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2.

PAZ, ESTABILIDAD Y LEGITIMACIN, 1990-2025/2050

Lo ms probable es que la paz, la estabilidad y la legitimacin estn


muy escasos en el periodo comprendido entre 1990 y 2025/2050. En
parte esto se debe a la declinacin de Estados Unidos como potencia
hegemnica del sistema mondial, pero en una parte aun mayor se
debe a la crisis del sistema mondial como sistema mundial.
La hegemona en el sistema mundial significa por definicin que
hay una potencia en posicin geopolitica de imponer una concatena
cion estable de la distribucin social del poder. Esto implica un
periodo de “paz", que significa principal mente ausencia de lucha
militar —no de toda lucha mili tar, si no la lucha mill car entre grandes
potencias. Ese periodo de hegemonia requiere y a la vez genera
“legitimidad”, si por ella entendemos el sentimiento de los principales
actores politicos (incluyendo grupos amorfos como las “poblaciones"
de diversos estados) de que el orden social es un orden que ellos
aprueban o bien de que el mundo (la "historia") avanza firme y
rapidamente en una direccin que ellos aprueban.
Tales periodos de hegemonia real, en que la capacidad de la
potencia hegemnica de imponer su voluntad y su “orden" a otras
potencias importantes no enfrenta desafios scrios, han sido relativa-
mente cortos en la historia del sistema mundial moderno. En mi
opinin ha habido solamente tres casos: las Provincias Unidas a
mediados del siglo XVII, el Reino Unido a mediados del XIX y Estados
Unidos a mediados del XX. Sus hegemonias, definidas en esa forma,
duraron alrededor de veinticinco ahos en cada caso.
Al termino de cada uno de esos periodos, es decir cuando la
potencia antes hegemnica volvid a ser simplemente una potencia
importante entre otras (aun cuando por algun tiempo haya seguido
siendo la ms fuerte militarmente), obviamente sobrevino un periodo
de menos estabilidad, y correlativamente menos legitimidad. Eso
implica menos paz. En este sentido el periodo actual, que sucede a la

1 Immanuel Wallerstein, “The three instances of hegemony in the history of the


capitalist world-economy", en The petuia of world-economy: The states, the movements, and
the civilisations. Cambridge, Cambridge University Press, 1984. pp. 37-43.

[28]
PAZ, ESTABILIDAD v LEGITIMACION 29

hegemon ia de Estados Unidos, es esencialmente igual al que sucedi


a la hegemonia britnica de mediados del siglo XIX o a la holandcsa
de mediados del XVII.
Pero si esto fuera todo lo que tenemos para describir el periodo
1990-2025, o 1990-2050, o 1990-?, casi no valdria la pena hablar del
asunto salvo como cuestin del manejo t^cnico de un orden mundial
vacilante (que es como han venido discutindolo efectivamente dema-
siados politicos, diplomdticos, estudiosos y periodistas).
Sin embargo hay mis, probablemente mucho mis, en relacin con
la dinmica del mis o menos medio siglo de gran desorden mundial
que se avecina. Las realidades geopoliticas del sistema interestatal no
se basan exclusivamente, ni siquiera principalmente, en la rapport de
forces militares entre el subconjunto privilegiado de estados soberanos
que llamamos las grandes potencias -los estados suficientemente
grandes y suficientemente ricos para lener la base de ingreso necesaria
para desarrollar una capacidad militar seria. —
En primer lugar, sdjo algunos estados son suficientemente ricos
para tener una base fiscal de ese tipo, y semejante riqueza es mis el
origen que la consecuencia de su fuerza militar, aunque por supuesto
se trata de un proceso de reforzamiento circular. Y la riqueza de esos
estados en relacin con la de oiros estados es una funcin tanto de
sus dimensiones como de la division axial del trabajo en la economia-
mundo capitalista.
La economa-mundo capitalista es un sistema que incluye una
desigualdad jerarquica de distribucion basada en la conccntracidn de
ciertos tipos de produccin (produccion relativamente monopolizada,
y por lo tanto de alta rentabilidad) en ciertas zonas limitadas, que por
eso mismo pasan inmediatamente a ser sedes de la mayor acumulacion
de capital. Esa concentracidn permite el reforzamiento de las estruc
turas estatales, que a su vez buscan garantizar la supervivencia de los
monopolios correspondientes. Pero como los monopolios son intrin-
secamente fr^giles, a lo largo de toda la historia del sistema mundial
moderno esos centros de concentracidn han ido reubicindose en
forma cons Cante, discontinua y limitada, pero significativa.
Los mecanismos de cambio son los ritmos ciclicos, entre los cuales
hay dos que son los mas importantes. Los ciclos de Kondratieff tienen
aproximadamente entre cincuenta ysesenta anos de duracidn. Sus
fases A reflejan esencialmente la cantidad de tiempo por la que es
posible proteger monopolios econdmicos particulares significativos;
las fases B son los periodos de reubicacidn geogrfica de la produccion
30 DESPUS DE 1990: cES POSIBLE RECONSTRLIR?

cuyos monopolios se han agotado, asi como el periodo de lucha por


el control de los futuros monopolios. Los ciclos hegemnicos ms
largos implican una lucha entre dos estados importantes por llegar a
ser el sucesor de la anterior potencia hegemnica convirtindose en
la sede principal de la acumulacin de capital. Esun proceso largo,
que eventualmente im plica tener la fuerza militar necesaria para ganar
una “guerra de treinta ahos”. Una vez que se ha instaurado una nueva
hegemonia, su mantenimiento requiere considerable financiamiento,
que eventual e inevitablemente conduce a la declinacin relativa de la
potencia hegemnica en cuestin y a la lucha por ser su sucesor.
Este mode lento pero seguro de reesiructuracion y recentram ienio
repetidos de la economia-mundo capitalist ha sido muy eficaz. El
ascenso y la declinacin de las grandes potencias ha sido un proceso
mis o menos del mismo tipo que el ascenso y la declinacin de las
empresas: los monopolies se rnantienen durante algn tiempo y por
ultimo son minados por las propias medidas que se toman para
sostenerlos. Las “bancarrotas” que siguen han sido mecanismos de
limpieza en cuanto eliminan del sistema las potencias cuyo dinamismo
se ha agotado y las remplazan por sangre nueva. A lo largo de todo
ese proceso, las estructuras bisicas del sistema han permanecido sin
cambio. Cada monopolio del poder se ha mantenido por algn tiempo
pero, igual que los monopolios econmicos, fue minado por las
mismas medidas que se tomaron para sostenerlo.
Todos los sistemas (fisicos, biolgicos y sociales) dependen de csos
ritmos ciclicos para restaurar un mini mo de equilibrio. La economia-
mundo capitalist ha mostrado ser un sistema historico de tipo
resistente y ha florecido con bastante exuberancia desde hace cinco
siglos, mucho tiempo para un sistema hist6rico. Pero los sistemas
lienen tendencias seculares ademas de ritmos ciclicos, y las tendencias
seculares siempre exacerban las contradicciones (que lodos los siste-
mas contienen). Hay un momento en que las contradicciones llegan
a ser tan agudas que llevan a fluctuaciones cada vez mayores. En el
lenguaje de la nueva ciencia, eso significa el comienzo del caos (la
marcada disminucin de lo que se puede explicar mediante ecuacio-
nes deterministas), que a su vez conduce a bifurcaciones cuya apari-
cidn es segura pero cuya forma es intrinsecamente impredecible. De
eso surge un nuevo orden sistemico.
La cuestin es si el sistema historico en que vivimos, la economia-
mundo capitalista, ha entrado, o est entrando, en una de esas pocas
de “caos”. Me propongo sopesar los argumentos, plantear algunas
PAZ, ESTABILIDAD ¥ LEGITIMACION 3)

conjeturas sobre las formas que podra adoptar ese "caos" y examinar
qu cursos de accin se abren ante nosotros.
No me propongo examinar extensamente los elementos que con-
sidero como reflejos “normales" de una fase B de Kondratieff, o de
una fase B hegemnica: tan slo las resumire brevemente.2 Debera
aclarar, sin embargo, que si bien un ciclo hegembnico es mucho mis
largo que un ciclo de Kondratieff, el punto de inflexin de un ciclo
hegembnico coincide con el de un ciclo de Kondratieff (pero, por
supuesto, no con el de lodos). En este caso, ese punto se encuentra
alrededor de 1967-1973.
Los fendmenos sintomticos de una fase B de Kondratieff son:
retardamiento del crecimiento de la produccin, y probablemente
declinacin de la produccin mundial per capita; ascenso de la tasa
de desempleo de asalariados activos; desplazamiento relativo de los
puntos de beneficio, de la actividad productiva a las ganancias deriva-
das de manipulaciones financieras; aumento del endeudamiento del
estado; reubicacin de industrias "viejas" en zonas de salarios mis
bajos; aumento de los gastos militates, con unajustificacibn que no es
en realidad de naturaleza militar sino mis bien la de la creacibn de
una demanda contracclica; caida del salario real en la economia
formal; expansion de la economia informal; declinacin de la produc-
cion de alimentos de bajo costo; creciente “ilegaJizacibn” de la migra-
cibn interzonal. '
Los fendmenos sintomaticos del comienzo de la declinacin de la
hegemonia son; mayor fuerza econmica de las potencias importantes
“aliadas"; inestabilidad de la moneda; declinacin de la autoridad en
los mercados financieros mundiales con el ascenso de nuevas sedes
de toma de decisiones; crisis fiscales del estado hegemonico; declina-
cion de polarizaciones y tensiones politicas mundiales organizadoras,
y estabilizadoras (en este caso, la guerra fria); declinacin de la
disposicibn popular a invertir vidas en el mantenimiento del poder
hegembnico, •
Como he dicho, me parece que todo esto ha sido "normal” y como
histbricamente se podia esperar. Lo que debera suceder ahora, en el
proceso cclico "normal”, es el ascenso de estructuras sustitutivas.

7 Cada uno de los puntos resumidos brevemente aqui ha sido elaborado mis
ampliamente en muchos ensayos escritos en los til times quince aos. Una buena
coleccin de ellos se encuentra en Immanuel Wallerstein, Gtopolitia and geoculture:
Euays in a changing world-system. Cambridge. Cambridge University Press, 1991.
32 DESPU ts DE 1990: ES POSI BLE RECONSTRUI R?

Dentro de cinco y diez ahos mas deberamos entrar en una nueva fase
A de Kondratieff, basada en nuevos productos de punta monopoliza-
dos, concentrados en nuevas ubicaciones.Japn es la sede ms obvia,
Europa occidental la segunda, Estados Unidos la tercera (pero podria
ser un mal tercero).
Adems, ahora deberamos ver iniciarse una nueva competencia
por la hegemon la. A medida que la posicin de Estados Unidos se
desmorona, lenta pero visiblemente, dos aspirantes a sucesores debe-
rfan estar flexionando sus musculos. En la situacidn presente slo
podrtan serJapn y Europa occidental. Siguiendo el patrn de las dos
sucesiones anteriores — Inglaterra contra Francia por la sucesin de
Ho lan da; y Estados Unidos contra Alemania por la sucesin de Gran
Bretaa— en teoria deberamos esperar, no inmediatamente si no en
los prximos cincuenta o setenta y cinco anos, que la potencia de mar
y aire, Japon, transforme a la anterior potencia hegemnica, Estados
Unidos, en su socio minoritario, y empiece a competir con la potencia
basada en tierra, la Comunidad Europea. Esa lucha deberla culminar
en una “guerra (mundial) de treinta ahos" y el presunto triunfo de
Japn.
Debo decir de inmediato que no espero que eso suceda, o ms bien,
no del todo. Creo que los dos procesos de reorganizacin —el del
sistema mundial de produccin y el de la distribucin mundial de
poder estatal— se han iniciado ya, y en direccin al patron "tradicional"
(o “normal” o previo). Pero espero que el proceso sea interrumpido
o desviado por la entrada en el cuadro de nuevos procesos o vec tores.
Para analizar esto claramente, creo que necesitamos tres marcos
temporales separados: los prximos anos; los prximos veinticinco a
treinta anos; el periodo des puis de el los.
La situacin en que nos encontramos hoy en los anus noventa es
bastante “normal". No es todavta una situation que yo calificara de
"catica"; mis bien es la subfase final aguda (o el momento culminan-
te) de la actual fase B de Kondratieff, comparable a 1932-1939, o
1893-1897, o 1842-1849, o 1786-1792, etc. Las tasas mundiales de
desempleo son elevadas, las tasas de beneficio bajas. Hay gran inesta-
bilidad financier, reflejo del agudo y justificado nerviosismo del
mercado financier en torno a las fluctuaciones a corto plazo. Una
mayor inquietud social refleja la incapacidad poltica de los gobiernos
para ofrecer so luc tones plausibles a corto plazo y, por lo tanto, su
incapacidad de recrear un sentimiento de seguridad. Tanto la busque-
da de chivosexpiatorios dentro de los estados como el saqueo al vecino
PAZ, ESTABILIDAD Y LEGITIMACION 33

entre los estados se hacen politicamente mis atractivos en situaciones


en las cuales los remedios de ajuste habituales parecen proporcionar
poco alivio instantneo del dolor.
En el curso de este proceso, un gran numero de empresas indivi-
duales estin reduciendo su actividad o reestructurndose o estan
llegando a la quiebra, en muchos casos para no volver a abrir. Eso
generar perdidas permanentes para grupos particulares de trabaja-
dores y para empresarios particulares. Si bien lodos los estados
sufririn, el grado de sufrimiento tendr variaciones enormes. Ai final
del proceso algunos estados habrin emergido, y otros habrin caido,
en fuerza econmica comparativa.
En tales momentos, las grandes potencias suelen quedar militar-
mente paralizadas debido a una combinacin de inestabilidad politica
interna, dificultades financiers (y la consiguiente renuencia a sopor­
tar gastos militares) y concentracin en dilemas economicos inmedia-
tos (que conduce al aislacionismo popular). La respuesta del mundo
a la guerra que estall cuando se derrumb Yugoslavia es un caso
ifpico de esa parlisis. Y eso, insisto, es "normal", es decir que es parte
de los patrones que deben esperarse del funcionamiento de la econo-
ma-mundo capitalist.
Normalmente, para entonces deberamos llegar a una epoca de
recuperacidn. Despuds de una espiral del gasto —incluyendo tanto el
consumismo suntuario como el descuido ecolgico— e ineficiencia
(con abundancia de tareas inutiles, puestos comodos y rigidez buro-
critica) debera llegar un nuevo impulse dinimico, escueto y maligno,
por parte de nuevas industrias de punta monopolizadas y segmentos
de compradores mundiales recien creados, tendiente a aumentar la
demanda efectiva total —en suma, una renovada expansin de la
economia-mundo en camino hacia una nueva era de "prosperidad".
Los tres puntos nodales, como ya se ha indicado y es ampliamente
reconocido, estarin en Estados Unidos, Europa occidental yjapbn. Los
primeros diez afios aproximadamente de esta nueva fase A de Kondra-
tieff sin duda verin una aguda competencia de los tres centros por
obteneralgunaventaja para su variacin particular del producto. Como
ha venido mostrando Brian Arthur en sus escritos, que variante gana
tiene poco o nada que ver con la eficiencia tcnica y todo que ver con
el poder.3 Al poder podramos agregar la persuasin, salvo que en esa
5 Vease entre otros W. Brian Arthur, “Competing technologies, increasing returns,
and lock-in by historical events", Economic Journal, XLIX, num. 394 (marzo de 1989), pp.
34 DESPUES DE 1990: cES POSTBLE RECONSTRUIR?

situacion la persuasin es en gran parte una funcin del poder.


El poder del que estamos hablando es principalmente poder eco-
nmico, pero lo respalda el poder estatal. Eso, naturalmente, consti-
tuye un ciclo que se autorrefuerza: un poco de poder conduce a un
poco de persuasin, que a su vez crea mis poder, y asi. Lo que ocurre
es que un pais llega al primer puesto y sigue corriendo. En algun
momento se cruza un umbral. Los productos “Beta" pierden y hay
monopolios “VHS". Mi apuesta es simple; Jap6n tendr ms “VHS” que
la Comunidad Europea, y los empresarios estadunidenses harin tratos
con empresarios japoneses para obtener parte del pastel
Lo que ganarn los empresarios estadunidenses en esos tratos, al
comprometerse por entero en los ahos comprendidos, digamos, entre
2000 y 2010, es bastante evidente, no quedar excluidos por completo.
Lo que ganarJapn es igualmente obvio, especialmente tres cosas: 1]
si Estados Unidos es su socio, no es un competidor; 2] Estados Unidos
todava ser la potencia ms fuerte militarmente, y Japdn, por muchas
razones (la historia reciente y su impacto en la politica interna y la
diplomacia regional, mis las ventajas economicas de los gastos militares
bajos), preferir confiar en el escudo militar estadunidense por algun
tiempo mis; 3] Estados Unidos todavia tiene la mejor estructura de
investigacin y desarrollo de toda la economia-mundo, aunque tam-
bin su ventaja en esa rea desaparecer eventualmente. Las empresas
japonesas reduciran sus costos aprovechando esa estructura.
Enfrentados a esa gran alianza econdmica, los miembros de la CE
dejarin de lado sus desacuerdos menores, si es que no lo han hecho
desde mucho antes. La CE (la Comunidad Europea o la Union Euro-
pea) esti incorporando a los pases de la Asociacin Europea de Libre
Comercio (EFTA), pero nd va a incorporar a los pases de Europa
oriental y central (salvo quizs en un area de libre comercio limitada,
posiblemente en algo similar a la relacin entre Mexico y Estados
Unidos con el Tratado de Libre Comercio).
Europa (es decir la Unin Europea) constituiri un segundo mega-
lito economico y un competidor serio para el codominio Japdn-Esta-
dos Unidos. El resto del mundo se relacionar con las dos zonas de
ese mundo bipolar de muchas maneras. Desde el punto de vista de los
centros de poder econdmico, habr tres factores cruciales que consi-

116-131; y W. Brian Arthur. Yu. M. Ermoliev y M. Kaniovski, “Path-dependent processes


and the emergence of macro-structure", European Journal of Operation* Research, XXX
(1987), pp. 292.303.
PAZ, ESTABILIDAD Y LEGITIMACIN 35

derar para determinar la importancia de cada pais: el grado en que


sus industrias sean esenciales u dptimas para el funcionamiento de las
cadenas de mercancias clave, el grado en que cada pais en particular
sea esencial u optimo para el mantenimiento de una demands efectiva
adecuada para los sectores de produccin mis rentables; el grado en
que paises particulares sirvan a necesidades estrategicas (ubicacion
y/o poderio geomilitar, materias primas clave, etctera).
Los dos paises todavia no significativa o suficientemente integrados
a las dos redes que se estan creando, pero que ser esencial incluir por
las tres razones mencionadas mas arriba, serin China para el codomi-
nio JapdnEstados Unidos y Rusia para la CE. Para llegar a integrarse
plenamente esos dos paises tendran que mantener (o en el caso de
Rusia, primero alcanzar) cierto nivel de estabilidad y legitimidad
internas. Si son capaces de hacerlo, y si al gun a parte interesada puede
quizis ayudar, son cuestiones abiertas, pero creo que las probabilida-
des son moderadamente favorables.
Supongamos que este cuadro es correcto: el surgimiento de una
economia-mundo con China como parte del polo Japn-Estados Uni­
dos y Rusia como parte del polo europeo. Supongamos adems que
hay una nueva, e incluso muy grande, expansin de la economa-mun-
do desde el ano 2000 hasta alrededor de 2025, basada en las nuevas
industrias de punta monopolizadas. Qu podemos esperar entonces?
Tendramos efectivamente una repeticin del periodo 1945-1967/
1973, los “trente gtoriguses" (“treinta gloriosos") de prosperidad mun-
dial, relativa paz, y sobre iodo gran optimismo acerca del futuro? Creo
que no.
Habraivarias diferencias que son evidentes. La primera y mis obvia
para mi es que estaremos en un sistema mundial bipolar, y no unipolar.
La idea de que entre 1945 y 1990 el sistema polar fue unipolar no es
ampliamente compartida; va en contra de la autodefinicin del mundo
como mundo de “guerra fria” enure dos superpotencias. Pero como esa
guerra fria se basaba en un arreglo hecho de comun acuefdo entre los
dosantagonistas para mantener el equilibrio geopolitico prcticamente
congelado, y como (a pesar de todas las declaraciones en contra) ese
congelamiento geopolitico nunca fue violado en forma significativa por
ninguno de los dos antagonistas, yo prefier considerarlo como un
confnicto orquestado (y por consiguiente extremadamente limitado).
En realidad quienes daban las rdenes eran los que tomaban las
decisiones en Estados Unidos. y sus equivalentes sovieticos deben,
haber sentido una y otra vez el peso de esa realidad.
36 DESPUS DE 1990: ES POSIBLE RECONSTRUIR?

En contraste, creo que en los anos 2000-2025 no podremos decir


que ni el codominioJapn-Estados Unidos ni la CE esten "dando las
rdenes". Su poderio econmico y geopolitico estar demasiado
equilibrado. En un asunto tan elemental e insignificance como los
votos en los organismos interestatales, no habr mayoria automatica,
ni siquiera facil. Desde luego, es posible que en esa competencia haya
muy pocos elementos ideolgicos: la base podra ser casi exclusiva-
mente el interes material. Pero eso no necesariamente har que el
conflicto sea menos agudo: en realidad, ser ms dificil remendar la
situacin con meros sfmbolos. Es posible que el conflicto se haga mas
mafioso en su forma a medida que se hace menos politico.
Lasegunda diferencia importante deriva del hecho de que en los
anos 2000-2025 el esfuerzo de inversion mundial podra concentrarse
en China y Rusia en la misma medida en que durante los anos
1945-1967/1973 se concentre en Europa occidental yjapdn. Eso
significar que el monto de lo que queda para el resto del mundo debe
ser diferente en 2000-2025 que en 1945-1967/1973. En 1945-1967/
1973 pricticamente la nica area "antigua" donde hubo inversion
continua fue Esta dos Unidos. En 2000-2025 la inversin continua
tendr que cubrir Estados Unidos, Europa occidental yJapn (adems
de algunos otros, como Corea y Canad). Por consiguiente, la cuestin
es la siguiente: despus de invertir en las areas "antiguas" y en las
“nuevas": cunto quedar (incluso en pequerias dosis) para el resto
del mundo? La respuesta seguramente sera que mucho menos com-
parativamente que en el periodo de 1945-1967/1973.
Eso a su vez se traducird en una situacin muy diferente para los
pafsesdel “Sur"(comoquieraqueestescdcflna). En 1945-1967/1973
el Sur se benefici de la expansion de la economia-mundo, por lo
menos de las migajas, pcro en 2000-2025 corre el riesgo de que no le
toquen ni las migajas. En realidad, es posible que la actual desinversin
(de la fase B de Kondratieff) que hay en la mayoria de las partes del
Sur continue, en lugar de invertirse en la futura fase A. Sin embargo
las demandas econmicas del Sur no seran menores, sino mayores.
En primer lugar, la conciencia de la prosperidad de las zonas centrales
y de la brecha entre Norte y Sur es mucho mayor hoy que hace
cincuenta anos.
La tercera diferencia tiene que ver con la demografia. Por el
momento la poblacin mundial continua siguiendo el mismo patrdn
b^sico que desde hace ya dos siglos. Por un lado, hay crecimiento en
todo el mundo. Lo que lo alimenta es principalmente el hecho de que
PAZ, ESTABILIDAD Y LECITIMACIN 37

en lascinco sextas partes mis pobres de la poblacion mundial las tasas


de mortalidad han venidodescendiendo (por razones tecnologicas),
mientras que las tasas de natalidad no descienden o por lo me nos no
han descendido mucho (debido a la ausencia de incentivos econmi-
cos suficientes). Porotro lado, el porcentaje de la poblacin mundial
de las regiones ricas del mundo ha venido declinando, a pesar de que
efTellas la declinacion de las tasas de mortalidad ha sido mucho mis
aguda que en las regiones menos ricas, debido a la disminucion aun
mayor de su tasa de natalidad (principalmente como forma de opti-
mizar la posicin socioeconmica de las familias de clase media).
Esta combinacion ha creado una brecha demografica paralela (o
quiz mayor) a la brecha econmica entre Norte y Sur. Por supuesto
que esa brecha ya cxistia en el periodo 1945-1967/1973, pero entonces
no era tan grande debido a las barreras culturales contra la limitacin
de la tasa de natalidad que todava persistian en el Norte. Esas barreras
en gran parte sc han hecho a un lado ahora, precisamente durante el
periodo 1945-1967/1973. Lascifras demograficas mundiales de 2000-
2025 reflejarn esa disparidad mucho mas aguda en las prActicas
sociales.
La respuesta que podemos esperar es una presin realmente masiva
en tomo a la migracin del Sur al Norte. El impulse a emigrar
ciertamente existir, no s61o por parte de los que estn dispuestos a
aceptar empleos urbanos mal pagados sino forzosamente tambien de
las personas educadas del Sur, cuyo numero esli creciendo significa-
tivamente. Pero ademas la fuerza de atraccin sera mayor que antes,
precisamente en razon de la division bipolar de las zonas centrales, asi
como de la consiguiente presion aguda que impulsara a los emplea-
dores a reducir sus costos empleando migrantes (no s6lo como
trabajadores no calificados sino tambien como cuadros de nivel me­
dio).
Por supuesto habr (ya hay) una aguda reaccin social del Norte,
un reclamo de legislacin mas represiva para limitar la entrada y para
limifar los derechos sociopolticos de los que entran. El resultado
pod ria ser el peor de los arreglos de facto. la incapacidad de impedir
efectivamente la entrada de migrantes, unida a la capacidad de
asegurarles una posicin politica de segunda clase. Esto significaria
que para alrededor de 2025, en Estados Unidos, la CE e inclusojapon,
la poblacion socialmente definida como “surena” bicn puede llegar a
representar entre el veinticinco y el cincuenta por ciento del total, y
mucho mis en algunas subregiones y en los grandes centros urbanos.
38 DESPUES DE 1990: ES POSIBLE RECONSTRUIR?

Sin embargo, como muchas (quiz la mayoria) de esas personas no


tendrin derecho al voto (y posiblemente solo tendran, en el mejor de
los casos, un acceso limitado a la provision de bienestar social), habr
una elevada correlacin entre los que ocupan los empleos urbanos
peor pagados (y para entonces la urbanizacin habr alcanzado nuevas
alturas) y los que no tienen derechos politicos (ni sociales). Fue una
situacion de este tipo la que produjo, en Gran Bretaa y Francia
durante la primera mi tad del siglo XIX, los fundados temores respecto
a que las llamadas clases peligrosas pudieran derrumbar la casa. En
aquella epoca los parses industrializados inven Laron el estado liberal
para sortear precisamente ese peligro, concediendo el sufragio y
ofreciendo el estado de bienestar para apaciguar a la plebe. Es posible
que en 2030 Europa occidental/Estados Unidos/Japon se encuentren
en la misma posicion en la que estuvieron Gran Bretana y Francia en
1830. “La segunda vez como farsa"?
La cuarta diferencia entre la prosperidad que rein entre 1945 y
1967/1973 y lo que podemos esperar entre los ahos 2000 y 2025 estar
relacionada con la situacin de las capas medias en las zonas centrales.
Ellas fueron las grandes beneficiarias del periodo 1945-1967/1973: el
numero de sus miembros se elev en forma espectacular tanto en
terminos absolutos como relatives, y lo mismo ocurri con su nivel de
vida y con el porcentaje de empleos definidos como “de estrato
medio". Las capas medias pasaron a ser el pilar principal de la
estabilidad de los sistemas politicos, y en realidad constituian un pilar
muy grande. Adems los trabaj adores calificados que formaban el
estrato inmediatamente inferior vinieron a sonar no con otra cosa que
con llegar a ser parte de los estratos medios, por la via de los aumentos
de salario respaldados por los sindicatos, la educacin superior para
sus hijos y el mejoramiento de sus condiciones de vida con ayuda
gubernamental.
Desde luego, el p rec io general de csa expansion fue un aumento
significativo de los costos de produccion, una inflacin secular y una
compresidn considerable de la acumulaci6n de capital. En consecuen-
cia la actual fase B de Kondratieffest generando intensas preocupa-
ciones por la "competitividad” y las cargas fiscales del estado. Esa
preocupacidn no disminuir sino que sin duda aumentar durante
una fase A en que habr dos polos de crecimiento en intensa compe-
tencia entre si. Lo que se puede esperar, por lo tanto, es un esfuerzo
persistente por reducir, absoluta y relativamente, el numero de miem­
bros de las capas medias en los procesos de produccidn (incluyendo
FAZ, ESTABILIDAD Y LEGITIMACION 39

las industrial de servicios). Habr asimismo una continuacin del


interne actual de reducir Jos presupuestos e statales, in Lento que par
ultima amenazar a la mayora de eSas mis mas capas medias.
I as consecuencias politicas de ese recorte de las clases medias serin
muy gravosas. Educados y acostumbrados a la comod idad, los miem-
bros de la capas medias amenazados de verse declanes (desclasados)
no aceptarn pasivamente ese retroceso en su estatus y en su ingreso.
Ya vimos sus dientes durante la revolucidn mundial de 1968. Para
apaciguarlos, de 1970 a 1985 se hicieron concesiones. Ahora esos
paises estn pagando el precio de esas concesiones, y renovarlas send
dificil, o si se renuevan afectarn la lucha econmica entre la CE y el
codominioJapn-Estados Unidos. En todo caso, la economa-mundo
capitalist se vera enfrentada al dilema inmed iato de limitar la acumu-
lacin de capital o bien padecer la rebelin politico-econmica de las
capas antes medias. Sera una amarga eleccibn.
La quinta diferencia_estaren las limitaciones ecolgicas. Los
empresarios capitalistas han vivido de la extern al izac ion de los costos
desde el inicio de estesistema histrico. Uno de los mayores costos
external izados ha sido el costo de renovar la base ecolgica de una
producci6n global en perpetua expansi 6n. Como los empresarios no
renovaban la base ecolgica y tampoco haba un gobierno (mundial)
dispuesto a cobrar impuestos suficientes para ese proposito, la base
ecolgica de la economa-mundo se ha ido reduciendo constantemen-
te. La ltima y mayor expansin de la economa-mundo, de 1945 a
1967/1973, utiliz el margen que quedaba, y eso fue lo que dio origen
a los movimientos verdes y a la preocupacion planetaria por el
ambiente.
- Por lo tanto la expansion de 2000-2025 carecer de la base ecologies
necesaria, y el desenlace puede ser uno de tres. El aborto de la
expansion, con el consiguiente derrumbe politico del sistema mun-
dial. El agotamiento de la base ecologica mas alia de lo que la tierra
puede fisicamente soportar, con las consiguientes catstrofes como el
calentamiento global. O bien se aceptarn seriamente los costos
social es de la limpieza, la limitacin del uso y la regeneracin.
Si el tercer desenlace posible, que es funcionalmente el que causaria
menor dao inmediato, es el camino colectivamente elegido, inmedia-
tamente generaria tension en el funcionamiento del sistema mundial.
La limpieza puede hacerse a expensas del Sur, haciendo aun ms
aguda la disparidad entre el None y el Sur y dando un foco claro a la
tension entre ambos, o bien los costos sern desproporcionadamente
40 DESPUES DE 1990: LES POSIBLE RECONSTRUIR?

asumidos por el Norte, cosa que necesariamente supondria una


reduccion del nivel de prosperidad en el Norte. Adems, sea cual fuera
el camino escogido, cualquier accin seria en relacidn con el ambiente
inevitablemente reducir el margen de beneficio global (a pesar de
que la limpieza del ambiente en si misma $e convertir en una fuente
de acumulacin de capital). Dada esta segunda consideracin, y dado
un contexto de competencia aguda entre el codominio Japon-Estados
Unidos y la CE, podemos esperar un nivel considerable de fraude y
por consiguiente de ineficacia en el proceso de regeneracin, en cuyo
caso estamos de vuelta en el primer o el segundo desenlace posible.
La sexta diferencia estar en el alcance de dos lineas asintticas de
las tendencias seculares del sistema mundial: expansin geografica y
desruralizacin. En teora, para 1900 la economa-mundo capitalist
ya se habia expandido hasta incluir todo el globo. Sin embargo eso
era cierto principalmente deniro del alcance del sistema interestatal;
sdio en el periodo 1945-1967/1973 lleg a ser cierto el alcance de las
cadenas de mercancas. Sin embargo hoy es cierto de ambas cosas. La
economa-mundo capitalist tambien ha venido sufriendo un proceso
de desruralizacion(llamado a veces, con menor exactitud, de proleta-
rizacibn) por cuatrocientos anos, y con creciente velocidaden los
ultimo? doscientos. Los anos comprendidos entre 1945-1967/1973
presenciaron un salto espectacular en ese proceso: Europa occidental,
Estados Unidos y Japon se desruralizaron por complete y el Sur de,
manera parcial pero significativa. Es probable que ese proceso se
complete en el periodo 2000-2025.
La capacidad de la economa-mundo capital ista para expandirse a
nuevas zonas geogr^ficas ha sido histricamente un elemento crucial
en el mantenimiento de su tasa de beneficio y por consiguiente en su
acumulacin de capital. Ha sido el principal contrapeso al creciente
aumento del costo de la mano de obra generado por el aumento del
poder de las clases trabajadoras, tanto en politica como en el lugar de
trabajo. Si ahora ya no hay disponibles para el reclutamiento nuevos
estratos de trabajadores que aun no han adquirido suficiente poder,
en politica o en el lugar de trabajo, para aumentar la parte de la
plusvalia que son capaces de retener, el resultado seria el mismo tipo
de compresion de la acumulacin de capital que est causando el
agotamiento ecolgico.Una vez alcanzados los lmites geogrficos y
desruralizada la poblacin, las dificultades inherences al proceso
politico de reduccin de los costos seran tan grandes que cualquier
ahorro real seria imposible. Necesariamente los costos de produccion
PAZ, ESTABILIDAD Y LEGIHTIMACIN 41

sc elevaran en todo el globo, y por lo tanto los beneficios necesaria-


mente disminuirn.
Hay una sptima diferencia entre la fase A de Kondratieff que se
avecina y la ultima; tiene que ver con la estructura social y el clima
politico de los paises del Sur. Desde 1945 la proporcion de las clases
medias en el Sur ha aumentado considerablemente. No era dificil,
porque hasta entonces era extraordinariamente reducida. Si hubiese
aumentado tan solo del cinco al diez por ciento de la poblacin se
habria duplicado proporcionalmente y, teniendo en cuenta el aumen-
to de la poblacin, en numcros absolutes se habria multiplicado por
cuatro o por seis. Como se trata de entre el cincuenta y el setenta y
cinco por ciento de la poblacin mundial, estamos hablando de un
grupo muy grande. El cosio de mantenerlos al nivel de consumo al
que sienten que minimamente lienen derecho sera enormemente
elevado.
Adems esas capas medias, o cuadros locales, estaban en gran
medida ocupados con la *descolonizacidn'* en el periodo 1945-1967/
1973. Esto era evidentemente cierto de todos los que vivian en las
partes del Sur que hasta 1945 eran colonias (casi loda Africa, el sur y
sudeste de Asia, el Caribe y otras Areas miscelAneas). Era casi igual-
mente cierto de los que vivian en las "semicolonias" (China, partes del
Medio Oriente, America Latina, Europa oriental) donde estaban
ocurriendo diversas formas de actividad “revolucionaria” de tono
psiquico comparable al de la descolonizacton. No es necesario evaluar
aqui la calidad o el significado existencial de todos esos movimientos:
basta con observar dos caractersticas. Consumian las energfas de
grandes cantidades de personas, especialmente de las capas medias.
Y esas personas estaban llenas de un optimismo politico que adoptaba
una forma particular, cuyo mejor resumen es la significativa expresi6n
de Kwame Nkrumah: "Buscad primero el reino politico, y todo lo
dems os seed dado por anadidura/ En la practica eso significaba que
las capas medias del Sur (y las capas medias en potencia) estaban
dispuestas a tener un poco de paciencia con respecio a la debilidad
de su situacin econdmica: estaban seguras de que si en un periodo
de treinta anos ms o menos lograban obtener el poder politico, ellos
o sus hijos tendran su recompensa economica en el subsiguiente
periodo de treinta afios.
En el periodo 2000-2025 no solo no habr “descolonizacion” para
preocupar a esbs cuadros y mantenerlos optimistas, sino que adems
su situacin econdmica casi segu ramen le empeorar, por las varias
42 DESPUS DE 1990: EES POSIBLE RECONSTRUIR?

razones expuestas mas arriba(concentraci6n en China/Rusia, expan-


si6n del nmero de cuadros en el Sur, esfuerzo mundial por recortar
las concesiones a las clases medias). Algunos de sus miembros pueden
escapar (es decir migrar) hacia el Norte, pero eso solo hara mas dificil
la situacin de los que se queden.
La octava y finalmente la ms seria diferencia entre la uhima fase
A de Kondratieff y la prxima es puramente politica: el ascenso de la
democratizacidn y la declinacin del liberalismo, Porque es precise
recordar que la democracia y el liberalismo no son gemelos, sino en
su mayor parte opuestos. El liberalismo se invent para oponerse a la
democracia. El problema que dio origen al liberalismo fue el de
contener a las clases peligrosas, primero en el nucleo y despues en
todo el sistema mundial. La solucin liberal consistia en conceder
acceso limitado al poder politico y una participacin limitada en la
plusvalla econmica, a niveles que no amenazaran el proceso de
incesantejacumulacidn de capital hi el sistema estatal que lo sostenia.
F.1 tema bAsico del estado liberal en el nivel nacional, y del sistema
interestatal liberal en el nivel mundial, ha sido el reformismo rational,
fundamentalmente por medio del estado. La formula del estado
liberal, tal como fue desarrollada en los estados del centre en el siglo
XIX —sufragio universal y estado de bienestar—, funciono maravillosa-
mente. En el siglo XX se aplico una formula comparable al sistema
interestatal en forma de autodeterminacidn de los pueblos y desarro-
llo econmico de los pafscs subdesarrollados. Sin embargo, tropez
con la incapac idad de crear un estado de bienestar en el mbito
mundial (como el que propugnaba, por ejemplo, la Comisidn Brandt):
porque era imposible hacerlo sin chocar con el proceso basico de
acumulacion de capital por el capital. La razn era bastante simple: el
xito de la formula aplicada en los estados del centro dependfa de una
variable oculta -la explotacin econmica del Sur, combinada con un
racismo antisureho. En el ambito mundial esa variable no exista,
lgicamente no podia existir.1
Las consecuencias para el clima politico son claras. Los ahos
1945-1967/1973 fueron el apogeo del reformismo liberal global: la
descolo nizacidn, el desarrollo economico y sobre todo el optimismo
acerca del futuro prevalecian en todas panes, Occidente, Oriente,

4 Una exposicin mAs detallada de este esfuerzo y su fracaso se encuentra en otros


dos ensayos de este volumen: "El concepto de desarrollo nacional, 1917-1989: elegia y
rquiem" y “El colapso del liberalismo.*
PAZ, ESTABILIDAD Y LEGITIMACION 43

Norte y Sur. Sin embargo cn la subsecuente fase B de Kondratieff,


completada la descolonizacin, el desarrollo econdmico esperado
pas a ser un vago recuerdo en la mayoria de las regiones, y el
optimismo se disolvid. Adcm^s, por todas las razones que ya se han
expuesto, no esperamos que el desarrollo econmico vuelva al primer
piano en la prxima fase A, y por lo tanto creemos que el optimismo
ha sido fa taimen te minado.
Al mismo tiempo la presin por la democratizacin ha venido
aumentando constantemente. La democracia es bsicamente antiau-
toridad y antiau to ri tana. Es la demanda por igual voz en el proceso
politico en lodos los niveles e igual participacin en el sistema socioe
conmico de recompensas. La mayor limitacidn a esa presin ha sido
el liberalismo, con su promesa de mejoramiento constante inevitable
por la via de la reforma racional. A la demanda democratica de
igualdad ahora, el liberalismo responda ofreciendo una esperanza
diferida. Esto ha sido un tema no solo de la mitad esclarccida (y mas
poderosa) del mundo sino incluso de los movimientos antisistemicos
tradicionales (la “izquierda histdrica"). El pilar del liberalismo era la
esperanza que ofrecia. En la medida en que ese sueno se marchita
(como "una uva al sol"), el liberalismo como ideologfa se derrumba,
y las clascs peligrosas se vuelven de nuevo peligrosas.
Ese es, entonces, el rumbo en que aparentemente iremos en la
proxi ma fase A, aproximadamente entre 2000-2025- En algunos as-
pectos pareceria ser un periodo extraordinariamente expansivo, pero
en otros ser muy duro. Es por eso por lo que espero poca paz, poca
estabilidad y poca legitimidad. El resultado sera el comienzo del
“caos", que no es sino el ensanchamiento de las fluctuaciones norma­
les del sistema, con efeelo acumulativo.
Creo que ocurrir una serie de cosas, ninguna de ellas nueva. Lo
que quiz ser diferente es la incapacidad de limitar la violencia de
esas fluctuaciones para volver el sistema a algn tipo de equilibrio. La
cuestidn es: hasta que punto prevalecer esa incapacidad de limitar
la violencia de las fluctuaciones?
1] La capacidad de los estados para mantener el orden interne
probablemente disminuir. El grade de orden interno siempre es
fluctuante, y las fases B son notorios momentos de dificultad; sin
embargo para el conjunto del sistema el orden ha venido aumentando
constantemente durante cuatro o cinco siglos. Podramos llamar a esto
el fenmeno del surgimiento de la “estatidad” (stateness).
Desde luego en los ultimos cien anos todas las estructuras imperia-
44 DESPUS DE 1990: EES POSIBLE RECONSTRUIR?

les deniro de la economia capitalist mundial (Gran Bretaa, Austria-


Hungra, mis recientemente la URSS/Rusia) se han desintegrado.
Pero lo que es preciso observar es mis bien la construccin histrica
de los estados, que cred su ciudadana con todos aquellos ubicados
dentro de sus fronteras. Asi ocurri con Gran Bretana metropolitana
y con Francia, Estados Unidos y Finlandia, Brasil y la India. Y fue
tambien el caso del Lbano y Somalia, Yugoslavia y Checoslovaquia.
La divisin o caida de estas ultimas es bastante diferente del desmem-
bramiento de los “imperios".
Podemos dejar de lado la caida de la “estatidad” en la zonaperifrica
como algo que era de esperar o que es politicamente insignificante,
aun cuando va contra la tendencia secular, y la ruptura del orden en
demasiados estados crea una tensin seria en el funcionamiento del
sistema interestatal. Pero lo mis amenazante es la perspectiva del
debilitamiento de la" estatidad* en las zonas centrales, y el fracaso del
compromiso institucional liberal al que se asiste sr gun venimos argu-
mentando hace pensar que eso es lo que est ocurriendo. Los estados
estin inundados de demandas de seguridad y bienestar que politica-
mente no pueden cumplir. El resultado es la gradual privatizacin de
la seguridad y el bienestar, que nos lleva en una direccion de la que
venimos apartandonos desde hace quinientos ahos.
2] El sistema interestatal tambien viene hacindose cada vez ms
estructurado y regulado desde hace varios siglos, de Westfalia al
Concierto de las Naciones a la ONU y su familia. Ticitamente se
supon ia que bamos pasando a un gobierno mundial funcional. Con
euforia. Bush proclamo su inminenciacomo "nuevo orden mundial",
lo que fue recibido con frialdad. Por el contrario, la amenaza a la
“estatidad" y la desaparicion del optimismo reformista han sacudido
un sistema interestatal cuyos cimientos siempre fueron relativamente
endebles.
La proliferacin nuclear es ahora tan inevitable y sera tan rpida
como la expansion de la migracion del Sur al Norte. Esto en si no es
catastrfico. Las potencias de dimensiones medianas probablemente
no son menos "dignas de confianza” que las grandes. En realidad es
posible que sean mas prudentes en la medida en que deben temer mis
las represalias. Sin embargo, en la medida en que la “estatidad" declina
y la tecnologia avanza, es posible que no sea facil contener el creci-
miento furtivo de la guerra nuclear tctica local.
A medida que la ideologa pierde importancia como explicacidn de
los conflictos interestatales va haciendose cada vez mas sospechosa la
PAZ, ESTABILIDAD Y LEGITIMACION 45

"neutralidad" de una dfbil confederacin de Naciones Unidas. En una


atmsfera de ese tipo la capac i dad de la ONU para "mantener la paz",
debil como es, podra disminuir en lugar de aumentar, El reclamo de
"interferencia humanitaria” podria llegar a ser visto como una mera
versin del siglo XXI del imperialism occidental del siglo XIX, que
tambin utilizjustificaciones civil izatorias. ;Es posible que haya sece-
siones, y secesiones multiples, de las estructuras nominalmente uni-
versales (en la linea de lo sugerido por Corea del Norte en relaci6n
con la IAEA (International Atomic Energy Agency))? Es posible que
veamos la construccin de organizaciones rivales? No se puede excluir.
3) Si los estados (y el sistema interestatal) llegan a ser vistos como
que estan perdiendo eficacia, ;a quin se volvern los pueblos para su
proteccidn? La respuesta ya est clara: a “grupos". Los grupos pueden
tener muchos rtulos: 6tnicos/religio$os/!inguisticos, grupos de g-
nero o de preferencias sexuales, “minorias" de diversas caracteri-
zaciones. Tambien aqui, nada nuevo. Lo que si es nuevo es el grade
con que tales grupos son vistos como una altemativa a la ciudadania
y a la participacin en un estado que por definicidn alberga a muchos
grupos (aunque los ordene en forma desigual).
Es una cuestin de confianza. En quien vamos a confiar en un
mundo desordenado, en un mundo de gran incertidumbre y dispari-
dad econdmicas, en un mundo donde no hay ninguna garantia para
el futuro? Ayer, la mayoria respondia que en los estados. se es el
significado de la legitimacin, si no de los estados existentes en el
presente, por lo menos de los estados que podemos tener esperanza
de crear (despots de la reforma) en el future cercano. Los estados
tenan una imagen expansivayde desarrollo; la imagen de los grupos
es defen siva y temerosa.
Al mismo tiempo (y ahi est justamente el detalle), esos mismos
grupos son tambien product© del fenmeno de democratizacin, de
la sensacion de que los estados fracasaron porque la reforma liberal
era un espejismo, puesto que en la prctica el “universalismo" de los
estados implicaba olvidar o reprimir a muchos de los estratos mas
debiles. Asi, los grupos son producto no solo de te mores y decepciones
intensificados sino tambin de la conscientizacidn igualitaria, y por
eso son un punto de reunin sumamente poderoso. Es dificil imaginar
que su papel politico vaya a disminuir pronto; sin embargo, dada su
estructura contradictoria (igualitaria pero vuelta hacia adentro), es
posible que la ampliacion de ese papel sea muy caotica.
4] Cmo contendremos entonces la difusion de las guerras Sur-
46 DESPUS DE 1990: cES POSIBLE RECONSTRLIR?

Sur, y de los conflictos minora-minora en el Norte, que son una


especie de derivacin de ese “grupismo"? Y quien esta en posicin
moral, o militar, de efectuar esa contencin? Quien est preparado
para invertir recursos en ella, especialmente dada la proyeccion de
una competencia Norte-Norte intensificada y mas o menos equilibra-
da (Japn-Estados Unidos contra la CE)? Aqui y alia se harn algunos
esfuerzos, pero en la mayora de los casos el mundo se quedar
mirando, tal como lo hizo en la guerra entre Iran e Irak y como lo esta
haciendo en la antigua Yugoslavia o en el Cucaso, o de hecho en los
guetos estadunidenses. Esto se ir verificando cada vez mas a medida
que aumente el numero de conflictos Sur-Sur simultneos.
Ann mis serio: ,;quien limitar las pequenas guerras Norte Sur, no
sdlo iniciadas sino deliberadamente iniciadas, no por el Norte sino
por el Sur, como parte de una estrategia a largo plazo de enfrenta-
mien to militar? La guerra del Goifo no fue el fin de ese proceso, sino
el principio. Se dice que Estados Unidos gan la guerra. Pero, ^a que
precio? Al precio de revelar su dependencia financier de oiros para
pagar incluso por guerras pequenas? Al precio de proponerse un
objetivo muy limitado, es decir, mucho menos que una rendici6n
incondicional? Al precio de que el Pentgono discuta una futura
estrategia militar mundial de “ganar, conservar, ganar"?
El presidente Bush y los mi li tares estadunidenses apostaron a que
podian lograr su victoria limitada sin mayor gas to de vidas (o de
dinero). La apuesta funciond, pero quiz al Pentgono le parezca
prudente no exigir demasiado a su suerte. Una vez ms, es diffcil ver
cmo Estados Unidos, o incluso los militates de todo el Norte, podran
manejar varias "crisis” como la del goifo Persico al mismo tiempo. Y
teniendo en cuenta el patron que he postulado para los anos 2000-
2025, tanto en la economa-mundo como en la estructura social
mundial en desarrollo, quien se atrevera a sostener que no ocurrirn
de man era simultnea multiples "crisis’' del tipo de la del goifo
Persico?
5] Hay un ultimo factor de caos que no debemos subestimar, una
nueva peste negra. La edologta de la pandemia del sida sigue siendo
objeto de intensa polemica, pcro a pesar de ello es posible que haya
iniciado un proceso: el sida ha impulsado el surgimiento de una nueva
tuberculosis mortal cuya difusin sera en adelante autnoma. Y
despu6s qu? La difusin de esa enfermedad no slo invierte un
patrdn a largo plazo de la economia-mundo capitalist (paralelamente
a la inversion del patrdn de aumento de la "estatidad” y fortalecimien-
FAZ, FSTABILIDAD V LEGITIMACION 47

to del sistema interestatal) sino que adems contribuye a una mayor


descomposicidn de la “estatidad” al aumentar la carga de la maquina-
ria estatal y estimular una atmsfera de intolerancia mutua. Todo esto
a su vez alimenta la difusin de las nuevas enfermedades.
El elemento clave que es necesario comprender es que es imposible
predecir cul ser la variable mAs afectada por la difusin de las
enfermedades pandemicas: reduce el nmero de los consumidores de
alimentos, pero lambidn el de los productores de ali memos. Reduce
el numero de potenciales migrantes, pero aumenta la escasez de mano
de obra y la necesidad de migracion. En cada caso, ique variable sera
mayor? No lo sabremos hasta que haya pasado. Es simplememe una
instancia mis de la indeterminacion del resultado de las bifurcaciones.
6ste es pues el cuadro del segundo marco temporal, la entrada en
un periodo de caos. Hay un tercer marco temporal, el resultado, el
nuevo orden que se crea. Aquf es donde podemos ser mas breves
porque es lo mis incierto. En una aparente paradoja, una situacin
caotica es la mis sensible a la deliberada intervencin humana, Es en
los periodos de caos, a diferencia de los periodos de relativo orden
(relativo orden determinado), en los que la intervencin humana
marca una diferencia significativa.
Hay posibles interventores de visin sistemica y constructiva? Yo
veo dos. Estn los visionaries de la restauracin de la jerarquia y el
privilegio, los custodies de la llama eterna de la aristocracia. Personas
individualmente poderosas, pero carentes de cualquier estructura
colectiva (el “comile ejecutivo de la clase gobernante" no se ha reunido
nunca), actuan (si no en forma conjunta al menos en tandem) durante
las crisis sist6micas porque perciben que iodo esli fuera de control.
Enlonces proceden con base en el principio de Lampedusa: “Es
preciso que todo cambie para que nada cambie." Es dificil saber que
es lo que van a inven tar y ofrecer al mundo, pero yo confio en su
inteligencia y perspicacia. Propondrin algun nuevo sistema histrico,
y quiza consigan empujar el mundo en esa direccidn.
Contra ellos estin los visionarios de la democracia/igualdad (en mi
opinion los dos conceptos son inseparables). Surgieron en el periodo
1789-1989 en la forma de movimientos aniisisicmicos (las tres varie-
dades de la “izquierda histdrica"), y su historia organizacional es la de
un enorme triunfo tictico y un fracaso eslraiegico igualmenteenorme.
A la larga, esos movimientos sirvieron ms para sostener el sistema
que para minarlo.
La interrogacidn es si ahora surgir una nueva familia de movimien-
48 DESPUS DE 1990: cES POSIBLE RECONSTRUIR?

tos antisistmicos, con una nueva estrategia, una estrategia suficiente-


mente fuerte y flexible para tener un impacto importante en el
periodo 2000-2025, de modo que el resultado no sea el de Lampedusa.
Es posible que no surjan, o que no sobrevivan, o que no scan
suficientemente flexibles para triun far.
Por consiguiente, despues de la bifurcacion, digamos despues de
2050 o 2075, podemos estar seguros tan solo de unas pocas cosas. Ya
no viviremos en una economia-mundo capitalista: viviremos en cam­
bio en algun nuevo orden u drdenes, algun sistema histrico nuevo,
o varios. Y por lo tanto es probable que conozcamos nuevamente paz,
estabilidad y legitimacin relativas. Pero seran paz, estabilidad y
legitimacion mejores que las que hemos conocido hast a ahora, o
peores? Es imposible saberlo, y al mismo tiempo depende de nosotros.

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