Manual-de-Convivencia_compressed FyA
Manual-de-Convivencia_compressed FyA
Manual-de-Convivencia_compressed FyA
Elaborado por:
Elvis Rodríguez
Dania Carmona
Awilda Carrión
Yesenia Caraballo
Nataly Rodríguez
Vilesi Ventura
Verónica Luzón
Tatiana Merán
Aurora de la Cruz Encarnación
Rosalia de León
Validado por:
Directoras y directores de centros educativos Fe y Alegría
Red de Psicopedagogía
Red Nacional Juvenil
Revisión general:
Sonia Adames
Fior Minyety
Corrección de estilo:
Aimara Vera
Diagramación:
Depto. Comunicaciones FyA
Año 2023
Fe y Alegría República Dominicana
Calle Cayetano Rodríguez, núm. 114, Gazcue, Santo Domingo,
República Dominicana www.feyalegria.org.do
@FeyAlegriaRD @FeyAlegriaDominicana
$ĎƖĎāāijŝœ΄ĈĎʼn΄āŜœǚijāƖŜ΄Ďœ΄Ďʼn΄åƞʼnå΄ ................................................... 27
Señales de alerta, síntomas e indicadores de la víctima de
acoso .................................................................................................................................. 28
Abuso infantil............................................................................................ 28
Uso inadecuado de mobiliario ............................................................ 31
Inseguridad en la escuela ...................................................................... 31
Algunos retos y desafíos para el desarrollo efectivo de la
convivencia escolar ............................................................................... 31
Manual de convivencia
¿Cómo podemos promover el aprender a pensar desde
las escuelas de Fe y Alegría? ............................................................... 51
Saber gestionar las emociones: inteligencia emocional ..... 53
Habilidades socioemocionales ......................................................... 57
Saber interiorizar: Inteligencia espiritual .................................... 66
Saber ser: desarrollo de la espiritualidad .................................. 68
Capacidades y prácticas para desarrollar la dimensión
espiritual ........................................................................................................................... 71
La convivencia escolar..........................................................................79
La construcción de convivencia en la escuela de
cuidado........................................................................................................ 84
Disciplina positiva .................................................................................. 86
Los enfoques de la disciplina social............................................... 90
El enfoque punitivo o retributivo................................................................... 92
Manual de convivencia
El cuidado de la palabra .................................................................. 132
Prevención..................................................................................................... 133
Intervención.................................................................................................. 134
El cuidado frente al bullying ........................................................... 134
La prevención.............................................................................................. 134
Yo te hago coro contra el bullying............................................................ 136
èơljơɭơȥƃǫŔɽŹǫŹȍǫȶnjɭŖ˪ƃŔɽ .................................................169
Manual de convivencia
Introducción
La convivencia escolar en un marco de educación popular que
apuesta por una formación integral en todas las dimensiones del ser
hace referencia al relacionamiento positivo de todos los actores de
la comunidad educativa en los centros de Fe y Alegría dominicana.
Apostar por la sana convivencia en los centros educativos nos lleva a
repensar desde una mirada crítica la cultura de violencia que prevalece
en los entornos sociales en que se desarrollan los niños, niñas y
adolescentes, lo cual trasciende las paredes del centro educativo con
diversas manifestaciones de conductas violentas que atentan contra
un clima de relaciones positivas. Entre estas resaltan el abuso, los
diferentes tipos de maltrato, la estigmatización, la discriminación, la
potencialización de nuevas formas o modos de violencia asociadas
al uso inadecuado del avance en medios tecnológicos y el manejo
ǫȥŔƎơƃʠŔƎȶƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶŔȍʋȶȟŔɭȟơƎǫƎŔɽɢʠȥǫʋǫʽŔɽȶȥơnjȍǫnjơȥʋơɽࡲ
Aprender a convivir en un ambiente seguro en el que las relaciones
ɽơƃȶȥɽʋɭʠˊơȥŔɢŔɭʋǫɭƎơȍƎǫŖȍȶnjȶɭơɽʋŔʠɭŔʋǫʽȶʋȶȟŔȥƎȶơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶ
ƃȶȟȶ ơȍơȟơȥʋȶ ǫȟɢȶɭʋŔȥʋơ ɢŔɭŔ ȍŔ ɭơ˫ơˉǫȷȥ ɽȶŹɭơ ȍŔ Ŕƃƃǫȷȥ ơɽ ʠȥ
10 reto que los centros educativos de Fe y Alegría dominicana asumen
a partir de la elaboración y puesta en práctica de este manual
orientativo para la construcción de la convivencia escolar.
Esta propuesta surge en el marco de la Asamblea Nacional de
Directores (2018-2019) en respuesta a la posibilidad de articular
la PCR (Pedagogía del Cuidado y la Reconciliación) con el Sistema
de Mejora de la Calidad que desarrolla Fe y Alegría, para fomentar
la transversalización del cuidado como cultura institucional y así
mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
El presente manual está dirigido al equipo de gestión, docentes,
estudiantes, personal administrativo y padres de familia, ya que
ƃȶȥɽʋǫʋʠˊơ ʠȥŔ ǠơɭɭŔȟǫơȥʋŔ ʡʋǫȍ ɩʠơ ljŔʽȶɭơƃơ ȍŔ ɭơ˫ơˉǫȷȥ ɽȶŹɭơ ȍŔ
ɢɭŖƃʋǫƃŔơȥơȍƃȶȥʋơˉʋȶơƎʠƃŔʋǫʽȶŔȥʋơɽǫʋʠŔƃǫȶȥơɽƎơƃȶȥ˫ǫƃʋȶɩʠơ
afectan la buena convivencia y, además, permite diseñar el manual
de convivencia a lo interno del centro desde la integralidad de los
ŔƃʋȶɭơɽˊơȍȟŔȥơǿȶŔƎơƃʠŔƎȶƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶƃȶȥƃŔɭŖƃʋơɭɢɭơʽơȥʋǫʽȶࡲ
La integración de contenidos parte de los antecedentes para
contextualizar el abordaje de la convivencia escolar en ambientes
educativos tanto a nivel nacional como internacional, seguido de los
desafíos que se presentan en los centros educativos de Fe y Alegría
Manual de convivencia
Antecedentes
La sana convivencia en el ambiente escolar es una prioridad para Fe
y Alegría, pues mantener un clima socioafectivo idóneo contribuye al
proceso de enseñanza-aprendizaje y al desarrollo integral de las y los
estudiantes, así como al fortalecimiento de las relaciones basadas en
los valores entre todos los actores de la comunidad educativa.
Desde el contexto global, la Federación Internacional de Fe y Alegría
(FIFyA) en el Plan de Prioridades Federativas 2016-2020 asumió como
uno de los grandes retos inspiradores el compromiso de construir
ƃǫʠƎŔƎŔȥǭŔˊƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢŔƃǭ˪ƃŔࡪࢨþȶƎŔɽȥʠơɽʋɭŔɽɢɭȶɢʠơɽʋŔɽɽȶƃǫȶ࢚
educativas deben incorporar estrategias renovadas para trabajar la
ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢŔƃǭ˪ƃŔȍŔơɩʠǫƎŔƎƎơnjƢȥơɭȶˊȍŔƃǫʠƎŔƎŔȥǭŔʋȶȟŔȥƎȶ
en cuenta la responsabilidad con el medio ambiente” (FIFyA, 2016).
Recientemente, en el actual Plan Global de Prioridades Federativas
2021-2025, frente al gran reto del contexto global suscitado por el
estado de emergencia sanitaria tras la pandemia del COVID-19,
ȥȶɽ ɽơȥʋǫȟȶɽ ƎơɽŔ˪ŔƎȶɽ ࢨࢂࢃ Ŕ ƃȶȥʋɭǫŹʠǫɭ ơȥ ơȍ ȟŔȥʋơȥǫȟǫơȥʋȶ ˊ
ƃȶȥɽʋɭʠƃƃǫȷȥƎơʠȥŔƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢŔƃǭ˪ƃŔơȥɭǫơɽnjȶɢȶɭȍŔŔnjʠƎǫ˖Ŕƃǫȷȥ
12 de la exclusión y la desigualdad social” (FIFyA, 2020, p. 13).
Este paraguas global de Fe y Alegría se apoya, además, en dos
documentos de incidencia que ofrecen los principios orientadores,
políticas y líneas de acción para contribuir a la construcción de
convivencia y ciudadanía en la escuela. En primer lugar, la Política
ŹŖɽǫƃŔ Ǝơ ɢɭơʽơȥƃǫȷȥ ˊ ŔƃʋʠŔƃǫȷȥ Ŕȥʋơ ȍŔ ʽǫȶȍơȥƃǫŔ ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔƎŔ ơȥ
nuestros contextos de servicio (2018), que ofrece un protocolo con
pautas sobre cómo proceder desde el ámbito escolar ante situaciones
de desprotección, maltrato, acoso y/o abuso sexual a niños, niñas y
adolescentes. En segundo lugar, la Política de igualdad-equidad de
género de la Federación Internacional de Fe y Alegría (FIFyA, 2019),
que invita a construir colectivamente en nuestros centros educativos
la igualdad y equidad de género desde la justicia social y el enfoque
de desarrollo humano integral sostenible.
A nivel nacional Fe y Alegría dominicana se compromete con los retos y
políticas asumidas por la FIFyA y busca responder a los desafíos propios
del contexto dominicano mediante la construcción de “escuelas de
cuidado”. Desde esta concepción se procura fortalecer la cultura de paz
mediante la promoción de ambientes socioafectivos armónicos que
favorecen el cuidado de las personas, generan un clima que refuerza
las relaciones sanas entre los diferentes actores de la comunidad
Manual de convivencia
1. Todas las escuelas de Fe y Alegría dominicana trabajarán la
Pedagogía del Cuidado y la Reconciliación dentro del Sistema
de Mejora de la Calidad, siguiendo el proceso gradual propuesto
por la Fundación para la Reconciliación, conformando un
equipo dinamizador y fortaleciendo el proceso de convivencia
y ciudadanía. Todos los adultos de la escuela recibirán los
talleres de perdón, reconciliación, ética del cuidado, justicia
restaurativa y emociones en contexto. Los centros decidirán
en qué momento lo aplicarán de acuerdo con sus necesidades.
2. Se diseñará un manual de convivencia para Fe y Alegría
dominicana que orientará el clima escolar de relaciones de
cuidado e incorporará la pedagogía y ética del cuidado y la
reconciliación, la justicia restaurativa y las habilidades para la
vida de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manual
ɽơɭŖơȍŔŹȶɭŔƎȶƎơɽƎơȍŔ¡ơɽŔƎơáŔ˖ƎơȍŔ¶˪ƃǫȥŔ¥ŔƃǫȶȥŔȍࡲ
Se enviará un borrador a los centros educativos antes de su
ǫȟɢɭơɽǫȷȥ˪ȥŔȍɢŔɭŔɽʠɭơʽǫɽǫȷȥࡲ
ɢŔɭʋǫɭ Ǝơ ơɽʋŔɽ ɭơɽȶȍʠƃǫȶȥơɽ ȍŔ ¶˪ƃǫȥŔ ¥ŔƃǫȶȥŔȍ ƎơɽƎơ ȍŔ ¡ơɽŔ
de Paz del Departamento de Pedagogía, propone este Manual de
14 convivencia escolar tomando como premisas la PCR, las estrategias
de cultura de paz del Ministerio de Educación de la República
Dominicana (MINERD), las habilidades para la vida de la OMS y la
realidad actual que viven los centros educativos.
Con la creación de este manual se tiene la intención de orientar el
cambio de la escuela basada en la justicia punitiva a una cultura
escolar fundamentada en la justicia restaurativa, la pedagogía y la
ética del cuidado, de manera tal que en todos los niveles de nuestros
centros educativos se generen ambientes de cuidado y respeto, sin
discriminación de ninguna índole, pensando siempre en el cuidado
y la dignidad de las personas, donde se propicien ambientes
ɽȶƃǫȶŔljơƃʋǫʽȶɽˊȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽȥȶɽơŔȥȶŹɽʋŖƃʠȍȶɽɢŔɭŔɽȶɽʋơȥơɭʠȥŔ
ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɽŔȥŔˊɢŔƃǭ˪ƃŔࡲ
En la construcción de ese proceso se cuenta con las normativas y
principios orientadores emanados del MINERD, el andamiaje ofrecido
por las políticas e iniciativas de la Federación Internacional de Fe y Alegría
y la contextualización y el abordaje propio de Fe y Alegría dominicana
a través de los principios y líneas de acción que emanan de sus Políticas
de equidad de género (Fe y Alegría, 2019) y el Protocolo Institucional
para la Prevención de Abusos en Menores de Edad o Personas bajo
cualquier Situación de Vulnerabilidad (Veras, Lenk y Adames, 2019).
Manual de convivencia
Los desafíos para la convivencia escolar en los
centros educativos de Fe y Alegría dominicana
El contexto escolar dominicano
ࡧFȥơȍƃŔɽȶƎơƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽơȥʋɭơơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽȍŔɽȶȍʠƃǫȷȥȟŖɽƃȶȟʡȥ
ofrecida en el centro es no hacer nada, seguida de la salida del
agresor (MINERD, IDEICE, UNIBE, 2014, p. 34). Sucede lo contrario
cuando se trata de agresiones entre docentes, docentes-
estudiantes, directores-docentes y directores-estudiantes donde
la solución privilegiada es la salida del agresor, seguida de no
hacer nada.
7ơɽƎơ ˪ȥŔȍơɽ Ǝơ ࠁ߿ࠀࠈ ơ ǫȥǫƃǫȶɽ Ǝơ ࠁ߿ࠁ߿ ơȍ Fɩʠǫɢȶ Ǝơ -ȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ ˊ
-ǫʠƎŔƎŔȥǭŔƎơȍŔ¶˪ƃǫȥŔ¥ŔƃǫȶȥŔȍƎơbơˊȍơnjɭǭŔɭơŔȍǫ˖ȷʠȥơɽʋʠƎǫȶ
ƃȶȥơȍ˪ȥƎơȍơʽŔȥʋŔɭơȍơɽʋŔƎȶƎơɽǫʋʠŔƃǫȷȥƎơȍɢɭȶƃơɽȶƎơƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ
en 28 de los 54 centros de Fe y Alegría. 1
Para la recolección de datos se asumió la matriz de convivencia escolar
del MINERD, a la cual se incorporaron preguntas relacionadas con las
ơɽʋɭŔʋơnjǫŔɽƎơƃʠǫƎŔƎȶˊɽơȟȶƎǫ˪ƃȷȍŔơɽʋɭʠƃʋʠɭŔɢŔɭŔǫƎơȥʋǫ˪ƃŔɭơȥ
cada situación si la persona era agresora o víctima de la agresión y, a
la vez, desagregar esos datos por sexo.
Manual de convivencia
Los datos correspondientes al primer semestre del año escolar 2019-
2020 fueron suministrados por los Departamentos de Orientación
de los centros participantes. Posteriormente, fueron tabulados y
ŔȥŔȍǫ˖ŔƎȶɽɢȶɭơȍFɩʠǫɢȶƎơ-ȶȥʽǫʽơȥƃǫŔˊ-ǫʠƎŔƎŔȥǭŔƎơȍŔ¶˪ƃǫȥŔ
Nacional y presentados en dos documentos: Aprender a ser y convivir
construyendo ciudadanías críticas en la escuela, informe del estado
de situación del proceso de Convivencia y Ciudadanía en 28 centros
educativos de Fe y Alegría dominicana (Equipo de Convivencia y
Ciudadanía, 2020), y Dialogar y convivir con Fe y Alegría, estrategias
ƎơȍȶɽƃơȥʋɭȶɽɢŔɭŔnjơɽʋǫȶȥŔɭơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶơȥbˊƎȶȟǫȥǫƃŔȥŔࢎFɩʠǫɢȶ
de Convivencia y Ciudadanía, 2020a).
Manual de convivencia
centros tipo I del MINERD o tres centros tipo II estarían conformados
por estudiantes que propician el abuso y maltrato a sus compañeras
y compañeros.
Asimismo, es preciso señalar que en los centros de Fe y Alegría
algunas conductas, como el abuso sexual, son inaceptables, y ante
ơɽʋŔɽʠȥɽȶȍȶƃŔɽȶơɽƎơȟŔɽǫŔƎȶࡲ¡ŔȍʋɭŔʋȶƃơɭȶƃʠǫƎŔƎȶǫȥ˪ȥǫʋȶơɽ
el gran reto y desafío que se presenta para nuestras comunidades
educativas mediante la prevención, intervención y acompañamiento
en todas las circunstancias.
Manual de convivencia
de la personalidad consagrados en la Constitución Nacional de la
República Dominicana en el artículo 43.
Manual de convivencia
siempre su uso es el más apropiado en los centros educativos, lo cual
afecta los ambientes socioafectivos, el clima escolar y la convivencia
ɢŔƃǭ˪ƃŔ ơȥ njơȥơɭŔȍࡲ 7ơ ǠơƃǠȶ ơȍ ǫȥljȶɭȟơ ǫȥƎǫƃŔ ɩʠơ ɽơ ɭơɢȶɭʋŔɭȶȥ
148 situaciones en las que el uso inadecuado de Internet y las redes
sociales afectaron a personas de los centros educativos (Equipo de
Convivencia y Ciudadanía, 2020).
· Se reportaron 64 casos de cyberbullyingȶƃǫŹơɭŔƃȶɽȶƎơ˪ȥǫƎȶ
como la intimidación por medio de las tecnologías digitales
(teléfonos móviles, redes sociales, plataformas de mensajería,
plataformas de juegos).
· 40 casos de difamación a través de las redes sociales.
· 21 casos de sexting o envío de fotos, videos o mensajes de
contenido sexual y erótico personal a través de dispositivos
tecnológicos, utilizando aplicaciones de mensajería instantánea,
redes sociales, correo electrónico u otra herramienta de
comunicación. Las principales afectadas fueron niñas o
adolescentes mujeres con 18 casos (85.71 %).
· 12 casos de uso de pornografía y 11 de páginas restringidas.
24
Según las Normas del sistema educativo dominicano para la
convivencia armoniosa en los centros educativos públicos y privados
(MINERD, 2013), el bullying es cualquier forma de maltrato de tipo
psicológico, físico o verbal producido entre estudiantes o pares de
manera reiterada a lo largo de un tiempo determinado, con el objeto
de someterlo, opacarlo, asustarlo y amenazarlo, lesionando así la
dignidad de niños, niñas y adolescentes. Agresión física.
El acoso escolar o bullying es una situación que se presenta muy
a menudo en las aulas de nuestros centros educativos. En algunas
ȶƃŔɽǫȶȥơɽơɽƎǫljǭƃǫȍƎơǫƎơȥʋǫ˪ƃŔɭˊŔɩʠơɽǫơȟɢɭơɽʠơȍơɽʠƃơƎơɭơȥ
ausencia de los adultos, además, tiende a manifestarse de formas
Ǝǫljơɭơȥʋơɽࡲ qŔɽʋŔ ơȍ ȟȶȟơȥʋȶ ɽơ ǠŔȥ ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔƎȶ ɽơǫɽ ʋǫɢȶɽ Ǝơ
bullying, dándose frecuentemente situaciones de varios tipos de
acoso contra la misma víctima durante un tiempo determinado, que
podrían ser meses o a lo largo de varios periodos escolares.
Bullying físico: Este tipo de acoso se ve frecuentemente y consiste
en golpes, empujones e incluso palizas entre uno o varios agresores
contra la víctima. Algunas veces se presenta como robo o daño
intencionado de las pertenencias de las víctimas (lo que se conoce
como bullying económico).
Manual de convivencia
Factores de riesgo del agresor
· Ausencia de empatía: incapacidad para reconocer el estado
emocional de otras personas.
· Baja autoestima: percepción negativa de sí mismo.
· Impulsividad: falta de control de los impulsos que le lleva a
actuar y decir las cosas sin pensar.
· Egocentrismo: exagerada exaltación de la propia personalidad,
por lo que la persona se considera el centro de atención.
· Fracaso escolar: bajo rendimiento en los estudios, que puede
llevar al absentismo y/o abandono escolar.
· Trastornos psicopatológicos: trastornos de conducta, trastorno
ɢȶɭ ƎƢ˪ƃǫʋ Ǝơ Ŕʋơȥƃǫȷȥ ƃȶȥ ǠǫɢơɭŔƃʋǫʽǫƎŔƎ ࢎþ7q ʋɭŔɽʋȶɭȥȶ
ȥơnjŔʋǫʽǫɽʋŔƎơɽŔ˪ŔȥʋơˊʋɭŔɽʋȶɭȥȶƎǫɽȶƃǫŔȍࡲ
· Antecedentes familiares de violencia.
· Entorno sociocultural bajo.
26
Factores de riesgo de la víctima
· Rasgos físicos o culturales distintos a los de la mayoría: minorías
étnicas, raciales y culturales.
· Sufrir alguna discapacidad física o psíquica.
· Escasa comunicación familiar.
Factores socioculturales
· Entorno socioeconómico precario.
· Baja calidad de la enseñanza.
· Alta presencia de contenidos violentos en medios de
comunicación, videojuegos, etc.
ࡦʠɽʋǫ˪ƃŔƃǫȷȥɽȶƃǫŔȍƎơȍŔʽǫȶȍơȥƃǫŔƃȶȟȶȟơƎǫȶɢŔɭŔȍȶnjɭŔɭƃǫơɭʋȶɽ
objetivos.
7ơʋơƃƃǫȷȥƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶơȥơȍŔʠȍŔ
Ŕ Ǝơʋơƃƃǫȷȥ ơ ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔƃǫȷȥ ȍȶ ȟŖɽ ɢɭȶȥʋȶ ɢȶɽǫŹȍơ ơɽ ȟʠˊ
importante para redireccionar la situación y evitar que el acoso
tenga consecuencias irreversibles o muy profundas en la víctima y
sus agresores.
Como comentamos anteriormente, la detección del bullying es difícil,
ya que una de las características del acoso escolar es que suele darse
lejos de la presencia o visión de los adultos, ya sea en el patio, baños,
comedor, entorno del centro, etc.
Manual de convivencia
Por tal razón, los maestros y las maestras deben estar muy pendientes
a los factores de riesgo anteriormente mencionados y a una serie de
señales de alerta que se pueden dar tanto en la víctima como en los
acosadores.
Señales de alerta, síntomas e indicadores de la víctima de acoso
· Faltas de asistencia recurrentes y/o absentismo grave.
· Descenso brusco e inexplicable del rendimiento escolar.
· Síntomas depresivos: ansiedad, tristeza, apatía, irritabilidad,
insomnio, sentimientos de culpa, ideas autolíticas.
· Conductas de huida y evitación.
· Baja autoestima.
· Problemas de autocontrol.
· Negación de los hechos.
· Llanto incontrolado o respuestas emocionales extremas.
28 Indicadores de detección de los acosadores
• Agresividad verbal y/o física.
• Insultos.
• Bajo autocontrol.
• Acoso psicológico.
• Actitudes agresivas, como miradas o gestos.
• Amenazas.
• Impulsividad.
• Abuso de poder.
Abuso infantil
Manual de convivencia
Abuso físico: Es cualquier daño físico que reciba el niño, niña o
adolescente, de forma no accidental y en la que la persona que le
ocasione esta lesión se encuentre en condiciones de superioridad o
poder. Tomando como referencia el concepto de abuso establecido
en el también llamado Código de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, el protocolo institucional para la prevención de abuso
ƎơȍŔɽȶƃǫŔƃǫȷȥbơˊȍơnjɭǭŔƎȶȟǫȥǫƃŔȥŔɢȍŔȥʋơŔɩʠơȍŔŔ˫ǫƃƃǫȷȥƎơ
daño físico y dolor puede tener distintos propósitos, incluso aquellos
validados socialmente, como corregir o controlar la conducta del
niño, niña, adolescente o persona vulnerable. Por tanto, conductas
constitutivas de maltrato físico son el castigo corporal (incluidos
golpes, palmadas, tirones de pelo, empujones, azotes, pellizcos) u
otras medidas que causen dolor o sufrimiento físico.
Abuso psicológico: Es cuando un adulto ataca de manera sistemática
el desarrollo personal del niño, niña o adolescente y su competencia
social (Código del Menor, 2003). De acuerdo con nuestro protocolo
institucional, este incluye la hostilidad hacia el niño, niña, adolescente
o persona vulnerable, manifestada a través de ofensas verbales,
ƎơɽƃŔȍǫ˪ƃŔƃǫȶȥơɽ ƃɭǭʋǫƃŔɽ ƃȶȥɽʋŔȥʋơɽ ɭǫƎǫƃʠȍǫ˖Ŕƃǫȶȥơɽ ɭơƃǠŔ˖ȶ
emocional y afectivo. También se puede incluir la falta de cuidados
30
básicos, ser testigo de violencia, discriminación sufrida debido a
raza, sexo, características físicas y capacidad mental.
Algunos ejemplos son el lenguaje con groserías o que menoscabe a
la persona; cualquier forma de burla, humillación pública o privada,
incluidas amenazas de castigo físico; cualquier forma destinada
a aterrorizar o aislar a una persona, y sanciones o castigos que
impliquen el retiro de alimentos, descanso o prohibición de acceso a
servicios higiénicos o encuentros con su familia.
Abuso sexual: Es la práctica sexual con un niño, niña o adolescente
por un adulto o persona cinco (5) años mayor, para su propia
njɭŔʋǫ˪ƃŔƃǫȷȥ ɽơˉʠŔȍ ɽǫȥ ƃȶȥɽǫƎơɭŔƃǫȷȥ Ǝơȍ ƎơɽŔɭɭȶȍȍȶ ɽǫƃȶɽơˉʠŔȍ
del niño, niña o adolescente, que puede ocurrir aun sin contacto
físico. De acuerdo con el protocolo institucional, estas prácticas
podrían incluir insinuaciones, caricias, exhibicionismo, voyerismo,
masturbación, sexo oral, penetración anal o vaginal, exposición a
ȟŔʋơɭǫŔȍ ɢȶɭȥȶnjɭŖ˪ƃȶ ơˉɢȍȶʋŔƃǫȷȥ ˊ ƃȶȟơɭƃǫȶ ɽơˉʠŔȍ ǫȥljŔȥʋǫȍ ơȥʋɭơ
otros, con un niño, niña, adolescente o persona vulnerable, en la cual
el agresor o agresora está en una posición de poder y el o la menor
o persona vulnerable se ve involucrado en actos sexuales que no es
capaz de comprender o detener.
Inseguridad en la escuela
31
En la Línea Base del Programa Escuelas de Cuidados (Nesofsky y
Hernández, 2021), los diferentes actores coincidieron que las escuelas
de Fe y Alegría dominicana son espacios seguros. De acuerdo con el
informe, contribuyen a esto el profesorado (66 %), la dirección del
centro (56 %), los equipos de orientación (52 %), las compañeras y
los compañeros (32 %) y el 18 % de las y los estudiantes, quienes
consideraron que la infraestructura era clave para su seguridad.
ŔȟŔˊȶɭǭŔƎơȍŔɽˊȍȶɽơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽǫƎơȥʋǫ˪ƃó como espacios seguros
ˊ Ǝơ ƃȶȥ˪ƎơȥƃǫŔȍǫƎŔƎ ơȍ ɢŔʋǫȶ ࢎࠄࠂ ह ȍŔ ¶˪ƃǫȥŔ Ǝơ ¶ɭǫơȥʋŔƃǫȷȥ ˊ
òǫƃȶȍȶnjǭŔࢎࠃࠁहơȍŔʠȍŔࢎࠂࠇहȍŔŹǫŹȍǫȶʋơƃŔࢎࠂࠃहˊȍŔȶ˪ƃǫȥŔƎơȍŔ
dirección (34 %).
Por el contrario, los elementos que más afectan la inseguridad en
nuestros centros educativos son las compañeras y compañeros (39
%), la infraestructura (22 %) y el equipo de apoyo a la escuela (18 %).
Manual de convivencia
1. Uno de los retos más importante que se le plantea al mundo
escolar hoy es la articulación de las intenciones teóricas y las
prácticas sociales entre el proyecto educativo del centro, los
manuales de convivencia y la propia realidad y vivencia (Ruiz y
Chaux, 2005).
2. Promover los ambientes socioafectivos y el buen clima en cada
uno de los diferentes espacios educativos.
3. Garantizar la inclusión y los derechos de niñas, niños y
adolescentes mediante el sistema de protección y la aplicación
de las Políticas de equidad de género y el Protocolo Institucional
para la Prevención de Abusos en Menores de Edad o Personas bajo
cualquier Situación de Vulnerabilidad.
4. Fortalecer el protagonismo de las y los estudiantes en la
realización de las actividades centrales promovidas en las
iniciativas de formación.
5. Promover procesos de sensibilización y concientización sobre
las diversas formas de maltrato y abuso y propiciar modelos desde
la ética del cuidado y la disciplina positiva.
32
ࠅࡲ 7ơɽȟǫʋǫ˪ƃŔɭ ơȍ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶ ƃȶȟȶ ơˉɢơɭǫơȥƃǫŔ ȥơnjŔʋǫʽŔ ˊ ƎŔɭȍơ
sentido como experiencia propia de los seres humanos que puede
conducir hacia la transformación.
7. Promover la formación y vivencia de los valores humanos
cristianos.
8. Generar procesos de construcción colectiva de las normas y
acuerdos (manuales de convivencia de cada centro educativo),
con la participación de todos los actores de la comunidad.
9. Promover la pedagogía de la interioridad, del diálogo y del
cuidado como vehículos dinamizadores de la cultura de paz.
10. Promover la Pedagogía del Cuidado y la Reconciliación
(justicia restaurativa, ética del cuidado, hermenéutica de las
emociones, perdón y reconciliación).
11. Impulsar estrategias de cultura de paz en cada uno de los
centros educativos.
12. Promover estructuras de acompañamiento para la
construcción de convivencia, equipo de convivencia, equipo
Manual de convivencia
34
MARCO LEGAL
Manual de convivencia
de propiedad (art. 51), derechos de la familia (art. 55), protección
de las personas menores de edad (art. 56), protección de las
personas con discapacidad (art. 58), derecho a la salud (art. 61),
derecho a la educación (art. 63); derechos culturales y deportivos
y derechos colectivos y del medioambiente.
El artículo 63 de la Constitución de la República Dominicana
establece claramente que “[…] toda persona tiene derecho a
una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad
de condiciones y oportunidades”, por lo que se considera
esencial desarrollar procesos de formación e implementación de
ơɽʋɭŔʋơnjǫŔɽɩʠơɢɭȶȟʠơʽŔȥȍŔƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢŔƃǭ˪ƃŔࡲ
ࡧ Fȥ èơɢʡŹȍǫƃŔ 7ȶȟǫȥǫƃŔȥŔ ơȥ ࠀࠈࠈࠀ ɽơ ɭŔʋǫ˪ƃȷ ȍŔ -ȶȥʽơȥƃǫȷȥ
de los Derechos del Niño y se adaptó la legislación nacional a
favor de la protección infantil promulgando la Ley 14-94, que
ljʠơ ȟȶƎǫ˪ƃŔƎŔ ɢȶɭ ȍŔ ơˊ ࠀࠂࠅ࢚߿ࠂ ȶ -ȷƎǫnjȶ Ǝơ áɭȶʋơƃƃǫȷȥ Ǝơ ȍȶɽ
Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, la cual
busca garantizar sus derechos sin ningún tipo de discriminación
y su protección, primando el interés superior del niño, niña
y adolescente, procurando y garantizando el disfrute de un
36 ambiente sano y una cultura de paz.
El artículo 48 del Código de Protección de los Derechos
Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes plantea que “[…]
la disciplina escolar positiva y promotora de oportunidades
constituye una sólida plataforma para el disfrute de una sana
convivencia en los centros educativos, que forme y modele las
mejores prácticas de ciudadanía”. Además, en el artículo 49
establece “[…] el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser
tratados con respeto y dignidad por parte de sus educadores”.
• De igual manera, se toma en cuenta la Ley General de Educación
66-97 que constituye un amplio marco para la construcción de la
ƎơȟȶƃɭŔƃǫŔˊȍŔƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢŔƃǭ˪ƃŔࡲ
• Derivado de esta Ley, se toma en consideración el Manual de normas
del sistema educativo dominicano para la convivencia armoniosa
en los centros educativos públicos y privados (MINERD, 2013),
aprobado por el Consejo Nacional de Educación, en cumplimiento
de la Ley 136-03. Esta normativa surgió como mecanismo para
garantizar la sana convivencia de la comunidad educativa y crear
el ambiente idóneo para el aprendizaje de los y las estudiantes,
buscando fortalecer una cultura de paz en la comunidad educativa.
Manual de convivencia
de “[…] promover un clima afectivo idóneo para los aprendizajes de
los y las estudiantes, estableciendo pautas disciplinarias y medidas
en el marco de procesos pedagógicos que contribuyan a su formación
integral y a la convivencia armoniosa” (Art. 1, p.13). Estas normativas
establecen cuándo un hecho se considera una falta leve, grave o muy
grave, así como los criterios para la aplicación de medidas educativas
y disciplinarias.
Manual de convivencia
Principios generales
Protocolo
Normas del Institucional para
sistema educativo la Prevención de
dominicano para Abusos a Menores de Justicia restaurativa
la convivencia Edad y Personas bajo
armoniosa (MINERD) cualquier Situación
de Vulnerabilidad
- Profesor (faltas - Departamento Desde la pedagogía
leves) de Orientación y del cuidado y la
- Equipo de Psicología. reconciliación (PCR)
Mediación - Delegado o se propone:
- Equipo de delegada del
Gestión Escolar Departamento
de Orientación y - Equipos
Psicología. dinamizadores y
- Director o mediadores
directora
41
Atendiendo al mandato de las Normas del sistema educativo
dominicano para la convivencia armoniosa, que establece cuáles
son las instancias que constituyen los órganos de mediación,
proponemos que el equipo dinamizador de la pedagogía del cuidado
y la reconciliación (PCR) sea el mismo equipo de mediación. De este
sale el delegado o delegada especial de la Unidad de Orientación
y Psicología para el tema de prevención de abuso, atendiendo al
protocolo institucional de Fe y Alegría.
Manual de convivencia
42
Manual de convivencia
• Aprender a vivir juntos “[…] desarrollando la comprensión del
ȶʋɭȶˊȍŔɢơɭƃơɢƃǫȷȥƎơȍŔɽljȶɭȟŔɽƎơǫȥʋơɭƎơɢơȥƎơȥƃǫŔ࢙ɭơŔȍǫ˖Ŕɭ
ɢɭȶˊơƃʋȶɽ ƃȶȟʠȥơɽ ˊ ɢɭơɢŔɭŔɭɽơ ɢŔɭŔ ʋɭŔʋŔɭ ȍȶɽ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽ࢙
respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz”
(Delors, 1996).
ࡧɢɭơȥƎơɭŔɽơɭࢨࢂࢃɢŔɭŔɩʠơ˫ȶɭơ˖ƃŔȟơǿȶɭȍŔɢɭȶɢǫŔɢơɭɽȶȥŔȍǫƎŔƎ
y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de
ŔʠʋȶȥȶȟǭŔƎơǿʠǫƃǫȶˊƎơɭơɽɢȶȥɽŔŹǫȍǫƎŔƎɢơɭɽȶȥŔȍࡲ-ȶȥʋŔȍ˪ȥ
no menospreciar ninguna de las posibilidades de cada individuo:
memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas,
aptitud para comunicar […]” (Delors, 1996).
En esta dirección, el sistema educativo dominicano ha realizado una
apuesta por la educación basada en los enfoques por competencias
y el constructivismo (histórico-cultural y sociocrítico) para superar
los tradicionales centrados exclusivamente en los contenidos
conceptuales y los aspectos cognitivos y abrirse a una perspectiva
más integral de concebir la educación. De hecho, en el diseño
ƃʠɭɭǫƃʠȍŔɭ Ǝơ˪ȥơ ȍŔɽ ƃȶȟɢơʋơȥƃǫŔɽ ƃȶȟȶ ࢨࢂࢃ ȍŔ ƃŔɢŔƃǫƎŔƎ ɢŔɭŔ
ŔƃʋʠŔɭƎơȟŔȥơɭŔơ˪ƃŔ˖ơȥƃȶȥʋơˉʋȶɽƎǫʽơɭɽȶɽȟȶʽǫȍǫ˖ŔȥƎȶƎơljȶɭȟŔ
44 integrada conceptos, procedimientos, actitudes y valores” (MINERD,
2016, p. 34).
El sistema educativo dominicano ha apostado por la formación
por competencias, expresando esos cuatro saberes básicos de la
humanidad a partir de las siete competencias fundamentales que
garantizan la coherencia del proyecto educativo y se convierten en
transversales de la escuela en todos los niveles: competencia ética y
ciudadana; competencia comunicativa; competencia de pensamiento
lógico, creativo y crítico; competencia de resolución de problemas;
ƃȶȟɢơʋơȥƃǫŔ ƃǫơȥʋǭ˪ƃŔ ˊ ʋơƃȥȶȍȷnjǫƃŔࡷ ƃȶȟɢơʋơȥƃǫŔ ŔȟŹǫơȥʋŔȍ ˊ Ǝơ
la salud, y competencia de desarrollo personal y espiritual (MINERD,
2016, p. 35).
Aprender a ser y aprender a vivir juntos (convivir) son las claves para
que los demás aprendizajes se hagan realidad y para la supervivencia
y sostenibilidad de la humanidad. Una escuela que favorece el
aprendizaje de las y los estudiantes para la vida y para enfrentar el siglo
XXI es aquella que promueve la formación integral mediante valores
y la formación en habilidades sociales que permiten interactuar y
aprender a relacionarse, pensar y manejar las emociones.
Manual de convivencia
El cuidado se completa cuando la persona cuidada lo acepta, lo
recibe y lo demuestra mediante el reconocimiento. La respuesta
que se ofrece se convierte en parte de lo que el cuidador recibe en
su ensimismamiento (Noddings, 2005, p. 15). Por esta razón, cuando
el cuidado no se completa, se genera una gran pérdida de energía.
Por ejemplo, cuando las maestras y los maestros se esfuerzan por
cuidar a sus estudiantes y estos no responden a dicho cuidado, se
genera un desgaste que no se puede denominar de otra forma.
Los centros educativos de Fe y Alegría deben formar a las y los
estudiantes y a toda la comunidad para el cuidado recíproco con
ơȍ˪ȥƎơƃȶȥɽʋɭʠǫɭɽȶƃǫơƎŔƎơɽȟŖɽǿʠɽʋŔɽơɩʠǫʋŔʋǫʽŔɽˊɽȶɽʋơȥǫŹȍơɽ
(Rodríguez, 2021a). Desde esta perspectiva, la propuesta de Nel
Noddings (2005) nos ofrece cuatro componentes que permiten
abordar el cuidado en la escuela: modelado, diálogo, práctica y
ƃȶȥ˪ɭȟŔƃǫȷȥࡲ
• El modelado: La escuela debe mostrar la importancia del
cuidado ofreciendo a las y los estudiantes modelos concretos
de cuidadoras y cuidadores. Modelar constituye el núcleo de
la pedagogía del cuidado, ya que el cuidado no surge de las
46 exhortaciones, sino de la respuesta concreta de ser cuidado. Este
componente recuerda que cada maestra, maestro y equipo de
gestión debe ser testimonio del cuidado, modelando el cuidado
desde las propias relaciones en los ambientes de aprendizaje
y en el amplio contexto, porque, además, el aprendizaje del
cuidado y el fortalecimiento de esta capacidad en las y los
estudiantes están asociados a las experiencias de haber sido
atendidos adecuadamente por sus maestras y maestros, creando
relaciones afectivas con ellas y ellos y evitando cualquier tipo de
sarcasmo, maltrato o prepotencia.
• El diálogo: Es una clave de la pedagogía de la educación popular
y también de la ética y pedagogía del cuidado, en tanto que las
personas que cuidan deben conocer y partir de las necesidades,
expectativas y preocupaciones de las personas cuidadas. En la
escuela, educadoras y educadores dialogan abiertamente con
las y los estudiantes, quienes participan y se involucran en los
procesos de toma de decisiones. Un aspecto esencial de la ética
y pedagogía del cuidado es fundamentar las relaciones desde la
ƃȶȥ˪Ŕȥ˖ŔˊơɽʋȶǫȟɢȍǫƃŔơȍɭơɽɢơʋȶȍŔɢɭơȶƃʠɢŔƃǫȷȥˊơȍȟʠʋʠȶ
aprecio.
Manual de convivencia
ࡧ Ŕ ƃȶȥ˪ɭȟŔƃǫȷȥࡪ En nuestros centros educativos es muy
ǫȟɢȶɭʋŔȥʋơࢨƃȶȥ˪ɭȟŔɭࢩŔȍŔɽƎǫljơɭơȥʋơɽɢơɭɽȶȥŔɽƎơȍŔƃȶȟʠȥǫƎŔƎ
ơƎʠƃŔʋǫʽŔࡲࢨŔƃȶȥ˪ɭȟŔƃǫȷȥơɽʠȥŔƃʋȶƎơŔȍơȥʋŔɭˊŔ˪ɭȟŔɭȍȶȟơǿȶɭ
ƎơȍȶɽƎơȟŖɽƃʠŔȥƎȶƃȶȥ˪ɭȟŔȟȶɽŔŔȍnjʠǫơȥƎơʋơƃʋŔȟȶɽʠȥˊȶ
superior y fomentamos su desarrollo” (Noddings, 2005, p. 25).
-ʠŔȥƎȶɽơɭơƃȶȥȶƃơɽơࢨƃȶȥ˪ɭȟŔࢩŔʠȥŔɢơɭɽȶȥŔŔɽǭơɽʋǫȟʠȍŔȟȶɽ
las mejores posibilidades e impulsamos el crecimiento.
Ŕƃȶȥ˪ɭȟŔƃǫȷȥȶɭơƃȶȥȶƃǫȟǫơȥʋȶơɽɢơɭɽȶȥŔȍƃȶȟȶơȍƃʠǫƎŔƎȶࡲ
Todas las personas quieren ser atendidas de esta manera.
Las niñas y los niños no quieren ser tratados como números
o mediante recetas. Esto implica conocer a la otra persona
ɽʠ˪ƃǫơȥʋơȟơȥʋơŹǫơȥơʽǫʋŔȥƎȶljȷɭȟʠȍŔɽƃȶȥɽǫnjȥŔɽˊljȶɭȟŔȍǫɽȟȶɽࡲ
Ŕƃȶȥ˪ɭȟŔƃǫȷȥɽơljʠȥƎŔȟơȥʋŔơȥʠȥŔɭơȍŔƃǫȷȥƎơƃȶȥ˪Ŕȥ˖Ŕɩʠơ
ɭơɩʠǫơɭơƃȶȥʋǫȥʠǫƎŔƎˊƃȶȥơˉǫȷȥɢŔɭŔǫƎơȥʋǫ˪ƃŔɭȍȶɽȟȶʋǫʽȶɽơȥ
consecuencia con la realidad de la persona cuidada. No es una
estrategia, “[…] es un acto de amor fundado en una relación de
cierta profundidad”.
Manual de convivencia
que hace posible el amor y, por tanto, nos hace seres humanos”
(Segura, 2002, p. 11).
ࡧ áơȥɽŔȟǫơȥʋȶɽ ȟơƎǫȶɽ࢚˪ȥơɽࡪ “[…] es una capacidad compleja
ɩʠơɽʠɢȶȥơɽŔŹơɭʋɭŔ˖ŔɭɽơȶŹǿơʋǫʽȶɽࢎ˪ȥ˪ȥŔȍǫƎŔƎɽŔŹơɭŔȥŔȍǫ˖Ŕɭ
los recursos con que se cuenta para llegar a ese objetivo, saber
convencer a otras personas para que colaboren y saber programar
ˊʋơȟɢȶɭŔȍǫ˖ŔɭȍŔɽŔƃƃǫȶȥơɽɩʠơȥȶɽȍȍơʽŔɭŖȥŔȍ˪ȥࡲFɽƎơƃǫɭ˪ǿŔɭɽơ
objetivos y organizar los medios” (Segura, 2002, p. 12).
50
Manual de convivencia
• Las estrategias de enseñanza-aprendizaje que propone el Diseño
Curricular en sí mismas posibilitan tanto el aprender a pensar para
solucionar problemas a partir del contexto como la construcción
Ǝơ ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ ɢŔƃǭ˪ƃŔ ɢơɭȟǫʋǫơȥƎȶ ȍŔ ɢŔɭʋǫƃǫɢŔƃǫȷȥ ơȍ ʋɭŔŹŔǿȶ
en equipo, el diálogo, la toma de decisiones consensuada y la
comunicación asertiva.
• Igualmente, las estrategias y técnicas de evaluación que propone
el Diseño Curricular (MINERD, 2016) contribuyen a los procesos de
aprender a pensar y la conformación de escuelas participativas. Por
ejemplo, la metacognición y la autoevaluación son esenciales para el
desarrollo de la autonomía y la conciencia de las y los estudiantes.
La coevaluación permite desarrollar de manera compleja los cinco
pensamientos. A la vez, las maestras y los maestros a través de esta
ƃȶȟɢɭơȥɽǫȷȥ Ǝơ ȍŔ ơʽŔȍʠŔƃǫȷȥ ɢʠơƎơȥ ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔɭ ȍŔ ƎǫʽơɭɽǫƎŔƎ ơȥ
el aula y atender a los diferentes intereses e inteligencias de las y
los estudiantes, así como determinar causas y consecuencias en las
problemáticas de aprendizaje y rediseñar nuevas estrategias a partir
de los hallazgos.
• En el aula se pueden usar los dilemas éticos para contribuir a
52 ƎơɽŔɭɭȶȍȍŔɭ ơȍ ɢơȥɽŔȟǫơȥʋȶ ơ ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔɭ ƃŔʠɽŔɽ ƃȶȥɽơƃʠơȥƃǫŔɽ
y alternativas. Además, se pueden utilizar películas e historietas
cómicas adaptadas a la edad de las y los estudiantes, tal como
plantea Segura (2002) (ver anexo 3).
• El proyecto Estereotipos y Proyectos de Vida (EPV) ayuda a potenciar
los diferentes tipos de pensamiento, especialmente el de medios-
˪ȥơɽɩʠơŔˊʠƎŔŔȍŔɽˊȍȶɽơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽŔ˪ǿŔɭɽơȟơʋŔɽˊơȥƃŔȟǫȥŔɭɽơ
hacia ellas.
• En los encuentros con los diferentes actores se pueden usar técnicas
como “seis sombreros para pensar”, en la cual se requiere el uso
de los diferentes tipos de pensamiento (de Bono, 1988): ponerse el
sombrero blanco implica estar bien informado, conocer las causas y
efectos de un problema; ponerse el sombrero rojo lleva a descubrir
las emociones respecto de una problemática y a la vez a situarnos
en perspectiva; ponerse el sombreo amarillo de los aspectos
positivos y el sombrero negro de los aspectos negativos moviliza
ȍȶɽ ɢơȥɽŔȟǫơȥʋȶɽ ƃŔʠɽŔȍ ƃȶȥɽơƃʠơȥƃǫŔȍ ˊ ȟơƎǫȶɽ࢚˪ȥơɽࡷ ɢȶȥơɭɽơ ơȍ
sombrero verde permite presentar nuevas ideas correspondientes
al pensamiento alternativo, y ponerse el sombrero azul implica
ȶɭnjŔȥǫ˖ŔɭɽơɢŔɭŔɭơɽɢȶȥƎơɭȟơƎǫŔȥʋơơȍɢơȥɽŔȟǫơȥʋȶȟơƎǫȶɽ࢚˪ȥơɽࡲ
53
Saber gestionar las emociones: inteligencia emocional
Manual de convivencia
Howard Gardner (1995), a partir de sus aportes sobre las inteligencias
múltiples, usa un concepto previo que denomina inteligencia
ǫȥʋơɭɢơɭɽȶȥŔȍ Ǝơ˪ȥǫƎŔ ƃȶȟȶ ȍŔ ƃŔɢŔƃǫƎŔƎ Ǝơ ˪ǿŔɭɽơ ơȥ ȍŔɽ ƃȶɽŔɽ
importantes para las otras personas, lo cual permite empatizar con
los demás.
A partir de estos estudios, Goleman impulsa la propuesta que nos
lleva a entender el poder de las emociones sobre cada uno de
nosotros en lo que hacemos y en cómo nos relacionamos con las
demás personas. Se trata de entender que la inteligencia emocional
es la capacidad para dirigirse a los demás y a nosotros mismos con
efectividad, conectando nuestras emociones, automotivándonos,
manteniendo el control y venciendo las frustraciones.
Inicialmente, Goleman planteaba que había cinco dominios en la
inteligencia emocional: autoconciencia emocional (conocer nuestras
propias emociones), manejar las emociones (autorregulación),
automotivación, empatía (reconocer las emociones de los demás)
y habilidades sociales (establecer relaciones). Posteriormente, lo
redujo a cuatro dominios o aspectos fundamentales: 1) autoconciencia
o conciencia de sí mismo: conciencia emocional de uno mismo,
54 ʽŔȍȶɭŔƃǫȷȥ ŔƎơƃʠŔƎŔ Ǝơ ʠȥȶ ȟǫɽȟȶ ƃȶȥ˪Ŕȥ˖Ŕ ơȥ ʠȥȶ ȟǫɽȟȶࡷ ࠁ
autogestión: autocontrol emocional, trasparencia, adaptabilidad,
logro, iniciativa y optimismo; 3) conciencia social: empatía, conciencia
de la organización y servicio, y 4) gestión de las relaciones: liderazgo,
ǫȥ˫ʠơȥƃǫŔƎơɽŔɭɭȶȍȍȶƎơȍȶɽƎơȟŖɽnjơɽʋǫȷȥƎơƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽơɽʋŔŹȍơƃơɭ
vínculos, trabajar en equipo y colaboración.
A partir de estas propuestas, asumimos las competencias básicas del
desarrollo de la inteligencia emocional:
1) Autoconciencia o conciencia de sí mismo: es la capacidad de
reconocer y comprender las propias emociones. Va más allá del
autoconocimiento, ya que implica ser consciente de los efectos
de las propias emociones y de los estados anímicos de las demás
personas. No siempre se saben diferenciar las emociones, por
ejemplo, hay quienes confunden la ira con la frustración. La
clave de la autoconciencia está en la relación que establecemos
entre las sensaciones y sus implicaciones. Además, conlleva
el reconocimiento de las propias fortalezas y debilidades y las
posibilidades de aprender en relación con las demás personas.
- Regula las propias emociones.
- Reconoce las diferentes reacciones emocionales.
Manual de convivencia
- Reconoce las características de la comunicación verbal y no
verbal.
-Expresa emociones a través de los distintos lenguajes (verbal y
no-verbal).
- Domina las habilidades sociales básicas (saber escuchar,
saludar, despedirse, dar las gracias, pedir un favor, manifestar
agradecimiento, pedir disculpas, aguardar turno, mantener una
actitud dialogante).
- Respeta a las demás personas.
- Comparte emociones.
- Siente empatía.
- Comprende las emociones de las otras personas.
࢚¡Ŕȥǫ˪ơɽʋŔƃȶȥƃǫơȥƃǫŔƎơȍŔȶɭnjŔȥǫ˖Ŕƃǫȷȥࡲ
࢚ ¡Ŕȥǫ˪ơɽʋŔ ƃȶȟɢȶɭʋŔȟǫơȥʋȶɽ ɢɭȶɽȶƃǫŔȍơɽ ƃȶȶɢơɭŔʋǫʽȶɽ ˊ Ǝơ
servicio.
56
࢚ ʠʋȶơ˪ƃŔƃǫŔ ơȟȶƃǫȶȥŔȍ ࢎƃȶȥƃǫơȥƃǫŔ Ǝơ ɩʠơ ɽơ ơɽ ƃŔɢŔ˖ ơȥ ơȍ
plano interpersonal).
4) Gestión de las relaciones y liderazgo: Las personas con una alta
inteligencia emocional buscan alcanzar sus propios objetivos y
satisfacer sus necesidades, pero, ante todo, se sienten motivados
al logro, más allá de las simples recompensas externas, como el
dinero, la fama o el reconocimiento. Suelen ser personas que
se comprometen y constantemente asumen iniciativas para
mantener la mejora. Es la capacidad de asumir la propia vida y
no simplemente la vida desde otros y las condiciones de otros;
implica asumir retos y cumplir objetivos, lo cual lleva a una
dinámica de salir de las zonas de comodidad o confort. Se trata
ơȥơɽʋơƎȶȟǫȥǫȶƎơơǿơɭƃơɭơȍȍǫƎơɭŔ˖njȶˊȍŔnjơɽʋǫȷȥƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶࡲ
- Asume iniciativas de liderazgo.
- Fija objetivos positivos y realistas a corto, mediano y largo plazo.
- Asume posturas y toma de decisiones.
- Busca ayuda y recursos.
- Goza de bienestar emocional.
Habilidades socioemocionales
Manual de convivencia
ȶʋɭŔɽࢎɭǫŔɽơqǫȥƃŔɢǫƢࠁ߿ࠀࠈǫnjʠŔȍȟơȥʋơȥȶơˉǫɽʋơʠȥŔƃȍŔɽǫ˪ƃŔƃǫȷȥ
común y los distintos programas aplican diferentes taxonomías para
ƃȍŔɽǫ˪ƃŔɭơɽʋŔɽǠŔŹǫȍǫƎŔƎơɽʋŔȍƃȶȟȶɢʠơƎơŔɢɭơƃǫŔɭɽơơȥȍŔɽǫnjʠǫơȥʋơ
tabla.
7ǫljơɭơȥʋơɽƃȍŔɽǫ˪ƃŔƃǫȶȥơɽƎơǠŔŹǫȍǫƎŔƎơɽɽȶƃǫȶơȟȶƃǫȶȥŔȍơɽ
Manual de convivencia
Habilidades para el Cognitiva Pensamiento crítico,
siglo XXI resolución de prob-
lemas, toma de deci-
siones, creatividad e
innovación.
Intrapersonal Apertura, adaptabili-
dad, responsabilidad
personal y social, curi-
osidad, perseverancia,
ciudadanía, estabilidad
emocional, autorregu-
lación.
Interpersonal Colaboración, trabajo
en equipo, empatía,
ɭơɽȶȍʠƃǫȷȥƎơƃȶȥ˫ǫƃ-
tos, extraversión y lid-
erazgo.
Fuente: Arias e Hincapié, 2019.
60
Manual de convivencia
La estrategia busca contribuir al desarrollo integral de los
estudiantes de primaria y secundaria, potenciando sus
capacidades y ayudándolos en la construcción de su proyecto
de vida. La estrategia Viaje en el tren del aprendizaje se divide
en diez estaciones, una por cada mes del año escolar. En cada
estación se establece las competencias fundamentales a
desarrollar, los indicadores de logro y se sugieren actividades
a ser implementadas por los docentes. Se sugiere que las
actividades se desarrollen una o dos veces por semana, en
sesiones de no más de 45 minutos (Arias, Hincapié y Paredes,
2020, pp. 26-27).
En ese mismo orden, y en respuesta al contexto, desde la Dirección
de Orientación y Psicología del MINERD se promovió la Guía de
orientación psicoafectiva para la comunidad educativa ante el
-¶Īz7࢚ࠀࠈࢎáƢɭơ˖ơʋŔȍࡲɽࡲljࡲࡲƎơȟŖɽƃȶȥơȍŔɢȶˊȶʋƢƃȥǫƃȶˊ˪ȥŔȥƃǫơɭȶ
de USAID y la UNESCO se adaptó la propuesta de recuperación
psicoafectiva Retorno a la alegría (UNICEF-MINERD, 2021) para atender
a NNA a través de una metodología lúdica, participativa y vivencial
que se propone mitigar el impacto emocional a raíz de la pandemia y
ljȶɭʋŔȍơƃơɭȍŔɭơɽǫȍǫơȥƃǫŔƎơɽɢʠƢɽƎơȍƃȶȥ˪ȥŔȟǫơȥʋȶࡲ
62
De igual forma, en el ejercicio de responder a las diferentes
situaciones socioemocionales derivadas de la pandemia, el equipo
ƎơáɽǫƃȶɢơƎŔnjȶnjǭŔƎơȍŔ¶˪ƃǫȥŔ¥ŔƃǫȶȥŔȍƎơbơˊȍơnjɭǭŔƃȶȥơȍŔɢȶˊȶ
˪ȥŔȥƃǫơɭȶƎơȍŔeơȥơɭŔȍǫʋŔʋĪŔȍơȥƃǫŔȥŔƎǫɽơȵȷȍŔǫȥǫƃǫŔʋǫʽŔ-ʠȍʋǫʽŔȥƎȶ
la alegría de vivir desde el cuidado. Una propuesta de cuidado para
trabajar la resiliencia en la escuela (Carrión y Luzón, 2022). A través
de ella se busca promover las habilidades socioemocionales en
estudiantes, docentes y familias mediante la escalera de la resiliencia
entendida como “[…] la capacidad que desarrollan las personas de
superar los eventos adversos, adaptarse y ser capaz de tener un
desarrollo exitoso a pesar de circunstancias muy adversas” (Carrión
y Luzón, 2022, p. 8).
El método de la escalera de la resiliencia fue adaptado de la propuesta
de Neville Goddard y consta de doce pasos o peldaños que hacen
ɭơljơɭơȥƃǫŔ Ŕ Ǝȶƃơ ƃʠŔȍǫƎŔƎơɽ ɩʠơ Ǝơ˪ȥơȥ Ŕ ʠȥŔ ɢơɭɽȶȥŔ ɭơɽǫȍǫơȥʋơࡲ
Tiene el propósito de cultivar cada una de esas cualidades de forma
ascendente, invitando en cada momento a desarrollar acciones de
cuidado. Las doce cualidades se agrupan en tres grandes enfoques
Ǝơ˪ȥǫƎȶɽƃȶȟȶɢȶƎơɭơɽɩʠơŔɽʠʽơ˖ɭơʡȥơȥʠȥŔɽơɭǫơƎơʋơȟŔɽɩʠơ
se desarrollan progresivamente:
Manual de convivencia
64
También se ha diseñado en la Federación Internacional de Fe y
Alegría la colección para la formación de la madurez profesional
orientada a las educadoras y los educadores con más de diez años
Ǝơɽơɭʽǫƃǫȶƃȶȥơȍ˪ȥƎơɢɭơʽơȥǫɭơȍ burnout o agotamiento laboral. La
colección consta de cuatro libros: El agotamiento profesional (Correa,
2017), Vida en plenitud del educador y la educadora (García, 2017),
Comunidades para la madurez profesional (Vezub, 2017) y Aprender
a vivir y convivir en nuestro Movimiento (Rodríguez y Reyes, 2017).
ʋɭŔʽƢɽƎơȍŔȟơʋȶƎȶȍȶnjǭŔŔʠʋȶŹǫȶnjɭŖ˪ƃŔɽơǫȥʽǫʋŔŔɭơƃȶȥɽʋɭʠǫɭȍŔ
historia personal, profesional y en el Movimiento, a la vez que se
promueven diferentes habilidades socioemocionales que fortalecen
la pertenencia y el compromiso de las personas, tales como el trabajo
en equipo, la comunicación asertiva, la autorregulación, la promoción
ƎơŔȟŹǫơȥʋơɽɽȶƃǫȶŔljơƃʋǫʽȶɽˊȍŔnjơɽʋǫȷȥƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶࡲ
La construcción de convivencia y ciudadanía debe contemplar
que en cada proyecto educativo de centro y los respectivos
ɢȍŔȥơɽ ŔȥʠŔȍơɽ ɽơ ɢȍŔȥǫ˪ɩʠơ ơ ǫȟɢȍơȟơȥʋơ Ŕȍnjʡȥ ɢɭȶnjɭŔȟŔ
de habilidades socioemocionales pertinente al contexto,
bien sea diseñado por los Departamentos de Orientación y
Psicología de los centros, los ofrecidos desde el Departamento
Habilidades socioemocionales
- ¿Qué programas de habilidades socioemocionales se están
implementando en el centro?
- ¿Todos los miembros de la comunidad encuentran espacios
formativos para desarrollar habilidades socioemocionales?
- ¿Cuáles son las principales necesidades formativas en cuanto a
habilidades socioemocionales en el centro?
࢚ࡴòơɭơŔȍǫ˖ŔɽơnjʠǫȟǫơȥʋȶˊŔƃȶȟɢŔȵŔȟǫơȥʋȶŔȍŔɢȍŔȥǫ˪ƃŔƃǫȷȥ
y promoción de los aprendizajes en cuanto a los contenidos
actitudinales?
65
Manual de convivencia
Saber interiorizar: Inteligencia espiritual
Manual de convivencia
Saber ser: desarrollo de la espiritualidad
La competencia prevé el desarrollo de la espiritualidad y la
interioridad a partir de los componentes que se aprecian en los
tres niveles de dominio correspondientes a los niveles inicial,
primaria y secundaria. Algunos de estos indicadores se alcanzan en
la medida en que asumamos el aprender a pensar y el desarrollo
de las habilidades socioemocionales que abordamos previamente.
Sin embargo, es preciso, en este espacio, abordar la espiritualidad
e interioridad en nuestros centros educativos desde la apuesta
curricular que aparece de manera explícita en los niveles de dominio
II y III de la competencia, tal como se aprecia en la siguiente tabla.
Nivel de
Componente
dominio
• Reconoce su dignidad y se valora
68 como persona.
• Explora su dimensión espiritual y
entra en contacto con ella.
• Descubre su interioridad y el
silencio.
• Conoce las creencias e ideales de su
Descubre la
familia.
II relación con la
• Se da cuenta de que otras personas
trascendencia
tienen creencias diferentes a las
suyas y las respeta.
• Experimenta la alegría de compartir
la espiritualidad.
• Se interesa y asombra por lo
desconocido.
69
Generalmente, los procesos de enseñanza-aprendizaje promovidos
en la escuela nos llevan a mirar hacia afuera, a conocer, interpretar y
transformar el mundo. En este caso, la invitación es a seguir esa tarea
exploratoria, pero incluyendo y profundizando en la mirada hacia
adentro. En esto consiste la pedagogía de la interioridad, en mirar
incluso más allá de la razón, para encontrar las respuestas de sentido
ˊƎơȍɢɭȶɢǫȶɽơɭࡲòơʋɭŔʋŔƎơơƎʠƃŔɭɢŔɭŔȍŔʽǫƎŔŔɢɭơȥƎǫơȥƎȶŔ˫ʠǫɭ
en ella. “Educar para la vida tiene que ver con aprender a estar bien
ƃȶȥ ʠȥȶ ȟǫɽȟȶ ˊ ɽŔŹơɭ ǫȥʋơnjɭŔɭ ȍŔɽ Ǝǫ˪ƃʠȍʋŔƎơɽ ɽǫȥ ɩʠơ ȥȶɽ ǠŔnjŔȥ
daño. Para ello es necesario conocer los propios recursos, desarrollar
nuestro potencial interior y aprender a protegernos del bombardeo
externo que nos aleja de nuestra propia identidad” (Alonso, 2011, p. 64).
El desarrollo de la dimensión espiritual y de la interioridad se
asocia generalmente con las religiones, sin embargo, no lo podemos
circunscribir exclusivamente a este ámbito. El horizonte de
ɢȶɽǫŹǫȍǫƎŔƎơɽơɽȟʠƃǠȶȟŖɽŔȟɢȍǫȶˊȥȶɽǫȥʽǫʋŔŔǫƎơȥʋǫ˪ƃŔɭʠȥŔɽơɭǫơ
de características comunes independientemente de si se profesa o
no una religión. Por ejemplo, Pérez (2016), citando a Robert Cloninger,
Przybeck y Svrakic (1994), indica que “[…] la espiritualidad es una
dimensión de la personalidad que abarca la trascendencia del ser
Manual de convivencia
humano, el sentido de lo sagrado o los comportamientos virtuosos
que son exclusivamente humanos, como el perdón, la gratitud, la
humildad o la compasión” (Pérez, 2016, p. 64).
Esta dimensión, que para algunos humanistas hace parte de la
condición humana, ha empezado a ser investigada y debatida a
partir de lo que se considera como inteligencia trascendente o
inteligencia espiritual. Después de la consolidación de los trabajos
de Gardner sobre las inteligencias múltiples y de Goleman sobre
la inteligencia emocional, a inicios de este siglo se comienza
a replantear la existencia de otro tipo de inteligencia a la cual
Gardner llamó inteligencia existencial o trascendente, entendida
como “[…] la capacidad de situarse uno mismo frente a facetas más
ơˉʋɭơȟŔɽƎơȍƃȶɽȟȶɽ࢙ȍȶǫȥ˪ȥǫʋȶˊȍȶǫȥ˪ȥǫʋơɽǫȟŔȍ࢙ˊȍŔƃŔɢŔƃǫƎŔƎ
de preguntarse por determinadas características existenciales de
ȍŔƃȶȥƎǫƃǫȷȥǠʠȟŔȥŔƃȶȟȶơȍɽǫnjȥǫ˪ƃŔƎȶƎơȍŔʽǫƎŔˊȍŔȟʠơɭʋơơȍ
Ǝơɽʋǫȥȶ˪ȥŔȍƎơȍȟʠȥƎȶljǭɽǫƃȶˊơȍȟʠȥƎȶɢɽǫƃȶȍȷnjǫƃȶˊȍŔɢȶɽǫŹǫȍǫƎŔƎ
de experimentar algunas emociones especiales, como un profundo
amor o la contemplación artística” (Pérez, 2016, p. 64).
La inteligencia espiritual, de acuerdo con Zohar y Marshall (2001),
70 quienes acuñan el téɭȟǫȥȶɽơƎơ˪ȥơƃȶȟȶࡪ
[…] la inteligencia con que afrontamos y resolvemos problemas
Ǝơɽǫnjȥǫ˪ƃŔƎȶɽˊʽŔȍȶɭơɽȍŔǫȥʋơȍǫnjơȥƃǫŔƃȶȥɩʠơɢȶƎơȟȶɽɢȶȥơɭ
nuestros actos y nuestras vidas en un contexto más amplio, más rico
ˊȟŖɽɽǫnjȥǫ˪ƃŔʋǫʽȶȍŔǫȥʋơȍǫnjơȥƃǫŔƃȶȥɩʠơɢȶƎơȟȶɽƎơʋơɭȟǫȥŔɭ
que un curso de acción o un camino vital es más valioso que otro,
zFòơɽȍŔŹŔɽơȥơƃơɽŔɭǫŔɢŔɭŔơȍơ˪ƃŔ˖ljʠȥƃǫȶȥŔȟǫơȥʋȶʋŔȥʋȶƎơȍ-z
(Cociente de Inteligencia) como de la IE (Inteligencia emocional).
Es nuestra inteligencia primordial (Zohar y Marshall, 2001, p. 19).
Desde esta concepción amplia y universal de la espiritualidad, que
nos remite a la búsqueda de sentido y la interacción con lo sagrado
y las demás personas, podemos indicar que hay una serie de
características que pueden ser abordadas a partir de los enfoques
curriculares y contextualizadas en cada uno de nuestros centros para
posibilitar el fortalecimiento de la convivencia. Partimos “[…] del
supuesto de que ‘ser’ y ‘convivir’ están íntimamente relacionados.
FȥȍŔɽɭơȍŔƃǫȶȥơɽǫȥʋơɭɢơɭɽȶȥŔȍơɽơɽƎȶȥƎơɢȶȥơȟȶɽƎơȟŔȥǫ˪ơɽʋȶ
ȍȶɩʠơɽȶȟȶɽˊŔɽʠʽơ˖ȍŔƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢʠơƎơɽơɭʋŔȥʋȶȟŖɽɢŔƃǭ˪ƃŔ
y enriquecedora cuanto mejor se entienda uno a sí mismo” (Alonso,
2011, p. 75).
Manual de convivencia
la propuesta para la construcción de convivencia. Desde otra mirada,
queremos motivar para que en los centros educativos de Fe y Alegría
se propicie y trabaje el silencio como una actitud interior.
Para interpretar el silencio como actitud interior es preciso comprender
las intencionalidades pedagógicas a partir de sus características y
posibilidades entre las que indicamos que el silencio posibilita la
interiorización; contribuye a la atención y escucha, posibilitando la
capacidad de aprender; nos dispone a la apertura y receptividad de
las intuiciones más profundas; posibilita el propio entendimiento;
permite reconocer y hablar de los propios sentimientos, escuchar los
sentimientos de las otras personas y ponernos en su lugar; facilita la
relajación, y potencia la imaginación y la creatividad (Alonso, 2011).
• Atención
El ritmo vertiginoso de la sociedad actual y sus dinámicas conducen a
estar pendientes de múltiples estímulos que pasan aceleradamente.
En medio de estas circunstancias, podemos permanecer “distraídos”.
“Ser capaces de controlar y dirigir nuestra atención nos ayuda a
estar en el momento presente y con ello a percibir, experimentar y
72 acoger intensamente todo aquello que puede suceder en él” (Alonso,
2011, p. 89). La atención plena o mindfulness es una forma de prestar
atención de manera consciente al momento presente con curiosidad,
aceptación y sin establecer juicios. Promover esta práctica en la
escuela con todas las personas de la comunidad educativa permite
asumir una visión integral de bienestar muy propicia después de las
experiencias suscitadas a raíz del COVID-19.
• Cuestionamiento
La pedagogía de la pregunta es una de las claves de la educación
popular y en este sentido los cuestionamientos son una característica
para promover la espiritualidad desde los niveles iniciales y en todos
los miembros de la comunidad educativa. Responder a las interrogantes
sobre quién soy, cuáles son nuestros orígenes, cuál es el sentido de
nuestras acciones y si todo lo humanamente posible es bueno nos ayuda
a profundizar e interiorizar. La indagación dialógica, como estrategia
llevada adecuadamente en el aula, permite que las y los estudiantes
observen, razonen y profundicen desde su propia perspectiva.
• Capacidad intuitiva
“La intuición es la facultad que todos tenemos mediante la cual nos
es posible, en ciertos momentos, conocer una verdad sin pasar por
Manual de convivencia
La espiritualidad y pedagogía de la interioridad
- ¿Consideramos que la espiritualidad y la pedagogía de la
interioridad contribuyen al mejoramiento de la convivencia
escolar? ¿Qué papel desempeñan la espiritualidad y la pedagogía
ƎơȍŔǫȥʋơɭǫȶɭǫƎŔƎơȥȍŔɽɢȍŔȥǫ˪ƃŔƃǫȶȥơɽơȥȥʠơɽʋɭȶɽƃơȥʋɭȶɽࡳ
- ¿En nuestros centros hay espacios para el encuentro con Dios y
con las demás personas (rincones de paz, de oración)?
- ¿Cómo podemos promover el desarrollo de la espiritualidad e
interioridad en nuestros centros?
Aprender a organizarnos
La estructura participativa
Manual de convivencia
La participación de las y los estudiantes
En Fe y Alegría entendemos que las y los estudiantes son la chispa
ferviente del centro educativo, constituyen los protagonistas de la
construcción de aprendizajes de calidad y espacios para su desarrollo
personal e integral.
Al ser un movimiento de educación popular somos mensajeros de la
fe y mensajeros de la alegría. Es una alegría pertenecer a un espacio
donde junto a otras y otros pueda crecer, aportar, soñar, desarrollar
capacidades y habilidades que contribuyan a una sociedad más justa
e igualitaria.
Con fe y alegría aprenderemos a ser capaces de transformar el mundo
que queremos, para ello la organización es fundamental para lograr
ese gran sueño.
El sistema educativo dominicano cuenta con el Reglamento Orgánico
de las Instituciones Educativas Públicas por medio de la Ordenanza
4’99, donde se indica que el Consejo Estudiantil, los Consejos de
Cursos y el Comité de Trabajo son organismos de participación.
El Consejo Estudiantil es un colectivo integrado por los y las
76 presidentes y vicepresidentes de todos los Consejos de Curso de las
escuelas, liceos o colegios, elegidas/os de forma democrática por las
y los estudiantes de cada curso (Art. 9.1)
La participación y organización de las y los estudiantes constituye un
aspecto fundamental para la vida del centro educativo, tal como lo
establece la normativa del MINERD en consonancia con los principios
de la Educación Popular y de la identidad de Fe y Alegría. Estos
órganos de participación favorecen la formación para la democracia
y la construcción de ciudadanías críticas.
Al inicio de cada año escolar se irá conformando el Consejo Estudiantil
en la medida en que se van eligiendo las directivas de los consejos de
curso. Las y los presidentes y vicepresidentes de los Consejos de Curso
pasarán automáticamente a formar parte del Consejo Estudiantil del
centro educativo. Sus reuniones serán periódicas, preferiblemente
dos mensuales, dentro del horario de clases. Las y los estudiantes
integrantes participarán en programas formativos especiales que los
capaciten para el cumplimiento satisfactorio de sus funciones (Art.
9.2).
Fe y Alegría dominicana apuesta por el fortalecimiento de los Consejos
de Curso, por su concepción participativa y la intencionalidad de
atender de forma integral las necesidades de desarrollo de las y los
estudiantes. Además, concibe este organismo como la unidad de
Manual de convivencia
¿Cuáles espacios se proponen para la participación estudiantil en la
convivencia escolar?
• La convivencia escolar debe permear todo el centro educativo.
• Las aulas por niveles.
• En todos los espacios aledaños donde los y las jóvenes hagan
incidencia.
• Escuela de padres, madres y amigos.
Las aulas son y deben ser los primeros espacios de construcción de
convivencia escolar. ¿Qué es el aula? Es el primer espacio de vida
pública de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Es el lugar donde
transcurre la mayor parte del tiempo escolar de los y las alumnas y
se desarrollan las actividades fundamentales. Constituye la unidad
de pertenencia y referencia de alumnos y alumnas.
El espacio para construir relaciones sociales. En este lugar se habla, se
ơɽƃʠƃǠŔɽơƎǫŔȍȶnjŔɽơƎǫɽƃʠʋơɽơɭơ˫ơˉǫȶȥŔɽơơȥɽơȵŔɽơŔɢɭơȥƎơ
se juega, se permanece en silencio, se participa, se está aburrido, se
razona, se memoriza, se repite, etc. En el aula se vive la realidad de la
escuela. La construcción y conocimiento de la escuela como totalidad
78 se construye a partir de las experiencias vividas en ese ámbito.
La participación en el centro
¿Las y los estudiantes de nuestro centro tienen la oportunidad
de participar en la toma de decisiones en cuanto a contenidos
Ŕɭơ˫ơˉǫȶȥŔɭࢎɢȶɭơǿơȟɢȍȶơȥȍŔƎơ˪ȥǫƃǫȷȥƎơȍȶɽɢɭȶˊơƃʋȶɽˊ
ơȍŔŹȶɭŔƃǫȷȥƎơȍŔɽɢȍŔȥǫ˪ƃŔƃǫȶȥơɽࡳ
¿La comunidad educativa y los estudiantes participaron en la
construcción del PEC y del manual de convivencia del centro?
¿Cómo se puede dinamizar y activar la participación de las y los 79
estudiantes en el centro educativo?
¿Cómo las y los estudiantes pueden ser mediadores y pertenecer a
equipos dinamizadores de la convivencia escolar en el centro?
La convivencia escolar
Manual de convivencia
interrelación consensuadas y socializadas periódicamente en cada
comunidad educativa, en función de un mínimo común de normas,
cuyo cumplimiento se entiende que garantiza el bien común y el
logro de un proceso educativo de calidad” (MINERD, 2013, p. 15).
Sin embargo, la concepción y prácticas asociadas a la convivencia
ơɽƃȶȍŔɭơȥèơɢʡŹȍǫƃŔ7ȶȟǫȥǫƃŔȥŔɽơơȥƃʠơȥʋɭŔȥǫƎơȥʋǫ˪ƃŔƎŔɽƃȶȥơȍ
campo normativo, concretamente vinculado a un código de normas
que debe ser aplicado de acuerdo con cada situación. Si bien los
acuerdos y normas son fundamentales, se trata de una visión
limitada. Un signo de ello es que las normas del MINERD (2013) no
establecen una relación explícita entre la convivencia armoniosa, los
aprendizajes y los resultados de los aprendizajes. En ese sentido, en Fe
y Alegría apostamos a que cuando mejoran los procesos educativos,
ȟơǿȶɭŔȥȍȶɽɭơɽʠȍʋŔƎȶɽࡲFȥƎơ˪ȥǫʋǫʽŔƃʠŔȥƎȶȟơǿȶɭŔȍŔƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ
escolar, mejoran los aprendizajes y la calidad de la educación.
Una mejor comprensión de la convivencia escolar está asociada a la
vida cotidiana de los centros educativos, que abarca el campo de los
ŔɢɭơȥƎǫ˖Ŕǿơɽˊɽʠǫȥ˫ʠơȥƃǫŔơȥȍȶɽɭơɽʠȍʋŔƎȶɽƎơȍŔɽˊȍȶɽơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽࡲ
“La convivencia escolar más que un conjunto de normativas
80 consensuadas se trata de un modelo educativo que traspasa todas
las acciones que se llevan a cabo en el centro educativo con el
objetivo de generar un clima favorable de aprendizaje y ser humano
comprometido con una sociedad de paz” (Pacheco y Hernández, 2014,
p. 95).
Desde esta perspectiva, a partir de las recomendaciones de Pacheco
y Hernández (2014) en su análisis sobre la convivencia en los centros
ơƎʠƃŔʋǫʽȶɽƎơèơɢʡŹȍǫƃŔ7ȶȟǫȥǫƃŔȥŔˊƎơȍɢɭȶƃơɽȶɭơ˫ơˉǫʽȶƎơbơˊ
Alegría desde la escuela de cuidado, debemos tomar en cuenta los
siguientes aspectos al referirnos a la convivencia escolar:
• Es necesario trascender y superar la noción tradicional de
convivencia escolar con énfasis en las normas y sanciones.
• Invitamos a asumir una concepción de convivencia escolar
entendida como un proceso cotidiano, que transversaliza
ʋȶƎȶɽȍȶɽɢɭȶƃơɽȶɽƎơȍŔơɽƃʠơȍŔƎơljȶɭȟŔɭơ˫ơˉǫʽŔơȟɢŖʋǫƃŔ
participativa, sistemática, democrática y como un espacio
compartido de valores.
• En la escuela, concebida como una comunidad de aprendizaje
permanente, es fundamental comprender la convivencia
escolar asociada al rendimiento escolar, los aprendizajes y
resultados de las y los estudiantes. La educación apoyada
Manual de convivencia
la pedagogía del amor, valores esenciales que propician una actitud
positiva ante la vida, promueven la convivencia y motivan las buenas
relaciones.
Fe en Dios, fe en las personas y fe en que el mundo marcado por las
injusticias puede ser transformado. Se trata de una fe que incluye
y opta por los más desfavorecidos y responde a una concepción
de un Dios que es relación, que da vida, la recibe y vive en unión y
amor. De esta concepción emanan cuatro aspectos esenciales para la
convivencia escolar: dar vida, recibir vida, vivir en unidad y en amor.
• Dar vida a través de la palabra, la expresión de las emociones
y la acciones. En la vida cotidiana esto se traduce en una
apuesta no solo por dejar de maltratar, sino por construir y
cuidar la vida de manera permanente respetando la dignidad
de cada persona. Ejemplo de acciones concretas de dar vida
en los centros son enseñar con amor, garantizar los derechos
de NNA, eliminar las barreras que obstaculizan la inclusión,
ofrecer los alimentos y la merienda escolar adecuadamente,
promover la solidaridad con las familias más necesitadas del
centro, aceptar y reconocer las diferencias de las personas,
82 etc.
Manual de convivencia
armoniosas con base en las fortalezas y debilidades de las personas
más necesitadas que acceden a nuestros centros educativos.
Desde esas concepciones de Dios y persona que subyacen en la
identidad de Fe y Alegría, imaginamos la construcción de la sociedad
que soñamos en el compromiso y el anhelo de transformar aquellas
situaciones que generan desigualdad, inequidad e injusticia en
nuestras comunidades. Tener fe en la transformación de nuestras
comunidades nos lleva a entender la convivencia en sentido crítico-
transformador.
FɽƎơƃǫɭȍŔƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔɢŔƃǭ˪ƃŔȥȶɽơƃȶȥɽʋɭʠˊơƃȶȟȶŔʠɽơȥƃǫŔƎơȍ
ƃȶȥ˫ǫƃʋȶƃȶȥǫȥƎǫljơɭơȥƃǫŔˊȥơʠʋɭŔȍǫƎŔƎɽǫȥȶƎơɽƎơơȍƃȶȟɢɭȶȟǫɽȶ
por ser partícipes en la construcción de sociedades democráticas,
justas y participativas, y eso, en muchas circunstancias, implica
la indignación frente a lo injusto y la búsqueda de acciones
comprometidas para sensibilizar, concientizar, organizar, empoderar
y movilizar las comunidades para ejercer sus justos derechos y
ʋɭŔȥɽljȶɭȟŔɭ ơɽŔɽ ɽǫʋʠŔƃǫȶȥơɽ Ǝơ ǫȥǿʠɽʋǫƃǫŔࡲ Ŕ ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ ɢŔƃǭ˪ƃŔ
desde este punto de vista no es un silencio cómplice, sino una acción
comprometida con los derechos de las comunidades en las cuales
84 desarrollamos nuestras acciones educativas.
Manual de convivencia
aprendizajes de las y los estudiantes. Por esta razón, se han incluido
macroindicadores asociados al cuidado en cada uno de los procesos
ƎơȍòǫɽʋơȟŔƎơ¡ơǿȶɭŔࡲFɽȶɽǫnjȥǫ˪ƃŔɩʠơǠŔˊʠȥŔɽơɭǫơƎơŔɽɢơƃʋȶɽ
que deben ser considerados en los distintos componentes de los
procesos para garantizar la convivencia desde el paradigma y enfoque
del cuidado e implica que la responsabilidad en la construcción
de la convivencia debe ser compartida entre todos los actores de
la comunidad educativa y no simplemente delegada en equipos
directivos y departamentos de convivencia y orientación.
Disciplina positiva
Manual de convivencia
ellos no se atrevieron a hacer y los delegan en las personas de su
misma generación, por ejemplo, la escuela, que se percibe como
el lugar donde las personas de la misma generación de los padres
se encargan de formar a las niñas y los niños en los cambios
que ellos esperaban, delegando así los procesos de formación y
disciplina de estos.
• Ŕ ƃʠȍʋʠɭŔ ɢɭơ˪njʠɭŔʋǫʽŔ ɽǫnjȥǫ˪ƃŔ ɩʠơ ʽŔ ȥŔƃǫơȥƎȶ ȶ ơɽʋŖ
ơȟơɭnjǫơȥƎȶȶɢɭơ˪njʠɭŖȥƎȶɽơࡲFȥơɽʋŔȍŔɽŔŹʠơȍŔɽ࢚ŔŹʠơȍȶɽˊȍŔɽ
mamás-papás o sus pares (maestras-maestros) no constituyen
modelos de referencia ni en lo moral ni en la construcción de
ɽŔŹơɭơɽࡲ 7ơɽƎơ ơɽʋŔ ɢơɭɽɢơƃʋǫʽŔ ɽơ ơȥʋɭŔ ơȥ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶ ljɭơȥʋơ Ŕ
las normas disciplinares impuestas y los modelos normativos del
pasado.
þɭŔƎǫƃǫȶȥŔȍȟơȥʋơơȍƃȶȥȶƃǫȟǫơȥʋȶˊȍŔ˪njʠɭŔƎơŔʠʋȶɭǫƎŔƎˊƎǫɽƃǫɢȍǫȥŔ
ɭơɢȶɽŔŹŔ ơȥ ȍŔ ɽŔŹǫƎʠɭǭŔ Ǝơ ȍŔɽ ŔŹʠơȍŔɽ ˊ ŔŹʠơȍȶɽ ࢎɢȶɽ˪njʠɭŔʋǫʽȶ
luego se desplazó hacia los pares y en las funciones de la escuela
ࢎƃȶ˪njʠɭŔʋǫʽŔɢơɭȶơȥȍŔŔƃʋʠŔȍǫƎŔƎࢎɢɭơ˪njʠɭŔʋǫʽŔɢȶƎơȟȶɽŔ˪ɭȟŔɭ
que un niño o una niña tiene una gran cantidad de conocimientos,
conceptos, habilidades, actitudes y valores muy diferentes a los de
88 ȍŔɽnjơȥơɭŔƃǫȶȥơɽŔȥʋơɭǫȶɭơɽࡲŔ˪njʠɭŔƎơŔʠʋȶɭǫƎŔƎɽơƎơɽɢȍŔ˖ȷǠŔƃǫŔ
otros escenarios. Incluso, frente a los desafíos del mundo actual y
del futuro, son las niñas, los niños y los adolescentes quienes están
en condiciones de enseñar y los adultos en la posición de aprender.
Además, las normas o aspectos disciplinares que otras generaciones
intentan imponer no les son de fácil comprensión bien sea por el
sentido o por las diferentes visiones de la realidad.
7ơɽƎơơɽơȟǫɽȟȶŖȥnjʠȍȶȍŔɭơɢɭơɽơȥʋŔƃǫȷȥɽȶƃǫŔȍƎơȍȶɩʠơɽǫnjȥǫ˪ƃŔ
ser un docente (maestro o maestra) ha variado, de forma tal que la
autoridad simbólica y moral que representaba un maestro o maestra
para un estudiante se ha desplazado hacia nuevos actores, por
ơǿơȟɢȍȶ ˊȶʠʋʠŹơɭɽ ǫȥɽʋŔnjɭŔȟơɭɽ njŔȟơɭɽ ʋǫȇʋȶȇơɭɽ ơ ǫȥ˫ʠơȥƃơɭɽ
quienes han asumido la función formadora de nuevos ciudadanos
y ciudadanas y han propiciado, en no pocos casos, conductas que
transgreden las normas y rompen los límites establecidos dentro del
respeto a las personas y las instituciones.
Las tensiones generacionales subyacen en la escuela y, en no pocas
ȶƃŔɽǫȶȥơɽɽȶȥƃŔʠɽŔƎơƃȶȥ˫ǫƃʋȶơǫȥƃȍʠɽȶƎơʽǫȶȍơȥƃǫŔࡲáơɭȶŔʠȥơȥ
ɽʠȍŔʋơȥƃǫŔɢɭȶƎʠƃơȥŹɭơƃǠŔɽɩʠơɢȶɭʠȥȍŔƎȶƃȶȟȶŔ˪ɭȟŔ%ŔɭŹơɭȶ
(2004) han conducido a la devaluación de la memoria viva de las
ancianas y los ancianos, la crisis de la tradición y la sustitución de
Manual de convivencia
las preguntas que a nosotros jamás se nos ocurriría enunciar,
ɢơɭȶ ơɽ ȥơƃơɽŔɭǫȶ ɭơƃȶȥɩʠǫɽʋŔɭ ȍŔ ƃȶȥ˪Ŕȥ˖Ŕ ɽʠ˪ƃǫơȥʋơ ɢŔɭŔ ɩʠơ
los mayores puedan trabajar con ellos en la búsqueda de las
respuestas” (Mead, 1980, p. 123).
• Abrir espacios para que maestras y maestros más antiguos o
mayores puedan compartir sus prácticas y construyan experiencias
ɽǫnjȥǫ˪ƃŔʋǫʽŔɽǿʠȥʋȶŔȍŔɽȥʠơʽŔɽnjơȥơɭŔƃǫȶȥơɽࡲFɽʋŔơɽʠȥŔȟŔȥơɭŔ
de prevenir el síndrome de burnout, a la vez que se promueve el
sentido de pertenencia, compromiso y construcción de saberes.
• Abrir espacios de conversación a la comunidad con la
participación de estudiantes, madres, padres, personal de
Ŕɢȶˊȶ ˊ ŔƎȟǫȥǫɽʋɭŔʋǫʽȶ ˊ Ǝȶƃơȥʋơɽ ɢŔɭŔ ɭơ˫ơˉǫȶȥŔɭ ɽȶŹɭơ ȍȶɽ
valores, normas y acuerdos a partir de los diferentes referentes
generacionales y el sentido que se les concede a estos.
Manual de convivencia
El enfoque punitivo o retributivo
-ȶȟȶ ȶŹɽơɭʽŔȟȶɽ ơȥ ȍŔ njɭŖ˪ƃŔ ơȍ ơȥljȶɩʠơ ɢʠȥǫʋǫʽȶ ɽơ ʠŹǫƃŔ ơȥ
la ventana de la disciplina social en el cuadrante que conforma el
máximo de control con un mínimo de apoyo, es decir, se establecen
ȍǭȟǫʋơɽˊɽŔȥƃǫȶȥơɽƃȍŔɭŔȟơȥʋơƎơ˪ȥǫƎŔɽɢơɭȶɽǫȥʋơȥơɭơȥƃʠơȥʋŔȍŔɽ
diferentes consideraciones, necesidades, intereses o bienestar de las
personas.
Desde esta perspectiva, se tiende a estigmatizar y etiquetar a las
personas que cometen las faltas y se asume el castigo como el
núcleo de la justicia, entendiendo que es una respuesta proporcional
moralmente aceptable con relación a la falta. “Durante años se ha
impartido justicia dentro de las escuelas de una manera inquisitiva,
donde el castigo es el eje rector de la solución ante cualquier
problemática y en la medida en que se castigue, se cree que se está
reforzando el aprendizaje de aquel que cometió el daño” (Gutiérrez
de Piñeres, 2011, p. 9). Por lo tanto, se responderá haciendo algo
a la persona que ha cometido la falta, bien sea amonestándolo o
ƃŔɽʋǫnjŖȥƎȶȍȶ ɽǫȥ ơɽɢơɭŔɭ ʠȥŔ ɢŔɭʋǫƃǫɢŔƃǫȷȥ ɭơ˫ơˉǫʽŔ ȶ ŔƃʋǫʽŔ ɢȶɭ
parte de ella.
92
El enfoque permisivo
El enfoque negligente
El enfoque restaurativo
Manual de convivencia
La disciplina positiva es un modelo educativo que indica que la clave
de la educación no está en el castigo, sino en el proceso de orientar
ƎơȟŔȥơɭŔɢȶɽǫʋǫʽŔ˪ɭȟơŔljơƃʋǫʽŔˊɭơɽɢơʋʠȶɽŔȍŔɽǫȥʋơɭŔƃƃǫȶȥơɽơȥʋɭơ
personas adultas y niñas, niños, adolescentes. “[…] no es humillante
ni para los niños, ni para los adultos […], se basa en el respeto mutuo
ˊ ơȥ ȍŔ ƃȶȶɢơɭŔƃǫȷȥ ǫȥƃȶɭɢȶɭŔ ˪ɭȟơ˖Ŕ ƃȶȥ ƎǫnjȥǫƎŔƎ ˊ ɭơɽɢơʋȶ ƃȶȟȶ
fundamento para la enseñanza de las habilidades para la vida y un sitio
interno de control” (Nelsen, 2001, p. 14).
Para acercarnos a la comprensión del concepto, es bueno partir de
las ideas preconcebidas y prácticas cotidianas en las cuales un buen
ȥʡȟơɭȶƎơ Ǝȶƃơȥʋơɽ ˊɢŔƎɭơɽ ƎơljŔȟǫȍǫŔǫƎơȥʋǫ˪ƃŔȥȍŔƎǫɽƃǫɢȍǫȥŔ ƃȶȥ
el castigo o, en su defecto, que el castigo es el medio para alcanzar
la disciplina. Si bien los castigos y el rigor funcionan de manera
inmediata, a largo plazo no son tan efectivos. Además, es necesario
tener en cuenta las consecuencias negativas que generan los castigos
en las niñas, niños y adolescentes: resentimiento, revancha, rebeldía,
retraimiento (las cuatro “erres” del castigo). Desde este enfoque se
mantiene el orden, pero sin la libertad y la autonomía. En oposición
directa a este modelo, algunas maestras, maestros, padres y madres
de familia asumen posiciones permisivas en las cuales no establecen
94
límites, normas ni reglas. A veces desde la impotencia o la negligencia
mantienen la libertad, pero sin orden (Nelsen, 2001).
Por lo tanto, en el mismo marco conceptual de este manual, en el cual
se invita a cambiar las prácticas de disciplina punitiva, control excesivo
y enfoques que no establecen límites desde la permisividad o la
negligencia, se presenta de manera alternativa la disciplina positiva.
La palabra disciplina etimológicamente proviene “[…] del latín discipulus
ȶƎǫɽƃǭɢʠȍȶɩʠơɽǫnjȥǫ˪ƃŔɽơnjʠǫƎȶɭƎơʠȥŔʽơɭƎŔƎƎơɢɭǫȥƃǫɢǫȶɽȶƎơʠȥ
líder venerado” (Nelsen, 2001, p. 14). En consecuencia, entendemos que
la labor de seguimiento proviene de la motivación de los principios que
se asumen internamente, es decir, de la autonomía, no de la imposición
ni mucho menos de las acciones externas, tales como castigos y premios.
Por esta razón, uno de los aspectos fundamentales de la disciplina
positiva es comprender que las niñas, niños y adolescentes “[…] están
más dispuestos a seguir las reglas que ellos mismos han ayudado a
establecer, si poseen un sano concepto de sí mismos. La habilidad de
toma de decisiones se vuelve más efectiva al saberse miembros activos
de una familia, un salón de clases y una sociedad” (Nelsen, 2001, p. 15).
En síntesis, la propuesta de la disciplina positiva se centra en cuatro
principios según (Nelsen, 2001):
Manual de convivencia
La justicia restaurativa
ŔɭơɽȶȍʠƃǫȷȥƎơƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽࡪƎơȍɢŔɭŔƎǫnjȟŔʋɭŔƎǫƃǫȶȥŔȍŔȍɢŔɭŔƎǫnjȟŔ
restaurativo
Como anotábamos anteriormente, el castigo ha sido el mecanismo
asumido de forma privilegiada con relación a aquellas personas que no
actúan adecuadamente conforme a los valores o las normas. En nuestras
ɽȶƃǫơƎŔƎơɽ ȍŔʋǫȥȶŔȟơɭǫƃŔȥŔɽ ˊ ƃŔɭǫŹơȵŔɽ ɽơ ơȥƃŔʠ˖ȷ ˊ ǿʠɽʋǫ˪ƃȷ ƎơɽƎơ
diferentes ámbitos: las familias; las concepciones y prácticas religiosas;
las estructuras políticas, especialmente en los regímenes dictatoriales;
las estructuras militares; los sistemas penales y de justicia, y, por
supuesto, la escuela, donde se encuentra asociado al simbolismo del
buen funcionamiento, el orden y la disciplina.
“Las consecuencias de los castigos, cualesquiera que sean: tareas escritas,
asignaciones de escrituras repetitivas, tiempo fuera, prohibición de
participación en ciertas actividades, suspensiones y hasta expulsiones del
centro educativo, terminan estigmatizando a los estudiantes a quienes
se ve y que se ven a sí mismos como los ‘ problemáticosਖ਼ o los ‘malosਖ਼ del
salón de clase o de la unidad educativa” (Schmitz, 2018, p. 24). Se parte
96 del supuesto de que mediante este procedimiento las y los estudiantes
que realizan acciones indebidas cambiarán su comportamiento, sin
embargo, es una falsa expectativa ya que a partir de este supuesto no
se generan muchos cambios positivos, por el contrario, desencadena un
círculo vicioso en el cual las y los estudiantes cometen nuevas faltas, a
veces más graves, y a la par los castigos se hacen cada vez más fuertes
generando un clima de violencia que afecta la convivencia de manera
considerable.
“La Justicia Restaurativa invita a dar un giro de ciento ochenta grados
ŔơɽʋơʋǫɢȶƎơɢɭŖƃʋǫƃŔɽơȥȍŔɽơɽƃʠơȍŔɽŹʠɽƃŔɽȶȍʠƃǫȶȥŔɭȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽ
desde una óptica totalmente diferente y aun mayormente efectiva”
(España Lozano, 2020, p. 128). Por lo tanto, en coherencia con los principios
de la educación popular, y desde los valores humano-cristianos,
estamos invitados a generar nuevas prácticas amparados en el concepto
de justicia restaurativa como un modelo que nos permite atender de
manera integral las diferentes problemáticas asociadas a la disciplina
escolar.
Para promover la convivencia escolar en consonancia con los valores del
movimiento y los principios de la pedagogía de la educación popular,
estamos llamados a hacer un cambio del paradigma tradicional con
enfoque punitivo centrado en el castigo hacia el paradigma restaurativo
Manual de convivencia
Un daño social es
Se busca reparar el daño
El daño social reemplazado por otro
social.
(venganza).
La comunidad
educativa es un
La comunidad es
simple espectador:
involucrada como
ʠȥnjɭʠɢȶơɽɢơƃǭ˪ƃȶ
facilitadora de
Rol de la comunidad lidia con la
reparación. Aquellos
educativa situación; los demás
que resultan
afectados no
afectados toman parte
están involucrados
de las decisiones.
en buscar una
solución.
La responsabilidad
ɽơƎơ˪ȥơƃȶȟȶʠȥŔ
comprensión del daño
que se ha causado y del
òơƎơ˪ȥơơȥʋƢɭȟǫȥȶɽ
Responsabilidad impacto de las propias
de castigo.
acciones; quien causa el
daño hace sugerencias
98
sobre la forma de
repararlo.
Fuente: Basado en Hopkins, 2002.
Manual de convivencia
esta persona se remite al Departamento de Orientación o Dirección
desde donde se establecen las sanciones de acuerdo con el tipo de
falta que cometió y las personas agredidas o víctimas pasan a un
segundo plano.
Desde la justicia restaurativa la víctima adquiere un rol protagónico y
se busca cambiar las condiciones que originaron la agresión u ofensa.
Esto se realiza con la colaboración del agresor o victimario, quien
ɽŔȍơŹơȥơ˪ƃǫŔƎȶƎơȍɢɭȶƃơɽȶˊŔɩʠơȟơƎǫŔȥʋơơȍɭơƃȶȥȶƃǫȟǫơȥʋȶƎơ
sus responsabilidades y la realización de actuaciones para reparar
a la víctima, restaura sus relaciones con la comunidad (Brito, 2010).
%ɭǫʋȶࢎࠁ߿ࠀ߿ơɽɢơƃǭ˪ƃŔȍȶɩʠơɽơɢɭȶɢȶȥơȍŔǿʠɽʋǫƃǫŔɭơɽʋŔʠɭŔʋǫʽŔơȥ
función de los actores involucrados en el proceso: víctimas, ofensores
y la comunidad involucrada, tal como lo podemos observar en el
ɽǫnjʠǫơȥʋơnjɭŖ˪ƃȶࡲ
100
Manual de convivencia
En relación con la comunidad
- æʠơ ɢŔɭʋǫƃǫɢơ ŔƃʋǫʽŔȟơȥʋơ ơȥ ȍŔ ɭơɽȶȍʠƃǫȷȥ Ǝơ ȍȶɽ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽ
y genere espacios de seguridad para las personas víctimas y
agresoras.
- Que a partir del manejo de los casos se propicien espacios de
fortalecimiento a una ética de la convivencia.
- Que tome conciencia de las bases culturales y estructurales
Ǝơ ȍŔ ʽǫȶȍơȥƃǫŔ ˊ ơȍ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶ ɢŔɭŔ ɩʠơ ơȟɢɭơȥƎŔ Ŕƃƃǫȶȥơɽ Ǝơ
transformación.
- Que acoja y proteja a las víctimas y abra espacios de reinserción
a las personas victimarias o agresoras para superar estigmas y
prejuicios.
Manual de convivencia
7ơ ŔƃʠơɭƎȶ ƃȶȥ ȍŔ Ǝơ˪ȥǫƃǫȷȥ ȶljɭơƃǫƎŔ ɢȶɭ ¡ŔɭɽǠŔȍȍ ࢎࠀࠈࠈࠅ ƎơɽƎơ
el Consorcio de Justicia Restaurativa, que fue asumida por la ONU,
“[…] la justicia restaurativa es un proceso mediante el cual todas las
partes interesadas en un delito en particular se unen para resolver
colectivamente cómo lidiar con las consecuencias del delito y sus
implicaciones para el futuro” (McCold, 2006, p. 23). Siguiendo esta
Ǝơ˪ȥǫƃǫȷȥ ƎơŹơɭǭŔȟȶɽ ǠŔŹȍŔɭ Ǝơ ɢɭŖƃʋǫƃŔɽ ɭơɽʋŔʠɭŔʋǫʽŔɽ ɢɭǫȟŔɭǫŔɽ
en las cuales las víctimas y los agresores se encuentran cara a cara
ˊ ƎơʋơɭȟǫȥŔȥ ơȍ ɭơɽʠȍʋŔƎȶࡲ òȶŹɭơ ȍŔ ŹŔɽơ Ǝơ ơɽʋŔ Ŕ˪ɭȟŔƃǫȷȥ ɽơ
considera que hay prácticas restaurativas parcialmente restaurativas,
mayormente restaurativas y completamente restaurativas, tal como
ȍȶɢȶƎơȟȶɽŔɢɭơƃǫŔɭơȥơȍɽǫnjʠǫơȥʋơnjɭŖ˪ƃȶࢎ¡ƃ-ȶȍƎˊĭŔƃǠʋơȍࠁ߿߿ࠂ
p. 3).
104
Manual de convivencia
áɭŖƃʋǫƃŔɽɭơɽʋŔʠɭŔʋǫʽŔɽɢŔɭŔȍŔɢɭơʽơȥƃǫȷȥˊnjơɽʋǫȷȥƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶơȥ
la escuela
Las prácticas restaurativas que recomiendan los expertos en el ámbito
ơɽƃȶȍŔɭʋŔȍƃȶȟȶɽơȶŹɽơɭʽŔơȥơȍnjɭŖ˪ƃȶŹŔɽŔƎȶơȥ-ȶɽʋơȍȍȶˊȶʋɭȶɽ
(2013) son la escucha activa, las declaraciones afectivas, las preguntas
afectivas, las pequeñas reuniones espontáneas y los círculos y las
reuniones restaurativos, que se ubican en un continuum que va desde
lo más sencillo e informal a lo más complejo y formal (Pomar, 2013,
p. 217). Además, en la lógica de los procesos del sistema educativo
dominicano, incluimos dos prácticas mayormente restaurativas: la
mediación y la disciplina positiva (que ya presentamos previamente).
106
La escucha activa
ŔơɽƃʠƃǠŔŔƃʋǫʽŔǫȟɢȍǫƃŔƃȶȥƃơȥʋɭŔɭɽơˊ˪ǿŔɭƃȍŔɭŔȟơȥʋơȍŔŔʋơȥƃǫȷȥ
para captar la totalidad del mensaje, interpretando adecuadamente
el lenguaje verbal y no verbal (tono de voz, lenguaje corporal) y
permitiéndonos retroalimentar a la persona que escuchamos sobre
Declaraciones afectivas
Preguntas afectivas
Manual de convivencia
Las preguntas se formulan sin preguntar por qué lo hizo, y más
bien de forma abierta, desde la neutralidad, en un proceso justo y
respetuoso, sin juzgar a las personas y permitiendo que expresen sus
sentimientos. Con este tipo de preguntas se considera a las personas
en su contexto, invitáȥƎȶȍŔɽ Ŕ ɭơ˫ơˉǫȶȥŔɭ ɽȶŹɭơ ȍȶ ɩʠơ ǠŔ ɢŔɽŔƎȶ
ofreciendo la oportunidad de contar su propia historia, generando
empatía y comprensión, las cuales contribuyen a obtener mejores
resultados (Schmitz, 2018).
Reunión restaurativa
Manual de convivencia
• Antes de la reunión, la persona facilitadora debe conocer los
detalles del incidente hablando con todos los involucrados
(ofensores, víctimas, apoyadores respectivos).
• La preparación de la reunión debe prever el tiempo requerido
y el espacio adecuado con el número de participantes.
• Las personas involucradas (víctimas, ofensores, apoyadores)
deben aceptar participar de forma voluntaria.
• A pesar de haberse cometido una ofensa, daño o agresión,
las personas facilitadoras nunca se dirigen a las involucradas
usando sus nombres y nunca se pueden usar términos como
“víctima” u “ofensor” para evitar la estigmatización de las
personas.
• Cuando las personas no concuerdan en el grado de
responsabilidad frente a lo acontecido, la persona facilitadora
debe procurar que cada uno conozca el punto de vista y la
posición de los otros antes de iniciar la reunión restaurativa.
• Una reunión puede involucrar varios actores (hasta 25). En
esos casos es importante contar con uno o dos apoyos para
preparar la reunión.
• “La regla general es: una reunión restaurativa por incidente,
110 incluso cuando hay varias víctimas y varios ofensores”.
• Cuando una persona involucrada en el incidente (víctimas u
ofensores) no desea participar en la reunión restaurativa, esta
se puede llevar a cabo cuando tenga una mejor disposición.
• ʠȥɩʠơ Ŕȍnjʠȥȶɽ ǫȥƃǫƎơȥʋơɽ ȥȶ ɢŔɭơ˖ƃŔȥ ȍȶ ɽʠ˪ƃǫơȥʋơȟơȥʋơ
graves para realizar una reunión restaurativa, es primordial
dialogar con las víctimas para discernir si es conveniente o
no la realización de la reunión.
• “Si el ofensor ya ha pasado previamente por una reunión
restaurativa, y vuelve a ofender un poco después, no podrá
participar de una reunión restaurativa. Esto debe siempre
aclararse cuando una persona pasa por primera vez por
un proceso restaurativo. Es una oportunidad que no puede
repetirse” (Schmitz, 2018, p. 98).
La mediación
Es una práctica mayormente restaurativa porque involucra a las
víctimas y los ofensores. En la mediación, una tercera persona neutral
facilita un diálogo entre la víctima y la persona ofensora para hablar
sobre cómo los afectó el delito; compartir información; desarrollar
Manual de convivencia
deberá recurrir al Equipo de Mediación. El equipo de Mediación
oirá al estudiante denunciado y buscará una conciliación
entre las partes. Como parte del proceso educativo, el Equipo
de Mediación podrá solicitar al estudiante denunciado que
proponga las medidas educativas y disciplinarias que está
dispuesto(a) a cumplir por la falta denunciada.
Si se logra un acuerdo entre las partes, se dará por cerrado el
proceso y el Equipo de Mediación comunicará el resultado al
Equipo de Gestión. En este caso, no se tomarán otras medidas
en contra de la persona denunciada.
Si no se lograra un acuerdo o este no fuera cumplido por
una de las partes, el equipo de Mediación informará la
situación de inmediato al Equipo de Gestión para el inicio del
procedimiento correspondiente (MINERD, 2013, p. 36).
Para lograr lo ante mencionado, se plantean cuatro principios que,
según Van Ness (2006), citado por la Fundación para la Reconciliación,
son las cuatro columnas de soporte de la justicia restaurativa:
Cuatro principios de la justicia restaurativa
112
En
Manual de convivencia
satisfacción de las partes hacia el proceso de mediación. Es este
espacio además de evaluar el acuerdo, las partes pueden evaluar el
papel del/a mediador/a y su importancia en el proceso.
114
Fɽʋơ ɢɭȶƃơɽȶ ƃǫɭƃʠȍŔɭ ʋǫơȥơ ȍŔ ƃŔɭŔƃʋơɭǭɽʋǫƃŔ Ǝơ ɽơɭ ˫ơˉǫŹȍơ ơɽ
decir, que se puede ir al paso anterior cuando sea necesario,
pero no podemos saltar los pasos. Cada uno de ellos son
importantes para el buen desarrollo del proceso de mediación
ˊƃʠȟɢȍơȥʠȥȶŹǿơʋǫʽȶɢŔɭʋǫƃʠȍŔɭɢŔɭŔɭơɽʋŔŹȍơƃơɭȍŔƃȶȥ˪Ŕȥ˖Ŕ
y la comunicación.
FȍȍơȟŔƎơȍŔƃŔȟɢŔȵŔ-ʠǫƎŔƎȶzȥ˪ȥǫʋȶƎơbơˊȍơnjɭǭŔơɽ¡ŔȍʋɭŔʋȶ
ƃơɭȶƃʠǫƎŔƎȶǫȥ˪ȥǫʋȶFȥŔȍnjʠȥȶɽƃơȥʋɭȶɽʋŔȟŹǫƢȥɽơƎǫljʠȥƎǫȷƃȶȟȶ
ĪǫȶȍơȥƃǫŔ ƃơɭȶ ƃʠǫƎŔƎȶ ǫȥ˪ȥǫʋȶ Ŕ ɢɭȶɢʠơɽʋŔ ɽơ ȍŔȥ˖ȷ ƃȶȟȶ ʠȥŔ
campaña educomunicativa. Así se promovieron diversas acciones
que facilitaron los procesos de sensibilización y concientización para
mejorar la convivencia y la equidad en las relaciones entre hombres
y mujeres, promover los ambientes socioafectivos y establecer
relaciones armoniosas, contribuyendo al cuidado del centro y el
ambiente.
En este documento recuperamos este lema como uno de los pilares
que ayudará a direccionar la convivencia en nuestros centros
educativos no solo por la dinámica asociada a sus actividades, sino
porque facilita la comprensión de algunos principios que deben
garantizarse en cada uno de nuestros espacios. En cierta forma,
el lema actúa como un continuum o un dispositivo que permite
amortiguar las tensiones entre normas y valores, entre lo punitivo y
lo restaurativo, que fácilmente tienden a escindirse cuando no existe
una adecuada comprensión de los procesos.
115
Maltrato cero
Maltrato cero, abuso cero, violencia cero nos invita a seguir
los protocolos establecidos, atendiendo al debido proceso y
la obligación de denunciar los abusos. El hecho de asumir la
ǿʠɽʋǫƃǫŔ ɭơɽʋŔʠɭŔʋǫʽŔ ȥȶ ɽǫnjȥǫ˪ƃŔ Ǝơ ȥǫȥnjʠȥŔ ȟŔȥơɭŔ ƎơǿŔɭ Ǝơ ȍŔƎȶ
esta vía, que como tal es un mecanismo de protección y, a la vez,
garantizar los derechos de las personas, especialmente de NNA
y de quienes se encuentren en condiciones de vulnerabilidad. Sin
ơȟŹŔɭnjȶ ƎơɽƎơ ơȍ ƃʠǫƎŔƎȶ ǫȥ˪ȥǫʋȶ ŹŔǿȶ ȍŔ ȟǫɭŔƎŔ Ǝơ ȍŔ ética del
cuidado y la justicia restaurativa, sabemos que debemos atender,
defender y priorizar a las víctimas, pero también formar valores
desde el perdón, la reconciliación y el cuidado para velar por los
derechos y atender a todas las personas, incluidas, por supuesto,
ȍŔɽ ȶljơȥɽȶɭŔɽ ƃȶȥ ơȍ ˪ȥ Ǝơ ơʽǫʋŔɭ ɽʠ ơɽʋǫnjȟŔʋǫ˖Ŕƃǫȷȥ ȶ ơˉƃȍʠɽǫȷȥࡲ
Manual de convivencia
Maltrato cero nos recuerda que seguimos parámetros legales y
ȥȶɭȟŔʋǫʽȶɽࡲòǫnjȥǫ˪ƃŔɩʠơɢŔɭŔơʽǫʋŔɭƃʠŔȍɩʠǫơɭʋǫɢȶƎơȟŔȍʋɭŔʋȶȍȶɽ
centros educativos de Fe y Alegría damos cumplimiento y seguimiento
a las normativas y a lo establecido en el marco jurídico vigente para la
protección de niñas, niños y adolescentes: Código del Menor, Normas
del sistema educativo dominicano para la convivencia armoniosa en
los centros educativos públicos y privados (MINERD, 2013) y diferentes
normativas emanadas del MINERD, incluido el manual de convivencia
del centro, junto con los instrumentos propios de Fe y Alegría:
Protocolo Institucional para la Prevención de Abusos en Menores de
Edad o Personas bajo cualquier Condición de Vulnerabilidad (Veras,
Lenk y Adames, 2019) y las políticas de género (Fe y Alegría República
Dominicana, 2019; FIFyA, 2019).
Aunque partimos del Principio del Interés Superior de NNA, nuestra
mirada cobija a todos los actores de la comunidad educativa que
deben ser tratados con respeto y dignidad evitando cualquier tipo
de maltrato. Contextualizado en el sistema educativo dominicano,
entendemos que maltrato es:
Cualquier acción u omisión intencional en contra de cualquier
116 integrante de la comunidad educativa, con independencia del
ȍʠnjŔɭơȥɩʠơɽơƃȶȟơʋŔˊɩʠơɽơŔɽʠ˪ƃǫơȥʋơɢŔɭŔࡪ
1) Producir el temor razonable de sufrir un menoscabo en su
integridad física o psíquica, su intimidad, su propiedad o en
otros derechos fundamentales.
2) Crear un ambiente hostil, intimidatorio, humillante o
abusivo.
3) 7ǫ˪ƃʠȍʋŔɭ ȶ ǫȟɢơƎǫɭ Ǝơ ƃʠŔȍɩʠǫơɭ ȟŔȥơɭŔ ɽʠ ƎơɽŔɭɭȶȍȍȶ ȶ
desempeño académico, afectivo, moral, intelectual, espiritual
o físico.
òơơȥʋơȥƎơɭŖƎơȥʋɭȶƎơơɽʋŔƎơ˪ȥǫƃǫȷȥƎơȟŔȍʋɭŔʋȶȍȶɽŔƃʋȶɽ
realizados de forma escrita, verbal, gestual o a través de
medios tecnológicos o cibernéticos (MINERD, 2013, p. 15).
Abuso cero
En cuanto al abuso infantil, Fe y Alegría dominicana, atendiendo al
7ơƃɭơʋȶFǿơƃʠʋǫʽȶࠈࠇ࢚ࠈࠇ˪ɭȟŔƎȶơȍࠀࠀƎơȟŔɭ˖ȶƎơࠀࠈࠈࠇơȥơȍƃʠŔȍɽơ
declara el mes de abril de prevención del abuso infantil, promueve
ȍŔƃŔȟɢŔȵŔơƎʠƃȶȟʠȥǫƃŔʋǫʽŔࢨ-ʠǫƎŔƎȶƃȶȥơȍƃʠǫƎŔƎȶࢩƃȶȥơȍ˪ȥƎơ
Manual de convivencia
Es importante recalcar, que, en cuanto al abuso sexual, no
aplica en ninguna circunstancia la justicia restaurativa.
Violencia cero
-ȶȟȶǠơȟȶɽʽǫɽʋȶȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽŔƃʋʡŔȥƃȶȟȶȶɢȶɭʋʠȥǫƎŔƎˊʋŔȟŹǫƢȥ
como crisis. En esta última pueden agudizarse de forma negativa,
derivando en violencia que puede ser intencionada, espontánea,
ʽǫɽǫŹȍơȶǫȥʽǫɽǫŹȍơࡲŔƃŔȟɢŔȵŔ-ʠǫƎŔƎȶzȥ˪ȥǫʋȶɽơȶɭǫnjǫȥȷƃȶȥơȍ˪ȥƎơ
promover Las políticas de igualdad y equidad de género, sensibilizar,
concientizar, empoderar y movilizar acciones para incidir y prevenir la
violencia de género. En su momento, a partir de las problemáticas del
contexto, entre los que contamos dos feminicidios que cercenaron
118 la vida de una de nuestras maestras y de una madre colaboradora4,
ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔȟȶɽƃǫȥƃȶljȶɭȟŔɽƎơʽǫȶȍơȥƃǫŔɩʠơŔljơƃʋŔȥȍŔɽɭơȍŔƃǫȶȥơɽ
entre hombres y mujeres en nuestros centros: violencia simbólica,
violencia física, violencia psicológica, violencia sexual, violencia
estructural e incluimos el embarazo de adolescentes como una forma
de violencia de género.
Una primera aproximación al concepto de violencia nos la proporciona
ȍŔ¶¡òŔȍƎơ˪ȥǫɭȍŔƃȶȟȶࢨࢂࢃơȍʠɽȶƎơȍǫŹơɭŔƎȶƎơȍŔljʠơɭ˖ŔljǭɽǫƃŔȶ
el poder ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo,
otra persona, o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas
probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos,
trastornos del desarrollo o privaciones” (OMS, 2002). Esta realidad
de múltiples manifestaciones puede ser interpretada a partir de
ȍȶɽ Ŕɢȶɭʋơɽ Ǝơ eŔȍʋʠȥnj ࢎࠀࠈࠈࠇ ơȍ ƃʠŔȍ Ŕ˪ɭȟŔ ɩʠơ ࢨࢂࢃ ơɽ ơȍ ljɭŔƃŔɽȶ
ơȥȍŔʋɭŔȥɽljȶɭȟŔƃǫȷȥƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶȍȶɩʠơȍȍơʽŔŔȍŔʽǫȶȍơȥƃǫŔࢩˊʠȥŔ
ɽơnjʠȥƎŔʋơɽǫɽɩʠơƃȶȥɽǫƎơɭŔɩʠơࢨࢂࢃơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶȟȶʽǫȍǫ˖ŔʠȥŔɭơɽơɭʽŔ
ƎơơȥơɭnjǭŔɩʠơɢʠơƎơɽơɭʠʋǫȍǫ˖ŔƎŔɢŔɭŔ˪ȥơɽƃȶȥɽʋɭʠƃʋǫʽȶɽȥȶɽȶȍȶ
destructivos” (Galtung, 1998, p. 14).
4 Mirelis Pérez Urbáez (+30 de octubre de 2017), maestra de primer grado, y Adalfri
Maribel García (+abril de 2018), madre de un estudiante de FyA y colaboradora del
centro.
-ʠǫƎŔƎȶǫȥ˪ȥǫʋȶ 119
El lema de la campaña conforma la dinámica que moviliza nuestras
interacciones para la construcción de la convivencia en la escuela.
Por un lado, asumimos en nuestras escuelas las políticas de maltrato
cero, abuso cero, violencia cero, implementando los diferentes
instrumentos y protocolos para proteger a toda la comunidad
educativa. Por otro lado, instalamos capacidades para promover el
diálogo, la compasión, el perdón y la reconciliación. Esto nos ubica
en la ventana de la disciplina restaurativa en la cual asumimos alto
control mediante la construcción y seguimiento de normas y reglas
claras, construidas colectivamente, pero también de alto apoyo y
acompañamiento a las personas desde sus diferentes circunstancias.
Desde esta perspectiva, debemos mantenernos alerta ya que en algunos
ɢŔǭɽơɽƎȶȥƎơɽơǠŔȥŔɽʠȟǫƎȶɢȶȍǭʋǫƃŔɽƎơʋȶȍơɭŔȥƃǫŔƃơɭȶǠŔɽǫnjȥǫ˪ƃŔƎȶ
lamentablemente, la exclusión y la judicialización de niñas, niños y
adolescentes. Por esta razón se ha promovido la justicia restaurativa en
la escuela, para evitar que niñas, niños y adolescentes sean excluidos de
los sistemas educativos o vayan a lugares de reclusión. En ese sentido,
nuestra manera de proceder debe ser enfática, a la hora de actuar frente
a cualquier ofensa, y a la vez compasiva con la persona ofensora. Esto
implica comprender que los castigos no son la solución adecuada ni la
Manual de convivencia
ȟơǿȶɭɭơɽɢʠơɽʋŔŔȍŔɭnjȶɢȍŔ˖ȶˊɩʠơŔƃȶȟɢŔȵŔȥƎȶȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽƎơɽƎơ
la justicia restaurativa se pueden obtener muy buenos resultados.
Formación en valores
Fe y Alegría comprende la educación popular como una propuesta
que, a partir de sus pilares ético, sociopolítico, pedagógico y
epistemológico, puede transformar la sociedad. A partir de esta
ƃȶȥƃơɢƃǫȷȥɽơƃȶȥɽʋɭʠˊơʠȥŔɢɭȶɢʠơɽʋŔƎơƃǫʠƎŔƎŔȥǭŔŔ˪Ŕȥ˖ŔƎŔơȥ
el pilar ético que se fundamenta en los valores humano-cristianos,
que busca generar procesos que permitan valorar lo que es bueno y
recto a partir de la formación de la propia conciencia moral y de los
principios de autonomía y justicia, para derivar de allí los valores que
darán origen a la construcción de las normas y acuerdos y, a partir
de este contexto, establecer los adecuados juicios éticos. Es una
apuesta desde la indignación y la no conformidad con las diferentes
situaciones que emergen de los distintos contextos socioeconómicos,
y que de una u otra forma generan situaciones de desigualdad y
ơˉƃȍʠɽǫȷȥࡲ 7ơɽƎơ ŔǠǭ ɽơ ɢɭȶɢȶȥơ ŔɢȶɭʋŔɭ ɽǫnjȥǫ˪ƃŔʋǫʽŔȟơȥʋơ Ŕ ȍŔ
construcción de nuevas ciudadanías, autónomas y responsables.
En ese sentido, la escuela se proyecta como un espacio donde se
120 desarrollan valores y se experimenta cotidianamente la construcción
de convivencia y ciudadanía, por lo tanto, la formación ética es
transversal al quehacer de la escuela, permeando la vida de toda
la comunidad educativa y debe ser asumida desde la identidad
y espiritualidad de Fe y Alegría, entendida como Movimiento de
Educación Popular y Promoción Social.
La formación en valores se desarrolla mediante las competencias
fundamentales del currículo dominicano. La competencia ética y
ƃǫʠƎŔƎŔȥŔɽơɭơ˫ơǿŔƃʠŔȥƎȶȍŔɢơɭɽȶȥŔɽơɭơȍŔƃǫȶȥŔơǫȥʋơɭŔƃʋʡŔƎơɽƎơ
el valor del respeto, la justicia y la equidad, de manera personal, social
e institucional; también, cuando está comprometido con la defensa
de los derechos humanos. Con esta mirada y posición, desde Fe y
Alegría, se promueven espacios que orientan a los diferentes actores
de los centros educativos a fortalecer y recuperar los principios
éticos, a ser personas críticas frente a las injusticias y a propiciar
ambientes saludables, de cuidado y empatía en el ambiente escolar.
La competencia de desarrollo personal y espiritual se motiva, forma y
acompaña a las personas en el fortalecimiento espiritual, respetando
sus creencias y teniendo en cuenta sus ideales y principios.
7ơɽƎơ ȍŔ ɢȍŔȥǫ˪ƃŔƃǫȷȥ Ǝơ ȍȶɽ ɢɭȶˊơƃʋȶɽ ƃȶȥƃɭơʋŖȥƎȶɽơ ơȥ ȍŔ
ɢȍŔȥǫ˪ƃŔƃǫȷȥƎǫŔɭǫŔȍŔɽŔƃʋǫʽǫƎŔƎơɽƎơŔɢɭơȥƎǫ˖ŔǿơơɽʋŖȥŔɭʋǫƃʠȍŔƎŔɽ
con el desarrollo de contenidos de actitudes y valores, como el respeto,
la solidaridad, los trabajos colaborativos y/o trabajos en equipo, la
Manual de convivencia
ࡧáơɭȟǫʋơơȍɽʠɭnjǫȟǫơȥʋȶƎơȍƃȶȥ˫ǫƃʋȶˊŔɢȍǫƃŔơɽʋɭŔʋơnjǫŔɽƎơɭơɽȶȍʠƃǫȷȥ
colectiva de este.
• Desarrolla un clima de acogida y aceptación a todos en la diferencia.
• Forma a los sujetos para ser protagonistas de la historia.
• Permite la construcción de la norma a través de acuerdos.
• Genera valoración de la propia identidad sociocultural.
• Practica el comportamiento ajustado en valores.
• Promueve el respeto y la solidaridad por el entorno y lo público.
En la gestión de la escuela y del aula, anteponemos los valores a las
normas, ya que buscamos formar actitudes y personas autónomas para
que cada uno desde su conciencia asuma los distintos compromisos
personales, familiares y sociocomunitarios. Si tomáramos primero el
camino de las normas, nuestro recorrido fortalecería la heteronomía.
Si bien está claro que los acuerdos y normas son factores claves
ɢŔɭŔ ȍŔ ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ ˊ ƃǫʠƎŔƎŔȥǭŔ ɢŔƃǭ˪ƃŔ ǫnjʠŔȍȟơȥʋơ ƎơŹơȟȶɽ
comprender que deben ser originados y sustentados a partir de los
122 valores que profesamos, en este caso, los valores humano-cristianos
y los que preceden a los derechos humanos.
ESTRATEGIAS PARA LA
CONSTRUCCIÓN DE
CONVIVENCIA EN FE Y ALEGRÍA:
NOS PONEMOS EN MOVIMIENTO
Manual de convivencia
Estrategias para la construcción de
convivencia en Fe y Alegría: Nos ponemos en
movimiento
Desde Fe y Alegría se quiere aunar esfuerzos, despertar en las y los
actores de los centros educativos el dinamismo y la actitud positiva
para promover una cultura de paz y de esta manera fomentar la
ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔơɽƃȶȍŔɭʋɭŔȥɽljȶɭȟŔɭȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽˊŔȍŔʽơ˖ɢɭơʽơȥǫɭȍȶɽ
a través de la construcción de la escuela de cuidado y los diferentes
programas de paz formativos desarrollados por el MINERD.
Las estrategias para atender los desafíos que nos plantea la
convivencia escolar no son exclusivamente didácticas; “[…] en un
sentido más amplio corresponden a un conjunto de acciones de
diversa naturaleza empleadas para responder a eventos que surgen
en la dinámica de trabajo en el aula y en las relaciones interpersonales
entre alumnos. En este sentido, se entiende por estrategias aquellos
procedimientos, técnicas y actividades dirigidos hacia un objetivo
ơɽɢơƃǭ˪ƃȶࢩࢎ-ǠŖʽơ˖èŔȟȶɽˊĪơȍŖ˖ɩʠơ˖ࠁ߿ࠀࠆɢࡲࠅࠁࡲ
124
Al asumir esta dinámica es preciso reconocer que las estrategias
se implementan para mejorar la convivencia en sí misma. Si bien
muchos estudios indican que al ocurrir esto mejoran también los
aprendizajes de las y los estudiantes, debemos tener muy presente
que la escuela es el espacio donde se aprende a ser personas y a vivir
de manera democrática, además de los aprendizajes académicos.
En los Apuntes para la educación y el desarrollo post-2015 de la UNESCO,
López (2014) presenta las estrategias que funcionan y aquellas que
no son pertinentes desde ningún punto de vista en materia de
convivencia escolar. “Lo que funciona en materia de convivencia
escolar son estrategias sistémicas a nivel de escuela completa, que
contemplan acciones en los tres niveles que indica la Organización
Mundial de la Salud para las intervenciones psicosociales: un nivel de
promoción o prevención primaria, un nivel de prevención secundaria
y un nivel de prevención terciaria” (López, 2014).
• De acuerdo con el modelo de intervención de la OMS el
nivel 1 de prevención primaria es indicado para toda la
comunidad educativa (estudiantes, docentes, personal
administrativo, personal de apoyo, padres, madres y
comunidad en general). Se promueve desde las diferentes
Manual de convivencia
Desde otra perspectiva, es importante tener en cuenta que no solo
se trata de intervenir en situaciones concretas. Nuestra mirada de
convivencia escolar para la construcción de ciudadanía y escuelas
democráticas nos debe llevar siempre a indagar por las causas. En
este sentido, vale la pena tener en cuenta el esquema teórico para el
análisis propuesto por Fierro, Carbajal y Martínez-Parente, 2010.
Usando la metáfora del iceberg para representar la convivencia,
Fierro, Carbajal y Martínez-Parente (2010) indican que en la punta
del iceberg se encuentran las situaciones de convivencia de la vida
cotidiana de la escuela, las vivencias, las prácticas, los problemas
ɩʠơɽơǫƎơȥʋǫ˪ƃŔȥƃȶȟȶʋŔȍơɽȍŔɽʋơȥɽǫȶȥơɽȍŔɽƃȶȥʽơɭɽŔƃǫȶȥơɽơȥ
Ǝơ˪ȥǫʋǫʽŔ ȍȶ ơˉɢȍǭƃǫʋȶ ɩʠơ ɽơ ʽơ ơɽƃʠƃǠŔ ˊ ɽǫơȥʋơࡲ Fȥ ʠȥ ɽơnjʠȥƎȶ
nivel de análisis se encuentra la lógica que sustenta las acciones
ơˉɢɭơɽŔƎŔɽˊǿʠɽʋǫ˪ƃŔƎŔɽɢȶɭȍŔɽˊȍȶɽơƎʠƃŔƎȶɭơɽࡷɽơʋɭŔʋŔƎơŔɩʠơȍȍŔɽ
razones que están detrás de las acciones, es decir las concepciones.
En un tercer nivel más teórico y de mayor profundidad se encuentran
los diferentes abordajes y enfoques teóricos que permiten el análisis
de las problemáticas, por ejemplo, convivencia escolar, desarrollo
moral, justicia restaurativa, inclusión, ética del cuidado, etc.
126 A partir de estos diferentes niveles de profundidad, se establecen
las estrategias, lo que Fierro, Carbajal y Martínez-Parente (2010)
llaman “maestros y escuelas en movimiento”, una denominación muy
pertinente desde la identidad de Fe y Alegría, que sugiere ponernos
en acción. De hecho, desde las concepciones de la educación popular
y el propio Sistema de Mejora de Calidad de Fe y Alegría, en la fase
de evaluación, partimos del contexto y sus problemáticas. En este
ƃŔɽȶ ȍŔɽ ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔƎŔɽ ơȥ ơȍ ɢɭȶƃơɽȶ Ǝơ ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ ˊ ƃǫʠƎŔƎŔȥǭŔࡲ
Fȥ ȍŔ ljŔɽơ Ǝơ ɭơ˫ơˉǫȷȥ ŔȥŔȍǫ˖Ŕȟȶɽ ȍŔɽ ƃŔʠɽŔɽ ˊ ƃȶȥɽơƃʠơȥƃǫŔɽ Ǝơ
las problemáticas, las explicamos en los propios términos de la
comunidad educativa y profundizamos sobre nuevos referentes
conceptuales para pensar líneas de acción que se concretizan
estratégicamente en planes de mejora a tres años. Esta dinámica nos
lleva a ponernos en movimiento para intervenir en nuestras escuelas
ˊ˪ȥŔȍȟơȥʋơȥȶɽƃȶȥƎʠƃơŔƃȶȥɽʋɭʠǫɭƃȶȥȶƃǫȟǫơȥʋȶɽŔɢŔɭʋǫɭƎơȍŔɽ
prácticas implementadas.
Fierro, Carbajal y Martínez-Parente (2010) ubican las estrategias
(ponerse en movimiento) en la metáfora del iceberg como de
contención, de formación y de transformación, en respuesta a los
diferentes niveles de expresión de la convivencia escolar, tal como
ɢʠơƎơŔɢɭơƃǫŔɭɽơơȥȍŔɽǫnjʠǫơȥʋơnjɭŖ˪ƃŔࡲ
Manual de convivencia
Estrategias y programas del MINERD para promover la cultura
de paz
5 Proveer a las personas y a los grupos las aptitudes necesarias para afrontar un
ƃȶȥ˫ǫƃʋȶࡲ
Manual de convivencia
ÚɧȲƂƟɷŔȜǨƟȢʄȲɝȲɷǨʄǨʶȲƌƟȊƂȲȢ˪ǨƂʄȲ
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ƃɭơŔɭȟơƃŔȥǫɽȟȶɽƎơŔɢȶˊȶɢŔɭŔɩʠơȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽɽơŔȥȟŔȥơǿŔƎȶɽ
constructivamente. Aquellos que se presentan entre los estudiantes
son quizá los más visibles en la institución escolar y los que más
suelen involucrar agresión física.
En los centros educativos, muchas veces los docentes, en especial las
orientadoras, psicólogas y equipo de gestión, trabajan para que las y
ȍȶɽơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽɢʠơƎŔȥơȥƃȶȥʋɭŔɭɽȶȍʠƃǫȶȥơɽŔȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽɩʠơɽơ
les van presentando. Esto muchas veces puede generar procesos de
ɭơ˫ơˉǫȷȥˊŔɢɭơȥƎǫ˖ŔǿơࡲáơɭȶȥȶƃʠơȥʋŔȥƃȶȥơȍʋǫơȟɢȶɢŔɭŔǠŔƃơɭȍȶ 131
de la manera adecuada y efectiva, es decir, que se propicien espacios
Ǝơ ɭơ˫ơˉǫȷȥ ơȥʋɭơ ȍȶɽ ǫȟɢȍǫƃŔƎȶɽ ˊ ɽơ Źʠɽɩʠơȥ ɽȶȍʠƃǫȶȥơɽ Ŕ ȍȶɽ
ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽࡲ
También se debe tener en cuenta, que cuando un/a maestro/a trata
Ǝơ ŹʠɽƃŔɭ ɽȶȍʠƃǫȷȥ Ŕ ʠȥ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶ ơȥʋɭơ ơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽ ơɽʋȶɽ ȟʠƃǠŔɽ
veces la ven como impositiva, lo que no motiva ni promueve ningún
compromiso. Por tal razón, una buena estrategia para mediar los
ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽơȥȍŔɽŔʠȍŔɽơɽɩʠơȍȶɽɢɭȶɢǫȶɽơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽŔɽʠȟŔȥơȍɭȶȍ
ƎơȟơƎǫŔƎȶɭơɽˊȟơƎǫŔƎȶɭŔɽɩʠơɽơɢơɭ˪ȍơȥɢŔɭŔȟŔȥʋơȥơɭȍŔɢŔ˖ˊ
ɩʠơɢʠơƎŔȥƃɭơŔɭȍȶɽơɽɢŔƃǫȶɽƎơɭơ˫ơˉǫȷȥˊɭơɽȶȍʽơɭȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽ
entre sus compañeras y compañeros.
En un programa de mediación escolar por pares, son los estudiantes
ȍȶɽ ɩʠơ ɽơ ƃŔɢŔƃǫʋŔȥ ɢŔɭŔ ɽơɭʽǫɭ Ǝơ ȟơƎǫŔƎȶɭơɽ ơȥ ȍȶɽ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽ
que enfrentan sus compañeros. Quienes consideran que necesitan
ayuda suelen acudir voluntariamente a los mediadores. También es
común que sean los mediadores los que ofrezcan su apoyo cuando
ǫƎơȥʋǫ˪ƃŔȥ ʠȥ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶ ɩʠơ ơɽʋŖ ơɽƃŔȍŔȥƎȶ ơȥʋɭơ ɽʠɽ ƃȶȟɢŔȵơɭȶɽ
o que sean los docentes quienes contribuyen en el proceso de
mediación sin necesidad de llegar y congestionar los Departamentos
de Orientación y Psicología.
Manual de convivencia
Conformación de Equipos Mediadores de Paz desde las aulas (niñas,
niños adolescentes y jóvenes)
El cuidado de la palabra
Manual de convivencia
Intervención
• Mejorar las relaciones interpersonales dentro del aula,
incrementando las habilidades para la escucha y la
comunicación, a través del respeto y la tolerancia a las
diferencias.
• Tratar de comprender los sentimientos y emociones de la otra
persona, que determinan su comportamiento.
• Estrategias de comunicación efectiva, por ejemplo, mirar a
la persona que está hablando, no interrumpir y reconocer el
momento adecuado para intervenir, así como mostrar empatía
por la persona que habla.
En el caso de agresión verbal, sugerimos lo siguiente:
134
La prevención
Lo más recomendable para combatir el bullying es tratar de prevenir
para que no se produzca. Aunque no es una tarea fácil, desde el
aula y el centro escolar se pueden implementar medidas o actitudes
ɩʠơŔˊʠƎơȥŔɭơɽȶȍʽơɭȍȶɽƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽɩʠơȟʠƃǠŔɽʽơƃơɽɽơƎŔȥơȥʋɭơ
alumnos sin que se lleguen a producir episodios de violencia:
• Existencia de las condiciones adecuadas de seguridad y vigilancia
en el centro.
Manual de convivencia
6. Llevar a cabo actividades para fomentar la empatía y la
inteligencia emocional entre los y las estudiantes.
En adición a esto, el Ministerio de Educación ha establecido campañas
ˊ ɢȍŔʋŔljȶɭȟŔɽ ɩʠơ ʽŔȥ ơȥ Źơȥơ˪ƃǫȶ Ǝơ ȍŔ ɢɭơʽơȥƃǫȷȥ Ǝơȍ Ŕƃȶɽȶ
escolar. De esa manera, la invitación es a que puedan conocerlas más
de cerca y ponerlas en práctica dependiendo de las necesidades de
cada centro educativo. A continuación, presentamos algunas.
Plataforma E-pana
Manual de convivencia
ɢɭơʋơȥƎơȥ ŔŹȶɭƎŔɭ ʋȶȟŔȥƎȶ ƃȶȟȶ ɭơljơɭơȥƃǫŔ ơɽʋŔɽࢱ ơɽʋɭŔʋơnjǫŔɽ
Ǝơࢱ ɢɭơʽơȥƃǫȷȥ ơࢱ ǫȥʋơɭʽơȥƃǫȷȥ ɩʠơ ɽơɭŖȥ ɢŔʠʋŔɽ ȶɭǫơȥʋŔƃǫȶȥơɽ ȶ
ǠơɭɭŔȟǫơȥʋŔɽࢱ ɢŔɭŔࢱ ơȥljɭơȥʋŔɭࢱ ơɽʋŔ ƃȍŔɽơࢱ Ǝơࢱ ɢɭŖƃʋǫƃŔɽࢱ ơȥʋɭơ ȍŔɽ ˊ
ȍȶɽࢱơɽʋʠƎǫŔȥʋơɽࡲࢱ
Detectar lo antes posible el ciberbullying permitirá abordarlo en la
fase más embrionaria y, por ende, con menores secuelas para las
implicadas e implicados. Estar al tanto del ciberbullying no resulta
ɽʠ˪ƃǫơȥʋơ ɢŔɭŔ ŔɽơnjʠɭŔɭ ȍŔ ɢɭơʽơȥƃǫȷȥ Ǝơ ȍȶɽ ɢȶɽǫŹȍơɽ ƃŔɽȶɽ ɩʠơ
puedan estar aconteciendo en el entorno escolar, ya que una de sus
características más marcadas es la ley del silencio. Por esto, se hace
preciso detallar algunos indicadores que ayuden a contrarrestar esta
ley y descubrir aquellos escenarios que podrían suponer un peligro
de ciberbullying.
Estrategias de prevención ante un posible ciberbullying en la escuela
1. Indicadores que ayudan a detectar posible implicación como
víctima o agresor:
Los indicadores resaltados a continuación podrían marcar algunos
indicios que pueden visibilizar sospechas de determinadas prácticas
138 de riesgo como víctima o agresor en un caso de ciberbullying:
• Estar largas horas conectado a internet, celular y PC.
• Falta de diálogo sobre lo que hace o le sucede en Internet.
• Tiene al menos una cuenta en una red social o similar
(Facebook, Instagram, Tik Tok, YouTube, WhatsApp, LinkedIn,
Twitter, Snapchat, etc.).
• Dispone de una PC u otro dispositivo en la habitación o en
otro sitio en el que no se tiene supervisión parental.
• Se muestra molesta o molesto de manera repetitiva por las
interrupciones sufridas cuando está conectado.
• Necesidad de estar siempre disponible, incluso mientras se
duerme.
• Aparición de ansiedad ante la prohibición de acceso al móvil
o a Internet.
• Aislamiento y poca participación en actividades que
supongan estar sin acceso a Internet, celular u otro dispositivo.
Manual de convivencia
• Normaliza el uso de la violencia y el abuso de poder.
• ʠɽʋǫ˪ƃŔȍŔȍơˊƎơȍɽǫȍơȥƃǫȶࡲ
• Cambia de humor en situaciones sin acceso a Internet ni
celular.
2. Comportamientos e indicadores en una posible víctima de
ciberbullying:
• Da la contraseña de redes sociales, correo electrónico o de
algún programa de Internet a alguna amiga o amigo.
• Utiliza la misma contraseña para sus redes y conectividad a
Internet.
• Facilita y cuelga datos personales en Internet.
• Piensa que Internet es un sitio seguro.
• Es o ha sido víctima de bullying tradicional en la escuela.
• Intenta reunirse con personas desconocida que ha conocido
por Internet.
140
• intercambia fotos o videos personales con personas extrañas
que ha conocido por Internet.
• Acepta como amigas o amigos en Internet a personas que
no conoce.
• Visibiliza cambios de humor repentinos.
• Muestra desánimo o apatía para realizar actividades
cotidianas.
• Deterioro de sus habilidades sociales, como la asertividad y
la defensa de sus intereses y derechos.
• Constante tendencia al aislamiento.
• Posee baja autoestima o muestras de inseguridad.
• Rechazo total para hablar de situaciones de ciberbullying.
3. Comportamientos e indicadores en un posible agresor:
• Haberse hecho pasar por otra persona en el móvil o Internet.
• No poseer normas de uso de Internet.
Valoración
Con base en la información inicial proporcionada por la persona
o personas que tienen la sospecha de ciberacoso, el orientador
psicólogo escolar debe establecer un proceso para recopilar y
triangular información en relación con el caso. Durante este proceso,
es importante tener en cuenta la posibilidad de obtener pruebas de
que la víctima presuntamente está sufriendo intimidación.
El proceso de evaluación debe caracterizarse por una acción
cautelosa, lenta y ajustada según la situación. La prisa no debe ser
Manual de convivencia
una característica de este proceso, pero la diligencia y la puntualidad
son su buen aliado. Los casos de ciberacoso pueden tener graves
consecuencias y merecen toda nuestra atención y fuerza, pero esto
ȥȶ ɽǫnjȥǫ˪ƃŔ ɭơɽɢʠơɽʋŔɽ ǫȟɢɭȶʽǫɽŔƎŔɽ ȶ ŔȍŔɭȟǫɽʋŔɽ ɩʠơ ɽʠơȍơȥ ɽơɭ
inútiles. Los pasos equivocados pueden crear nuevos obstáculos y
los aliados pueden darnos la espalda.
Las fuentes de conocimiento en esta etapa deben ser las personas que
se cree que están involucradas y sus familias, así como la información
ɩʠơɢʠơƎŔʽơɭǫ˪ƃŔɭɽơȟơƎǫŔȥʋơơʽǫƎơȥƃǫŔƎơʽǫƃʋǫȟǫ˖ŔƃǫȷȥȶŔnjɭơɽǫȷȥࡲ
En estos casos, el equipo docente y los psicólogos u orientadores
del centro son de gran ayuda. En todo momento se debe respetar la
privacidad de las y los estudiantes, evitar el alarmismo y todo aquello
ɩʠơǫȥʋơɭ˪ơɭŔƃȶȥơȍȟơǿȶɭƎơɽŔɭɭȶȍȍȶƎơȍɢɭȶƃơɽȶˊȍŔǫȥʋơnjɭǫƎŔƎƎơ
ȍȶɽȟơȥȶɭơɽࡲFɽȟʠˊǫȟɢȶɭʋŔȥʋơȍŔƃȶȥ˪ƎơȥƃǫŔȍǫƎŔƎˊʋɭǫŔȥnjʠȍŔƃǫȷȥ
ƎơȍŔǫȥljȶɭȟŔƃǫȷȥƃȶȟȶǠơɭɭŔȟǫơȥʋŔƎơʽơɭǫ˪ƃŔƃǫȷȥƎơȍȶɽƎŔʋȶɽɩʠơ
se pueden obtener en entrevistas con personas que se consideren
oportunas.
Esta etapa de evaluación debe caracterizarse por conocer a la posible
víctima, por lo que se recomienda iniciar el proceso de recolección
142 de información con la o el estudiante presuntamente victimizado,
ȍʠơnjȶƃȶȥɽʠɽɢŔƎɭơɽȶʋʠʋȶɭơɽȍơnjŔȍơɽˊ˪ȥŔȍȟơȥʋơƃȶȥʋǫȥʠŔɭƃȶȥ
los estudiantes que conozcan los hechos y el alumno o grupo de
alumnos responsable/s de la agresión.
El psicólogo u orientador siempre se asegurará de que la persona
acosada y el acosador no se superpongan en el lugar de la entrevista
y tampoco los padres del infractor. La reunión con la presunta víctima
debe garantizar que se pueda analizar lo sucedido y qué pasó para
llegar a esa situación.
• 7ơʋơɭȟǫȥơɩʠƢǫȥƃǫƎơȥʋơɽơɽɢơƃǭ˪ƃȶɽǠŔɽʠljɭǫƎȶˊɽǫƃȶȥȶƃơ
a la persona o personas que los causaron.
• Fɽɢơƃǫ˪ɩʠơȍŔɢȍŔʋŔljȶɭȟŔȟƢʋȶƎȶɽˊŔɢȍǫƃŔƃǫȶȥơɽʠʋǫȍǫ˖ŔƎŔɽ
(redes sociales, mensajería instantánea, YouTube y otras
páginas web, foros, blogs, correos electrónicos, mensajes de
texto multimedia móviles, etc.) donde ocurrió el presunto
acoso.
• Ayude a determinar la posible evidencia que esté disponible
o que se pueda encontrar.
Luego de ese proceso, se debe brindar el apoyo necesario a la víctima.
Hay que insistir en que no es responsable de lo que le sucedió y
Comunicación 143
La existencia de sospecha mínima sobre indicios de ciberbullying
requiere informar al director y luego al psicólogo u orientador del
centro educativo, quienes deben involucrarse en el proceso de
evaluación y acción inmediata. De igual forma, también es muy
importante comunicarse con las familias de las y los estudiantes
que presuntamente están involucrados en el incidente para que el
proceso se caracterice por la coordinación y comunicación entre la
familia y la escuela. En cualquier caso, es importante la colaboración
de la familia con el centro educativo para que la y el estudiante
reciban ayuda, sin importar en qué rol parezcan estar involucrados.
Acción protectora
Durante el trascurso de la comunicación y valoración es necesario
tomar en consideración ciertas disposiciones psicoeducativas en el
momento en que se ha detectado un posible caso de ciberbullying. En
ơɽʋŔɽƃȶȥƎǫƃǫȶȥơɽȍȶȟŖɽɽǫnjȥǫ˪ƃŔʋǫʽȶơɽŹɭǫȥƎŔɭŔɢȶˊȶˊơɽʋŔŹȍơƃơɭ
ȍȶɽɢŔɽȶɽƎơȍŔǫȥʋơɭʽơȥƃǫȷȥǫȥƃȍʠɽȶɢɭơʽǫȶŔȍŔƃȶȥ˪ɭȟŔƃǫȷȥƎơȍŔ
existencia de un caso de ciberbullying.
Manual de convivencia
A continuación, se brindan unas acciones de carácter orientativo
que siempre estarán condicionadas por el código del menor, los
reglamentos internos del centro educativo y las leyes vigentes.
Con los menores que podrían estar en situación de riesgo de ser
victimizados: Desafortunadamente, en la experiencia observada,
a menudo hay problemas que no son fáciles de resolver. Son
comportamientos habituales, frutos del desconocimiento y la
tensión. Suelen reaccionar ante los autores de la agresión, su
entorno e incluso el personal del centro educativo de forma violenta.
Además, en ocasiones, entre otras consideraciones, se asume que
el primer objetivo, que es vestir y cuidar a la víctima, se ignora.
Independientemente de las características, origen e intensidad del
acoso, además de otras medidas de acompañamiento, en todos los
casos se debe reducir de inmediato la posibilidad de que el acoso se
repita. Para ello, se pueden tomar las siguientes medidas:
• No temer hablar de ello con el/la estudiante y estar preparado
para hacerlo en cualquier momento.
• Se dispone la escucha activa, ya que es un problema de todos,
144 no solo de la víctima.
• -ɭơŔɭ ʠȥ ŔȟŹǫơȥʋơ Ǝơ ƃȶȥ˪Ŕȥ˖Ŕ ƎȶȥƎơ ɽơ ȍơ ǠŔnjŔ ɽŔŹơɭ ɩʠơ
no debe esconder este ni ningún otro problema, porque todo se
puede solucionar con ayuda.
• zȥǫƃǫŔɭʠȥƎǫŖȍȶnjȶˊɢȍŔȥǫ˪ƃŔɭɩʠƢǠŔƃơɭࡲèơŔȍǫ˖ŔɭʠȥŔơʽŔȍʠŔƃǫȷȥ
Ǝơ ȍŔ ʽʠȍȥơɭŔŹǫȍǫƎŔƎ ơȥ ȍŔ ɩʠơ ơȍ ŔƃȶɽŔƎȶɭ ɢʠơƎơ ƃȶȥ˪Ŕɭ ɢŔɭŔ
repetir el acoso.
• Se le anima a hablar con sus maestras/os y madres y padres
para contar con la ayuda de otros.
• Reducir la frecuencia e intensidad del uso de las TIC.
Dependiendo de la situación, se recomienda privar de forma
temporal o incluso permanente el entorno virtual.
• Continuar comunicándose con las familias en el centro educativo
para promover la comprensión y las soluciones de los problemas.
• Se insiste en no tomar represalias.
• Llevar un registro anecdótico con evidencia de lo que va
sucediendo.
Manual de convivencia
pudieran existir indicios de desprotección infantil o abuso
en cualquiera de sus alumnos o alumnas (Veras, Lenk y
ƎŔȟơɽ ࠁ߿ࠀࠈࡲ òǫ ɽơ ɭơŔȍǫ˖ŔɭŔ ʋŔȍ ȥȶʋǫ˪ƃŔƃǫȷȥ ȍŔ ljŔȟǫȍǫŔ Ǝơȍ
alumno o alumna concernido o concernida será informada
inmediatamente de su existencia.
Asimismo, los centros establecerán un mecanismo de
formación para las familias de sus estudiantes conforme sea
ŔƃȶɭƎŔƎȶƃȶȥȍŔ¶˪ƃǫȥŔ¥ŔƃǫȶȥŔȍƎơbơˊȍơnjɭǭŔࡲ
3. Se pondrá particular cuidado en comprobar que todo
postulante a cualquier cargo u ofrecimiento de voluntariado
dentro del centro educativo posea las actitudes y capacidades
para realizar un trabajo o servicio sano y provechoso con
menores (niños, niñas y adolescentes) e inspirado en los
valores evangélicos que Fe y Alegría impulsa en sus obras.
4. Se obtendrán y conservarán por escrito todas las informaciones
obtenidas sobre la persona postulante en cada centro o donde la
dirección nacional designe según cada caso.
5. Fe y Alegría podrá proponer cuando así lo considere que el
146 contrato inicial sea por un período de tiempo de prueba, que
permita documentar lo mejor posible la información sobre la
persona contratada.
6. Fȍ ɢȶɽʋʠȍŔȥʋơ ƃȶȥʋɭŔʋŔƎȶ ʋơȟɢȶɭŔȍ ȶ Ǝơ˪ȥǫʋǫʽŔȟơȥʋơ ƃȶȟȶ ȍŔ
persona que se ofrece como voluntaria, recibirá un ejemplar del
ɢɭȶʋȶƃȶȍȶǫȥɽʋǫʋʠƃǫȶȥŔȍ˪ɭȟŔȥƎȶɽʠɭơƃơɢƃǫȷȥŔȍǫnjʠŔȍɩʠơʋȶƎȶ
el personal de la institución.
7. Los adultos vinculados laboralmente o como voluntarios al
centro educativo tendrán cuidado en armonizar la personalización
ˊ ƃȶȥ˪ƎơȥƃǫŔȍǫƎŔƎ Ǝơ ȍŔ ƃȶȟʠȥǫƃŔƃǫȷȥ ɭơɩʠơɭǫƎŔ ɢȶɭ ɽʠ ʋŔɭơŔ
educativa y de promoción social con la debida transparencia
en los ambientes y los comportamientos (siempre se habrá de
procurar que se vea desde afuera o desde lejos lo que ocurre)
(Veras, Lenk y Adames, 2019).
8. Darán preferencia a las manifestaciones del afecto que se
expresa a través de la acogida, la comprensión, la escucha y el
aprecio por el otro. En aquellas situaciones en que los gestos de
ŔljơƃʋȶɩʠơǫȥʽȶȍʠƃɭơȥơȍƃȶȥʋŔƃʋȶljǭɽǫƃȶɽơǿʠɽʋǫ˪ɩʠơȥȥȶƎơŹơȥ
ocasionar desagrado en el destinatario ni ser excesivos ni causar
inconvenientes, y deben estar libres de toda ambigüedad de
Manual de convivencia
ɢɭȶƃơɽȶɽ ơɽʋŔŹȍơƃǫƎȶɽ ơȥ ȍȶɽ Ǝǫljơɭơȥʋơɽ ȟŔȥʠŔȍơɽ ɢŔɭŔ ơɽʋȶɽ ˪ȥơɽ
pero sin dejar atrás la mirada restaurativa tanto de las víctimas
como de los victimarios o victimarias. El abuso es una realidad y no
podemos cerrar los ojos frente a este mal, pero mostremos al mundo
que se puede hacer justicia desde el amor y la compasión.
Cuando haya lugar a una denuncia de abuso infantil de conformidad
con el artículo 14 de la Ley 136-03, esta deberá ser hecha de
conformidad con el protocolo institucional a:
• Línea Vida 809-200-1202.
• ǭȥơŔࠈࠀࠀơȥƃŔɽȶƎơ˫ŔnjɭŔȥʋơŔŹʠɽȶࡲ
• En la Fiscalía más cercana al centro educativo.
• -ʠŔȥƎȶ ɽơ ʋɭŔʋơ Ǝơ ȟơȥȶɭơɽ Ǝơ ơƎŔƎࡪ ¶˪ƃǫȥŔ Ǝơȍ -ȶȥɽơǿȶ
Nacional para la Niñez y la Adolescencia: Avenida Máximo Gómez,
núm. 154, esq. República de Paraguay. Ensanche La Fe. Apartado
Postal 2081. Santo Domingo, República Dominicana. Teléfono:
809-567-2233, extensión 1194.
Manual de convivencia
un paradigma y enfoques en coherencia pedagógica con el currículo
dominicano. Además, la metodología que propone se fundamenta
ơȥ ȍŔ ɭơ˫ơˉǫȷȥ࢚Ŕƃƃǫȷȥ࢚ɢŔɭʋǫƃǫɢŔƃǫȷȥ ɢŔɭŔ ơȍ ȟơǿȶɭŔȟǫơȥʋȶ Ǝơ ȍŔ
convivencia en cada centro educativo.
La Pedagogía del Cuidado y la Reconciliación tiene su origen en las
ESPERE (Escuelas de Perdón y Reconciliación), aporte de la Fundación
para la Reconciliación a la consolidación de culturas de paz. Allí se
encuentran las bases experienciales y conceptuales para instalar
capacidades en cuanto a “[…] cultura ciudadana del perdón y la
reconciliación, justicia restaurativa, ética del cuidado y hermenéutica
de las emociones. Con el propósito de facilitar el mejoramiento de
ȍŔɽ ɢơƎŔnjȶnjǭŔɽ Ǝơ ɢŔ˖ ƃȶȥʽǫʽơȥƃǫŔ ˊ ɽȶȍʠƃǫȷȥ Ǝơ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽࢩ ࢎ7ǭŔ˖
Gómez, Martínez, Molano y Sabogal, 2016, p. 19).
El objetivo general que se propone la Pedagogía del Cuidado y la
Reconciliación (PCR) es:
Integrar en la cultura general de la escuela, las categorías de la
Ética de la Cuidado, la Justicia Restaurativa y la Hermenéutica
de las Emociones con énfasis en Pedagogías del Perdón y la
150 èơƃȶȥƃǫȍǫŔƃǫȷȥ ȟơƎǫŔȥʋơ ʠȥ ɢɭȶƃơɽȶ Ǝơ ɭơ˫ơˉǫȷȥ࢚Ŕƃƃǫȷȥ Ǝơ
un equipo humano encargado de elaborar planes parciales y
progresivos de trabajo, que permitan el mejoramiento de la
percepción comunitaria de la oferta institucional en pedagogía
de la convivencia y el cuidado trabajando seis variables: las
ljȶɭȟŔɽ Ǝơ ơʽŔȍʠŔƃǫȷȥ ȍŔ ǫȥʋơɭɢɭơʋŔƃǫȷȥ Ǝơ ȍȶɽ ƃȶȥ˫ǫƃʋȶɽ ȍŔ
normatividad, la participación, los diseños curriculares y
las prácticas pedagógicas (Díaz, Gómez, Martínez, Molano y
Sabogal, 2016, p. 22).
Con la iniciativa PCR se pretende permear las prácticas pedagógicas
de los diferentes procesos de la escuela mediante cuatro categorías:
la ética del cuidado, la justicia restaurativa, la hermenéutica de las
emociones y el binomio perdón-reconciliación a través de un proceso
Ǝơɭơ˫ơˉǫȷȥ࢚ŔƃƃǫȷȥƎơȍFɩʠǫɢȶƎơ-ȶȥʽǫʽơȥƃǫŔˊ-ǫʠƎŔƎŔȥǭŔǿʠȥʋȶŔ
otros actores claves de la escuela, para que logren elaborar planes
parciales y progresivos de trabajo y construir la escuela de cuidado
que se sueña.
Manual de convivencia
Implementación de la Pedagogía del Cuidado y la Reconciliación
Talleres vivenciales
152
Manual de convivencia
Analogía de la Pedagogía del Cuidado y la Reconciliación con el ADN
154
Manual de convivencia
Espacios seguros y educación inclusiva
156
Manual de convivencia
de los casos. Asimismo, ofrecemos servicios legales y terapias
psicológicas a las víctimas y sus familiares. Igualmente, se ha
capacitado a toda la Red Nacional de Psicopedagogía en estos
temas y se ha establecido alianzas con otras instituciones públicas y
privadas para unir esfuerzos.
Desde este Protocolo en 2021 nace la campaña “Cuidado con el
cuidado. Quien cuida no abusa”.
Con la puesta en marcha de la Campaña de Prevención de Abuso
a Niñas, Niños y Adolescentes (NNA), en Fe y Alegría seguimos
ɭơŔ˪ɭȟŔȥƎȶ ȥʠơɽʋɭȶ ƃȶȟɢɭȶȟǫɽȶ ƃȶȥ ơȍ ƃʠǫƎŔƎȶ ǫȥʋơnjɭŔȍ Ǝơ ȍŔɽ
niñas, niños y adolescentes, por medio de la campaña “Cuidado con
el cuidado. Quien cuida no abusa”.
Utilizando el marco del mes de abril, el cual ha sido reconocido como
el mes de la prevención del abuso infantil, seguimos, de manera
sostenida, sumando esfuerzos, concientizando y sensibilizando a toda
la comunidad educativa sobre el abuso en todas sus manifestaciones
y orientándoles sobre las vías de denuncias.
Con esta iniciativa, nuestro objetivo principal es proteger a las niñas,
niños y adolescentes de malos tratos, brindándoles un abordaje y
158 acompañamiento seguro, mientras promovemos una cultura de paz
donde se fomenten valores y se implemente la crianza saludable, con
miras al desarrollo integral de cada uno y cada una.
Fe y Alegría nace desde la inclusión, desde ese deseo de que las niñas
y los niños que viven en sectores excluidos tengan igual derecho a la
educación y que esta educación sea equitativa, es decir, que tome en
cuenta las necesidades y características de cada persona y su
contexto. En la Asamblea Nacional de Directoras y Directores del 2022, 159
ɭŔʋǫ˪ƃŔȟȶɽ ʠȥŔ ʽơ˖ ȟŖɽ ȥʠơɽʋɭȶɽ ƃȶȟɢɭȶȟǫɽȶ Ǝơ ɢɭȶȟȶʽơɭ ʠȥŔ
sociedad más justa, inclusiva y equitativa con la aprobación unánime
de la siguiente resolución: “En todos los centros educativos de Fe y
Alegría Dominicana se trabajará la educación inclusiva para promover
la igualdad en el acceso, procesos y resultados, garantizando
aprendizajes de calidad para niñas, niños, adolescentes y jóvenes
que se orienten a potenciar al máximo su desarrollo humano,
respetando y respondiendo a las diferencias individuales de quien
aprende”.
Desde este enfoque luchamos para
que ninguna persona sea discriminada
por su color de piel, nacionalidad,
religión, género, personalidad,
discapacidad, capacidades, lengua e
idioma. Por tal motivo, trabajamos en
la formación de las personas que
integran la Red Nacional de
Psicopedagogía en el tema de
educación inclusiva y atención a la
diversidad. También se han entregado
algunos recursos que sirven de apoyo
en los procesos de evaluación e
Manual de convivencia
intervención psicopedagógica en la escuela. Igualmente, hemos
ofrecido apoyo, a través de especialistas externos, a las y los
estudiantes y familias que requieran de estos servicios. Asimismo,
nos hemos propuesto realizar convenios interinstitucionales para
continuar sumando esfuerzos a favor del desarrollo integral de
nuestros NNA.
Manual de convivencia
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que existe una relación intrínseca entre ambos. Los derechos
humanos existen para satisfacer y garantizar el desarrollo de las
personas, propiciando una calidad de vida digna que abarca todas
las dimensiones de su desarrollo. En este sentido, se necesita
asegurar un entorno de sana convivencia y la construcción de
una cultura ciudadana desde el cuidado de la casa común, como
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y relación del medioambiente con la calidad de vida de la persona.
Es importante recordar que, de los objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), el referido al medioambiente es uno de los que
menos se cumple. Por lo tanto, desde el enfoque del cuidado, en Fe
y Alegría asumimos el compromiso de trabajar por el bienestar del
medioambiente, transformar los descuidos que como seres humanos
vamos teniendo con la madre tierra, hacerlo parte de nuestra misión
y tenerlo como eje principal en las aulas y toda la comunidad
educativa para defender la casa común y reconocerla como lo que
es: nuestro hábitat. Debemos ser conscientes que, al descuidarla, lo
estamos haciendo con la misma humanidad, a cada uno de nosotros
y a las generaciones futuras.
162
Para la construcción de la convivencia armoniosa con el
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ayuden a responder al cuidado, por lo tanto, desde el objetivo del
proyecto “Mi escuela es bonita”, que busca promover una gestión
ambiental sostenible en los centros educativos Fe y Alegría a través
de la metodología de formación-investigación-participativa, se ha
comenzado a gestionar un trabajo colegiado, donde el liderazgo es
asumido por las y los estudiantes, educadoras y educadores junto
al equipo de gestión, para concientizar a las familias y la comunidad
educativa, involucrando a todos los actores para que hagan parte de
la construcción colectiva del cuidado y protección de la casa común.
Como seres humanos, somos parte de la madre naturaleza, estamos
conectadas y conectados con ella y no podemos estar a espaldas de su
existencia. Por ello, cuando hablamos de cuidado desde Fe y Alegría,
también nos referimos al cuidado del medioambiente, al ser este uno
de los ejes más importantes para trabajar en la comunidad educativa.
Por lo tanto, en los procesos y actividades que se articulan, se invita
a las escuelas para tener en cuenta en sus diferentes actividades el
respeto y cuidado del medioambiente y crear acciones que respondan
a la transformación de los espacios donde niños, niñas, adolescentes
Manual de convivencia
- áȍŔȥǫ˪ƃŔƃǫȷȥ
- Participación
- Articulación
- Comunicación
• Motivar la realización de acciones de cuidado para la casa
común, empezando por cada aula y el propio centro desde
los diferentes grupos juveniles, los consejos de cursos y
toda la comunidad educativa de cada centro, mediante la
promoción de acciones orientadas al ahorro, uso y cuidado
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manejo adecuado de desechos sólidos, la reducción de
la contaminación y el mantenimiento de la higiene y la
seguridad del entorno.
• -ŔƎŔ ƃơȥʋɭȶ ơƎʠƃŔʋǫʽȶ ơɽ ɭơɽɢȶȥɽŔŹȍơ Ǝơ ɢȍŔȥǫ˪ƃŔɭ
los programas y las acciones necesarias que ayuden
a la promoción del cuidado del entorno escolar y la
construcción de una convivencia armónica con todo
164 cuanto le rodea.
• Promover la participación de todos los actores de la
comunidad educativa en el diseño e implementación de
programas para el cuidado y conservación del contexto
escolar, comunitario y la casa común.
• Realizar acciones en articulación y con apoyo de los
equipos de cada centro educativo (Convivencia y
Ciudadanía, Gestión, Consejos de Cursos, REC y equipos
mediadores o dinamizadores).
• Emplear canales adecuados para mantener una
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educativa, que permita informar, comprometer e involucrar
a cada uno en el desarrollo de acciones de cuidado para
nuestra casa común.
• Para la intervención en casos de descuidos a nuestra casa
común, es recomendable que cada equipo mediador o
dinamizador:
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asociadas al ambiente.
Manual de convivencia
Los proyectos
Las estrategias del Currículo Dominicano prevén el aprendizaje basado
en problemas, el aprendizaje por proyectos y el proyecto participativo
de aula. Estos, junto con la inserción en el entorno de maestras y
maestros, permiten desarrollar habilidades socioemocionales en las
y los estudiantes, atender problemáticas ambientales del entorno y
del contexto y promover los aprendizajes articulando las áreas. Desde
nuestra perspectiva queremos también promover el aprendizaje-
servicio; en la medida en que cuidamos la naturaleza y servimos
a nuestras comunidades, podemos desarrollar las competencias
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con orientaciones y acciones vinculadas con el cuidado del contexto
escolar y comunitario y la casa común.
166
Manual de convivencia
168
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la Generalitat Valenciana. El contenido de dicha publicación es
ɭơɽɢȶȥɽŔŹǫȍǫƎŔƎơˉƃȍʠɽǫʽŔƎơbơˊȍơnjɭǭŔ7ȶȟǫȥǫƃŔȥŔˊȥȶɭơ˫ơǿŔ
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Anexos
Anexo 1. Buenas prácticas de escucha
Tomado de Schmitz J. , 2018, p. 47.
No distraerse: Por ejemplo, desviar la mirada, detener, incluso unos
segundos, la concentración pensando en otras cosas.
No interrumpir al que habla: Por ejemplo, cortar constantemente al 177
que habla, incluso con frases cortas: “cómo es posible” o “siempre es
lo mismo” o “ya me lo imagino” o “tienes toda la razón”, pues estas
frases pueden desviar o cortar el pensamiento del que habla.
No contar “tu historia” cuando el otro solo necesita “ser escuchado”:
Por ejemplo, decir al que habla “a mí me paso lo mismo, te cuento…”.
La persona que habla está enfocada en su situación y no en otra
situación que no es la suya.
No juzgar ni criticar: Por ejemplo, decir al que habla “Es por tu falta
de coraje que no pudiste responderle”.
No ofrecer ayuda o soluciones prematuras: Por ejemplo, “deberías
ignorarlo” o “yo te aconsejo no responderle” o “yo que tú lo que haría
es…”.
No minimizar o rechazar lo que el otro siente: Por ejemplo, decirle al
que habla “no te preocupes, todo pasará con el tiempo” o “no llores
por eso, no vale la pena”.
No escuchar esperando responder: Por ejemplo, mientras el que
habla de su situación, el otro entorna los ojos y piensa “no necesito
que termines tu historia, ya sé lo que me vas a decir”.
Manual de convivencia
No contraargumentar: Por ejemplo, cuando el que habla dice “me
siento mal” y el que escucha le responde “yo también”.
No caer en el “síndrome del experto”: Por ejemplo, evidenciando que
ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso
de que te haya contado la mitad y pedido tu apoyo o un consejo tuyo
(Schmitz J. , 2018, p. 47).