Tema 1, La Esencia de La Filosofía

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Tema 1: “La esencia de la Filosofía”

Esquema:

- Caracterización de la Filosofía:
 Caracterización positiva (qué es);
 Caracterización negativa (qué no es);
- Los ámbitos de los que se ocupa la Filosofía: las ramas de la Filosofía:
 Filosofía teorética;
 Filosofía práctica;
 Teoría y práctica en la filosofía oriental;
- Recorrido histórico-temático de la filosofía

1. Introducción

Para abrir una perspectiva orientativa del territorio en el que nos adentramos con la
asignatura de Filosofía, es necesario subrayar el término saber. El saber en sentido
amplio es el principal objeto de la filosofía. Veremos que esto no quiere decir que ser
filósofo sea sinónimo de ser sabio, todo lo contrario, el filósofo es un docto
ignorante (tiende al esfuerzo del saber, pero es consciente de sus limitaciones, por
lo que asume y acepta su ignorancia). Pero sí quiere decir que el anhelo del filósofo
es saber. Y tal saber hacia el que aspira el filósofo apuntará hacia la acción de saber,
como una práctica, una actitud, una forma de vida, lo cual conllevará abarcar también
los tipos del saber. En esta unidad abordaremos tanto las características de esa
actitud de saber, de querer saber, en un sentido amplio, como los tipos de saberes
que incumben al filósofo.

El anhelo de saber, no obstante, no es exclusivo del filósofo, sino de todo ser


humano. Es consustancial a la propia razón: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo
hacer?, ¿qué me cabe esperar?, preguntas que abarcan el programa de la filosofía
de Kant, son preguntas que, de un modo u otro, todos nos hacemos. No en vano la
Metafísica de Aristóteles comienza con la sentencia: “Todos los hombres desean por
naturaleza saber”. Desde este punto de vista, el vínculo entre “anhelo de saber” y el
filósofo hace que todos seamos en cierto modo filósofos.

2. Caracterización positiva del saber filosófico

La acepción que nos interesa de la etimología de saber es la de sapere como “saber


apreciar”, “juzgar rectamente”. De esta acepción se desprende, entonces, que saber
es dar razón (explicación) de la realidad, de cuanto nos rodea y nos pasa. Ahora
bien, no todos los modos de saber comparten las mismas características. Para poder
discernir en qué consiste el saber filosófico, cuál es su esencia, procederemos de un
modo positivo (diciendo cuáles son sus características) y de un modo negativo
(diciendo cuáles no son sus características a partir de la comparación con otros

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modos de saber). La definición, según ya indicara Aristóteles, se puede y debe hacer
tanto de un modo positivo como de un modo negativo.

a. El término
El término filosofía puede ayudarnos a esclarecer qué tipo de saber es la filosofía.
Se trata de una palabra compuesta de dos vocablos griegos: filós y sofía; la forma
sustantiva de filós es filía: “amor”, “afición”, “anhelo”, “tendencia”. La forma verbal de
sofía es sofós, “experto”, “ingenioso”, “astuto”, “cuerdo”, “sabio”.
Observamos, por tanto, una interpretación vaga y simple de “amor a la sabiduría”:
erudición. Pero también una interpretación culta de “amor a la sabiduría”: saber
auténtico, supremo, integral, distinto del saber especializado en una parcela de la
realidad (como podría ser el saber del artesano). Ambas acepciones las podemos
observar en Heráclito (siglos VI – V a.C.), quien utiliza por primera vez el término
filosofós para decir “es necesario que los varones sabios se informen de muchas
cosas”, lo cual se opone a la cita de él mismo “mucha erudición no enseña
comprensión”.
Por tanto, no estamos ante un uso cualquiera del término sabiduría. Veamos cuáles
son las características de este tipo de sabiduría y, por tanto, de la filosofía.

b. Los rasgos esenciales de la filosofía


- La curiosidad y el asombro previos. El principio (en el sentido de un arché
que no solo es origen, sino motor que encauza y dirige) de la filosofía es el
asombro que el pensador experimenta ante un objeto desconocido, por el
que antes ha sentido curiosidad.
Asombro podemos entenderlo como un embelesamiento por lo
desconocido, una atracción por lo oscuro, que provoca terror y admiración
(“dirigir la mirada”).

- Carácter cognoscitivo. Este carácter cognoscitivo (cognoscitivo: “que es


capaz de conocer”) encierra el sentido de “comprensión racional” (es decir,
de conocer con el solo uso de la razón). Las explicaciones que la religión,
por ejemplo, da de la realidad no son propiamente cognoscitivas, pues
cognoscitivo solo hace referencia al hecho del conocimiento, mientras que
la religión remite a la fe.

- Es un conocimiento científico. No en el sentido de la ciencia tal como la


entendemos ahora, sino en su sentido etimológico. Scientia es un
sustantivo que deriva del verbo Scio (scire), el cual significa “saber, tener
un conocimiento práctico o teórico de algo”; pero este, a su vez, se asocia
con la raíz indoeuropea skei, que significa “cortar, separar” (no debemos
olvidarnos de este sentido en ningún momento del curso, pues ese
“separar” será el procedimiento constante de la metodología filosófica:
separar lo diverso, lo que no es común, con el objeto de aclarar lo que sí es
común). La búsqueda de lo común, a través de la separación, será la
búsqueda de lo universal. La ciencia filosófica es la búsqueda de lo
universal.

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- Es un conocimiento integral, abierto a la totalidad del ser (Integral: de
integralis, “todo, completo, sin que le falte algo”). Por tanto es un
conocimiento que remite a la totalidad de lo que hay, es decir que remite al
ser. La ciencia, en cambio, acota su objeto de estudio.

- Conocimiento que remite a la noción de ser. Lo común de la totalidad, de


todo cuanto hay, es que es. Por consiguiente, el hecho de que las cosas
sean es lo que justifica que sean o puedan ser conocidas. Así, mientras que
las ciencias naturales se ocupan de los seres naturales, de caracterizarlos,
clasificarlos, etc., no se ocupan del hecho original de que los entes sean
(este tipo de conocimiento se llama ontología, y, como el aspecto
epistemológico, es inherente al hacer filosófico, pues el hacer filosófico trata
de conocer, pero no se puede conocer si no se conoce algo).

- Es un saber universal. En tanto que es un conocimiento integral, que se


ocupa de todo cuanto hay, resulta un saber universal; pero en tanto que se
ocupa del ser en cuanto tal, que es común a todo cuanto hay, resulta
además un saber universal.

- Es un conocimiento radical o último. Es una ciencia que, como ya dijo


Aristóteles, versa sobre “las primeras causas y principios”. Esto quiere decir
que se dirige a la raíz o a lo último (último en el orden del saber, primero
(raíz) en el orden del ser). No es un saber que se conforme con respuestas
parciales, meramente descriptivas, sino que busca lo primero, el origen
causal explicativo.

- Carácter crítico. Es un saber que exige una actitud crítica (del griego
Kriticós (“relativo al que juzga”), que a su vez viene de la raíz indoeuropea
Krei, que también significa “separar, cortar, distinguir”). De modo que crítica
la vamos a entender en el sentido de “separar lo malo de lo bueno” aplicado
a la actitud propia del investigador, de aquel que no acepta las opiniones
establecidas, es decir, que tal actitud crítica no acepta los prejuicios, ideas
preconcebidas, opiniones generadas sin ningún fundamento.

Por tanto, se trata de un saber que, a partir de la curiosidad y el asombro, trata de


hacer ciencia con el solo uso de la razón, y tal ciencia se ocupa de alcanzar los
primeros principios, últimos y radicales de todo cuanto hay, es decir, de todo cuanto
es.

3. Caracterización negativa del saber filosófico: lo que la filosofía no es

a. La filosofía no es mito
Aristóteles caracterizaba al amante del mito como un “cierto filósofo”, debido a
que también se admiraba ante las cosas desconocidas y quería darles
explicación. Por tanto, la “ruptura” entre mito y logos no hay que buscarla tanto

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en una suerte de cambio de paradigma como en la actitud ante tal explicación.
El amante del mito la hallaría en la narración fantástica (con personificaciones
de la naturaleza, héroes, situaciones inverosímiles, etc.); el logos solo en el uso
de la razón.
El origen de mito no está claro. Hay quienes apuntan a que significaba
“explicación, palabra, discurso”, pero es posible que tal significado haya sido
una confusión derivada del término mythologia (el segundo componente viene
de logos). De modo que mythologia significa “explicación de los mitos”, y mytho
“relato tradicional o fabuloso” en oposición a la explicación racional a que
apunta logos (“tratado, palabra, discurso, explicación…”).
Ahora bien, sí coinciden en la pretensión de explicación última. El mito trata de
dar explicación, por ejemplo, del origen del universo (como podemos observar
en la Teogonía de Hesíodo). Difieren en el fundamento del conocimiento y en el
rigor del mismo: mientras que el mito se fundamenta en la tradición popular y
su autoridad y en el arraigo en la comunidad, por lo que el rigor de su
conocimiento es arbitrario, particular y temporal, el logos se fundamenta
exclusivamente en el uso de la razón, por lo que el rigor de su conocimiento
puede aspirar a la necesidad, la universalidad y la permanencia.

b. La filosofía no es religión
Las religiones tratan de responder a la pregunta por el sentido de la vida. A
este respecto, comparte con la Filosofía ese interés por las cuestiones últimas.
Ahora bien, mientras que el fundamento de la filosofía es la sola razón, el de la
religión es el de la revelación. Los libros sagrados, la tradición y la fe es el
conjunto de las fuentes del saber religioso. Las verdades reveladas se
presentan como indubitables, mientras que la esencia de la filosofía, como
hemos visto, depende de su aspecto crítico, indagador.

c. La filosofía no es magia
Los saberes mágicos se oponen a la razón. La magia supone creer en la
existencia de individuos que atesoran poderes sobrenaturales, que desafían las
leyes de la naturaleza.
La interpretación psicológica que a veces se hace de una correlación de
acontecimientos lleva a establecer una relación causa-efecto falaz (veremos en
Lógica cómo se trata de un modo de falacia), lo cual crea supersticiones y
confianzas en supuestas fuerzas espirituales de ciertas personas (“veo un gato
negro (causa), luego voy a tener mala suerte (efecto))”. Cuando la filosofía
asigna la relación causa-efecto a la sucesión de dos acontecimientos, la funda
en la razón. Es decir, mientras que en la magia esta relación no está
racionalmente justificada, en la filosofía solo se puede establecer mediante la
razón.

d. La filosofía no es ciencia según el uso actual de la palabra


Como hemos apuntado antes, ciencia y filosofía eran en su origen lo mismo.

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Pero a partir del siglo XVI, con la revolución científica, apareció una nueva
concepción de la ciencia, viniendo a referir un sentido fundamentalmente
práctico. Ese carácter práctico implica la pretensión de querer dominar la
naturaleza conociendo sus leyes para beneficiar a la humanidad. Se parcelan
los saberes, se hacen saberes específicos, que acotan un espacio de la
realidad (física, astronomía, historia, etc.), cada una con sus propios métodos
de investigación. Tales métodos incluyen la experimentación y la
matematización. El científico se dedica entonces a saber cómo se producen los
hechos, no por qué, y a elaborar experimentos que permitan pronosticar el
comportamiento de la naturaleza. Es un saber práctico que tiene como objeto el
dominio de la naturaleza, mientras que la filosofía no procede de otro modo que
mediante la observación y la especulación con el solo objeto de conocer la
verdad.

4. Los ámbitos de la Filosofía: las ramas de la filosofía


El hecho de que el saber filosófico sea integral, universal y que remita a la
noción de ser, no quiere decir que no clasifique su ámbito de estudio en
territorios distintos. Así, ya Aristóteles hizo una taxonomía de los saberes:

- Lógica (el instrumento y órgano del proceder filosófico).

-Física (filosofía de la naturaleza).

-Poética (filosofía sobre el hecho “estético”).

-Psicología (doctrina sobre el alma).

-Filosofía práctica (ética).

-Filosofía política.

-Filosofía primera (ontología).

Posteriormente han ido apareciendo otras espacios del saber que se han unido
a esta primera clasificación, como la filosofía de la ciencia, la filosofía de la
historia, la filosofía del lenguaje, etc.

Pero la clasificación que más nos interesa es la que se puede establecer entre
saber teórico y saber práctico. Apoyándonos de la taxonomía de Aristóteles,
tendríamos como saberes teóricos la lógica, la física, la psicología y la Filosofía
primera; como saberes prácticos, la poética, la filosofía práctica y la filosofía
política.

Lo que tienen en común las ciencias de cada grupo es el carácter de sus


objetos. Así, los objetos propios del saber teórico son meramente observables;

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su realidad no depende de la intervención del ser humano; mientras que los
objetos del saber práctico dependen exclusivamente del hacer humano.

El saber teórico es por tanto contemplativo, y contempla con la intención de


descubrir la verdad, simplemente (así, teoría viene del griego theoros
(“espectador”) y este a su vez se compone de thea (“vista”) y de horao (“yo
veo)).

En el saber práctico, en cambio, está implícita la acción del ser humano y su


objeto no es ya el solo descubrimiento de la verdad, sino que aspira a procurar
en el ser humano una vida feliz. La elección en la acción será determinante
para este logro, así como el modo en que cada uno nos relacionemos con los
demás y organicemos juntos la vida en comunidad (Práctica tiene la misma raíz
que los vocablos griegos praxis y pragma, los cuales significan,
respectivamente, “acción” y “hecho, acción, asunto civil”).

Teoría y práctica en la filosofía oriental

La universalidad de la filosofía, el hecho de que la filosofía constituya un interés


del ser humano y no de un tipo determinado de humano, la podemos observar
en el hecho de que la filosofía no es exclusiva de occidente ni se puede
asegurar que naciera en Grecia (sí la filosofía occidental, no obstante). En
oriente también se han dado formas de filosofía, en las cuales también se da la
diferencia entre saberes de la que estamos hablando. Así, en el budismo
podemos advertir las siguientes características:

- Budismo:

En cuanto a saberes teóricos:

- Análisis lógico para el conocimiento de la verdad;


- son empiristas, en cuanto a la teoría del conocimiento;
- estudian la naturaleza;
- practican la meditación para alcanzar la sabiduría.

En cuanto a saberes prácticos:

- Tratan de alcanzar el nirvana, que es la liberación de los deseos;


- su finalidad es alcanzar la liberación del sufrimiento.

- Jainismo:

En cuanto a saberes teóricos:

- Son relativistas por la complejidad que observan en la naturaleza;


- son perspectivistas en cuanto que afirman que no se puede conocer
más que aspectos de la naturaleza;
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- admiten la pluralidad de la verdad.

En cuanto a saberes prácticos:

- Buscan la liberación del alma: a través del conocimiento, creen poder


alcanzar un estado divino;
- tratan de vencer los “enemigos interiores”.

- Taoísmo:

En cuanto a saberes teóricos:

- Creen en la armonía de la naturaleza: la naturaleza es una unidad


absoluta pero mutable.

En cuanto a saberes prácticos:

- Creen en un concepto peculiar de inmortalidad, relacionada con la


armonía con la naturaleza.

5. Recorrido histórico-temático de la filosofía

Para los intereses de esta unidad, recorrer brevemente la historia de la


Filosofía tiene el objeto de tratar de esclarecer la esencia del hacer filosófico.
Acercarnos al legado filosófico (legado: “bien material que una persona deja en
testamento a otra”) es acercarnos a los temas que han sido objeto de interés
del pensamiento en la historia. La esencia del saber filosófico se halla realizada
en las aportaciones de los cultivadores de este saber: acercarnos a tales
aportaciones es tratar directamente con la esencia de la Filosofía.

a. Filosofía antigua (siglos VI a. C. – V d. C.)

Temas y pensadores:
- Pregunta por el arché: “naturalismo”: origen material de la naturaleza
(Tales de Mileto, Anaxímedes, Anaximandro…);
- Giro antropológico: problemas humanos, éticos y políticos;
- Metafísica: Parménides, Platón, Aristóteles: pregunta por el ser
(inteligibilidad, apariencia / realidad; sentidos / razón; trata de saber
la verdad del ser);
- La búsqueda de un modelo racional de vida, la búsqueda de la
felicidad (cínicos, cirenaicos, epicúreos, estoicos).

La filosofía tiene su origen en la Grecia del siglo VI a.C. A este momento del
pensamiento se le denomina “el paso del mito al logos”. Tratan de dar una
explicación racional (y no mitológica) al orden que observan en la naturaleza;
tratan, por tanto, de dilucidar el principio (arché) de todas las cosas. Este

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principio no solo ha de dar cuenta de la unidad que subyace en la naturaleza,
en el aspecto múltiple y mutable de la naturaleza; sino que además ha de ser
la fuerza que explique tal mutabilidad, el cambio en la naturaleza. La
multiplicidad surge de un principio único, que para Tales de Mileto será el
agua; para Anaximandro, el ápeiron (lo infinito); para Anaxímedes, el aire.

La época correspondiente a los siglos V y IV a.C. se caracteriza por una


tendencia humanística, lo cual se puede interpretar como un “giro
antropológico” de la filosofía. Nuevos ámbitos de la realidad, diferentes del
físico o natural, son descubiertos y explorados ahora por la curiosidad y el
asombro de los pensadores atenienses. El mundo ético y social, lo que le
atañe al ser humano en su vida práctica, es ahora el objeto de estudio del
filósofo. Los llamados sofistas y Sócrates serán los más destacados en esta
fase de la filosofía. Preguntas por la naturaleza del bien o de la justicia serán
objeto del interés de estos pensadores. Los sofistas adoptarán al respecto una
posición relativista y subjetivista, opuesta al universalismo y objetivismo
que defenderá Sócrates.

La reflexión metafísica habría comenzado ya con Parménides (siglo V a.C.),


pero no se define hasta la aparición de Platón (427 -347 a.C.), quien, influido
por su maestro Sócrates, así como por Parménides y Pitágoras, escindirá la
realidad en dos ámbitos por completo diferentes (apariencia / realidad): el
mundo sensible (cosas materiales) y el mundo inteligible (ideas). La verdadera
realidad será el mundo de las ideas, las cuales son eternas e inmutables, así
como son la causa del mundo sensible (las cosas materiales son algo en tanto
que participan de la realidad de las ideas). Por su parte, la metafísica de su
discípulo Aristóteles (384 – 322 a.C.) toma dos vertientes en lo que llamaría
Filosofía primera: por un lado una forma de teología (reflexión sobre el motor
inmóvil, que podemos entender como Dios); por otro, la inauguración de la
ontología (la ciencia que estudia lo que es en tanto que es). Tanto en Platón
como en Aristóteles, la filosofía se nos presenta, por consiguiente, como un
saber de lo absoluto, como aspiración a lo esencial y universal.

Tras la muerte de Aristóteles, durante el periodo llamado helenismo (siglos IV –


I a.C.), la filosofía pierde en lo esencial su carácter teórico y se convierte
principalmente en una indagación sobre la ética, en la búsqueda de un modelo
de vida con el que se logre la felicidad (búsqueda ya presente, no obstante, en
el pensamiento de Aristóteles, Platón o Sócrates). Tanto epicúreos como
estoicos, aunque mediante concepciones opuestas, buscarán la ataraxia, la no
perturbación del alma.

b. Filosofía medieval (siglos V – XV)

Temas y pensadores:

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- Teocentrismo; influencia del cristianismo; pensamiento en torno a
Dios: Dios como causa, la definición de Dios, la existencia de Dios,
etc.
- Agustín de Hipona, Tomás de Aquino.

Durante la Edad Media, la filosofía se pone al servicio de la teología. Los


pensadores cristianos, judíos y musulmanes se sirven de la filosofía para hacer
comprensible sus respectivos credos religiosos, por lo que sintetizaron su fe
con las ideas procedentes principalmente de Platón y Aristóteles. En el
cristianismo, a la filosofía elaborada a partir de las ideas griegas y
reconstruidas sobre la base del dogma cristiano se la denominó escolástica.
La demostración racional de la existencia de Dios será uno de los temas
fundamentales de este periodo.

c. Renacimiento y filosofía moderna (siglos XV – XVIII)

Temas y pensadores:
- Humanismo y revolución científica (observación y experimentación);
- El problema del conocimiento: racionalismo y empirismo.
- Maquiavelo, Pico della Mirandola, Galileo Galilei, Descartes,
Rousseau, Spinoza, Leibniz, Kant, Locke, Hume, Berkeley.

La ruptura entre el pensamiento de la Edad Media y la modernidad se fragua


en el renacimiento, el cual nace en Italia, durante el siglo XV, y se extiende por
toda Europa. Dos aspectos del renacimiento son determinantes para dicha
ruptura: el humanismo y la revolución científica. El humanismo es un
movimiento cultural, filosófico y filológico que trata de recuperar los textos
originales de la antigüedad, los clásicos, pero de un modo directo, eludiendo
las interpretaciones de la escolástica (en este sentido, destacan Ficino,
Petrarca o Pico della Mirandola). Por su parte, la revolución científica rompe
con los modelos de la ciencia acuñados desde la antigüedad, que se apoyaban
fundamentalmente en el argumento de autoridad, para someter todo avance
científico a la observación y la experimentación (lo cual daría con cambios
radicales, como el abandono del geocentrismo para adoptar el heliocentrismo).

La consecuencia será entonces una fe ciega en el poder de la razón para el


conocimiento de todo cuanto hay. Pero he aquí que se da con el problema
característico de la filosofía moderna: el problema del conocimiento. Se
busca un conocimiento cierto, indubitable, infalible. Sin embargo, para poder
estar ciertos de la infalibilidad del conocimiento, habrá que someter a prueba al
mismo conocimiento y a la razón. Se darán dos posiciones al respecto: el
racionalismo y el empirismo. El racionalismo afirmará la existencia de ideas
innatas, no adquiridas por medio de la experiencia, y dudará del conocimiento
obtenido mediante los sentidos (René Descartes (1646 – 1716) o Baruch

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Spinoza (1632 – 1677) son destacados racionalistas); el empirismo, en cambio,
sostendrá que todo conocimiento es obtenido a través de los sentidos,
mediante la experiencia, y negará la existencia de ideas innatas (John Locke
(1632 – 1704), George Berkeley (1685 – 1753) o David Hume (1711 – 1776)
son destacados empiristas).

El idealismo trascendental de Immanuel Kant (1724 – 1804) tratará de


superar ambas corrientes, sosteniendo que si bien el conocimiento comienza
con la experiencia, no todo el conocimiento procede de la experiencia. El objeto
de conocimiento será en Kant una síntesis entre lo dado a través de los
sentidos y la actividad del entendimiento sobre ello.

d. Filosofía contemporánea (desde el siglo XIX hasta nuestros días)

Temas y pensadores:
- Corrientes de pensamiento: idealismo, materialismo, vitalismo,
positivismo, hermenéutica, utilitarismo, historicismo, fenomenología,
pragmatismo, filosofía analítica, escuela de Frankfurt,
existencialismo.
- Giro lingüístico y giro práctico; reflexión filosófica sobre la ética, la
política, éticas aplicadas, etc.
- Hegel, Marx, Nietzsche, Husserl, Wittgenstein, Horkheimer,
Heidegger, Ortega y Gasset…

A partir del siglo XIX se suceden multitud de corrientes filosóficas heterogéneas


entre sí, de las que se pueden destacar las siguientes:

 El idealismo absoluto alemán, (Hegel, 1770 – 1831) que, en una nueva


metafísica, concibe la idea no como una entidad estática y acabada, sino
desplegada en un continuo dinamismo y transformación, en un proceso
por el que finalmente ha de alcanzar su plenitud y perfección. La idea es
entonces una entidad absoluta e integradora de todo el proceso histórico
en su conjunto.
 El materialismo histórico de Marx (1818 – 1883) rechazará esta forma
de metafísica. Realmente, rechaza toda expresión de la metafísica. El
sujeto de la historia no será ninguna realidad espiritual, como la idea,
sino el ser humano en su relación con la naturaleza y con los demás
seres humanos. Las transformaciones sociales, entonces, serán el
resultado de los cambios en las relaciones de producción de los bienes
materiales.
 El vitalismo de Friedrich Nietzsche 1844 – 1900), que niega la
existencia de cualquier mundo distinto del sensible, como el de las ideas
platónicas y las creencias cristianas en otra vida. El único mundo real y
auténtico es por tanto el de aquí, el sensible, la multiplicidad sometida a

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un constante devenir. Los valores acuñados por la filosofía dogmática,
cuya realidad se ubica en un mundo que no es en verdad real, hay que
transformarlos, cambiarlos. Es este el sentido de la famosa frase “Dios
ha muerto”.
 El giro lingüístico supondrá, a partir de estos antecedentes, una nueva
concepción de la naturaleza del lenguaje. El lenguaje ya no será un
mero instrumento para relacionarnos con la realidad, sino el espacio
donde se pondrá en juego qué se puede pensar con sentido; es decir, el
lugar donde en verdad se fragua el mismo ser. La filosofía analítica
(Bernard Russell, 1872 – 1970; Ludwig Wittgenstein, 1889 – 1951), por
ejemplo, no admitirá nada del lenguaje que no tenga una
correspondencia con la experiencia, con los datos obtenidos por los
sentidos. La cuestión de Dios, entonces, no será un problema legítimo
para esta filosofía.
 El existencialismo (Martin Heidegger, 1889 – 1976; Jean-Paul Sartre,
1905 – 1980), que parte de la obra de Sören Kierkegaard (1813 – 1855),
proclamará la prioridad de la vida, de los sentimientos y de la
experiencia personal como principal preocupación filosófica. La
existencia humana será la cuestión fundamental del ser, y no la esencia
de este.

ACTIVIDADES

“Glosario”: en la última sesión de la unidad, se realizará una actividad de


comprensión y dominio de conceptos, que consistirá en la respuesta breve, en el
tiempo de quince minutos, a cinco cuestiones de las relacionadas a continuación:
1. ¿Qué es en filosofía saber?
2. ¿A qué nos referimos cuando decimos que el filósofo es un docto ignorante?
3. Explica la etimología del término filosofía.
4. ¿Qué papel juegan la curiosidad y el asombro en el hacer filosófico?
5. ¿Qué significa cognoscitivo?
6. ¿En qué sentido decimos que el conocimiento filosófico es científico?
7. ¿Por qué el saber filosófico es integral?
8. ¿Qué quiere decir que el saber filosófico “remite a la noción de ser”?
9. ¿Por qué el saber filosófico es universal?
10. ¿Por qué el saber filosófico es radical y último?
11. ¿En qué consiste el carácter crítico de la filosofía?
12. ¿Cuáles son las diferencias entre el fundamento y el rigor del conocimiento
mitológico y el fundamento y el rigor del conocimiento filosófico?
13. ¿Cuál es la diferencia entre la religión y la filosofía en la cuestión del
conocimiento?

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14. ¿Cuál es la diferencia entre la magia y la filosofía a la hora de establecer la
relación causa-efecto?
15. ¿Cuáles son las diferencias entre el saber científico (tal como lo entendemos
en la actualidad) y el saber filosófico?
16. ¿Cuáles son los objetos de estudio del saber teórico y del saber práctico en
Filosofía?
17. ¿Qué es el arché en la filosofía griega y cuáles son sus funciones?
18. ¿A qué llamamos “giro antropológico” en la filosofía griega?
19. ¿Qué caracteriza a la metafísica de Platón?
20. ¿Qué caracteriza a la metafísica de Aristóteles?
21. ¿Cuál es la característica fundamental de la filosofía medieval?
22. ¿Cuáles son los dos movimientos culturales y científicos que caracterizan al
renacimiento?
23. ¿Qué tres corrientes filosóficas destacarías ante el problema del conocimiento
en la filosofía moderna?
24. Enumera cinco corrientes de la filosofía contemporánea.
25. Realiza el cuadro del comentario de texto 1.3.

Consideraciones para preparar el ejercicio:


Algunas preguntas requieren una respuesta sumamente breve, de una sola línea.
Tales respuestas puedes subrayarlas en los distintos epígrafes explicativos. Sin
embargo, otras preguntas exigen respuestas un poco más complejas, de tres o cuatro
líneas, para las cuales es aconsejable prepararlas antes.

El objeto del ejercicio es desarrollar un dominio preciso y exacto de los conceptos


aprendidos, por lo que las respuestas han de ser así: precisas y exactas. Por tanto,
preparar las respuestas siguiendo los siguientes pasos puede ser de mucha utilidad
para lograr la exactitud y precisión pedidas:

- Lee atentamente la pregunta, trata de interpretar claramente lo que dice el


enunciado.
- Localiza en los epígrafes el apartado donde ha de hallarse la respuesta.
Lee detenida y completamente el epígrafe donde consideres que se halla
la respuesta.
- Ensaya por escrito una respuesta y comprueba que la misma da cuenta
de un modo claro y completo de la pregunta pedida.
- Si tienes dudas ante la respuesta que hayas ensayado, puedes preguntar al
profesor (pero siempre con al menos un día de antelación al de la
realización del ejercicio).

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LECTURAS

Texto 1.1.

“Pues la cosa es como sigue: ninguno de los dioses ama la sabiduría ni


desea ser sabio, porque ya lo es, como tampoco ama la sabiduría
cualquier otro que sea sabio. Por otro lado, los ignorantes ni aman la
sabiduría ni desean hacerse sabio, pues en esto es precisamente la
ignorancia una cosa molesta: en que quien no es bello, ni bueno, ni
inteligente, se crea a sí mismo que lo es suficientemente. Así pues, el
que no cree estar necesitado no desea tampoco lo que no cree
necesitar.
−¿Quiénes son, Diotima, entonces –dije yo−, los que aman la
sabiduría, si no son ni los sabios ni los ignorantes?
−Hasta para un niño es ya evidente –dijo− que son los que están en
medio de estos dos, entre los cuales está también Eros. La sabiduría,
en efecto, es una de las cosas más bellas y Eros es amor de lo bello,
de modo que Eros es amante de la sabiduría, y por ser amante de la
sabiduría está, por tanto, en medio del sabio y del ignorante”.

Platón, El banquete

Actividades: (este texto se trabajará en clase)

Texto 1.2.

“En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede
siempre segura de todos los inmortales que habitan la nevada cumbre
del Olimpo. En el fondo de la tierra de anchos caminos existió el
tenebroso Tártaro. Por último, Eros, el más hermoso entre los dioses
inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y
todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus pechos. Del
Caos surgieron Erebo y la negra Noche. De la Noche a su vez nacieron
el Éter y el Día, a los que alumbró preñada en contacto amoroso con
Erebo. Gea alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas
proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así
sede siempre segura para los felices dioses. También dio a luz a las
grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las Ninfas que habitan
en los boscosos montes. Ella igualmente parió al estéril piélago de
agitadas olas, el Ponto, sin mediar el grato comercio”.

Hesíodo, Teogonía

Cuestiones para el comentario de texto:

a. ¿Cuál es el tema del texto?

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b. Resume brevemente (en cuatro o cinco líneas) el contenido.
c. ¿Qué tipo de texto es: mágico, mitológico o religioso? (justifica tu
respuesta).
d. ¿Por qué no es un texto filosófico?

Texto 1.3.

“De los que primero filosofaron, la mayoría pensaron que


los únicos principios de todas las cosas son de naturaleza material:
y es que aquello de lo cual están constituidas todas las
cosas que son, y a partir de lo cual primeramente se generan y
en lo cual últimamente se descomponen, permaneciendo la
entidad por más que esta cambie en sus cualidades, eso dicen que
es el elemento, y eso el principio de las cosas que son, y de ahí
que piensen que nada se genera ni se destruye, puesto que tal

que Sócrates ≪se hace≫ en sentido absoluto cuando se hace


naturaleza se conserva siempre, al igual que tampoco decimos

hermoso o músico, ni que ≪se destruye≫ cuando pierde tales


disposiciones, ya que el sujeto, el mismo Sócrates, permanece:
del mismo modo tampoco podrá (decirse respecto de) ninguna
otra cosa, pues siempre hay alguna naturaleza, sea una o mas
de una, a partir de la cual se genera lo demás, conservándose
aquella.
Por lo que se refiere al número y a la especie de tal principio,
no dicen todos lo mismo, sino que; Tales, el introductor de
este tipo de filosofía, dice que es el agua (de ahí que dijera
también que la tierra esta sobre el agua), tomando esta idea posiblemente
de que veía que el alimento de todos los seres es
húmedo y que a partir de ello se genera lo caliente mismo y de
ello vive (pues aquello a partir de lo cual se generan todas las
cosas es el principio de todas ellas) —tomando, pues, tal idea
de esto, y también de que las semillas de todas las cosas son de
naturaleza húmeda, y que el agua es, a su vez, el principio de
la naturaleza de las cosas húmedas.
Hay, por lo demás, quienes piensan que también los mas
antíguos, los que teologizaron por vez primera y mucho antes
de la generación actual, tuvieron una idea así acerca de la naturaleza:
en efecto, hicieron progenitores de todas las cosas a

llamada ≪Estigia≫ por ellos [los poetas]. (…)


Océano y Tetis, y (dijeron) que los dioses juran por el agua, la

Anaximenes y Diogenes afirman que el aire es anterior al


agua y que, entre los cuerpos simples, él es principio por antonomasia.
Por su parte, Hipaso el metapontino y Heráclito el
efestio (afirman) que lo es el fuego, y Empédocles, a su vez,
añadiendo la tierra como cuarto a los ya mencionados, (afirma)
que lo son los cuatro (y que estos, efectivamente, permanecen
siempre y no se generan, a no ser por aglomeración y escasez,
cuando se reúnen formando una unidad y se separan de la unidad
que formaban). Anaxágoras el clazomenio —que es anterior
a este último en cuanto a la edad pero posterior a él en
cuanto a las obras— afirma, en fin, que los principios son infinitos:

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en suma, viene a decir que todos los cuerpos homeoméricos,
como el agua o el fuego, se generan y destruyen únicamente
por reunión y separación, pero que en ningún otro
sentido se generan o destruyen, sino que, antes bien, permanecen eternos”.

Aristóteles, Metafísica

Cuestiones:

a. El tema del texto es “la recopilación por parte de Aristóteles de las


diversas propuestas de principio de la naturaleza según los filósofos
presocráticos”. Es decir, Aristóteles recoge diversas propuestas de arché
que ensayaron sus predecesores. Entonces, haz un cuadro en que
relaciones tres aspectos: el pensador, su propuesta de arché y el
fragmento del texto con que justificas tu respuesta. Ejemplo:

Filósofo Arché (principio) Fragmento


Tales de Mileto Agua “Tales (…) la tierra está
sobre el agua”

Texto 1. 4.

“Que [la filosofía] no es una ciencia productiva resulta evidente ya desde los
primeros que filosofaron: en efecto, los hombres –ahora y desde el principio–
comenzaron a filosofar al quedase maravillados ante algo, maravillándose en
un primer momento ante lo que comúnmente causa extrañeza y después, al
progresar poco a poco, sintiéndose perplejos también ante cosas de mayor
importancia, por ejemplo, ante las peculiaridades de la Luna, y las del Sol y los
astros, y ante el origen de Todo. Ahora bien, el que se siente perplejo y
maravillado reconoce que no sabe –de ahí que el amante del mito sea, a su
modo, “amante de la sabiduría”, pues el mito se compone de maravillas–. Así
pues, si filosofaron por huir de la ignorancia, es obvio que perseguían el saber
por afán de conocimiento y no por utilidad alguna. Por otra parte, así lo
atestigua el modo en que sucedió, ya que un conocimiento tal comenzó a
buscarse cuando ya existían todos los conocimientos necesarios, y también los
relativos al placer y al pasarlo bien. Es obvio, pues, que no la buscamos por
ninguna utilidad, sino que, al igual que un hombre libre es, decimos, aquel cuyo
fin es él mismo y no otro, así también consideramos que esta es la única
ciencia libre, porque solamente ella es, en efecto, su propio fin”.

Aristóteles, Metafísica

Cuestiones para el comentario de texto:

a) ¿Cuál es el tema?
b) Resume brevemente el texto (en no más de cuatro líneas).

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c) ¿Qué argumentos utiliza Aristóteles para justificar su afirmación de que la
filosofía no es una ciencia productiva?
d) Localiza en el texto características de la filosofía que hemos estudiado en el
epígrafe “La caracterización positiva del saber filosófico”: explica la relación
entre tales características y los fragmentos del texto de Aristóteles donde las
veas reflejadas.
e) Trata de explicar la semejanza que hace Aristóteles entre “hombre libre” y
“ciencia libre”.

Texto 1.5.

“Sócrates no hablaba como tantos otros sobre cuánto afecta a la naturaleza;


lejos de buscar el origen de lo que “los sabios” (sofós) llaman el cosmos, o las
causas necesarias que han dado nacimiento a los cuerpos celestes, hacía ver
que los que se rompían la cabeza con semejantes especulaciones eran unos
locos. Porque examinaba, ante todo, si es que se ocupaban de tales cosas
porque creían conocer ya suficientemente las cosas tocantes al hombre y si
creían prudente descuidar lo que está al alcance de los hombres para meterse
a profundizar los secretos de los cielos. Esto era lo que decía de los que se
ocupaban de estas cosas. Por su parte, él no discurría sino de asuntos
humanos. Entreteniéndose sin cesar con aquello que está al alcance del
hombre, examinaba lo que es piadoso y lo que es impío, lo que es honrado y lo
que es vergonzoso, lo que justo y, por el contrario, injusto; en qué consiste la
sabiduría y en qué la locura, el valor y la cobardía; lo que es el Estado y un
hombre de Estado; qué es el gobierno y cómo se manejan sus riendas. En fin,
discurría a propósito de todos los conocimientos que vuelven al hombre
virtuoso, y cuya ignorancia, en cambio, lo degrada, con razón, haciéndolo
merecer, con razón, el nombre de esclavo”.

Jenofonte, Recuerdos de Sócrates

Cuestiones para el comentario de texto

a) ¿Cuál es el tema del texto?


b) Resume brevemente el texto (no más de cuatro líneas).
c) ¿Qué tipo de saber defiende Sócrates: el teórico o el práctico? (Justifica tu
respuesta).
d) ¿Qué parte del texto relacionas con “la pregunta por el arché” y qué parte con
el “giro antropológico”? (Justifica tu respuesta).

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