LOS PATRIARCAS
LOS PATRIARCAS
LOS PATRIARCAS
LOS PATRIARCAS
ABRAHAM.
"Abraham, fue el primer Patriarca de Israel. El pueblo judío comenzó a existir desde
Abraham Se le presenta a menudo como el inventor del monoteísmo. La Torá evoca su
visita a Melquisedec, rey de Salén (Jerusalén) y sacerdote del Dios Supremo, lo cual nos
permite pensar que la creencia en un dios único existía antes de él. Sin embargo Abraham
dio al monoteísmo un contenido radicalmente nuevo: su Dios no se identifica ni con un astro
ni con cualquier fuerza natural. No tiene ninguna forma material; no se puede representar
figurativamente ni tan siquiera imaginárnoslo, e incluso su nombre es impronunciable
(Monoteísmo).
Diez generaciones posteriores a Noé, nace Abraham (su verdadero nombre fue
Abram y luego veremos el porqué de la modificación). Su padre fue Teraj, a quién la
literatura rabínica nos lo presenta como un fabricante de ídolos. Cuando Teraj decide
emigrar, Abraham le sigue acompañado por Saray, su mujer y por Lot, su sobrino. La familia,
natural de Ur de los Caldeos, abandona la tierra para irse al país de Canaán, pero se
detienen en Jarán, donde muere Teraj. Allí es donde Abraham, a la edad de 75 años recibe
por primera vez un mandamiento del Eterno: "...sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu
padre, para la región que yo te mostraré. Yo haré de ti una gran nación..." (Génesis XII,1)
hermosa y teme por su vida, si el Faraón, que la va a ver, se entera de que es su esposa. Tal
como se lo esperaba, el Faraón secuestra a Sara, pero gracias a una intervención Divina, se
la devuelve a Abraham.
Abraham es el primer hebreo y una de las más grandes figuras de Israel. Abraham
nuestro padre es una formula habitual de la literatura rabínica.
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ITSJAK.
Isaac, hijo de Abraham y padre de Jacob (que luego pasa a llamarse Israel y a tener
4 esposas y 12 hijos) es el segundo de los grandes patriarcas, del cual debía nacer el pueblo
de Israel. Entre estos personajes no aparece como el que más se destaca, pero la Escritura
no lo disoció de los otros dos: Dios se presenta a si mismo cada vez que se manifiesta como
el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Tal como el de su padre, su nombre se debe a una
elección Divina. En efecto, Dios había dicho a Abraham: "Sara, tu mujer, te dará un hijo y tu
le llamarás Isaac (Génesis XVII, 19). Y fue designado como el único por el cual Abraham
tendría una descendencia que llevaría su nombre.
Isaac se casó con Rebeca (nieta de Najor, hermano de Abraham), Abraham quiso
evitar que Isaac se casara con una mujer de Canaán y mandó al criado más antiguo a
Caldea, (su tierra natal a fin de que trajera una mujer para su hijo). Ese invocó al Señor para
que designara a quién había ido a buscar y así elige a Rebeca. "Isaac introdujo a Rebeca en
la tienda de Sara, la tomó y fue su mujer. La amó y se consoló de la muerte de su madre (Génesis
XXIV, 67)
Por diversos motivos la vida de Isaac parece repetir la de su padre. Para evitar el
riesgo de ser asesinado por los filisteos y cananeos atraídos por la belleza de su mujer, dijo
que esta era su hermana.
Rebeca era estéril y fue gracias a otra nueva intervención Divina que se aseguró la
continuación de la descendencia prometida a Abraham. Rebeca dio a luz a gemelos: Esaú y
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Jacob, que fue el preferido de Rebeca mientras que Esaú lo fue de Isaac. Este al final de su
vida y casi ciego, quiso dar a Esaú la bendición que le correspondía por ser el mayor, pero
Dios a través de Rebeca, decidió actuar de otro modo y a través de artimañas para que
Jacob pareciera Esau, logró que fuera bendecido por Isaac, quién aunque luego se enteró
que había sido víctima de una astucia, no quiso a pesar de las protestas de Esaú, despojar a
Jacob de la bendición. Mas al temer que Jacob se casara con una de las "mozas de
Canaán", como había hecho Esaú, mandó a buscar esposa entre las hijas de Labán,
hermano de Rebeca.
Isaac murió en Mambré, cerca de Hebrón, a los 180 años y fue enterrado cerca de
sus padres en la cueva de Macpela. Parece ser que su rasgo mas destacado era su perfecta
sumisión a la Ley Divina
JACOB.
Jacob también llamado ISRAEL, es el tercero de los grandes patriarcas. Tomó desde
muy joven la delantera sobre su hermano Esaú al obtener de él la cesión de su derecho a la
primogenitura, por un plato de lentejas y más luego (como se citara anteriormente), la
bendición de Isaac.
Para huir de la cólera de Esaú, deja la casa paterna en Berseba (hoy Beersheeva)
para irse al país de Jarán donde vivía Betuel (padre de Rebeca ) y Labán, su hermano.
Estando en camino tuvo un sueño "veía una escalera apoyándose en la tierra, tocaba con su
cima el cielo, y por la que subían y bajaban los ángeles del Señor, el cual dijo: yo soy el Señor,
Dios de Abraham, tu antepasado y el Dios de Isaac. Yo te daré a ti y a tu descendencia, la tierra
en que descansas" (Génesis XXVIII, 12-13) Jacob tomó la piedra que había puesto bajo su
cabeza para dormir y levantó allí un altar y llamó a ese lugar Betel (La casa del Señor). Al
llegar a Jarán conoce a Raquel (hija de su tío Labán) de quién se enamora inmediatamente.
Labán le acoge en su casa y le propone un salario a cambio de trabajo, pero Jacob le ofrece
sus servicios durante siete años a cambio de Raquel. Transcurrido el plazo la pide por
esposa, Labán hace un gran banquete, pero la noche de boda fue a Lía (y no a Raquel) a
quién entrega (como iba con el velo, no se dio cuenta hasta la mañana siguiente). Jacob al
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verse burlado protesta y Labán contesta que la costumbre era dar la hija mayor antes que la
menor y le propone que a cambio de otros siete años de trabajo le entregaría a Raquel (en
esa época se permitía la poligamia). Al término de esos años Jacob ya era padre de 12 hijos
(11 varones y 1 mujer - con Lía tuvo 7, con Zilpa, la esclava que Lía le había dado como
concubina, tuvo 2, y con Bilhá, esclava de Raquel, 2-) En cuanto a Raquél, a quién Jacob
amaba más que a Lía, fue estéril durante mucho tiempo pero por fin Dios escuchó sus
oraciones y le concedió un hijo: José. Con el tiempo y por problemas de celos de sus
cuñados y animosidad de Labán a raíz del enriquecimiento de Jacob por una estratagema a
través de la cual se quedó con la mayor parte del rebaño de Labán, Dios le aconsejó que se
fuera con sus mujeres, hijos, criados y rebaños al país de Canaán. Labán le persiguió y le
dio alcance en los montes de Galaad, donde se reconciliaron, pero aún le faltaba hacerlo con
su hermano Esaú, tras veinte años de separación, y se siente feliz cuando lo logra. Un poco
antes del encuentro con su hermano tuvo lugar el siguiente acontecimiento; el Génesis lo
cuenta de esta forma: al caer la noche, después de haber ayudado a su mujer e hijos a
cruzar un torrente "Jacob se quedó solo, y un hombre estuvo luchando con él hasta despuntar el
alba. El hombre viendo que no le podía, le dio un golpe en la articulación del muslo y se la
descoyunturó durante la lucha con él. El hombre dijo a Jacob: suéltame, que ya raya el alba;
Jacob respondió: no te soltaré si antes no me bendices. El le preguntó: ¿cómo te llamas? Jacob,
contestó y el hombre añadió: tu nombre no será ya Jacob, sino Israel, porque te has peleado con
Dios y con los hombres y los has vencido" (Génesis XX-XII, 25-29), Jacob llamó a aquel lugar
Penuel ya que nos dice "He visto a Dios cara a cara y he quedado con vida" (Génesis XXXII,
31) .
De vuelta a Canaán vivió numerosas aventuras, entre ellas en Siquén al ser violada
su hija Dina por el hijo del gobernador del país, dos de sus hijos armados con espadas
mataron a todos los varones de la ciudad. Para escapar de posibles venganzas, siguieron su
migración hacia el Sur. En Betel, Dios de le apareció de nuevo y le confirmó que desde
ahora su nombre sería Israel y le repitió la promesa que le había hecho a sus antepasados,
en cuanto a una descendencia floreciente.. Un poco más tarde en Efrata (Belén) Raquel
murió al dar a luz a su duodécimo hijo Benjamin (Biniamín).
Jacob pasó sus últimos años de vida en Egipto, donde José, (Iosef) su hijo preferido
había llegado a ser todopoderoso junto al Faraón. Antes de morirse, a los 147 años, dio su
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bendición a sus doce hijos y les ordenó que los sepultaran cerca de Abraham, Isaac y de sus
esposas en la cueva de Macpela. Hoy ese lugar, llamado "tumba de los patriarcas" es
venerado por judíos y musulmanes."1
1
BAROUKH, Elie y LEMBERG, David. "Enciclopedia práctica del Judaísmo. De Aarón a Zohar". Edit.
RobinBook. España 1995