tipos de gripe

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Generalidades

La gripe estacional es una infección respiratoria aguda causada por virus gripales.
Es común en todas partes del mundo. La mayoría de las personas se recuperan
sin tratamiento.

La gripe se propaga fácilmente entre las personas cuando tosen o estornudan. La


vacunación es la mejor manera de prevenir la enfermedad.

Los síntomas de la gripe son: inicio súbito de fiebre, tos, dolor de garganta, dolor
corporal y fatiga.

El tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas. Las personas con gripe
deberían descansar y beber mucho líquido. La mayoría de las personas se
recuperan por sí solas en una semana. Los casos graves y las personas con
factores de riesgo pueden requerir atención médica.

EXISTEN CUATRO TIPOS DE VIRUS GRIPALES: A, B, C Y D. LOS VIRUS


GRIPALES DE TIPO A Y B CIRCULAN Y CAUSAN EPIDEMIAS
ESTACIONALES DE LA ENFERMEDAD.

 Los virus de tipo A se clasifican a su vez en subtipos de acuerdo con las


combinaciones de las proteínas en su superficie. Actualmente circulan entre
los seres humanos los subtipos A(H1N1) y A(H3N2). El A(H1N1) también
se conoce actualmente como A(H1N1)pdm09, ya que causó la pandemia
de 2009 y sustituyó al virus A(H1N1) que circulaba hasta entonces. Todas
las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A.
 Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero pueden dividirse en
linajes: B/Yamagata y B/Victoria.
 Los virus de tipo C se detectan con menos frecuencia y suelen causar
infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de
vista de la salud pública.
 Los virus de tipo D afectan principalmente al ganado y no parecen ser
causa de infección ni enfermedad en el ser humano.

Signos y síntomas

Los síntomas de la gripe generalmente comienzan unos dos días después de la


infección por una persona portadora del virus.

Los síntomas son:

 aparición súbita de fiebre


 tos (generalmente seca)
 dolor de cabeza
 dolores musculares y articulares
 malestar general intenso
 dolor de garganta
 secreción nasal.

La tos puede ser intensa y durar dos o más semanas.

En la mayoría de los casos, la fiebre y los demás síntomas desaparecen en una


semana sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto
riesgo, la gripe puede ser una enfermedad grave e incluso letal.
La gripe puede empeorar los síntomas de otras enfermedades crónicas y, en
casos graves, provocar neumonía y sepsis. Las personas con otros problemas
médicos o síntomas graves deberían solicitar atención médica.

La hospitalización y la muerte por gripe son más frecuentes en grupos de alto


riesgo.

En los países industrializados, la mayoría de las muertes relacionadas con la gripe


se producen en personas de 65 años en adelante (1).

No se conocen bien los efectos de las epidemias estacionales en los países en


desarrollo, pero las investigaciones indican que el 99% de las muertes de menores
de cinco años con infección de las vías respiratorias inferiores relacionada con la
gripe se producen en esos países (2).

Epidemiología

Puede verse afectado cualquier grupo de edad, aunque unos corren más riesgos
que otros.

 Las personas con mayor riesgo de enfermedad grave o complicaciones son


las embarazadas, los niños de menos de cinco años, las personas mayores
y los pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares,
renales, metabólicas, del desarrollo neurológico, hepáticas o
hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia,
corticoterapia o neoplasias malignas).
 Debido a su exposición a los pacientes, los trabajadores de la salud y
asistenciales corren gran riesgo de infectarse por los virus de la gripe y de
transmitirlos, sobre todo a personas vulnerables. La vacunación puede
proteger a los trabajadores de la salud y a las personas que los rodean.

Las epidemias pueden causar gran absentismo laboral/escolar y pérdidas de


productividad. Los ambulatorios y hospitales pueden verse desbordados durante
los periodos de máxima actividad de la enfermedad.

Transmisión

La gripe estacional tiene fácil propagación y se transmite rápidamente en entornos


como las escuelas y las residencias de ancianos. Al toser o estornudar, las
personas infectadas dispersan en el aire gotículas infecciosas (con virus) y pueden
infectar así a las personas en estrecha proximidad. El virus también puede
transmitirse por las manos contaminadas. Para prevenir la transmisión hay que
lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al
toser.

En los climas templados, las epidemias estacionales se producen sobre todo


durante el invierno, mientras que en las regiones tropicales pueden aparecer
durante todo el año, produciendo brotes más irregulares.

El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la


enfermedad) es de unos dos días, pero puede oscilar entre uno y cuatro días.

Diagnóstico
La mayoría de los casos humanos de gripe se diagnostican por la clínica. Con
todo, otros virus respiratorios (como el coronavirus del síndrome respiratorio
agudo severo de tipo 2, los rinovirus, el virus sincitial respiratorio, los virus
parainfluenza y los adenovirus), también pueden causar síndromes gripales que
dificultan el diagnóstico diferencial durante los periodos de baja actividad gripal o
fuera de las situaciones de epidemia.

Para establecer un diagnóstico definitivo es necesario obtener muestras


respiratorias adecuadas y realizar pruebas de laboratorio. La obtención,
almacenamiento y transporte adecuados de las muestras respiratorias es el primer
paso esencial para la detección de las infecciones por virus gripales mediante
pruebas de laboratorio. La confirmación en laboratorio se realiza habitualmente
mediante detección directa de antígenos, aislamiento del virus o detección del
RNA específico del virus por PCR-RT (reacción en cadena de la polimerasa con
retrotranscriptasa). La OMS ha publicado y actualizado diversas orientaciones
sobre las técnicas de laboratorio.

En el medio clínico se utilizan pruebas diagnósticas rápidas, pero su sensibilidad


es baja en comparación con la PCR-RT, y su fiabilidad depende en gran medida
de las condiciones de utilización.

Tratamiento

La mayoría de las personas se recuperan de la gripe por sí solas. Aquellas con


síntomas graves u otras afecciones médicas deberían solicitar atención médica.

Las personas con síntomas leves deberían:

 quedarse en casa para evitar contagiar a otras personas


 descansar
 beber mucho líquido
 tratar otros síntomas, como la fiebre
 buscar atención médica si empeoran los síntomas.

Las personas de alto riesgo o con síntomas graves deberían recibir tratamiento
antivírico lo antes posible. Entre ellas figuran:

 las embarazadas
 los niños menores de 59 meses
 las personas de 65 años o más
 las personas con otras enfermedades crónicas
 las personas que reciben quimioterapia
 las personas inmunodeprimidas por el VIH o con otras afecciones.

Mediante el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (SMVRG) de la


OMS se vigila la resistencia a los antivirales entre los virus gripales en circulación
a fin de proporcionar pruebas oportunas para las políticas nacionales relacionadas
con el uso de estos productos.

Prevención

La vacunación es la mejor manera de prevenir la gripe.

Hay vacunas seguras y eficaces que se utilizan desde hace más de 60 años. La
inmunidad de origen vacunal desaparece con el tiempo, por lo que se recomienda
la vacunación anual.
La vacuna puede ser menos eficaz en las personas mayores, pero hará que la
enfermedad sea menos grave y reducirá la posibilidad de complicaciones y
muerte.

La vacunación es especialmente importante en personas con alto riesgo de


complicaciones y en las personas que las atienden.

La vacunación anual se recomienda para:

 las mujeres embarazadas


 los niños de seis meses a cinco años
 las personas de 65 años o más
 las personas con afecciones médicas crónicas
 los trabajadores de salud.

Otras formas de prevenir la gripe:

 lavarse y secarse las manos frecuentemente


 cubrirse nariz y boca al toser o estornudar
 deshacerse correctamente de los pañuelos desechables utilizados
 quedarse en casa si se tiene malestar
 evitar el contacto directo con personas enfermas
 evitar tocarse los ojos, nariz y boca.

Vacunas

Las vacunas se actualizan periódicamente con nuevas vacunas desarrolladas que


contienen los virus correspondientes a los circulantes en ese periodo. Hay
disponibles en forma inyectable varias vacunas antigripales inactivadas y
recombinantes. También hay vacunas con virus vivos atenuados en forma de
aerosol nasal.

Respuesta de la OMS

A través del Programa Mundial de la OMS sobre la Gripe y del SMVRG, la


Organización, en colaboración con otros asociados, hace un seguimiento contínuo
de los virus gripales y su actividad en todo el mundo, recomienda la composición
de las vacunas contra la gripe estacional dos veces al año para las temporadas
gripales de los hemisferios Norte y Sur, orienta a los países tropicales y
subtropicales sobre qué formulaciones de vacunas utilizar, ayuda a tomar
decisiones sobre el momento de iniciar las campañas de vacunación y presta
apoyo a los Estados Miembros en la elaboración de estrategias de prevención y
control.

La OMS trabaja para reforzar las capacidades nacionales, regionales y mundiales


de respuesta a la gripe, en particular el diagnóstico, el seguimiento de la
sensibilidad a los antivíricos, la vigilancia de la enfermedad y la respuesta a los
brotes, para aumentar la cobertura vacunal entre los grupos de alto riesgo y para
apoyar la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos y otras contramedidas.

También podría gustarte