OIDO

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OIDOS

El oído es el órgano sensorial a través del cual se realiza la identificación,


localización e interpretación de los sonidos, y contribuye también al mantenimiento
del equilibrio. Se divide en oído externo, medio e interno.
El oído externo, del que forman parte el pabellón auditivo y el conducto auditivo
externo. La oreja, que se expande ligeramente desde el cráneo hacia fuera, se
dispone en un plano casi vertical. (figura 12-3)
El conducto auditivo externo es un canal en forma de S que comunica con el oído
medio. Su estructura ósea y cartilaginosa está cubierta de una piel fina y sensible.
Este revestimiento del conducto está protegido por cerumen, secretado en el tercio
distal del conducto. El cerumen aporta un pH ácido, que inhibe el crecimiento de
microorganismos.
El oído medio es una cavidad llena de aire en el hueso temporal. Contiene los
huesecillos martillo, yunque y estribo, que transmiten el sonido desde la
membrana timpánica a la ventana oval del oído interno. Las células llenas de aire
del área mastoidea del hueso temporal se hallan en continuidad con el oído medio.
La membrana del tímpano, rodeada de una formación anular densa (anillo),
separa el oído externo del medio. Es cóncava y está en contacto en su parte
central con el martillo. La membrana es translúcida, por lo que permite la
visualización del oído medio. Su posición oblicua y su forma cónica son
responsables del reflejo luminoso con forma triangular. La mayor parte de la
membrana timpánica mantiene una porción tensa, pero en la parte superior se
encuentra una porción flácida.
La mucosa del oído medio produce una pequeña cantidad de moco, que es
rápidamente eliminada por la acción ciliar de la trompa de Eustaquio, un trayecto
óseo, fibroso y cartilaginoso que une el oído medio con la nasofaringe. La trompa
de Eustaquio drena la cara posterior del cornete inferior de la nariz. Los músculos
abren brevemente esta vía (durante la deglución, el bostezo o el estornudo) para
igualar la presión del oído medio a la presión atmosférica y para,
simultáneamente, eliminar el moco del oído medio.
El oído interno es una cavidad curvada membranosa localizada en el interior de un
laberinto óseo, formado por el vestíbulo, los canales semicirculares y la cóclea,
que es una estructura espiral que contiene el órgano de Corti y transmite los
impulsos sonoros al par craneal VIII. Los canales semicirculares contienen los
órganos terminales de la función vestibular. Los receptores del equilibrio
contenidos en los canales semicirculares y el vestíbulo del oído interno responden
a los cambios de dirección del movimiento y envían señales al cerebelo para el
mantenimiento del equilibrio.
La audición es la interpretación de las ondas sonoras por parte del cerebro. Dichas
ondas se desplazan a través del conducto auditivo interno y golpean la membrana
del tímpano, que entra en vibración. El martillo, unido a la membrana timpánica y a
los huesecillos conectados a él en serie, el yunque y el estribo, entran también en
estado vibratorio. Las vibraciones pasan a través del estribo a la membrana oval
del oído interno. El movimiento de la ventana oval induce a su vez movimiento del
líquido endolinfático coclear, que se transmite a la ventana redonda, donde se
disipa. Las células pilosas del órgano de Corti detectan las vibraciones sonoras y
envían la información a la división auditiva del par craneal VIII. Estos impulsos son
transmitidos al lóbulo temporal del cerebro para ser interpretados. Las vibraciones
sonoras también pueden transmitirse directamente al oído interno a través del
hueso.
OTALGIA
Es un síntoma muy común de consulta para el médico general y para el
especialista en otorrinolaringología. Sus causas pueden ser muy diversas y varían
de acuerdo al grupo etario, sexo y síntomas que la acompañan.
Si su origen es en el oído hablamos de otalgia primaria y si proviene de otro lugar
se denomina otalgia secundaria o referida. Los síntomas como otorrea, plenitud
ótica o baja auditiva sugieren una otalgia primaria y los síntomas como fiebre,
dolor de garganta, reflujo gastroesofágico, molestias nasosinusales o dentales se
asocian más a una otalgia referida.
PATOLOGÍA DE OÍDO EXTERNO
Las enfermedades del oído externo se las puede dividir en:

1. Malformaciones
 Pabellón auricular: Existen malformaciones son en relación al tamaño, forma
o posición del pabellón auricular,
-Tamaño: más del 80% son unilaterales.
 Microtia: malformaciones o hipoplasia del pabellón auricular.
 Anotia: ausencia total del pabellón auricular.
-Forma:
 Oreja en asa: corresponde en una oreja más prominente, extendida y plana,
producto de una alteración del pliegue del antihélix, o en ocasiones por
aumento del desarrollo de los cartílagos del pabellón auricular. Su
implicancia es estética.

 Conducto auditivo externo: El conducto puede estar estenótico o puede


presentarse como una atresia, una ausencia total del conducto. La atresia
aural congénita está presente al nacer y es más frecuentemente unilateral.
 Fístula preauricular: malformación congénita resultante de la fusión
incompleta de los mamelones del primer y segundo arco branquial durante la
formación del oído externo.

2. Inflamatorias
 Otitis externa bacteriana localizada: Infección localizada en un folículo piloso
o glándula sebácea, producido generalmente por Staphylococcus aureus. Se
genera un aumento de volumen eritematoso y muy doloroso que va desde un
furúnculo hasta un absceso. El tratamiento es con antibióticos tópicos y
ocasionalmente puede ser drenado produciendo un alivio instantáneo del
dolor.
 Otitis externa bacteriana difusa: corresponde a una infección de la piel del
CAE, con edema y eritema de la piel.
 Etiología: polimicrobiana, predominando la Pseudomona aeruginosa (67%)
y Staphylococcus aureus.
 Patogenia: la otitis externa es favorecida por la humedad en el CAE y
también por el aseo de oídos con hisopos u otros elementos, que movilizan
el cerumen protector y pueden generar pequeñas fisuras en la piel.
 Presentación clínica: el cuadro se caracteriza por otalgia leve a moderada,
prurito, otorrea y/o sensación de oído tapado. En los casos de mayor
obstrucción, puede presentarse con una hipoacusia. La infección se puede
extender hacia lateral, generando una celulitis del pabellón auricular y/o
preauricular.
 Examen físico y diagnóstico: el diagnóstico es clínico, mediante la
otoscopía donde se puede observar eritema, edema y otorrea. El dolor
puede agravarse al movilizar el pabellón auricular o el trago.
 Otitis externa necrotizante maligna: Infección severa producida por
Pseudomona aeuruginosa, que invade y destruye los tejidos blandos,
cartílagos y huesos, generando una osteomielitis de la base del cráneo. Se
presenta en pacientes inmunosuprimidos y diabéticos mal controlados. A la
otoscopía destaca edema y eritema del CAE, otorrea y tejido granulatorio.
 Otitis externa micótica: Infección del CAE producida por hongos saprófitos
oportunistas.
 Etiología: Aspergillus y Cándida albicans. Se presenta luego de
tratamientos prolongados con antibióticos óticos, exposición al agua, o en
pacientes diabéticos.
 Presentación clínica: se caracteriza por prurito ótico y otalgia leve
inicialmente. Si persiste la infección, puede aumentar la intensidad de la
otalgia, y agregarse hipoacusia por oclusión del CAE o por perforación
timpánica producida por los hongos.
 Examen físico: en la otoscopía se identifica edema y eritema del CAE,
siendo muy friable, y se puede visualizar otorrea de color variable (blanca,
negra o gris), con o sin hifas. Cuando se observan hifas con cabezuelas
negras corresponde a Aspergillus niger.

 Pericondritis: Infección del pericondrio auricular y con ello del cartílago


auricular, como consecuencia de una laceración traumática, hematoma
auricular, o un procedimiento quirúrgico. La infección es causada por
Pseudomona aeruginosa y se presenta con dolor y sensación de calor local.
Al examen físico destaca un pabellón auricular eritematoso y con aumento de
volumen indurado
 Otitis externa eccematosa: Corresponde a una otitis crónica producida por la
dermatitis del CAE y/o del pabellón auricular. Puede ser producida por el
grataje crónico, por uso prolongado de gotas antibióticas, por contacto con
audífonos o tapones, entre otros. Se caracteriza por prurito ótico y al examen
físico se puede observar piel engrosada y acartonada, con descamación
3. Tumorales
En el oído externo podemos encontrar tumores benignos, como la exostosis,
osteomas, papilomas, adenomas, ceruminoma, keratoacatnoma, entre otros.
También existen tumores malignos, que son más frecuentemente cánceres de piel
por exposición solar.
 Exostosis: Corresponde a lesiones proliferativas óseas del CAE que son
frecuentes en personas que nadan en aguas frías. Suelen ser múltiples y
bilaterales en el 70% de los casos. Están localizadas en la porción ósea del
conducto y, por lo tanto, en los dos tercios internos. Pueden ser asintomático
o generar otalgia u otorrea. El diagnóstico es clínico, por otoscopia.

4. Traumatismos
 Hematoma auricular: Secundario a un traumatismo directo, generalmente
contuso, con acumulación de sangre entre el cartílago y el pericondrio. Al
separar el pericondrio del cartílago, se puede producir una necrosis de éste,
por lo que se debe realizar un drenaje precoz.
 Laceraciones: Se debe examinar, limpiar y desbridar bajo visión
microscópica. Además, deben ser muy bien suturadas y protegidas de la
infección.

PATOLOGÍA DE OÍDO MEDIO


1. Otitis Media Aguda (OMA)
es la inflamación aguda del oído medio, se define como un cuadro con inicio
rápido de síntomas y signos de inflamación del oído medio, generalmente
asociado a efusión. La OMA recurrente (OMAR) se define como 3 o más episodios
en los últimos 6 meses, o bien 4 o más episodios en los últimos 12 meses con al
menos 1 de ellos en los últimos 6 meses. Cada uno de los episodios debe ser
separado y estar bien documentado. Se asocian a mayor riesgo de OMA
recurrente: temporada de invierno, sexo masculino y exposición pasiva a humo de
tabaco
 Fisiopatología y Etiología: La fisiopatología se da generalmente en el contexto
de una infección respiratoria alta de origen viral que lleva a la inflamación y
disfunción de la trompa de Eustaquio, generando presión negativa que causa
el movimiento de secreciones desde el tracto respiratorio superior,
favoreciendo la entrada de bacterias y virus de la nasofaringe hacia el oído
medio. Las bacterias más frecuentemente encontradas son Streptococcus
pneumoniae, Haemophilus influenzae y en tercer lugar Moraxella catarrhalis.
La presencia de virus también es común, siendo los más frecuentes: virus
respiratorio sincitial, rinovirus, influenza, parainfluenza, adenovirus,
enterovirus.
 Presentación Clínica: es de inicio súbito, con síntomas claros y precisos, con
compromiso del estado general, la evolución del cuadro es rápida; principal
síntoma es la otalgia. También leve otorragia seguida de otorrea (tras la cual
suele aliviarse la otalgia) e hipoacusia, que se hace más evidente una vez
cedida la otalgia y es el síntoma más tardío en desaparecer. Otros síntomas
acompañantes más inespecíficos son la fiebre, irritabilidad, vómitos y diarrea.
 Examen Físico: La otoscopía es fundamental para el diagnóstico, en la cual
se deben establecer las características de la membrana timpánica, que serán
las que definen el diagnóstico. En la OMA, la membrana timpánica se observa
congestiva, hiperémica, abombada y ocasionalmente con vesículas en su
superficie. A medida que el cuadro se resuelve la congestión va
desapareciendo lentamente.

 Estudio y Diagnóstico: El diagnóstico de OMA es clínico, se debe sospechar a


partir de los síntomas y se confirma con la otoscopía. La única forma de
conocer el germen causal de una OMA es la toma de una muestra del
contenido del oído medio por punción timpánica.
2. Otitis Media con Efusión (OME)
se define como la presencia de fluido en el oído medio, sin signos o síntomas de
infección aguda. Cuando persiste más de 3 meses se define como OME crónica.
 Fisiopatología-Etiología: Los factores de riesgo son el tabaquismo pasivo,
sexo masculino o asistir a sala cuna.
Tiene una etiopatogenia multifactorial, pudiendo ocurrir luego de una infección
respiratoria alta, luego de una otitis media aguda (OMA), de forma espontánea, o
secundaria a una disfunción de la trompa de Eustaquio (disfunción tubaria). La
disfunción tubaria marcaría el inicio de esta patología, ya que generaría un
barrido de las secreciones mucosas desde el oído medio hacia la rinofaringe, lo
que haría que éstas se acumulen en el oído medio. Se puede manifestar por
hiperplasia adenoidea, fisura palatina, alteraciones musculares propias de la
trompa y la edad.
Otras causas de OME bilateral en adultos son la rinosinusitis crónica, rinitis
alérgica mal controlada, y menos frecuentemente la granulomatosis con
poliangeítis (GPA) o Ex enfermedad de Wegener.
 Presentación Clínica: En niños, la mayoría son asintomáticos o con síntomas
leves como sensación de oído tapado, otalgia leve intermitente, hipoacusia o
alteraciones del lenguaje, desequilibrio. En niños más pequeños se pueden
observar conductas como tocarse el pabellón auricular, irritabilidad y/o
trastornos del sueño.
Los síntomas suelen iniciarse de forma gradual. El compromiso generalmente
es bilateral, pero puede ser unilateral. En adultos la historia consiste básicamente
en hipoacusia uni o bilateral, persistente.
 Examen Físico: En niños suele verse una membrana timpánica opaca, rosada
e hipervascularizada (Figura 1). El triángulo luminoso puede estar ausente y
en ocasiones se pueden observar el derrame intratimpánico de color
ambarino (Figura 2 y 3) o burbujas bajo la membrana (Figura 4). La
membrana timpánica puede estar levemente abombada hacia el CAE o, a
veces, puede estar retraída hacia el oído medio. La movilidad de la
membrana timpánica está disminuida

 Diagnóstico: El diagnóstico de esta patología se puede plantear frente a la


sospecha de hipoacusia, especialmente en el paciente pediátrico. Hay que
tener en consideración que aquellos niños que hayan referido el screening
auditivo deben completar una evaluación, ya sea con audiometría o
potenciales evocados auditivos de tronco, para descartar HSN de base,
sumada a la OME.
3. Otitis Media Crónica (OMC)
Es una patología inflamatoria crónica de las estructuras del oído medio y
mastoides, habitualmente con más de 3 meses de evolución. asocia a perforación
de la membrana timpánica, que no tiende a su cierre espontáneo, y episodios
recurrentes de otorrea.
 Etiopatogenia: proceso infeccioso que evoluciona con periodos alternantes de
actividad e inactividad bacteriana, que sería perpetuada por la perforación
timpánica y/o alteraciones en la función de la Trompa de Eustaquio. Las
bacterias más frecuentemente aisladas en cultivo son Gram negativas como
Pseudomonaaeruginosa y Proteusmirabilis. También es posible encontrar
Gram positivos, como Staphylococoaureus, y anaerobios. La presencia de
hongos es poco frecuente. Una serie de factores anatómicos, funcionales e
inmunológicos resultarían en la alteración del drenaje y aireación del oído
medio, produciendo cambios irreversibles en la mucosa y hueso adyacente
 Clínica: El cuadro clínico es insidioso y de curso prolongado, caracterizado
por episodios recurrentes e indoloros de otorrea mucosa o purulenta, muchas
veces subvalorados por el paciente. Estos episodios, generalmente
unilaterales, se pueden producir de forma espontánea o asociados a
infecciones respiratorias o “entrada de agua”. El cuadro se acompaña de
hipoacusia progresiva, Puede existir el antecedente de patología del oído
medio o procedimientos quirúrgicos otorrinolaringológicos
 Examen Físico: Durante la enfermedad el CAE se encontrará ocupado con
secreción, a veces purulenta y de mal olor. En el periodo de inactividad, serán
más evidentes la perforación y características de la mucosa del oído medio,
visible a través de la discontinuidad en la membrana timpánica. La prueba de
Rinne suele ser negativa en el lado afectado, mientras que la de Weber
lateraliza al mismo lado, evidenciando una hipoacusia de conducción
ipsilateral. De manera concomitante, al examen físico nasal y nasofaríngeo se
pueden encontrar signos de rinitis o hipertrofia adenoidea.

EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
Los exámenes complementarios deben ser realizados durante el periodo de
inactividad de la enfermedad.
 Audiometría: Objetiva la hipoacusia de conducción secundaria a las
alteraciones en el tímpano y/o cadena de huesecillos. Sin embargo, pacientes
con OMC de larga data pueden presentar hipoacusia mixta, producida por
extensión del daño inflamatorio hacia el oído interno.
 Timpanograma o impedanciometría: Suele no presentar curva por falta de
indemnidad de la membrana timpánica.
 Imágenes: El uso de TC de oídos con cortes axiales y coronales es
controversial y resorte del especialista; puede ser útil para planificar un
abordaje quirúrgico.
EVALUACIÓN AUDITIVA
1. Prueba de voz susurrada: Para realizar esta prueba, el examinador debe
situarse a la distancia de un brazo, por el lado del paciente, para evitar la lectura
de labios. Se debe ocluir el oído que no se está examinando, presionando el trago
contra el CAE. Se susurra una secuencia de letras y números, luego se le pide al
paciente que las repita. Se deben examinar ambos oídos.
Una revisión sistemática concluyó que tiene una sensibilidad que varía del 90-
100%, y especificidad del 80 al 87% en adultos. En niños los valores son menores.
Es una técnica sencilla, que puede ser usada como aproximación en el contexto
de Atención Primaria de Salud.
2. Test de Weber: Se recomienda usar un diapasón que vibre entre 500 y 1000
ciclos por segundo (Hertz o Hz). El oído normal puede reconocer vibraciones entre
300 y 3000 Hz. Se apoya el diapasón vibrando en la mitad de la frente (o en la
línea media del cráneo) y se evalúa dónde se percibe el sonido o la vibración:
- Audición normal: se siente la vibración de igual intensidad en ambos oídos.
- Trastorno de conducción: la vibración se lateraliza (la vibración se percibe más
intensa) hacia el lado en el que existe un trastorno de la transmisión aérea.
- Trastornos sensorioneural: el sonido lateraliza hacia el oído sano.
En personas con compromiso simétrico de la audición, debidos a una misma
causa, la vibración no lateralizará.
2. Test de Rinne: Primero se hace vibrar el diapasón y, se apoya sobre el proceso
mastoides del oído que se esté evaluando: el sonido se va a escuchar durante un
tiempo (transmisión ósea). A continuación, mientras el diapasón todavía sigue
vibrando, se evalúa si la persona es capaz de seguir escuchando el sonido al
poner el diapasón frente al oído. Lo normal es que por transmisión aérea se
escuche un tiempo adicional, más allá de lo que duró la transmisión ósea. De esta
forma se obtiene:
- Trastorno de conducción (Rinne negativo): al situar el diapason frente al oído no
se sigue percibiendo el sonido.
- Trastorno sensorioneural (Rinne positivo): se sigue percibiendo el sonido al situar
el diapasón frente al oído (aunque la persona escucha menos y los tiempos son
más cortos).
El Test de Weber y de Rinne, permiten ayudar a diferenciar el tipo de hipoacusia,
como muestra la imagen.

TERMINOLOGIA BASICA
 Acúfenos: Sensación auditiva subjetiva, generalmente en forma de zumbidos.
Acusma. ¿Escucha zumbidos? Si el zumbido es propio del oído se puede
escuchar por fonoidoscopio. (correlacionar con el ambiente)
 Tinnitus: Sensación subjetiva de ruidos anormales (campanilleo o retintín)
agudos. Alrededor del 5-10% son objetivos o somatosonidos generados por
partes del organismo que también pueden ser percibidos por otras personas,
Algunos son sincrónicos con el pulso y son sospechosos de patología vascular.
¿Escucha campanillas? (correlacionar con el ambiente)
 Acusia: Pérdida de audición. Trastorno específico de la audición. Ausencia total
para la captación o percepción de sonidos a través de los órganos del sistema
auditivo. (similar a sordera)
 Hiperacusia: Sensibilidad auditiva exagerada; se presenta en la falta de
inervación del músculo del estribo, parálisis facial, labilidad vegetativa y
después de lesión cerebral. ¿Los sonidos le parecen más fuerte de lo normal?
 Hipoacusia: Disminución de la agudeza auditiva. ¿Puede escuchar bien?
 Otalgia: Dolor de oído que puede ser causado por algún tipo de afección en la
articulación temporomandibular, en los dientes, la faringe o en el propio oído.
¿Le duele el oído?
 Otodinia: Dolor en el oído. Puede producirse por una afección en el oído
externo o en el oído medio, pero también por afectaciones circundantes.
NOTA: la otalgia es el dolor referido en el oído desde una localización regional
o a distancia, y otodinia el dolor que se origina propiamente en el oído.
 Otorragia: Hemorragia que se exterioriza en el conducto auditivo externo.
 Otorraquia: Es la salida de líquido claro y transparente desde el conducto
auditivo externo. Corresponde a líquido cefalorraquídeo por fístula por fractura
de cráneo.
 Otorrea: Secreción mucosa, serosa o purulenta que se exterioriza en el
conducto auditivo externo.
 Paraacusia: Alteración en la percepción de los sonidos en la que la intensidad,
el tono o la localización de los sonidos se perciben incorrectamente. ¿Los
sonidos se le mezclan? ¿Las voces de sus familiares le suenan con tono
distinto?
 Autofonía: Sensación de resonancia de la propia voz. Puede observarse en
enfermedades del oído y de las fosas nasales. ¿Suele escucharse con mayor
volumen de lo normal?
 Diplacusia: Percepción de sonidos diferentes, originados por un solo estímulo,
se debe a un defecto de la cóclea del oído interno. ¿Los sonidos se
entremezclan?
 Diploacusia: Audición, de dos tonos en lugar de un solo objetivo, en ocasiones
de distinto timbre.
 Macrotia: Tamaño exagerado del pabellón auricular.
 Oticodinosis: Vértigo debido a una afección del oído, en ingles oticodinia.
 Otocalisis u otocalasia: Relajación y atrofia de los tegumentos del lóbulo de la
oreja. Flacidez de la piel del pabellón auricular.
 Otocaleisis: Oclusión del conducto auditivo externo.
 Otocoposis: Fatiga del oído, sordera transitoria.
 Otohematoma: Hematoma del pabellón auricular.
 Otohigroma: Distensión por líquido del lóbulo de la oreja.
 Otopiesis: presión excesiva en el oído por obstrucción de la trompa de
Eustaquio que termina por provocar sordera

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