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Anexo Tema 3:

Prevención
Abuso Sexual
Infantil
ALGUNOS DATOS

01 02 03 04
Uno de cada cinco Casi un 70% de los En un 20% se producen En un 10% se producen
menores es víctima de casos entorno familiar en niños de 5 años o por sus iguales (iguales,
abusos o agresiones (padres, madres, más pequeños. primeros novios,
sexuales, aunque solo parejas nuevas, primos, amigos de los
un 15% de los casos se abuelos…) entorno hermanos…)
denuncia. cercano.
1. Abuso sexual

- Esta forma de violencia consiste en la imposición por parte de un adulto o de


otro menor de una actividad de carácter sexual a un niño o niña aprovechando
la desigualdad de poder para obtener una satisfacción sexual.
- Los abusos sexuales tienen consecuencias emocionales, sexuales y sociales a
corto y a largo plazo para las víctimas. El abuso sexual puede ser más o menos
violento y, a su vez, englobar diversas conductas y actos sexuales.
- Los niños y las niñas no son capaces de dar su consentimiento ni de
comprender la situación que están viviendo.
- Hay diferentes tipos de abuso sexual: unos son con contacto directo y otros sin
contacto directo.
- El abuso sexual no es un trastorno
psíquico.
- Es una experiencia vital, algo particular y
desbordante, a la que se ve sometida la
persona (particularmente el menor, sin
contar con capacidad, ni posibilidad de ser
libre).
- Cualquier relación sexual desequilibrada,
en la cual una de las dos partes no ha dado
voluntariamente su consentimiento, o no
pueda darlo, es intolerable.
Como en todo tema tabú, se han creado numerosos estereotipos
muy difundidos en nuestra sociedad, que contribuyen a ocultar el
problema.

Muchas veces, los medios de comunicación, la opinión pública, la


forma de educación, determinan y conservan estos prejuicios.
1.2. Prejuicios y falsas creencias
1.2.1. Los abusos sexuales son muy infrecuentes o no existen
Debido a que la mayor parte de los casos no son denunciados, es difícil saber la
verdadera magnitud del problema, por lo que se ha tenido que recurrir a los
estudios basados en los testimonios sobre los recuerdos que se tienen sobre la
infancia para poder aproximarse más a la frecuencia real.
Estos estudios ofrecen porcentajes realmente altos, en torno al 25,5% para las
mujeres y un 15,3% para los hombres (investigaciones realizadas en España).

Esto significa que 1 de 4 cuatro mujeres y 1 de cada 6 hombres han


recibido alguna forma de abuso sexual cuando eran niños/as.
1.2.2. Las historias que cuentan los niños sobre abusos sexuales son fruto de su
imaginación

Un niño no puede fantasear o inventar mentiras sobre sí mismo, si no ha tenido una


experiencia real con estas cosas; los objetos y los actos que no existan o no hayan
existido en el medio del niño tampoco aparecen en su fantasía.
En la vida de un niño la fantasía tiene el papel de ayudarle, lo que él no puede
superar en la realidad, lo supera a través de su fantasía.
Es posible que un niño describa los acontecimientos de manera diferente a como
éstos realmente sucedieron, pero nunca se le ocurrirá contar, sin ninguna experiencia
propia, un abuso sexual.
1.2.3. Las personas que abusan de niños
presentan graves patologías mentales o
perversiones sexuales

La suposición inmediata que nos hacemos


es que son personas que no pueden estar
equilibradas mentalmente para hacer eso.
Sin embargo, los estudios reflejan que las
personas que cometen estos delitos no
tienen por qué tener ningún desequilibrio
a nivel psicológico.
1.2.4. Las personas que abusan de niños suelen ser siempre personas
marginadas social y económicamente
Las agresiones sexuales infantiles se producen en todos los grupos sociales.
Lo que se ha podido comprobar es que los agresores de clases acomodadas acuden
más a relaciones bajo pago en redes de prostitución infantil.

1.2.5. Los abusos son cometidos por personas desconocidas


En contra de esta opinión bastante difundida, la mayoría de las veces los niños son
víctimas de adultos que pertenecen al círculo más cercano y familiar.
1.2.6. Se trata de un desliz bajo los efectos del alcohol
Puede coincidir que la persona que abuse del menor tenga problemas de
alcoholismo, pero no es el causante, sino que por sus efectos desinhibidores puede
facilitar el suceso al igual que sucede en la violencia de género.

1.2.7. La sexualidad entre adultos y niños fomenta el desarrollo de la sexualidad


infantil
Los niños no son personas asexuales. Como en casi todos los temas, también
tienen curiosidad por los temas sexuales, pero un niño no alcanza a comprender la
sexualidad adulta.
1.2.8. Los niños seducen a los
adultos y son los verdaderos
provocadores

Se trata de una justificación muy


utilizada por los adultos que han
cometido abuso sexual, liberándose
así de su culpa. Sin embargo, suceda
lo que suceda y sea como fuere, el
adulto siempre es el responsable, ya
que para los niños estos actos no
tienen el mismo significado.
Abuso sexual SÍ es

Una forma de explotación sexual.


Una forma de violencia física o mental del adulto que se aprovecha de la confianza del niño y de
la superioridad que ejerce sobre él.
El niño no comprende su gravedad, por su ignorancia sobre el tema.
No está en disposición de dar su consentimiento o negarse.
No siempre se produce entre hombre y niña.
El autor suele provenir del entorno del menor, no es un extraño.
Produce un retraso del desarrollo.
Tiene consecuencias físicas y psíquicas.
Abuso sexual SÍ es

La manifestación de las mismas puede ser muy tardía.


No siempre es un hecho aislado, sino prolongado en el tiempo.
A veces la frontera entre el cariño y el abuso no está clara.
Los niños perciben la explotación de su cuerpo.
El abuso implica el uso de autoridad y la manipulación de la dependencia.
También entre la mujer y hombre adultos hay uso de poder.
El abuso satisface necesidades del adulto, ante todo.
Los riesgos que corren las víctimas son:

Miedos,
Personalidad
Traumas. Inhibiciones. temores
insegura.
intensos.

Las consecuencias que los abusos tienen en las víctimas son siempre definitivas
y casi nunca pasajeras por lo que hay que tratar todos los casos para evitar
secuelas posteriores.
Qué es lo que SÍ debe hacer la escuela Qué NO se debe hacer
-Estar atenta a las señales de sospecha y tener -No debe ignorar ni realizar juicio de valor
una escucha respetuosa del relato del acerca de la veracidad o no de la sospecha o
alumno/a que refiere haber sido abusado existencia de abusos.
sexualmente.
-No debe formular interrogatorios. Esto le
-Mantener una actitud respetuosa a la corresponde a especialistas y en condiciones
intimidad niño/a abusado, comunicar de de protección suficiente.
inmediato a los equipos técnicos del ámbito
-La escuela no diagnostica ni confirma el
educativo.
abuso sexual infantil.
-Registrar el relato espontáneo del niño/a
abusado: transcribir textualmente sus
palabras y especificar las circunstancias en las
que realiza el relato.
-Contener y orientar al niño/a y a su familia o
a aquellos referentes significativos (abuelos,
tíos. Vecinos) con los cuales se sienta
protegido.
2.2. Lesiones causadas por el abuso sexual infantil
• Son difíciles de cuantificar y de determinar, pero siempre son de mayor frecuencia,
gravedad y duración las lesiones psíquicas.
• Dependen de los siguientes factores:

Intensidad y duración del abuso Reacción del entorno

Grado de parentesco
Personalidad del niño/a
Ayuda que reciba el/la menor
Edad
Agresividad ejercida
2.3. Señales de alarma

2.3.1. Lesiones físicas


• Mordeduras, hematomas, estrías por golpes sobre la región pectoral
o genital y sobre zonas erógenas (muslos, vientre, cuello…).
• Hemorragias en región genital.
• Enrojecimiento cutáneo.

2.3.2. Lesiones psíquicas


• Sentimientos de vergüenza o culpa.
• Pérdida de confianza.
• Sensación de impotencia.
• Miedos concretos o determinados.
2.3. Señales de alarma
• Aislamiento.
• Dudas sobre lo que uno percibe.
• Mutismo.
• Falta de autoestima.
• Desdoblamiento de la personalidad por inseguridad.
• Depresión.
• Trastornos del sueño y de la alimentación.
• Problemas para relacionarse.
• Síntomas de regresión.
• Masturbación compulsiva.
• Dolores sin causa física aparente.
3. Directrices para la
prevención

Es de suma importancia que los padres y


educadores conozcan el grave problema
de los abusos sexuales y que sepan cómo
hacer una prevención adecuada y, en todo
caso de que se haya constatado, sepan
actuar de forma sensata y eficaz.
3.1. Con la infancia

• Fomentar la autonomía del niño y la niña.


• Promover la capacidad de decisión.
• Apoyar el conocimiento y la conciencia de sí mismos.
• Incrementar la capacidad de saber decir NO trabajando la asertividad.
• Aumentar la libertad responsable.

3.2. Con las instituciones

• Informar a los padres de la realidad del abuso.


• Informar a los profesores.
• Organizar un fondo documental.
3.3. Cómo actuar
• Ponerse en contacto con algún centro de información.
• Conservar la calma.
• Mostrar al niño que su problema tiene nombre.
• Se puede hablar de ello si él/ella quiere.
• Al niño se le cree.
• Mantener la calma cuando nos lo cuente.
• La responsabilidad es del adulto.
• Informar de todo lo que se está haciendo, como y para qué.

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