mi relacion con Dios, conmigo y con los demas
mi relacion con Dios, conmigo y con los demas
mi relacion con Dios, conmigo y con los demas
“Ponme esto, con un poco de aquello y con esto, y doble de bendición por
favor, y ¡ya! En el nombre de Jesús, amén”.
¿Para qué tener relación con el Dios de los cielos? Para que solucione
nuestros problemas, pensamos algunos. Es verdad, necesitamos a Dios y
mucho, pero no es el único propósito de la oración. Hablar con Dios sería
muy aburrido sí se limitara a pedir y rogar. No creo que Jesús me salvara
para tener ese tipo de relación conmigo. Él mismo nos enseñó cómo estar
con el Padre, de qué cosas le gusta que hablemos, cuáles son sus temas
preferidos y cómo hacer real en esta tierra las conversaciones que
tengamos con Él.
¡Enséñanos a hablar con Dios! Que petición más genuina y cuán necesaria
para el día de hoy. Enséñanos a saber relacionarnos con el Creador, por
favor. Y Jesús les respondió:
Últimamente veo que la gente al orar cree que debe ordenarle a Dios cosas.
Incluso he escuchado que si decimos “que se haga tu voluntad” es falta de
fe (Lucas 22:41-42). Jesús oró así en Getsemaní y no creo que podamos
acusar a nuestro Señor de falta de fe. Se trataba de una total rendición a
los planes de Dios a cualquier precio. No veo esa enseñanza en ninguna
parte de la Biblia y me suena más a un acto de orgullo y vanidad y una
“espiritupidez” de parte de gente que cree que Dios trabaja en una
hamburguesería.
“Danos hoy el pan nuestro de cada día”. Ahora sí. ¡Claro! Hay
necesidades diarias que debemos pedir. Algo de pan en la mesa cada día,
para mantenernos fuertes para seguir en la pelea. En la historia le han dado
muchos significados a ese pan. Algunos dicen que es la palabra de Dios,
otros dicen que es el mismo Jesús, otros que se refiere a necesidades
materiales. Creo que en verdad es todo eso y más, pero siempre en
relación al “Hágase tu voluntad”. Dios es un buen padre y cuida de sus
hijos, Él quiere escuchar nuestras peticiones, por supuesto. No estoy en
contra de que le digamos a Dios lo que nos pasa y lo que creemos que
necesitamos. Sólo considero que en nuestra sociedad se ha hecho
demasiado énfasis en esto, descuidando el principio de la oración. Dios está
interesado en nuestras cosas y cuidará siempre de sus hijos, es una de
nuestras esperanzas y sé que a Él le gusta que seamos sinceros también en
nuestras necesidades, recordando siempre que lo que más necesitamos no
es lo que Él nos pueda dar sino Él mismo en nosotros.
¿O cómo crees que empezó tu relación con Dios? A través de su perdón. Por
eso a Dios le gusta que cuando hablemos con Él resolvamos nuestros
conflictos con otros y seamos más como Jesús, y así como recibimos su
perdón como un regalo, regalemos perdón a otros. “De gracia recibisteis,
dad de gracia” (Mateo 10:8).
POSTRES
Oración Final
Dios, como Isaías 43, 1. 25 dice: Tú borras mis pecados y me aceptas, lo
que significa que no tengo que rechazarme a mí mismo ¡Soy libre para
amarme a mí mismo de una manera saludable porque Tú me amas!
Lee por favor los siguientes párrafos y haz de cuenta que estás
narrándola a las personas con las que te relacionas. Después DECIDE:
Yo respeto tus necesidades, pero también quiero que respetes las mías.
Esforcémonos siempre para encontrar una solución que sea aceptable para
ambos. Tus necesidades serán satisfechas y también las mías. Ambos
venceremos y ninguno será derrotado. De ésta forma, tu podrás continuar tu
desarrollo como persona mediante la satisfacción de tus necesidades y yo
también podré hacerlo; nuestra relación podrá ser lo suficientemente positiva para
que, en ella, cada uno de nosotros pueda esforzarse para llegar a ser lo que es
capaz de ser, y podremos continuar relacionándonos el uno con el otro con
respeto, amor y paz mutuos.”