Huyendo de la Zona de Confort - Von Fontaine

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 27

© Von Fontaine

Diseño de portada: Von Fontaine


Diagramación: Von Fontaine

Primera Edición
Colombia 2019

Edisión para Amazon.com

Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su
incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio sin
autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dicho derechos puede
constituir un delito contra la propiedad intelectual.
1
Sé activo, enfréntate a tus miedos; tal vez es eso lo que has escuchado
decir sobre la zona de confort, ese lugar donde nos permitimos ser vagos,
procrastinamos, no hacemos deporte y donde nos cuesta, por lo general,
empezar. Éste libro está pensado para ayudarte a salir de aquellas situaciones,
para ello empezaré por dar una definición de la zona de confort, sin embargo,
vista desde otro ángulo.
Estoy seguro que cada tipo de comportamiento humano lleva consigo la
intensión de servirnos de él de alguna manera, entonces ¿Para qué sirve la
zona de confort? Al final de éste libro tendrás una idea más amplia y podrás
responderte la pregunta.
Imagina que estás en tu casa, quizá solo, o tal vez con tus amigos o familia,
has cenado y ahora estás recostado en el sofá relajándote y viendo una
película, es claro que te encuentras en tu zona de confort, no hay elementos
desconocidos a tu alrededor y te sientes en completa relajación. Ahora
imagina que en vez de estar en tu casa tienes una cita romántica con una
persona desconocida, una cita a ciegas, te encontraras en un restaurante que
no conoces en un zona de la ciudad a la que no vas muy seguido, ahora estás
en la zona de emprendimiento y aprendizaje, es decir que te ves enfrentado a
elementos desconocidos en esa situación. Ninguna de las dos zonas
mencionadas es mejor que la otra, mientras la zona de confort nos aporta la
posibilidad de descansar y recargar nuestras fuerzas, la zona de aprendizaje es
donde exploramos y crecemos como personas.
Entonces por qué siempre se está diciendo que hay que salir de la zona de
confort, pues porque existe la posibilidad de quedarse estancado en ella, ya
no sólo por usarla para el descanso, sino que se usa para crear un ambiente
sin riesgos y por ende sin progreso. Es igual que cuando no quieres salir de la
cama estando calientitos cuando afuera hace un frío terrible, situación que
ayudada por nuestro cerebro que nos indica «aquí estás bien, para que quieres
salir a sentir frío. Aquí estás seguro, si cambias algo, tal vez ya no te
encuentres seguro».
Tengo un amigo que es programador de aplicaciones para dispositivos
móviles, él me dijo una frase « Never change around the system», que quiere
decir que si las cosas funcionan no las cambies, pues puede ocurrir que lo
dañes. Así mismo piensa el cerebro humano, él es muy práctico y buscará la
vía más fácil para resolver problemas, una gran ventaja, sin embargo, puede
ocurrir que el cerebro se sienta demasiado cómodo y establezca una zona de
confort por mucho tiempo y es en ese preciso instante en que las buenas
oportunidades empiezan a ser perdidas, y nos sentirnos mal por no plantarle
cara a la vida, por no enfrentar la realidad, pero a la vez por no saber cómo
actuar.
Regresemos a nuestra pregunta del principio, ¿Para qué sirve la zona de
confort? Respuesta: Para descansar y recargar. Ahora bien la pregunta es si
¿Quieres que tu vida sea un permanente descanso? De lo anteriormente dicho
se puede llegar a una conclusión lógica, mientras estés en tu zona de confort
no aprendes nada nuevo porque no te enfrentas a nada nuevo.
Para crecer como personas es necesario aprender, y por eso es que nos
interesa salir de la zona de confort, cuando aprendemos de situaciones
desconocidas, esas situaciones dejan de ser nuevas; en algún momento nos
acostumbramos a ellas y de repente ya no forman parte de nuestra zona de
aprendizaje y pasan a ser de la zona de confort. Quiero decir que tu zona de
confort se puede ampliar y que puedes aprender a estar más a gusto en
situaciones que a priori te parecieron desagradables.
Veamos la zona de confort como un aprendizaje terminado, como
observamos en esta curva al principio de un aprendizaje todo es nuevo y
tardamos un poco en entender la situación, luego de ésta primera fase
evolucionamos muy rápidamente hasta llegar al punto en que ya no queda
mucho por descubrir, en nuestra zona de confort estamos en esa última fase,
todo es conocido, no hay nada nuevo y cada día se parece al anterior. Ahora
tenemos la elección, podemos quedarnos allí o podemos hacer el salto a otra
curva de aprendizaje, podemos salir y romper con costumbres que nos
bloquean y seguir creciendo en vez de quedarnos estancados.
Un día hablé con una cliente y me dijo que procrastinaba demasiado
dejando su trabajo para última hora; ella es profesora y cuando llega a casa le
cada por corregir y preparar las clases del día siguiente. Me comentó que
como siempre llega cansada del trabajo primero se recostaba en el sofá a ver
series, en ese instante pensaba «ahora mismo no tengo que hacer nada» y se
sentía aliviada pero se acercaba el momento en que tuvo que levantarse y
empezar su preparación, como no tenía ganas pues decidió ver otro capítulo y
luego otro, era en ese momento en que ya no estaba muy a gusto en su zona
de confort, la liberación y el alivio que le había dado la idea de huir de sus
obligaciones solía desaparecer en cierto punto. Una cosa llamó mi atención,
le pregunté qué era lo que le hacía sentirse incómoda y me respondió que en
ese momento lo que quería era tener ya su trabajo terminado, me pongo
nerviosa porque quiero estar bien preparada para mis clases pero no empiezo
con la tarea. Ella quería estar bien preparada pero no lo hizo.
Cómo puede ser que hay algo que queremos y que está a nuestro alcance,
pero aun así no lo hacemos, ahí es donde quedarnos en la zona de confort
empieza a hacernos daño, a perder oportunidades y sentirnos mal. Qué
pasaría que cuando nos diéramos cuenta que ya no estamos a gusto
cambiáramos nuestro comportamiento. ¿Qué deseas pero no lo estás
haciendo? ¿Te gustaría estar más activo? O a lo mejor cambiar tu situación
profesional, empezar un nuevo hobbie, tocar un instrumento, llevas pensando
hace mucho tiempo que quieres apuntarte a un curso de yoga, pero al final no
lo has hecho.
Salir de la zona de confort sólo por el hecho de salir, no es una buena
motivación, todos tenemos deseos así que saldremos en cierta dirección con
un motivo que tenga sentido, con las ansias de conseguir el éxito que
deseamos y estar más felices.
2
Uno de mis mejores amigos me contó un día que se sentía sin ganas de
hacer nada, y me recitó una gran lista de cosas que le molestaban, le pregunté
qué era lo que deseaba en ese momento. Me respondió «pero cómo me doy
cuenta qué es lo que realmente deseo. No hay nada que me interese y me
cuesta ver por dónde debo empezar a buscar». Le respondí «A que es verdad
que sabes muy bien qué es lo que no quieres. Ahora mismo no están
consciente de las cosas que te gustan y te interesan porque le das mucha
atención a lo que no te gusta». Mi amigo se sintió desconectado de sus
propios deseos e intereses, para reconectar hay que prestar atención a ti
mismo.
Te invito a experimentar con un simple ejercicio, cada noche antes de
dormir apunta las tres mejores cosas del día o si tienes pareja pregúntale
cuáles han sido tus tres mejores momentos hoy, si tienes niños pregúntale a
ellos, puede que al principio te cueste, pero tal vez después de cinco semanas
ya puedas apuntar cinco cosas, sólo evita decir todos los días lo mismo, elige
situaciones concretas cada día. Esta simple pregunta te obliga a revivir el día
buscando lo que te ha gustado, no sólo te ayudará a encontrar tus intereses y
deseos sino que también a ser más asertivo, yo hago éste ejercicio a diario y
te aseguro que cuanto más tiempo lo hagas más resultados notarás.
Otro ejercicio que puedes realizar es el de crear una caja o un libro de
deseos, yo tuve uno en mi infancia, en el que pegue imágenes que me
gustaban y apunté algunas frases que me llamaron mi atención. Lo que una
vez fue un juego infantil, hoy en día es una actividad genial para estar en
contacto con lo que realmente me importa en la vida. Una vez imprimo fotos
de sitios que quiero visitar y escribo deseos que quiero cumplir, luego los
coloco en una caja. Si tu sientes que nada te interesa o no sabes que es lo que
realmente quieres te sugiero que pruebes éste ejercicio. Puede que también te
cueste al principio, verás que la caja se irá llenando casi sin darte cuenta.
3
Cuando estudiaba para mi carnet de conducir me dijeron a donde diriges tu
mirada, es hacia donde se dirige el auto, es un concepto muy simple y estoy
seguro que se puede aplicar en todo los aspectos de la vida. A lo que le
prestas atención es lo que domina tu experiencia. Por ejemplo, imagínate que
estás conviviendo con un compañero que muchas veces deja sus cosas en
cualquier lugar, o cuando usa algo de la cocina no lo recoge ni lo limpia, te
molesta y se lo dices, sin embargo, la situación no mejora así que te empiezas
a quejar cada día con tus amigos y cuando llegas a casa estás seguro que
encontrarás platos sucios en la mesa. Llegado un tiempo te percatas que te
estás quejando del mismo problema todos los días, pero no has logrado darle
solución, has puesto toda tu atención en el problema así que el problema ha
dominado toda tu experiencia, aunque no tienes tiempo para encontrar una
solución. Ya se ha hecho un paso fundamental, hemos puesto nuestra
atención hacia el objetivo por alcanzar, eso no quiere decir que cerremos
nuestros ojos ante malas situaciones o comportamientos desagradables, al
contrario, haber percibido lo que no queremos nos ha llevado a tener en
cuenta qué es lo que deseamos. Ahora tratamos de tener una visión clara de
nuestra meta.
Me gustaría enseñarte dos maneras muy simples para dirigir y mantener tu
atención en el objetivo, lo importante de esta fase es saber qué pasará cuando
logres tu propósito. Por ejemplo si tu deseo tiene que ver con tu vida laboral,
lo que te interesa es pensar en cómo estarás cuando hayas llegado a la
posición profesional que deseas, qué cambios notarás en tu entorno y en ti. El
ejercicio más simple es la visualización, para esto tómate diez minutos y
búscate un sitio tranquilo, siéntate en una posición agradable y ahora si
quieres puedes cerrar los ojos, imagínate que has logrado tus objetivos, dónde
estás, con quién estás, qué estás haciendo, cómo te sientes, presta atención a
los detalles de tu propia película, dibújala como a ti te gusta, ponle música y
disfruta de estos diez minutos de visualización. Recuerda que no importa
cómo has conseguido tu objetivo. En estos ejercicios no hay espacio para
dudas o preocupaciones, si notas que empiezas a sentirte mal, vuelve a
reimaginar que has conseguido todo lo que te propusiste.
La segunda manera de enfocar la atención en tu objetivo, es la proyección,
puedes hacerlo con una persona muy cercana a ti o solo frente a un espejo.
Imagínate lo siguiente: tu vida ha tomado giros inesperados y te ha llevado
más allá del éxito que esperabas, si todo el mundo tiene una estrella de suerte,
tú tienes un firmamento, estás en un momento maravilloso de tu vida y
parece que se está volviendo aún más fantástico. Ahora cuenta la historia de
tu éxito increíble, cuenta la mejor versión de tu vida que te puedas imaginar.
El cerebro no sabe la diferencia entre lo que realmente sucede y lo que te
imaginas, te invito a comprobarlo y verás que después de éste ejercicio te
sentirás con mucha energía.
4
Nuestros sueños y deseos más profundos son importantes, nos pueden
guiar y nos dan una razón para actuar, pero nuestros primeros pasos siguen
estando lejos de esa visión, es importante que nos fijemos metas concretas
para guiarnos hacia nuestro objetivo. Para no desmotivarnos es fundamental
que definamos metas alcanzables. Querer viajar por todos los continentes del
mundo, es por ejemplo una meta bastante grande, por eso subdivide éste
objetivo y marca los pasos grandes que te hacen falta para llegar ahí, en éste
caso empieza por un continente y piensa en los países que quieres visitar, de
éstos países defines uno, defines la fecha en la que te gustaría viajar, y ya has
creado una meta alcanzable, vas de lo grande a lo pequeño, de tu gran
objetivo final a pequeñas metas y así defines tus primeros pasos.
A parte de alcanzables tus metas deberían ser específicas. Tengo una amiga
que hace un tiempo me comentó que quería perder peso, empezó a entrenar
pero le costó mucho trabajo motivarse y al final lo dejó. Volví a verla hace
poco y me quedé sorprendido, está entrenado tres veces a la semana y por lo
visto le encanta. Le pregunté cuál era la diferencia entre ahora y antes, me
dijo que había descargado una aplicación para su móvil que le marca
objetivos, de tal forma que gradualmente los va alcanzando. Antes su meta
era adelgazar, pero ahora su objetivo es entrenar tres veces por semana, en
sesiones de 25 minutos, realizando cinco ejercicios concretos, eso es
alcanzable y muy específico, ya no sólo quiere adelgazar sino que además
sabe cuántos kilos quiere perder y en qué plazo de tiempo, y lo mejor es que
lo está consiguiendo.
Al momento de marcar tus metas, has de hacerte éstas tres preguntas:
¿Cuál es exactamente mi meta? ¿Cuándo quiero conseguirla? ¿Es realista que
alcance la meta en el tiempo dado?
Hay libros enteros que hablan sólo de cómo definir metas, si quieres
ahondar más en el tema sería bueno que buscaras libros sobre la creación de
objetivos, verás que es uno de los aspectos que más impacto tienen en tu
vida. A veces puede ser difícil concentrarnos en nuestro objetivo porque el
presente ocupa toda nuestra atención; imagínate que tienes un portátil
demasiado antiguo y para nada bonito, un día ves el ordenador de tu amigo,
es el último modelo de una marca carísima; y te encanta. Pero te das la vuelta
y allí está tu propio portátil, viejo, feo, barato; si ahora sigues pensando el
ordenador de tu amigo y pensando cómo te encanta, muy bien, sigue
prestando atención a lo que quieres tener en tu vida. Pero si miras a tu portátil
viejo y piensas «que feo es ¿Por qué no puedo tener un nuevo portátil? Nunca
me lo podré permitir», entonces estás prestando atención a lo que no quieres,
a tu situación actual. Te acuerdas de las palabras del instructor de la escuela
de automovilismo, «El auto va hacia donde diriges la mirada», así que si te
fijas mucho en el ahora y las cosas que te molestan, ese será tu destino, si lo
que tienes en tu mente es «no me gusta mi portátil» te aseguro que
encontrarás más cosas que te molestan de tu ordenador hasta escalar a tu
situación en general.
A lo que le prestas atención domina tu experiencia, digamos que tu cerebro
está en modo «queja», lo que quieres, sin embargo, es que nuevos portátiles
como el de tu amigo dominen tu experiencia, lo que te gustaría es estar
rodeado por todo lo que deseas y te hace feliz. Míralo como un viaje, nadie
va en auto desde Bogotá a Medellín mirando hacia atrás, del sitio desde el
que salió, si estás en el punto A = Ordenador viejo, quieres llegar al punto B
= Ordenador nuevo. El punto B es tu meta hacia donde debes mirar.
Si tu situación actual no es lo que imaginabas y hay aspectos que te
gustaría mejorar, te aconsejo que pienses cómo te gustaría que fuera, este es
el poder, concentrarte en tu meta y actuar, salir huyendo de tu zona de
confort, desde el ahora no puedes actuar en el futuro ni en el pasado, el único
poder que posees es el de elegir qué haces en este mismo instante. Así que si
ayer no lo hiciste no esperes hasta mañana, porque ya estás en el sitio y
situación perfecta para movilizarte hacia adelante. Tú puedes elegir ahora y
en cada minuto en el que estás consciente, a qué le quieres prestar atención.
5
Existe un truco para ayudarte a dirigir tu atención. Si piensas en lo que te
gustaría crear en tu vida, normalmente te sientes bien y con ganas de
conseguirlo, si piensas en lo contrario o si empiezas a quejarte, eso te hace
sentir mal, así que cuando estés de mal humor comprueba tus pensamientos.
¿Estás pensando por enésima vez en algo que te molesta sin poder encontrar
una solución? ¿Crees que pensar más en ello lo solucionará? Al final eres tú
quien puede elegir en qué quieres pensar, no tienes que prestar atención a la
situación actual todo el tiempo, ya la conoces, pero también tienes claro cómo
te gustaría que fuera. Si estás motivado y quieres ponerte en marcha,
estupendo, si a lo largo del mes se te acaba la motivación, vuelve a éstas
páginas porque ahora me gustaría invitarte a experimentar con diferentes
maneras de motivación y vencer tus miedos.
Saliendo de tu zona de confort tendrás que enfrentar tus miedos, sobre todo
el miedo predominante de enfrentar situaciones nuevas, a la mayoría de las
personas nos pone nervioso el cambio porque queda la incertidumbre de no
saber si estaremos mejor o peor; pero si te fijas, todo a tu alrededor cambia en
algún momento, es una constante universal, nada es estático, es el ser humano
quien juzga si el cambio es bueno o malo. Y si el cambio no es ni bueno ni
malo, sino una oportunidad de aprender.
Imagínate lo siguiente, estás en una sala enorme con cientos de mesitas
pequeñas y en cada mesa hay una tarta diferente, cientos de tipos de tartas
delante de ti. Ahora que haces, pruebas sólo una y dices «pues ésta es tan
buena que ha de ser la mejor, ya no me hace falta probar más», o por el
contrario miras esa sala y sabes que si no las pruebas todas nunca sabrás cuál
es la mejor. Hay una parte de ti que ve tantas posibilidades y quiere
explorarlas, tú tienes toda la libertad de elegir y probar todo lo que quieras, si
haces grandes o pequeños cambios en tu vida, habrá algunos que no te
gusten, sin embargo, cuanto más cosas nuevas pruebes, más encontrarás que
te gusten y siempre existirá la pregunta ¿Hay algo mejor que esto?
La curiosidad nos puede ayudar a perder el miedo a situaciones nuevas,
pero que puedes hacer al enfrentarte a miedos e inseguridades. Hay un
ejercicio que realizo cuando quiero tomar una decisión pero me siento
inseguro, tengo la sensación de que algo me bloquea y me da miedo dar el
paso. Está basado en el método creativo de Walt Disney, para ésta versión
simplificada sólo te hacen falta tres hojas de papel y un bolígrafo. Pon una
hoja en una silla diferente, coges la primera, la llamaremos hoja creativa y te
sientas en su sitio, apuntarás todas tus ideas sin filtros apuntando todo lo que
se te viene a la mente. Luego te sientas en el segundo sitio con la hoja a la
que llamaremos de crítica, apuntas todo lo que va en contra de tus ideas, todo
lo que se te ocurra. Finalmente siéntate en el tercer sitio, con la hoja a la que
llamaremos de ajuste, escribe los cambios que puedes hacerle a tus ideas en
contraste con las amenazas, cómo puedes mejorarlas para solucionar posibles
problema. Puedes realizar éste ciclo las veces que haga falta para llegar a una
decisión.
En cada sitio tienes una hoja diferente, la primera es sobre una persona
creativa, como un niño que tiene muchas ideas pero desconoce las
consecuencias. El segundo es de una persona estricta, un profesor que busca
fallos en un examen y por último es la hoja de una persona que busca
soluciones para alcanzar la meta. Puedes hacer todo lo que puedas para
identificarte con los tres personajes, esto te ayudará a ver la situación desde
tres ángulos distintos. Por ejemplo a mí me gusta tenderme sobre una
alfombra para anotar mis ideas creativas, para la crítica suelo sentarme en el
escritorio y colocarme gafas, aunque éste ejercicio es un método para
aumentar la creatividad, verás que te ayudará a llegar a una decisión a pesar
de las emociones conflictivas que puedas tener. Podrás ver la situación con
más claridad y por supuesto encontrar situaciones creativas.
6
La motivación parece ser el remedio mágico que todo el mundo busca
ahora mismo. Muchas veces no tenemos ganas de trabajar y procrastinamos,
menos aquellas personas que realmente les apasiona su profesión, si sientes
pasión por algo es evidente que tendrás pasión por hacerlo. Sin embargo, si te
pregunta que es lo que te apasiona ¿Qué respondes? Si lo tienes claro,
estupendo, pero si no, no pasa nada. Ahora te explicaré por qué.
Una amiga es instructora de contorción; es lo que hacen las «personas
serpiente», que doblan sus cuerpos como si no tuvieran huesos. Si le
preguntas a mi amiga sobre si l apasiona su trabajo, su respuesta será un SÍ
rotundo. Pero ahora viene la parte interesante, le pregunté si siempre le había
apasionado contorsionarse; me respondió que no, de hecho hubo varias
ocasiones en las que estaba a punto de dejarlo. Así que ataqué de nuevo
preguntándole por qué no lo dejó. Me respondió:
«Había momentos en los que pensé: ¡Ya está, esto duele demasiado! Pero
al final lo logré y me sentí tan grande al haber superado mis límites. Esos
pequeños éxitos me motivaron y me impulsaron a seguir».
Su respuesta fue muy esclarecedora para mí, porque yo mismo siempre
pensaba que es más probable que tengas éxito si realizas algo que te
apasione, que la pasión nace de ese profundo interés que tenemos por algunas
cosas. Pero al hablar con mi amiga me pregunté ¿Y si es al revés? ¿Y si es el
éxito el que nos motiva más que nada? Así que sientes que no hay nada que
te interese o apasione especialmente, no te preocupes, yo pienso que la
sensación de hacer algo bien y ser reconocido por ello, nos aportará energía e
impulso.
El éxito es lo que deseamos y también es lo que nos motiva, entonces
habrá que crear situaciones de éxito. De una cosa estoy seguro, todo esto sólo
podrá ser encontrado fuer de nuestra zona de confort. Para mantenernos
motivados es importante poder celebrar pequeños éxitos con cierta
frecuencia, y la manera más rápida de conseguir éxitos es contar con nuestras
habilidades. Si haces las cosas que se te dan bien es muy probable que tengas
éxito.
Es verdad que en muchas ocasiones debemos hacer cosas que no nos
gustan y entonces nos cuesta motivarnos. Muchas otras veces la razón radica
en que escogemos el camino equivocado al ponernos metas irreales sin
considerar nuestras debilidades y puntos fuertes. Pero si somos conscientes
de nuestras habilidades y aptitudes podrás actuar como corresponde, por
ejemplo planificar menos tiempo para una tarea que resulta fácil para ti y más
tiempo para una tarea más complicada, puedes tomar una hoja y escribir en
ella una lista de tus habilidades y debilidades, apunta todo lo que se te da
bien, apunta situaciones en las que otras personas te dijeron que algo te salió
muy bien pero que a ti a lo mejor n te pareció importante. En qué situaciones
llamaste la atención de otros, anota si eres reconocido por algo. También
tenemos debilidades y por lo tanto es necesario conocerlos para saber en qué
situaciones pediremos ayuda.
Cuando estás en una situación que para ti es difícil, normalmente tienes
tres opciones: puedes dejar que te desmotives y rendirte, puedes luchar y
trabajar mucho hasta conseguir tu meta o puedes pedir ayuda; ésta última
opción me gusta mucho, y es que te puedes permitir tener debilidades ya que
existen personas que pueden equilibrar nuestros puntos débiles, así que
puedes utilizar tus habilidades como base y crear una red de personas con
diferentes puntos fuertes a tu alrededor. Es simple con recordar que no eres la
persona que debes poder hacer y saber todo.
7
Una vez me había propuesta meditar todos los días durante un año, después
de una semana empecé a encontrar muchas excusas para no hacerlo, primero
no tenía mi habitación tranquila, luego no tenía sitios cómodos para
concentrarme; pensé que tenía que comprar algún cojín especial para
sentarme. Meses pasaron hasta que un día pensé: «Basta ya con las excusas,
no quieres meditar ahora porque te parece difícil y te cuesta. Pero decidiste
hacerlo y dejas que la dificultad de no tener un sitio cómodo te pare». Cuando
me dicen no pongas excusas, mi primera reacción es decir: «No es una
excusa, es cierto, no puedo», una excusa no es una mentira, en realidad es
evitar buscar soluciones para tu situación sin querer admitirlo.
Para darte cuenta si te estás poniendo excusas, te sugiero que prestes
atención a las palabras que usas durante el día. Observa cuantas veces dices
no puedo, no me dejas o tengo que… A lo mejor puedes sustituir tus «no
puedo» por «voy a» o «elijo», hay una gran diferencia entre «no quiero ir a la
fiesta porque tengo que trabajar» y «no voy a la fiesta porque voy a trabajar»,
en la primera frase hay control y presión de fuera, en la segunda no hay
obligación ninguna y no es una excusa, es una decisión tomada.
Si al final quieres buscar soluciones para vencer tus límites puedes probar
éste ejercicio: coge un papel y apunta qué es lo que deseas, luego, debajo,
apunta por lo menos 15 maneras de conseguirlo, cuanto más sean, mejor.
Pueden ser maneras realistas o tan absurdas que jamás lo harás, sin embargo
hay una regla, deben ser posibles.
Hice éste ejercicio por primera vez cuando una amiga se había enfadado
conmigo y no sabía cómo arreglar las cosas con ella; la cosa más absurda que
se me ocurrió fue la de comprar un cartel publicitario en un avión y colocarle
un mensaje de disculpa, por supuesto hacer que el avión pasara por un lugar
donde pudiera ser visto por ella. No compré ese cartel publicitario, pero
hubiese sido posible, ese es el sentido del ejercicio, darte cuenta que tienes
muchas más posibilidades, apagar aquel filtro que nos dice: «eso no es
posible», «eso no va a funcionar» o «eso es demasiado caro». Apágalo, verás
que encontrarás soluciones muy creativas.
Siempre vamos a encontrar limitaciones, ya sean de tiempo, espacio,
tiempo, etc. Estas limitaciones pueden ser convertidas en puntos fuertes.
Digamos que quieres viajar a Australia pero no tienes suficiente dinero, existe
por ejemplo la posibilidad de viajar y trabajar, de ésta forma ganas dinero en
el país que quieres visitar, conoces a la gente y su cultura, lo que da un plus al
viaje que sólo ir de turista. De repente tu viaje es ahora una aventura. Esto es
sólo una de muchas posibles soluciones.
8
Sabes qué es lo que deseas y tienes una razón por la cual salir de tu zona de
confort, conoces la importancia de marcar metas alcanzables y sabes cuáles
son tus habilidades y qué puedes esperar de ti mismo. Ahora vamos hacer
planes más concretos. Primero apunta tu objetivo y los pasos que te hacen
falta para llegar a él, después piensa cuándo quieres dar cada paso y cuándo
quieres llegar a tu meta final. Apunta fechas realistas. Una expectativa
realista quiere decir que has de tener en cuenta posibles retrasos, por ejemplo
puedes que se te junten proyectos y tengas más trabajo del que te habías
propuesto, o puedes que alguien con quien contabas se enferma. Ahora
puedes hacer un plan teniendo en cuenta que puedan surgir situaciones
inesperadas. Cuando hayas decidido que fechas son realistas, pasaremos a
una parte importante del proceso. Apunta exactamente lo que debes tener
hecho en cada fecha, puedes también marcar submetas con más fechas, por
ejemplo: «en el mes de marzo juego al tenis dos veces por semana», una
submeta puede ser «para el día 13 de febrero ya sé cuántos clubs de tenis hay
en mi zona y cuánto es el costo de cada uno», de esta manera tienes los
objetivos bien organizados y estructurados para ir controlando y ajustando.
Hace unos años visité a una amiga porque me había pedido consejos.
Después de la charla convencional, nos quedamos un rato más en calidad de
amigos; ella se dio cuenta de que yo estaba de mal humor, intenté cambiar de
tema pero ella no me dejó escapar, así que le dije que no quería hablar en ese
instante porque había algo que me preocupaba. Se me quedó viendo y al final
me dijo que el miedo no era divertido. Aquellas palabras me ofrecían una
salida de mi escondite. Pensé «qué estás haciendo. Está bien tener miedo pero
por qué dejas que te congele», decidí que mi amiga tenía razón, no es
divertido tener miedo, y aunque no quería contarle mis cosas, acabé por
decirle todo, enfrentándome a mis inseguridades y buscando soluciones. Para
eso necesitamos amigos y familia, cuándo estés debajo de una manta
escondiéndote del mundo, podrás salir de allí sin ayuda, pero con alguien a tu
lado lo harás mucho más rápido, por eso te aconsejo que busques una persona
que te acompañe en tus proyectos. Por ejemplo si quieres hacer yoga
encuentra a alguien que lo haga contigo, será mucho más llevadero y
agradable, además que se motivarán el uno al otro. Si quieres cambiar tu
situación laboral y tienes tus metas apuntadas, comparte esos objetivos con
alguien de confianza, ya que una vez que le has contado te has
comprometido, por lo que aquella persona te preguntará sobre cómo vas con
tu proyecto.
9
Fuera de nuestra zona de confort nos enfrentamos a cambios y zonas
nuevas, con lo que a veces nos asustamos y nos sentimos vulnerables, lo que
es normal, de hecho significa que vas por buen camino. Estás en tu zona de
aprendizaje donde todo es nuevo y lo bueno es que existen personas que te
pueden acompañar, ya sean tus amigos, tu familia o incluso tu psicólogo.
Ya has aprendido sobre metas, motivaciones y excusas. Te invito a aplicar
lo que has aprendido, a buscarte un proyecto, marcar tus metas y empezar; lo
que pasará de aquí en adelante está en tus manos.
Conozco a una persona que se ha mudado a otro país para poder estar con
su novia y tener mejores oportunidades en el mercado laboral, él lleva dos
años en ese país y aún no sabe hablar el idioma de su nuevo hogar, trabaja de
guardia en un museo pero está bastante frustrado porque o ha llegado a dónde
quería. Su novia también se encuentra un poco triste, ella le ayudó con el
empleo y los papeles, pero él sigue quejándose demasiado, se queja del país,
de su gente, del sistema y del hecho de no conseguir un mejor trabajo por no
saber el idioma. Desde fuera la solución para éste problema es evidente, él
debería aprender el idioma lo antes posible para poder obtener un mejor
trabajo y conseguir el éxito que desea, pero no lo hace y le echa la culpa al
país, a su gente y a su sistema, porque si acepta que es su propia
responsabilidad también tendría que aceptar que ha fallado, que lleva dos
años sin aprender el idioma y eso no lo soporta, así que ha elegido estar mal
pero libre de culpa antes de tomar las riendas de su situación y cambiarla.
Lo anterior es importante. En el momento que decimos cosas como: «no
puedo, no es mi culpa» ya que nos robamos a nosotros mismos el poder de
mejorar nuestra situación porque decimos que está fuera de nuestras manos.
Pero si él dijera: «tal y como estoy no me gusta, quiero estar más contento
¿Qué puedo hacer para mejorar mi situación?», en ese instante estaría dando
el primer paso para ocuparse de su propio bienestar, sin juzgar, sin echar la
culpa a sí mismo ni a nadie, simplemente aceptaría que él en este momento
puede elegir y cambiar para estar mejor. Así que si tu situación no te gusta, o
la cambias o vives con ella; pero no andes quejándote. Acepta que eres capaz
de decidir y actuar, simplemente pregúntate ¿Qué puedo hacer yo para estar
mejor?
10
En éste capítulo veremos cómo superar obstáculos que te puedas encontrar
sobre la marcha, dudas, fallos y bajadas de motivación. Por ejemplo puede
que hayas hecho estimaciones de tiempo irreales y ahora te das cuenta que no
podrás cumplir. Puede que estés dudando sobre si tus decisiones han sido
correctas o que estés procrastinando mucho, en primer lugar hay que aceptar
la realidad de que no somos perfectos y que cosas inesperadas pasan en la
vida, a todo el mundo le pasa que al final se dan cuenta que no se puede
cumplir con lo que se tiene programado, a lo mejor no hemos pensado en la
posibilidad de perder un avión o caer enfermos, además de que subestimamos
la pérdida de tiempo en situaciones como los embotellamientos de tráfico.
Por eso se hace importante ir actualizando las metas según el avance, es
buena idea marcar puntos de ajuste y control en el calendario, dependiendo
de tu proyecto marca uno cada semana o uno al mes, mira entonces por dónde
vas y si tu planificación sigue siendo realista. Si no tienes estos momentos de
ajuste, puede pasar que de repente te des cuenta que has perdido de
perspectiva tu proyecto, te puedes desmotivar y al final dejarlo por completo;
par que no pase eso sigue actualizando tus objetivos. Los diagramas de Gantt
pueden ser de gran ayuda, personalmente los usos para planificar mis
proyectos ya que son listas de tareas ubicadas en el tiempo y es fácil entender
en que momento estamos del proyecto, sin embargo, no es necesario el uso de
un diagrama de Gantt, sólo es una opción, tu puedes usar un calendario
ordinario sin ningún problema.
Existen varios tipos de dudas, a veces dudamos de nosotros mismos y si de
somos capaces de lograr nuestros objetivos, otras veces dudamos de nuestras
decisiones y metas, sea lo que sea, dudar siempre será incómodo para
nuestros proyectos, pero podemos usar esa sensación y convertirla en algo
muy útil. Las dudas pueden ser esos momentos para ajustar nuestras metas, te
puedes preguntar entonces ¿Qué es lo que de verdad importa para mí? ¿Sigo
interesado en mi objetivo? Las personas cambian y con ellas también
evolucionan sus deseos, por eso la listas de tus metas no debe ser algo
estático. Imagínate por ejemplo que estás a punto de comprar una casa con un
pequeño jardín, has ahorrado dinero durante mucho tiempo y ahora ha
llegado el momento para hacer una oferta, pero por alguna razón ya no estás
seguro si quieres esa casa, ahora ves el jardín e imaginas todo el trabajo de
recortar el césped, quitar los yerbajos y piensas que sería mucho más cómodo
vivir en un apartamento en algún edificio. Que estés dudando de comprar esa
casa es muy importante, significa que tus deseos han cambiado, pero no has
actualizado tus objetivos como corresponde, esa duda es una señal importante
para ti, así compruebas si realmente lo que estás haciendo te llevará a dónde
quieres estar.
A veces no dudamos de nuestras decisiones pero sí de la capacidad de
lograr el objetivo, lo que también es una señal que nos dice que debemos
ajustar nuestro punto de enfoque. En qué estás pensando si dudas de tus
habilidades, en tu meta y las mejores maneras de conseguirla o tu mente anda
ocupada con tu propia autoestima, tus debilidades y tus miedos. Si piensas
mucho en la manera de llegar a tu destino, puede que te preguntes ¿Pero esto
va a hacer posible? ¿Podré? ¿Y si no funciona entonces qué haré? Pero la
preocupación no arregla problemas, así que tómate unos momentos para no
pensar en cómo vas a conseguir tu meta, sólo trata de crear una visión clara
de tu deseo y disfrútalo, quita la presión y pon la atención en tu objetivo, la
sensación de duda es una señal para ti, ya que hay algo que ajustar, o tu
objetivo o tu punto de atención.
11
Fallar es inevitable, aunque todo el mundo lo sabe nos lo solemos tomar a
pecho, sabemos que de los fallos se puede aprender, que es normal que se
cometan, pero aun así a nadie le gustan. Para mí el mayor problema es que a
veces gastamos mucha energía y tiempo juzgándonos y castigándonos a
nosotros mismos, pensamos cosas como: «Que mal te sale todo, hay que ver
que tonto soy», y demás frases diseñadas para acabar con nuestra autoestima,
entonces nos sentimos mal y perdemos tiempo que pudimos haber usado en
arreglar el problema.
Viéndolo desde otro punto de vista, los fallos nos aportan información
importante, muchas veces en el momento en que te das cuenta que te
equivocaste piensas: «debería haber hecho otra cosa. Debería haberlo hecho
de tal o cual manera», entonces ya tienes nuevas posibilidades de acción
gracias a ese error que cometiste.
Personas que trabajan en la investigación científica necesitan una
resistencia muy alta contra el fracaso, por ejemplo un laboratorio tiene una
hipótesis y quiere saber si es verdadera, para comprobarla diseña un
experimento, el experimento falla así que lo ajustas, falla nuevamente y lo
ajustas otra vez. El proceso termina cuando el experimento tiene éxito o el
equipo del laboratorio decide rendirse, es conocido como el método de
ensayo y error. En la vida se prueba algo nuevo y quizá tengamos éxito o
quizá fallamos, pero si sales de tu zona de confort y las cosas no salen como
lo esperabas, por lo menos has hecho algo nuevo teniendo el valor de salir de
tu estado de letargo que te impide evolucionar, eres como el científico
comprobando su hipótesis y gracias a esa experiencia puedes aprender más y
ajustar tu proyecto, pero sobre todo no pierdas tiempo ni energía enfadándote
contigo, no te hagas sentir mal por algo inevitable, somos humanos y nos
equivocamos con cosas que ya deberíamos saber; míralo como un
experimento, sin juzgar. Ha funcionado, pues muy bien. No ha funcionado,
pues inténtalo de otra manera, pero no desfallezcas.
12
En este textos hemos hablado mucho de la motivación y todos los
ejercicios que has aprendido sirven de una u otra manera para motivarte. A
veces pasa que aunque hayas marcado tu objetivo y realmente quieras llegar
allí, por el camino tendrás que hacer cosas que no te gustan o te dan pereza,
lo que es muy normal. Creo que sería un poco raro que todos estemos
motivados y con ganas de trabajar y cambiar todos los días, nos hacen falta
descansos dada nuestra naturaleza humana. Como ya hemos hablado mucho
de la planificación, recuerda también dejar huecos en tu calendario para
recargar tus pilas.
En mi tiempo en la universidad me solía quejar mucho de no tener ganas
de estudiar, un día hablé con mi hermana mayor y le dije que me costaba
mucho motivarme. Tenía un examen la siguiente semana y no sabía si hacerlo
o no, ella me escuchó con paciencia, al final me dijo: «Toma una decisión, ya
que sufres mientras no decides», ésta frase me hizo despertar, me di cuenta
que yo tenía la posibilidad de elegir, vagar o estudiar, hacer el examen o no.
En el momento en que tienes ese bajón de motivación ¿Qué es lo que
realmente quieres? ¿Hacer otra cosa diferente? ¿Te sientes mal por hacer algo
nuevo? El problema que veo yo en éstas situaciones es que hay presión de
fuera al sentirnos obligados por lo que nuestro instinto es huir, no queremos
obligaciones, pero puedes preguntarte lo siguiente ¿Qué es lo que quiero y
qué me hace falta para llegar allí? Si ésta tarea es necesaria para conseguir tu
meta te puedes preguntar ¿Voy a dejar que ésta tarea me mantenga alejado de
mi objetivo? ¿Voy a dejar que una aversión a una tarea decida sobre mi
éxito? ¿Quién elige entonces? La tarea, el ordenador, el tráfico, el tiempo o
tú. Tú decides, nadie ni nada más puede tomar por ti decisiones importantes.
Si prefieres hacer otra cosa, piensas cuáles serían las consecuencias y toma
una decisión. Si vas a dar un paseo sin terminar tu tarea, hazlo, pero no te
sientas culpable, has decidido, ajusta tu calendario y ya está. Y si eliges el
trabajo, pues ese paseo puede ser tu premio para después, no te digo que
tienes por obligación que elegir la tarea, lo que te digo es que te hagas cargo,
ya que eres tú quien conoce las consecuencias y tus propias necesidades. Así
que decide por las razones que sean y reconoce tu decisión.
Todo el mundo puede abandonar su zona de confort, aun así no todos lo
hacen, tu motivación es que ahí afuera hay algo que deseas, experiencias
nuevas y éxito, sabes que si lo logras o no, está en tus manos, no existe nadie
que viva tu vida por ti, sólo tú puedes decidir qué es lo que quieres y hacerlo.
Los grandes éxitos se celebran a lo grande, una carrera terminada, un
trabajo, una boda; todo eso es digno de una fiesta. De estos momentos hay
muchos en la vida, pero no ocurren muy seguido, los pequeños éxitos son los
que logramos todos los días muchas veces si ser reconocidos. Le pasa a
mucha gente que tiene una lista de tareas y en la noche en vez de descansar
ya está pensando en la lista del día siguiente, si a ti te pasa algo parecido
sabes que puede ser un estilo de vida bastante estresante, pero que pasaría si
te tomaras un momento lo suficiente para parar y reconocer lo que has
logrado, puede ser en la mañana o por la noche antes de ir a dormir, cuando
logres unas de tus metas en tu proyecto de salir de la zona de confort,
celébralo, has algo simbólico así sea el tomarse una buena taza de café
mientras escuchas tu canción favorita, darte una palmada en tu hombro o lo
que se te ocurra para marcar el momento y volverlo especial, lo importante es
reconocer tu esfuerzo.
13
Hemos llegado al final de ésta lectura, con lo que espero que puedas
aprovechar las ideas y los ejercicios que he compartido contigo. Podemos
abandonar nuestra zona de confort por obligación o por decisión propia, si
nosotros mismos nos hacemos cargo decidimos en qué dirección salir por
tanto somos quienes elegimos el destino y tenemos la oportunidad de realizar
nuestros deseos, así que no tiene que significar que hagamos cosas que no
nos gustan, al contrario, si tú eliges salir de tu zona de confort para conseguir
lo que quieres, ya llevas la mejor motivación posible. Puedes buscar
actividades que disfrutar y experimentar con todo lo que has aprendido
durante la lectura de éste texto, sigue tu curiosidad y descubre maneras de
lograr tus objetivos.
ES HORA DE DEJAR ÉSTE TEXTO Y COMENZAR A REALIZAR
COSAS QUE SIEMPRE HAS QUERIDO PARA ALCANZAR TU ÉXITO.
A usted querido lector:

El siguiente e-book fue escrito pensando en la persona promedio que busca


alcanzar el éxito y se siente perdida en un mar de desilusiones. Si usted
querido lector ha estimado que lo escrito en estas páginas le ha sido de por lo
menos una pequeña ayuda, le ruego deje su reseña o valoración en la página
de Amazon, sería de muchísima ayuda.

También podría gustarte