciones por algún enfermo... o por
alguna situación particularmente dolorosa o de dificultad.
• Al pie de la página se escribe el nombre del párroco.

üPeriodicidad:
• La carta se edita cada mes. Lo óptimo es que sirva como un medio de comunicación con la comunidad
para convocar a los eventos mensuales que se realizan en los sectores. Es una manera de promover
EN LA COMUNIDAD LAS ACTIVIDADES DE LA PARROQUIA.

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7. ¿QUE ES LA RED DE MENSAJEROS?

Es EL GRUPO DE COLABORADORES que lleva el mensaje a todas las familias y mantienen la comunicación
entre ellas y la Parroquia. Cada mensajero lleva la Herramienta de comunicación (carta, folleto, publicación,
etc.) a 10 o 15 familias.
Todo mensajero REALIZARÁ SU TRABAJO DENTRO DE SU SECTOR. Es muy importante revisar continuamente
la Red de Mensajeros y suplir las bajas.

CRITERIO PARA SELECCIONAR MENSAJEROS


• Que sean jóvenes o adultos, no niños o adolescentes
• Cualquier persona de buena voluntad, aunque no sea creyente
• Personas que tengan tiempo disponible y voluntad de servir
• Que resida dentro del Sector en la que colaboran

FUNCIONES DEL MENSAJERO


COMUNICA EL MENSAJE DE DIOS a las familias por medio de la Herramienta de Comunicación
• Recoger el mensaje, comentarios o sugerencias de las familias para comunicarlo a la Parroquia
• Que la distribución del comunicado sea en el tiempo oportuno

DESARROLLO PROGRESIVO DE LA FUNCION DEL MENSAJERO


• Al iniciar sólo distribuyen la Herramienta de Comunicación y los avisos oportunos
• Se irá creando un clima de confianza entre el Mensajero y las familias, que permita otras visitas a nombre
de la Parroquia
• Una vez creado este clima, el Mensajero podrá recoger también el sentir de las familias y respuestas a
cuestionarios
• Así, de oyente de la Palabra pasa a ser Portador y de Portador a discípulo misionero
• Pasa de ser tímido visitante domiciliario a ser oídos y corazón de la comunidad
• Recoge inquietudes y sugerencias, las lleva a Responsable de Mensajeros de su Sector y éste al Equipo de
Sectorización Parroquial con el fin de darles respuesta comunitaria

ENCUENTROS DE MENSAJEROS
• El Equipo de Sectorización Parroquial, cuidará que los mensajeros tengan una constante motivación
para que cumplan y vivan su misión
• Es conveniente motivar a los mensajeros mediante retiros, convivencias, jornadas de oración etc., en los que
se desarrollen dinámicas, reflexiones, charlas…

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V. TEMAS DE REFLEXIÓN PARA EL DESARROLLO DE TALLERES Y RETIROS CON LOS
MENSAJEROS.

• ¿En Historia de nuestro pueblo ha habido mensajeros?


• La Vocación de los Discípulos Misioneros a la Santidad. (Aparecida, nn. 129. 132. 134. 135)
• Llamados a vivir en Comunión (Aparecida, nn. 154-155. 156. 159).
• ¿Cuál es mi compromiso en la Iglesia? (Aparecida, nn. 164. 165. 167. 168).
• ¿Qué es la Parroquia para mí? (Aparecida, nn. 170-175).
• ¿Conozco a mis vecinos(as), quiénes son para mí? (Aparecida, n. 176).
• Los fieles laicos(as), discípulos y misioneros de Jesús, luz de los pueblos (Aparecida, nn. 209.
210. 211).
• La formación en la espiritualidad de la acción misionera (Aparecida, nn. 284. 285).
• ¿En qué he cambiado desde que soy Mensajero?

Nota: Estos talleres deben programarse y realizarse de tal manera que haya momentos de
oración, reflexión personal, diálogo y convivencia, creando un ambiente para la participación de
todas las personas en un clima de conocimiento mutuo y de amistad.

8. ORACIÓN DEL MENSAJERO

ENSÉÑANOS, SEÑOR, a escuchar a los más cercanos: a la familia, a


los amigos, a los vecinos, a los otros mensajeros, los compañeros de
trabajo. Ayúdanos a comprender lo que dicen.

ENSÉÑANOS, SEÑOR, a escuchar a los que están lejos, el murmullo


de quien no tiene esperanza, el ruego del que ha sido olvidado, el
llanto del que sufre…

ENSÉÑANOS, SEÑOR, a escucharnos a nosotros mismos sin temores,


a confiar en nuestra voz interna, en lo más profundo de nuestro ser,
porque Tú estás en nosotros.

ENSÉÑANOS, SEÑOR, a escuchar tu voz en los ajetreos y


aburrimientos, cuando nos sentimos seguros y cuando no, en el alboroto
y en el silencio.

ENSÉÑANOS, SEÑOR, a escuchar y a comunicarnos. Te lo pedimos por


tu Hijo Jesucristo, Tu Palabra enviada al mundo, que vive y reina contigo
y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. AMÉN.
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9. ALGUNAS SUGERENCIAS PASTORALES

¿Qué se requiere para que el Equipo de Sectorización Parroquial funcione?

ü Crear una herramienta de comunicación entre el Centro Parroquial y cada una de las familias, ésta puede
ser una carta que dirija el Párroco, algún folleto o ejemplar, se sugiere que sea una comunicación
mensual.
ü Que se reúnan periódicamente, pero no más veces de lo necesario. Una vez al mes y bien se puede
aprovechar para entregar a los mensajeros el ejemplar de comunicación.
ü Que varíen el tipo de sus reuniones, que no sean sólo de trabajo; también es importante que se reúnan
para convivir (recreación), para conocerse, orar, estudiar, programar y evaluar.
ü Que con sus actitudes hagan sentir que quieren servir a todas las personas desinteresadamente.
ü Que no entren en competencia con otros sectores ni se comparen con nadie.
ü Que mantengan buena comunicación entre sí, con los coordinadores y con el párroco.
ü Que asistan a las reuniones que convoque la parroquia.
ü Que los valores que tienen que promover en el sector, los exprese el propio equipo.

La comunicación en el desarrollo de un equipo de servicio

El dinamismo espiritual de una Iglesia que vive la comunión presenta tres características principales: el
dialogo, el discernimiento, y la conversión comunitaria.

El diálogo como dinamismo espiritual es la intercomunicación de las conciencias que surge de una
relación auténtica entre las personas, los grupos y las instituciones. De esta comunicación nace un intercambio
y una cooperación permanente entre los diversos dones, carismas y ministerios.

El diálogo es, radicalmente, intercomunicación en la fe, es decir, nace y se alimenta de la experiencia de


Dios propia y original de cada uno. Al ser compartida con otros como experiencia del Dios comunión, provoca la
aparición de un «nosotros», sujeto de una únicay común experiencia vivida.

El diálogo está hecho de silencio y de palabra, dos componentes de una sola relación que hacen que el
encuentro (diálogo), tenga ritmo y calidad.

16
El silencio que se necesita para el diálogo es más que nada el silencio interior (conciencia, emociones), esto
no significa que no sea importante el silencio exterior.

En la intimidad del silencio madura la presencia de Dios que queremos revelar a través de la palabra.
Aprender a decir la palabra justa es mucho más difícil que aprender a callar. Cuando en nuestra relación con los
demás prevalece una actitud contemplativa, brota espontáneamente la palabra justa en el momento adecuado.
La palabra justa es la que dignifica, estimula, libera, espiritualmente, es la palabra prudente.

Para que el coordinador pueda ir aprendiendo a ejercer su servicio, debe tener en cuenta desde el principio
los siguientes consejos con relación a la comunicación:

QUE «NO» DEBES HACER


× No hablar demasiado
× No permitir que unos cuantos acaparen las intervenciones
× No cambiar el sentido de lo que se dice
× No manifestar desacuerdo personal con alguno de los participantes
× No permitir que se salga del tema o que hablen dos al mismo tiempo
× No clasificarte a ti mismo como un experto
× No insistir más de lo necesario solamente sobre un punto
× No alterarse, ni subir la voz
× No apresurarse demasiado
× No comenzar tarde, ni pasarse de la hora
× No juzgar, no prejuzgar a nadie

QUE «SÍ» DEBES HACER


ü Tratar de hablar lo menos posible, sólo lo necesario para orientar
ü Proporcionar que todos los miembros participen
ü Respetar las opiniones de todos
ü Hacer que el grupo convenga en «lo que es cierto»
ü Atender asunto por asunto y persona por persona
ü Participar con tu opinión como un miembro del grupo
ü Cuando se ha aclarado suficientemente un punto, hacer que se pase al siguiente
ü Tener paciencia, ser comprensivo y amistoso
ü Cuando haga falta, resumir brevemente (poner un poco de orden a lo expresado)
ü Asegurase de que todos hayan entendido
ü Verificar si básicamente el grupo está de acuerdo
ü Ser puntual al comenzar y al terminar

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D IN A MI CA

DIALOGO EN GRUPO (10 MINUTOS)

Discutamos las siguientes preguntas…

ü ¿Conocemos todos los sectores de la parroquia?


ü ¿Podríamos identificarlos en un mapa?
ü ¿Sabemos quienes son los animadores, mensajeros?
ü ¿Cómo es la comunicación entre los habitantes de los sectores?
ü ¿Contamos con una red de mensajeros?
ü ¿Qué actividades estamos haciendo en los sectores?
ü ¿Cómo es la respuesta de la gente?

18
SEGUNDA ETAPA
LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES O
IGLESIA DE CASA
En una segunda etapa, después de un tiempo determinado según el proceso de cada comunidad y por la
experiencia y prudencia del párroco es conveniente ir formando pequeñas comunidades en los sectores.
La familiaridad que los mensajeros van provocando, los actos de piedad que se programan durante el año,
las visitas por las misas de barrio y alguna misión que se lleve a cabo, serán clave para ir formando las
pequeñas comunidades.

Una pequeña comunidad está formada por un grupo de 8 a 15 personas o miembros de la familia,
quienes se reúnen regularmente a compartir la fe en un diálogo de confianza, reflexionando sobre la
Palabra de Dios y aplicándola a su vida diaria.

Por medio de las pequeñas comunidades nos encontramos con nosotros mismos, con los demás y con la
realidad de nuestras vidas. Nos ayudan a descubrir quienes somos. Y la escucha de la Palabra de Dios será
tema de dialogo y de compromiso para seguir creciendo en la fe.

1. ¿QUÉ DICE EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA ACERCA DE LAS PEQUEÑAS


COMUNIDADES?

a) EL DOCUMENTO DE MEDELLÍN, COLOMBIA (1968). Denuncia con gran profetismo las estructuras
sociales que generan pobreza y llama a promover la justicia social. Se pide claramente que se promueva la
experiencia comunitaria desde la base.

«Que se procure la formación del mayor número de comunidades eclesiales en las parroquias, especialmente
rurales o de marginados urbanos. Comunidades que deben basarse en la Palabra de Dios y realizarse, en
cuanto sea posible, en la celebración eucarística, siempre en comunión con el obispo y bajo su dependencia.

19
La vivencia de la comunión a que ha sido llamado, debe encontrarla el cristiano en su comunidad de base: es
decir, una comunidad local o ambiental, que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo, y que tenga una
dimensión tal que permita el trato personal fraterno entre sus miembros. Por consiguiente, el esfuerzo pastoral de
la Iglesia debe estar orientado a la transformación de esas comunidades en familia de Dios, comenzando por
hacerse presente en ellas como fermento mediante un núcleo, aunque sea pequeño, que constituya una
comunidad de fe, de esperanza y de caridad. La comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental
núcleo eclesial, que debe, en su propio nivel, responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe, como también
del culto que es su expresión. Ella es, pues, célula inicial de estructuración eclesial, y foco de la evangelización, y
actualmente factor primordial de promoción humana y desarrollo.
Elemento capital para la existencia de comunidades cristianas de base son sus líderes y dirigentes. Estos pueden
ser sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas o laicos. Es de desear que pertenezcan a la comunidad por ellos
animada. La detección y formación de líderes deberá ser objeto preferente de la preocupación de párrocos y
obispos, quienes tendrán siempre presente que la madurez espiritual y moral depende en gran medida de que
asuman responsabilidades en un clima de autonomía.

Los miembros de estas comunidades, viviendo conforme a la vocación a que han sido llamados, ejerciten las
funciones que Dios les ha confiado en el bautismo mediante el ejercicio, sacerdotal, profético y regio, y hagan así
de su comunidad un signo de la presencia de Dios en el mundo».(Medellín, nn. 15,10-11)

B) EL DOCUMENTO DE PUEBLA, MÉXICO (1979). Es una Conferencia esperanzada, agradecida por los frutos
que está cosechando el trabajo pastoral en América Latina, en ella se ratifica y respalda con gran fuerza el trabajo
de las CEBs:

«Las Comunidades Eclesiales de Base que en 1968 eran apenas una experiencia incipiente, han madurado y se
han multiplicado, sobre todo en algunos países, de modo que ahora constituyen motivo de alegría y de
esperanza para la Iglesia. En comunión con el Obispo y como lo pedía Medellín, se han convertido en focos de
Evangelización y en motores de liberación y desarrollo». (Puebla n. 96).

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«La Comunidad Eclesial de Base, como comunidad, integra familias, adultos y jóvenes, en íntima relación
interpersonal en la fe. Como eclesial es comunidad de fe, esperanza y caridad; celebra la Palabra de Dios en la
vida, a través de la solidaridad y compromiso con el mandamiento nuevo del Señor y hace presente y actuante la
misión eclesial y la comunión visible con los legítimos pastores, a través del servicio de coordinadores
aprobados. Es de base, por estar constituida por pocos miembros, en forma permanente y a manera de célula de
la gran comunidad. Cuando merecen su título de eclesialidad, ellas pueden conducir, en fraternal solidaridad, su
propia existencia espiritual y humana.
Los cristianos unidos en comunidad eclesial de base, fomentando su adhesión a Cristo, procuran una vida más
evangélica en el seno del pueblo, colaboran para interpelar las raíces egoístas y consumistas de la sociedad y
explicitan la vocación de comunión con Dios y con sus hermanos, ofreciendo un valioso punto de partida en la
construcción de una nueva sociedad, la civilización del amor.

Las Comunidades Eclesiales de base son expresión del amor preferencial de la Iglesia por el pueblo sencillo; en
ellas se expresa, valora y purifica su religiosidad y se le da posibilidad concreta de participación en la tarea
eclesial y en el compromiso de transformar el mundo» (Puebla, nn. 641-643).

c) EL DOCUMENTO DE SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA (1992). En el contexto de los 500


años de evangelización en América, la Conferencia llama a impulsar una nueva evangelización inculturada. Las
CEBs aparecen como modelo eclesial vital y misionero.

«La comunidad eclesial de base, es célula viva de la parroquia, entendida ésta como comunión orgánica y
misionera… Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de evangelización, un punto de
partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la civilización del amor... Hoy, como signo de los tiempos,
vemos un gran número de laicos comprometidos en la Iglesia: ejercen diversos ministerios, servicios y funciones
en las comunidades eclesiales de base... Aumenta así el sentido evangelizador de los fieles cristianos. Los
jóvenes evangelizan a los jóvenes. Los pobres evangelizan a los pobres... Multiplicar las pequeñas comunidades,
los grupos y movimientos eclesiales, y las comunidades eclesiales de base» (Santo Domingo, nn. 61, 95, 259).

.
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El Papa Juan Pablo II, en la Encíclica Redemptoris Missio (1990), valora a las comunidades eclesiales de base
como un signo de vitalidad de la Iglesia:

«Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes Iglesias, promovido, a veces, por los obispos y sus
conferencias como opción prioritaria de la pastoral, lo constituyen las «comunidades eclesiales de base»
(conocidas también con otros nombres), que están dando prueba positiva como centros de formación cristiana y
de irradiación misionera. Se trata de grupos de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido, los cuales se
reúnen para la oración, le lectura de la Escritura, la catequesis, para compartir problemas humanos y eclesiales de
cara a un compromiso común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de
evangelización, un punto de partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la civilización del Amor

Estas comunidades descentralizan y articulan la comunidad parroquial a la que permanecen siempre unidas; se
enraízan en ambientes populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vida cristiana, de atención a los
últimos, de compromiso en pos de la transformación de la sociedad. En ellas cada cristiano hace una experiencia
comunitaria, gracias a la cual él también se siente un elemento activo, estimulado a ofrecer su colaboración en
las tareas de todos. De este modo, las mismas comunidades son instrumento de evangelización y de primer
anuncio, así como fuente de nuevos ministerios, a la vez que, animadas por la caridad de Cristo, ofrecen también
una orientación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y racismos» (RM # 51).

d) DOCUMENTO DE APARECIDA, BRASIL (2007):

«En la experiencia eclesial de algunas iglesias de América Latina y de El Caribe, las Comunidades Eclesiales
de Base han sido escuelas que han ayudado a formar cristianos comprometidos con su fe, discípulos y
misioneros del Señor, como testimonia la entrega generosa, hasta derramar su sangre, de tantos
miembros suyos.

Ellas recogen la experiencia de las primeras comunidades, como están descritas en los Hechos de los
Apóstoles (cf. Hechos 2, 42-47). Medellín reconoció en ellas una célula inicial de estructuración eclesial y foco de
fe y evangelización. Puebla constató que las pequeñas comunidades, sobre todo las comunidades eclesiales de
base, permitieron al pueblo acceder a un conocimiento mayor de la Palabra de Dios, al compromiso social en
nombre del Evangelio, al surgimiento de nuevos servicios laicales y a la educación de la fe de los adultos, sin
embargo, también constató “que no han faltado miembros de comunidad o comunidades enteras que, atraídas
por instituciones puramente laicas o radicalizadas ideológicamente, fueron perdiendo el sentido eclesial»
(Aparecida, n. 178).

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«Las comunidades eclesiales de base, en el seguimiento misionero de Jesús, tienen la Palabra de Dios como fuente
de su espiritualidad y la orientación de sus Pastores como guía que asegura la comunión eclesial. Despliegan su
compromiso evangelizador y misionero entre los más sencillos y alejados, y son expresión visible de la opción
preferencial por los pobres. Son fuente y semilla de variados servicios y ministerios a favor de la vida en la sociedad y
en la Iglesia.

Manteniéndose en comunión con su obispo e insertándose al proyecto de pastoral diocesana, las CEBs se
convierten en un signo de vitalidad en la Iglesiaparticular. Actuando así, juntamente con los grupos parroquiales,
asociaciones y movimientos eclesiales, pueden contribuir a revitalizar las parroquias haciendo de las mismas una
comunidad de comunidades. En su esfuerzo de corresponder a los desafíos de los tiempos actuales, las comunidades
eclesiales de base cuidarán de no alterar el tesoro precioso de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia»
(Aparecida, n. 179).

«Todas las comunidades y grupos eclesiales darán fruto en la medida en que la Eucaristía sea el centro de su vida
y la Palabra de Dios sea faro de su camino y su actuación en la única Iglesia de Cristo» (Aparecida, n.180).

2. ¿PARA QUÉ EXISTEN LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES?

Ø Para apoyo mutuo


Ø Para un aprendizaje y formación en la fe
Ø Para reflexionar en las escrituras y en las enseñanzas de la Iglesia, y discernir las respuestas del Evangelio,
aplicándolas a situaciones concretas de la vida.
Ø Para animar y comprometerse a tener una acción que promueva los valores del Evangelio.
Ø Para oración y alabanza

Bondades de las Pequeñas Comunidades en la Parroquia


1. Son importantes como espacios donde la Iglesia se hace cercana al pueblo.
2. Porque acerca a las familias a la vidade Iglesia.
3. Crea espacios de oración, de reflexión y fraternidad dentro y fuera de las familias.
4. Porque propician el encuentro con Jesucristo y los hermanos.
5. La Palabra de Dios tiene un lugar muy especial en la familia: es el elemento que la alimenta y orienta en
toda su vida.
6. Acerca a más familias a la Eucaristía.
7. Hacen tener más sentido de pertenencia a la parroquia, a la diócesis y a la Iglesia universal.

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3. TIPOS DE PEQUEÑAS COMUNIDADES

El intento de tipificar las distintas comunidades no es nuevo. Hoy día existen grupos que, si no tienen todas las
características de «la Iglesia de (en) casa» paulina, poseen al menos las fundamentales:

a) reunirse en comunidad,
b) en una casa de la colonia,
c) con miembros de varias familias,
d) coordinada por laicos
e) que escuchan la Palabra,
f) que tratan de formar una fraternidad,
g) que incluyen la Eucaristíacomo el momento más importante.

No son, pues, comunidades aisladas porque están insertas en un territorio; su carácter es público: están
abiertas al que quiera unirse; el hecho de congregarse en un lugar no sagrado, permite mayor espontaneidad
en el diálogo. A pesar de que los tipos de iglesia de casa coinciden en lo fundamental, sin embargo se
diferencian, entre otras cosas, por el lugar en que se encuentran y por su apertura, mayor o menor, hacia la
realidad circundante. Vamos pues a enlistarlas. No es un número taxativo, es indicativo. No dudamos que la
experiencia pastoral de la parroquia añada algunos tipos más. Los nombres son convencionales, algunos
se usan en documentos eclesiales, otros no. A continuación les presentamos una breve descripción de diferentes
tipos de pequeñas comunidades o «iglesias de casa» que ha enumerado el padre Benjamín Bravo Pérez,
pastoralista de la arquidiócesis de México y apasionado en la búsqueda de dar respuesta a los
“cómos” en la pastoral urbana.

I. Pequeña comunidad, tipo «Comunidad eclesial de base»

Es la estructura eclesial que ha logrado realizar en forma óptima, al menos hasta este momento, lo que
debería ser toda Iglesia de (en) casa: «las CEBs son la mejor manera de vivir el Evangelio hoy».
Tienen, además de las características comunes arriba enunciadas, otras peculiaridades que las distinguen de otros
tipos: el método inductivo: «ver, juzgar, actuar, simbolizar (celebrar)»; tienen como objetivo permanente, su
opción clara en favor del pobre , la dimensión socio-política de la fe y la consecuente praxis
transformadora. Estas características llevan a las CEBs a unirse a organizaciones civiles en función de la
promoción de los empobrecidos de la sociedad

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Por todo lo anterior, el modelo eclesiológico de este tipo de iglesia induce a una articulación
estratégica con otros movimientos que luchan por la misma causa: un mundo con justicia para alcanzar
la paz, que ha llevado a no pocos de sus miembros hasta el martirio. Durante una época, las CEBs fueron
de las pocas concretizaciones de la Iglesia que se reunía fuera del templo. Esto llevó a algunos
miembros de las CEBs a considerarla como el modelo de Iglesia, hecho que las llevó a actitudes de
autosuficiencia y aislamiento. Hoy en día las CEBs, conscientes de que son «la esperanza de la Iglesia»,
por ser el mejor de los modelos hasta ahora existentes, necesitan no sólo aprender a convivir con otros
tipos de iglesia, sino a promoverlos.

II. Pequeña comunidad, tipo «Comunidad carismática»

Este tipo de iglesia es preferida por personas poco inclinadas a reflexionar sobre lo que acontece en
su entorno. Viven su fe a través de lo simbólico, lo emotivo y sentimental. Sus rituales tienen
características festivas, espontáneas y emocionales. El canal de expresión y atención es el cuerpo. Son
comunidades testimoniales, cálidas y emocionales; el compromiso sociopolítico no entra en sus planes o
hay resistencia para asumirlo. El anhelo de experimentar lo divino está en el sustrato de toda comunidad
carismática. Este tipo de iglesia es promovida en los territorios parroquiales, por los nuevos movimientos
eclesiales y a veces se corre el riesgo de perder la comunión con el párroco y la comunidad.

Lo mejor es que la misma parroquia forme y ofrezca a la feligresía este tipo de iglesia con el nombre
de «casa de oración», que depende de la parroquia, a fin de que cualquier feligrés pueda ingresar a ella
si lo desea y que a su vez se constituya en una oferta dentro de una pastoral de conjunto. Los materiales
que se emplean son casi siempre adaptaciones hechas por los agentes, sirviéndose de los materiales de
los distintos movimientos.

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III. Pequeña comunidad, tipo «Grupo de religiosidad popular»

Es la reunión esporádica que cierto grupo de fieles realiza siguiendo el calendario religioso popular:
Guadalupe (diciembre), fieles difuntos (noviembre) el día del santo, el rezo del rosario (mayo, octubre), via crucis,
(marzo-abril), Miércoles de ceniza y algunas más.

La característica de este tipo de iglesia es que es transitoria y masiva, ya que celebrado el día de fiesta
correspondiente o el novenario del difunto se termina la relación, que se repetirá hasta la próxima fecha a
celebrar. En los sectores en donde el calendario religioso es más rico e intenso, el encuentro de personas se torna
más frecuente, lo que facilita la formación bastante estable de este tipo de iglesia. Cuando el calendario es
reducido en fechas, es difícil que dichas reuniones ayuden a constituir una iglesia de casa como tal, sirven sin
embargo como oportunidad para invitar a los asistentes a acudir a otro tipo de iglesia cercana. El material para
evangelizar a partir de la religiosidad popular es escaso y el que existe, no la considera como un kerigma inicial
desde donde se puede continuar un proceso de adhesión a Cristo con la consecuente conversión del corazón.

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IV. Pequeña comunidad, tipo «familia del enfermo»

Es un tipo de comunidad en la que el ministro extraordinario de la eucaristía, aprovechando la visita


casi siempre semanal que hace a un enfermo para administrarle la sagrada comunión, reúne a los
familiares de éste a escuchar algún trozo pequeño de la palabra de Dios, a fin de comentarlo con ellos
en forma breve. La meta real de la visita es evangelizar a los sanos para que convirtiéndose a Dios, se
conviertan con cariño hacia el enfermo, muchas veces terminal. El ministro se constituye así en
coordinador de un grupo familiar; la duración de esta reunión con los miembros sanos de la familia no
debe exceder de 15 minutos.

El rito es sencillo: invitación a los que cuidan del enfermo a congregarse, saludo, planteamiento
sencillo de una situación familiar, diálogo, lectura del evangelio del domingo, aplicación a la vida
familiar, oración. Entonces procede al rito de la administración de la comunión al enfermo. En este
contexto, el enfermo es la oportunidad para evangelizar a aquéllos que se creen sanos.

Llegado el momento de la muerte, los rituales de despedida son punto culminante de este servicio.
Es entonces cuando el proceso de conversión iniciado en este tipo de Iglesia puede continuarse en otro
tipo (CEB, uno más uno, sector humano, etc.). Es ilustrativo lo que dice un ministro extraordinario de
la comunión que trabaja en este sentido: «la micro-comunidad de la casa se va formando en el interior
de los hogares, ahí en donde está el enfermo, el cual constituye el principal foco para la evangelización,
es decir, el enfermo se convierte en el instrumento para que su familia se evangelice él viene a ser
quien pone en movimiento la fe de toda la familia». El material que se emplea puede ser la lectura
dominical del evangelio.

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V. Pueblo de Dios en Misión

Es un proyecto de misión parroquial permanente que nació en nuestra Arquidiócesis de Monterrey y que
actualmente se sigue promoviendo y además se ha dado a conocer a varias diócesis del país. El Equipo
Diocesano de Animación Misionera es el responsable de animar a las parroquias a hacerlo propio.

¿Qué es lo que más le gusta a la gente de este proyecto?


Que ofrece un método misionero práctico basado e inspirado en el Evangelio y de las diversas etapas de la
vida de Jesús y ofrece además materiales sencillos para que la gente sencilla impulse la misión en los barrios
más alejados y marginados.

¿Cuál es la novedad que presenta este proyecto?


La metodología de los 12 pasos nos ayuda a planear una misión en la que los alejados y marginados sean
no sólo espectadores sino, ante todo, protagonistas. Así la gente, en el barrio donde se hace la misión, asume
responsabilidades y comisiones llegando a ser ellos mismos: Pueblo de Dios en Misión. En los equipos
misioneros se integran gente cercana y lejana a la Iglesia, así como lo hizo el mismo Jesús. Además en la
misión los niños son misioneros de los niños, los jóvenes de los jóvenes, los adultos de los adultos y los adultos
mayores y enfermos son misioneros de sus mismos hermanos. Así en la misión se trabaja como familia, desde
el niño hasta el abuelo.

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Objetivo de PDM

Convocar, a todos los bautizados del Pueblo de Dios, a un proceso de discipulado misionero que
descubre un encuentro con Jesús, e inspirado en los pasos de su vida y misión, ofrezca la metodología y
herramientas para convocar y capacitar equipos integrados con cercanos, alejados y marginados; que en
comunión planeen y animen a su propia parroquia y sector a la misión permanente. Pero lo más hermoso
de todo es: que al seguir los pasos de la vida de Jesús para planear, llevar a cabo y consolidar de manera
permanente la misión, en realidad estamos siguiendo a Jesús como los siguieron los primeros discípulos
hace más de 2000 años. En este camino se han tenido muchas sorpresas maravillosas y se ha visto a la
gente sencilla, a la gente alejada y marginada, tomar el lugar que les corresponde en la misión de la
Iglesia.

Todos tenemos algo que dar y mucho que aprender. Recordemos que la misión no es nuestra, es de
Jesús, es Él quien nos llama y el equipo que se convoca es equipo de Él. Jesús mismo, antes de llamar a
este equipo, pasó la noche en oración para pedirle al Padre Dios que le mostrara a quiénes había elegido.
Porque «la cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen al dueño de los campos que envíe
trabajadores para su cosecha» (Lc. 10,2).

Para seguir conociendo este proyecto de Pueblo de Dios en Misión te puedes comunicar al
departamento de misiones de la arquidiócesis y te brindaran una mayor información para implementarlo
en la parroquia.

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Tercera etapa
LOS MINISTERIOS
En esta tercer etapa, una vez que los colaboradores laicos han asumido su papel de bautizados,
y habiéndose comprometido con su labor de evangelizadores, esto hará que se suscite la necesidad de
elaborar procesos concretos de acompañamiento, para que la Palabra se encarne en una situación concreta
y dé frutos de vida nuevos, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados, así nos lo enseña el Papa
Francisco. Lo anterior nos lleva a pensar en los Ministerios Laicales.

1. MINISTERIOS LAICALES

El Vaticano II reconoce, por parte de la Iglesia, los Ministerios laicales. El mismo Concilio, en la Lumen
Gentium, después de tratar de la constitución jerárquica de la iglesia (nn. 24-27), se refiere a la función que
desempeñan los ministerios que, junto con el ministerio jerárquico, contribuyen a la edificación de la misma
Iglesia (nn. 30-38). La palabra «ministerio» no se reduce en el conjunto de los documentos del Concilio a los
ministerios ordenados (obispo, sacerdote, diácono), sino que aplica también a otros servicios, como el del
catequista, por poner un ejemplo. Si por una parte, se exige que toda comunidad cristiana se establezca
desde el principio, de modo que sea capaz de satisfacer sus propias necesidades y de ejercitar las funciones
sacerdotal, profética y real que Cristo le ha encomendado, por otra parte se dirá que la comunidad debe
dotarse, pues, de tantos ministerios cuantos son necesarios para cumplir su misión.

Pablo VI, en la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, decía expresamente que «los seglares también
pueden sentirse llamados a colaborar con sus pastores en el servicio de la comunidad eclesial, para el
crecimiento y la vida de ésta, ejerciendo ministerios muy diversos, según la gracia y los carismas que el Señor
quiera concederles».

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Los ministerios laicales en los sectores son fruto de la madurez de las comunidades que se van formando
y el párroco los instituye de acuerdo a las necesidades propias de su parroquia, y por sugerencia pastoral
irían en orden a la caridad, ya que hacen que la parroquia se sienta cercana a aquellos hermanos más
alejados en situaciones críticas que es donde debemos de acercar la Bondad y la Misericordia de Dios.
Algunas de estas necesidades pueden ser:

o Asistencia a hermanos mayores


o Visita y atención a enfermos
o Ayuda y orientación familiar.
o Consolación a los afligidos

Habría que considerar a los coordinadores y mensajeros del sector también como un ministerio
especifico. Y sería muy bueno que la comunidad se entere de cómo estamos organizados en los barrios. Se
puede hacer un mapeo de la realidad de cada sector para fortalecer su estructura y su identidad.

Como te pudiste dar cuenta a lo largo de este manual, la sectorización favorece mucho que le gente
sencilla se vaya acercando a la parroquia desde el barrio o sector. Esto exige de nuestros pastores un
acompañamiento cercano y serio para formar discípulos y misioneros que compartan la alegría del Evangelio
a los más alejados de nuestros centros parroquiales. Y mostrar siempre el gesto de agradecimiento a todas
aquellas personas que colaboran en los sectores, que llegan dónde nosotros no llegamos.

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