RECUPERACION BIOLOGIA 11
RECUPERACION BIOLOGIA 11
RECUPERACION BIOLOGIA 11
La reproducción humana es un proceso de tipo sexual, que permite la creación de nuevos seres
humanos, porque intervienen los dos sexos, el femenino y el masculino. A través de esta se
produce la fecundación en el cuerpo de la mujer gracias a la unión del óvulo y el espermatozoide.
Para la reproducción sexual, se requiere la intervención de un hombre y una mujer, que tienen
grandes diferencias entre ellos. Las mayores diferencias se encuentran en los diferentes aparatos
reproductores, porque los hombres tienen testículos (encargados de producir la hormona sexual
masculina, la testosterona), y las mujeres tienen los ovarios (encargados de producir hormonas
sexuales femeninas, estrógenos y progesterona, que son las responsables del desarrollo de los
pechos, vello púbico y las primeras menstruaciones).
INICIO DE LA REPRODUCCION
Óvulo: el óvulo es la célula de forma esférica más grande del cuerpo humano de una
mujer. Está recubierto por una membrana de plasma que contiene glucoproteínas. A su
vez, esta membrana está rodeada por otra capa de membrana formada por células
foliculares y bajo esta encontramos el óvulo, cuyo núcleo tiene la información del genoma
materno.
Con una evaluación, los espermatozoides son depositados en la vagina atravesando el moco
cervical, subiendo por el útero y llegando a las trompas de Falopio. Los espermatozoides que lo
consiguen, rodean al óvulo y solo uno penetra en la corteza de este; únicamente entra la cabeza y
cortándose la cola quedando fuera, de esta manera se cierra el acceso al óvulo a los demás
espermatozoides. Al fundirse los dos núcleos se crea una nueva célula, llamada zigoto (o cigoto),
que contiene 46 cromosomas y las instrucciones necesarias para crear una nueva vida.
Tipos de reproducción
¿Existen dos tipos básicos de reproducción, la reproducción asexual y la? reproducción sexual.
Reproducción asexual
Es aquella en la que un ser vivo desarrollado puede formar un individuo nuevo, con las mismas
características genéticas. Solo es necesario un progenitor y no necesita células sexuales ni
gametos. Algunos ejemplos son el cangrejo, la salamandra, escorpiones, estrella de mar, etc.
Reproducción sexual
En la reproducción sexual la información genética está formada por el aporte genético de ambos
progenitores, mediante la fusión de las células sexuales (gametos), es decir, la reproducción sexual
es fuente de variabilidad genética.
Para que la reproducción humana sea posible es necesaria la intervención de un hombre y una
mujer, es decir, de un óvulo que sea apto para ser fecundado y un espermatozoide que cumpla las
condiciones adecuadas.
Las gónadas son los órganos sexuales que producen los gametos.
Las gónadas masculinas son los testículos, que producen espermatozoides y hormonas
sexuales masculinas.
Las gónadas femeninas son los ovarios, producen óvulos y hormonas sexuales femeninas.
Algunas pueden converger, como, por ejemplo, la vía por la cual las grasas se degradan. Algunas
rutas metabólicas pueden ser propias de unas entidades, como la producción de insulina que solo
ocurre en las células Beta del páncreas, sin embargo, otras pueden ser comunes a casi todos los
organismos vivos, como la respiración. Dentro del metabolismo se consideran dos procesos
antagónicos pero complementarios: el catabolismo y el anabolismo.
Todos los organismos necesitan obtener energía para la realización de sus procesos vitales, tales
como la movilización de sustancias y organelos dentro de la célula, la replicación del ADN, la
reproducción celular, la adquisición de algunas sustancias extracelulares, la síntesis de moléculas,
entre otros. Esta energía se obtiene por medio de los alimentos. Según la forma en que los
alimentos son adquiridos por los seres vivos pueden diferenciarse en dos grupos, los heterótrofos
que consumen otros seres vivos y los autótrofos que fabrican su propio alimento a partir de
fuentes ambientales, principalmente de la luz solar.
El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el escroto, los testículos, el epidídimo,
el conducto deferente, la próstata y las vesículas seminales.
El escroto, los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes, las vesículas seminales y
la próstata constituyen el resto del sistema reproductor en el varón.
El pene consta de la raíz (que está unida a las estructuras abdominales inferiores y los huesos
pélvicos), la parte visible del cuerpo y el glande del pene (el extremo en forma de cono). El orificio
de la uretra (el canal que transporta el semen y la orina) se encuentra en la punta del glande del
pene. La base del glande recibe el nombre de corona. En los hombres no circuncidados, el prepucio
parte de la corona y cubre el glande.
El pene contiene tres espacios cilíndricos (senos llenos de sangre) de tejido eréctil. Los dos más
grandes, los cuerpos cavernosos, se encuentran uno al lado del otro. El tercer seno, el cuerpo
esponjoso, rodea casi toda la uretra. Cuando estos espacios se llenan de sangre, el pene aumenta
de tamaño y se pone rígido (erecto).
El escroto es un saco de piel gruesa que rodea y protege los testículos. Además, actúa como un
sistema de control de la temperatura para los testículos, porque estos necesitan estar a una
temperatura ligeramente inferior a la corporal para favorecer el desarrollo normal de los
espermatozoides. El músculo cremáster de la pared del escroto se relaja para permitir que los
testículos se alejen del cuerpo para enfriarse, o se contrae para tirar de ellos y que se acerquen
más a este en busca de calor y protección.
Los testículos son cuerpos ovoides con un tamaño medio de 4 a 7 cm de largo y de 20 a 25 mL de
volumen. En general, el testículo izquierdo cuelga un poco más que el derecho. Los testículos
tienen dos funciones principales:
El sistema reproductor
El epidídimo consta de un solo conducto microscópico en espiral que mide casi 6 m de largo. El
epidídimo recoge los espermatozoides del testículo y proporciona el entorno adecuado para que
los espermatozoides maduren y adquieran la capacidad de moverse por el sistema reproductor
femenino y fertilizar un óvulo. Cada testículo tiene un epidídimo.
El conducto deferente es un canal firme, del tamaño de un espagueti, que transporta los
espermatozoides desde el epidídimo. Este conducto viaja desde cada epidídimo hasta la parte
posterior de la próstata y se une a una de las dos vesículas seminales. En el escroto, otras
estructuras, como fibras musculares, vasos sanguíneos y nervios, también acompañan a cada
conducto deferente y juntos forman una estructura entrelazada, el cordón espermático.
La uretra cumple una doble función en el hombre. Es la parte de las vías urinarias que transporta la
orina desde la vejiga y la parte del aparato reproductor por la cual se eyacula el semen.
La próstata se localiza justo debajo de la vejiga y rodea la uretra. Tiene el tamaño de una nuez en
los hombres jóvenes y crece con la edad. Cuando la próstata aumenta demasiado de tamaño,
obstruye el flujo de orina por la uretra y causa síntomas urinarios molestos.
Las vesículas seminales, situadas encima de la próstata, se unen a los conductos deferentes para
formar los conductos eyaculadores, que cruzan la próstata. La próstata y las vesículas seminales
producen un líquido que nutre a los espermatozoides. Este líquido suministra la mayor parte del
volumen del semen, y con él se expulsan los espermatozoides durante la eyaculación. El resto del
líquido que forma el semen proviene de los conductos deferentes y de las glándulas de Cowper en
la uretra.