ORÍGENES DE LA IMAGINACIÓN inglesa

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ORÍGENES DE LA IMAGINACIÓN inglesa

Si bien hoy tomamos como algo homogéneo y sin distinciones a lo


“inglès”, es decir, pensamos en varias características que distinguen
a una determinada población circunscrita a una zona geográfica
marcada o compendiada por el archipiélago de islas. Como zona
geográfica delimitada el archipiélago comprende diferentes países:
Escocia, Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte (todos ellos
pertenecientes al Reino Unido) y la República de Irlanda, nación
independiente desde la década del ´20. Sin embargo, a pesar de que
parezca un conjunto homogéneo de pensamiento, hay muchas
continuidades y discontinuidades en su historia. Cuando hablamos a
su “englishness” nos referimos a su raíces anglosajonas, sin embargo,
cuando nos referimos a su Britishness estamos haciendo alusión a
otra raíz, un poco más antigua, conectada no con los Anglosajones,
sino con los celtas, pictos, que fueron los primeros habitantes, los
habitantes originales, podrìamos decir, de la isla.

El primer nombre que se le atribuyò fue Albion, de hecho, dicho


nombre queda plasmado en la bandera inglesa: blanca, no solo por
ser la casa de Lancaster y York unidas, sino por el telón de fondo
Celta, conjetura mía, por cierto, inchequeable, así que por el
momento la más sólida. El nombre de Albión, que se asoció a blanco,
puede estar sugerido por los acantilados al sureste que son blancos.
Beda el Venerable menciona este nombre asociado a los bretones:
«Brittania oceani insula, cui quondam Albion nomen fuit...». Este
mismo muchacho fue un monje benedictino, quizás la orden que más
prendió en esas islas, que vivió en Northumbria, al noreste, durante el
siglo VIII y escribió la historia eclasial de los ingleses. En ella sugiere
que el “gens anglorum” se utiliza para mencionar a una raza
surgida de los Sajones y Anglos. Además se lo ubica como un nuevo
pueblo elegido para reemplazar a otro, uno pecador, los Bretones, los
habitantes originarios. Esta idea del pueblo elegido, en tanto
organizado gracias a una intervención divina, como todo mito de un
mesías y una alianza y una promesa, se extiende incluso hasta la
época moderna. De esta manera se comprenden diferentes
situaciones como la reforma religiosa de Enrique VIII o la restauración,
plasmada en el poema The Paradise Lost, de Milton. Inglaterra es el
nuevo lugar elegido por Dios para fundar un nuevo pueblo.

Hay muchos elementos que conforman un mismo sistema de


representación que ira tomando a lo largo de la historia inglesa
diferentes significantes. Uno de ellos es la recursividad, es decir,
volver a pasar los mismos elementos y los mismos temas.Esto puede
encontrarse no solo plasmado en que los mismos temas aparecen
como motivos literarios,sino, por ejemplo, en el arte anglosajón.
Cuando examinamos los motivos estéticos nos encontramos con
círculos concéntricos que se entrelazan, se expanden y vuelven a
pasar por debajo o por encima de otros nudos ya transitados.
Busquen esos motivos. Esa profundidad con respecto al adorno es
algo que heredan de los celtas, un pueblo, que a palabras de los
testigos griegos de aquellos tiempos, hablaban, pero siempre como
ocultando. Este motivo es muy propio de zonas isleñas dado que es
tan poco el contacto con el interior que la seguridad está en el centro,
o lo importante. Esta forma anillada de su representación se destaca
por la asimilación y la absorción, entre lo nuevo y lo viejo. Por
ejemplo, podemos pensar que en la actualidad asociamos a los
ingleses como los creadores del género policial además de su poca
demostración de sentimientos. Este repliegue hacia las profundidades
uno mismo es al mismo tiempo melancólico, en términos
psicoanalíticos el melancólico es un tipo de neurosis que recursa los
mismos traumas sabiendo que son traumas.

Que haya tanta recursividad responde quizás a que en el fondo la


historia de Inglaterra es una historia de recursividades, de culturas
que se fueron superponiendo. Podemos destacar tres momentos de
inculturación: la romana, la germana y la vikinga. En el siglo III los
romanos poblaron la isla a la cual llamaron Britania. El nombre, como
todo nombre, proviene de una adaptación fonética con que los
griegos identificaron la isla, en líneas generales Britania significa la
isla de los tatuados, porque como saben, los Celtas tenían extrañas
pinturas en su cuerpo. Ocupar las islas fue para los romanos como
tener una casa para alquilar en Bahia Blanca: muy lejos para
mantener la seguridad, muchos impuestos, y poca renta. Por lo tanto,
mucha bola no le dieron, tampoco pudieron llegar a dominarla,
incluso hicieron un muro: el muro de Adriano, al norte, cerca de lo que
hoy es Escocia. En fin, se fueron después de hacer las cosas que
hacen los romanos. Además los romanos tenían un problemita en su
propia casa: los germanos que venían por el oeste. Cuando Ludovico
hace caer Roma, algunos Anglos, Jutos y Sajones habían llegado a la
isla. Esta fue la segunda inculturación.

A los bretones, los celtas, los desplazaron hacia el oeste, lo que hoy
es Gales (incluso Welsh significa en anglosajón: extranjero) y se
instalaron. Con ellos, en el siglo VII apareció un sistema cultural e
ideológico que venía fagocitando otros sistemas culturales e
ideológicos: el cristianismo. Su origen judeo romano germano hacía
que cualquier relato se adaptara a sus bases. Agustin de Canterbury
se propuso refundar las antiguas sedes romanos en la isla y fundó la
iglesia en Canterbury. La mayoría de la historia cultural y literaria de
inglaterra se juega durante esta etapa, se fundaron monasterios y se
escribieron poesias.

Los pueblos germanos que llegaron fueron los Jutos, los anglos y los
sajones. Los primeros venían de Jutlandia, ponele de Dinamarca y se
instalaron en el sudoeste, lo que hoy sería Kent. Eso lo dice Beda,
pero también se los ubica como un pueblo a fin a los Sajones,
dependiente de los Francos, que en el siglo VI se instaló en lo que
sería Kent que justo justo justo queda en frente de donde estaban los
francos. Who knows. Los anglos, estaban justo al sur de la península
danesa. Ellos se instalaron en la zona Noreste y abarcando toda la
costa oriental. Imagínate que haces una cruz en el medio de
Inglaterra, bueno, ellos se fueron para la costa oriental. Las ciudades
ligadas a los monasterios, a la cultura. Los anglos fueron los que: a.
se hacen llamar reyes y se agarraban a las piñas por el trono y
lograron conquistar varios territorios.b. adoptaron el cristianismo
mediante la misión Gregoriana, porque el Papa Gregorio I la mandó y
la ejecutó Agustin de Canterbury. Los sajones estaban en la parte sur,
llegaron a gobernar: Essex, Sussex y Wessex y luego Mercia, esto
después de que el rey de los Anglos, en Northumbria, fuera perdiendo
poder. Cuenta la leyenda que el rey Vortigern les permite la entrada a
sus territorios para que los protejan de las invasiones de los pictos
que azotaban a los Britanos, que era esa población que había
quedado a medio camino entre celtas y romanos. Qué pasó después,
si todos se fundieron pacíficamente no hubo guerra, no se sabe nada,
Dark age. Puede haber pasado de todo. Además lo que queda escrito
pertenece a la leyenda, del Rey Arturo, particularmente, que relata
guerras civiles, piñas, acuerdos clandestinos, y un tipo, Arturo, que
fue como el superlíder de la resistencia. Todo es incomprobable.

Finalmente, la tercera inculturación fue la definitiva: la de los vikingos


en el siglo IX. Estos muchachos ya saben como son: saqueo de todo, y
a Inglaterra llegaron a saquear. Primero al norte, en el monasterio de
Lindisfarne en 793, un monasterio. Este relato aparece en varios
cuentos de Borges. Para el año 840 el rey Ethelwulfo de Wessex caía,
luego de que bocha de barcos vikingos fueran a la isla. Piña va piña
viene, el rey Alfredo de Wessex los pudo derrotar por lo tanto los
vikingos se quedaron con el norte y este, y los anglosajones con el
oeste. Sin embargo después se unificaron para el siglo XI.

De esta época vienen las logias inglesas,una serie de relatos


nostálgicos que rememoran el tiempo de los reyes ahora abocados
por la guerra y los vikingos.También,todo este periodo termina con el
desembarco de Guillermo el conquistador,otro vikingo normando, con
la intención de apoderarse del territorio.

Estos contactos con diferentes razas justifican un poco el siguiente


comentario: it is absurd to use the almost obsolescent word
‘race. the English descent “from Romans, from Britons, from
Anglo-Saxons, from Poitevins, from Scotch . . .” which is
perhaps the best antidote to the nonsensical belief in some
“pure” Anglo-Saxon people. It is not—the whole of Anglo-
Saxondom—a matter of race but one, quite simply, of place—
of place and of spirit, the spirit being born of the
environment.” (Madox Ford, The spirit of the People: an
Análisis of the english Mind)

Por otro lado, la bandera inglesa recoge esa idea: cuatro partes,
representante los cuatro pueblos que la formaron: los jutos, los
anglos, los sajones y los bretones. A chequearlo también, por el
momento, no tienen medios para asegurar que miento.

Desde los romanos hasta la batalla de Hastings, cuando gana


Guillermo el conquistador, el periódo se llama: Old English.

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