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1.

Iusnaturalismo:

El iusnaturalismo es la doctrina que sostiene que existen principios universales


de justicia y moralidad inherentes a la naturaleza humana y al orden natural.
Estos principios no dependen de la legislación o autoridad humana, sino que
son descubiertos por medio de la razón y son aplicables a todos los seres
humanos. Un ejemplo clave de esta doctrina es la noción de derechos
humanos, considerados derechos universales que existen independientemente
de las leyes de un país en particular. Este enfoque ha sido fundamental en la
creación de principios universales que buscan proteger la dignidad humana.

2. Positivismo Jurídico:

El positivismo jurídico, en contraste, considera que el derecho está compuesto


únicamente por normas creadas y sancionadas por autoridades legítimas, sin
requerir conexión alguna con la moral o principios universales. Para el
positivismo, el derecho se basa en la validez formal de las normas, que se
imponen y obedecen no por su contenido moral, sino porque han sido
formalmente establecidas por una autoridad competente. Un ejemplo de este
enfoque es la creación de leyes por el parlamento; estas leyes son vinculantes
porque han sido aprobadas legalmente, independientemente de su moralidad.

Importancia de estos enfoques filosóficos en la evolución del derecho

El iusnaturalismo y el positivismo jurídico han tenido una influencia profunda en


la evolución del derecho. Por un lado, el iusnaturalismo ha promovido la idea
de derechos universales y ha impulsado la creación de tratados internacionales
sobre derechos humanos. Por otro lado, el positivismo jurídico ha
proporcionado una base sólida para construir sistemas legales coherentes,
donde el derecho se interpreta y aplica en base a normas específicas, claras y
sistemáticas, garantizando un orden social predecible y estructurado.
¿El derecho es una construcción social o tiene una base en principios
universales?

La respuesta a esta pregunta ha sido debatida durante siglos y depende


del enfoque que se tome. Hay dos perspectivas principales:

El derecho como construcción social: Desde el punto de vista del


positivismo jurídico, el derecho es una construcción social, un conjunto de
normas creadas por los seres humanos para regular la convivencia y mantener
el orden. Este enfoque sostiene que el derecho es el resultado de acuerdos
sociales y decisiones políticas que cambian a lo largo del tiempo y varían entre
culturas. Así, el derecho se ve como algo relativo y adaptable a las
necesidades de cada sociedad, sin depender de principios morales universales.

El derecho con base en principios universales: El iusnaturalismo, por otro


lado, afirma que el derecho tiene una base en principios universales e
inmutables de justicia, que se derivan de la naturaleza humana y la razón.
Según esta perspectiva, existen derechos fundamentales que no dependen de
las leyes humanas, sino de una moral objetiva y universal, como el derecho a la
vida o a la libertad. Para el iusnaturalismo, estos principios son superiores a las
leyes de cualquier estado y deben guiar la creación y la interpretación de las
normas.

2. Desarrollo

a) Teoría del Iusnaturalismo

Origen histórico: La teoría del iusnaturalismo se origina en la filosofía griega,


donde pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles sentaron las bases para
la comprensión de la justicia y el derecho. Sócrates, a través de su método
dialéctico, cuestionó las normas establecidas, buscando una verdad moral
subyacente. Platón, en sus diálogos, propone la existencia de un mundo de
ideas, donde la justicia es una forma ideal que debe guiar la conducta humana
(Platón, 1999). Aristóteles, al introducir el concepto de justicia distributiva y
conmutativa, argumenta que el derecho debe estar alineado con la naturaleza
humana y la razón (Aristóteles, 2005).
El Derecho Romano también contribuyó a esta teoría, reconociendo conceptos
de derecho natural que influenciaron la idea de que existen derechos
inherentes a todos los seres humanos, independientemente de las leyes
positivas (García, 2010).

Evolución en la Edad Media: Durante la Edad Media, la obra de Santo Tomás


de Aquino fue crucial para la evolución del iusnaturalismo. Aquino integró la
filosofía aristotélica con la teología cristiana, argumentando que la ley natural
es un reflejo de la ley divina (Aquino, 2005). Según él, las leyes humanas
deben ser justas y alinearse con la ley natural, que es accesible a través de la
razón. Esto estableció un marco moral que guía la creación de leyes,
enfatizando la importancia de la moral en la jurisprudencia.

Los Derechos Naturales en la Ilustración: En el siglo XVIII, el pensamiento


iusnaturalista se revitaliza con la Ilustración. John Locke, por ejemplo, sostiene
que todos los individuos poseen derechos naturales, como la vida, la libertad y
la propiedad, que deben ser protegidos por el gobierno (Locke, 2004).
Rousseau, en su obra "El contrato social", aboga por la idea de la voluntad
general y la soberanía popular, argumentando que la legitimidad de las leyes
proviene de su conformidad con la voluntad del pueblo (Rousseau, 2002). La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 refleja estos
principios, estableciendo derechos fundamentales que deben ser reconocidos y
protegidos.

Principios clave:

1. Ley natural: Preexiste al derecho positivo, sugiriendo que hay principios


universales de justicia que deben ser reconocidos por las leyes.

2. Universalidad: Aplica a todos los seres humanos por igual,


estableciendo una base común de dignidad y derechos.

3. Moralidad intrínseca: El derecho natural es considerado justo por


naturaleza, lo que implica que las leyes deben reflejar estos principios
morales.

Reflexión: La relevancia del derecho natural en la interpretación de los


derechos humanos es fundamental, ya que proporciona una base moral que
trasciende las leyes positivas. Esto es especialmente importante en contextos
donde las leyes pueden ser injustas o discriminatorias, permitiendo a los
individuos apelar a principios universales de justicia y dignidad humana.

b) Teoría del Positivismo Jurídico

Origen histórico: El positivismo jurídico emerge en el siglo XIX con


pensadores como Jeremy Bentham y John Austin. Bentham critica la noción de
derecho natural, argumentando que el derecho debe ser evaluado por su
utilidad y su capacidad para promover el bienestar social (Bentham, 2001).
Austin, por su parte, establece la definición del derecho como un conjunto de
normas creadas por una autoridad soberana, enfatizando la importancia de la
estructura y la coerción en el derecho (Austin, 2007).

Desarrollo contemporáneo: En el siglo XX, H.L.A. Hart y Hans Kelsen


aportan nuevas perspectivas al positivismo. Hart introduce la idea de un
sistema normativo cerrado, donde las normas jurídicas derivan de otras
normas, y desarrolla el concepto de "reglas de reconocimiento" que determina
qué normas son válidas en un sistema jurídico (Hart, 2005). Kelsen, con su
"teoría pura del derecho", busca separar el derecho de la moral, argumentando
que la validez de las normas jurídicas proviene de su origen y no de su
contenido moral (Kelsen, 2000).

Principios clave:

1. Separación entre derecho y moral: El derecho se define por su


creación formal, no por su justicia intrínseca, lo que significa que una ley
puede ser válida independientemente de su contenido moral.

2. Sistema normativo cerrado: Las normas jurídicas son


interdependientes y se derivan de un sistema jerárquico de normas, lo
que permite una aplicación coherente y predecible del derecho.

3. Soberanía: El derecho es creado y mantenido por autoridades legítimas,


lo que implica que la legitimidad del derecho proviene de su origen y no
de su justicia.

Reflexión: La independencia del derecho respecto a la moral es fundamental


para el positivismo, ya que permite que las leyes se apliquen de manera
objetiva y predecible. Sin embargo, esta separación también plantea
interrogantes sobre la legitimidad de leyes que pueden ser vistas como
injustas, lo que genera un debate sobre la función de la moral en la práctica
jurídica.

c) Análisis comparativo

Coincidencias: Ambas corrientes reconocen la necesidad de normas para


regular la convivencia humana. Tanto el iusnaturalismo como el positivismo
coinciden en que el derecho es esencial para mantener el orden social y
proteger los derechos de los individuos.

Diferencias clave:

1. Origen del derecho: El iusnaturalismo sostiene que el derecho proviene


de la naturaleza y la moral, mientras que el positivismo lo ve como un
constructo de la autoridad.

2. Relación con la moral: En el iusnaturalismo, derecho y moral son


inseparables; en el positivismo, son separables.

3. Criterios de validez del derecho: Para el iusnaturalismo, la justicia


intrínseca es fundamental; para el positivismo, la formalidad y el
procedimiento son lo que otorgan validez.

Puntos de encuentro actuales: El debate sobre derechos humanos y


constitucionalismo es un área donde ambas teorías convergen. La protección
de derechos fundamentales puede requerir una combinación de principios
iusnaturalistas y positivistas, ya que las leyes deben ser tanto justas como
formalmente válidas.

Actividad grupal final: Dividir a los participantes en dos grupos: uno


defenderá el iusnaturalismo y el otro el positivismo. Se llevará a cabo una
“discusión simulada” sobre el caso hipotético: ¿Es legítima una ley injusta?
Este ejercicio fomentará un debate crítico sobre la aplicación práctica de ambas
teorías y su relevancia en la jurisprudencia contemporánea.

d) Reflexión sobre la aplicación práctica


Relación entre ambas teorías en la jurisprudencia actual: En la práctica
jurídica contemporánea, los jueces a menudo navegan entre las dos teorías. La
interpretación de la ley puede verse influenciada tanto por principios morales
(iusnaturalismo) como por el texto legal estricto (positivismo). Esto refleja la
complejidad de la práctica judicial, donde las decisiones pueden requerir un
equilibrio entre la justicia y la legalidad.

Ejemplos de interpretación judicial: Un juez puede aplicar un enfoque


iusnaturalista al considerar principios de justicia y equidad al interpretar leyes,
especialmente en casos de derechos humanos. Por otro lado, en contextos
donde se busca la seguridad jurídica, los jueces pueden adherirse a un
enfoque positivista, aplicando el texto legal sin considerar su moralidad. Por
ejemplo, en casos de derechos fundamentales, un juez puede invocar
principios iusnaturalistas para justificar la protección de los derechos humanos,
incluso si las leyes positivas son ambiguas o insuficientes.

Ejercicio práctico: Analizar una sentencia judicial específica, como un caso de


derechos humanos, y discutir si se basa en un enfoque iusnaturalista o
positivista. Este ejercicio permitirá a los participantes reflexionar sobre cómo las
teorías del derecho se manifiestan en la práctica y su impacto en la justicia. Al
final, se puede concluir que tanto el iusnaturalismo como el positivismo aportan
perspectivas valiosas para la comprensión y aplicación del derecho en la
sociedad actual.
Bibliografía
Aquino, T. (2005). Summa Theologica. Salamanca: Ediciones Sígueme.
Aristóteles. (2005). Ética a Nicómaco. México: Ediciones Istmo.
Austin, J. (2007). The Province of Jurisprudence Determined. Cambridge:
Cambridge University Press.
Bentham, J. (2001). An Introduction to the Principles of Morals and Legislation.
Kitchener: Batoche Books.
García, M. (2010). Derecho Natural y Positivismo: Una Visión Comparativa.
Quito: Ediciones Abya-Yala.
Hart, H. L. (2005). The Concept of Law. Oxford: Oxford University Press.
Kelsen, H. (2000). Teoría Pura del Derecho. Buenos Aires: Editorial Losada.
Locke, J. (2004). Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil. Madrid: Ediciones
Akal.
Platón. (1999). La República. Madrid: Ediciones Gredos.
Rousseau, J. (2002). El contrato social. México: Ediciones Er.

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