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Estás a dieta sin hacerlo
Puede que no estés a dieta y aun así estás sumergidx en su cultura porque se ha
convertido en un sistema donde le damos más valor a lo que comemos y a cómo
nos vemos que a cómo nos sentimos.

Está en las películas que vemos, el contenido que consumimos, las

conversaciones que tenemos con amigxs y familia, incluso en el diálogo interno
con nosotrxs mismxs porque es es insidiosa. Influye en nuestros pensamientos,
emociones y comportamientos, y no nos damos cuenta porque parece normal.

Hoy en día es normal juzgar los alimentos, etiquetarlos de buenos o malos,

controlar qué, cuánto y cómo comemos, el llamado "pesocentrismo" en donde a
veces definimos el valor humano por el peso del cuerpo, el estar insatisfechxs con
nuestros cuerpos para justificar alterarlos regularmente con la finalidad de
alcanzar el estereotipo que esté de moda sea cual sea: más curvy, más musculoso,
más definido, más delgado, más esbelto, más/menos masculino, más/menos
femenino.

no es necesario seguir
una "dieta" para que forme
parte de tu cultura.
Si bien la palabra "dieta" ya tiene una connotación negativa más clara hoy en día,
la cultura de dieta ha buscado usar palabras diferentes para referirse a
exactamente lo mismo. Los programas de pérdida de peso dejan de llamar sus
servicios como "dietas" y los llaman "programas de estilo de vida", "programas de
alimentación saludable", "wellness coaching", hasta “biohacking” y se descubren
sus intenciones cuando toda recomendación que proponen se enfoca en el
objetivo de perder peso o modificar la forma del cuerpo.

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Muchxs viven inconscientemente en la cultura de dieta, otrxs lo niegan, no lo reconocen. Si
bien se escucha cada vez con más frecuencia frases como "no hago dietas, al indagar un poco
más en la relación con la comida de la mayorías de las personas que se preocupa por su salud,
se hace evidente que buscan el "bienestar" o una vida "saludable" de una manera que se
parece mucho a una dieta.

La mentalidad de dieta y cultura de bienestar actual aún se enfoca en priorizar los alimentos
bajos en calorías, le da poca atención a los nutrientes de los alimentos, demoniza y/o glorifica
alimentos o incluso grupos de nutrientes completos, como los carbohidratos o las grasas, y las
proteínas.

La mentalidad de dieta y cultura de bienestar actual aún se enfoca en priorizar los alimentos
bajos en calorías, le da poca atención a los nutrientes de los alimentos, demoniza y/o glorifica
alimentos o incluso grupos de nutrientes completos, como los carbohidratos o las grasas, y las
proteínas.

La cultura de dieta siempre halla alguna sugerencia que te permita manipular los alimentos
para estar lo más saludable posible (que a menudo también significa lo más delgado posible),
como por ejemplo:

Comer bajo en carbohidratos

Hacer Detox
Comer según tu tipo de sangre
Comer según tu tipo de cuerpo
Fobia al azúcar
Fobia al gluten

La comida "inmoral"
La cultura de dieta resalta la moralización de la comida, es decir,
creer firmemente que algunos alimentos son inherentemente
buenos y otros son inherentemente malos. Este problema moral
de comer los alimentos "correctos" y evitar los alimentos
"malos", el enfoque singular en el peso, tanto el propio como el
de los demás, trae como resultado que vivamos en una cultura
que estigmatiza el peso, que señala la obesidad como un acto
inmoral y que juzga a las personas por lo que comen, como si las
elecciones de comida dependieran exclusivamente de la moral
de cada quien, lo cual olvida por completo que los factores
económico y educativo son los de mayor influencia en las
decisiones de comer en la sociedad.

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Liberarnos de esta mentalidad es difícil pero podemos empezar con identificar los mensajes
destructivos que recibimos sobre la alimentación y nuestros cuerpos, para que puedas estar
consciente del mensaje e información que recibes y decidas con qué te quedas y con qué no,
siempre dándole prioridad a nuestra guía interna, la sabiduría del comer con la que nacemos.

La buena intención ha causado

problemas

Aunque quizá no haya sido la intención inicial, la cultura de dieta ha causado

muchos problemas de alimentación. Aunque al principio parece algo
inofensivo, en muchas personas contribuye a problemas de alimentación y
enfermedades inherentes a la nutrición humana.

¿Cuántos de los siguientes pensamientos han estado presentes en tu vida?

Encuentro fallas en ciertas formas de comer mientras apruebo otras.

Pienso que debo controlar la cantidad que como y cuándo lo hago.
Creo que si como bien, no tendré problemas de alimentación ni de peso.
Y, si tengo estos problemas, es porque no estoy comiendo bien.
Creo que si no estoy comiendo bien es porque no me esfuerzo lo
suficiente.
He experimentado culpa, vergüenza y preocupación por lo que he
comido.
Desconfío de mi capacidad para regular mi alimentación.
Idealizo la delgadez y la he promovido como una meta digna.
Creo que para estar saludable una persona necesita ser delgada.
Valoro y promuevo la pérdida de peso como medio de felicidad, aumentar
la autoestima y sentirse más importante.
He experimentado culpa, vergüenza o preocupación por
el tamaño y la forma de mi cuerpo.

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Todos estos pensamientos y creencias han sido inculcados por nuestra cultura, incluso muchos
profesionales promulgan constantemente estas creencias de forma consciente o inconsciente.

Hasta ahora, en estas guías de lectura lo que has leído se enfoca esencialmente en sentido
común e innato, sin embargo, la cultura de dieta es tan omnipresente que una parte de ti
intentará rechazar algo de lo que lees, sobre todo cuando no te has dado cuenta del impacto de
la cultura de dieta en tu vida aun. Y es completamente normal. Poco a poco te irás haciendo más
consciente, y poco a poco te irás liberándote de todos los sentimientos que en tu caso ha traído
la cultura de dieta.

Una cultura basada en el miedo

Otro elemento importante de la cultura de dieta es la promoción del miedo: miedo al
aumento de peso, a la enfermedad, al futuro… y así atiende los miedos y problemas que
la misma cultura de dieta ha ocasionado.

Regir tu vida según las reglas de la cultura de dieta implica que:

Perderás la capacidad de regular de manera fácil y natural tu alimentación
Te volverás cada vez más dependiente de las reglas y pautas externas para sentirte
bien
Necesitas desconectarte de tu sabiduría interior para comer, de tus señales de
hambre y saciedad.
Perderás la confianza en ti mismx para gestionar un acto natural del cual tu cuerpo
depende varias veces al día.

El miedo y las necesidades inculcadas creadas por la cultura de dieta, así como las
soluciones a dichos problemas forman un círculo vicioso que se perpetúa.

Seguir reglas externas y orientación sobre una forma de comer cada día eligiendo
alimentos "buenos" sobre los "malos", en las cantidades adecuadas y en el momento
correcto del día, inevitablemente será una fuente de preocupación en el momento que
la comida no esté bajo tu control como en una fiesta, una salida a comer, o un viaje. Lo
que subyace a todo este control y alimentación "correcta" es el miedo: Miedo a hacerlo
mal, a comer en exceso, al aumento de peso, a comer sin control, a enfermarse por
comer.

A la larga, el camino más difícil hacia una alimentación verdaderamente

saludable es el de la cultura de dieta, aunque en un principio parezca más
difícil el de una alimentación más intuitiva y consciente.

El hecho de que estés leyendo esto te deja saber que has elegido
salirte del camino que consume tanto tiempo, mente y energía
que podrías aprovechar en otras cosas que aportan más
felicidad a tu vida.

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Mensajes destructivos
Gran parte de la información que obtienes sobre cómo comer bien que han contribuido con
todas las luchas contra tu alimentación, tu peso y tu cuerpo son el resultado directo de los
mensajes que has escuchado diariamente desde tu infancia hasta la actualidad, mensajes que
parecen tener sentido y razón, incluso una buena intención, pero que en el fondo son
destructivos para tu alimentación, imagen corporal, salud y autoestima.

Lee los siguientes mensajes y trata de recordar si has estado expuestx a ellos , reflexiona sobre
cómo han sido parte de tu cultura de dieta y cómo posiblemente impactan en ti.
Si bien el daño potencial de estos mensajes es generalizado, posiblemente alguno de estos
mensajes (u otros que recuerdes pero que no estén en esta lista) te puede haber impactado de
una manera única y particular, por lo que siéntete libre de definir tu
propio impacto.

Mensajes Impacto

La cantidad de dulces y
pastel en el cumpleaños
de tus amigxs fueron Sobrevaloraste esos alimentos y tiendes a comer más cuando los
limitados, controlados o incluso consigues a tu alrededor o tienes fácil acceso a éstos.
prohibidos en algún momento.

Aprendiste que el control de los alimentos y el cuerpo es normal y

Escuchabas a tu familia hablar sobre sus deseos un comportamiento deseado. Aprendiste que debes evitar ciertos
e intentos de bajar de peso. También alimentos, incluso si otrxs los están comiendo. Aprendes cuáles
escuchabas frases como: alimentos evitar para lograr lo que deseas.
"No voy a comer eso
porque es malo
para mi".

Aprendiste que es Al principio te ha ido bien, pero luego empiezas a tener antojos
bueno limitar ciertos
de carbohidratos e incluso empiezas a comerlos en exceso en
alimentos como los
carbohidratos, y comer muchos vegetales ocasiones.
porque son saludables.

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 Mensajes Impacto

El ejercicio se convierte en una obligación, lo debes hacer y

Un familiar te animó tratas de motivarte con el miedo a la enfermedad, a aumentar de
repetidamente a peso o a la desaprobación de lxs demás. Estos no son buenos
hacer ejercicio, motivadores a largo plazo por lo que puedes terminar por
incluso llevándote al gimnasio, a correr, aprendes a que no te guste el ejercicio. Ya no piensas en formas
para ayudarte a estar
divertidas de moverte, de hecho, no asocias movimiento con
más saludable o perder peso.
gozo.

Terminaste toda la comida de tu plato y, aunque estabas llenx, te

Te dijeron que debes comer toda la comida comiste el postre de todos modos. Estabas aprendiendo a ignorar
de tu plato para poder comer postre. la saciedad. Cuanto más ignores la saciedad, más probable que
pierdas contacto con tus señales y que aumentes de peso.

Los alimentos "poco

saludables" fueron Cuando estuvieron disponibles estos alimentos prohibidos, has
limitados en tu casa aprovechado de comer lo más posible antes de que se acabaran.
para promover que la familia
fuera más saludable.

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Estigma corporal
El estigma corporal y de peso se refiere al "rechazo social y la devaluación hacia quienes no
cumplen con las normas sociales sobre el peso y la forma corporal "adecuadas". Es una
forma de discriminación.

En la sociedad actual, estamos inundados con el pensamiento de que la delgadez es igual a la

salud, lo cual puede conducir a prejuicios y, finalmente, a la estigmatización del peso y la talla
corporal. Parte del estigma se origina porque muchas personas atribuyen el aumento de
peso a la responsabilidad personal y no logran comprender la compleja combinación de
factores genéticos, ambientales, socioeconómicos y biológicos que lo impulsan.

El enfoque en la responsabilidad personal resulta en culpar a los individuos por el aumento

de peso y permite estereotiparlos como "sin fuerza de voluntad".

Algunos argumentan que hacer comentarios sobre el tamaño del cuerpo de una persona los
motivará a perder peso y "será bueno para su salud". Sin embargo, la evidencia muestra que
este es un enfoque contrario a la intuición, por lo que, además de cruzar los límites morales,
el estigma contribuye considerablemente a la salud física y mental negativa, como detonar
altos niveles de estrés psicológico y emocional que aumentan la producción de cortisol que
conducen a una salud metabólica deficiente, mayor inflamación en todo el cuerpo y más
aumento de peso.

Algunos estudios han encontrado que aumenta la insatisfacción corporal, un factor de riesgo
principal en el desarrollo de trastornos alimentarios, y sus efectos nocivos pueden
incluso aumentar un 60% el riesgo de muerte. Entre otros hallazgos de la ciencia, se incluyen:

Mayor riesgo de desarrollo de enfermedades crónicas (específicamente

Diabetes Mellitus)
Niveles de estrés (mayor Cortisol y niveles de Proteina C Reactiva)
Mayor riesgo de alimentación desordenada y trastornos de conducta
alimentaria
Depresión y Ansiedad
Insatisfacción con la imagen corporal
Baja autoestima.

El estigma del peso es, lamentablemente, muy frecuente en nuestra sociedad

actual y puede ocurrir en individuos de cualquier forma y tamaño del cuerpo.
Se puede encontrar en lugares comunes y contribuye poco a poco en
nuestro inconsciente, pero sobre todo en el de las víctimas que terminar
por asumir que sus cuerpos están "mal" y deben ser cambiados.

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Estigma en todos lados
El estigma del peso es, lamentablemente, muy frecuente en nuestra sociedad actual y puede
ocurrir en individuos de cualquier forma y tamaño del cuerpo. Se puede encontrar en lugares
comunes y contribuye poco a poco en nuestro inconsciente, pero sobre todo en el de las víctimas
que terminar por asumir que sus cuerpos están "mal" y deben ser cambiados.

En las escuelas, estudios muestran que el estigma relacionado con el peso perpetúa el acoso
escolar, deterioro de la experiencia educativa de los estudiantes y esto ha disminuido la cantidad
de estudiantes que buscan un nivel educativo
superior al querer huir de un ambiente hostil.

Los medios de comunicación perpetúan la idealización de los cuerpos delgados y

la sub-representación de los cuerpos más grandes. Cuando se retratan
personajes con cuerpos más grandes, casi siempre han sido objeto de humor
y estigmatización.

El lugar de trabajo es un entorno común donde ocurren prejuicios y

discriminación por el peso; estudios demuestran que los empleados que
tienen un peso corporal más alto enfrentan desigualdades laborales por su
peso al compararse con quienes tienen un peso socialmente aceptado,
incluidas prácticas de contratación injustas, salarios más bajos, menos
promociones, acoso por parte de los compañeros de trabajo y despidos
injustificados.

A veces, el estigma del peso puede estar ocurriendo en el mismo lugar donde
queremos sentirnos seguros: nuestros hogares.

Los comentarios relacionados con el peso son frecuentes e igualmente

peligrosos y tienen el potencial de llevar a las personas a adoptar
conductas dañinas para lograr un tipo de cuerpo específico.

En el sistema de salud, tanto los médicos como los terapeutas y dietistas hacen
comentarios o sugerencias en función del peso de un paciente
que pueden ser extremadamente dañinos, y estas personas lo resiente porque
pareciera que toda la atención y recomendaciones que
reciben están enfocadas en su peso, los pacientes se sienten
incómodos y naturalmente empiezan a evitar las visitas y
los controles necesarios por temor a la vergüenza, al
body shaming.

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Qué hacer contra el estigma
Muy similar a la cultura de la dieta, tenemos la opción de participar en ella o no.
Ya sea que lo hayas experimentado en tu vida o no, hay formas de desafiar el estigma del peso y la
talla de nuestro cuerpo en la sociedad, y es tarea de todxs actuar para cambiar el entorno dañino
y no inclusivo que promovemos al no hacerlo.

RECONOCE EL PROBLEMA
Reconocer que existe, ya que no podemos combatir algo si antes reconocerlo.

CAMBIA TU PROPIA FORMA DE PENSAR Y HABLAR

Cuando nos referimos a alguien que tiene exceso de peso, debemos tener en
cuenta que es una persona con una enfermedad (si es que está confirmado) y
esforzarnos por
identificarlx como una persona y no como la enfermedad que tiene, es decir,
usar la
frase "persona con obesidad" en lugar de "persona obesa".

DENÚNCIALO
Si presencia un acto sobre este estigma, reconócelo y denúncialo. El cambio no
puede ocurrir si estos problemas no salen a la luz y la gente no reconoce el daño
que está causando. Especialmente si no has experimentado el estigma del peso
en tu vida, reconocer que es dañino y hablar abiertamente de ello puede
beneficiar significativamente el bienestar de personas vulnerables.

TRABAJA EN TU SISTEMA DE CREENCIAS

Esta es una gran conversación que debes tener contigo mismx y es una excelente
oportunidad para tener en una sesión con un nutriólogx o terapeuta que sea afín
al movimiento anti-dieta. Invierte tiempo en leer un poco, aprender más sobre
cómo el enfoque neutral con respecto al peso puede beneficiar tu salud y la de
muchxs en más de un sentido.

DIVERSIFICA TU ENTORNO
Diversifica tus redes sociales, el contenido que consumes y compartes, explora
nuevos puntos de vista. Sigue cuentas que promuevan la
diversidad de tallas y peso, neutralidad o positividad de cuerpo y
empezarás a desarrollar la empatía emocional y racional
necesaria acabar con el estigma.

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PRACTICA LA SALUD EN TODAS LAS TALLAS
Recuerda que los profesionales de la salud están también expuestos a la cultura de dieta. Sin
embargo, tu proveedor de salud trabaja para ti y estás en todo tu derecho a negarte a compartir
sobre tu peso si es algo que no deseas hacer. Si quien te atiende no se encuentra alineadx con tus
valores y principios, incluyendo la salud en todas las tallas y cuerpos, tal vez sea hora de encontrar
un especialista diferente que te ayude a cuidar tu salud.

¿Cuál es la historia de tu
imagen corporal?
¿Tienes una historia de imagen corporal, algo que te dices a ti mismx sobre tu
cuerpo?

"Siempre he sido la persona "gordita" de mi familia. Nunca tendré la felicidad o

el éxito de mis hermanxs que son "más delgadxs".

Todos creamos historias alrededor de nuestras vidas porque nos ayuda a darles
sentido. Sin embargo, algunas historias te sirven de apoyo y otras pueden
impedirte vivir una vida plena y significativa, y las historias que creamos sobre
nuestros cuerpos no son la excepción.

¿A qué edad te cuestionaste por primera vez qué comer porque podría afectar
tu cuerpo?

¿A qué edad comenzaste a criticar la forma en que se veía tu cuerpo?

¿A qué edad recuerdas haber hecho dieta por primera vez?

¿A qué edad recuerdas haber sentido culpa por primera vez por comer
o no hacer ejercicio?

¿Tu imagen corporal te afecta a diario?

¿Qué juicios te haces a ti mismx y a tu cuerpo?

¿Qué valor moral crees que le das a la apariencia?

¿Crees que un tipo de cuerpo es "mejor" que otro?

Haz una lista de estos prejuicios.

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Re-escribir tu historia en 5 pasos
No tienes que ser definidx por las cosas que te han dicho o hecho creer a lo largo de tu vida.

Si estás atrapadx en una historia sobre tu cuerpo que no te hace sentir bien, es hora de re-
escribirla.

Puedes seguir estos 5 pasos para hacerlo:

1) Reconoce cuál es la historia de tu imagen corporal ¿Cuál es la historia principal que

sigues contándote sobre tu cuerpo?

2) Decide si esa historia funciona para ti ¿Creer esta historia te ayuda a tener la vida, las
relaciones o la carrera que deseas? Por ejemplo, creer que no mereces amor debido a
tu apariencia ciertamente no te ayudará a encontrar una relación.

3) Asume la responsabilidad de aferrarte a la historia. Aunque las cosas que suceden a tu

alrededor no las podrás controlar, puedes decidir si permites que estas cosas te
afecten. Asume la responsabilidad de las historias que permites en tu mente.

4) Decide cómo te gustaría que fuera tu nueva historia ¿Qué historia sobre tu cuerpo te
ayudaría a vivir una vida más feliz y plena? Podrías decidir, por ejemplo, que tu cuerpo
es un instrumento para vivir la mejor vida posible, no un adorno.

5) Decide cuáles cambios necesitas hacer para reescribir su historia. Para vivir tu nueva
historia, ¿qué cambios necesitas en tu comportamiento? ¿De quién necesitas rodearte?
¿Qué apoyo necesitas pedir?

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Referencias

Clifford D.Ozier A. Bundros J.Moore J. Kreiser A.Morris M.N. Impact of non-diet

approaches on attitudes, behaviors, and health outcomes: A systematic review. J
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Tribole E. Resch E. Intuitive Eating: A Recovery Book for the Chronic Dieter. St.
Martin's Press, New York 1995
Kratina, Karin (2022). Intuitive Eating: How to Escape Diet Culture and Become an
Empowered Eater. Disponible en:
https://eatingwisdom.thinkific.com/courses/intuitive-eating-escape-diet-culture-
become-empowered-eater
Puhl RM, Himmelstein MS, Pearl RL. Weight stigma as a psychosocial contributor to
obesity. Am Psychol. 2020 Feb-
Mar;75(2):274-289. do: 10.1037/amp0000538. PMID: 32053000.
Holland KJ, Silver KE, Cipriano AE, Brock RL. Internalized Body Stigma as a Barrier to
Accessing Preventative Healthcare for Young Women. Body Image. 2020 Dec;35:217-
224. doi: 10.1016/j.bodyim.2020.09.005. Epub 2020 Oct 10. PMID: 33049459.
Leblanc V, Provencher V, et al. Impact of a Health-At-Every-Size intervention on
changes in dietary intakes and eating patterns in premenopausal overweight women:
Results of a randomized trial. Clin Nutr. 2012; 31: 481-488

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