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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL

DESARROLLO”

CARRERA PROFESIONAL: DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO: DERECHO DE LA EMPRESA I

DOCENTE: MILAGROS DELGADO SÁENZ

ALUMNO: FELIPE CANO LAURA

SEMESTRE: 9no

CODIGO: 2019116433

CUSCO – PERÚ
2023
La transformación, fusión o escisión son formas de
reorganización de sociedades reguladas por esta ley pueden
transformarse en cualquier otra clase de sociedad o persona
jurídica contemplada en las leyes del Perú o fusionarse o
escindirse.

Por la fusión dos o más sociedades se reúnen para formar una sola
cumpliendo los requisitos prescritos por la ley.
Por la escisión una sociedad fracciona su patrimonio en 2 o más bloques
para transferirlos integramente a otras sociedades o para conservar uno
de ellos.
Por la transformación una sociedad decide cambiar su forma por otra de
las reconocidas en la ley.

Dentro del actual contexto en el que se desarrolla la actividad


económica de nuestro país, sumado a la proliferación de inversiones
extranjeras -lideradas en muchos casos por grandes transnacionales-, el
tema de la reorganización de sociedades, por medio de fusión o de
escisión, se convierte en una importante herramienta para afrontar en
mejores condiciones esa situación. Es en este contexto que, con fecha 2
de marzo de 1997, se publicó en el diario oficial «El Peruano» el Proyecto
de Ley General de Sociedades -en adelante, el Proyecto de LGS-, el cual
fue elaborado por destacados abogados y profesores, y cuyo fin central
es modernizar nuestra legislación societaria y adecuarla al nuevo marco
económico que rige en nuestro país. Nuestra legislación societaria, hasta
la fecha está representada por la Ley General de Sociedades -en lo
sucesivo, LGS-, cuyo articulado relativo a las sociedades comerciales
data de 1966, cuando se promulgó la Ley de Sociedades Mercantiles. El
presente artículo tiene por objeto efectuar algunas reflexiones en torno a
la fusión y la escisión como formas de reorganización de sociedades.
Para ello recurriremos al texto de la LGS, del Proyecto de LGS y de
ciertas normas tributarias, que genera una confusión de patrimonios, los
cuales pasan a ser concentrados por una sola sociedad. Los patrimonios
involucrados se transfieren a título universal e incluyen tanto activos
como pasivos. Existen dos modalidades típicas de fusión que, según los
nombres usados por la LGS, son las siguientes:
i) fusión por incorporación, por medio de la cual una o más sociedades se
extinguen (disuelven sin liquidarse, según nuestra LGS) para ser
incorporadas en otra sociedad preexistente, la cual asume el patrimonio
de las otras, convirtiéndose los socios de las primeras en socios de la
segunda; y,
ii) fusión por constitución, a través de la cual dos o más sociedades se
extinguen (disuelven sin liquidarse, según nuestra LGS) para constituir
una nueva sociedad, que deviene en titular de los patrimonios de las
otras, pasando los socios de las sociedades extinguidas a ser socios de la
sociedad recién constituida. De acuerdo con la actividad económica que
realicen las sociedades involucradas en una fusión, podemos efectuar la
siguiente clasificación:

i) horizontal, se fusionan sociedades dedicadas a la misma actividad


económica; ii) vertical, se unen sociedades que tienen como actividad
económica la realización de distintas etapas dentro de un proceso de
producción, concentrándose, como consecuencia de la fusión, toda una
cadena de producción en una sola sociedad; y, iii) que origina un
conglomerado empresarial, consistente en la fusión de sociedades que
efectúan distintas actividades económicas, convirtiéndose la sociedad
incorporante o la constituida por fusión en una sociedad con varias
actividades económicas.

que no existe limitación alguna para que sociedades que efectúan


diferentes actividades económicas puedan fusionarse; esta idea se ve
reforzada por el hecho de que una misma sociedad puede tener dentro
de su objeto social más de una actividad económica, en la medida que
éstas estén determinadas de manera clara y precisa. De esta manera, la
fusión se constituye como una forma de reorganización de sociedades en
la medida que las actividades económicas realizadas por un grupo de
sociedades terminan siendo concentradas en una sola sociedad, como
resultado de una fusión. Por todo lo antedicho, consideramos que son
cuatro los elementos esenciales y característicos de una fusión, a saber:
i) unión de sociedades: toda fusión supone la unión de dos o más
sociedades, ya sea una unión por incorporación o una por
constitución;
ii) unión de patrimonios: como resultado de una fusión, los
patrimonios de las sociedades participantes se unen, dando como
resultado un patrimonio nuevo integrado;
iii) unión de socios: producida una fusión todos los socios de las
empresas que se extinguen se unen con los socios de la sociedad
incorporante o se unen para formar el capital de la sociedad
recién constituida, salvo pacto en contrario o ejercicio del derecho
de separación por parte de los socios; y, iv) extinción de
sociedades: por lo menos una sociedad deja de existir en una
fusión por incorporación y dos en una fusión por constitución, es
decir, toda fusión acarrea necesariamente una extinción de
sociedades.

La fusión en la LGS.

Pese a la gran vigencia que en nuestros días tiene la fusión como forma
de reorganización de sociedades, la LGS contiene una regulación sobre
fusión muy limitada, la cual origina una serie de dudas respecto de
temas sumamente trascendentes, dados los vacíos normativos
existentes. Nuestra LGS, en sus cinco artículos sobre fusión, regula
básicamente tres temas: concepto, procedimiento y contenido de las
escrituras públicas. Es así que el artículo 354 está destinado a definir la
fusión en función de las dos formas existentes: fusión por constitución y
fusión por incorporación. Asimismo, el artículo 355 de la LGS está
dirigido a establecer las normas aplicables al proceso de fusión. Por
último, los artículos 356, 357 y 358 pretenden dictar algunas pautas
sobre el contenido de las escrituras públicas de fusión y de disolución
por fusión. Como resultado de esta limitada regulación, surgen una serie
de aspectos que no hallan respuesta en la citada norma, por ejemplo:
cuál es el efecto que tienen los pactos anteriores al acuerdo de fusión,
celebrados por los representantes de las sociedades participantes en
una fusión; cuándo entra en vigencia la fusión; cómo es el canje de
acciones; publicidad del acuerdo de fusión; entre otros.

Algunos comentarios a la regulación sobre fusión


contemplada en el Proyecto de LGS.

No pretendemos en este punto hacer un comentario exhaustivo de todas


y cada una de las normas introducidas por el Proyecto de LGS en materia
de fusión. Sin duda alguna, y de entrar en vigencia las normas de este
Proyecto, se daría un avance fundamental en la regulación sobre fusión
de sociedades en nuestro medio. A continuación esbozamos algunos
comentarios a la regulación que sobre fusión contiene el Proyecto de
LGS:
El Proyecto de LGS, en su artículo 332, regula las dos formas de fusión
conocidas, en términos similares a lo prescrito en la LGS, aclarando que
las sociedades que desaparecen como consecuencia de la fusión se
extinguen y no se es decir, propiamente se extinguen. Cabe resaltar
también que de manera acertada el Proyecto de LGS aclara que el
beneficio directo del proceso de fusión es en favor de los socios de las
sociedades participantes en dicho proceso; beneficio que se materializa
con la emisión, en nombre de los socios de las sociedades que se
extinguen, de las acciones o participaciones correspondientes. Por otro
lado, el Proyecto de LGS -en lo que consideramos un cambio innecesario-
introduce los términos <> e «incorporadas>> para hacer referencia a
las sociedades que participarían en lo que hemos definido como un
proceso de fusión por constitución; y, en cambio, muestra los nombres
<> y <> para referirse a las sociedades involucradas en lo que hoy
conocemos como una fusión por incorporación. Si bien estos cambios
implican sólo la variación de ciertas denominaciones y no la alteración
de la esencia de las formas de fusión por todos conocidas, consideramos,
dada nuestra práctica jurídica

La fusión y sus efectos en el capital.

Pensamos que el Proyecto de LGS no toma postura de manera clara


respecto de los efectos que toda fusión debe originar en el capital de la
sociedad que se constituye o de la sociedad que absorbe a otras (claro
está, en las sociedades donde el capital es un elemento esencial, por
ejemplo, en las sociedades anónimas). Para tener claro dicho efecto, se
debe tener en cuenta la diferencia existente entre los conceptos de
capital y de patrimonio Toda sociedad anónima, por ejemplo, tiene una
cifra de capital y esta cifra por más diminuta que sea, nunca podrá ser
negativa. Por el contrario, el patrimonio podrá ser positivo o negativo
según las operaciones que efectúe la sociedad. Es así que, con
independencia del efecto patrimonial que toda fusión produce, la
sociedad anónima que se constituye por fusión debería «nacer» con un
capital equivalente a la sumatoria de los capitales de las sociedades
anónimas que se han extinguido para constituirla, pudiendo incluso
surgir dicha sociedad con un patrimonio negativo < 4 >. En el mismo
sentido, la sociedad anónima absorbente debería siempre aumentar su
capital en el monto de los capitales de las sociedades anónimas
absorbidas que se extinguen, como consecuencia del acuerdo de fusión
y con independencia del efecto patrimonial -positivo o negativo- que la
incorporación del patrimonio de las sociedades extinguidas ocasione en
dicha sociedad absorbente. de manera directa por el Proyecto de LGS,
dado el sinnúmero de confusiones que creemos existe sobre el
particular. Probablemente, la más común sea la de pretender determinar
el capital de la sociedad que se constituye por fusión o variar el capital
de la sociedad absorbente, en función del patrimonio neto de las
sociedades que se extinguen. Esa postura nos llevaría a concluir que la
sociedad que se constituye por fusión podría surgir con un capital
negativo o que la sociedad absorbente se viera obligada a reducir su
capital o incluso a tenerlo negativo, como resultado de una fusión de
sociedades, si es que las sociedades extinguidas poseían un patrimonio
neto negativo, lo cual, obviamente, constituiría un tremendo absurdo.
Empero, frente a lo que, a nuestro criterio, constituye un vacío del
Proyecto de LGS, es justo mencionar que el inciso 4 del artículo 335 del
citado Proyecto contiene una breve alusión a la posibilidad de la
variación del capital de la sociedad absorbente, pero sin mayor
precisión, cada una de las sociedades intervinientes, fijando los puntos
del acuerdo. El proyecto recogería, entonces, las posiciones adoptadas
en relación a temas de vital trascendencia, como son: la forma de fusión,
la relación de canje de acciones, la fecha de entrada en vigencia, las
evaluaciones legales, económicas o contables, etc. Toda esa información
servirá de base a la decisión que tomará la Junta General o Asamblea de
cada una de las sociedades participantes. La aprobación del proyecto de
fusión es obligatoria para las sociedades que pretendan adoptar un
acuerdo de esta naturaleza. Dicho proyecto de fusión será aprobado por
el Directorio u otros administradores de cada una de las sociedades.
Será la Junta General o la Asamblea de cada una de las sociedades las
que aprueben ese proyecto de fusión con sus modificaciones. Pensamos
que la introducción de la figura del proyecto de fusión en el Proyecto de
LGS constituye un aporte de singular importancia,
La actual LGS no se pronuncia sobre la fecha de entrada en vigencia de
un acuerdo de fusión; el Proyecto de LGS cubre ese vacío. Del contenido
del artículo 341 del Proyecto de LGS puede inferirse que la fecha de
entrada en vigencia de la fusión puede ser inmediata al acuerdo
adoptado por la Junta General o Asamblea, si ésta así lo dispone, o en un
momento posterior que no podrá exceder de la fecha de inscripción del
acuerdo de fusión Pese a las bondades que una disposición de este tipo
puede ofrecer a las sociedades intervinientes en una fusión, sería
conveniente conciliar esa norma con las leyes tributarias que prescriben
que, para efectos tributarios y contables, la fusión surte efectos en la
fecha del otorgamiento de la escritura pública correspondiente (literal e)
del artículo 64 del Decreto Supremo No. 122-94-EF, Reglamento de la
Ley del Impuesto a la Renta y literal a) del numeral 7 del artículo 2 del
Título 1 del Reglamento de la Ley del Impuesto General a las Ventas e
Impuesto Selectivo al Consumo -Decreto Supremo No. 29-95-EF-,
sustituido por el Decreto Supremo No. 136-96-EF).

La fusión se constituye como una forma de


reorganización de sociedades en la medida que las
actividades económicas realizadas por un grupo de
sociedades terminan siendo concentradas en una
sola sociedad.

La actual LGS prescribe que a las escrituras públicas de fusión y de


disolución por fusión debe insertarse, por cada sociedad, un balance general
al día anterior al del acuerdo de fusión y un balance general final al día
anterior al del otorgamiento de la escritura, pública. Ésta es a nuestro
criterio una exigencia a todas luces irracional, ¿cómo cerrar un balance
general final el día anterior en el cual tengo que presentarlo para que el
notario me otorgue la escritura pública correspondiente, teniendo en
cuenta, sobretodo, a sociedades con un gran volumen de operaciones
diarias? Esta absurda exigencia ha sido eliminada del Proyecto de LGS, y
siguiendo en parte lo dispuesto por cierta legislación comparada moderna,
ha establecido lo siguiente respecto de la elaboración y presentación de
balances: a) desde la publicación del aviso de convocatoria a Junta General
o Asamblea se debe poner a disposición de los socios, accionistas,
obligacionistas y demás titulares de derechos de crédito o títulos especiales,
el balance anual auditado del último ejercicio de las sociedades
participantes y, en el caso, de las recién constituidas en ese ejercicio, un
balance auditado cerrado al último día del mes previo al de la aprobación
del proyecto de fusión; y b) dentro de un plazo de treinta días contados a
partir de la fecha de entrada en vigencia de la fusión, las sociedades que se
extinguen por fusión formularán un balance al día anterior de la entrada en
vigencia de la fusión, mientras que la sociedad constituida por fusión o la
sociedad absorbente formularán un balance de apertura al día de entrada
en vigencia de la fusión. Creemos que de esta manera se racionaliza la
elaboración y presentación de balances dentro de un proceso de fusión, La
escisión de sociedades supone la transferencia en un solo acto, a una o más
sociedades, de uno o más patrimonios netos -conjunto de activos y pasivos-
vinculados a una o más líneas de producción, comercialización o servicios.
En términos genéricos, las modalidades de escisión son:
i) escisión total-llamada también división-, en virtud de la cual una
sociedad, que tenga por lo menos dos líneas de producción,
comercialización o servicios, se extingue, pasando cada una de
sus líneas aconstituir nuevas sociedades (escisión total por
constitución), o a ser absorbidas por sociedades preexistentes
(escisión total por absorción), o, al menos, una línea a constituir
una nueva sociedad y otra a ser absorbida por una sociedad
preexistente (escisión total mixta);
ii) ii) escisión parcial, por medio de la cual una sociedad, sin
extinguirse, que tenga por lo menos dos líneas de producción,
comercialización o servicios, y siempre que mantenga, al menos,
una línea en su patrimonio, pasa una o más líneas a constituir
nuevas sociedades (escisión parcial por constitución), o a ser
absorbidas por sociedades preexistentes (escisión parcial por
absorción), o, al menos, una línea a constituir una nueva sociedad
y otra a ser absorbida por una sociedad preexistente (escisión
parcial mixta). En toda escisión de sociedades, los beneficiarios
directos de la misma son los socios de la sociedad que adopta el
acuerdo de escisión, son ellos los que reciben las participaciones o
acciones -según sea el caso- que emite cada una de las
sociedades que ha recibido una línea de producción,
comercialización o servicios

Pese a la importancia de esta figura de reorganización empresarial y a su


gran vigencia práctica, nuestra legislación no ha regulado esta figura de
manera integral. La LGS sólo tiene una mención a dicha figura en el artículo
108 -según texto modificado por la Ley No. 26356- para el caso de las
acciones sin derecho a voto. Por otro lado, han sido las normas tributarias
las que han ensayado una definición sobre esta forma de reorganización de
empresas, bajo la denominación de división; empero, es justo aclarar que en
materia de escisión muchos ordenamientos jurídicos, al igual que el nuestro,
han iniciado su tratamiento a través de normas tributarias, tal es el caso,
por ejemplo, de Francia, Italia y Argentina (Jo)_ Actualmente, el literal a),
numeral7 del artículo 2 del Título 1 del Reglamento de la Ley del Impuesto
General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo -Decreto Supremo
No. 29-95-EF-, sustituido por el Decreto Supremo No. 136-96-EF publicado el
30 de ciembre de 1996 en el diario oficial «El Peruano», establece lo
siguiente: <>. Como se puede apreciar esta regulación tributaria sobre
escisión se limita a una definición de esta figura mercantil, mas no pretende
elaborar una normatividad integral sobre esta forma de reorganización de
empresas. Ante la ausencia de una norma mercantil, la legislación
tributaria, para efectos de establecer ciertas exoneraciones, se ha visto
obligada a desarrollar su propia definición. Si comparamos esta definición
de división otorgada por normas tributarias con las modalidades de escisión
que hemos detallado en el literal a) anterior, llegaremos fácilmente a la
conclusión de que la definición tributaria de división es parcial -por no decir
incorrecta en ciertos aspectos- y no incluye todas las modalidades que
sobre escisión ha desarrollado la doctrina y la legislación comparada
mercantil. Por citar sólo algunos ejemplos, podríamos afirmar que las
normas tributarias omiten la descripción clara de la escisión total con todas
sus variantes e incurren en error al pretender definir a la escisión parcial
como una sumatoria de actos mercantiles, primero una reducción de capital
y luego un aumento de capital por aporte de una línea. En conclusión, y por
lo mencionado anteriormente, podemos decir que las normas tributarias han
ensayado un concepto de división, parcial e incorrecto en ciertos aspectos.
Asímismo, existe la ausencia de una regulación integral sobre escisión en
nuestro ordenamiento jurídico, lo que ha originado que aspectos tan
centrales de la escisión de sociedades, como sus características,
modalidades, efectos de las negociaciones previas, participación de los
administradores, contenido del proyecto de escisión, procedimiento de toma
de acuerdos, determinación del alcance del concepto de líneas de
producción, comercialización o servicios, derecho de separación de los
socios, derecho de oposición de los acreedores, entre otros, no tengan aún
una respuesta clara en nuestro ordenamiento.

Algunos comentarios a la regulación sobre escisión


contenida en el Proyecto de LGS.

Al igual que en la fusión, no pretendemos en este punto hacer una


comentario exhaustivo de todas y cada una de las normas introducidas por
el Proyecto de LGS en materia de escisión. Con mayor razón que en el caso
de la fusión, dada la carencia legislativa sobre el tema, de entrar en
vigencia las normas de este Proyecto, se daría un avance sustancial en
cuanto a la regulación de reorganización de sociedades en nuestro medio

Modalidades de escisión.

El artículo 355 del Proyecto de LGS regula, de manera acertada, los dos
grandes tipos de escisión con todas sus variantes, a saber: i) escisión total -
llamada también división-, incluyendo la escisión total por constitución, la
escisión total por absorción y la escisión total mixta; ii) escisión parcial,
regulando la escisión parcial por constitución, la escisión parcial por
absorción y la escisión parcial mixta.

La escisión parcial y su efecto patrimonial en la sociedad


escindida.

En el caso concreto de la escisión parcial - regulada en el inciso 2 del


artículo 355 del Proyecto de LGS- se establece que <>. De acuerdo a esta
disposición parecería claro que el Proyecto de LGS, habría tomado posición
respecto de la incidencia en el capital social que produciría todo acuerdo de
escisión parcial en la sociedad escindida. Podríamos entender, de acuerdo a
lo establecido en el Proyecto de LGS, que el capital de la sociedad escindida
se ajustaría en el monto del patrimonio neto escindido (activos menos
pasivos, de ser el caso), denominado bloque patrimonial por el citado
Proyecto. Cabría preguntarse entonces por qué el monto del patrimonio
neto escindido tendría que cargarse sólo contra una cuenta patrimonial
como el capital; ¿qué sucedería, entonces, en el caso que el monto del
patrimonio neto que se pretende escindir iguale o supere la cifra del capital
social de la sociedad escindida?, ¿quedaría impedida esa sociedad de
acordar una escisión, pese a tener un patrimonio superior a su capital? Por
otro lado, ¿qué problema podría existir para que el monto del patrimonio
neto escindido sea cargado contra otra cuenta patrimonial, por ejemplo,
resultados acumulados positivos, utilidades del ejercicio, reservas de libre
disposición, prima suplementaria de capital o contra varias de esas cuentas
a la vez por montos parciales? Algunos podrían sostener que la discusión es
intrascendente, porque en el caso de que el monto del patrimonio neto que
se pretende escindir iguale o supere la cifra del capital social de la sociedad
escindida y en la medida que el patrimonio sea superior al capital, podría
esa sociedad primero aumentar su capital, capitalizando, porejemplo,los
resultados acumulados positivos, las utilidades del ejercicio, las reservas de
libre disposición o la prima suplementaria de capital, y luego reducir su
capital en el monto del patrimonio neto escindido. Empero, creemos
absurda una exigencia de tal tipo, dado que estarían obligando a aumentar
el capital para luego reducirlo, en lugar de permitir una solución abreviada y
con idéntico efecto patrimonial, como sería la de conceder a la sociedad
escinden te la posibilidad de cargar el monto del patrimonio neto escindido,
contra alguna otra cuenta patrimonial, como las ya mencionadas. En
síntesis, pensamos que el Proyecto de LGS debió permitir que la sociedad
escindida, luego de separar uno o más bloques patrimoniales o líneas de
producción, comercialización o servicios, pueda a su elección ajustar el
capital u otra cuenta patrimonial-por ejemplo, resultados acumulados
positivos, las utilidades del ejercicio, las reservas de libre disposición o la
prima suplementaria de capital.

Efectos en el capital de las sociedades receptoras de


bloques patrimoniales en una escisión.

Dado que nos encontramos frente a una figura societaria que sería regulada
por primera vez en nuestro medio de manera integral, y pese a que en la
práctica mercantil su uso se haya difundido, consideramos que el Proyecto
de LGS debió resolver el tema de los efectos en el capital de las sociedades
receptoras de bloques patrimoniales en una escisión; es decir, cómo se
forma el capital de la sociedad que se constituye por escisión y si varía -y en
qué medida- el capital de la sociedad existente que absorbe un bloque
patrimonial como parte de un proceso de escisión.

Los bloques patrimoniales.


Hasta la fecha, y de acuerdo a las normas tributarias, para el caso de la
escisión -llamada por esas normas división- se estableció el concepto de
líneas de producción, comercialización o servicios y, de alguna manera, se
entendió que formaba parte de una línea todo el patrimonio neto -conjunto
de activos y pasivosvinculado a esa línea. El Proyecto de LGS abandona el
concepto de línea de producción, comercialización o servicios que habían
introducido las normas tributarias y establece el término, para hacer
referencia a las partes del patrimonio que se separan en una escisión de
sociedades. Cierta doctrina y legislación comparada usa, también, la
denominación «fondo de comercio». Sin embargo, y más allá de los
nombres, la gran innovación del Proyecto de LGS estaría dada por el hecho
de haber definido, de manera clara y precisa, lo que entiende por bloque
patrimonial. Es así que el artículo 357 del Proyecto de LGS define al bloque
patrimonial como: i) un activo o conjunto de activos de la sociedad
escindida, o ii) el conjunto de uno o más activos y uno o más pasivos de la
sociedad escindida. En consecuencia, de entrar en vigencia esta norma,
correspondería a la sociedad escindida determinar cómo formaría el bloque
patrimonial a ser transmitido, sólo con activos o además con pasivos.
Adicionalmente, no sería necesaria la existencia de vinculación alguna entre
los activos seleccionados o los pasivos escogidos, y tampoco entre dichos
activos y pasivos. Pese a lo beneficioso de determinar el contenido del
término «bloque patrimonial y a la flexible definición que, en favor del
interés de las sociedades, se ha estipulado, nos parece que esa amplia
definición podría prestarse a un uso excesivo de la figura de la escisión. Por
citar sólo un ejemplo, podría darse el caso que una sociedad que pretende
transferir un determinado bien mueble o inmueble, en lugar de efectuar
dicha transferencia por medio de un contrato de compraventa, se anime a
usar la figura de la escisión -teniendo en cuenta la definición de bloque
patrimonial dada por el Proyecto de LGS-, con el fin de que le sean
aplicables a dicha transferencia todos los beneficios tributarios que para las
formas de reorganización de empresas -fusión y escisión- contempla
nuestra legislación tributaria. Siguiendo con el ejemplo, una sociedad
acuerda escindir de su patrimonio un sólo activo -bien mueble o inmueble-
transfiriendo ese bloque patrimonial a otra sociedad, la cual emitiría
acciones en favor de los accionistas de la sociedad escindida, luego dichas
acciones se transfieren a la sociedad escindida, la cual en un momento
posterior las vende; de esta manera, habríamos logrado el mismo efecto de
una compraventa -transferencia de un bien a cambio de dinero- pero sin
costo tributario alguno, tal como lo explicaremos más adelante. Tal vez
hubiera sido más conveniente fijar un cierto marco al concepto de bloque
patrimonial y definirlo en función de una cierta vinculación empresarial
entre los activos y pasivos materia de escisión. Entendemos que la idea ha
sido flexibilizar el uso de la escisión. En ese sentido, sólo por medio de la
práctica comercial y de la aplicación concreta de una norma de ese tipo,
podremos medir si sus bondades son superiores a los costos que su mal uso
pudiera generar. En relación al proyecto de escisión, a la entrada en
vigencia del acuerdo de escisión y a la presentación y elaboración de
balances, nos remitimos a los argumentos vertidos al tratar la regulación del
Proyecto de LGS en materia de fusión.

Beneficios comerciales y administrativos.

Una de las características más importantes de una fusión es el


fortalecimiento patrimonial que se, produce como consecuencia de que sea
una sociedad la que asuma el patrimonio de varias otras sociedades. Ese
fortalecimiento patrimonial puede otorgarle una serie de beneficios
comerciales a la sociedad incorporante o a la constituida por fusión,
competir con mayor fuerza con otras empresas, ampliar sus actividades,
obtener financiamiento de bancos o de terceros inversionistas -emitiendo
bonos o instrumentos de corto plazo, por ejemplo-, captar capitales de
trabajo -participando en el mercado de valores-, etc. Cabe resaltar, además,
que una fusión de sociedades genera una reducción de costos
administrativos, al extinguirse una serie de sociedades, simplificándose el
manejo al concentrarse éste en una sola sociedad. Por otro lado, la escisión
cumple el objetivo de descentralizar las actividades de una sociedad,
apuntando a una mayor eficiencia y especialización en el desarrollo de esas
actividades, permitiendo, además, reestructurar la participación de los
socios en las sociedades involucradas en la escisión.

Beneficios tributarios

En cuanto a los beneficios aplicables a los casos de fusión y de escisión de


sociedades, debe tenerse en cuenta que hasta el31 de diciembre de 1997 -
según la prórroga dispuesta por la Ley No. 26733-, salvo su derogación
anticipada o una nueva prórroga, regirá la exoneración de todo tributo,
incluido el Impuesto a la Renta -IR- y los derechos de inscrlos Registros
Públicos, que pudiera gravar la formación y otros actos, contratos y
transferencias patrimoniales, derivados de acuerdos de fusión y de división -
léase escisión- de toda clase de personas jurídicas, ya sean mercantiles,
civiles o cooperativas, exoneración que fuera establecida mediante la Ley
No. 25601 y prorrogada sucesivamente por las Leyes Nos. 25877, 26283,
26416, 26561 y 26733. 4.2.3. Asímismo, de conformidad con lo dispuesto
por la Ley No. 26733 y de acuerdo con el Decreto Supremo No. 120-94-EF,
hasta el 31 de diciembre de 1997 las ganancias que se deriven de la
revaluación voluntaria de activos con motivo de la fusión o la escisión, no
están gravadas si se capitalizan en acto previo a la fusión. En efecto, el
primer y segundo párrafos del artículo 1 del Decreto Supremo No.120-94-EF
disponen que valor de mercado, debidamente sustentado, a que se refiere
el artículo 32 de la Ley del IR. 4.2.5. Por otro lado, según el primer y el
segundo párrafos del artículo 4 del Decreto Supremo No. 120- 94-EF, en el
caso de fusión y de escisión de personas jurídicas, las pérdidas arrastrables
se transferirán en forma proporcional al valor de los activos transferidos.
Agrega el citado artículo 4, en su tercer párrafo, que el monto de la pérdida
arrastrable se reducirá en el monto equivalente al valor transferido de los
activos fijos e intangibles que la adquirente -sociedad incorporante o
sociedad constituida- no mantenga desde que ingresan a su patrimonio
hasta cumplir los doce meses, contados a partir del ejercicio siguiente al de
la fecha de otorgamiento de la escritura pública de fusión o de escisión,
salvo que se trate de caso fortuito o fuerza mayor. En cuanto al beneficio
del arrastre de pérdidas por el adquirente, este arrastre se efectuará, de
conformidad con el artículo 107 de la Ley del IR, por el resto del plazo
establecido en el artículo 50 de la Ley del IR y en la forma prevista en dicho
artículo.

ANALISIS CRITICO

El primer párrafo del artículo 50 de la Ley del IR dispone que los


contribuyentes domiciliados en el país compensarán la pérdida neta total de
tercera categoría -de fuente peruana- que registren en un ejercicio
gravable, imputándola año a año, hasta agotar su importe, con las rentas
netas que obtengan en los cuatro ejercicios inmediatos posteriores
computados a partir del ejercicio en que obtengan utilidades. El saldo que
no resulte compensado, una vez transcurrido el indicado período, no podrá
computarse en los ejercicios siguientes. 4.2.6. Adicionalmente, la
exoneración de todo tributo a la formación y otros actos, contratos y
transferencias patrimoniales, derivados de acuerdos de fusión y de escisión,
es relevante respecto de a) las transferencias de bienes muebles que se
puedan efectuar, que estarán exoneradas del Impuesto General a las Ventas
-IGV- y del Impuesto de Promoción Municipal -IPM-, cuya tasa conjunta
asciende a 18%. Cabe señalar que según el Decreto Legislativo No. 821,
esta transferencia está inafecta a ambos tributos, siendo distintos los
conceptos de exoneración e inafectación, aunque ambos impliquen
finalmente que no se pague impuesto alguno al Fisco; b) las transferencias
de inmuebles que se puedan realizar, que estarán exoneradas del Impuesto
de Alcabala; y, e) la inscripción en los Registros Públicos, que pudieran
generarse por los actos, contratos y transferencias patrimoniales derivados
de los acuerdos de fusión y de escisión, que estará exonerada del pago de
los derechos correspondientes. 4.2.7. Cabe indicar que el Impuesto
Selectivo al Consumo, al necesitar de una exoneración expresa, no estaría
dentro de los alcances de la exoneración contemplada en la Ley No. 26733
y en el Decreto Supremo No. 120-94-EF. 4.2.8. Es importante señalar que
para efectos de la inafectación al Impuesto Mínimo a la Renta que estable
ce el inciso a) del artículo 116 de la Ley del IR, modificado por el Decreto
Legislativo No. 799, no se consideran empresas nuevas -entre otros casos- a
aquellas que se constituyan o establezcan por fusión o escisión de empresas
o sociedades ya existentes.

MODO DE CONCLUSIÓN.

Consideramos que nuestra legislación vigente en materia de fusión y de


escisión de sociedades debe ser revisada y tratada con la importancia que
temas de tales características ameritan. En tal sentido, creemos que el
Proyecto de LGS constituye un avance sustancial para una regulación
moderna y acorde con la relevancia que un mercado emergente como el
nuestro requiere. La amplitud y la vastedad de los temas involucrados en
una fusión y una escisión de sociedades, nos han obligado a tratar sólo
determinados aspectos -los que a nuestro criterio podrían haber sido los
más relevantes-. En tal sentido, en esta hora de debate sobre el Proyecto de
LGS, esperamos que las reflexiones aquí efectuadas puedan contribuir en
algo a la discusión sobre estos temas

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