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INTRODUCCIÓN (SIGLO VIII-XV)

El islamismo, es una religión monoteísta, que ha sido revelada por Dios a los seres humanos a través del profeta
Mahoma. Apareció en Arabia en el siglo VII. Tras la muerte de Mahoma, los árabes extendieron el islam por el
mundo.Los musulmanes, dominantes del norte de África, iniciaron la invasión de la Península (711-718),
aprovecharon las divisiones visigodas.Ocuparon prácticamente toda la Península, excepto una pequeña franja en
el norte, donde se crearon unos pequeños núcleos cristianos de resistencia, que fueron extendiéndose hacia el
sur. El nuevo Estado musulman fue nombrado como Al-Andalus, su máximo esplendor se alcanzó en el siglo X
con el Califato de Córdoba. Sin embargo, no resistió las divisiones internas y la presión cristiana. En 1031, el
Califato
se dividió en reinos taifas. El Reino Nazarí de Granada, fue la última taifa en ser ocupada por los cristianos en
1492.
DESARROLLO
La conquista. A principios del siglo VIII, un ejército bereber del norte de África, inició la conquista de la
Península. La debilidad de los visigodos les permitió apoderarse del territorio, crearon un estado llamado
Al-Andalus (711-1492).
Primera fase (711-716):Se produce tras la derrota del rey don Rodrigo en la batalla de Guadalete (711). Se creó
un ejército que, liderados por Muza y Tariq recorrió la Península sin apenas combatir y negoció la rendición de
la aristocracia y de las autoridades locales. En 716, la mayor parte del territorio estaba en sus manos. Muchos
nobles visigodos aceptaron someterse a los invasores mediante la firma de pactos,que les garantizaban el
mantenimiento de sus propiedades
Segunda fase (716-732): Tras conquistar los Pirineos y la Septimania, siguieron avanzando hacia el reino franco.
En 732, fueron derrotados en Poitiers por el monarca franco Carlos Martel, obligando a los musulmanes a
replegarse hacia la Península. Los francos crearon en los valles de los Pirineos unos condados (Marca
Hispánica), que establecieron una barrera entre Al-Andalus y el reino franco. El valle del Duero se convirtió en
una “tierra de nadie”, que servía de frontera entre Al-Andalus y los reinos cristianos que habían en el norte
peninsular. Tras la conquista, la mayoría de los hispanovisigodos aceptan la civilización musulmana.
Evolución política.2.1. El Emirato dependiente del Califato Omeya de Damasco (711 - 756)
Al-Andalus, pasó a ser un emirato dependiente, una provincia gobernada por árabes, dirigida por un emir, que
dependía del Califato Omeya de Damasco. Había un clima de luchas entre los distintos grupos invasores
(árabes, sirios, bereberes...). El origen de estos conflictos se debía al interés de cada grupo por controlar el
gobierno de la Península y de las inconformidades con la forma en que se repartían las tierras conquistadas. La
dinastía de los Omeya en Damasco(750), fue derrocada y reemplazada por la dinastía Abasí de Bagdad. El único
miembro de la familia Omeya que logró escapar, Abd al-Rahman, el cual huyó a Al-Andalus, se adueñó del
poder y proclamó un emirato independiente.
2.2. El Emirato independiente del Califato Abasí de Bagdad (756-929).Abd al-Rahman I (756-788), fundó el
Emirato de Córdoba(756-929) y una nueva dinastía de emires que gobernó Al-Andalus hasta el año 912.
Aumentó los impuestos, formó grupo de fieles que ocuparon los cargos públicos y organizó un ejército
mercenario.Al-Andalus adquirió una organización estatal completa, esta peligró constantemente ya que las
provincias fronterizas, las marcas, pretendían independizarse del Emirato de Córdoba. Las revueltas en tiempos
de al-Hakam I ya habían causado dificultades para mantener el poder central.Se dieron rebeliones de la
población muladí a causa de la intransigencia religiosa y de la población mozárabe por el aumento de la presión
fiscal. Estos conflictos aumentaron la debilidad política del emir. Su poder estaba muy limitado por una
aristocracia que tenía gran libertad y capacidad para tomar decisiones políticas. Mientras, el avance cristiano era
más temible.El Emirato surge tras la primera gran división política del Imperio Islámico. La región empieza a
desarrollar una identidad política propia. Se intensifica el proceso de arabización.
2.3.El Califato de Córdoba (929-1031). Época de máximo esplendor económico, político y cultural a través de la
fuerte personalidad de los dirigentes indicados, que intervienen en el norte de África (dominan la ruta del oro del
Sudán) y en los reinos cristianos del norte.
Esplendor de Califato:Abd al-Rahman III (912-961), provocó un cambio en la dinámica política anterior. Fue
capaz de acabar con las rebeliones internas, consiguió controlar el territorio andalusí, frenó el avance cristiano
por la Meseta norte, y consiguió que los reyes de León y Navarra y los condes de Castilla y Barcelona se
convirtiesen en vasallos suyos y les pagasen tributos.Su autoridad se hizo absoluta a partir del año 929, cuando
rompió los vínculos con el poder central de Bagdad y se proclamó califa, es decir, sucesor del enviado de Dios.
Se convirtió en jefe espiritual y temporal de todo Al-Andalus y de las provincias africanas, y a la vez, en
protector de las comunidades cristiana
y judía. Con ello, asumía no sólo el poder político, jurídico y militar, sino también el religioso. Se inauguró el
Califato de Córdoba, la etapa más brillante.
Política interior: Abd al-Rahman III fortaleció el Estado haciendo efectiva una centralización fiscal que le dotó
de amplios recursos económicos. Reorganizó el ejército por medio de tropas
mercenarias y reforzó la fidelidad de sus oficiales. Creó una aristocracia palatina.
Política exterior: Estableció relaciones diplomáticas con Constantinopla e impuso su autoridad en el norte de
África frente al nuevo Califato Fatimí. Su hijo y sucesor, Al-Hakam II, recuperó parte de territorios perdidos y
añadió un esplendor cultural y artístico.
Última etapa: 3. Al-Mansur monopolizó el poder durante el califato de Hisham II, trasladando la administración
a su Palacio de Medina Azahara . Estableció una dictadura militar. Desarrolló una política de acciones militares
contra los reinos cristianos (razias), en las que, buscaba recursos económicos, castigar a los infieles y afianzar su
propio prestigio. La máquina militar se apoyaba en una estructura defensiva fronteriza.
La crisis del Califato: La política militar de al-Mansur generó algunos problemas: el elevado coste
del mantenimiento de un ejército profesional y la necesidad de continuas victorias que generasen ingresos para
mantener el equilibrio entre los clanes árabes, bereberes y eslavos. Tras su muerte la situación cambió, Abd
al-Malik, su hijo y sucesor, no supo mantener la autoridad, la descomposición del Califato se aceleró. Las
tensiones contenidas estallaron, la aristocracia, los altos funcionarios del ejército y los diversos grupos étnicos
lucharon por escapar del control del califa y, convertirse en la
máxima autoridad en los territorios que cada uno controlaba. La aristocracia árabe se levantó contra Abd
al-Rahman Sanchuelo. Los bereberes, contrarios a la aristocracia árabe, combatieron contra ellos con la ayuda
de Castilla, a cambio de la entrega de fortalezas en la frontera. Los eslavos
buscaron la colaboración de los condes catalanes, a cambio de pagos en moneda. Se inicia la intervención
cristiana en los conflictos internos de Al-Andalus.
2.3.Los reinos de taifas y las invasiones norteamericanas (1031-1a mitad siglo XIII)

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